GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL COMO EJE DEL DESARROLLO SOSTENIBLE Y LA GOBERNABILIDAD LOCAL (Algunas propuestas para compartir)

Transcripción

1 GESTIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL Y NATURAL COMO EJE DEL DESARROLLO SOSTENIBLE Y LA GOBERNABILIDAD LOCAL (Algunas propuestas para compartir) Carlos Herz 1 1. El Perú posee una vasta y prodigiosa riqueza natural renovable que ha permitido en el tiempo el bienestar y la existencia de sociedades diversas. Perú cuenta con 84 de las 117 zonas de vida del mundo; 28 de los 32 tipos de clima del mundo; 25,000 especies de flora; 75,000 plantas endémicas; 4,400 plantas nativas utilizadas por la población; 128 plantas nativas domesticadas; 2,000 especies de peces marinos y continentales; 3,000 especies de orquídeas y acceso a 3 macrocuencas: Amazonas, Titicaca y Pacífico. 2. Junto a esta riqueza renovable, el Perú también ha tenido y tiene un gran potencial de recursos no renovables expresado en los minerales (oro, plata, cobre, zinc, plomo, hierro, estaño, principalmente) e hidrocarburos (gas y petróleo). Las reservas probadas y probables de los minerales e hidrocarburos mencionados son importantes pero no duraderas por lo que su extracción debe conllevar determinadas políticas que permitan aprovechar las oportunidades y beneficios económicos que esos recursos generen con el propósito de estimular o promover otras actividades productivas sí sostenibles, durante y cuando ya se haya dejado de extraer el recurso no renovable. Por otro lado, su extracción debiera darse sin afectar negativamente los ecosistemas que resguardan los recursos renovables ni a las sociedades locales que en muchos casos los han albergado durante siglos. 3. Muchas culturas han aprovechado de esa biodiversidad a lo largo de la historia no siempre de la mejor manera ni en beneficio del conjunto de la sociedad. Esa historia nos muestra la presencia de sociedades prehispánicas que lograron establecer un manejo más armónico de esos recursos y garantizar bienestar para sus poblaciones. Pero también la historia nos señala una posterior explotación irracional de muchos de esos recursos, primero los no renovables, principalmente el oro y la plata y luego renovables como el caucho, la madera, el guano de islas, entre otros. A la par con esa extracción insostenible se generó una agresión sistemática a las sociedades originarias que significó no solo desapariciones de vidas humanas sino la desarticulación de instituciones sociales y culturales (como los Incas) y la extinción progresiva de pueblos originarios (como en el caso de la Amazonía). 4. En la actualidad la configuración de los Estados modernos, incluyendo el del Perú en un mundo más globalizado e interconectado nos conduce a formas más institucionalizadas en el manejo de los recursos naturales y de generación de nuevas actividades económicas de producción y de servicios, aunque con el claro predominio de las actividades orientadas a la extracción de recursos naturales, 1 Agradezco los aportes de diversas personas a quienes se les ha venido consultando en estos últimos dos meses en que se compartió el documento. 1

2 renovables y no renovables, principalmente estas últimas. Al 2010, las exportaciones tradicionales corresponden al 77% del total exportado. De ello casi un 80% corresponde a exportación de minerales y un 11% a hidrocarburos. Le sigue un 8% de exportación de harina de pescado y productos agrícolas tradicionales. El sector no tradicional se ha mantenido en un 22% con ligeros incrementos, pero aun limitada agregación de valor. 5. Haciendo un rápido ordenamiento del territorio nacional peruano, un 50% de la superficie corresponde a bosques de diversa categoría (protección, producción, comunidades), un tamaño aproximado a todo el territorio de España. Asimismo, un 30% del territorio nacional está incorporado al sistema nacional de áreas naturales protegidas (equivalente a casi toda la superficie de la Alemania actual). En esos escenarios hay que mencionar la enorme importancia de la biodiversidad y los servicios ambientales que nos brindan los ecosistemas, no solo porque están directamente relacionados con la agenda de cambio climático, sino porque en términos económicos ambas vetas se proyectan en el mundo como dos de las más rentables y sostenidas para el futuro (biocomercio, captura de carbono entre otros). Por su parte unas 15 millones de hectáreas (cerca al 12% del territorio) están bajo concesión minera (equivalente a un área mayor que los tres países que conforman Benelux). En el caso de las concesiones para actividades de exploración y explotación de hidrocarburos están llegan solo en la Amazonía a mas de 52, equivalente a unas 10 millones de hectáreas (unas dos veces Holanda). 6. Conjuntamente con ese importante patrimonio natural, el Perú cuenta con una invalorable diversidad cultural, expresada en 72 nacionalidades y pueblos indígenas tropicales correspondientes a unas 12 familias lingüísticas que ocupan más del 10% del territorio nacional (equivalente a casi todo Portugal) a lo que se suman las sociedades andinas quechua y aimara. Todas ellas han logrado adaptarse y resistir en el tiempo en un dinámico proceso de intercambio cultural en el que hay que añadir la influencia de otras culturas como la española, africana y china, constituyendo una riqueza intercultural que se expresa en un sinnúmero de prácticas, representaciones y expresiones artísticas y festivas, lenguas nativas, cosmovisión, conocimientos y habilidades como la gastronomía, medicina, artesanía, tejidos y en diversos instrumentos, artefactos y espacios culturales, lo que ha permitido sentar las bases de una compleja identidad sin la cual no podemos construir nación. Esta enorme riqueza testimonia como nuestras muchas de nuestras expresiones culturales se mantienen vivas, intercambiando constantemente y aportando desde sus propios espacios y valores al desarrollo del país. Ese aporte fuera mucho más dinámico y reconocido si nuestro desarrollo se sustentara en un enfoque de interculturalidad. 7. Al lado de ese patrimonio cultural inmaterial antes señalado debemos resaltar aquel otro patrimonio cultural material que se expresa en la enorme riqueza arqueológica prehispánica que se calcula en no menos de 120,000 sitios que dan testimonio de la presencia de diversas culturas y de poblaciones que ocuparon de una manera racional nuestro territorio desde tiempos prehispánicos. Estas 2

3 manifestaciones culturales cubren un 5% del territorio nacional (unas 5 730,000 hectáreas, mayor que el territorio de muchos países europeos como Bélgica. Suiza y Holanda). A pesar del tiempo transcurrido y del notable descuido, saqueo y hasta destrucción que han sufrido muchos de estos lugares, nuevos hallazgos aparecen y muestran al mundo la enorme riqueza que el Perú posee cuya puesta en valor pareciera ser una de las mayores y urgentes medidas que los gobernantes debieran emprender. 8. Estas grandes expresiones del patrimonio natural y cultural debieran constituir los componentes fundamentales en que se sustente el desarrollo sostenible del país. Su aporte es múltiple: genera inversión y crecimiento económico diversificado, mejora la calidad de vida de las poblaciones involucradas, refuerza la identidad local y nacional, construye cohesión social y cultural, potencia las actividades agrícolas, industriales y de servicios diversos, contribuye sustancialmente en garantizar la seguridad alimentaria de la población, permite conocer nuestra historia y valorar con orgullo el pasado milenario, estimula la investigación científica y tecnológica y el saber e intercambio académico, los articula con otros sectores económicos y productivos, entre otros favorables resultados. 9. La puesta en valor del patrimonio cultural y natural no invalida la realización de otras actividades económicas como las extractivas pero las ubica en aquellos espacios territoriales donde deben realizarse bajo cumplimiento de adecuadas normas ambientales, económicas y sociales, y cuyo beneficio en tributación y responsabilidad empresarial debiera constituir un importante factor de desarrollo al facilitar las condiciones materiales para que las riquezas naturales y culturales devengan en recursos que beneficien a la población de manera perdurable. Los recursos que se obtengan de las actividades extractivas convenientemente constituidas (impuestos, canon, regalías, aportes sociales, etc.) en tanto provienen de una fuente de carácter temporal y fluctuante (por la duración de las explotaciones y por la variabilidad de los precios internacionales) debieran ser convenientemente aprovechados en otras actividades económicas (productivas y de servicios) que sí tengan la virtud de ser sostenibles en el tiempo tales como aquellas que devienen de una gestión eficiente e inclusiva del patrimonio cultural y natural. Podemos mencionar por ejemplo la ganadería de alta montaña, la artesanía textil, la orfebrería, la agroforestería tropical, la acuacultura, la promoción de energías renovables, las diversas formas de turismo enfatizando aquellas de carácter cultural y ecológico, entre otros, como parte de de programas enmarcados en una propuesta de desarrollo territorial. 10. Una expresión de valoración del patrimonio cultural y natural es su aprovechamiento a través de servicios turísticos. Como referencia, el turismo posee un fuerte impacto sobre el PBI del Perú (un 7%), además de constituir un sector de importante crecimiento del país. El turismo aun limitado para la enorme riqueza que se posee, emplea al 11% de la población económicamente activa del Perú ( empleos directos y indirectos), la mayor parte en hostelería y en el transporte. Pero así como el turismo puede ser un importante factor de mejora de la calidad de vida, si no es adecuadamente establecido puede 3

4 convertirse en un factor de agresión cultural y destrucción natural, así como de continuidad de una forma de acumulación extractiva en el que los beneficios generados no se sustentan en una distribución equitativa e inclusiva. El ejemplo podríamos tenerlo en Cusco en el que el incremento de la actividad turística (principal zona de atracción del país en ese rubro) no ha contribuido sustancialmente en la reducción de la pobreza que se solo se ha reducido 2 puntos a lo largo de 6 años según cifras oficiales (53.1% en el 2004 a 51.1% en el 2009). Sin señalar los posibles otros impactos en el ámbito de las relaciones interculturales. En cualquier caso, la sustentabilidad de cualquier forma de aprovechamiento de los recursos naturales (incluyendo el turismo) requiere la inclusión de los pueblos originarios y de las poblaciones locales como primeros beneficiarios garantizándoles calidad de vida en un escenario concertado de buenas prácticas ambientales y culturales. 11. Las diversas expresiones de patrimonio cultural y natural debieran convertirse además en las oportunidades para constituir gobernabilidad en el marco de un desarrollo territorial sostenible. En términos más concretos su puesta en valor debiera darse en escenarios que promuevan, refuercen y garanticen: - Participación efectiva de los diversos actores sociales y la búsqueda de consensos en un clima de tolerancia y diálogo; - Generación de mayores valores ciudadanos; - Construcción de plataformas público-privadas, redes sociales, económicas y culturales; - Fortalecimiento del Estado en sus diversos ámbitos; - Empoderamiento de las organizaciones sociales de base; - Construcción de emprendimientos económicos locales; - Fortalecimiento del asociacionismo municipal en mancomunidades; - Profundización de la descentralización; - Búsqueda permanente de equidad, inclusión y justicia social, de eficiencia y competitividad; - Vigencia del respeto pleno a los valores sociales en un enfoque de interculturalidad; de información y comunicación permanentes como parte de los mecanismos de transparencia y lucha contra la corrupción. - Fortalecimiento de la educación para el desarrollo territorial 12. Se podría decir que la mayoría de Municipios del país posee en sus territorios alguna manifestación de patrimonio cultural y natural que podría ser más potenciado y promovido como parte de sus planes de desarrollo económico y social local y de fortalecimiento de su identidad y cohesión cultural y social. Muchos de estas expresiones, continúan vivas gracias a los esfuerzos de poblaciones rurales que de generación en generación reproducen y trasmiten sus mitos, ritos, fiestas, idiomas, folklore, arte, sin contar con un soporte de las autoridades locales que permitan incorporar estos valores como parte de las prioridades de la gestión pública. Con urgencia se requiere de por lo menos dos importantes cambios. Uno es la voluntad y decisión políticas de la autoridad municipal de proteger, promover, potenciar y transformar ese patrimonio en un bien que otorgue beneficios directos a las poblaciones locales. El segundo es que 4

5 dicho patrimonio cultural pueda ser considerado como parte de un conjunto articulado de oportunidades que brinde cada territorio para su propio beneficio y del país en su conjunto, a saber, atractivos turísticos diversos, gastronomía, artesanía, industrias locales, etc. constituyendo una cadena de potencialidades que se complementan entre sí. Se puede retomar iniciativas como las de las industrias culturales. Asimismo, las propias actividades agropecuarias y forestales podrían reorientarse y estimularse en el marco de la puesta en valor de nuestro rico y vivo patrimonio cultural. En general se requiere construir una visión de desarrollo territorial que tome en cuenta la gestión sostenida de las cuencas partiendo de sus cabeceras donde se inicia el deterioro ambiental. 13. En el Perú recién se cuenta con nuevas autoridades municipales y regionales (periodo ) que tienen la oportunidad de empezar su correspondiente gestión tomando en cuenta estas potencialidades de desarrollo que puede brindar el patrimonio cultural y natural en el marco de sus planes de desarrollo tanto en espacios solo municipales, de mancomunidad o departamentales. Igualmente ya se cuenta con un Ministerio del Ambiente, creado hace dos años, y otro Ministerio de Cultura, de reciente constitución, en los cuales se debe realizar la incidencia necesaria para que actúen como las instancias nacionales que promuevan los enfoques antes señalados. Lo que hace falta es la articulación de políticas integrales que garanticen una coherencia nacional y regional en cuanto a ordenamiento, enfoque de cuenca y manejo ordenado y racional de recursos. 14. Una limitación persistente y que además constituye un gran desafío actual es la necesidad de contar con metodologías e instrumentos que permitan cuantificar el patrimonio cultural y natural, para valorar su aprovechamiento como recurso e insertarlo en los planes de desarrollo económico local. Esta limitación, y en otros casos descuido, ha devenido en que muchos actores sociales, políticos y económicos no le otorguen a estas potencialidades la prioridad que debieran tener para ubicarlas como factores claves del desarrollo nacional y local. Por ejemplo, el incremento de poblaciones pobres extrayendo artesanal e informalmente oro en ecosistemas frágiles como los tropicales, destruyendo y contaminando importantes recursos (hídricos, fauna y flora) no puede ser explicado simplemente como un tema ambiental o de actuación ilícita. Debiera entenderse como resultado de un escenario de inequidad, exclusión, pobreza, desinformación, falta de apoyo técnico, organizacional y crediticio, que empuja a tales poblaciones a situaciones anómalas y no les permite orientarse a un aprovechamiento de los recursos naturales compatibles con un modelo de sostenibilidad. 15. En el marco de esta suerte de tesis es que se proponen algunas líneas de acción que orienten el accionar de nuestras instituciones: a. Elaborar y poner en práctica políticas públicas e instrumentos normativos regionales y locales que definan la voluntad de poner en valor el patrimonio cultural y natural. b. Facilitar el debate sobre los paradigmas de desarrollo y los modelos de acumulación que propongan caminos diversos, alternativos y complementarios 5

6 para construir desarrollo sostenible teniendo como una de sus pilares la puesta en valor del patrimonio cultural y natural. c. Organizar la información necesaria que permita conocer el estado del arte del patrimonio cultural y natural a manera de inventarios o base de datos, proyectos en ejecución, instituciones involucradas, entre otros que nos permita una mínimo de especialización y de conocimiento para difundir e intercambiar. d. Crear canales de información y comunicación que permita conocer la problemática de la gestión del patrimonio cultural y natural. e. Elaborar proyectos de desarrollo orientados a poner en valor el patrimonio cultural y natural en el marco del desarrollo territorial. f. Promover acciones concretas ante el cambio climático, biocomercio así como la protección y denominación de origen de íconos nacionales g. Estimular y realizar esfuerzos para una real valoración económica, social, cultural y ecológica del patrimonio ambiental midiendo su competitividad como parte de un enfoque integrador y sostenible. h. Hacer visible la articulación de las potencialidades de aprovechamiento del patrimonio cultural y ambiental con los otros componentes o actividades económicas de producción de bienes y servicios (agropecuarias, turismo diverso, investigación, innovación tecnológica, educación, etc.) i. Identificar espacios territoriales y organizar un plan de gestión cultural en el marco del plan de desarrollo territorial que se formule en ese espacio. j. Generar las condiciones para constituir una red temática de gestión del patrimonio cultural y natural, en el marco del desarrollo territorial. k. Incorporar en el debate sobre la gobernabilidad y la descentralización el componente de la gestión del patrimonio cultural y natural. Preparar las condiciones para la transferencia de competencias culturales a los Gobiernos Regionales y Municipios a partir de enero del l. Fortalecer a los gobiernos distritales, provinciales y regionales en la temática del desarrollo económico local y desarrollo territorial que motive y fortalezca la gestión de las potencialidades para el aprovechamiento del patrimonio cultural y natural de las regiones. m. Generar las condiciones para relacionar a los gobiernos locales con las universidades (convenios) para generar las metodologías e instrumentos que permitan cuantificar el patrimonio cultural y natural, en los diferentes municipios y/o regiones. 6