MIGRACIÓN, DERECHOS HUMANOS Y DEFENSORÍAS DEL PUEBLO

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1 MIGRACIÓN, DERECHOS HUMANOS Y DEFENSORÍAS DEL PUEBLO Ponencia del defensor del pueblo de Bolivia, Rolando Villena Villegas en el encuentro Migración regional, buenas prácticas, derechos humanos y justicia. Experiencias de las defensorías de América Latina realizado en Buenos Aires el 21 de marzo de 2013 El tema migratorio en nuestra región tiene muchas dimensiones y por lo tanto múltiples formas de analizarse. Desde las causas aparentes hasta los efectos positivos sobre las economías de origen, pasando por las tendencias, la composición, el género, los desequilibrios y las legislaciones, el fenómeno es tan complejo como antiguo y, en Latinoamérica no lo es menos. Según cifras de la Organización Mundial de las Migraciones (OIM), por ejemplo, el 6% de nuestra población es migrante y esta actividad aporta casi 60 mil millones de dólares a las economías locales, aunque los principales países de destino siguen siendo Estados Unidos y algunas naciones europeas, es notable una variación de destino hacia otras regiones del mundo. En el caso boliviano, hemos tenido etapas históricas que se caracterizaron por un incremento inusitado en el flujo de emigración, asociada siempre a la pobreza y la falta de oportunidades, aunque en algunos casos, relacionada también con crisis políticas. Estas oleadas migratorias tuvieron como destino principal a países como Estados Unidos y Argentina aunque en el pasado reciente se dirigieron también a países europeos como España donde el boom de la construcción y las políticas receptivas, atrajeron una gran cantidad de migrantes latinoamericanos durante la década pasada. 1

2 En la Argentina, según cifras de la OIM, habría ciudadanos y ciudadanas bolivianos constituyendo la segunda población migrante en cantidad después de la paraguaya; están distribuidos en la región metropolitana y el interior y se dedican a una diversidad de tareas aunque principalmente a actividades agrícolas y comerciales. Nuestros datos señalan que en Brasil tenemos alrededor de compatriotas migrantes, en España y cifras menores aunque importantes en Chile y Estados Unidos. Las señaladas son las cifras oficiales y corresponden normalmente a las y los ciudadanos registrados por los organismos estatales de recepción, ya que los cálculos estimativos de personas migrantes en situación irregular podrían superar los 2 millones, de los que, una gran cantidad se encuentran en Argentina, Brasil y España. El perfil del y la migrante bolivianos tiene características especiales; generalmente están impulsados por la situación de pobreza y falta de oportunidades, emigran con la idea de retornar, adoptan la tendencia a conformar comunidades afines, mantienen e incluso promueven sus manifestaciones culturales aunque también se adaptan con rapidez a las condiciones materiales, políticas y culturales de las sociedades que los acogen; tienen escasa formación profesional por lo que se dedican a tareas con baja remuneración; en su mayoría son jóvenes; muchos son de origen indígena y, además hemos detectado una ligera mayoría de mujeres en la composición de género. Estas características, asociadas a las complejidades del fenómeno migratorio en la ápoca actual, ha generado que, al igual que otras poblaciones países hermanos, nuestros ciudadanos estén expuestos y muchas veces sometidos a formas y niveles de vulneración de derechos humanos fundamentales, asociados principalmente a racismo, discriminación, explotación laboral, explotación sexual, ausencia de protección, vulneración del derecho a la salud y la educación, trata y tráfico y varias formas de violencia. 2

3 Los migrantes, especialmente los que recién ingresan a los países de destino, se ven expuestos a varios tipos de sujetos vulneradores: los Estados receptores, los empleadores, algunos niveles de las sociedades y las organizaciones delictivas. Precisamente uno de los factores que reviste mayor gravedad está asociado a la criminalidad que se ha construido alrededor de estos grupos, especialmente sobre aquellas personas que carecen de referentes como familiares o amigos en los lugares de destino, lo que los hace presa fácil de los tratantes, extorsionadores o explotadores. Estas evidencias, sumadas a otros factores internos y externos, pero principalmente las gestiones de visibilización emprendida por organizaciones de migrantes y entidades de la sociedad, han impulsado, en el caso boliviano, a que el Estado decida abordar el problema como una prioridad a partir de su inclusión en la Constitución Política en 2009, que les reconoce dos tipos de prerrogativas: por un lado el derecho a participar como electores en las votaciones nacionales y, por otro, encarga a la Defensoría del Pueblo la tarea de velar por la vigencia, protección y promoción de sus derechos. Actualmente se está discutiendo en nuestra Asamblea Plurinacional una ley del migrante, orientada fundamentalmente a asegurar los derechos de los inmigrantes y promover la protección y defensa de los derechos de los emigrantes, pero al mismo tiempo, generar condiciones y mecanismos de retorno que les aseguren condiciones de dignidad y bienestar dentro del país. Nuestras acciones El mandato constitucional nos ha conducido a crear una unidad especial de atención a los derechos de los y las bolivianas migrantes desde donde se generan las estrategias y acciones respectivas. Recientemente hemos fortalecido el área creando una entidad de políticas y relaciones internacionales, que depende directamente del Defensor del Pueblo y que nos ha construido una política integral donde se incluyen las relaciones y el trabajo coordinado con los 3

4 Estados, los organismos internacionales y las organizaciones y comunidades de migrantes. Uno de los logros institucionales tiene que ver precisamente con las gestiones y los acuerdos alcanzados con varias Defensorías del Pueblo de España en una misión especial que alcanzó varias ciudades y logró escuchar directamente de las organizaciones de migrantes las necesidades y demandas. Otro logro a destacar tiene que ver con el proyecto Regional Salud Sexual y Reproductiva para jóvenes y mujeres migrantes, un convenio binacional firmado entre los Ministerios de Salud de Bolivia y Argentina, ambos preocupados por los niveles de embarazos no deseados y de abortos clandestinos dentro las comunidades bolivianas. Esta iniciativa operó con financiamiento de la cooperación internacional y se ejecutó en el lado argentino. Desafíos Para la Defensoría del Pueblo de Bolivia, el tema de la migración, sus efectos sobre los derechos humanos y la responsabilidad de nuestras instituciones debe partir de tres principios básicos: primero, que la migración es un derecho humano ; segundo, que ninguna persona es ilegal y tercero que es necesario y posible globalizar el ejercicio de los derechos humanos Sólo a partir de estas consideraciones y estos principios podremos despojarnos de cualquier prejuicio, estereotipo o consideración especial y enfocar nuestras acciones en el marco superior de los derechos humanos, en el que todos y todas somos iguales y por lo tanto todos y todas somos sujetos de protección y defensa de parte de las entidades que, en cada país, son responsables de velar por su cumplimiento y ejercicio. Nuestro mayor desafío tiene que ver con la inclusión, en nuestras políticas institucionales, del principio que una persona cuyos derechos humanos son vulnerados o amenazados no tiene nacionalidad, ni color, ni habla un idioma diferente. Tan sólo tiene sus derechos humanos vulnerados. Mientras asumamos que los derechos deben 4

5 ser clasificados según el origen y el color, entonces estaremos haciendo un trabajo incompleto y hasta sesgado. Segundo, creo que es imprescindible generar redes y sistemas de información permanente, oportuna, adecuada y accesible, utilizando todos los recursos, tanto los de la era digital como los medios masivos e incluso los alternativos. La mitad de las vulneraciones actuales a los derechos humanos de las personas migrantes, se habrían evitado si éstas hubieran contado con información sobre sus derechos, cómo ejercerlos y dónde demandarlos. La información debe conducir necesariamente a la sensibilización, por lo tanto debe dirigirse no solamente a los migrantes, sino que debe alcanzar a las autoridades, organismos de seguridad y todos quienes forman parte de este mundo tan complejo que tiene sus propias reglas, códigos y peligros. La información también implica contar con datos permanentes y actualizados que pueden servirnos como defensorías para encarar campañas, estrategias y acciones de protección, educación y sensibilización, de modo que podamos prevenir vulneraciones de derechos o actuar debidamente. Tercero, estoy persuadido que debemos empezar a trabajar bajo el esquema de estructuras comunicadas, organizadas y dinámicas. Probablemente deberíamos aprovechar organizaciones ya implementadas como la Federación Iberoamericana del Ombdusman y pedir allí la apertura de una nueva red dedicada a esta temática, aunque esta red debería ser mucha más dinámica y activa y ser mucho más eficiente entre países que comparten poblaciones migrantes, especialmente si éstas se hallan en estado de indefensión. Uno de los mecanismos de apoyo podría consistir en el uso de nuestros sistemas de monitoreo informativo mediático o institucional, de modo tal que cuando se detecten casos de vulneración de derechos o denuncias o evidencias, se comunique de inmediato a las Defensorías del país interesado, de modo que éste pueda activar sus propios sistemas de protección, más allá de que las Defensorías locales puedan coadyuvar o también intervenir directamente según sus prerrogativas y posibilidades. 5

6 Cuarto, creo que debemos apoyar con mayor énfasis las campañas de comunicación, promoción y educación contra la xenofobia y la discriminación. En los casos que se adviertan estas conductas en la sociedad y en las autoridades, es importante la voz de las Defensorías para sensibilizar, apaciguar o en su caso criticar estos comportamientos públicos muchas veces tenidos como normales y que son el inicio de otras formas de violencia mucho más crueles y perversas. Quinto, creo que debemos prestar especial interés y cuidado por la vulnerabilidad de las mujeres migrantes, las mayores víctimas de discriminaciones y de violaciones de sus derechos humanos y libertades fundamentales. Las mujeres son los principales objetivos de las redes de trata y tráfico, explotación sexual, violencia física e incluso asesinatos. Esta consideración va más allá incluso de las estrategias referidas a migrantes y debe incluirse en los acuerdos sobre los derechos de protección a las mujeres que han suscrito nuestros Estados. Creo que tenemos mucho camino por avanzar y es probable que las buenas prácticas estén todavía por venir, sin embargo creo firmemente que estanos en el camino correcto y es en estos escenarios donde tenemos que sentar las bases para lograr que los derechos humanos sean verdaderamente de todos y de todas. 6