Discurso Jornada de Trabajo sobre Cólera. Muy buenos días, quiero comenzar saludando a:

Transcripción

1 Discurso Jornada de Trabajo sobre Cólera Muy buenos días, quiero comenzar saludando a: Señora Magaly Espinosa, Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS) Seremis de Salud de todas nuestras regiones del país, que se encuentran en línea a través de videoconferencia de la red del MINSAL. Señores Ministerio de Salud Señores DIRECTEMAR Señores profesionales del Instituto de Salud Pública de Chile, Superintendencia de Servicios Sanitarios, Servicio Agrícola Ganadero, Servicio Nacional de Pesca, Señores Laboratorios clínicos, públicos y privados y Universidades Señores Laboratorios ambientales En estos días, una imparable epidemia de cólera se extiende por las tierras haitianas. El brote apareció a mediados de octubre luego de más de un siglo sin tener presencia en Haití, atrayendo la atención internacional sobre la isla azotada también por un gran terremoto en enero. Hasta ahora, el último balance de las oficinas sanitarias registra muertos, más de enfermos, y la propia Organización Panamericana de la Salud (OPS) estima que, de no intervenir de forma efectiva la ayuda internacional, esas cifras se multiplicarán indefectiblemente. El cólera podría afectar a unas personas y provocar miles de muertos en los próximos seis meses. La tasa actual de letalidad asciende a 4,5%: De mantenerse ese indicador, la OPS admite que causaría, cuando menos, unos muertos. 1

2 Además, a pesar del relativo aislamiento insular de Haití, ya se detectaron casos en República Dominicana y la enfermedad ha logrado cruzar las aguas del Caribe, y llegar a Miami. El cólera se considera una enfermedad re-emergente. Reapareció en 1991 en las Américas y al cierre de 1996 habían ocurrido casos y defunciones; prácticamente todos los países de América Latina habían sido afectados y según la OPS se necesitó más de una década y 200 mil millones de dólares para el control de esta epidemia. En nuestro país fue necesario implementar rápidamente un plan de acción, cuyo objetivo fue la ejecución de estrategias de prevención y control de la enfermedad, todas ellas orientadas a evitar su diseminación. Considerando el corto tiempo en que Chile logró controlar la epidemia de cólera de 1991, juzgamos relevante traer al presente dicha experiencia, incluyendo el componente de planificación estratégica, el enfoque intersectorial utilizado y el enfoque comunicacional-educacional. En aquel año, la campaña se orientó principalmente hacia dos objetivos: retrasar la diseminación del agente causal en el territorio nacional, e interrumpir las vías de transmisión. Para ello, se realizó una vigilancia sanitaria ambiental de los sistemas de abastecimiento de agua potable, de las plantas de tratamiento de aguas servidas, así como la vigilancia y el control de la calidad sanitaria de los alimentos y eliminación de focos de insalubridad. Por otro lado, hubo una sustitución de todos los 2

3 cultivos de hortalizas y frutas que crecen a ras de suelo por otro tipo de plantaciones en aquellas tierras regadas por aguas servidas o contaminadas, o que no cumplían con la norma de calidad para aguas de riego. En el año 1991, el tratamiento de nuestras aguas servidas en Chile, según datos de la Superintendencia de Servicios Sanitarios (SISS), sólo alcanzaba al 10% en todo el territorio nacional. A casi dos décadas de esta experiencia, la industria sanitaria ha protagonizado durante los últimos diez años un cambio radical en el estándar ambiental de nuestro país, y se han realizado cuantiosas inversiones para descontaminar las aguas servidas que han impactado positivamente en la calidad ambiental de ríos, esteros y el litoral, que se traducen en mejoras para la actividad humana muy valiosas. También en esta noble tarea se encuentra trabajando DIRECTEMAR, quienes tienen bajo su responsabilidad el Programa de Observación del Ambiente Litoral (POAL), reconocido como la fuente más importante del conocimiento de los niveles de contaminantes en las aguas del litoral chileno y en las aguas dulceacuícolas. Adicionalmente, es importante que los chilenos sepamos que la autoridad sanitaria del país verifica permanentemente el cumplimiento de los parámetros establecidos para el control de la calidad del agua potable que se consume en Chile. El agua es una necesidad básica del ser humano; se ha establecido 3

4 que mientras una persona puede estar hasta noventa días sin comer, sólo resiste un máximo de cinco sin beber agua, antes de comenzar a sufrir un deterioro importante en su organismo. Es por ello que en un trabajo coordinado con la Superintendencia de Servicios Sanitarios hemos organizado este taller a través del cual queremos coordinar un trabajo conjunto que nos permita estar muy bien preparados ante un eventual brote de cólera en nuestro país. Para enfrentar el cólera debemos tener presente todos los factores que impiden su eliminación, tales como la persistencia del Vibrio cholerae en el ambiente acuático, los hábitos higiénicos,el incremento de la densidad poblacional, la inexistencia de una vacuna adecuada y protección limitada, el desarrollo de tratamiento efectivo y la flexibilidad y variedades de las cepas del agente bacteriano. Podemos decir responsablemente que Chile no está libre de esta enfermedad. El comienzo de la época estival y el dólar bajo, seducirá a muchas familias chilenas a programar vacaciones en países centroamericanos, lo cual aumentará la probabilidad de que contraigan esta enfermedad. Sin embargo, tenemos la confianza de que nuestro país cuenta con infraestructura sanitaria que asegura el acceso equitativo a los servicios de salud, a los servicios de agua potable, alcantarillado y el tratamiento de aguas servidas, los cuales son de suma importancia en el contexto del cólera. Nuestro llamado es para que todos los sistemas de laboratorios de diagnóstico clínico, tanto públicos como privados, y de diagnóstico 4

5 ambiental, operemos como un solo equipo. De esta manera, los actores que identifiquen la presencia de un brote de cólera deben dar aviso inmediato, de manera que podamos establecer las medidas de prevención y control adecuadas. Los invito a formar parte activa de esta red, y aportar sus conocimientos y experiencia en los ámbitos que a cada uno corresponde. 20 años después del brote de cólera en el norte, tenemos más entidades públicas y mejores recursos para enfrentar esta enfermedad. Como productos de este taller serán el compromiso permanente de trabajo coordinado entre las instituciones que cuentan con laboratorios, que se encuentran aquí presentes, se identificarán los principales indicadores de riesgo tanto clínicos como ambientales, se definirá un programa de capacitación a contar de enero en dos nuevas jornadas de trabajo, porque el fin último que nos convoca está en la protección de los chilenos y chilenas. Ese es nuestro compromiso e invitación cordial para esta jornada. Muchas gracias por participar. 5