BERNARDA (Entrando con su bastón.) Abre. No creas que los muros defienden de la vergüenza. CRIADA (Entrando.) BERNARDA (En voz baja, como un rugido.

Transcripción

1 BERNARDA (Entrando con su bastón.) Abre. No creas que los muros defienden de la vergüenza. Se han levantado los vecinos! CRIADA (Entrando.) 5 BERNARDA (En voz baja, como un rugido.) Abre, porque echaré abajo la puerta (Pausa. Todo queda en silencio.) Adela! (Se retira de la puerta.) Trae un martillo! (Poncia da un empujón y entra. Al entrar da un grito y sale.) Qué? PONCIA (Se lleva las manos al cuello.) 10 Nunca tengamos ese fin! (Las hermanas se echan hacia atrás. La criada se santigua. Bernarda da un grito y avanza.) No entres! PONCIA BERNARDA 15 No. Yo no! Pepe: irás corriendo vivo por lo oscuro de las alamedas, pero otro día caerás. Descolgadla! Mi hija ha muerto virgen! Llevadla a su cuarto y vestirla como si fuera doncella. Nadie dirá nada! Ella ha muerto virgen! Avisad que al amanecer den dos clamores las campanas! MARTIRIO 20 Dichosa ella mil veces que lo pudo tener. Federico García Lorca: La casa de Bernarda Alba. BLOQUE II (Leer y escribir. 40%) 1).- Resumen. (1 p.) (Respuesta abierta) Se penaliza si el resumen está incompleto (faltan ideas), desenfocado (se da importancia a los secundario), extenso (demasiado largo al no prescindir de lo accesorio), reiterado (se repiten ideas), ampliado (se incorporan ideas), modalizado (se incluyen valoraciones personales), inconexo (sin redactar y sin cohesión), incoherente (con falta de lógica), literal (copia literal). Bernarda y Poncia intentan que Adela les abra la puerta del corral y amenazan con derribarla. Poncia, al fin, entra y descubre el cuerpo sin vida de Adela colgado. Bernarda jura venganza y ordena que retiren el cadáver para adecentarlo como si aún siguiera virgen, para

2 salvaguardar la honra familiar. Las hermanas, sin embargo, la envidian por haber estado con Pepe el Romano. 2).- Tema y estructura (1,5 p.) (Respuesta abierta) El fragmento pertenece a La casa de Bernarda Alba, obra dramática de Federico García Lorca, autor adscrito a la Generación del 27, que podría incluirse en la trilogía dedicada al drama de la mujer en el mundo rural, junto a Yerma y Bodas de sangre. Se encuentra en la escena final del tercer acto. Se plantea el tema de la muerte como liberación del autoritarismo y la hipocresía para ocultar el suicidio de Adela. La estructura externa del fragmento es la característica del género dramático: diálogos y acotaciones para la puesta en escena. El texto parece bien cohesionado y coherente por el uso de redes léxicas relacionadas con el suicidio (descolgadla, ha muerto, se lleva las manos al cuello, no tengamos ese fin) y con la hipocresía (se han levantado los vecinos, mi hija ha muerto virgen), así como repeticiones (ha muerto). En su estructura interna se aprecian dos partes. La primera, hasta la línea 7, aún no se ha descubierto el cadáver de Adela y todo parece marcado por el bullicio y los gritos que han despertado a los vecinos. La segunda, de la línea 8 a la 18, se centra en el descubrimiento del cuerpo colgado de Adela y la actuación de Bernarda ante este suceso. 3).- Actitud e intención (1,5 p.) (Respuesta abierta) El texto es claramente subjetivo, tanto por ser una creación literaria fruto del espíritu creativo de Lorca que persigue conmover al espectador como por el hecho de querer dotar de singularidad y carácter a cada uno de los personajes, aspecto conseguido, en el plano lingüístico, por el uso de verbos en imperativo para definir a Bernarda (descolgadla, llevadla), el uso de la primera persona (el yo o el tú de la línea 14, por ejemplo), las oraciones exclamativas a lo largo de todo el fragmento, la aparición de vocativos, esencial en el texto dramático ( Adela!), el uso de un léxico connotativo, siempre con matices negativos para referirse a Bernarda (ha muerto, grito) o comparaciones (como un rugido). Con todo esto, García Lorca muestra una actitud crítica hacia Bernarda y todo lo que ella representa de autoritarismo y de hipocresía. Critica el autoritarismo de la madre de Adela por cuanto es la causa última de la muerte de su hija, y también critica la hipocresía que se vive en la casa de Bernarda Alba ya que pretende ocultar a los ojos de la sociedad tanto el suicidio en sí mismo como la pérdida de virginidad de Adela, que supone que Bernarda no ha sido capaz de mantener a sus hijas libres del contacto con varón, es decir, que su autoridad ha fracasado, y por eso lo quiere ocultar. Lorca desarrolla la acción con una intencionalidad inicialmente persuasiva, como corresponde al género teatral que persigue conmover al espectador o buscar algún tipo de reacción en él, en este caso posicionarse contra la autoridad mal entendida de Bernarda. Así, la función apelativa es la fundamental, apreciable en el uso de los imperativos antes señalados

3 o las oraciones exclamativas, que llevan igualmente a la función expresiva junto a la primera persona, por cuanto son muestra de la caracterización de los personajes. Lorca, que tiene entre sus idearios la fusión del texto dramático con la poesía, dentro de un particular mundo simbólico, presenta en el fragmento la función estética o poética, con comparaciones (como un rugido), metáforas (por lo oscuro de las alamedas; los muros defienden de la vergüenza) o la retahíla de amenazas de la línea 14. BLOQUE III (Conocimiento de la Lengua. 30%) 4.a).- Comentario proposicional del siguiente fragmento: Llevadla a su cuarto y vestirla como si fuera doncella. Avisad que al amanecer den dos clamores las campanas! (1,5 p.) (Respuesta abierta) La primera oración, Llevadla a su cuarto y vestirla como si fuera doncella, tiene dos oraciones coordinadas copulativas unidas por la conjunción copulativa y ; la primera parte es simple; la segunda tiene por Proposición Principal vestirla (Verbo+OD), y de ella depende una Proposición Subordinada Adverbial propia de Modo como si fuera doncella, unida a la anterior por el nexo subordinante modal como si. Destacar el vulgarismo vestirla al utilizar el infinitivo como si fuera un imperativo. La segunda oración es Avisad que al amanecer den dos clamores las campanas!, cuya PP es avisad. De ella depende una Proposición Subordinada Sustantiva de OD unida a la principal por el nexo que, que es una conjunción completiva, que al amanecer den dos clamores las campanas, donde el sujeto es las campanas. En esta subordinada, la principal es las campanas den dos clamores, y de ella depende una Proposición Subordinada Adverbial propia de Tiempo al amanecer, unida por el nexo al que expresa tiempo, es decir, equivale a cuando amanezca. 4.b).- En los siguientes extractos del fragmento, clasifique el tipo y la función de cada una de las subordinadas introducidas por el nexo subrayado: (Respuesta semiabierta). - Avisad que al amanecer den dos clamores las campanas! El que es una conjunción completiva que introduce una proposición subordinada sustantiva de complemento directo, que es al amanecer den dos clamores las campanas. La contracción al, que equivale a un adverbio de tiempo cuando, introduce una proposición subordinada adverbial propia de tiempo: al amanecer. - Vestirla como si fuera doncella. El nexo como si introduce una proposición subordinada adverbial propia de modo.

4 - No creas que los muros defienden de la vergüenza. El nexo que es una conjunción completiva que introduce una proposición subordinada sustantiva de complemento directo los muros defienden de la vergüenza. 5).- Valor estilístico de los verbos en la última intervención de Bernarda (1,5 p.) (Respuesta abierta) La intervención de Bernarda presenta un gran número de verbos (12). Abundan los verbos en modo imperativo (descolgad, llevad, avisad, den), un infinitivo (vestirla), que en realidad es un imperativo pero pertenece al registro vulgar. En modo indicativo aparecen en futuro imperfecto dos (caerás y dirá); en pretérito perfecto compuesto de indicativo hay dos (ha muerto) que se repite. El uso del modo indicativo, el modo de lo objetivo y de lo que se da por cierto, refuerza la veracidad del imperativo utilizado por Bernarda.También aparece una perífrasis verbal aspectual con valor durativo (irás corriendo) que tiene el verbo auxiliar en futuro de indicativo; un infinitivo (amanecer) exigido por el valor temporal de la subordinada, y un imperfecto de subjuntivo (fuera) también con valor gramatical exigido por la subordinada adverbial modal. Con respecto a los usos estilísticos, el valor de los imperativos es el de orden o mandato; los futuros que aparecen tienen valor de probabilidad (caerás) y de obligación (nadie dirá nada). La perífrasis durativa (irás corriendo) con el verbo auxiliar en futuro imperfecto de indicativo expresa conjetura potencial. Los dos pretéritos perfectos compuestos (ha muerto) tienen valor de pretérito perfecto simple con carácter afectivo, porque la acción aún importa a Bernarda. Todos los verbos hacen que el fragmento tenga gran dinamismo y acción, que se unen al carácter yuxtapuesto de esta intervención de Bernarda, con lo que expresa un dinamismo nervioso. Además, el uso de imperativos y de los futuros imprimen carácter al personaje de Bernarda, mandona y acostumbrada a que la obedezcan. El hecho de que se exprese en imperativo y el modo indicativo, el modo de la objetividad, hace que todo lo que dice Bernarda se vea con autoridad y como cierto, especialmente en lo referido a la venganza que caerá sobre Pepe el Romano. BLOQUE IV (Educación literaria) (1,5 p. (Respuesta abierta) 6).- Temas que aparecen en el fragmento. (1,5 p.) (Respuesta abierta) El tema principal del fragmento es el suicidio como liberación de la autoridad, es decir, el enfrentamiento entre autoridad y libertad, un enfrentamiento entre una moral autoritaria, rígida y convencional que supone Bernarda, y el deseo de libertad, en un modelo de conducta

5 abierto y progresista, que es el que representa Adela. Tras la muerte de su segundo marido, Bernarda Alba impone a sus cinco hijas un luto riguroso de ocho años, con unas normas opresivas basadas en la autoridad que le concede su posición de cabeza de familia. Ante esto se rebelan Adela y María Josefa, y las demás hijas, Angustias, Magdalena, Amelia y Martirio, aceptan la situación resignadas. Las criadas, Poncia y Criada, temen a Bernarda pero no se atreven a enfrentarse a ella y murmuran a sus espaldas. El autoritarismo de Bernarda está presente en el fragmento mediante el símbolo del bastón (l. 1) y en el constante uso del imperativo. En Adela el deseo de libertad a través del impulso amoroso es más fuerte que el miedo, y se manifiesta en el suicidio después de haberse entregado a Pepe el Romano. Otro tema que aparece no sólo con el suicidio de Adela sino también con las palabras de Martirio (Dichosa ella mil que veces que lo pudo tener) es el amor sensual y la búsqueda de varón. La casa de Bernarda Alba es un drama de mujeres, con una existencia sin amor y con un temor ancestral a permanecer solteras. Si los ocho años de luto impuestos por Bernarda impiden cualquier relación amorosa, la irrupción de Pepe el Romano desencadena una tormenta de pasiones entre las mujeres solteras, que ven al varón como una vía de liberación hasta llegar a la felicidad. La preocupación por el qué dirán y por mantener la honra aparece también en el fragmento. De una forma hipócrita, Bernarda trata de ocultar que su hija no murió virgen, quiere tapar la realidad, ya que nada de lo ocurrido en la casa puede salir de sus muros. La honra, que es el concepto que tienen los demás de uno mismo, exige un comportamiento público exquisito. Su concepto es el del cristianismo tradicional: prohibición de relaciones sexuales antes del matrimonio, respeto a la autoridad de la madre o pasividad de la mujer ante el hombre. La honra afecta no sólo al pecador, sino al conjunto familiar, y pasar a ser objeto de los chismorreos es lo que quiere evitar Bernarda. El odio y la envidia entre todas las mujeres se muestra igualmente como tema en el fragmento, epecialmente en el hecho de que Adela yaciese con Pepe. Martirio es la que engaña a Adela diciéndole que su madre había matado a Pepe cuando en realidad había escapado, y a la postre esta mentira es la que causa la muerte de Adela. Es el punto culminante de la envidia entre hermanas por conseguir varón, y lo que es peor, parece que a ninguna les importa que Adela muriera, porque así saben que todas estarán finalmente bajo el dominio de Bernarda. 7).- Análisis de los personajes que aparecen en el fragmento. (1,5 p.) (Respuesta abierta). En la obra hay personajes visibles, invisibles y aludidos. Los visibles que aparecen en el fragmento son Bernarda, Poncia, Martirio, con las hermanas por extensión, y Adela; pero también hay invisibles, como Pepe el Romano. Es importante el nombre de los personajes, ya que representan su carácter. Dentro de los protagonistas, se pueden establecer dos grupos según su nombre: nombres propios y

6 simbólicos, como Bernarda Alba (fuerza de oso y blanca), Angustias (triste, apagado), Magdalena (con tendencia al lloro); Amelia (puede que provenga de miel ), Martirio (fea, enferma, acomplejada), Adela (de carácter noble), o Poncia (que se lava las manos, como Poncio Pilatos). Y otro grupo serían los nombres descriptivos, según su oficio o función, y genéricos, que indican una clase (como la Criada). Con esto, el autor informa sobre los personajes, pero otras formas de conseguir información de ellos es a través de la acción y el diálogo, por los movimientos escénicos o por los objetos que poseen, como el bastón de Bernarda. Esto nos lleva a una caracterización de los personajes bien definida: - Bernarda: autoritaria, dominadora, cruel. Sólo se preocupa por los bienes materiales y por la honra, las apariencias. - Poncia: es la perra de Bernarda, sus ojos y sus oídos. Intenta evitar la tragedia, pero recibe desprecio de Bernarda por ser inferior socialmente. - Adela: simboliza el ánsia de libertad, junto a María Josefa, a través del amor. Veinte años, hermosa, decidida. Como todas, se ve envuelta en los odios, los rencores, los celos y las envidias. - Martirio: veinticuatro años. Es un personaje frustrado y atormentado por su natural enfermizo y su fealdad. Siente celos de Adela y envidia de Angustias. Es el desencadenante de la tragedia final con su mentira. - Pepe el Romano: es omnipresente en la obra pese a que es invisible. Pretende a Angustias por su dinero pero es apasionado con Adela. Martirio le ama. Es joven, atractivo y viril, pero le mueve el dinero y es egoísta y práctico. Por otro lado, está la relación entre los personajes principales de la obra y el papel que juegan en ella. Las relaciones entre la madre y las hijas están marcadas por el autoritarismo y la rigidez de una educación que condena a las hijas a obedecer sin cuestionar las órdenas maternas, una educación basada en el miedo y en la negación de la libertad. Fruto de esa opresión será la rebeldía de Adela. Las relaciones entre las hermanas, por su parte, están presididas por el odio y la envida. Todas odian y envidian a Angustias por su dinero y por su boda con Pepe el Romano; a su vez, Angustias odia a sus hermanas por sus recelos, y Martirio envidia a Adela por su juvetud y belleza, y porque mantiene relaciones con Pepe. El drama de estas mujeres es la falta de amor en sus vidas y el temor a permanecer solteras. Finalmente, la relación de Bernarda con sus vecinas es de miedo y temor, porque sienten un odio mutuo, pero también Bernarda tiene miedo a las habladurías, y por eso intenta aparentar que no ha pasado nada.