estudios centrados en variables concretas (e.g. ansiedad, motivación, etc.) y su

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1 VARIABLES PSICOLÓGICAS RELACIONADAS CON EL RENDIMIENTO FÍSICO Y DEPORTIVO: PLANTEAMIENTO INICIAL. Uno de los principales contenidos de la Psicología del Deporte, es el estudio de las variables psicológicas que pueden influir en el rendimiento de los deportistas. Esta cuestión, ha sido abordada desde distintos enfoques; fundamentalmente: informes de deportistas y entrenadores sobre sus experiencias de éxito y fracaso; investigaciones que han estudiado las características de deportistas con éxito; estudios centrados en variables concretas (e.g. ansiedad, motivación, etc.) y su relación con el rendimiento o los resultados deportivos; y observaciones de campo de los psicólogos especializados. Considerando el conjunto de la información aportada por estas fuentes, se puede concluir que las variables psicológicas más directamente relacionadas con el rendimiento físico y deportivo, son las siguientes: * Motivación: - Referida, fundamentalmente, al grado de interés del deportista por su actividad y/o las consecuencias de todo tipo que genera ésta. Se trata de una variable decisiva, por su incidencia en el compromiso de los deportistas con su actividad, y con ello en sus conductas de adherencia, persistencia y tolerancia a la adversidad. También influye en el nivel de activación de los deportistas y en procesos cognitivos que afectan a su estado emocional. 1

2 * Estrés: - Las características potencialmente amenazantes del deporte de competición, propician que el estrés sea una reacción muy probable. Puede manifestarse de diferentes maneras: estado de sobrealerta e hiperfuncionamiento mental; ansiedad, hostilidad, estado de ánimo depresivo, y/o agotamiento psicológico. Dependiendo de su cantidad y contenido (ansiedad, hostilidad, depresión, etc.), influye de diferentes maneras en el nivel de activación de los deportistas y puede afectar procesos cognitivos relevantes y, en general, su salud física y mental. * Auto-confianza: - Se refiere a la confianza de los deportistas en sus propios recursos para hacer frente a las demandas del entrenamiento y la competición. Tiene que ver con la percepción de control que los deportistas tienen de las situaciones que plantea el deporte de competición. Influye, decisivamente, en la motivación y el estrés, pudiendo determinar que predomine una u otra variable. * Nivel de activación: - Es una respuesta fisiológica y cognitiva, determinada por la motivación o el estrés. Cualitativamente, la respuesta fisiológica de activación, no varía con independencia de la fuente, motivación o estrés, que la provoque. Sin embargo, la respuesta cognitiva es diferente. Cuando está 2

3 presente la motivación, predominan pensamientos, creencias y actitudes caracterizados por el interés, el deseo y el reto por los objetivos deportivos o sus consecuencias, o relacionados con el placer y la satisfacción de realizar la actividad; pero en presencia del estrés, la activación cognitiva se relaciona con la incertidumbre de la situación, el miedo al fracaso o sus consecuencias, el temor a la evaluación social, la disconformidad con lo que está ocurriendo, etc., según sea el tipo de manifestación de estrés que esté presente (ansiedad, hostilidad, depresión, etc.). El nivel de activación influye en los dos aspectos centrales del rendimiento deportivo: la toma de decisiones y la ejecución motora, afectando al funcionamiento mental y físico de los deportistas. En el primer caso, influye en la atención y todos los procesos cognitivos subsiguientes que derivan en la toma de decisiones. En el segundo caso, incide en variables de funcionamiento físico como la tensión muscular o la coordinación que son determinantes en la ejecución deportiva. * Atención: - Se trata de una variable decisiva, para detectar e interpretar las demandas de cada situación y tomar las decisiones oportunas. El funcionamiento atencional de los deportistas, depende de su nivel de activación (a mayor activación, mayor estrechamiento del enfoque atencional), su habilidad para atender a los estímulos más relevantes en cada momento concreto, y su habilidad para controlar las interferencias atencionales que se presentan frecuentemente. A su vez, el control apropiado de las cogniciones interferentes y centrar la atención en los estímulos más relevantes, contribuyen a controlar el nivel de activación. 3

4 * Agresividad: - El rendimiento de los deportistas, depende en muchos casos de su nivel de agresividad. En general, la agresividad controlada parece influir favorablemente en la toma de decisiones y la ejecución motora, mientras que la ausencia de agresividad y o el exceso de ésta (agresividad incontrolada), se relacionan con un rendimiento deficitario. La agresividad puede depender de la motivación y de la reacción de hostilidad de la respuesta de estrés, e influye en la toma de decisiones y la ejecución motora. * Comunicación interpersonal y Cohesión de equipo: - En los deportes colectivos fundamentalmente, y en ocasiones en especialidades individuales en las que el grupo tenga una enorme influencia, la comunicación interpersonal y la cohesión de equipo, pueden influir decisivamente en el rendimiento de los deportistas. La cohesión de equipo es una variable compleja en la que influyen otras variables; fundamentalmente: la motivación, el estrés, la auto-confianza, la comunicación interpersonal y la conducta de las personas que dirigen al equipo (directivos y entrenadores). * Otras variables: 4

5 - Otras variables relacionadas con las anteriores, también pueden ser determinantes. Entre ellas, variables de personalidad y estados psicológicos más o menos estables, como los estilos de afrontamiento, los estilos cognitivos (e.g. el estilo "reflexividad-impulsividad"), el patrón denominado hardiness ("fortaleza mental"), la auto-estima, los estados emocionales más generales y estables (relacionados o no con la práctica deportiva), estilos generales de funcionamiento personal, etc. * Interacción de variables. Se debe partir, en primer lugar, de una interacción permanente y bidireccional, entre situaciones ambientales en el entorno de los deportistas y variables personales de distinto tipo (necesidades, valores, creencias, actitudes, patrones de conducta, estilos de afrontamiento, estados emocionales, etc.). Esta interacción, tiene como consecuencia, por un lado, una percepción de la situación ambiental; y por otro, una percepción de los recursos propios para funcionar en esa situación. El producto de ambas percepciones valoradas conjuntamente, será el grado de auto-confianza del deportista para hacer frente a la situación. Paralelamente, la percepción de la situación influye en la motivación, según sea considerada más o menos atractiva, interesante y beneficiosa. Si por esta vía la motivación es alta, y además la auto-confianza también es elevada, se fortalecerá la motivación por la situación. Pero si la auto-confianza es baja, la motivación inicial puede disminuir, propiciando que el deportista deje de interesarse por ella; o convertirse en estrés, si el deportista sigue estando interesado pero percibe la amenaza de no poder controlar la situación deseada. 5

6 En muchos casos, la auto-confianza es la variable que puede determinar que sea la motivación o el estrés, el que prevalezca y provoque las reacciones de los deportistas o su disposición psicológica. En general, una auto-confianza elevada, favorece una motivación más alta y un estrés más reducido; mientras que una auto-confianza baja, propicia una motivación más baja (o de mayor riesgo si la situación interesa mucho al deportista) y un estrés más elevado. El estrés, además, puede estar determinado por variables personales más generales, como pueden ser la auto-estima, la existencia de otros intereses, o la "rigidez-flexibilidad" de su funcionamiento mental. * Por ejemplo, un deportista que debe afrontar una competición importante con poca confianza en sus posibilidades, sufrirá menos estrés si su autoestima como persona es elevada e independiente del éxito deportivo. En algunos casos, la influencia directa sobre el estrés de variables personales más generales, puede transformar el estrés en motivación, planteando el reto de superar la situación estresante aún no siendo elevada la autoconfianza. * Pensemos, por ejemplo, en un atleta que se lesiona durante una carrera, y percibe que la situación es grave y que no dispone de recursos para controlarla. Su reacción inicial será de estrés, pero si este deportista tiene la creencia de que "por encima de todo un atleta debe finalizar la prueba", el estrés puede transformarse en motivación por alcanzar este objetivo. Asimismo, con independencia del nivel de auto-confianza, el estrés puede 6

7 aparecer cuando la motivación por la situación es baja y el deportista no puede evitarla (e.g. un deportista que se aburre en el entrenamiento pero no puede abandonar). En realidad, puesto que los deportistas interactúan permanentemente con las situaciones ambientales que les rodean, es lógico que puedan producirse múltiples reinterpretaciones y transformaciones de éstas, con efectos diversos sobre la motivación o el estrés. Estos mecanismos, propician la reacción del deportista ante la situación, influyendo en su nivel de activación fisiológica y cognitiva, y en su disposición psicológica. El nivel de activación, afectará al funcionamiento físico y psicológico del deportista en el presente, incidiendo en su funcionamiento general y su rendimiento deportivo. * Por ejemplo, un deportista con una elevada motivación ante una competición, aumentará su estado de alerta (nivel de activación) ante esa competición, centrará su atención en todos los estímulos relevantes para prepararse lo mejor posible, y tomará las decisiones pertinentes para conseguirlo. La disposición psicológica, afectará en mayor o menor medida al apartado de "variables personales" cuando en el futuro, inmediato o lejano, el deportista se enfrente a la misma situación o a otras situaciones. * Por ejemplo, un deportista con un elevado estrés como consecuencia de no 7

8 contar para su entrenador y percibir que no puede hacer nada para remediarlo, tendería a desarrollar una actitud negativa ante los planteamientos que realice el entrenador, y esta actitud influirá en su percepción de estas situaciones y de sus recursos para manejarlas En primer lugar, tanto la motivación como el estrés pueden influir en el nivel de activación de los deportistas. El nivel de activación incide en el funcionamiento psicológico y corporal del deportista. En el primer caso, influye en su atención (que a su vez puede influir también en el nivel de activación) y en todos los procesos cognitivos subsiguientes (codificación e interpretación de la información, etc.), afectando, por esta vía, a la toma de decisiones deportivas. En el segundo caso, influye en variables de funcionamiento físico como la tensión muscular o la coordinación motora, afectando a la ejecución deportiva. De esta forma, el nivel de activación influye en los dos aspectos del rendimiento deportivo: las decisiones y la ejecución de los deportistas. Pero la incidencia de la motivación y el estrés en el rendimiento deportivo, no se produce únicamente a través de su influencia en el nivel de activación. Ambas variables, pueden afectar procesos cognitivos diversos (por ejemplo: activar estilos cognitivos, propiciar sesgos en la interpretación de la información que se atiende, etc.) y por esta vía influir en el estado emocional de los deportistas y/o en su toma de decisiones. 8

9 Su influencia en el estado emocional de los deportistas, además de repercutir en la toma de decisiones deportivas, puede mediar en su salud mental, afectando su funcionamiento general y por esta vía su rendimiento. Asimismo, el estrés puede debilitar el sistema inmunitario del organismo y alterar su funcionamiento cardiovascular y corporal en general, afectando negativamente la salud física de los deportistas, y por este conducto, perjudicando su funcionamiento global y su rendimiento. 9