HACIA EL CARNET POR PUNTOS

Transcripción

1 XVII Jornadas ABBA EL USUARIO DE LA BIBLIOTECA DE ARQUITECTURA CONSTRUCCION Y URBANISMO COADE Badajoz 21 OCTUBRE 2006 COMUNICACION LA FORMACION DE USUARIOS EN BIBLIOTECAS DE ESCUELAS DE ARQUITECTURA HACIA EL CARNET POR PUNTOS Julen Zabala Alonso Bibliotecario de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura julen.zabala@ehu.es Biblioteca Universitaria UPV/EHU Biblioteca ETS Arquitectura Plaza de Oñati, Donostia-San Sebastián Tel Fax sarbibli@sc.ehu.es

2 1 Agradecer, en primer lugar, a la organización de las XVII Jornadas ABBA, y muy especialmente a Pilar Soto, la invitación para presentar esta breve, y preparada además con suma premura, comunicación sobre la Formación de Usuarios en Bibliotecas de Escuelas de Arquitectura. Nada más enviarle el título de la comunicación, de lo más aséptico por cierto, y reflexionando sobre el tema, pensé en uno mejor, que se adecua más a lo que me parece debe ser la formación de usuarios, y no únicamente en las universitarias, sino en cualquier biblioteca especializada y hasta pública: Hacia el carnet por puntos. Así que permitidme que al menos utilice esto como subtítulo. Esta misma semana, el pasado miércoles, se presentó en mi biblioteca un nuevo profesor de la Escuela, que va a realizar una sustitución. Deseaba darse de alta como usuario y al introducir sus datos me encuentro con que ya figuraba como alumno de tercer ciclo, es decir de Doctorado, en otro centro de la misma Universidad. Al modificar sus datos, se me ocurrió preguntarle si conocía el funcionamiento de los servicios bibliotecarios, a lo que me contestó que bueno, que había realizado búsquedas en alguna base de datos. Al insistirle si conocía Papyrus, que es como se denomina nuestro Catálogo Colectivo, me contestó que lo desconocía por completo. De inmediato pensé que no es posible, que algo falla, cuando un alumno de un curso de tercer ciclo de nuestra Universidad no sabe ni qué es el Catálogo, que los bibliotecarios consideramos la herramienta básica, primaria y primordial, de acceso a la información, al fondo documental de la Biblioteca. En fin, que a pesar de todo, le di de alta como profesor en nuestro registro de usuarios, validando su carnet universitario como usuario de la Biblioteca en esa categoría. Pero no sin un gran desasosiego por mi parte

3 2 Porque siempre he considerado que el profesorado universitario desempeña un papel fundamental de intermediario entre la Biblioteca y el alumnado, y que debe ser el aliado natural de los bibliotecarios: precisamente para adelantarnos a las necesidades de los alumnos, preparar adecuadamente las bibliografías básicas de las diferentes asignaturas, elaborar dossier documentales, desempeñar, en definitiva, adecuadamente nuestro papel Este nuevo profesor difícilmente podrá promocionar entre su alumnado los servicios bibliotecarios, puesto que desconociendo el funcionamiento del Catálogo, no sabe cuáles son nuestros recursos, con qué manuales de su asignatura contamos, qué publicaciones periódicas dispone nuestro fondo y desde cuándo Y aquí es donde suele saltarme la idea del carnet por puntos para el usuario de la Biblioteca. A este nuevo profesor, antes de darle sin alta sin más como usuario de la Biblioteca, deberíamos darle un curso acelerado de formación. Tendría que conocer perfectamente nuestros recursos, nuestros fondos de obras de referencia, manuales, monografías y revistas, las bases de datos pertinentes, los formularios de reservas, peticiones de adquisiciones y solicitudes de artículos del servicio de documentación o préstamos interbibliotecarios, el banco de imágenes, los gestores de citas bibliográficas, los servicios bibliotecarios y un largo etcétera y, por supuesto, nuestro dichoso Catálogo Colectivo. Y es necesario que ese conocimiento de lo que es la Biblioteca Universitaria sea evaluado. Para obtener el carnet de la Biblioteca debería superarse un examen y unas pruebas prácticas, como ocurre para obtener el carnet de conducir. Y, del mismo modo que se ha impuesto este carnet por puntos, ante las infracciones bibliotecarias y bibliotecarios deberíamos ir quitándoselos a nuestros usuarios. Sin puntos, ya se sabe, nuevas pruebas a superar. Pero este nuevo profesor no es la excepción, ni mucho menos, en una Escuela de Arquitectura. Es lo habitual. Muchas veces dudo que los profesores arquitectos hayan utilizado la Biblioteca de su Escuela en su época de estudiante.

4 3 Y me cuesta pensarlo, porque el alumnado actual utiliza muchísimo la Biblioteca: se informa, busca en enciclopedias, en libros, en revistas, en internet, fotocopia y fotocopia, escanea imágenes y artículos, en fin, está habituado a manejar documentación. Otro cantar es cuando vienen a por un libro concreto, saben que es de instalaciones y de color azul, o que contiene los planos de la casa tal del arquitecto fulano, o la revista que trata del arquitecto mengano Desconocen, por completo, que los libros, además de tamaño y color, suelen tener autoría, título y editorial o que se editan y reeditan, que las revistas, como publicaciones periódicas que son, tienen periodicidad y número, además de título Pero si así nos realizan estas peticiones suele ser porque así, tal cual, se lo han dicho los profesores: ir a la biblioteca a por el libro rojo de esos holandeses, por ejemplo. Este desconocimiento de lo que son las referencias bibliográficas y la elaboración bibliográfica debe ser muy propio de los arquitectos, y al parecer, según me cuentan, de los que se dedican a lo técnico, puesto que en otras áreas de conocimiento he conocido profesorado que lo tiene muy en cuenta, que elabora bibliografías con gran rigor y que eso lo transmite a su alumnado. Así, en Filosofía, son muy cuidadosos con las ediciones, pues una traducción de, sea un poner, El banquete de Platón no es igual en una que en otra edición. También es cierto que la producción de muchas áreas de conocimiento, a diferencia de la Arquitectura, se evalúa a partir de la publicación científica, donde la presentación de referencias bibliográficas sigue unas pautas muy exhaustivas y precisas. El mismo día en que se me presentó el nuevo profesor de la Escuela, esta misma semana, como digo, otro profesor me preguntó si la Biblioteca aceptaría la instalación de un escáner, pues el Departamento de Arquitectura estaba dispuesto a su financiación.

5 4 Claro, me decía, él no venía mucho a la Biblioteca porque le resultaba un engorro ir sacando los libros en préstamo y escasear lo deseado en su despacho o Departamento. Además, bibliotecarias y bibliotecarios tenemos muchísimas manías, para qué recordar nuestro extraño concepto del orden, basado en incomprensibles cifras, letras, puntos, paréntesis, guiones, comas y hasta puntos y comas O la de recordar cada año, o cosa así, que deben devolver aquel libro que sólo querían un par de días para preparar una conferencia. En fin, que dentro de esas mismas manías se encuentra la de excluir de préstamo diccionarios, enciclopedias, libros antiguos y los de gran tamaño y las revistas. Esto era lo que realmente le inquietaba a ese profesor, porque claro, lo de los libros era un engorro, pero lo de las revistas era del todo imposible, porque quieras que no, al intentar sacar un ejemplar de la Biblioteca pitaba y pitaba en la puerta. Y toda la biblioteca se levantaba de su asiento y le acusaba, con la mirada, de ladrón. Hombre, pues que sí, que podría fotocopiar revistas en la Biblioteca, incluso en color, pero que ya en estos tiempos, en los que las nuevas tecnologías nos invaden, en esta sociedad de la información, a dónde vamos con la antigualla de las fotocopias, pues lo que necesita es la imagen digitalizada. A lo que iba, que si dispusiera de un escáner en la Biblioteca, pues que vendría más. Me estaba poniendo malo por momentos. Hace meses que la Biblioteca ofrece el servicio de escáner a sus usuarios. Atónito, sin más. Sin duda, algo falla, en nuestras bibliotecas. Ya no sólo desconocen cuáles son nuestros fondos bibliográficos, sino también los servicios que ofrecemos. Debemos, sin duda, apostar por un cambio en nuestros hábitos de trabajo, reducir al mínimo labores de catalogación y otros procesos internos y dedicar mucho más tiempo a dar a conocer por todos los medios al alcance nuestros recursos a los usuarios potenciales.

6 5 Indagué un poco más y pregunté a este profesor que necesitaba imperiosamente ese escáner que ya teníamos en la Biblioteca si estaba interesado en alguna cosa en concreto. Bueno, pues que necesitaba, por ejemplo, escanear imágenes del Kursaal. No era necesario que perdiera el tiempo, le dije, pues la Biblioteca disponía de una gran cantidad de imágenes de ese edificio en el Banco de Imágenes. Se las enseño y se queda asombrado. Es más, no hacía falta que viniera a la Biblioteca para poder verlas o descargarlas, lo podía hacer perfectamente desde su despacho, como cualquier profesor de nuestra Universidad. En la era de las nuevas tecnologías, en esta sociedad de la información, las bibliotecas están a la altura. Bibliotecarios y documentalistas hemos invertido, en poco tiempo, un enorme esfuerzo de adaptación y reciclaje; y nuestra profesión ha cambiado como pocas, pasando rápidamente de fichas manuales y clichés a dominar herramientas electrónicas. En fin, que la Biblioteca había traspasado muros y ya era accesible desde su propio despacho, que muchas de las imágenes digitales que requería este profesor no hacía falta que las escaneara, que allí estaban, en el Banco de Imágenes, y que si necesitara otras, no tenía más que pedírnoslo. Además, al Banco de Imágenes se accedía desde Papyrus, que como ya os he dicho, es el Catálogo Colectivo de nuestra Biblioteca Universitaria, para facilitar las cosas. Y aquí llega de nuevo la tragedia, el profesor no tenía ni idea de lo que era esa cosa con ese nombre tan raro medio egipcio. Nuevo fracaso. Bueno, la Biblioteca ya no era sólo física, también había una Biblioteca Virtual que entraba, a través de PCes y Macs, en despachos y dependencias de la Universidad. Pero todo este enorme desconocimiento sobre la Biblioteca Electrónica sólo puede superarse con planes efectivos de Formación de Usuarios.

7 6 Ese mismo día, el pasado miércoles como digo, mientras intentaba repasar apuntes sobre formación de usuarios de nuestra Biblioteca Universitaria, recibí la llamada angustiosa de otro profesor. Necesitaba con urgencia, como siempre inusitada, no sé qué norma sobre no sé qué. Y lo dejó en mis manos. Introduje los pocos datos que me dio en Google y, hala, a buscar. Allí estaba, en la primera línea la candidata, y en un click, tenía ante mí la norma completa en formato PDF. Imprimir y enviar la copia al casillero del profesor. Para qué seguir. Podríamos poner mil ejemplos de las necesidades en habilidades informacionales de nuestros usuarios, de los usuarios de Bibliotecas de Arquitectura. En nuestra Biblioteca Universitaria preparamos una propuesta de cursos de formación de usuarios para impartirlos como actividades complementarias de formación, con los que el alumnado consiguiera créditos de libre elección. Aquí os voy a presentar someramente el programa, que no ha podido implantarse por falta de recursos humanos y medios técnicos. Señalaros, primeramente, estas consideraciones que hacíamos en el informe: Es necesario involucrar a todos los bibliotecarios en el plan de formación. Debe darse a conocer a todo el personal el plan de formación y propiciar el debate de sus objetivos y contenidos entre todos. Pensamos que hay poca motivación entre el personal para llevar adelante tareas de formación. Asimismo sería necesaria la formación de los bibliotecarios en los recursos bibliográficos y técnicos de recuperación de la información. Sólo con formadores bien formados podremos ofrecer cursos de calidad. Se proponían dos programas diferenciados: a) Básico: destinado al alumnado de primer ciclo b) Especializado: destinado a segundo ciclo

8 7 Programa Básico Módulo 1: Introducción a la Biblioteca Universitaria Se trata básicamente del curso que actualmente ofrecemos al alumnado de primer curso, dando una visión general de los servicios y recursos de la Biblioteca Universitaria y de la Biblioteca del Centro. Se incluye una visita a la Biblioteca, que pudiera contener alguna actividad práctica. Módulo 2: Catálogo de la Biblioteca Universitaria En este módulo, que también se ofrece en general actualmente, se enseña a hacer búsquedas en Papyrus. Dispone de dos partes: en la primera el bibliotecario realiza la exposición y en la segunda los alumnos realizarán individualmente ejercicios de búsqueda. Módulo 3: Revistas y sumarios electrónicos Debe estar enfocado al alumnado de los primeros cursos, por lo que debe contar con una especial selección de los proveedores y revistas que más les pueden interesar. La idea principal del curso es: a) localizar revistas de las que la Biblioteca Universitaria tiene suscripción electrónica y b) utilizar las revistas electrónicas como recursos en los que también se pueden hacer búsquedas, sobre todo para aquellos alumnos que no tienen acceso a las bases de datos Módulo 4: Fuentes de Información en Internet Curso de introducción en el que se hará especial hincapié en cuándo utilizar Internet como fuente de información y cómo hacer las búsquedas: buscadores, directorios..., características, ventajas e inconvenientes de cada uno... Módulo 5: Elaboración de citas bibliográficas Cómo citar tanto trabajos editados en papel como recursos electrónicos, cómo distinguir las referencias de los distintos tipos de documentos, componentes de las referencias bibliográficas, los manuales de estilo... Módulo 6: Trabajo práctico Hacemos una serie de propuestas para evaluar el aprendizaje del alumnado e indirectamente nuestro trabajo y el de la programación de estos cursos.

9 8 Programa de Especialización Módulo 1: Introducción a la Biblioteca Electrónica Se trata de dar una visión general de los recursos electrónicos de la Biblioteca Universitaria, sobre la base del curso ya presentado el año anterior, en el Programa Básico Módulo 2: Fuentes de información en el área de... a) Introducción: cómo elaborar una estrategia de búsqueda y dónde encontrar la información: ipac / bases de datos / internet, diferenciando sus características y considerando que ya se ha tratado el catálogo con anterioridad. Los dos últimos tienen un tratamiento específico en las siguientes partes del módulo. b) Bases de Datos: presentación de las disponibles en la Biblioteca Universitaria, cómo elegir la adecuada y explicación de todo el proceso de búsqueda y obtención del documento primario. Para ello se puede utilizar una base de datos sencilla y en español, tipo CSIC. c) La tercera parte, dedicada a Internet, tiene como novedad respecto al programa Básico el tema de la evaluación de la información recuperada en Internet. Módulo 3: Monográficos de bases de datos Hemos realizado una planificación (limitada al Campus de Gipuzkoa) que permita a todo el alumnado elegir entre un mínimo de 3 bases de datos que le pueda interesar y completar de ese modo cuatro horas con 2 cursos. Módulo 4: Recursos en Internet en el área de... Debe basarse en los recursos ofrecidos en la página web de la Biblioteca Universitaria, pero no realizando una mera descripción (que debería incluirse en la propia página web) sino partiendo de la pregunta: Dónde buscarías tal información? Qué recursos utilizarías: el ipac, las bases de datos, internet?... Módulo 5: Trabajo práctico De igual modo que en curso Básico, se trata de realizar una serie de propuestas que nos permitan evaluar el aprendizaje del alumnado y, de igual modo e indirectamente, nuestro propio trabajo. [Finalmente veamos algunos temarios de estos módulos y la planificación de los cursos.] Muchas gracias.