Sexualidad: Cuándo y cómo hablar con mis hijos. Lic. Clarissa Guerrero
La sexualidad es algo que nace con el ser humano, es c a m b i a n t e p o r s u s características evolutivas y a la vez permanente por el resto de su vida.
Cuándo es el mejor momento para hablar de sexualidad a los niños?
El momento ideal no existe. La sexualidad debe ser una conversación continua. Si los padres tratan el tema con naturalidad los hijos podrán percibirlo normalmente e incluso existirá menos ansiedad al respecto.
Los padres no tienen que saber todas las respuestas de inmediato.
Es importante que el niño sienta confianza de poder preguntar. Lo ideal es que los temas de sexualidad se manejen por género; el varón con papá y la hembra con mamá. Somos la primera figura de referencia y nos ven como modelos para todo.
Comenzando desde el inicio
Es sumamente importante poner límites y barreras en el hogar. Acostumbrarle a nombrar sus partes privadas correctamente. Quiénes son las personas adecuadas para verles desnudos o no. Qué es un toque adecuado e inadecuado. Evitar las exposiciones.
Aspectos importantes en las fronteras Tener barreras corporales, sobre todo con las madres. Poner límites en sus habitaciones, esto es a la vez enseñar respeto y privacidad. La cama de los padres es de los padres no de la familia. La desnudez debe manejarse aún dentro de la casa.
Aspectos fundamentales según la etapa de desarrollo
0 a 2 años Desde los 6 meses el niño inicia la exploración de su cuerpo, con ella la exploración genital. Aunque es más frecuente al llegar ente el año y medio y los dos años. Si no se convierte algo constante y que escapa del control del niño entonces debe desaparecer y no hay que preocuparse. Recuerden que lo que se prohíbe es lo que más se busca.
Pero Cómo medimos lo normal? La Academia Americana de Pediatría (2009), apunta los factores clave que determinan si el comportamiento sexual del niño es anómalo y, por tanto, requiere acudir a la consulta de un especialista, ya sea un pediatra o un psicólogo. Estos son: la intensidad (conductas sexuales más prolongadas o más breves) y la frecuencia (número de veces que recurre a la conducta).
Algunas sugerencias útiles son: Evitar castigos y reacciones exageradas del adulto. Intentar distraerle y desviar su atención hacia otra actividad u objeto que sean significativos para el niño. Explicarle que ese comportamiento se debe llevar a cabo en la intimidad y no en público. Marcarle límites respecto a la manipulación u observación de los genitales de otros niños y mostrar los propios. Señalarle que se entiende su interés, pero que ese comportamiento no es adecuado. Tener en cuenta que, en ocasiones, estimulación genital se dirige a liberar tensiones. En ese caso, los padres pueden ayudar a su hijo a buscar alternativas para que libere sus energías.
2.5 a 6 años A partir de los dos años y medio, en la socialización con otros niños, comienzan a notar las diferencias entre las hembras y los varones. En estas edades se comienza a ver la diferencia de géneros y es a través de los roles de género que el niño y la niña entre comienza a advertir las diferencias en la sexualidad masculina y femenina.
Es lógico que los niños empiecen a estar más intrigados. Espían, preguntan, comparan, etc. Además de normal es importante que todo esto esté presente. Es parte del proceso lógico y natural de maduración.
Si el niño pregunta de manera muy general es bueno llevarle a que haga preguntas mas específicas ya que en su mente de niño talvez está pensando las cosas de una manera muy diferente a nosotros como adultos y podemos dar más o menos información de la que necesita. Cuando el niño esté satisfecho distraerá su atención o simplemente dejara el tema. Así podremos saber que talvez las cosas serán más intensas más adelante pero que por el momento está satisfecho.
Preguntas más frecuentes Cómo venimos al mundo? Cómo llegan los bebés a la barriga? Por qué las niñas no tienen pene? Por qué no puedo tocar los pechos de mamá? Cuando sea grande nos casaremos tu y yo?
Para responder se debe tener apertura y llamar a las cosas por su nombre. Lo importante, es que los padres estén preparados para brindar respuestas acorde con el nivel de comprensión de sus hijos y con la manera en que las cuestiones de sexualidad son tratadas en la familia.
7 a 9 años S u e l e h a b e r u n a e t a p a d e competencia y cierto rechazo por el sexo opuesto. Los intereses se dirigen más a los pares del mismo sexo y el interés por lo físico y sexual se duerme en estas etapas.
10-13 años Inician los cambios físicos internos y externos, ya comienzan a tener mas consciencia moral de la sexualidad y a tener cuestionamientos más profundos. En esta etapa es importante hacerles saber que los cambios son normales y parte de su crecimiento.
Es en este momento donde generalmente los padres tienen un despertar y se dan cuenta de que ya los niños no lo son tanto y el tema de la sexualidad llega sin ser esperado.
Si el contacto físico se hace incómodo, es importante establecer la relación en base a comunicación y realizar actividades por separado con cada hijo que puedan resultar significativas. Hacer preguntas acerca de lo que ocurre a su alrededor (ver cómo piensan) y estar pendientes de sus pares que serán ahora las figuras de mayor importancia en cuanto a juicio de valor.
Creencias erróneas sobre la educación sexual. Todos los hijos son iguales. Miedo a que piensen diferente. Sentimiento de vergüenza. No saber enfocar la conversación. Miedo a no saber responder las respuestas. La educación sexual incita a la práctica. Son niños. Se lo enseñan en el colegio. Uno puede pensar que lo aprenden solos.
14-17 años En esta etapa inicia el real interés y deseo por formar una pareja con el sexo opuesto. Aparece la atracción como tal y es muy importante en estas etapas mantener una comunicación abierta y fluida. Darles privacidad es importante, sin embargo manteniendo los límites de autoridad ya establecidos.
Manejo con Adolescentes camino a la adultez Hablar de los riesgos y de las implicaciones en la sexualidad siempre a modo de preguntas. Poner la responsabilidad en sus hombros, ellos van agenciando sus propias decisiones queramos o no. No prohibir, lo que se prohíbe se busca. Es mostrar el mundo como es con sus opciones y que sepan que acción posee una reacción. Hablar de conductas arriesgadas y utilizar las situaciones como reflexión.
Debo conversar de estos temas con mis hijos? Enfermedades de transmisión sexual, métodos anticonceptivos, fidelidad en las relaciones de noviazgo prevención, riesgos al poder infectarse, embarazo no deseado y pornografía.
Al final de esta etapa deben estar claros que sus acciones implican responsabilidades que deben asumir. Sin embargo siguen siendo adolescentes. El mayor error es que los padres quieran que el adolescente se comporte, hable y piense como adulto, porque no tiene la condición para hacerlo. El adulto es quien debe conocer a sus hijos y establecer la comunicación.
Las estadísticas demuestran que desde los años 50, las mujeres y los hombres comenzaban su vida sexual en un promedio de a los 15 o 16 años. Aunque siempre habrá una curva estadística de un grupo que inicia temprano y otro más tarde.