La Mafia Médica. Entérese y elija. Volúmen I. Gratuito

Transcripción

1 La Mafia Médica Entérese y elija Volúmen I Gratuito

2 Índice Introducción... 2 Conozca al médico por sus acciones... 7 Hágase los exámenes en este laboratorio y dígales que va de mi parte Aprenda a reconocer a un médico profesional Cuidado con los cirujanos plásticos abusivos Abusos médicos: ficción o realidad? En manos de expertos? Negligencia Médica durante el embarazo Parto normal o cesárea Salud mental de la madre La diferencia entre palpar e interpretar Estudios preoperatorios REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS 1

3 Introducción Parte de la curación está en la voluntad de sanar Lucio Anneo Séneca Cuando pensamos en alguna solución relacionada con el bienestar de nuestro cuerpo y/o mente, indudablemente nos viene a la cabeza la ayuda que nos puede brindar un profesional de la salud; además, nadie está excento de enfermarse y por lo tanto, de acudir con cierta frecuencia al médico. Es razonable que la mayoría de las veces nos presentemos con el especialista sin hacer una reflexión previa sobre la calidad del servicio que se nos ofrecerá o sobre si se trata de la persona, establecimiento o institución que más conviene a nuestro caso particular. En pocas palabras, es natural no poner en tela de jucio lo que a nuestro parecer será un servicio profesional con miras a la mejora de nuestra salud. El entregar nuestra entera confianza a aquel que tendrá en sus manos nuestro porvenir en términos de salud no es una cuestión de ingenuidad: la lógica nos dicta que no se puede jugar con una profesión tan delicada como lo es la labor médica. 2

4 En tal caso no suena exagerado afirmar que se está de por medio la vida de un ser humano. Prevenir, diagnosticar y curar podrían ser los tres verbos que definan a grosso modo la actividad de todo médico. Pero, Qué sucede cuando se incurre en prácticas que lejos de cumplir con alguno de estos propósitos atentan contra la propia salud del paciente? Las causas por las que se dan estas situaciones pueden tener su origen en diferentes vicios, mismos que iremos describiendo a lo largo del documento. Desgraciadamente la profesión médica no es la excepción si de actos corruptos se trata: en este medio se mueven intereses que muchas veces logran echar por la borda cualquier ápice de ética profesional con tal de satisfacer en primer lugar las necesidades personales del médico. El buen servicio para con el paciente, verdadero fin de toda vocación dedicada a la salud, se convierte entonces en un medio secundario o terciario para obtener lo que se desea: se navega con la bandera de el fin justifica los medios. Nuestro interés al escribir este libro surge de la necesidad de comunicar las experiencias que hemos atestiguado como un trabajo de investigación en distintas 3

5 instituciones médicas y con la realidad que vivieron diferentes pacientes. Estos hechos nos han hecho descubrir una serie de defectos en las distintas vertientes que tiene esta profesión, en los que el que más pierde por desgracia es el paciente. La Mafia Médica es un libro que le revelará algunos de los vicios más frecuentes que ocurren en el ámbito de la profesión médica. Cabe mencionar que nuestro interés no es alarmarlo sino darle armas para que de ahora en adelante esté enterado e informado sobre las faltas más comunes dentro de este medio. No sólo la denuncia es necesaria para acabar con este tipo de corrupción, la información es una herramienta básica que además puede ser compartida con nuestros seres queridos. A continuación, algunas de las preguntas que usted podrá esclarecer a lo largo de la lectura: Mi médico es verdaderamente profesional? Cómo saber si estamos siendo presos de un abuso si no somos expertos en el tema? Se ha cometido negligencia en mi caso? Tengo derechos como paciente? A qué está obligado mi médico? Se me ha proporcionado información objetiva para atender mi caso? Existen opciones económicas y de calidad en servicios médicos y medicinas? Mi aseguradora médica es de confianza? 4

6 Las respuestas a estas dudas, conforman sólo una parte de la información que le proporcionaremos. Cabe aclarar que con nuestros argumentos no pretendemos escandalizar ni alzar la voz sin proporcionar propuestas y soluciones viables para cambiar el rumbo de las cosas. En cada apartado le proporcionaremos una serie de pautas a seguir como una opción para prevenir contra posibles abusos y/o ayudar a resolver su caso. Igualmente, haremos un llamado propositivo a todos los involucrados en la profesión de la salud: médicos, instituciones, empresas, establecimientos, laboratorios, hospitales para acabar en la medida de lo posible con esta mafia que no ayuda al crecimiento de nuestro país. Siempre se puede encontrar una solución que nos beneficie a todos. Pero no todo es negro. Hay que dar crédito a aquellas personas preocupadas por la labor médica que han logrado hacer modificaciones positivas y de peso a nivel mundial gracias a sus acciones. Incluimos este tipo de ejemplos porque creemos que pueden ser valiosos incentivos para muchos de nuestros médicos profesionales. Pensamos en escribir este libro con un lenguaje amable con ejemplos y sugerencias que se exponen de una forma accesible, con el fin de que usted las pueda poner en práctica de inmediato y sin complicaciones. Si a usted le es útil al menos uno de nuestros consejos para prevenirse, comunicar o exigir un servicio 5

7 médico de calidad, entonces todo nuestro esfuerzo habrá valido la pena. Esperemos que disfrute de esta lectura. Gracias 6

8 Conozca al médico por sus acciones Normalmente, cuando usted es un paciente y acude a consulta médica por algún padecimiento, espera que ese médico le ofrezca información sobre su enfermedad, sobre qué consecuencias puede provocarle en su salud y sobre cómo curarse. Usted es una persona con dudas y preguntas en espera de que un especialista le ayude a responderlas, y desde luego, a curarse, pero también a cuidarse. Desgraciadamente, eso no siempre ocurre. Todavía hay muchos médicos que se sientan frente a usted detrás de su escritorio a hacer apuntes con una letra muy difícil de descifrar casi sin darle tiempo a usted para que se acomode en su silla, médicos que tienen muy poco o nulo contacto visual con usted y que luego de repetir varias veces un ajá inexpresivo, empiezan a enlistar nombres de sustancias y medicamentos que tiene que ingerir de acuerdo a sus incuestionables instrucciones, tal como si se encontrara frente a un frío robot, regido por botones, que responde de manera automática. Y entonces Cuáles son los motivos por los cuáles enfermó? Qué podría hacer para evitar enfermarse de nuevo? Cómo ayudarán los medicamentos que le han recomendado? Tendrán éstos algún efecto secundario? Estas y más preguntas suelen quedar al aire cuando una persona se enfrenta con doctores poco comprometidos con sus pacientes. Podemos afirmar que si usted ha vivido una experiencia similar no siente 7

9 la seguridad que debiera transmitirle un buen doctor. No falta tampoco el médico que, una vez que ha diagnosticado su padecimiento, le dice lapidariamente: Ah! Y por favor vaya a este laboratorio a hacerse estos exámenes y me los trae en cuanto tenga la respuesta. En ocasiones los médicos familiares, sobre todo aquéllos que pertenecen a algún organismo de seguridad social y que deben atender a un sinnúmero de pacientes cada día, se dejan arrastrar por cargas horarias de trabajo tremendas y por la misma afluencia excesiva de pacientes, viéndose obligados en ocasiones a decirle al paciente que se presente hasta varias semanas, incluso meses, después. Lo anterior puede parecerle normal. Mucha gente se olvida de que los médicos están obligados a informar con detalle sobre todo lo que una persona necesita para estar sana y para cuidarse en muchos aspectos. La atención que deben brindar a sus pacientes que va desde el simple contacto visual hasta la información detallada de la enfermedad que se padece, no es nada nuevo, al contrario, forma parte de la carrera de todo médico. Así mismo, es importante que usted se sienta con el derecho (porque lo tiene) de exigirle a su médico una explicación clara de la enfermedad que podría estar padeciendo, sin enredarlo con términos médicos que lo dejan con igual o mayor número de dudas que antes de asistir a consulta, enterarlo de cómo ayudarán los medicamentos recomendados y si 8

10 es su caso, el porqué hace falta hacerse los análisis para esclarecer la presencia de tal o cual enfermedad. Los doctores también son responsables de que personas como usted sepan usar su dinero de la mejor manera posible para procurarse una vida sana. Sería ilógico si le exigieran de manera obstinada gastar más de lo necesario, sin estar percibiendo un beneficio a cambio, No le parece? Lo verdaderamente normal en la relación médico-paciente es que se produzca un intercambio de información entre ambas partes: usted le dice al médico cómo se siente y él, a cambio, le dice con precisión qué tiene y cómo debe atenderse. Sin embargo, actualmente hay muchos factores entre ellos, muchos intereses económicos de empresas farmacéuticas y de laboratorios que se inmiscuyen en esta relación para evitar que usted y su familia salgan del consultorio con algo más que una receta médica rápidamente garabateada y la orden incuestionable de asistir a un laboratorio. Piense un segundo en los siguientes casos. Una persona que sale en la mañana de su casa pensando en lo harto que se siente sobre la forma en que sus compañeros de trabajo lo tratan; por tal motivo, su jornada laboral transcurre en medio de una tremenda frustración que le hace ser lento y estar de mal humor durante la realización de sus tareas, Le ha pasado alguna vez algo similar? Ahora bien, piense en esos días en que se siente vigilado y rodeado de personas que 9

11 sencillamente no confían en usted para la realización de alguna actividad en el hogar o entre amigos. Un escenario más para echar a volar la imaginación: seguramente sabe de casos en que, luego de que alguien se expresa mal de nuestra manera de proceder, sobreviene una cadena inexplicable de errores y descuidos que no se pueden controlar. La razón? Muchas veces somos demasiado susceptibles a las opiniones negativas que otras personas tienen sobre nosotros o, en el peor de los casos, a las malas opiniones que albergamos en nuestro interior sobre nosotros mismos. Lo malo sobreviene cuando estas angustias espirituales llegan al extremo de afectar nuestra salud. Hace algún tiempo, supimos de un ingeniero llamado Eduardo Guerrero que acudió al doctor porque tenía tres noches enteras sin dormir. Por más remedios caseros que había probado, no lograba conciliar el sueño y ya los estragos del cansancio le estaban afectando su vida diaria. Como era de esperar, Eduardo fue con un médico, visitó al mismo que había visto desde que contrajo matrimonio, el mismo que frecuentaba toda su familia. Sin embargo, no recibió de él un medicamento que le solucionara su problema, o cuando menos, una orientación mínima que le permitiera administrar sus actividades durante el día y dormir mejor durante la noche. Mientras le explicaba sus problemas al médico, éste no hacía más que ojear el folio de recetas. A mitad de su explicación, Eduardo se vio bruscamente interrumpido por su galeno: Sabes qué? Tengo un paciente que sí hizo cita para 10

12 verme y me está esperando afuera. Eduardo extendió la mano para tomar la receta que el doctor le entregaba con un gesto despreocupado: Tómate estas pastillas 20 minutos antes de acostarte y si sigues mal, te ruego que la próxima vez sí hagas cita con mi secretaria para que te recete algo más. Eduardo abandonó el consultorio con su receta en la mano, una fuerte dosis de desaliento y mucha desconfianza en los efectos de un medicamento cuyo nombre le era bastante raro. El resultado: dos noches más de insomnio, tristemente aliviadas por un par de horas de sueño ligero e incómodo. Nuestro amigo ya casi no podía consigo mismo: había perdido algo de peso y todo el día se sentía exhausto. Al verlo así, un compañero le recomendó visitar a otro médico. Al llegar al consultorio, fue recibido personalmente por el doctor con un cálido apretón de mano. Mientras le preguntaba sobre su salud, revisaba minuciosamente sus ojos, su boca, su respiración y su ritmo cardiaco. Luego de unos minutos de amena plática, el doctor le dio una palmada en la espalda a Eduardo y le dijo: Amigo, lo que usted tiene es estrés. Qué bueno que vino, su salud podría haber sufrido severos daños si no se atiende adecuadamente! Pero mire, le voy a recetar un medicamento que le va a ayudar a relajarse y a descansar. No se preocupe, esto no le causa adicción. También tómese estas vitaminas para que comience a recuperarse poco a poco. Pero relájese por favor: coma bien, salga con su familia a distraerse y no deje toda su vida en el 11

13 trabajo. En una semana que venga a verme estará como nuevo. Que tenga un buen día! El señor Guerrero se sintió mucho mejor con solo escuchar el tono afable y atento del doctor. Desde que llegó a su casa atendió con detalle las indicaciones médicas. Esa misma noche, Eduardo pudo dormir seis horas. A partir de la siguiente noche, su sueño fue como el de los mejores años de su infancia, cuando nada le preocupaba. Solicitó un permiso en su trabajo y se fue unos días con su familia a descansar a unas cabañas. Su salud ahora es óptima gracias al último médico que visitó Y sabe una cosa? El medicamento era exactamente el mismo que le había recetado el primer doctor. Ciertamente, Eduardo tenía un elevado nivel de estrés que ya le estaba haciendo daño, pero su enfermedad más grave estaba en su forma de ver y pensar la vida. Existen médicos que saben su trabajo que es cuidar su salud, pero también saben que no es solo recetando medicinas que contribuyan a que las personas gocen de mejor salud. La confianza y seguridad que un médico transmita a sus pacientes es esencial para procurarles la mejor medicina que pueden tener: su propio optimismo. 12

14 Hágase los exámenes en este laboratorio y dígales que va de mi parte La norma oficial mexicana 55A-166-SSA de la Secretaría de Salud en México establece que todo médico está obligado a ofrecer un mínimo de tres opciones de laboratorios a sus pacientes para que realicen los exámenes que su tratamiento requiere. Las normas de laboratorio y medicina señalan ciertas restricciones ante el abuso de algunos médicos, de otro modo no serían siquiera necesarias. Un médico que respete esta ley no puede ofrecer menos opciones de laboratorios, como tampoco puede obligarle a realizarse sus estudios en uno en particular, so pena de no aceptarle sus exámenes. Este último pretexto es verdaderamente cínico y no refleja más que el deseo de algunos médicos de obtener unos cuantos billetes extras. No se pueden argumentar cosas como: usted sabrá, pero si se practica sus estudios en otro lugar, los resultados pueden ser deficientes y no me hago responsable por ello. Recuerde que todo médico profesional cuenta con la capacidad para interpretar este tipo de exámenes, sin importar si éstos provienen del laboratorio x o del laboratorio y. Tome en cuenta de que un consultorio no es lo mismo que un centro comercial, en donde usted tiene una variedad limitada de establecimientos que le ofrecen ciertos servicios a cambio de su dinero. En un consultorio, usted está en presencia de un profesional que debe velar por su salud sin importar el beneficio que pueda sacar un tercero de su necesidad de curarse y sentirse bien. Nunca acepte 13

15 menos de tres opciones de laboratorio para realizarse las pruebas, pregunte a su médico los costos aproximados de cada uno (para comprobar que estén al alcance de su bolsillo) así como la razones por las cuales su médico los menciona y después corrobore la veracidad de dichos datos. De cualquier manera no está de más que investigue por su cuenta para saber qué es lo que más le conviene, puede hacerlo en la sección amarilla. Por esa misma razón, un médico no debe recetarle marcas de medicamentos, sino que tiene el deber de recetarle el componente o sustancia activa recuerde muy bien ese nombre para preguntarle a su médico qué sustancias activas debe buscar en la farmacia y exigirle como paciente la receta que lo curará o le aliviará su malestar. Es como pedir un vaso de agua en la casa de un amigo: difícilmente esa persona le dirá claro, déjame traerte esa deliciosa agua de la marca X que tanto nos gusta en casa. Su amigo le dará lo que usted necesita sin necesidad de decirle qué empresa le provee el vital líquido. 14

16 Los grandes laboratorios y empresas farmacéuticas tienen muchas maneras de obligar a los pacientes como usted a consumir únicamente los productos o servicios que ellos ofrecen en el mercado. Una de ellas es llenar nuestras televisiones, radios y periódicos de anuncios que muestran los rostros sanos de esos felices consumidores que tomaron la decisión correcta para su problemas de estrés, sobrepeso, acné o disfunciones sexuales. Pero otra más directa y que atenta contra las leyes de nuestro país consiste en regalar a los médicos los recetarios en los que anotan la receta e indicaciones médicas que usted necesita. De este modo, usted puede toparse con el descaro de que algún médico le entregue, al terminar la consulta, una hoja de papel ya membretado con los datos del laboratorio, la cantidad de medicamentos y otra con los exámenes que debe realizarse y para su sorpresa el flamante y propagandístico nombre de un laboratorio en particular con membrete y logotipo de la misma todo esto con premeditación, alevosía y ventaja, para poder recibir así las comisiones que recibirá el médico por convenio con ellas, así como también, con las empresas farmacéuticas, para que receten únicamente medicamentos de marca siendo excesivos los precios de estos. En otros casos, el médico se atreve a decirle al paciente: Dígale a la recepcionista que va de mi parte, lo más seguro es que así le hagan un descuento, haciéndolo para brindar confianza en el paciente, que cree tendrá un ahorro monetario, cuando la realidad demuestra que precisamente lo que sucede es lo contrario. Si llega a pasar por una experiencia de este tipo, usted puede denunciar a ese médico por violar sus derechos como paciente. 15

17 Tome en cuenta que las empresas pueden llevar un control detallado de los médicos que prescriben medicamentos o laboratorios específicos mediante el seguimiento de estas hojitas propagandísticas que le entregan a cambio de su dinero. No se deje engañar: estos médicos no solo cobran una cantidad de dinero por el servicio que le ofrecen, sino que también reciben jugosas comisiones de esas empresas que poco a poco se van convirtiendo en los socios de su enriquecimiento, llegando a indicar algunas ocasiones hasta estudios que usted no necesite, por el mismo interés que les genera algunos médicos recibir estas comisiones. Al final, todo se convierte en una cadenita de favores en la que usted, sin saberlo, participa sin beneficiarse: a cambio de su salud, estas empresas y estos médicos se reparten viajes al extranjero y millonarios dividendos en los mercados nacionales e internacionales, todo a cambio de que a usted ni siquiera le pase por la mente la posibilidad de consumir una medicina genérica producida por un laboratorio local a menor costo. Estos médicos pueden llegar a decirle que si usted no compra esas marcas de medicamentos o no acude a esos laboratorios, no pueden garantizar la calidad de sus diagnósticos llegando a generar en nosotros la incertidumbre o susto, que nos lleva a cumplir al pie de la letra, las indicaciones del supuesto experto, que nos darán la ansiada cura. 16

18 Claro que hay lugares, aunque contados, que no lucran con su salud. Que se apegan a las normas oficiales y reconocen que la necesidad de las personas es estar sanas y conocer con detalle lo que les ocurre cuando tienen un padecimiento de cualquier índole, sin sacrificar su bolsillo. Recuerde que toda norma deriva de abusos cometidos con anterioridad, por eso las normas de laboratorios y las relacionadas con las medicinas, surgen tras años de constantes abusos de algunos médicos; de otra manera, las normas no serían necesarias. Hay quienes no dan ni reciben comisiones de empresas de ningún tipo, dado que confían en que la calidad de un servicio médico no depende de una marca, pero son escasos y contados los que lo hacen. Incluso hay laboratorios que remiten a sus clientes a esas instalaciones porque reconocen la calidad del servicio que ofrecen y porque surten cualquier receta médica, sin importar que el médico que la haya prescrito no forme parte de su grupo. Esos médicos únicamente prescriben sustancias activas, tal cual debe de ser según las normas oficiales, y cuando reciben recetas de otros médicos le dejan a usted el derecho de elegir, esta es otra señal, con la que puede comprobar que su médico es confiable y que no lucrará con su salud. Con esto evitan esa práctica deshonesta de algunos médicos que, al escribir en su receta el nombre de la marca líder, automáticamente le están dando la orden al boticario o al dependiente de la farmacia de que no se preocupe por ayudarle a comparar el precio de dicha marca con el de un medicamento de igual calidad que no es de patente. 17

19 Nuestro interés es que usted aprenda a proteger su bolsillo con estos consejos, al mismo tiempo que aprende a cuidar su salud. Por eso nos interesa que sepa cómo reconocer las prácticas que hoy en día alimentan la existencia de una verdadera mafia de médicos, laboratorios, especialistas y empresas farmacéuticas, entre muchos otros, que se enriquecen a costa de su salud. Así que la próxima vez que ingrese a un consultorio y sienta que esa señora o ese señor de bata blanca le presta más atención a su cuenta de ahorro que a sus síntomas, usted puede confiar en que tiene el control de la situación y que puede empezar a romper esa cadenita de favores perniciosos para su bolsillo exigiendo más información sobre cada una de las prescripciones que ese médico le hará. Anímese y pregunte a su médico todo lo que necesita saber para estar sano y para proteger su bolsillo. 18

20 Aprenda a reconocer a un médico profesional Algunos elementos clave para reconocer la calidad de un laboratorio clínico son, entre otros su equipo, instrumentos de trabajo, higiene y tecnología. A continuación le ayudaremos a reconocer el profesionalismo de los médicos del consultorio o clínica que visite. Le recordamos que no todos los laboratorios ofrecen un servicio integral, es decir, la posibilidad de consultar a un médico especialista en el mismo lugar donde le realizan sus análisis clínicos, y a un costo sumamente bajo. Este servicio es de enorme utilidad para los pacientes, debido a la facilidad y ahorro de tiempo que representa encontrar un médico que pueda interpretar los resultados de determinado examen en las mismas instalaciones y la confianza que garantizan los médicos, ya que reiteramos, que hay quienes nunca buscarán sacar ventaja de los estudios solicitados por el paciente, sino que los resultados tan sólo le servirán para conocer mejor su salud; no como sucede en ocasiones en otros consultorios por la comisión que el laboratorio ofrece al médico por acercarle clientes. Un consejo que le damos cuando visite por primera vez a un médico, para conocer su formación, es preguntar si cuenta con cédula profesional. La cédula es una constancia que otorga la Secretaría de Educación Pública (SEP) a nivel federal para dar fe de que el médico realizó sus estudios con éxito y que cuenta con la práctica necesaria para desempeñarse bien en su labor. Sin embargo, la cédula 19

21 profesional no lo es todo, pues un médico debe actualizarse constantemente para garantizarle al paciente la aplicación de los últimos avances en medicina para el cuidado de su salud. Si usted quiere saber si su médico está actualizado, pídale que le muestre su certificación; este proceso que deben seguir los médicos lo establecen las normas médicas. Ahora mismo usted puede consultar desde el sitio web de la Secretaría de Salud las normas contenidas en la Ley General de Salud. El título IV en materia de Recursos Humanos para los Servicios de la Salud en sus artículos 78 a 83 explica claramente las condiciones a las que se debe sujetar cualquier profesionista relacionado con la salud en su lugar de trabajo para mostrar los documentos que certifiquen y den validez a su actividad profesional. Esta no es una situación en la que el médico pueda elegir sino un aspecto legal al cual se debe apegar. Por lo tanto el paciente tiene el derecho y prácticamente la obligación de exigir que se cumpla con todos los ordenamientos dentro del marco jurídico para obtener un buen servicio. En este caso basta con que usted se dé unos minutos para observar los documentos mencionados con la finalidad de estar más seguro de que no estará entregando su confianza a cualquier persona. Si aún tiene dudas no olvide constatar estos datos llamando a la Secretaría de Salud de su entidad. A continuación le mostramos uno de los artículos a este respecto. 20

22 Artículo 83 de la Ley General de Salud. Quienes ejerzan las actividades profesionales, técnicas y auxiliares y las especialidades a que se refiere este Capítulo, medicina, odontología, biología, bacteriología, enfermería, trabajo social, laboratorio clínico, radiología, química, psicología, ingeniería sanitaria, nutrición, dietología, patología deberán poner a la vista del público un anuncio que indique la institución que les expidió el Título, diploma o certificado y, en su caso, el número de su correspondiente cédula profesional. Iguales menciones deberán consignarse en los documentos y papelería que utilicen en el ejercicio de tales actividades y en la publicidad que realicen a su respecto. Desde que usted entra a cualquier laboratorio confiable, encontrará un letrero con el nombre y número de cédula profesional de cada especialista. Esto lo hacen para que usted tenga la tranquilidad de que puede confiar en que sus médicos cuentan con los documentos suficientes para ejercer su profesión. Existen laboratorios en que laboran los mejores químico-farmacobiólogos, médicos y radiólogos quienes, además de tener un gran sentido humanitario y amplia experiencia en su ramo, cuentan con las constancias de estudio que avalan su preparación. La actualización en los médicos debe ser permanente, sus estudios no terminan con la graduación de la escuela ni con la primera certificación. Cada cinco años deben aplicar para la recertificación, esto se logra por medio de la acumulación de puntos por exámenes y de asistir a diplomados y cursos, con la finalidad de comprobar que se encuentran actualizados y en perfectas condiciones para seguir ejerciendo la medicina. Si al calificar en su área de especialidad, reprueban la serie de 21

23 exámenes que se les aplica, no pueden ser recertificados y pierden la certificación que adquirieron la primera vez. Con esto, aunque pueden seguir ejerciendo la medicina, no contarán con la garantía de la certificación que avala que no están obsoletos en materia de salud. En estos, usted encontrará que los médicos cuentan con sus certificaciones. Además, con frecuencia asisten a seminarios y conferencias especializadas que les ayuda a estar a la vanguardia internacional para ofrecer lo mejor a sus pacientes, sólo es cuestión de buscar. Algunas claves para reconocer el servicio que le otorga un laboratorio clínico: 1. Revise que el equipo utilizado para sus estudios médicos sea reciente, esté limpio y en óptimas condiciones. 2. Si le extraen sangre exija que abran la aguja y el tubo de almacenamiento (que sea al vacío) delante de usted. 3. Pida al médico que lo atienda que le muestre su cédula profesional y certificaciones. 4. Compare precios entre la competencia. 5. Desconfíe de quien no muestre sus instalaciones cuando lo solicite. 6. Siéntase con la libertad de preguntar cualquier inquietud con respecto al proceso que tendrá que realizar para obtener sus estudios. Si el laboratorio es de confianza le serán resueltas todas y cada una de sus dudas. En resumen, cada paciente tiene el derecho de exigir a su médico que exhiba su título y certificación, no sólo los diplomas que prácticamente todos suelen 22

24 enmarcar y exponer en sus consultorios, que si bien avalan su asistencia a cursos, no son garantía de capacitación profesional. Desgraciadamente, en nuestro país existen médicos charlatanes que dicen estar certificados cuando en realidad no lo están. Si usted tiene dudas, existen instituciones como la Secretaría de Salud que lo respaldan, pues lo más importante es su seguridad. Otra opción para verificar que su médico cumple con las certificaciones es visitando las asociaciones médicas nacionales a través de Internet. Si un médico se certifica y después de cinco años no se recertifica, entonces se le elimina del listado, de ahí la importancia para los médicos de mantenerse actualizados. Existen tres formas de verificar que su médico está certificado en su área de especialidad: 1. Pidiéndole que le muestre su documento de certificación. 2. Llamando a la Secretaría de Salud del Estado de Jalisco al teléfono Consultar la página de Internet de la Asociación Médica del área de especialidad del Estado de Jalisco (médicos colegiados) o según el organismo que rija la salud en su entidad. 4. Si el médico cubre su cuota de la Asociación, entonces pertenece a los médicos federados y aparecerá en la lista de médicos de su especialidad a nivel nacional. 5. Llame al número de información (040) para preguntar por el teléfono de Secretaría de Salud de su entidad. 6. No sienta pena al hacer estos cuestionamientos, es su derecho. 23

25 Usted puede preguntarse, Qué importancia puede tener una certificación si el médico cuenta con título profesional y por lo tanto, con derecho a ejercer? La respuesta es simple e incluso alarmante: hay personas que ejercen como médicos especialistas siendo generales; o más grave aún, que dicen ser médicos sin serlo realmente. Por tanto, la certificación es, además de lo anteriormente dicho, una garantía extra de que la identidad que su médico dice tener es la verdadera. Lamentablemente, este tipo de situaciones suceden muy a menudo y están más cerca de lo que imaginamos. A continuación narraremos una serie de hechos que tienen que ver directa o indirectamente con el problema de la certificación y con la importancia de que cada médico ejerza la función que le corresponda. Cuando un médico familiar nos canaliza al oftalmólogo por problemas en la vista, muchas de las veces puede que no lo necesitemos, lo más recomendable, es que al caer en manos de un especialista de la vista, este, lo primero que debe mandarnos a realizar es un estudio de glucosa, este estudio es para determinar si la cantidad de azúcar que maneja nuestro cuerpo es la adecuada, pues a nivel mundial el 50% de la población padece diabetes sin saberlo. Cuando existen problemas de glucosa, muchas veces esta al estar alta, nos genera problemas de visión, perdemos enfoque y vemos brumas, pero lo más cómodo en la mayoría de los casos es decirnos que lo que necesitamos es una graduación que no nos servirá de nada, pues 24

26 al establecerse nuestros niveles de azúcar, la visión cambiará nuevamente, y la graduación indicada, no será necesaria, entonces, nos indicarán hacer un gasto más en otra, haciendo de este, un cuento interminable, por la falta de un análisis más profundo, que puede tener que ver, con una grave enfermedad no detectada. Los oftalmólogos, son médicos, y antes de cualquier diagnóstico mal hecho, lo primero que deben hacer con sus pacientes, es enviarlos a realizar un estudio de glucosa, y determinar, qué es lo más adecuado para ellos. Es como nuestra casa, cuando se queda sin agua, revisamos, el tinaco, la bomba, el aljibe, pero Nuestro cuerpo?, todo lo que falla lo llevamos a checar porque es de utilidad, pero el cuerpo muchas veces lo tratamos peor que basura, y dejamos que se deteriore hasta las últimas consecuencias, podemos llegar hasta la muerte, por falta de conocimiento propio, y de muchos médicos, o simplemente por esta mafia tan grande. Volviendo al caso del oftalmólogo, qué pasa cuando ya usamos lentes y vamos por una nueva graduación, la mayoría de las veces nos envían a realizar estos lentes, en sus propias ópticas, pero lo que hace es mandarnos al optometrista de su óptica quien se encarga de hacer sólo el estudio de la graduación, y no de ver, las situaciones clínicas de nuestra vista. 25

27 Cuidado con los cirujanos plásticos abusivos entre otros. En la medicina, desafortunadamente existen algunos especialistas que pueden buscar una oportunidad para aprovecharse de sus pacientes. Nos referimos en este caso a los cirujanos plásticos, médicos que se encargan fundamentalmente de intervenir el cuerpo del paciente, ya sea para reconstruirlo por algún accidente o por estética, rejuvenecimiento de los párpados; cirugía de nariz, pómulos y mentón; suspensión de ceja; corrección de orejas grandes o transplante capilar; implantes mamarios o liposucción, lipoescultura, son algunas de las intervenciones quirúrgicas que mucha gente solicita para perfeccionar aquella parte que consideran poco agraciada de su cuerpo. Desafortunadamente, una baja autoestima, una vanidad desmedida o la necesidad de una reconstrucción, son factores que inciden para acudir a un cirujano plástico. Como hemos mencionado en otras líneas, no todos los médicos ejercen con la ética y honestidad deseada, aprovechándose de su autoridad médica para abusar de ciertos pacientes. Una especialidad que particularmente se presta para el engaño es precisamente la cirugía plástica. Cuando uno cae en manos de un pseudo-cirujano, no sólo daña la economía personal, sino que también puede perjudicar gravemente el cuerpo. Estas personas en muchas ocasiones se valen de herramientas como inyecciones de sustancias que aumentan el volumen de zonas específicas del cuerpo o que por el contrario, las disminuyen. El problema es que 26

28 para lograr quitar grasa y carne de algunas partes del cuerpo de dueños inconformes consigo mismos, recurren a la inyección de cítricos y ácidos peligrosos. Los cirujanos plásticos también son médicos, por lo tanto también se les debe de exigir que estén actualizados y al corriente con sus certificados. Así como lo hemos mencionado antes con relación a otros médicos, todo cirujano debe tener a la vista su cédula profesional. Esta especialidad médica es un área muy delicada que debe ser acreditada al igual que todas, no crea que por intervenir en asuntos más estéticos que de salud, están exentos de contar con su cédula y certificados médicos. Si usted o algún familiar se someterán a una cirugía plástica, verifique escrupulosamente quién le hará la intervención e infórmese bien; recuerde que está en juego su bienestar. En los últimos años, muchos juicios han ocurrido en el país con pacientes que fueron víctimas de algún abuso médico, ya sea por engaño o ignorancia por parte del cirujano plástico. Le platicaremos un caso que le sucedió a una figura del espectáculo hace algunos años y que fue difundido a través de los medios de comunicación. Se trata de la cantante mexicana Lucha Villa (México, ), una de las principales exponentes de música vernácula, quien participó en varias películas de nuestro cine mexicano. Esta talentosa mujer tuvo una carrera muy prolífica, pero al 27

29 paso del tiempo fue descendiendo de la lista de popularidad. Por tal razón, además de la dificultad de aceptar el paso de los años y los rasgos que va dejando la edad en el cuerpo, las circunstancias de la vida la fueron orillando al retiro. Antes de resignarse a aceptar su cuerpo tal y como había cambiado, decidió someterse en 1997, a los 61 años de edad, a una liposucción para eliminar la mayor cantidad de grasa posible de su abdomen y piernas. Sin embargo, algo falló. Desde el instante mismo de la operación las cosas no funcionaron bien. Por un lado le administraron una dosis excesiva de anestesia, y por el otro, la extracción de grasa fue superior a los niveles que requería su organismo para un correcto funcionamiento, provocando una encefalopatía hipóxica. Esta enfermedad de nombre extraño la condujo a un estado delicado de salud. De una promesa de belleza y cuerpo escultural, pasó Lucha Villa, una de las principales exponentes de música vernácula en México y quien participaría en varias películas de nuestro cine mexicano a una serie de infartos cerebrales que derivaron en un profundo estado de coma, del que nadie le auguraba salir con vida. Tras los pronósticos médicos, la cantante sobrevivió, pero lo hizo en condiciones difíciles: tuvo que reaprender todos los procedimientos básicos por medio de terapias como hablar, caminar e ir al baño por ella misma, pues su sistema psicomotriz se había alterado gravemente por el daño cerebral. 28

30 Este profundo daño se debió a un padecimiento en el cerebro llamado encefalopatía hipóxica. Este tremendo trastorno se genera por la falta de oxígeno a la parte exterior del cerebro. Una de las causas por las cuales surge este trastorno es por complicaciones con la anestesia general (como lo que le sucedió a Lucha Villa), pero ésta no es la única causa, pues también puede surgir por ahogo, sobredosis de droga, por inhalar humo, por paro cardiaco, por lesiones durante el parto, presión arterial extremadamente baja, o bien, asfixia y parálisis de los músculos implicados en el proceso de respiración, entre otras causas. Pero, Cuál es la razón de que este mal provoque tantas complicaciones? Lo que sucede es que nuestras células del cerebro mejor conocidas como neuronas, no se regeneran, a diferencia de las del resto del cuerpo. Esta particularidad provoca que cuando el cerebro sufre la falta de oxígeno, las neuronas vayan muriendo una por una, provocando daños graves en su funcionamiento. La gravedad del daño se relaciona con la cantidad de tiempo en que el oxígeno deje de llegar al cerebro. Quizá se imagine que para que las neuronas mueran tiene que haber un largo periodo de por medio sin la llegada de oxígeno, sin embargo éstas son tan sensibles que pueden empezar a morir muy poco tiempo después de haberse interrumpido el suministro de oxígeno, de ahí la importancia de restablecerlo a tiempo, pues de lo contrario, el mal será irreversible. 29

31 Un dato más sobre la hipoxia es que sus consecuencias son muy diversas según el grado de afectación. Las más leves van desde causar distracción y falta de coordinación en movimientos, hasta alcanzar un estado de coma, que es la falta total de reacción del cuerpo y demás funciones. Esto último ocasionó que la cantante mexicana, a más una década de haberse realizado la liposucción, no lograra recuperarse a pesar de haber despertado del coma. Cuando una hipoxia es extrema puede provocar que el paciente tenga ataques epilépticos o bien, quedar en estado vegetativo y morir en meses o tal vez en años. Por todo lo anterior, la encefalopatía hipóxica está clasificada como una situación de emergencia médica extrema en la cual cada segundo es crítico para la posibilidad de supervivencia del afectado. Las expectativas de recuperación no siempre son muy positivas: recuerde que la lesión cerebral que se produce será determinada por el tiempo en el que no se suministró oxígeno al cerebro. Cabe resaltar que si el afectado cae en estado inconsciente (de coma) se acrecientan las probabilidades de que tenga una muerte cerebral o incluso, que muera por completo. Una liposucción es una intervención delicada, pero lo que le pasó a Lucha Villa fue resultado de una mala elección de médico, pues quien la intervino fue un otorrinolaringólogo y no un cirujano competente. Esto, adicional a un conjunto de 30

32 negligencias médicas, le provocó dicha desgracia a Lucha Villa, quien jamás pudo volver a cantar. Como vemos esta horrible consecuencia no es una situación que se pueda pasar por alto. El caso de Lucha Villa sólo es uno entre miles que han ocurrido en nuestro país, la mayoría de veces por negligencia médica. Como información adicional, cabe aclarar que un otorrinolaringólogo es un médico especialista en enfermedades de oídos, nariz y laringe. De lo que no se ocupan estos especialistas es de los ojos y del cerebro, por ser órganos que tienen cada uno su propio especialista, debido a su complejidad. Este tipo de médicos están capacitados para hacer una cirugía que permita curar trastornos como infecciones, problemas alérgicos, pérdida de audición, problemas relacionados con el tabique nasal desviado y hemorragias nasales o auditivas. Pueden hacer intervenciones estéticas únicamente en el caso de la cirugía de nariz o reconstrucción facial, pero en ningún caso pueden practicar una liposucción dado que no cuentan con la experiencia y conocimiento de muchos procesos de los que se encarga un cirujano plástico ni del uso de instrumental que deben manejar. Pese a que el médico de Lucha no estaba capacitado para realizar una liposucción, aún así se atrevió a realizarle la cirugía con resultados catastróficos. 31

33 Imagínese la desesperación que vivió la cantante al regresar de un estado de coma y darse cuenta de su incapacidad de manifestar sensaciones, deseos o dolor. La negligencia e ineptitud médica dejaron a Lucha Villa con posibilidades para tan sólo balbucear como un bebé. A partir de entonces, su carrera artística terminó para siempre y su vida cambió por completo. Actualmente es una persona dependiente al 100% de su familia; al parecer, los amigos que tenía se esfumaron junto con su salud, pues actualmente la cantante ya no cuenta con los que en apariencia eran sus más allegados. Su estado actual en muchas ocasiones no le permite recordar quién es y quiénes le rodean. Si usted se pregunta, Qué sucedió con aquel médico que le desgració la vida a esta figura del espectáculo? la respuesta le sorprenderá. Así como sucede en las empresas que ofrecen el servicio de aventuras o deportes extremos, donde al cliente lo hacen firmar una carta responsiva donde indica que no se responsabilizan por daños físicos, mentales o muerte, así Villa firmó una carta donde exoneró de responsabilidades al médico. Esa es la razón por la cual los familiares ni siquiera pudieron demandar al médico por haber truncado la vida de su paciente de esa manera. De esta manera, cada vez que por instantes Lucha recobra la conciencia, sólo alcanza a preguntar: Por qué estoy así? Sin alcanzar siquiera a escuchar respuesta, pronto se sume en un estado de aletargamiento. 32

34 El caso de Lucha, como muchos otros, encaja totalmente en la definición de negligencia médica. Recuerde que este mal actuar consiste en todo daño temporal o permanente ocasionado en la salud o el cuerpo de un paciente por la falta de buen juicio del que presume ser profesional de la salud. Estas malas decisiones tomadas irresponsablemente, por imprudencia, carencia de conocimiento o por falta de cautela en los momentos en que se requiere hacer un análisis más profundo, desencadenan este tipo de casos lamentables. Lucha Villa no ha sido la única víctima de una situación de esta naturaleza. Le contaremos el caso de un reconocido médico gastroenterólogo quien, a pesar de rebasar los 60 años, quiso someterse a una liposucción para mejorar su aspecto ante sus pacientes. En este caso, la vanidad le trajo severas complicaciones en su vida, pues durante la intervención donde se encargarían de succionarle la grasa excesiva de su cuerpo, las cosas se complicaron. Lo que sucedió fue que en el proceso de extracción, en lugar de que la grasa pasara por los tubos que conducen al recipiente de desecho, se fue una parte de esta directamente a los pulmones, obstruyendo el proceso respiratorio. Imagine la sensación de tener una especie de masa dentro de nuestra bomba de aire que son los pulmones, o bien, acuérdese de la sensación cuando el agua salada se mete a nuestro cuerpo tras ser revolcado por una ola. 33

35 Tras la tremenda complicación mencionada, el médico fue llevado inmediatamente a terapia intensiva debido al peligro que corría su vida. La tensión en el hospital aumentaba minuto a minuto, pues parecía que ya no sobreviviría aquella noche. Entre tanto, la cuenta del hospital aumentaba cada vez más, sobre todo porque la terapia intensiva elevó el costo considerablemente, aún con el descuento que le hacían por laborar esporádicamente en ese hospital y que contaba con amistades que trabajaban ahí, además que existen hospitales sin misericordia al momento de cobrar. Finalmente, la espera resultó positiva y el médico logró salir del peligro, aunque los malestares en su cuerpo persistieron por mucho tiempo. Si la clínica no hubiera contado con terapia intensiva, lo más seguro es que el paciente hubiera muerto. Lo que también duró mucho fue su deuda, pues la intervención le costó cincuenta mil dólares aproximadamente. A pesar de contar con seguro de gastos médicos mayores a nivel internacional, éste no cubre cirugías estéticas, ni reconstructivas, ni siquiera por las complicaciones que se generaron durante la intervención. Pareciera que la vida le brindaba una enorme lección sobre la gran responsabilidad que implica ser médico. 34

36 A la fecha, este médico vive arrepentido por su decisión. Según menciona, hubiera preferido someterse a una dieta alimenticia y a ejercicio constante antes de pasar por esa experiencia de tortura. Parecía una ironía, quien antes lucraba con sus pacientes, vivió después un caso que le hizo reflexionar sobre su función como médico. Finalmente, todo lo que hacemos tarde o temprano lo pagamos de alguna manera, no como castigo divino, sino como un equilibrio producto de nuestras acciones, muchas veces todos nuestros padecimientos y males, los vemos como castigo o tortura ya sea divina o espiritual, cuando en realidad nada tiene que ver, Dios es perfecto y no desea que suframos, hay personas que algunas veces provocan nuestros males, claro, ayudados por nuestras malas decisiones y falta de información. Este caso también nos puede hacer reflexionar acerca de que nadie está exento de sufrir las consecuencias de una mala práctica médica. Pensaríamos que por la preparación profesional del doctor del caso anterior, sabría sobre las implicaciones de su operación, sus riesgos, beneficios y por supuesto, tendría el conocimiento suficiente y por ende la confianza en el personal médico que lo atendió. Sin embargo, vemos que en el mismo hospital en el que trabajaba donde se le aplicó la operación, las cosas no salieron como él esperaba. 35

37 La negligencia es una situación de la que difícilmente podemos prevenirnos si vamos con nuestro médico de confianza o con alguien que nos han recomendado. Desgraciadamente se trata de un aspecto que no podemos predecir. Muchas veces este tipo de situaciones se dan inesperadamente y en un momento en el que lógicamente ya hemos depositado la confianza en aquél que nos atiende. No obstante, lo que sí podemos hacer para tratar de evitar en lo posible este abuso, es verificar, aunque parezcamos desconfiados, que el médico tenga sus certificados correspondientes, si usted no se anima o le da pena hacer estos cuestionamientos, como en la mayoría de los casos sucede, haga esta pena a un lado, estas preguntas le salvarán la vida en determinado momento, no deberíamos sentir pena de hacer dudar a un médico de su confiabilidad, ya que estamos adquiriendo un servicio que podría poner en juego nuestra salud, además de que estamos pagando por ello. Así mismo, y como elemento mínimo esencial, debemos estar seguros de que nos está atendiendo el especialista que es apropiado para atender el tipo de enfermedad o malestar que sufrimos; o en el caso de ser un requerimiento de cirugía estética (como en los casos anteriores) debemos comprobar no únicamente la especialidad y la profesionalidad del responsable, sino la de todo su equipo técnico y humano. Quizá nunca nos imaginamos las consecuencias que una liposucción mal aplicada pudiera desencadenar. 36

38 Siguiendo en la misma línea, un hecho que sucedió en Guadalajara, Jalisco y que fue captado por los medios de comunicación a nivel mundial fue el siguiente: Miriam Yukie Gaona, conocida posteriormente como La Mata Bellas, tenía treinta y tantos años de edad cuando empezó a operar desde Ostentaba diplomas en las paredes de su clínica y tenía tarjetas de presentación como cirujana plástica. Fueron aproximadamente entre mil 500 y dos mil 700 las personas que acudieron a ella para solicitar una cirugía estética, entre ellas, la señora Candy Medina. Ella deseaba tener un cuerpo escultural, por lo que acudió a Gaona. En ese momento comenzó la pesadilla que nunca imaginó. Se sometió a un doloroso tratamiento que consistía en una serie de inyecciones de colágeno bovino en el busto, piernas y glúteos. Tiempo después se descubrió en los análisis que está sustancia no era más que una solución a base de silicona industrial. Las consecuencias? A pesar de que fueron cuatro las operaciones en las que se le intentó extraer esta sustancia del cuerpo, la desafortunada paciente camina con dificultad arrastrando las piernas cubiertas de vendajes, presenta enormes cicatrices en el abdomen y tuvo que someterse a una mastectomía (extracción de los senos). Su apariencia se asemeja a la de una persona de setenta y tantos años. No tengo miedo de perder mis senos, pero mi gran terror es quedarme sin piernas. Los médicos dicen que tengo un 80 por ciento de posibilidades de conservarlas", comentó en aquel tiempo Candy, quien es madre de cuatro hijos. 37

39 No por nada, se apodó La Matabellas a esta peligrosa criminal cuyo modus operandi era captar a toda persona dispuesta a pagar una módica cantidad de dinero a cambio de una operación de calidad y de resultados instantáneos. La pseudodoctora dejó a cientos de personas con daños físicos, entre ellos severas amputaciones, y daños psicológicos permanentes. En un principio las víctimas no se atrevían a denunciarla por la vergüenza que les causaba su propia apariencia, pero conforme la situación se hacía más evidente en los medios, empezaron a llover las denuncias. Fue hasta julio del 2002 que Gaona fue apresada por cargos de falsificación; usurpación de profesiones; daños físicos y morales; y por posesión y prescripción de supresores del apetito (psicotrópicos) sin tener licencia. Desde entonces y para alivio de todos, La Matabellas se encuentra en el Reclusorio Femenil, pero como usted pudo observar fueron cuatro años los que estuvo libre cometiendo crimen tras crimen. Más recientemente los medios masivos de comunicación han dado a conocer el caso de un sujeto que también se hacía pasar por cirujano plástico en Guadalajara y quien llegó a provocar desde daños leves en la piel o cicatrices que afeaban el aspecto de sus pacientes en lugar de mejorarlo, hasta la muerte de una de ellas ante la imposibilidad de sanar las heridas 38