JUEGOS SOBRE LA RECTA NUMERICA I Que el juego es importante para el ndizaje humano, y a ciertas edades consustancial al mismo, es defendido por todos los educadores. Por qué su importancia?. Quizá porque el juego ponga en funcionamiento, active, provoque reacciones naturales y profundas de toda persona. En la historia reciente de la didáctica de la matemática, el juego escolar ha venido ocupando un lugar cada vez más relevante. Para algunos, forma parte nuclear de sus propuestas metodológicas, (véanse las aportaciones de Dienes, ya clásicas, o las más recientes de Kamii y, en general, las propuestas centradas en la investigación de los niños, el descubrimiento y la construcción personal de conceptos y técnicas); para otros es un elemento secundario, pero de gran validez, (prácticamente todas las publicaciones actuales, revistas, libros, libros de texto, etc.-, guardan en sus páginas un lugar para los juegos y el uso lúdico de materiales). Pues bien, bajo el enfoque ambientalista de la enseñanza de la matemática, es decir, el propio de la pedagogía de Escuela Popular, los juegos populares entran en la escuela: dominó, juegos de naipes, bolos, comba, rayuela, parchís,... Su práctica es aprovechada por el docente para que sus alumnos, entre otras cosas, alcancen determinadas técnicas y contenidos académicos. Los juegos que se describen a continuación son una derivación del juego del parchís. Se trata, simplemente, de jugar sobre fragmentos de la recta numérica. Están basados en la tesis de que el dominio del conteo en la recta numérica (orden creciente y decreciente) favorece: - la conceptualización del número. - el cálculo mental. Son juegos tendentes tanto a conseguir agilidad en el ascenso y descenso por la recta numérica abstraída como a favorecer la construcción individual de estrategias calculatorias. Obviamente la construcción de tales estrategias se consigue no debido en exclusiva a estos juegos sino a experiencias matemáticas e interacciones verbales al margen de estos juegos, pero que confluyen en ellos. La familia de los JUEGOS SOBRE LA RECTA NUMERICA abarca toda la E.G.B., extendiéndose desde los primeros cálculos numéricos con naturales hasta ciertas prácticas con los enteros y los fraccionarios o decimales. El conjunto de los juegos está dividido en siete niveles. Su escalonamiento puede verse en la tabla adjunta. La práctica del juego es muy simple. Un tablero con un fragmento de recta, dos dados (uno numérico y otro con los signos de avanzar y retroceder) y dos jugadores con sus respectivas fichas. La norma principal: que el jugador debe calcular mentalmente la casilla donde pondrá su ficha, pero nunca «punteando», al estilo del parchís. La simplicidad del juego favorece el que se le introduzcan elementos pudiendo obtenerse así multitud de variantes a partir del juego generatriz. Algunas de esas variantes se describen en las páginas siguientes. NIVEL PRIMERO El juego de este nivel (y sus variantes) está pensado para trabajar el cálculo ascendente y descendente hasta 12; en otras palabras, trabajar sumas y restas no escritas bajo 12. Es propio de 2Q de preescolar y 1 4 de E.G.B.
Es muy válido si se practica a posteriori de experiencias reales de avanzar y retroceder en escaleras y/o sobre baldosas numeradas. Una experiencia agradable es la de dibujar un «camino» en el suelo del patio o de la clase con subdivisiones numeradas, de modo similar a ese dibujo. El cero será el cuadrito de salida. Sobre ese camino cabe hacer multitud de juegos de avanzar y retroceder. Pues bien, tras las experiencias físicas, el juego sobre la tabla es motivador. La tabla o tablero es una superficie rectangular (ocúmen o cartón de unos 70 x 20 cm.) sobre la que se adosa una tira de papel con el fragmento de recta dibujado. Las calles laterales son para que los jugadores vayan situando su ficha u otro objeto.