El Saqueo de los Recursos Naturales del Sahara Occidental

Transcripción

1 El Saqueo de los Recursos Naturales del Sahara Occidental Dr. Sidi M. Omar Sin lugar a dudas la cuestión de los recursos naturales es de suma importancia a la hora de abordar el conflicto del Sahara Occidental. Es un tema que constituyó no solo una de las razones principales por las que Marruecos invadió y ocupó el territorio en 1975, sino también un instrumento mediante el cual Marruecos trata de legitimar su ocupación ilegal del Sahara Occidental. No es de extrañar que hoy en día se esté hablando del papel que podrían desempeñar los recursos del territorio en facilitar, o complicar, la resolución del conflicto, y de que este tema haya sido planteado en las negociaciones entre las dos partes. Debido a la importancia de este tema abordaré a continuación, y de modo breve, algunos aspectos de la política de saqueo que vienen llevando a cabo las autoridades marroquíes en las zonas ocupadas del Sahara Occidental, poniendo énfasis en las consecuencias políticas que podrían tener con respecto a la presencia colonial marroquí en nuestro país. Evidentemente, el saqueo de los recursos naturales del Sahara Occidental empezó poco después de la ocupación marroquí de la mayor parte del territorio en Como se sabe, después de la retirada de España del territorio, Marruecos comenzó la explotación de los yacimientos de BuCraa después de que la empresa estatal marroquí OCP (Office Chérfien des Phosphates) la Oficina Jerifiana de Fosfatos se quedase con un 65% de la empresa española Fosbucrá, según lo acordado en los Acuerdos de Madrid del 14 de noviembre A partir de diciembre de 2002, fecha en la que se puso fin a la inversión española en los fosfatos saharauis, la OCP viene controlando todas las actividades relativas a la extracción, explotación y exportación de los fosfatos saharauis de BuCraa. Se estima que las minas de BuCraa producen aproximadamente 3 millones de toneladas de fosfatos brutos al año, una cantidad que representa el 12% de las exportaciones de la OCP con un precio que llegó, por ejemplo, en 2010 a los 300 dólares por tonelada, es decir 900, 000, 000 dólares (casi 600 millones de euros) anualmente. Los principales clientes de la OCP son Estados Unidos, con la compra de aproximadamente el 25% de fosfatos, Australia y Nueva Zelanda que reciben el 1

2 15%, España con el 12%, además de otros países como Lituania, Colombia, India, Japón y Croacia. En lo que se refiere a España, ya sabemos que FMC Foret (filial de la empresa estadounidense FMC Corporation en Filadelfia), con su sede en Barcelona, es la empresa que importa los fosfatos de BuCraa para su fábrica de fertilizantes en Huelva y posiblemente para sus otras plantas de producción en Zona Franca (Barcelona), la Zaida (Zaragoza), Zubillaga (Álava) y Zamudio (Vizcaya). La cantidad media de fosfatos que importa ilegalmente esta compañía es del orden de las toneladas anuales. Al igual que los fosfatos, los caladeros saharauis también han sido saqueados desde el primer momento de la ocupación, a través de acuerdos pesqueros firmados entre Marruecos y terceros, licencias comerciales a empresas privadas bajo bandera marroquí o las actividades pesqueras de los propios colonos marroquíes. Recordemos en este contexto los acuerdos de 1983, 1988, 1995, entre la Comunidad Económica Europea y Marruecos, y recientemente el acuerdo de colaboración en el sector pesquero entre la Comunidad Europea y el Reino de Marruecos que entró en vigor el 28 de febrero de Según este acuerdo, cuya vigencia es de 4 años prorrogables, Marruecos recibirá anualmente una contrapartida financiera de 36.1 millones de euros, la más grande de todos los 21 acuerdos pesqueros que la Unión europea tiene actualmente con otros países. Como es sabido, este acuerdo permite a las embarcaciones europeas faenar en lo que se denomina zona de pesca marroquí que representa las aguas bajo soberanía o jurisdicción del Reino de Marruecos (artículo 2 (a) del acuerdo). La falta de delimitación geográfica de esa zona de pesca supone la inclusión de facto de las aguas territoriales del Sahara Occidental. Lo que demuestra esto, por ejemplo, es el hecho de que la lista que tiene la EU de los puertos y empresas marroquíes incluye los puertos saharauis del Aaiún y Dajla (Villa Cisneros) y empresas que operan en las aguas saharauis. Además, ya sabemos que embarcaciones europeas (sobre todo de España, Lituania y el Reino Unido) han pescado ilegalmente en aguas adyacentes al Sahara Occidental, como reconoció la propia Comisión Europea en abril de Algunas estimaciones sugieren que hasta el 38% de las capturas marroquíes proceden de puertos saharauis, y que el 74% de las capturas de cefalópodos provienen de las aguas saharauis. También cabría mencionar que la industria pesquera tiene un efecto 2

3 crucial sobre la demografía del territorio. Con incentivos como la reducción de impuestos, subsidios y programas de vivienda, el gobierno marroquí ha venido trayendo a miles de marroquíes desempleados a establecerse en el Sahara Occidental, donde la mayoría de ellos están trabajando en la creciente industria pesquera. Convendría recordar también el gran papel que jugó España (que dispone de 100 de las 119 licencias de pesca concedidas) para que se alcanzara este acuerdo que es tan ambiguo política y jurídicamente. El 14 de diciembre de 2011, el Parlamento Europeo rechazó la prórroga del acuerdo pesquero entre la Unión Europea y Marruecos, por razones legales, financieras y ecológicas. Desde noviembre de 2012, la Unión Europea ha estado negociando con Marruecos para renovar el acuerdo que está previsto que entre en vigor en algún momento en el Obviamente, para el Frente POLISARIO y el pueblo saharaui cualquier acuerdo de pesca firmado con la potencia ocupante que incluya las aguas territoriales del Sahara Occidental es ilegal desde el punto de vista del derecho internacional. También es un hecho inmoral y provocativo que podría complicar la situación en el territorio, porque contribuye a otorgar legitimidad a la ocupación marroquí de nuestro país. Otro elemento importante a la hora de hablar de los recursos naturales del Sahara Occidental, y que ha saltado a primer plano en la actualidad, es el potencial petrolífero del territorio. El interés por encontrar petróleo en el Sahara Occidental comenzó a revestir importancia tras el hallazgo en 2001 de importantes yacimientos offshore (en las aguas mauritanas) en la zona de Chinguiti, incrementando así las posibilidades de que se encontraran depósitos similares en zonas cercanas incluyendo las del Sahara Occidental. Como es sabido, en 2001 la ONAREP (Office National de Recherches et d'exploitation Pétrolières), la oficina nacional de investigaciones y explotaciones petroleras de Marruecos concedió licencias a la compañía estadounidense Kerr- McGee y a la francesa Total-Fina-Elf para llevar a cabo trabajos de prospección de petróleo (reconocimiento y estudios sísmicos) en off-shore o en aguas saharauis. La empresa francesa se retiró en diciembre de 2004, y Kerr-McGee se retiró de la zona en abril de 2006, dejando a su socio, la compañía Kosmos Energy, que sigue trabajando en la zona de Bojador. En diciembre de 2006 la ONHYM (Office National 3

4 des Hydrocarbures et des Mines), la oficina nacional de hidrocarburos y minas de Marruecos (que sustituyó al ONAREP en 2003) firmó un contrato de reconocimiento con la empresa irlandesa Island Oil and Gas (y su socio San Leon Energy) en la llamada cuenca de Zag y Tarfaia (21,807), que incluye la parte norte del territorio saharaui ocupado. En enero de 2008, Island Oil and Gas anunció que su contrato fue renovado por un periodo de 8 años. Para las autoridades saharauis todos estos contratos son ilegales porque, primero, Marruecos no tiene ningún derecho para firmar estos contratos que incluyen las zonas ocupadas saharauis y, segundo, porque violan la soberanía permanente del pueblo saharaui sobre sus recursos naturales. Las autoridades marroquíes también vienen explotando los minerales y metales preciosos en las zonas saharauis ocupadas. En la zona de Lafwila, que está a 300 km al sur de Dajla, se descubrió una buena cantidad de oro además de otros minerales como plomo, cobre, y plata. En Glibat Lafhoula, que está a 75 km al suroeste de Auseerd, se descubrieron depósitos de hierro y tantalio, además de depósitos de hierro, oro, cobre y plata en la zona de Bir Ganduz. Otro recurso que están explotando las autoridades marroquíes con la implicación de empresas canarias y extranjeras es la arena. Según nuestra información, cada año salen del puerto de El Aaiún rumbo a Canarias, Cabo Verde y Madeira en Portugal más de toneladas de arena blanca para sus playas. Esta explotación continua de la arena saharaui ha causado daños irreversibles al ecosistema costero de las zonas saharauis. Obviamente, los objetivos principales de la política marroquí de saqueo de los recursos naturales en las zonas ocupadas del Sahara Occidental consisten, primero, en financiar su ocupación ilegal de nuestro país y, segundo, en reforzar la presencia marroquí mediante la construcción de infraestructuras para generar efecto llamada a la comunidad marroquí de colonos en el territorio que no cesa de aumentar. Además, su política va encaminada a implicar a otros actores internacionales en el expolio de los recursos naturales de las zonas ocupadas con el objetivo principal de obtener la legitimación internacional para su hecho consumado colonial en el territorio. Como un acto de ejercicio de su soberanía sobre la totalidad del territorio saharaui, y para afrontar los contratos firmados entre Marruecos y empresas 4

5 extranjeras, la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) firmó en 2001 un acuerdo con la compañía australiana-británica, Fusion, para realizar estudios geológicos y geofísicos a partir de imágenes sísmicas para valorar el potencial petrolero en algunos bloques en las aguas y en tierra saharauis, o sea zonas offshore y on-shore. En 2005, la RASD concedió otras licencias de exploración de petróleo y gas a varias compañías de hidrocarburos británicas. Estas licencias permitirían a las empresas entrar a trabajar en aguas y tierra saharauis seis meses después del ingreso de la RASD como miembro de la ONU. En febrero de 2008, la RASD anunció el lanzamiento de la segunda ronda de licencias de prospección petrolera en un acto que se celebró en Houston en Texas en los EE.UU., en el que se ofrecieron un total de tres bloques onshore y seis bloques offshore. La RASD tiene la esperanza de que estas licencias llevaran a la evaluación del potencial de hidrocarburos del país en espera del día en el que el pueblo saharaui recupere su soberanía sobre todo el territorio saharaui y comience administrar sus recursos naturales. El 21 de enero de 2009, el parlamento saharaui aprobó una ley estableciendo las zonas marítimas de la RASD incluyendo una zona económica exclusiva (ZEE) de 200 millas náuticas (aproximadamente 370 kilómetros). La aprobación de esta ley vino para reafirmar la jurisdicción de la RASD sobre los recursos pesqueros y minerales de sus aguas, según establece la Convención del Derecho del Mar de la ONU de 1982, que reconoce a cada Estado costero, e incluso los países no firmantes de la Convención, el derecho de declarar y delimitar sus zonas marítimas incluyendo el mar territorial, la zona contigua, la zona económica exclusiva (ZEE) y la plataforma continental. La declaración fue transmitida a la ONU por medio de una carta dirigida por el presidente de la RASD al secretario general de la ONU que, en su informe de 13 de abril de 2009, informó al Consejo de Seguridad de la declaración saharaui de la zona económica exclusiva. En conclusión, convendría reiterar la posición del pueblo y las autoridades saharauis con respecto al tema de los recursos naturales que es la siguiente: cualquier implicación en la prospección, extracción o explotación de los recursos naturales de la zonas ocupadas del territorio saharaui, sin el consentimiento del pueblo saharaui, es ilegal desde el punto de vista de la ley internacional y solo contribuye a reforzar las demandas de soberanía marroquí sobre el territorio y 5

6 perjudicar los esfuerzos de la ONU para resolver el conflicto de manera rápida, justa y duradera. Por tanto, las autoridades saharauis vienen llamando, por un lado, a todos los actores internacionales implicados, sean empresas o países, que suspendan de inmediato sus actividades en las zonas ocupadas del Sahara Occidental. Por otro lado, llaman a todas las partes interesadas a que se pongan en contacto con las autoridades saharauis, que son el único y legítimo representante del pueblo saharaui, para abordar cualquier tema relativo a los recursos naturales saharauis. 6