grades éxitos del periodismo americao Pete Hamill Sagre e las maos El mudo corrupto y brutal del boxeo Publicado hace ua década e Esquire, este texto de Pete Hamill deucia la decadecia y los peligros de u deporte que algua vez fue u arte. Combiació de homeaje y alegato, este paorama del boxeo se iscribe e la mejor tradició del periodismo deportivo. Los viejos amores demora mucho para morir. Puede sobrevivir decepcioes y separacioes, pequeñas crueldades y efímeras pasioes, pero fialmete sucumbe a la roedora erosió del tiempo. De proto, ua gélida mañaa, amaece muertos. Durate u tiempo demasiado largo fui amate del deporte brutal de las peleas de campeoato, pero ahora he llegado fialmete al gélido amaecer. No se puede amar a lo que habita ua alcatarilla. Y el mudo del boxeo es ahora más fétido y repugate de lo que jamás había sido e su escuálida historia. Cada mes, e esta era de premios multimilloarios, de la televisió por cable y del pago-por-eveto, las peleas de campeoato so arregladas por cocertació. Hay falsos campeoes e cada ua de las divisioes de pesaje. Chicos valietes asume egociacioes faustiaas para obteer peleas dode podría aspirar a títulos de campeoato, para luego ser robados y explotados por promotores rapaces. Cuado sus cerebros ya ha sido apaleados y sus ojos triturados hasta la ceguera será tratados como vagabudos, abadoados y e costate escario. E este país se trata mejor a los perros viejos que a los atiguos boxeadores de postí. Ya o quiero mirar más hacia ese mudo imudo y cotribuir e la cotiuidad de su existecia. Por lo meos, o e el estado e que se ecuetra actualmete. Cuado yo era jove y crecía e los bloques de apartametos de la Nueva York posterior a la Seguda Guerra Mudial, el pugilismo era el prícipe egro de todos los deportes. Desde luego, el béisbol era uestra religió secular, pero se jugaba e páramos soleados dode rara vez había jugadores lastimados. Muy poca gete de la América burocrática mostraba pasió hacia el futbol americao o el balocesto. 72 Letras Libres agosto 2007
Pero el boxeo exudaba el peligroso glamour de la oche urbaa. Los vieres por la oche viajábamos e metro hacia el viejo Madiso Square Garde. Ates de la fució, el lobby se atiborraba co los chicos rudos de barrio y policías que libraba, viejos boxeadores co las caras ajadas, apostadores de ojos muertos y sombreros gris perla co terciopelo e las solapas de sus abrigos. Había muchos aillos e meñiques. Alguos tipos iba co sus mujeres, criaturas carosas co cabelleras cegadoras y brillosos labios de graa. Todos fumaba y el aire mismo parecía cargarse co el imiete rito saguíeo. Estábamos todos ahí para preseciar la trasformació de la violecia e arte. E su máxima forma de expresió, el boxeo era u arte. Para mi geeració, el gra maestro era Sugar Ray Robiso, quie como campeó de peso welter y peso medio mostraba todas las cualidades que precisaba los grades luchadores: soberbia técica de boxeo, combiacioes e ráfaga de golpeo y el poder del ocaut e cada uo de sus puños. Él sabía de tácticas y de estrategias. Ejercía la astucia y la decepció. Preparaba espectaculares y elegates emboscadas. Por esa razó muchos de osotros lleábamos el Garde y otras areas o ta glamorosas de otras ciudades americaas. Queríamos ver a otro Robiso. No solamete por las habilidades que mostraba, sio por la otra imesa cualidad que os revelaba: corazó. No se trataba de simple valetía, pues sabíamos que cualquier hombre que se calzaba los guates y etraba a u rig teía u cierto grado de valetía o coraje, mayores a los de la mayoría de los hombres. Pero decir que u hombre teía corazó era u asuto más complicado. El boxeador co corazó era capaz de soportar el dolor co tal de poder producirlo. El boxeador co corazó aceptaba las crueles reglas del deporte. No debía i podía darse por vecido. Podía quedar desclasificado o superado, pero jamás buscaría ua salida. Por eso el Muhammad Ali del apasioate combate e Maila será recordado mucho tiempo después de que hayamos muerto todos: había sobrevivido el salvaje purgatorio llamado Joe Frazier y emergió orgulloso y triufate. E su más gloriosa expresió, el pugilismo o era ua película e la que cada acció estaba coreografiada y e dode siempre gaaba los bueos. Cuado veíamos ua pelea, sabíamos que el daño era real. La sagre era real. El dolor era real. Cuado había u guió, cuado el resultado era sabido au ates de que se lazara u puñetazo, la pelea estaba arreglada. E los años cicueta, cuado me la pasaba e el Gimasio de Sulliva y el Gimasio Gramercy, había peleas arregladas. Frakie Carbo y Bliky Palermo y otros gágsters se había adueñado del deporte; u campeó de peso ligero prestó su título e por lo meos dos ocasioes y la divisió de los pesos welter o era más que u motó de escoria. El objetivo de estas peleas arregladas era dar u golpe e las apuestas. Al boxeador se le daba diero para que perdiera. Uo podía hacerse de u bue diero si se llegaba a saber que u cotediete, abajo tres a uo e las apuestas, era el seguro gaador. Todos los metidos e el mudo del boxeo sabía lo que pasaba y los croistas deportivos tambié lo sabía. Jimmy Cao, del diario New York Post, llegó a defiir al boxeo como el distrito rojo de los deportes. La revelació pública de aquellas peleas arregladas casi mata al boxeo. Los viejos aficioados miraro hacia otro lado; si lo que quería era ficció, iría al cie. Los jóvees buscaro su violecia ritualizada e el fútbol americao, e el hockey sobre hielo, y ecotraro uevos modelos de elegacia e el balocesto. Los jóvees o empezaro a asistir a las peleas hasta el asceso de Muhammad Ali. Desde luego que, e tato agoizaba las peleas de box, hubo llamamietos para ua reforma. Hubo ivestigacioes y alguas codeas. U meguado úmero de aficioados fatalistas ecogiero los hombros. Era fútil quejarse sobre la corrupció e el boxeo; existía desde sus comiezos y sólo u ecio podría creer e su completa redeció. Tales aficioados sólo podía desear que la belleza de su arte sobreviviese de algua maera, como flores rebosates e medio de u basurero. Buscaba otro Robiso. Yo era uo de ésos. A través de los años, a pesar de todo lo que sabía, pervivía mi pasió. Había periódicos y revistas que me pagaba para cubrir peleas que yo mismo habría pagado por ver. Me he emocioado e peleas celebradas e la Ciudad de México y e Dublí, Tokio y Sa Jua. Cuado derribaro el viejo Garde, seguí asistiedo a las peleas e el atiséptico uevo Garde. Evetualmete, desapareciero los sombreros gris perla y los aillos e los meñiques. Las sutuosas rubias diero paso a las modelos aoréxicas. Yo seguía asistiedo a las peleas. E el camio llegué a creer que los boxeadores mismos estaba etre los mejores seres humaos que coocía. Estaba misericordiosamete libres de toda la mierda machista de tatísimos deportistas profesioales. Era tieros de ua forma masculia. No es accidete que a lo largo de cuareta años uo de mis amigos más cercaos fuera José Torres, que fue campeó mudial de peso ultraligero e los años seseta y, luego, Director de la Comisió de Deportes del Estado de Nueva York. Acostumbrábamos discutir e toro a las grades peleas co la pasió del etusiasmo. Ya o. Fialmete, luego de muchos años, he llegado al puto de reacció. Tal como se coduce ahora ese deporte resulta repulsivo. Mis objecioes o se refiere a sus brutalidades iheretes. Los americaos o puede jactarse de ser lo suficietemete civilizados como para sacioar al boxeo, cuado acepta teer el ídice de homicidios más alto del mudo desarrollado y sus políticos o so más que aduladores de los eloquecidos armametistas de la Asociació Nacioal del Rifle. Somos u país sumamete violeto. agosto 2007 Letras Libres 73
Mi revulsió es mucho más simple. Ya o quiero seguir siedo etreteido por u deporte cuyos participates está siedo sistemáticamete robados, permaetemete lesioados, e icluso, muertos. No me importa los máagers, promotores o los varios caales de televisió que trasmite las peleas e la seguridad de los hogares americaos. Si todos abordara u avió que se estrellase e los Alpes, o derramaría ua sola lágrima. Hablo aquí de los boxeadores. De los jóvees deportistas que os alquila su valor, los que sale de las calles más crueles de las peores ciudades y, durate uas pocas temporadas, gaa más diero que todas las geeracioes sumadas de sus familias. Hablo de quiees empuña el oro durate uas pocas y dulces temporadas, para luego ser despojados de él por rateros. Hablo de los veteraos co los cerebros revueltos. Los chicos prematuramete seiles que camia sobre los taloes. Si esos jóvees o puede obteer protecció, el boxeo debe quedar prohibido. II. El riesgo más evidete para u boxeador es el más ievitable: daño cerebral. Los boxeadores sabe que al etrar e combate arriesga todo, hasta su vida misma. Es parte del trato. Su cualidad persoal más atractiva es el fatalismo. So jugadores del úico deporte cuyo logro supremo cosiste e machacar al opoete hasta la icosciecia. Cada luchador, icluso el mejor de todos, sabe que algú día le puede suceder a él. Pocos boxeadores, y o muchos aficioados, sabe lo que realmete sucede. E u reportaje publicado e 1993 e The America Joural of Sports Medicie (Revista Americaa de Medicia Deportiva), los médicos suecos Ivoe Haglud y Ejar Eriksso resumiero los estudios clíicos más recietes e toro a las lesioes del boxeo. Aceptaba que hay meos lesioes e el boxeo que e el fútbol americao, rugby, fútbol, hockey sobre hielo, esquí alpio o carreras automovilísticas. Pero cosigaro que el boxeo difiere de los deportes e tato el boxeador está expuesto a repetidos impactos a la cabeza. Los repetidos impactos a la cabeza, sea e peleas de campeoato o e el gimasio, tiee cosecuecias. El leguaje técico del iforme Haglud-Eriksso tiee ua escalofriate objetividad: La cotusió cerebral es la más comú de las lesioes graves del cerebro y se defie como u impedimeto de la fució eurológica secudaria a las fuerzas motrices, resultate e icosciecia o, por lo meos, estados de mareo. Mareos, pérdida de memoria y áusea puede suceder al k.o. De aquí que muchos boxeadores o tega memoria de lo que les acoteció e sus derrotas. Y luego: La severidad del daño agudo puede variar de alteracioes trasitorias de la fució cogitiva al daño cerebral irreversible y la muerte. Hace uos años estaba e el Madiso Square Garde cuado u valiete boxeador cubao de peso welter, llamado Bey Kid Paret, fue amartillado hasta la icosciecia por Emile Griffith. Sufrió u hematoma cerebral, que me fue descrito por uo de los médicos de Paret de la siguiete maera: Al cerebro se le aplasta repetidas veces cotra la pared del cráeo y el daño es devastador. Pocos días después, luego de ua operació para aliviar la iflamació de su apaleado cerebro, Paret murió. Otros boxeadores o so ta afortuados. Termia ebrios de golpes. La etiqueta cietífica es demetia pugilistica o ecelafalopatía cróica progresiva traumática del boxeador. De acuerdo co la literatura médica, este sídrome afecta etre al ueve y veiticico por cieto de los boxeadores profesioales. Las víctimas más comues se ecuetra etre los pesos pesados, cuyas cabezas so machacadas co mayor fuerza que las de los peleadores de pesos iferiores, y etre los boxeadores mediocres, particularmete los golpeadores que carece de habilidades técicas. Desde luego, estos últimos so los opoetes e las moderas peleas arregladas. El iforme Haglud-Eriksso describe las tres etapas del sídrome de ebriedad por golpes: La primera etapa se maifiesta por vía de alteracioes afectivas y ligera descoordiació. E la seguda etapa, icremeta los sítomas psiquiátricos; puede aparecer ideas paraoides, leve dysarthria y temblores e reposo. La tercera etapa se caracteriza por u desceso e las fucioes cogitivas geerales, déficit de memoria, pérdida del oído, hyperreflexia, dysarthria, temblores costates y descoordiació. Esto es, el habla se arrastra y aparece vados e frases como rasgaduras sobre ua película. El ex boxeador empieza a adar de ua maera jaloeada, raramete melidroso. A meudo se retira del mudo, como si escuchase coversacioes privadas u orquestas secretas. Los estudios tambié idica que los ebrios de golpes empieza a actuar de maera imadura y agresiva, sospechosos de todo lo que los rodea, y puede haber otras cosecuecias. Los estudios sugiere que los boxeadores padece el mal de Parkiso co mayor frecuecia que los demás, así como la esclerosis múltiple y los tumores de lóbulo temporal. Los golpes a la cabeza so cosiderados como uo de los desecadeates del Alzheimer. El sídrome de la ebriedad de golpes o deviee co rapidez; a veces, aparece siete años después de haber iiciado ua trayectoria pugilística, y otras, hasta 35 años después. El promedio ada por los dieciséis años. Prácticamete se descooce etre peleadores amateurs, cuyas carreras so más cortas, pero hay ua cosa que queda absolutamete clara: mietras más tiempo pelea u boxeador, mayor probabilidad de quedarse ebrio de golpes. agosto 2007 Letras Libres 75
grades éxitos del periodismo americao Pete Hamill La oche de la pelea de Tyso cotra Bruo, fui a u sitio llamado Official All Star Cafe e Times Square. Había ua eorme fiesta privada para horar el vigésimo aiversario de la primera película de Rocky, y la multitud se agolpaba e las aceras para mirar a Sylvester Stalloe y las celebridades que él mismo podría atraer. Ua de esas celebridades era Muhammad Ali. Ali ya estaba allí cuado yo llegué, vestido co ua camisa de maga larga de color rojo oscuro, setado e ua mesa co su esposa y su jove hijo. A su derecha había ua imesa patalla ciematográfica e la que proyectaba las peleas prelimiares desde el hotel mgm Grad e Las Vegas. El saló estaba atestado co ciudadaos del rollo boxístico: Riddick Bowe y Leox Lewis, Ray Leoard y Willie Pep, máagers y promotores, esposas y ovias. Todos evitaba mirar a Muhammad Ali. Teía la cabeza gacha e itetaba comer, mas su mao derecha temblaba co tal furor que o podía acercarse el pedazo de pollo i a dos pulgadas de su boca. Su esposa Loie puso su mao sobre la de él para calmar su tembloria y dulcemete guió al pollo hacia su destio. Ali masticó diligetemete, mas o levató la cabeza. A lo largo de la oche la gete acudía a su mesa para icliarse y hablar co el arruiado hombre de cicueta y cuatro años de edad. A veces, soreía. A veces, murmuraba ua respuesta. A veces se levataba, posado para fotografías, pero luego volvía a la silla, co el otrora grácil, ligero y poderoso cuerpo laguideciedo, todo evuelto e los temblores del Parkiso, co el daño a cuestas, causado por el feroz oficio que algua vez él horó. La efermedad, causada e el caso de Ali por los repetidos golpes a la cabeza, es isidiosa, degeerativa, humillate y borra tato la volutad como la memoria. Lo sé de cierto: mi madre, que fue golpeada e la cabeza por u asaltate e 1979, llegó a los ocheta y siete años de edad atrapada e esa prisió sileciosa. Le he dado de comer, tal como Loie alimeta a Ali. Los ojos de Ali sólo efocaro co itesidad hasta que Mike Tyso bajó por el pasillo e Las Vegas, a puto de empezar la pelea. Jamás sabremos lo que ahora se mueve e su mete, pero él mismo realizó el mismo recorrido durate tatas veces ate estadios y areas repletas que repetía el cático de a-li, a-li, a-li... Cuado jove, se había hallado etre las grades hordas e que la mitad de la audiecia lo odiaba y permaeció el tiempo suficiete como para covertirlos a todos, pues el a-li, a-li o se debía a la celebridad o al éxito, sio que versaba e toro a la excelecia y al corazó. Y era, además, asuto de desafío persoal: de momios, de escépticos, de racistas, del gobiero americao y del dolor. Al paso, Ali se volvió mito y la mayoría de los mitos so tambié tragedias. Los boxeadores jóvees se cocetraba e Mike Tyso y Frak Bruo, peleado cotra ellos e sus respectivas imagiacioes. Jamás volteaba a mirar a Ali; Riddick Bowe y Leox Lewis era aú ta jóvees como para creer e la metira que jura: Eso o me puede suceder a mí. Ua vez que Tyso amartilló a Bruo, quitádole el campeoato, Ali se icorporó, fue abrazado por Stalloe, tomó el brazo de Loie y se marchó etre la muchedumbre. Ali pagó el precio por su valor, y así tambié Jerry Quarry. Ya casi o vemos a Jerry Quarry. Fue el mejor boxeador blaco de los pesos pesados de su época, ua distició a la que se resistía. No soy ua esperaza blaca, me dijo e ua ocasió, mietras etreaba e las motañas Catskills. Sólo soy u luchador. Era más que eso. Podía boxear co habilidad. Teía u bue gacho izquierdo, hiriete. Sobre todo, teía corazó. Pero fue su mala suerte ser bueo e tiempos de Muhammad Ali y Joe Frazier, quiees lo veciero y le diero ua paliza. Peleó dos veces por el campeoato de los pesos pesados y perdió ate Frazier y Jimmy Ellis. Pero gaó por putos ate Floyd Patterso, quie había sido dos veces campeó mudial de los pesos pesados. Noqueó al feroz pochador Earie Shavers e u solo asalto. E ua carrera profesioal de doce años, Quarry gaó 53 peleas profesioales, perdió ueve, co cuatro empates; ates de volverse profesioal, gaó e 170 peleas amateurs. Hubo muchos asaltos ate los gritos de los faáticos y hubo diez veces más e el gimasio y si público. Hoy, a los 51 años de edad, Quarry es el cascaró de u hombre, su mete ida, perdida e la demetia pugilistica, co los milloes de dólares de sus gaacias desaparecidos. Steve Wilstei, de la agecia Associated Press, lo ecotró el año pasado e Heret, Califoria, e dode Quarry vivía al lado de su hermao co ua pesió de la seguridad social de 614 dólares al mes. Wilstei escribió: Necesita ayuda para afeitarse, ducharse, poerse los zapatos y los calceties. Proto, probablemete, pañales. Su hermao mayor, James, le corta la care e pedazos pequeños para que o se ahogue y lo tiee que egañar para que coma cualquier cosa que o sea el cereal Cheerios de Mazaa-Caela, que adora comer por las mañaas. Jerry soríe como iño. Se arrastra como u aciao. Habla leta y atropelladamete. Lleva ideas sueltas colgadas de las ramas de u cerebro agoizate. Tiempo borrado. Recuerdos torcidos. Voces que adie más escucha. Wilstwi habló co el doctor Peter Russell, u eurólogo que examió a Quarry el año pasado. Russell dijo que Jerry Quarry tiee ahora el cerebro de u octogeario. Está e la tercera etapa de la demetia, muy similar al Alzheimer s. Si acaso vive otros diez años, será por pura suerte. Podría llear las págias de esta revista co los ombres de otras víctimas del boxeo, igua de los cuales fue ta famoso como Quarry o Ali. Cosideremos sólo a uo: Wilfredo Beítez. Durate uos pocos años fue u 76 Letras Libres agosto 2007
diecisiete. Se llamó a sí mismo la Biblia del Boxeo, haciedo reír a todos sus amigos, pues ése era el subtítulo de la revista The Rig. Wilfredo siguió boxeado durate diecisiete años, efretado a los mejores peleadores e varias divisioes. A lo largo de seseta y dos peleas fue oqueado cuatro veces, y luego de su última pelea que perdió por decisió e Caadá, las autoridades recomedaro u exame eurológico, pues carecía de coordiació e sus movimietos. No se hizo el exame. Simplemete se retiró a su casa para siempre. Hoy e día, Wilfredo Beítez vive co su madre e Puerto Rico. Los ocho milloes de dólares que se gaó e el rig ya o existe. Su esposa se ha ido. Su propia casa se ha ido. Icluso los muebles fuero embargados. Cuado mi amigo José Torres lo fue a visitar el año pasado para ivitarlo a ua cea e hoor de todos los atiguos campeoes portorriqueños, la madre de Wilfredo lo recibió e la puerta y se soltó a llorar. Me da tato gusto que hayas veido, dijo ella. No sale de casa. No hace ada. Sólo se sieta e su habitació, a oscuras. Torres etró e la habitació y Beítez le sorió de ua maera dulce y le estrechó la mao. No había ada más qué decir. esplédido peso welter, u boxeador/pegador de taleto y corazó. Fue etreado por su padre, Gregorio, que lo volvió profesioal e 1973, cuado el chamaco teía quice años. Beítez gaó su primer campeoato mudial a los IV. El debate e toro al salvameto del boxeo lleva ya varios años. Hace doce años, la Asociació Médica Americaa hizo u llamamieto por su prohibició. Así tambié las asociacioes médicas iglesa, caadiese y australiaa, así como la Academia Americaa de Neurología. Pero el deporte cotiúa. El diero es más abudate que uca gracias a los igresos vía casios de apuestas, la televisió por cable y el sistema de pago-por-eveto. Los chicos proveietes de barrios pobres sigue acercádose a los gimasios co la ilusió de alcazar u botí. No revisa la letra pequeña de los cotratos. No les molesta que, a diferecia de los deportistas profesioales, o cotará co seguros médicos i pesioes. Está dispuestos a sacrificar hasta la mitad de sus gaacias para sus máagers y firmar acuerdos a largo plazo co promotores de lo más cochambrosos. A Ilustracioes: LETRAS LIBRES / Leó Braojos agosto 2007 Letras Libres 77
grades éxitos del periodismo americao Pete Hamill diferecia de los jugadores de balocesto, fútbol americao y béisbol, los boxeadores o cueta co sidicato. Cuado se le acaba a u boxeador, se acaba. Tal situació o debe cotiuar. Si el boxeo ha de seguir permitido e este país, etoces ciertas reformas debería ser obligatorias. Aquí hay alguas posibilidades: 1.Crear u cuerpo acioal que gobiere al deporte. E la mayoría de los deportes el órgao goberate está compuesto por los dueños de los equipos, quiees cueta co comisioados y admiistradores que regula el deporte. El órgao goberate del boxeo deberá compoerse por las persoas que osteta la resposabilidad de su existecia: las cadeas de televisió y los casios de las apuestas. Tales so las etidades más poderosas e el egocio pugilístico, equivaletes a los grades estudios ciematográficos. Si dejase de trasmitir el boxeo, y pagar imesas sumas a los promotores idividuales, desaparecería el deporte. Obviamete, está a favor de sus propios itereses dejar de culpar de todos los males a Do Kig y Bob Arum. Tales promotores idividuales puede aú fucioar, tal como los productores idividuales trabaja co la idustria ciematográfica y de televisió. Pero los promotores deberá quedar sujetos a reglas y regulacioes mucho más rigurosas a lo largo y acho de la idustria. Las pricipales cadeas de televisió y los casios puede erradicar las peleas arregladas al egarse a trasmitirlas. Puede isistir e establecer y procurar estádares competitivos. Pero debe estar uidos y debe teer el cotrol sobre la calidad del producto. A efectos de ua discusió, llamemos a esta etidad la Orgaizació Americaa de Boxeo. 2. Establecer ua uió de boxeadores. E cuato u boxeador se vuelve profesioal se le requerirá obteer u caré profesioal. La uió podría dividirse a la maera e que se divide muchos sidicatos de la idustria ciematográfica, sea por la Costa Este u Oeste. Alguos modelos útiles: el Gremio de Escritores Americaos y el Gremio de Actores Ciematográficos. Los líderes de tal sidicato egociaría co la Orgaizació Americaa de boxeo para establecer u tabulador de pagos míimos por pelea. Cotribuiría e la supervisió de los igresos por taquilla, particularmete e el tiglado de las peleas e pago-por-eveto. Cotrolaría, además, los plaes de seguro médico y pesioes. Por lo meos, u cotrato diseñado por esta combiació de admiistració/sidicato debería procurar lo siguiete: Procurar que u equipo médico itegral se ecuetre e toro al cuadrilátero, co el apoyo técico apropiado, icluyedo ambulacias. Isistir e que los boxeadores se someta a resoacias magéticas y tomografías cada seis meses, co aálisis obligatorios luego de ocauts o de múltiples caídas. Las gaacias deberá reteerse hasta que se realice tales pruebas. Sólo médicos certificados por la Orgaizació Americaa de Boxeo podría practicar tales pruebas y jamás se dejará e maos de amistades corruptas del los promotores idividuales. Cualquier boxedor que haya sido oqueado deberá quedar codicioado. Suspeder por oveta días a cualquier boxeador que haya sufrido u ocaut limpio. Prohibir de por vida a cualquier boxeador que haya sido oqueado e tres ocasioes. Las prohibicioes deberá icluir el boxear e gimasios. Isistir e el retiro obligatorio a la edad de treita y cico años. Todos los estudios demuestra que mietras más tiempo labora u boxeador e su oficio, mayor es el riesgo de cotraer daño permaete. El daño es tambié acumulativo. Si u boxeador o ha amasado su fortua a los treita y cico años de edad, jamás la alcazará. (George Forema parecería ser la excepció, pero luego de estar retirado durate ua década, ha estado recibiedo palizas durate sus más recietes peleas.) Es obsceo permitir que Roberto Durá y Larry Holmes cotiúe siedo aporreados e la cabeza para etreteimieto de extraños. Requerir aálisis obligatorios de hiv-sida ates de cada pelea. Tal como se lo recordó al mudo Tommy Morriso, luego de resultar positivo, el boxeo es u deporte sagrieto. Aalizar ates de cada pelea la posible presecia de esteroides y demás drogas. U peleador isuflado co drogas icurre e fraude al cosumidor. Limitar a diez por cieto la parte de las gaacias correspodiete al máager. E estados como Nueva York, u maager tiee derecho legal a ua tercera parte de la bolsa obteida por u peleador, pero e otros estados los máagers arrebata hasta u cicueta por cieto. U boxeador es u persoaje del etreteimieto que o deberá pagar u porcetaje mayor al que le paga u actor a su agete. Sylvester Stalloe recibe veite milloes de dólares por ua película; o le cede la mitad de esa suma a sus agetes e William Morris. Cotratar a u recoocido despacho cotable para la verificació de todos los estados fiacieros. Cualquier promotor que sea sorpredido soborado a boxeadores o máagers deberá quedar expulsado de por vida y sujeto a proceso judicial por extorsió e aquéllos estados dode se realice la demada. Negociar u pla vitalicio de seguro médico y por icapacidad para boxeadores, uo que pueda cubrirlos mucho tiempo después de que haya colgado los guates. Dado que la demetia pugilistica puede aparecer tarde, que obtega el mejor cuidado posible mietras viva. Esto podría fiaciar- 78 Letras Libres agosto 2007
se a través de cotribucioes de promotores idividuales y la Orgaizació Americaa de Boxeo, juto co pequeñas cotribucioes (digamos del uo por cieto) por parte de boxeadores e activo. Establecer u pla de pesioes basado e igresos reales. Sería lo justo; u boxeador que se retira luego de diez peleas o deberá recibir la misma pesió que u hombre co seseta peleas. Pero hoy e día, salvo ua excepció, o existe pesió algua e el boxeo profesioal. U jugador promedio de béisbol co cico temporadas e las grades ligas recibe ua pesió; Roberto Durá, o la recibirá. La excepció fue diseñada por Rady Neuma, u árbitro y atiguo boxeador que diseñó u pla de pesioes para la Federació Iteracioal de Boxeo. Tal pla exige u dos por cieto de cotribucioes por parte de los campeoes y retadores de la fib, co ua edad de retiro de treita y cico años. Es el úico pla de pesioes para boxeadores y es, desde luego, iadecuado. La fib es ua orgaizació auto-creada que sacioa peleas de campeoato y trata solamete co campeoes y retadores al título. Como resultado, el pla o cubre al boxeador comú y corriete, el chamaco aú e prelimiares, el sparrig, el hombre de la horosa carrera e la mediaía que jamás llega a obteer ua oportuidad de optar por el título. Luego de dos años de existecia, sólo hay cie participates e ese pla y 400.000 dólares como activo, si provisioes para cuidado médico o por icapacidad. Aú así, se trata de u comiezo y le debemos u aplauso a Neuma. Forzar a los promotores mas o a los boxeadores a pagar cuotas de sacioes. Éstas so ahora arrebatadas por etidades ta rateras como so el Cosejo Mudial de Boxeo (cmb), la Orgaizació Mudial de Boxeo (omb) y la Asociació Mudial de Boxeo (amb), y demás igredietes de la sopa boxística. Bajo el sistema actual u campeó deberá pagar a ua o más de estas orgaizacioes autodesigadas para teer el privilegio de defeder su propio título. Estas cuotas o deberá pagarse e absoluto, y desde luego, o deberá ser pagadas por los boxedores. El presete sistema es como pedirle a cada jugador de la Serie Mudial de Béisbol el pago de u tres por cieto de su igreso al béisbol orgaizado por el privilegio de volverse campeó. Otorgar licecia a gimasios de boxeo profesioal. Hoy e día existe u estado de aarquía. U boxeador de peso medio que es oqueado u vieres puede estar peleado cotra u peso pesado e el gimasio al siguiete martes. Los chicos amateurs so a meudo lazados cotra curtidos profesioales. Los gimasios de boxeo deberá ser tratados como escuelas. Tales escuelas y sus facultades deberá teer licecia y resposabilidad sobre todo lo que acotece etre sus muros. Los ocauts e gimasios deberá ser reportados ate comisioes. Cada boxeador profesioal sabe que el mayor daño físico acotece detro del gimasio. Si los boxeadores llega a estar totalmete protegidos, deberá quedar icluidos tambié los gimasios. Computarizar los resultados de boxeo para los cicueta estados e isistir e la verificació de los resultados e el extrajero. Tales resultados o deberá icluir solamete triufos y derrotas, sio tambié detalles de los ocauts, malos golpes y señas de malos reflejos. Tales resultados elimiaría la llamada lata de tomate, del boxeador que ha perdido más que lo que ha gaado y es etoces utilizado para crear falsos resultados e aras de fraudes, como Peter McNeeley. Computarizar huellas dactilares podría asegurar que los boxeadores expulsados o impedidos e u estado o aparezca bajo otro ombre e otros estados. Proveer servicios legales gratuitos para todos los boxeadores. Los boxeadores debe estar e posibilidades de leer los cotratos que firma. Si so aalfabetos, deberá cotar co la cuidadosa explicació de los documetos legales por parte de abogados eutrales. De o hablar o leer iglés deberá cotar co traduccioes y explicació e la legua matera del boxeador. El icumplimieto, e presecia de testigos, deberá ulificar cotratos y obviarlos e caso de reto. Separar el papel del máager del de promotor. E la idustria fílmica, los agetes o puede ser simultáeamete productores. Tales roles so adversos por defiició. E Nueva York y otros estados es ilegal que u máager fuja como promotor de su boxedor. Tambié es ilegal ser el máager e realidad y cotratar a u prestaombres. De aquí que Do Kig jamás traerá a Mike Tyso a pelear e su Nueva York atal. Tales leyes deberá ser acioales y aputaladas co sacioes y fiscalizació. Elimiar las cláusulas de opcioes e los cotratos. El promotor/máager ha covertido esto e costumbre. Esto iduce a que varios máagers preste a sus propios boxeadores a persoas que los machacará. Tambié premia a los gaadores co ua forma de servidumbre. Es u absurdo y deberá desaparecer. Quizá igua de estas reformas pueda llevarse a cabo y quizá o deba realizarse. Al ver los resultados he llegado a creer que el boxeo es u resto de u pasado más primitivo que deberá erradicarse y matarse. Ya o lo amo. Pero si el boxeo profesioal sigue existiedo, etoces sus orgaizadores deberá elegir: lo puede limpiar y poer e orde, o de plao, liquidarlo. Es ya demasiado tarde para Muhammad Ali y Jerry Quarry y Wilfredo Beítez. Ellos habita u triste y silete limbo. Pero ellos debe ser los últimos e habitarlo. No debe haber más chicos reducidos a ua codició de zombies para etreteimieto de persoas que lleva vidas seguras y a bue resguardo. Gete que aú escucha el grito de a-li, a-li! Gete como yo. Gete como osotros. ~ Traducció de Jorge F. Herádez agosto 2007 Letras Libres 79