NOTAS DEL SIGNIFICADO AL SIGNIFICANTE A PROPÓSITO DE «RITORNELO > DE LEÓN DE GREIFF* INTRODUCCIÓN I Para el receptor de un mensaje, el significante o parte sensible lleva al significado. Por tanto, quien recibe la comunicación se traslada a través del significante a su contenido. Si recibe unos sonidos articulados de un código conocido capta intuitivamente el significado de ellos. El receptor de un poema o lector procede a la búsqueda de ese significado a través de un código visual la escritura, en el cual se ha transformado el código auditivo. La escritura es el signo de un signo, y desde el punto de vista del autor emisor es un mensaje que no espera respuesta o, si la espera, es una respuesta mediatizada. El sonido se hace visible y sólo adquiere audición cuando se convierte de nuevo en sonido mediante la lectura en alta voz. Para llegar al significado y a su expresión en un texto escrito he tomado como modelo la poesía Ritornelo de León de Greiff. Y he tratado a través del texto de reconstruir la significación primigenia buscando la estructura interna que lleva a la profundidad de donde éste ha podido emanar. Todo texto centrado en un tema puede considerar ese tema como un conjunto dentro del cual hay conjuntos incluidos vinculados a él. Esos conjuntos incluidos pueden ser además incluyentes de otros de significado secundario. Ninguno de los elementos del texto puede considerarse independiente de él, pues para el efecto es una parte del significado. En el Ritornelo se ha encontrado un tema que incluye otro tema, el cual a su vez incluye una serie de conceptos que al concretarse forman El poema Ritornelo fue publicado por primera vez en Variaciones alrededor de nada, Manizales, 1936 (reproducido en Obras Completas, tomo I, Bogotá, Ediciones Tercer Mundo, 1975, págs. 327-328).
TH. XXXVII, 1982 NOTAS 149 el cuerpo del poema. La nominalización de esos elementos corresponde a aquel concepto que se destaca en cada parte extraído del contexto. Pero es el contexto el que dará el significado definitivo a cada uno en el sentido de hacerlo parte de un todo unitivo. Esos elementos o piezas léxicas son, por tanto, nombres, nombres que aparecen tras la expresión y que van a ser presentados en muy diversas formas para conseguir el fin que el emisor quiere darles. Son nombres que, como conceptos, obedecen a una abstracción y que modificados, calificados o determinados, caben dentro del conjunto incluido. A veces esos nombres, al entrar en el contexto, cambian su morfología mediante las figuras retóricas en que se involucran; a veces ocupan un lugar secundario en la oración; a veces se hacen verbos; a veces entran por definiciones; a veces en circunloquios. Es decir, que esos nombres no están en pureza, sino adaptados a una finalidad expresiva. Es claro que en toda manifestación poética el significante implica al significado en el ritmo, la rima, la entonación, la armonía vocálica y consonantica... Para señalar lo cual hay necesidad de penetrar en la estructuración externa. Este pequeño ensayo sólo ha querido observar el caso que va desde el "qué se dice" hasta el "cómo se dice" en la fase primera de la expresión y el paso de lo general a lo particular, de lo genérico a lo específico, desde la visión totalizadora hasta la visión particular en un poema que en sí realiza la jerarquización del significado expresado mediante el todo y sus partes unidos entre sí por una relación de finalidad. II RITORNELO "Esta rosa fue testigo" de ese, que si amor no fue, ningún otro amor sería. Esta rosa fue testigo de cuando te diste rrríal El día, ya no lo sí sí lo sé, mas no lo digo, esta rosa fue testigo- De tus labios escuché la más dulce melodía. Esta rosa fue testigo: todo en tu ser son reía 1 Todo cuanto yo soñé de ti, lo tuve contigo... En tus ojos naufragué donde la noche cabial
150 NOTAS TH. XXXVII, 1982 En mis brazos te oprimía, entre tus brazos me hallé, luego hallé más tibio abrigo... Tu fresca boca besé donde triscó la alegría! Esta rosa fue testigo de tu amorosa agonía cuando del amor gocé la vez primera contigo! "Esta rosa fue testigo" de ese, que si amor no fue, ningún otro amor sería. Esta rosa fue testigo de cuando te diste mía! El día, ya no lo sé sí lo sé, mas no lo digo, esta rosa fue testigo. El texto de Ritornelo comprende un tema, rosa-presente, que incluye un subtcma, amor verdadero-entrega, el cual incluye a su vez nueve, centrados en Jos conceptos palabras, sonrisa, realización, pérdida de si, abrazo, posesión, beso, alegría, agonía. El estribillo "esta rosa fue testigo", inalterable, dos veces en cada estrofa, domina el poema como presencia: cuanto acaece es percibido por la rosa: en ella vive el desarrollo de la escena, ocupa el espacio y el espacio la une al subtema amor verdadero-entrega. En su condición de flor hecha persona, está en cada una de las partes del cuerpo del poema: escucha las palabras, ve la sonrisa, el naufragio, el abrazo, el abrigo o posesión, el beso, la alegría y la agonía. Amor verdadero surge en una oración condicional como un paradigma; entrega, en el verbo "dar", que lleva el pronombre "tú" hasta el pronombre "yo", realizado en "mía". Los dos conceptos se juntan para formar el subtema del cual se desprende el cuerpo del poema. El concepto de tiempo es un conjunto tangencial y se expresa como un cuando conocido, pero no dicho, un no decir con la apariencia de ignorar. Cada uno de los conceptos incluidos en amor verdadero - entrega se presenta de diferente manera en el contexto: Palabras aparecen en "la más dulce melodía" en un complemento objeto calificado por un superlativo y transformadas en música con vinculación a una primera persona que escucha y emanadas de los labios de una segunda persona. Así, el significado palabras se particulariza en un referente concreto.
TH. XXXVII, 1982 NOTAS 151 RITORNELO PALABRAS SONRISA (Milodfo) (dt tu t«r ) PERDIDA OE SI - AtRAZO - POSESIÓN (Hou(ro«lo) (Abrigo) El significado sonrisa se manifiesta como acción: "todo tu ser sonreía", y como expresión de todo el ser por efecto de la metonimia. El concepto se ha concretado y se ha extendido a todas las partes del ente en el cual se concreta. La realización se expresa en forma expositiva: Todo cuanto yo soñé de ti, lo tuve contigo. La primera persona halló en la segunda la realización de los sueños, los cuales se manifiestan a través de un tener y en referencia a un tú. De la imagen pasa al raciocinio. Con perderse en vuelve al referente de la escena amorosa. Perderse a sí mismo, olvidarse de sí es semejante a naufragar en el agua de unos ojos:
152 NOTAS TH. XXXVII, 1982 En tus ojos naufragué donde la noche cabía. El agua - ojos contiene la noche, lleva a la oscuridad en la mirada. Abrazo está en dos acciones: oprimir y hallarse en los brazos, correspondientes a quienes las ejecutan: yo, tú: En mis brazos te oprimía, entre tus brazos me hallé. Del abrazo pasa al abrigo: Luego hallé más tibio abrigo. Por donde abrigo es igual a posesión. Beso es la acción de besar en primera persona. La boca está impregnada de frescura. Tu fresca boca besé. La alegría trisca en la boca; se expresa en retozos. La alegría se hace viviente en la onomatopeya. La agonía, también elemento abstracto, se concreta en un tu y con el calificativo amorosa. Aparece en el gozo del amor por la primera vez: Esta rosa fue testigo de tu amorosa agonía cuando del amor gocé la primera vez contigo. El texto del poema se expresa desde un yo actuante y directamente involucrado en la escena. Hay un personaje, tú, que actúa a través de manifestaciones registradas por el yo. La primera persona omnisapiente está en naufragio, abrazo, beso y abrigo. La segunda, en melodía, sonrisa, abrazo, alegría y agonía. De los nueve conceptos constituyentes del cuerpo del poema, cinco significan acciones; uno, un raciocinio; dos, sentimientos; uno sensación térmica. Tres se refieren a una facción (boca): palabras, sonrisa y beso. En la expresión, uno admite perífrasis: abrazo. Tres se tornan acción verbal: sonrisa, naufragio y beso. Cuatro conservan su posición sustantiva: palabras - melodía, abrigo - posesión, alegría, agonía. Instituto Caro y Cuervo. CECILIA HERNÁNDEZ DE MENDOZA Ponencia enviada al XIX Congreso de Literatura Iberoamericana por la doctora Cecilia Hernández de Mendoza, en representación del Instituto Caro y Cuervo. El texto de la ponencia fue publicado por el Instituto Internacional de Literatura Iberoamericana en Texto/contexto en la literatura iberoamericana: memoria del XIX Congreso (Pittsburg, 27 de mayo - 1' de junio de 1979). Editores: Keith McDuffie y Alfredo Roggiano, Madrid, 1980, págs. 135-145. (Nota de la Redacción).