papeles DE TRABAJO siete La detección de situaciones de violencia en la práctica psicopedagógica

Transcripción

1 papeles DE TRABAJO La detección de situaciones de violencia en la práctica psicopedagógica siete

2 Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Defensora del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Dra. Alicia Pierini Adjuntías Arq. Atilio Alimena Sr. José Palmiotti Sr. Gerardo Gómez Coronado Dr. Andrés Elisseche Prof. Graciela Muñiz DEFENSORÍA DEL PUEBLO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE BUENOS AIRES Venezuela 842 Tel.: / Correo Electrónico: consultas@defensoria.org.ar Pierini, Alicia. La detección de situaciones de violencia en la práctica psicopedagógica: papeles de trabajo a ed. - Buenos Aires : Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, xxxx p. ; 22 x 15 cm. ISBN xxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxx CDD 323 Fecha de catalogación: xxxxxxxx

3 Papeles de trabajo LA DETECCIÓN DE SITUACIONES DE VIOLENCIA EN LA PRÁCTICA PSICOPEDAGÓGICA Intervenciones y ponencias presentadas durante la jornada de capacitación que, organizada por el área de Derecho a la Salud e Integración Social de la Defensoría del Pueblo, se desarrolló el 18 de agosto de 2009

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5 índice Presentación. Dr. Carlos Niccolini 6 Para reflexionar. Lic. Alejandra Antuña 6 Mesa I Problemáticas sociales que representan el maltrato y violencia infantil. La naturalización del maltrato intrafamiliar y políticas públicas destinadas a la infancia Prof. María Elena Naddeo 14 Normativas vigentes. Funcionamiento de las defensorías zonales, modos de intervención y casos que requieren judicialización. Dra. Cecilia Sosa 21 Preguntas del auditorio 29 Mesa II Misiones y funciones del Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes. Organismos que intervienen en la defensa de los derechos del niño/a y adolescente Lic. Jéssica Malegarie 38 Funcionamiento de la Red de Violencia. Rol y responsabilidades de los equipos de salud. Norberto Garrote 44 Preguntas del auditorio 117

6 Presentación Dr. Carlos Niccolini* Vamos a dar comienzo a esta jornada de trabajo organizada por el área de Derecho a la Salud e Integración Social de la Defensoría del Pueblo. Traigo el saludo de la Defensora del Pueblo y el agradecimiento por la presencia de todos ustedes, en particular, de los panelistas. Es un placer tenerlos acá, les deseo una muy buena jornada de trabajo. * Jefe del área de Derecho a la Salud e Integración Social de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. 6 Papeles de trabajo

7 Para reflexionar Lic. Alejandra Antuña* El área de Salud, donde trabajo con el Dr. Niccolini y la Lic. Livia Ritondo, organizó esta jornada en respuesta a la necesidad que vimos de reflexionar sobre temas de infancia vinculados a nuestro quehacer. Hace unos meses, representantes de la cátedra de Psicopedagogía Clínica de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires se acercaron a la Defensoría debido a que ellos observaban que en el servicio de Asistencia Pedagógica se venían incrementando situaciones de maltrato infantil, de violencia, niños en situación de calle y de desprotección; y que todos estos temas generaban dificultades o complicaciones en la tarea clínica. Sabemos que las mujeres y los niños constituyen la mayor población de riesgo en situaciones de maltrato y que la violencia genera dificultades en el desarrollo psicosocial de los chicos y problemas en la subjetivación. Desde este lugar vemos que la violencia tiene manifestaciones tanto en la conducta como en el aspecto cognitivo, y esto implica la utilización de algunas herramientas que la cátedra veía como necesario poder manejar para su trabajo profesional. A partir de ahí se organizó esta jornada desde el área de Salud, desde donde convocamos al Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes, que en el ámbito de la Ciudad es quien tiene como misión fundamental la promoción y protección de los derechos del niño, y a la Prof. Naddeo y al Dr. Garrote, que también son referentes en esta temática por su trayectoria y su capacitación. Área de Derecho a la Salud y a la Integración Social de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 7

8 MESA I

9 Papeles de Trabajo Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires mesa I Prof. María Elena Naddeo Dra. Cecilia Sosa Moderadoras: Lic. Alejandra Antuña y Lic. Livia Ritondo

10 Problemáticas sociales que representan el maltrato y violencia infantil. La naturalización del maltrato intrafamiliar y políticas públicas destinadas a la infancia Por la Prof. María Elena Naddeo* Quiero expresar mi agradecimiento por la invitación, tanto a la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires como a la cátedra de la Facultad de Psicología que promueve esta jornada. En particular, destaco que la directora de esta cátedra, Silvia Schlemenson, realizó una investigación muy interesante años atrás, que fue presentada en el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en momentos en que yo ejercía la presidencia; una investigación denominada "Sobre crianza, cantos y cuentos" centrada en la importancia de la narración oral y del canto en el vínculo madre-hijo/a y en el valor del lenguaje y de la comunicación en la primera infancia. Un trabajo maravilloso de campo realizado en cooperación con hogares, jardines maternales y otros programas de barrios humildes y populares, como el Centro de Atención Transitoria (CAT) del Consejo, y de los servicios de la Dirección General de Niñez del Gobierno de la Ciudad. El tema de mi intervención tiene que ver con las distintas formas de violencia contra niños y adolescentes y las políticas públicas de prevención y atención en la Ciudad de Buenos Aires. Voy a referirme a una tarea que realizamos durante 2007 y 2008 con dos organismos de derechos humanos: la APDH, Asamblea Permanente de Derechos Humanos, la cual integro; y el SERPAJ, Servicio de Paz y Justicia, con quienes compartimos un diagnóstico sobre la situación de la infancia y de la adolescencia en la Ciudad, en el proyecto denominado "Relatoría especial de los derechos de niños, niñas y adolescentes" y que cuenta con el auspicio del Capítulo Argentino de la Plataforma Interamericana de Derechos Humanos. La Relatoría tiene como uno de sus ejes y prioridades indagar la opinión de los propios niños y adolescentes y fomentar su participación en el propio desarrollo y elaboración del informe. El informe, por lo tanto, contiene la voz de los chicos; hay relatos y fragmentos de sus opiniones y una encuesta realizada en cinco establecimientos educativos de nivel secundario de la Ciudad, de 10 Papeles de trabajo

11 la cual recorté para esta ponencia especialmente el tema de violencia, básicamente la percepción que tienen los adolescentes de la violencia que los rodea y algunas recomendaciones y opiniones sobre en qué situación estamos con las políticas de infancia en la Ciudad de Buenos Aires. Este informe se presentó en la Legislatura porteña en marzo de El equipo de trabajo estuvo compuesto por: Carola Iñiguez, María Soledad Astudillo, María Victoria Yornet, Gabriel Rolando y Carlos Calbiño, que son militantes del SERPAJ y la APDH. Las fuentes utilizadas en lo que hace a los indicadores sociales son principalmente el informe que elaboró el Instituto de Estudios y Formación de la CTA sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales para esta Relatoría en el año 2006 y 2007, los Informes Anuales del Consejo de los Derechos de la Ciudad, las publicaciones de la Dirección General de Estadística y Censo, del INDEC y del Instituto de Investigaciones "Gino Germani" de la UBA. La voz de los pibes es el eje fundamental de la construcción de esta Relatoría, es una consulta permanente a fin de recabar la opinión de los chicos; por eso se expresan fragmentos de relatos y de opiniones tomadas en asambleas que se hicieron en distintos lugares del Gobierno de la Ciudad, como en el centro educativo para chicos en situación de calle "Isauro Arancibia", el Instituto "Agote", que es un instituto penal dependiente de la Nación, el Centro de Atención Integral "Santa Catalina", entre otras instituciones; una encuesta que hicimos en cinco escuelas secundarias -de San Telmo y de Villa Soldati y Lugano-, así como entrevistas, obviamente, más puntuales. En este proyecto priorizamos el derecho a la participación, ellos mismos nos dicen: "Me encanta estar acá porque tengo la posibilidad de opinar y poder participar en decidir algunas cosas", expresión recogida en la reunión con los chicos integrantes de "La cacerola", que es un micro-emprendimiento con adolescentes y jóvenes que fueron consultados. "Participar es no quedarse sentado esperando que hablen por vos", dicen los chicos de los Consejos de niños del Programa "Buenos Aires, ciudad amiga de los niños". Los ejes temáticos de la encuesta fueron diversos. Uno de ellos, el derecho a la participación; otro, la percepción de los chicos sobre situaciones de violencia.

12 Crees que los adultos tienen en cuenta tus opiniones? Se les preguntó especialmente. Los consultados fueron quinientos chicos de escuelas secundarias, de primeros, segundos y terceros años. Contestaron que sí el 33,67%. Cifra importante, en mi opinión; otros miembros del equipo piensan que es muy poco. Contestaron que no tienen en cuenta sus opiniones un 30,61%; y sólo a veces, un 25,85%. Son datos interesantes porque muestran lo que falta todavía recorrer con el mundo de los adultos para que los adolescentes sean escuchados. En realidad, todavía falta mucho por hacer porque, evidentemente, los chicos no se sienten escuchados, aun con adultos que piensan que tienen un nivel de comunicación positivo, sin embargo muchas veces los chicos están queriendo decir otras cosas y las brechas se acentúan. Otra pregunta fue: Tenés ganas de participar?, y tuvimos una linda sorpresa, porque, el 48,30% de los chicos, que en general nos quejamos de que son indiferentes, de que son poco participativos, de que están en otra, el 48,30% dijo que sí, que tiene ganas de participar. Esto también merece una reflexión, porque lo que podemos inferir del resultado de la encuesta es que ese grado de participación no se traduce después en canales adecuados para concretarla. La visión que tenemos los adultos sobre esos canales adecuados, como los consejos de convivencia escolar, por ejemplo, o los centros de estudiantes no aparecen visualizados como canales interesantes para los chicos; hay ganas de participar, pero no saben dónde o todavía no hemos podido ayudarlos a contactar otras realidades y experiencias para lograr su participación y su compromiso. De qué forma se puede ejercer el derecho a la participación? Frente a esta pregunta, encontramos un porcentaje grande que no contesta: 43,54%, son los que no quieren participar; y dentro de los que plantearon que quieren participar proponen, por ejemplo: en distintas organizaciones, 14,97%; a través del diálogo, un 37,41%. Estas no eran respuestas fijas, no era un multiple choice, eran abiertas. Las redactaron los propios encuestados. Muchos de ellos se inclinaron por el diálogo como una manera de participar y es cierto: cuando se dialoga, se interactúa, entonces, el valor del

13 diálogo como una instancia inicial de la participación aparece como una estrategia o un valor destacado por los propios chicos. Esto es muy interesante. Dónde te gustaría participar? "En la escuela", contesta el 14,63%, por lo visto sigue siendo un gran lugar, a pesar de todo; "en organizaciones de la comunidad", el 16,32%; había distintas menciones, como clubes, comedores y otras. Es decir que la escuela y las organizaciones de la comunidad fueron los lugares nombrados elegidos para ejercer el derecho a la participación. Dentro de la escuela, solamente un 1 ó 2% de los chicos hablaron de los centro de estudiantes. Muy pocos, y este es uno de los problemas que tenemos en cuanto a la participación de los adolescentes. Preguntamos sobre los derechos económicos sociales y culturales, particularmente sobre el derecho a la educación, el derecho a la salud, su grado de cumplimiento; y consultamos especialmente sobre el derecho a la integridad física y psíquica, que es la protección contra todas las formas de violencia. La voz de los pibes Podemos destacar las opiniones de los chicos del Centro "Isauro Arancibia", centro de educación del adulto y del adolescente que trabaja con chicos en situación de calle: "A los 14 años los chicos tienen que estar estudiando, hacer la secundaria..." comentó uno de ellos. "Cuando tenía 11 años trabajaba en el subte y un día un pasajero me dijo que yo tenía que estar en la escuela y no trabajando. Cuando llegué a mi casa le conté a mi mamá y ella me dijo que si se repetía con otro pasajero, que le conteste 'si usted le daría (sic) un trabajo a mi mamá, yo no estaría acá'"; señaló otro. Es interesante para nuestros colegas, nuestras compañeras y compañeros docentes y en todos los ámbitos profesionales la necesidad de considerar los aspectos sociales que rodean la vida de sus alumnos, de sus familias. Es imprescindible contextualizar, analizar la procedencia de nuestros chicos, sus condiciones de

14 vida. Estos datos impactan fuertemente en las historias, en las conductas, en los hábitos, en los modos de vinculación social y educativa. Entonces, este es un tema central para trabajarlo en las escuelas y con los equipos. "Si no estudias, te quedás sin saber nada y terminás en cualquiera", dicen los chicos, "Si no tuviste educación, tenés que salir a robar. Los medios no muestran eso, porque trabajan para el Estado. El Estado tendría que hacerse cargo", estos son adolescentes de la Cooperativa "La Cacerola". "En la escuela ni nos preguntan qué queremos, ni qué nos pasa", señala un niño más chico que va a la escuela 5 del D.E. 3. Esto pasa en nuestras escuelas y en el nivel secundario es más grave todavía, porque los profesores trabajan muy rápidamente su asignatura y hay pocos espacios para la reflexión, para poder hacer entrevistas, para poder indagar sobre lo que les pasa, lo que quieren los chicos, lo que piensan los propios docentes. Estas también son formas de violencia, formas más sutiles de violencia. Un chico que en la escuela no se ve interpelado, no se siente comunicado con los adultos, con los profesores o con los maestros, es alguien que va a tener conductas que van a ser llamativas, que va a empezar a ser etiquetado como un chico que se porta mal, que tiene una conducta inadecuada, que se distrae y, en realidad, está buscando otro nexo, está buscando otra forma de comunicarse. También les preguntamos: Por qué los chicos abandonan el colegio?, la gran mayoría -40,14%- plantea que porque debe trabajar, por la falta de recursos; pero también un 27,56% planten conceptos relativos al desinterés en los estudios. El tema de la falta de interés aparece en el relato de los chicos como un tema importante para trabajar en el ámbito educativo. Tiene que ver con la idea de volver a trabajar la motivación y contactar con nuevas herramientas, porque la brecha entre lo que la escuela brinda y lo que los chicos necesitan y lo que los rodea cada vez es más grande. Los chicos reflexionaron también sobre el derecho a la salud y apareció muy fuertemente en la encuesta la necesidad de reforzar los servicios y programas vinculados con la salud sexual y reproductiva y la prevención de adicciones. Es habitual en los chicos acudir al hospital y al centro de salud sobre los que tienen, en general, opiniones positivas. La preocupación y las señales de alarma y de angustia aparecen al 14 Papeles de trabajo

15 hablar de salud sexual y reproductiva. Uno de los chicos del Hogar "Santa Catalina", que es un centro de día y de noche para chicos en situación de calle, dice: "Los abortos en barrios bajos son más riesgosos porque no podemos acceder a la salud. Es algo clandestino", y hay otras muchas reflexiones vinculadas a la necesidad del cuidado y al riesgo que ellos viven constantemente. Desde el Movimiento de Mujeres y desde la Comisión de Mujer e Infancia de la Legislatura, se ha impulsado la aplicación de la Ley de Educación Sexual que todavía sigue siendo una asignatura pendiente. La Ley de Educación Sexual tiene como aporte adicional al tema general de la sexualidad, de la prevención del embarazo adolescente y de las enfermedades de transmisión sexual -o sea, del cuidado de la salud en sí- otras temáticas vinculadas a la prevención de la violencia y también a la comprensión de la necesidad de erradicar las diferencias entre los géneros, de erradicar los estereotipos de género, porque esas diferencias existen y van a existir siempre, pero no deben tener una valoración distinta, con jerarquías de subordinación y de dominación de un género sobre el otro. Entonces, desde ese punto de vista, la educación sexual vista con sentido integral puede convertirse en una herramienta importante de prevención del abuso sexual infantil y de la violencia entre los géneros desde la edad más temprana. Otra de las preocupaciones planteadas por los chicos tiene que ver con las adicciones. Cabe aclarar que las asambleas se hicieron en lugares de población sumamente deprivada de derechos, como son los centros para chicos de la calle; en las escuelas, en cambio, hay una población más diversa, aun siendo de barrios del sur de la Ciudad, donde se identifica un universo más amplio. De todos modos, el alcoholismo o el alcohol y otro tipo de sustancias afectan a una franja etaria amplia y a distintos sectores sociales. Pues bien, los chicos dicen: "El mayor problema no es la droga, sino lo que empuja a un pibe a drogarse", "Es más fácil echarle la culpa a los pibes que al Estado", ahí hay alguien que está tratando de encontrar responsabilidades y de encontrar definiciones políticas. En este diagnóstico ponemos énfasis en que las adicciones son un tema complejo donde no ha habido respuestas acertadas o del nivel de las nuevas problemáticas. Creo que hay una crisis teórica acerca de cómo abordar los tratamientos. El modelo ético-social, el modelo que nosotros trabajamos para la prevención de las Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 15

16 adicciones, es un modelo basado en la doctrina de los Derechos Humanos, es un modelo correcto, pero creo que nos falta desarrollar políticas públicas y estrategias de atención ajustadas con las realidades posteriores a la gran crisis del 2001/2002. En los tratamientos terapéuticos las reincidencias son múltiples y me parece que es uno de los temas que habría que seguir indagando y explorando más. Los estudios coinciden en que ha crecido mucho el consumo de pasta base, el consumo del paco, mucho más todavía el consumo de alcohol, las estadísticas recientes son cada vez más alarmantes: un estudio de la OEA y de la ONU denuncia el crecimiento en Argentina del consumo de cocaína y de pasta base en adolescentes de 13 a 17 años. Los pacientes en tratamiento por pasta base presentan un nivel educativo bajo, sólo un 7,5% ha terminado el nivel medio de educación (SEDRONAR, 2007). Otra encuesta -de realizada por el Instituto Superior de Ciencias de la Salud entre alumnos secundarios de Capital y conurbano mostraba también un porcentaje muy elevado: el 9,48% de chicos admitían utilizar alguna droga. Si bien en estas encuestas las preguntas son difíciles de formulación y luego de interpretación, porque preguntan si alguna vez consumió en el último mes, por ejemplo, entonces, habría que ver con más precisión cuál es el consumo que es considerado adictivo y cuál es el consumo ocasional y que no genera daño, pero, de todas maneras, creo que hay que insistir en este tema, que no lo hemos hecho con la suficiente precisión hasta ahora. Es muy importante reflexionar la relación entre el consumo de sustancias y el modelo económico y cultural vigente. De ciudadanos a consumidores, lo que pudo el mercado; siguiendo la conceptualización de Zygmunt Bauman, definimos el cambio de paradigma que subordina a los chicos, a los seres humanos en general, a ser objetos pasivos de consumo de los grandes instrumentos del mercado. Nuestros chicos crecen en una sociedad invadida por la manipulación del marketing empresarial, de la venta permanente de valores basados en el tener y no en el ser. Frente a ello es bien poco lo que puede hacer la Red de Atención en Adicciones, dependiente de la Red de Salud Mental y los nuevos equipos existentes en el Ministerio de Desarrollo Social. En estos servicios, casi todos delegan en otros sus responsabilidades, todos derivan; todos tratan de encontrar 16 Papeles de trabajo

17 referentes familiares y comunitarios que casi no existen. Los pocos familiares que participan en las redes de atención y tratamiento - muchas veces organizándose en movimientos espontáneos, como las madres que luchan contra el paco- reclaman el retorno de las viejas legislaciones de encierro porque son incapaces de encontrar otras respuestas. "De ciudadanos a consumidores" es el capítulo de un libro del sociólogo polaco Zygmunt Bauman; él analiza profundamente esta sociedad de consumo, denuncia la liquidez de las instituciones destruidas por el mercado, por esta etapa del capitalismo de tal capacidad destructiva que ha empezado a licuar los Estados y ha licuado las instituciones, las ha debilitado a tal punto que hemos perdido identidad; lo único que aparece como poderoso es el mercado. En el paso a esta liquidez, dejamos de ser aquellos ciudadanos del Estado de bienestar de la modernidad y pasamos a ser consumidores. Y esto afecta a los chicos, si nos afecta a nosotros, que conocemos otras realidades y otros proyectos de vida, los chicos, que están inmersos en esta cultura mediática, en esta cultura del consumismo permanente, en realidad, son las mayores víctimas de esta sociedad capitalista. Nosotros tenemos una red de salud mental que hoy está en crisis; yo decía que hay una crisis teórica, pero hay también ahora una crisis institucional importante en la Ciudad, porque hay otro proyecto para el cierre de varias instituciones de la salud mental. Quienes son psicoanalistas o, en general, técnicos y profesionales de la salud mental, seguramente acompañaron la votación de la Ley de Salud Mental de la Ciudad, la 448, que es la ley que planteó la desmanicomialización y la sustitución del sistema manicomial de encierro por programas alternativos. Ese proceso se estaba aplicando de manera incipiente con muchas dificultades y retrasos. En la actual gestión de gobierno hay una decisión de proceder al cierre de los hospitales psiquiátricos sin una alternativa clara o, mejor dicho, con una nueva propuesta de organización de minimanicomios, que es ampliamente resistida por los profesionales más avanzados. Por eso hay una cantidad de asambleas en el Centro de Salud "Ameghino", en el Hospital "B. Moyano", en el Borda, en el Tobar García; se les acaba de pedir la renuncia a tres directores de carrera o, por lo menos, de mucho prestigio; todo lo cual colabora al retroceso general de las prestaciones y de la aplicación de propuestas adecuadas. Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 17

18 Lo viejo no terminaba de ser reemplazado por nuevos paradigmas y la situación actual se convierte en resistencia. En este conflicto permanente de la salud mental, quedan involucrados nuestros chicos y sus familias. Con contradicciones de difícil resolución y para las cuales no tenemos todavía respuestas. Hay padres y madres que reclaman internaciones cerradas, mientras nosotros sabemos que las instituciones cerradas generan nuevas violencias y situaciones muy graves de violaciones de los derechos humanos en su interior. Pero también sabemos que muchos tratamientos ambulatorios no dan los resultados esperados. El derecho a la integridad física y psíquica Tanto los chicos encuestados como los participantes en las asambleas denuncian graves situaciones de violencia. Acerca del derecho a la integridad, recogimos las siguientes reflexiones: "Nosotros no podemos denunciar nada porque somos de la calle", "Alguien llamó a la policía y cuando llegó salimos corriendo: sabés la paliza que nos comimos?!". Les preguntamos: Cuáles son las características físicas para que la policía no los lleve? "Blancos, ancianos, chetitos"; y a los que sí?: "A los negritos, los escrachos", que son los tatuajes. Esto dicen los chicos del Santa Catalina y del Isauro Arancibia. Formulamos la siguiente pregunta a los chicos de las escuelas secundarias: Percibís que los adultos que te rodean ejercen violencia?, y la verdad es que nos volvimos a sorprender, porque el resultado confirma otros estudios y estadísticas ya conocidas: un 42,86% contesta que sí, que los adultos que los rodean ejercen violencia, un 44,56% contesta que no. En la pregunta " Quiénes ejercen violencia sobre los chicos?" volvemos a confirmar algo que tiene que ver con que hay un porcentaje grande que no contesta, que son los que dicen que no perciben violencia, por eso se repite aproximadamente ese porcentaje. Dentro del 42% que sí percibe violencia a su alrededor, señalan como quienes ejercen violencia a familiares 11,57% (padre y madre); otros familiares: 7,48%, o sea, casi un 20% de familiares; y la policía, un 18,03%. Es decir que, en esta franja de adolescentes de escuelas secundarias, la visión de que la policía sigue siendo un elemento de violencia contra los chicos coincide con la opinión de los chicos del Santa Catalina y del Isauro Arancibia que viven confrontando con la policía. 18 Papeles de trabajo

19 Posiblemente en las escuelas donde se efectuó la encuesta existe un trabajo vinculado a la difusión, por lo menos, de los derechos de los chicos. Solamente aparecen cuestionados o identificados por los chicos como quienes ejercen violencia los docentes: un 2,72%. Asimismo, frente a la pregunta " Cuál fue tu reacción frente a una situación de violencia?", no contestó el 62,59%, cada vez iban contestando menos, quizá porque se les hacía más complejo o porque ya estaban cansados; pero, de los que vivieron situaciones de violencia, un 20,41% no tuvo ninguna reacción o tuvo miedo; un 6,46% apeló al diálogo, a conversar con quien lo estaba agrediendo; respondió con más violencia el 3,74% -lo cual aparece como un dato interesante- y denunció el caso sólo el 4,42%. Esto quiere decir que de quienes percibieron violencia, los que hablaron del tema, lo comunicaron a un adulto, o a algún servicio solamente el 4,42%. Esta cifra coincide con el diagnóstico que tiene el INADI obtenido en una encuesta nacional mucho más grande, mucho más abarcativa, en la cual encontraron que sólo el 5% de la gente que se siente discriminada presentó las denuncias correspondientes. Estos datos hay que tomarlos como orientativos nada más, porque deberíamos completarlos y cruzarlos con otros datos en un nivel de mayor elaboración. Pero nos ayuda a comprender por qué los chicos hablan poco de las situaciones de violencia. Desde la práctica institucional, conocemos que a veces los chicos hablan en la escuela, por eso es tan importante que los equipos trabajen en red y que los docentes y las docentes sepan cómo actuar, cómo escuchar y cómo comunicarse después con las defensorías y el Consejo de los Derechos. Los chicos perciben y describen distintas formas de violencia, la familiar, la institucional, la vinculada a la violencia policial. Si bien mucho se ha recorrido en el tema por el accionar de los organismos de Derechos Humanos, que están relevando permanentemente cómo actúan las fuerzas de seguridad con los chicos y, en general, con la sociedad, y por la nueva legislación garantista de los últimos años de la democracia, sin embargo, hay conductas que se mantienen en el tiempo como parte de una cultura que hay que modificar. En 1996 se derogaron los edictos policiales por los cuales la policía podía detener a cualquier persona por merodeo, por presunción de que pudiera hacer algo malo, por su aspecto desaliñado o por considerar a una persona como peligrosa. Se podía detener a alguien y siempre el Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 19

20 sospechoso era el morocho o el de pelo largo o el muy joven o la travesti o la prostituta. Esas normas se derogaron en la Constitución de la Ciudad y luego, en 1998, en la primera Legislatura porteña se prohibieron especialmente las figuras de vagancia, de merodeo con el fundamento de que lo que hay que penalizar es la acción y no las características personales de la gente, que hay que evaluar y juzgar los actos, no lo que se es, ni cómo se piensa. Posteriormente, la Ley Protección Integral de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes prohibió especialmente la judicialización de la pobreza y estableció que la institucionalización de los chicos debe ser el último recurso cuando no existe el grupo familiar continente. Sin embargo, sobre un total de consultas recibidas por la Guardia Permanente de Abogados del Consejo, en el primer semestre de 2007 se registraron 112 detenciones policiales arbitrarias, y en los sumarios de esas 112 detenciones policiales arbitrarias -es decir arbitrarias porque no tienen fundamento jurídico alguno- aparece como motivo de la detención la palabra "vagancia", o "porque estaba merodeando",o "porque estaba alejado de la vista de sus padres", con las viejas palabras que decían los edictos o el viejo sistema de patronato. Todavía eso está vigente. Fui testigo el año pasado de la detención de un amigo de mis hijos, un joven de 16 años detenido a las cuatro de la tarde con un porro en la mano, un patrullero estaba mirando el lugar donde el adolescente fue a comprar el cigarrillo de marihuana, lo detuvieron, llamaron a la casa desde la policía, los padres fueron y estuvieron desde las siete de la tarde hasta la una de la mañana, pero no les permitieron verlo, ni siquiera le dijeron al adolescente que sus padres estaban cerca, porque estaba interviniendo un fiscal y una jueza; abogados del Consejo de los Derechos llamaban por teléfono para ayudarlos, pero hubo que esperar a que lo viera el médico forense. Estuvo en un calabozo, solo, desde las cuatro y media de la tarde hasta la una de la mañana en que lo entregaron a sus padres. Incomunicado, sin hablar con nadie. Pese a todos los avances en derechos humanos, a la vigencia de la ley 114, a la existencia del Consejo, todavía siguen pasando estas cosas. Y este ejemplo sirve además para ilustrar lo positiva que es la propuesta de despenalización de la tenencia de sustancias para el consumo, porque las situaciones de violencia que implican las detenciones policiales por consumo, por ejemplo por un cigarrillo de 20 Papeles de trabajo

21 marihuana, siguen siendo muy traumáticas y victimizadoras para la vida de los chicos y de cualquier persona involucrada A partir del diagnóstico elaborado sobre derechos sociales, económicos y culturales y el derecho a la integridad física y psíquica, formulamos recomendaciones de acciones para corregir los problemas descritos. Obviamente, necesitamos fortalecer los programas de inclusión educativa, que existen pero son todavía insuficientes y que en vez de crecer han sido recortados por las nuevas gestiones políticas, como pasó con el tema de las becas estudiantiles, la ampliación de los programas alimentarios y los recursos sociales comunitarios. Planteamos como recomendación central la necesidad de difundir la existencia de los centros de estudiantes y consejos de convivencia escolar, generando acciones para garantizar su funcionamiento y la de otras instancias de participación infantil y adolescente; promoviendo la participación de los chicos en otros ámbitos sociales, comunitarios y políticos institucionales. En el plano de la salud, vemos necesario fortalecer la red de atención primaria a través del envío de los insumos necesarios y la puesta en marcha de un plan integral de prevención de consumo abusivo de sustancias tóxicas. Existe un plan integral de prevención, pero no da cuenta de la complejidad y de las dificultades existentes, incluso a nivel nacional, a nivel local, en la Provincia de Buenos Aires, hay redes que existen, hay servicios muy comprometidos, pero no encontramos las respuestas integrales necesarias. Necesitamos la creación de espacios para internaciones de emergencia, así como los programas de asistencia terapéutica y social posteriores a la internación. Esto es muy específico. Desde el Plenario del Consejo de los Derechos solicitamos que el sistema de salud habilitara algunas camitas de internación para atender a chicos con crisis de abstinencia. Se planteaban internaciones breves, destinadas a superar la crisis y poder seguir con un tratamiento ambulatorio adecuado. Esas camitas siempre estuvieron en discusión, el sistema hospitalario ha sido muy refractario a trabajar con las adicciones, han delegado a Desarrollo Social y Desarrollo Social no tiene los recursos ni la expertisse necesaria para atender esto; hay algunas experiencias interesantes, pero muy incipientes; ustedes que son profesionales de la salud mental seguramente conozcan cómo está actualmente el sistema, habría que volver a evaluarlo. Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 21

22 Una de las recomendaciones que venimos planteando hace muchos años y que ahora por primera vez se pone en discusión en el Congreso de la Nación es la Asignación Universal para la Niñez. Nos importa mucho porque las condiciones generales de bienestar social no pueden ser resueltas desde una Ciudad aisladamente. Es un tema de alcance nacional. En la Ciudad tenemos "Ciudadanía Porteña", un programa de tarjeta alimentaria de cobro mensual destinada a las familias indigentes. Consideramos válida la iniciativa desarrollada desde el año 2005, pero se hace necesaria una asignación, un ingreso mínimo por familia en todo el país, que sea universal, que ponga un piso de dignidad en las familias más humildes y en los trabajadores informales, porque hay una porción de trabajadores precarizados que no perciben la asignación por hijo, porque son trabajadores en negro, o la cifra todavía enorme de personas desempleadas. Esta asignación por hijo significaría una redistribución de recursos muy significativa y alentadora para la reactivación económica interna. Decía que en la Ciudad de Buenos Aires existe el Programa "Ciudadanía Porteña". Es un programa alimentario muy bueno que tiene alcance a sesenta mil familias y hay que tratar de que se vuelva a abrir la inscripción. Funciona con una tarjeta que recibe cada familia con un valor para que pueda comprar en distintos negocios de la Ciudad; lo digo porque muchas veces, con una familia humilde que está desprovista, el profesional cumple un rol muy importante si lo orienta, no sólo desde las preocupaciones o desde la subjetividad, sino también cuando le da una orientación concreta vinculada a lo social. Por último, voy a mencionar algunas preocupaciones coyunturales vinculadas al momento particularmente crítico en las políticas de infancia de la Ciudad. Hay una tendencia a transferir al sector privado o a las ONG recursos que son del Estado. Nos preocupa esta tendencia porque sabemos que la tercerización de las políticas sociales no garantiza mayor calidad. También nos preocupa el nivel de desarrollo y organización del sistema de protección integral establecido por la Ley 114 de Protección Integral de Niños, Niñas y Adolescentes. La Ley 114 estableció que la vulneración de derechos de los niños se resuelve incluyendo a los niños y a sus familias en las políticas sociales universales que organiza el Estado, y que el Consejo de los Derechos a través de sus defensorías zonales y de la guardia de abogados en 22 Papeles de trabajo

23 el sistema de emergencia adoptan medidas de protección especiales o excepcionales cuando las familias son negligentes o se encuentran incursas en situaciones de violencia contra los chicos. Para que este sistema funcione es necesario que los servicios de protección de derechos tengan recursos humanos y presupuestarios suficientes, tanto la Red de Defensorías Zonales, la Guardia Permanente de Abogados para la emergencia, como los programas necesarios para garantizar la inclusión de las familias de los chicos en los programas sociales universales y específicos. Si la Ciudad o el Estado en general no desarrollan con más fuerza estos programas sociales universales para dar respuesta a los derechos vulnerados de los chicos, estos dispositivos que tenemos no pueden cumplir su tarea con resultados positivos. Las intervenciones de los profesionales, de los abogados y abogadas, de las y los psicoanalistas, de los trabajadores sociales, serán estériles e inconducentes si no pueden lograr la inclusión de una familia o de un grupo de niños y adolescentes en programas sociales y alimentarios o en programas de soluciones habitacionales. La persistencia de las condiciones de precariedad social y familiar entorpece y obstaculiza cualquier otro tratamiento terapéutico o las acciones de inclusión educativa que se puedan lograr; porque la doctrina de la protección integral requiere que el cumplimiento de los derechos sea general, plural, en otras palabras, el carácter integral de los derechos humanos tiene que ver con la resolución del conjunto de la problemática que atraviesa la vida de familias y de los chicos. Y en aquellas situaciones de violencia en las cuales no se han logrado restablecer los vínculos necesarios y la situación de riesgo para los chicos no se ha logrado superar, necesitamos que el Estado diseñe y respalde con el mayor nivel de calidad nuevos centros y hogares de carácter abierto, adecuados para dar acogimiento real y efectivo a las múltiples realidades que sufren los niños victimas de violencia intrafamiliar, impulsando nuevos dispositivos y programas alternativos a las viejas recetas de la institucionalización. Muchas gracias. * Actual legisladora electa, fue titular del Consejo de los Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes y es titular del Consejo de Presidencia de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH). Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 23

24 Normativas vigentes. Funcionamiento de las defensorías zonales, modos de intervención y casos que requieren judicialización Por la Dra. Cecilia Sosa* Discúlpenme lo árido que puede ser lo que trate de exponer, porque soy abogada y a veces somos medio tediosos los abogados; en este punto trataré de ser lo más clara y, en todo caso, si quedan dudas las veremos al final. Yo voy a retomar lo último que planteaba María Elena. Me pidieron que hablara del marco normativo. Siempre parto de lo general a lo particular, en este caso, claramente el tema de violencia es muy específico y tiene que ver con un derecho que estuvo planteado hoy, el derecho a la integridad y a la dignidad personal; este derecho, obviamente, cruza el conjunto del plexo normativo de derechos humanos; la Convención de los Derechos del Niño, obviamente, lo toma; la Constitución de la Nación Argentina, en el artículo 75, inciso 22 lo incorpora, con lo cual, la Convención tiene jerarquía constitucional respecto del conjunto del marco normativo interno. Es decir, este artículo sitúa a nuestro país dentro de un marco legal basado en los derechos humanos. Los DD.HH. son, por un lado, un límite a la intromisión del Estado en el sujeto-ciudadano; por otro lado, convierten al Estado en garante de esos derechos. En la Ciudad de Buenos Aires, su carta magna toma posicionamiento en relación a este tema, en el artículo 39. En este artículo, la Constitución dice que reconoce a los niños como titulares de derecho. Esto significa que, a partir del momento en que la Constitución de la Ciudad de Buenos Aires está vigente, en la Ciudad de Buenos Aires los niños son titulares de derechos. No se puede hablar de otra cosa en el marco de la Ciudad de Buenos Aires; a veces volvemos para atrás, pero a partir de la Constitución es este el único paradigma que nos sostiene y es el que tiene las características que tiene que tener la intervención nuestra. Por lo tanto, las políticas públicas son y deben ser de carácter universal para una única infancia; se garantiza su protección integral, dice la Constitución, por lo tanto, lo que se protege es la totalidad de los derechos, como planteaba María Elena; en esto, se protegen los derechos y el 24 Papeles de trabajo

25 carácter de la interdependencia de los mismos; cada instancia o cada espacio de vida que recorra el niño hasta los 18 años está representada por un derecho: los derechos civiles, los sociales, los económicos y políticos; primera, segunda y tercera generación de derechos. Deben ser informados, consultados y escuchados. Todo un tema, en la Constitución aparece el niño con su palabra, no ya en la Convención sino en nuestra Constitución, o sea, aparece la palabra; se respeta su intimidad y su privacidad, también todo un tema en contra del paradigma anterior, es decir, el tema de la discrecionalidad y la arbitrariedad que había respecto de los chicos y, sobre todo, los chicos pobres sobre los cuales intervenían los poderes del Estado. Cuando se hallan amenazados o vulnerados sus derechos, pueden solicitar por sí la intervención de los organismos; todo otro tema, no dice "a través de representante legal", dice "por sí". Es todo un avance de la Constitución darle lugar al niño. Si bien vemos con María Elena que es bajo el porcentaje que todavía tenemos en temas de participación, que nuestra carta lo diga, es fundante para que nosotros también lo pensemos cuando vemos a un chico. Se otorga prioridad, dentro de las políticas públicas, a las políticas de infancia. Como decíamos antes: el Estado garantiza el ejercicio de los derechos a todos los ciudadanos, esto implica instalar en la agenda política la inclusión de políticas públicas universales a fin de hacer posible el ejercicio de esos derechos. Sin políticas públicas, los DD.HH. son una mera retórica, por lo tanto, no hay derechos sin políticas públicas que viabilicen el ejercicio de los derechos a los ciudadanos. No sé si la gente sabe que en la Ciudad de Buenos Aires hay prioridad de esta política por sobre cualquier política, y en caso de conflicto entre políticas, prima la política de infancia en términos de asistencia, auxilio y asignación presupuestaria; deberíamos ver si esto se manifiesta en términos reales de lo que se aporta en la Legislatura en cada uno de los presupuestos que se votan. Se otorga prioridad dentro de las políticas públicas, además, a aquellas destinadas a la niñez y, especialmente, a aquellos que tengan cuidados alternativos en la institucionalización. O sea, nos está planteando una dimensión de las políticas que tienen que ver con el fortalecimiento de la familia, no con la institucionalización de los niños; de manera que hay también una orientación hacia dónde se dirige la Constitución en este sentido. Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 25

26 Se ampara a las víctimas de violencia y explotación, obviamente, a través de los servicios, medidas para prevenir y eliminar el tráfico y, finalmente, dice que hay una ley que va a crear un organismo especializado. Acá entramos con la ley 114. La Constitución es del año 1996, la ley 114, del año 1998 y la Constitución ya está hablando de una ley específica que va a tener como misión la promoción y la protección de los derechos en esta categoría que es la infancia en la Ciudad de Buenos Aires. Las defensorías surgen en el año 1990 continuando la labor que venía desarrollando la Defensoría del Movimiento Ecuménico de los Derechos Humanos, integrada por valiosos profesionales entre los que se encontraba la actual ombudsman de la CABA. Pues bien, hoy estamos lejos de esos tiempos, porque las defensorías estuvimos hasta el año 1998 como una política pública, o sea, el Estado de la Ciudad de Buenos Aires entendió que, de acuerdo a la Convención, aun sin legislación propia, debía adecuar por lo menos las políticas y los chicos tener una defensoría gratuita; más tarde, con la ley 114 se institucionalizó una práctica, si bien el Consejo hoy es mucho más que las defensorías; pero a nosotros nos institucionalizó una ley en términos de prácticas concretas. Siguiendo de lo general a lo particular, yo diría como muy importante -discúlpenme pero en el servicio que está a mi cargo, y a los profesionales que están trabajando con nosotros les digo lo mismoque no podemos olvidarnos de hacia dónde vamos cuando intervenimos en una situación concreta, y es que con la ley 114 se crea un sistema de protección integral; este sistema de protección integral está compuesto por políticas, planes y programas, que es lo que planteaba María Elena en las recomendaciones; políticas compensatorias para garantizar la igualdad de derechos en aquellos casos en que los chicos no puedan ejercerlos por sí mismos, o sea, es una discriminación positiva para el acceso a políticas. Otro punto son los órganos administrativos de protección de derechos, en este caso, en la Ciudad de Buenos Aires es el Consejo de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes el órgano específico que intervendrá en los casos de amenaza y vulneración de derechos. Órganos judiciales de protección de derechos; en el ámbito de la Justicia, todavía está la Justicia Nacional, la Justicia de la Ciudad todavía no tiene competencia en cuestiones de familia. 26 Papeles de trabajo

27 Procedimientos, que es lo que requiere el sistema, o sea, los "cómo" de la amenaza o vulneración, cómo ponemos en funcionamiento, cómo garantizamos los derechos. Recursos económicos es otro ítem que integra un sistema de protección integral; la prioridad establecida en la Constitución en esta norma, dijimos protección, auxilio, cuidado y asignación presupuestaria, esto es lo que corresponde en la Ciudad de Buenos Aires. Medidas de protección: Si todo estuviera garantizado en la primera línea de inclusión en las políticas, no tendríamos que llegar a los límites de medidas de protección que son, en principio, medidas que tiene el Estado para garantizar al niño la inclusión en políticas, o sea que por sí mismo no se puede garantizar, algo pasa que se cae de las políticas de educación, de salud, de distintos programas y tiene que intervenir un organismo del Estado para incluirlo. Esto se llama "medidas de protección". Medidas excepcionales: Especiales, dice la ley 114, excepcionales va a decir la ley nacional. Estas medidas son las últimas de la pirámide, dentro de un sistema de protección integral, y significan la separación del niño del ámbito familiar. Entonces, si este es el sistema, este es el último lugar y todo lo demás tiene que tener su lugar, tiene que tener esta forma para que nosotros podamos trabajar. Qué nos dice la ley 114? Por qué las intervenciones nuestras en la Defensoría? Una de las primeras cuestiones que nos planteaba la ley 114 en el tema de procedimientos es los "cómo"; entonces, qué pasa cuando existe una situación de abuso físico, psíquico, sexual, tanto negligencia, malos tratos y explotación, que es lo que plantea la ley 114?, debe comunicarlo al organismo competente que, en este caso, es el Consejo de los Derechos. La ley establece que, en principio, debe comunicarlo a las defensorías zonales y a los organismos competentes, esta es una primera definición; o sea, la Ciudad de Buenos Aires en esta materia definió que obviamente es el Consejo la autoridad de aplicación de la ley y, entonces, la competente para recibir las denuncias en este tipo de situaciones. También dice qué hacer después de esto y establece que los organismos centralizados y descentralizados -nosotros- debemos realizar acciones sociales de protección. Las defensorías seríamos organismos descentralizados del Consejo de los Derechos, después voy a Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires 27

28 explicar qué son las acciones sociales de protección para garantizar escucha, atención al niño y las acciones inmediatas que se requieren para restablecer derechos. También habla de la intervención judicial en ese punto y dice que la puede solicitar el niño por sí, la puede solicitar su representante legal y la podemos solicitar nosotros; o sea que este es el abanico que establece, después vamos a ver algunas diferencias con la ley nacional. Para completar el plexo normativo en la Ciudad, tengo que agregar la ley del año 2005, es la Ley Nacional de Protección Integral de los Derechos del Niño; es una norma fundamental para nosotros, para la Ciudad de Buenos Aires fue fundamental, porque es la adecuación de la Convención a nuestro país, o sea, cómo nuestro país adecua los principios y características de la Convención al marco regulatorio interno, y es la norma que todos necesitábamos en los distintos ámbitos donde nos movíamos; fue necesario que apareciera la ley de Derechos para terminar de dar institucionalidad a un modelo que es el sistema de protección integral en la Ciudad de Buenos Aires. A la Ciudad también le vino bien porque con la ley 114 -que nosotros, con María Elena iniciamos todo el proceso del Consejo- costó mucho en las prácticas cotidianas, en las prácticas con los efectores, con nuestras propias prácticas poder traducir esto a un modelo de intervención diferente a lo que venía siendo las protecciones de personas en términos reales, y no protecciones de derechos, que es el nuevo paradigma. La ley también establece en el artículo 5 el derecho a la dignidad y a la integridad personal, que es el título específico de este grupo de derechos en que los niños pueden verse afectados. Ellos serían: derecho a no ser sometido a trato violento, discriminatorio, vejatorio, humillante, intimidatorio; no ser sometido a ninguna forma de explotación económica, torturas, abusos, desprotección sexual; es un artículo que, como ustedes ven, abarca un montón de situaciones por las que atraviesan los niños. Y también plantea que la persona que toma conocimiento de estas situaciones debe comunicarlo a la autoridad local de aplicación. La autoridad de aplicación, nuevamente, en la Ciudad de Buenos Aires es el Consejo de los Derechos. Entonces, en este caso, la norma nacional vino a ratificar algo que aportó a nuestro trabajo, ya que nos costaba muchísimo entendernos entre nosotros y, en muchos casos, trabajar con el Poder Judicial. 28 Papeles de trabajo