I ENCUENTRO HACIA UNA PEDAGOGÍA

Transcripción

1 CENTRO CULTURAL DE LA COOPERACIÓN FLOREAL GORINI I ENCUENTRO HACIA UNA PEDAGOGÍA EMANCIPATORIA EN NUESTRA AMÉRICA DIRECTORES DE LA PUBLICACIÓN: PABLO IMEN PABLO FRISCH NATALIA STOPPANI Publicación Anual - Nº 1 ISSN: X

2 Título de la publicación: I Encuentro hacia una Pedagogía Emancipatoria en Nuestra América Directores de la publicación: Pablo Imen, Pablo Frisch, Natalia Stoppani Título del artículo: El derecho a la educación de las personas con NEE. Del reconocimiento formal hacia el ejercicio real Autor/es del artículo: Schuchard María Del Milagro Director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini: Prof. Juan Carlos Junio Subdirector: Ing. Horacio López Director Artístico: Juano Villafañe Secretario de Ediciones y Biblioteca: Jorge C. Testero Secretario de Investigaciones: Pablo Imen Secretario de Comunicaciones: Luis Pablo Giniger Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini Av. Corrientes 1543 (C1042AAB) - Ciudad de Buenos Aires - [011] De los autores HACIA UNA PEDAGOGÍA EMNACIPADORA EN NUESTRA AMÉRICA

3 Exponente: SCHUCHARD MARÍA DEL MILAGRO Título de la ponencia: El derecho a la educación de las personas con NEE. Del reconocimiento formal hacia el ejercicio real Fundamentación: Necesidades educativas especiales, Integración, Escuelas especiales, entre otros términos, giran en torno a la inclusión de niños con discapacidad en las escuelas comunes. Muchas veces, la presencia de niños integrados genera temores e incertidumbres entre los distintos protagonistas de la comunidad educativa. La integración de niños con NEE requiere para su éxito; el trabajo mancomunado del equipo docente de las escuelas comunes, de escuelas especiales y de los padres. La Educación Especial ha sido pensada como una modalidad que debe acompañar a las instituciones en los distintos niveles, del sistema educativo; pero en ocasiones, dicha función puede no ser comprendida o ejercida como fue ideada. Pensar una educación inclusiva presume infinitas oportunidades para enriquecer el proceso de enseñanza y aprendizaje, pero por lo general, sus protagonistas no suelen vivenciar de esta manera el proceso de integración. Es así, que las integraciones pueden llegar a percibirse como instancias de suma tensión, que exige mayor preparación del maestro de común y, que al mismo tiempo ve obstaculizada su labor respecto a la atención y dedicación hacia al resto de los alumnos. Las integraciones, en consecuencia, representan un verdadero desafío pues sus actores deben adaptarse y sobrellevar de la mejor manera el ciclo lectivo. La incomodidad, el malestar, la falta de comunicación, entre otros son algunos resultados negativos que se presentan cuando los actores de dicho proceso, no entienden el rol que deben desempeñar. El presente trabajo propone desarrollar una breve descripción de la Educación Especial como modalidad, a fin de promover una mayor comprensión y plantea, además, condiciones que propician el pleno desarrollo de la inclusión e integración escolar. Desarrollo: La Ley afirma que la educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía y la identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, y respetar los derechos humanos y libertades fundamentales. En el caso de las personas con discapacidad, en el art. 11, inc. n) se menciona que la Educación Especial ha sido creada para brindar atención educativa a todas aquellas problemáticas específicas que no pueden ser abordadas desde la educación común. De este inciso, se despliegan también, las funciones que le competen: atender específicamente a la diversidad, contener, asesorar y acompañar a los distintos actores del sistema educativo a fin de garantizar el cumplimiento de la educación obligatoria de los alumnos con NEE (necesidades educativas especiales) Pero, la Educación Especial no debe atender a tales personas, de manera fragmentada sino en cooperación con el resto de las instituciones en todos los niveles del sistema educativo, a fin de garantizar la concreción de las trayectorias escolares de dicha población. El art. 42, describe a la Educación Especial como una modalidad del Sistema

4 Educativo destinada a garantizar el derecho a la educación de las personas con discapacidad, temporales o permanentes, en todos los niveles y modalidades del sistema. Entender la Educación Especial como una modalidad significa que es transversal al Sistema Educativo, y por eso, la articulación y la coordinación entre las instituciones y sus protagonistas son fundamentales para alcanzar el éxito, no solo de las políticas educativas de igualdad, calidad e inclusión, sino también del desarrollo pleno de los derechos de las personas con discapacidad. A la Ley de Educación Nacional se suman, entre otros, dos aportes sumamente importantes; por una lado la Resolución CFE Nº 79, que destaca la condición de sujetos de derecho, de las personas con discapacidad y fija como prioridad que las mismas reciban la atención adecuada para concretar su escolaridad. Al ser una modalidad la Educación Especial debe operar de manera tal que los alumnos con NEE gocen del derecho a la educación, incentivando su pertenencia en los distintos niveles educativos y erradicando cualquier intención que presuma una educación paralela o segmentada dentro de los mismos. Por otro lado, la Resolución CFE Nº155 detalla con mayor precisión la política de la modalidad de la Educación Especial, en vista de propiciar la articulación con los distintos niveles y orientaciones del Sistema Educativo, garantizando así, la presencia de una cultura inclusiva en todas las instituciones educativas. La UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) define a la inclusión como una estrategia dinámica para responder en forma proactiva a la diversidad de estudiantes y concebir las diferencias individuales no como problema sino como oportunidades para enriquecer el aprendizaje. Es decir, que la inclusión es una nueva visión de la educación basada en el respeto y valoración de la diversidad, por la que se anulan las barreras y obstáculos que impiden el aprendizaje y la participación de todos los estudiantes, más allá de sus particularidades. La educación inclusiva demanda la capacidad, de quienes formamos de alguna manera el Sistema Educativo, de atender a todos los niños, adolescentes, jóvenes y adultos, sin exclusiones de ningún tipo para que puedan aprender juntos e independientemente de sus condiciones personales (física- psicológicas), sociales o culturales. Para ello, resulta enriquecedor reafirmar el modelo social de discapacidad, en detrimento de la concepción biológica de discapacidad. El paradigma social de discapacidad, parte de la concepción de una sociedad, cuyas personas representan la diversidad misma en esencia. Se considera que existen diversos elementos en el entorno físico o social de las personas que limitan o restringen sus vidas (hándicaps o barreras). Es decir, que la perspectiva social concibe a la discapacidad, como una restricción social que aísla y excluye de la plena participación en sociedad, más allá de las condiciones particulares del individuo. A partir de esta concepción de discapacidad surgen dos premisas, que debemos considerar; la primera, afirma que no son las limitaciones individuales las raíces del problema, sino una sociedad construida sin considerar la diversidad y su incapacidad para prestar servicios apropiados que garanticen que las necesidades de estas personas sean satisfechas. La segunda, adjudica un rol protagónico a las personas con discapacidad, dado que tienen mucho que aportar a la sociedad. De esta manera, partiendo de la base de que toda vida humana es igualmente digna, resulta muy importante destacar que todos los seres humanos presentamos déficit en alguna de las áreas de nuestras vidas, sin embargo, esto no nos resta valor. Por su parte, el modelo biológico de discapacidad acentúa la deficiencia física o psíquica notable, en las personas con discapacidad y, promueve acciones que rehabiliten dicho hándicap. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad fomenta el desarrollo de la educación inclusiva en todos los niveles de enseñanza y a lo largo de

5 toda la vida. Desarrollar una educación inclusiva exige, que todos los actores de los distintos niveles educativos sean responsables de: Desarrollar plenamente el potencial humano y el sentido de dignidad y la autoestima y reforzar el respeto por los derechos humanos ( ) Desarrollar al máximo la personalidad, los talentos y la creatividad de las personas con discapacidad, así como sus aptitudes mentales y físicas. Hacer posible que las personas con discapacidad participen de manera efectiva en una sociedad libre (Cita textual, Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo. ONU. 2008) El acceso a la educación inclusiva, es uno de los derechos prioritarios que se le reconocen a las personas con discapacidad y se fundamentan en múltiples normativas y reglamentaciones. Para lograr su adopción y ejercicio, los Estados en este caso el Estado Nacional- han establecido un Plan Nacional de Educación Obligatoria, que exige que todas las instituciones que pertenecen al Sistema Educativo desplieguen diversos dispositivos para garantizar las trayectorias escolares de los alumnos con NEE. Los valores que promueven este paradigma se basan en el reconocimiento de las personas con discapacidad como sujetos de derecho. La vigencia del derecho a la educación convierte al alumno con NEE, en acreedor de una educación integral, de calidad y que lo instrumente para desenvolverse positivamente, luego de egresar. La sociedad históricamente ha excluido a las personas por diferentes motivos: diferencias políticas, religiosas, étnicas, etc Lamentablemente, la escuela, no ha sido un ámbito de excepción. Pero como también representa un lugar de transformación social, es allí donde debemos asentar las bases para una sociedad inclusiva, a través de la escuela de y para todos. Cuando hablamos de una escuela de y para todos, hacemos referencia al respeto y valoración hacia la diversidad. El concepto de diversidad nos remite al hecho de que todos los alumnos tienen necesidades educativas individuales, propias y específicas para acceder al conocimiento, socializarse e integrarse activamente en la sociedad. Consecuentemente, para alcanzar el éxito en tales procesos demandan atención de un adulto experto, o con mayor experiencia y conocimiento que él en tal saber. Estas actuaciones que los docentes realizan a lo largo del proceso de enseñanza y aprendizaje, son las mismas que demandará un alumno con NEE. Dado que todos los alumnos deben superar barreras para progresar en su aprendizaje. La clave, al recibir a alumnos con NEE en escuelas comunes, no está en identificar o destacar, mucho menos estigmatizar al alumno en función de su discapacidad o bien, porque deriva de una escuela especial, sino en hacerse cargo de la diversidad que presenta ese alumno y garantizar su inclusión y desarrollo pleno a lo largo de toda la trayectoria escolar, hasta el egreso hacia un nivel superior o taller protegido a través de prácticas inclusivas. El PE (Proyecto Escuela), los proyectos áulicos y otras propuestas curriculares deben reflejar la aceptación y esfuerzos por desarrollar una verdadera inclusión educativa. Dado, que la integración de los alumnos con NEE no es de carácter social, sino pedagógico.

6 La Escuela Especial debe proponer, asesorar y acompañar las propuestas educativas que se planteen a la hora de integrar un niño con NEE, sugiriendo los apoyos educativos (de acceso, curriculares, adaptaciones, etc...) que se requieran en cada caso. a fin de mejorar las condiciones de enseñanza y aprendizaje. La inclusión supone un trabajo integrado por los distintos profesionales, de escuelas común y especial, a fin de mejorar las condiciones de enseñanza y aprendizaje de dichos alumnos, promover el abordaje del currículum común con la posibilidad de desarrollar adaptaciones curriculares para atender las diferencias y particularidades de cada alumno. Vale la pena destacar, la relevancia del currículum como instrumento que propicia la igualdad de derecho a la educación, más allá de las adaptaciones curriculares que se lleven a cabo. Las diversificaciones curriculares deben realizarse sobre el qué, cómo y cuándo enseñar y evaluar. Abarcan objetivos, contenidos y su secuenciación, metodologías, criterios y procedimientos de evaluación. Es necesario no olvidar que, si bien el currículum responde a la transmisión de un bagaje de saberes que corresponden a nuestra cultura, es imprescindible la participación del sujeto que aprende. Las prácticas inclusivas, requieren considerar la diversidad del alumnado a la hora de planificar contenidos y actividades, de manera que motiven la participación de todos los alumnos y tengan en cuenta el conocimiento y se desenvolvimiento. Así, el currículum podrá ser utilizado como una herramienta dinámica y flexible, que garantiza la atención de todo su alumnado. Las adaptaciones curriculares pueden o no ser significativas. Este aspecto afectará a elementos prescriptivos del currículum oficial y por lo tanto, se deberán considerar durante la evaluación y posterior certificación del alumno con NEE. Pero, siempre se deberá ofrecer al alumno las temáticas que correspondan al grado en el que se encuentra inmerso. Obviamente, la presentación de dichos contenidos puede requerir la introducción de contenidos no contemplados en el currículum común o que formen parte del ciclo y no exclusivamente del grado en el que se encuentra, la ampliación de determinados aspectos de ese conocimiento, mayor ejercitación, etc El acceso al currículum y las diversificaciones curriculares suelen demandar el desarrollo de apoyos, que brindarán los profesionales de la Escuela Especial. Estos pueden ser: Atención específica del alumno, en función de las necesidades del alumnos con NEE (de acceso, curriculares, de estilo y ritmo, etc ) Asesoramiento y orientación, respecto a la presentación de los saberes presentados en cada unidad didáctica o proyecto áulico. Capacitación al personal de la escuela común y/o grupo familiar Cooperación y acción coordinada, a través de reuniones formativas. Seguimiento integral del niño, a través de la cumplimentación de los legajos de cada alumno integrado. Investigación, por medio de la cual podrán identificar las necesidades y barreras que se presentan en el aprendizaje, e intervenir con mayor precisión. Desarrollando instancias de aplicación de estrategias y utilización de determinados recursos, evaluando los resultados, comparando con otras metodologías más contemporáneas y adaptando el tratamiento. En este sentido, y en coincidencia a los conceptos antes mencionados, es necesario normalizar la presencia de alumnos con NEE, no para ignorar su presencia y calificar a la escuela como una institución inclusiva; sino para valorar la diversidad y propiciar un aprendizaje conjunto de todos los alumnos. Incluir a todos los alumnos en el sistema educativo y lograr que aprendan lo máximo posible es una tarea compleja, pero no imposible.

7 La clave para el éxito escolar de todos los alumnos, con y sin discapacidad, exige atender a las necesidades educativas de todos los alumnos por igual. Trabajar en la diversidad implica aceptar que en cada aula se encuentran niños con necesidades, intereses y motivaciones distintas. La condición más importante para el desarrollo de una escuela inclusiva, es que toda la comunidad educativa manifieste una actitud de aceptación, respeto y valoración de las diferencias. Para ello, resulta fundamental llevar a cabo actividades de información, sensibilización y capacitación porque uno de los obstáculos más frecuentes para el desarrollo de una educación inclusiva reside en la dificultad que presentan algunos de sus protagonistas para cambiar sus concepciones acerca del trabajo y la convivencia con la diversidad y la discapacidad. A partir de allí, los proyectos y acciones reflejarán la apertura hacia la diversidad y los esfuerzos hacia la concreción de una escuela de y para todos. Conclusión: A la hora de integrar niños con NEE, resulta fundamental repensar el enfoque que sustentará las distintas acciones que se llevarán a cabo. Desde el modelo social de discapacidad, se plantea que todos los educandos más allá de sus particularidades requieren una atención y un seguimiento personalizado. Dado que la homogeneidad en el alumnado, no es más que una utopía imposible de alcanzar. La educación inclusiva requiere de un marco institucional que conjugue la educación en general y la Educación Especial para ser parte de un sistema único. Las prácticas educativas inclusivas exhiben intervenciones coordinadas entre las instituciones y sus actores. La inclusión no significa una ruptura de los fines de la integración; sino que implica reorganizar el Sistema Educativo, para posibilitar el acceso, la permanencia y los logros de todos los alumnos. Las necesidades de los alumnos son vistas como necesidades de la institución y las diferencias están dadas por los estilos, ritmos, motivaciones para el aprendizaje. Los docentes, tanto de común como de Educación Especial, deberán desarrollar un trabajo coordinado a lo largo de cada ciclo lectivo a fin de promover la concreción de las trayectorias escolares de todos los alumnos e incluso de los alumnos con discapacidad. Bibliografía: UNESCO, Conferencia Internacional de Educación. La educación inclusiva: el camino hacia el futuro. Ginebra, noviembre Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y su Protocolo Facultativo. Aprobados por la Asamblea General de las Naciones Unidas, diciembre de OMS, Clasificación Internacional de Deficiencia, Discapacidad y Minusvalía. Manual de Clasificación de las consecuencias de la enfermedad