Don Alfonso Coronel de Palma, Presidente y Consejero Delegado de Cadena Cope

Transcripción

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2 Don Alfonso Coronel de Palma, Presidente y Consejero Delegado de Cadena Cope Excelentísima señora Secretaria de Estado de Comunicación, Nieves Goiecoechea, Excelentísimas Autoridades, queridos compañeros del Consejo, amigos todos. En primer lugar, quiero agradecerle a Antonio Fernández Galiano estas palabras, no lo digo de verdad, lo digo realmente merecidas pero sobre todo que a uno le ruborizan, pues que ha plasmado. He de reconocer que cuando Alfonso Nasarre me dijo que no podía porque estaba constipado, fue una alegría real el que Antonio me pudiese presentar. Por algo que yo que debemos de traer cada vez más a la vida democrática española, que es saber que aunque podamos estar a veces en proyectos competitivos, digo entre comillas, a las personas no debe de unir lo que es fundamental en nuestra vida, y construir juntos dentro de la pluralidad y el respeto a la diversidad, los distintos proyectos. En este sentido, no me toca a mí ahora hacer una presentación de Antonio donde yo pues también me explayaría, pero he de decir que de él lo que les puedo decir para que a ustedes les quede constancia, es que de casta le viene al galgo. Yo admiré profundamente a su padre, y admiro profundamente lo que él está haciendo. Y me hace especial ilusión que sea Antonio el que me presenta, porque estas brevísimas palabras que voy a hacer, para ser muy, muy breve para que luego abramos el coloquio que seguramente va a ser lo más interesante, tienen una dedicatoria especial. Y esa dedicatoria es especialmente a los gestores de los medios de comunicación. Antonio Fernández Galiano ocupa ese puesto, a veces difícil, yo creo que siempre difícil, menos brillante, y más complejo, que es gestionar un medio de comunicación. Es Consejero Delegado de uno de los más importantes grupos mediáticos españoles. Y seguramente en nuestra labor, y con ello quiero especialmente dedicar estas palabras a la de todos mis compañeros directivos, los directores generales y el equipo directivo de COPE, nuestra labor muchas veces oculta. No tenemos el brillo que da la pluma, el micrófono o la cámara, y sin embargo tenemos que día a día hacer nuestro esfuerzo para que esa realidad se siga practicando, y quienes ejercen el bendito derecho de libertad de expresión, lo puedan hacer como si nada ocurriese, con todo dispuesto para las naves. Me atrevería a decir, que haciendo un símil, con todas las diferencias, pero también paralelismos posibles, somos esa intendencia tan necesaria para que los ejércitos puedan funcionar. A veces despreciada, pero yo creo que fundamental para esa realidad. Por eso en la presentación de Antonio, veo también colmado pues, insisto, todo ese grupo tan amplio de personas que tanto en radio, prensa escrita o televisión, se dedican a la difícil gestión de los medios. Mi agradecimiento, una vez más, al Foro de la Nueva Comunicación. Y mi agradecimiento muy especial a ustedes, porque ya sé que en Madrid hemos pasado de que o desayunas o te dan un desayuno, y ya sé que los que están aquí fundamentalmente es por amistad que tienen. Yo se lo agradezco, les pido disculpas, mi madre recientemente fallecida y quiero agradecer ahora las palabras de Antonio, no recordaba 1

3 que en su casa había un lema, había más de uno, pero uno que no recordaba era que el undécimo es no molestar, y yo cuando vengo a este tipo de actos me siento que incumplo el undécimo y que les he molestado a todos ustedes. Pero no puedo más que pedir disculpas, y de verdad de corazón, darle las gracias. Hablaré brevemente fundamentalmente de uno de los sectores a los que dedicamos en el Grupo COPE, porque en el Grupo COPE, gracias a Dios, y como decía Antonio, seguramente porque son muchas las iniciativas que ponemos en marcha, y digo ponemos porque el espíritu que yo tengo en las compañías es un espíritu profundamente colegiado, pues nos hace que nos hayamos metido en otras realidades, como es el campo de la televisión, como es yo creo que interesantísimo y todavía impredecible marco del ámbito de internet. Y también en haber ido construyendo otros proyectos radiofónicos, junto con el proyecto de COPE generalista, o estar muy orgullosos de en la actualidad tener en un ámbito tan importante para nuestra juventud, como es la radio fórmula, la tercera radio fórmula, casi cercana a la segunda, del panorama radiofónico español. Pero centraré estas breves palabras más en lo que entendemos por COPE como COPE generalista, como la radio informativa que ha dado, y ha sido el sostén, y seguirá siéndolo de todo este proyecto. Es cierto que COPE ha realizado, por distintas circunstancias y porque así ha dado lugar, un cambio profundo de su programación. En el fondo y en la forma. Y lo ha realizado partiendo de la fidelidad a su propio origen, a su entidad y su razón de ser. Construir una presencia cristiana solvente en el debate público, aportar la inteligencia de la fe, la mirada diaria sobre la realidad en todas sus dimensiones: política, económica, cultural y espiritual. Lo que hablábamos, una mirada generalista sobre la generalidad de las cosas. No ha sido ni principalmente un cambio de algunos comunicadores, sino fundamentalmente un cambio de modelo, para intentar responder mejor a la misión que señala nuestro ideario en estos tiempos. Por otra parte, la radio es siempre una realidad viva, y se realiza en circunstancias históricas cambiantes, que requieren adaptaciones y formas nuevas de respuesta. Pensamos sinceramente que se había agotado un ciclo de COPE del que no apuramos. Llevamos en la conciencia y en la memoria todos los pasos de nuestra historia, como una bagaje precioso y necesario, que sin embargo no vamos a ahorrar esfuerzos de la autocrítica, ni de la audacia de ensañar nuevos caminos. En este momento histórico creemos que un medio como COPE no puede contentarse con defender una plataforma de valores comunes, sino que debe incidir en la cultura del nihilismo con una propuesta integralmente conforme a nuestro ideario. Y debe hacerlo con el método propio de una radio generalista y comercial, hablando de todo y con todos, para analizar y criticar todas las propuestas, asumiendo el riesgo diario de tomar posturas desde su ideario, buscando grandes audiencias porque nuestro anuncio va dirigido a todos, manteniendo independencia insobornable, repito, 2

4 manteniendo una independencia insobornable respecto de los poderes políticos y económicos, sin que eso signifique equidistancia ni indiferencia. Procurando servir para las necesidades de la gran comunidad católica española, pero sin olvidar la perspectiva misionera, y por tanto, el diálogo a cambio abierto, que es propia de cualquier realidad cristiana que esté viva. Les indico algunas de las batallas de fondo en las que COPE se ha embarcado, se embarca y sigue presente, y en las que creo sinceramente que hemos sido una referencia para la sociedad española. La primera batalla es la de seguir manteniendo vivo un medio que establezca la información desde la búsqueda de la verdad, y creemos que esencial, la libertad para buscarla. Ejerciendo ante todo la crítica responsable, pero insistiendo, manteniendo porque así nos lo permite nuestra propiedad, una independencia total por el que aquí es el interés partidista, económico, oligárquico. Seguimos en la batalla de la promoción de la cultura de la vida, en la defensa de la vida desde el ser concebido hasta el final de sus vidas. En el fondo es la defensa a favor de los más débiles de las sociedades occidentales, de aquellos que por no ser productivos o útiles, por no constituir una satisfacción inmediata, o no viven, o se está proponiendo como ya se escucha, que mueran. Y en ese sentido, seguimos abiertos a una interlocución constante con la sociedad civil, especialmente con las plataformas provida. Obviamente con la postura de la Conferencia Episcopal, y defendiendo movilizaciones exitosas, y que nos deberían de hacer reflexionar a todos, como la del 17 de octubre, o amparando la objeción de conciencia. Seguimos insistiendo en la defensa de la libertad religiosa como un bien necesario en las sociedades democráticas, y de una laicidad positiva, como son tanto ya los líderes de Europa, que con o sin fe defienden esta postura. En ese sentido, nos preocupa la sentencia de Estrasburgo sobre los crucifijos, la futura ley de libertad religiosa, y muy especialmente la denuncia de la persecución religiosa en el mundo. En ese sentido, nuestras últimas campañas excepto China e Irak, han querido tener presente aquellos que no pueden no sólo disfrutar de su fe, sino que son perseguidos por ese hecho. Aunque a veces los intereses económicos y egoístas del mundo, callen sobre tanta vileza. La promoción de la familia, que seguimos creyendo que es la célula clásica de cualquier sociedad, y en ese sentido nuestro despliegue para atender la misa de la Sagrada Familia de 27 de diciembre. La libertad de educación en un trabajo sereno y constante, por traer a una sociedad desarrollada como la española, con un alto nivel de vida, el principio de la libertad de educación, que creemos que puede desarrollarse más, e intentando poco a poco ir modificando modelos que son ya arcaicos, pasados y más bien casposos. En ese sentido, seguimos preguntándonos por un pacto educativo que sea real, por una crítica de la educación para la ciudadanía, como toda crítica de cualquier atisbo de 3

5 totalitarismo estatal, proceda de donde proceda, y fundamentalmente el apoyo a la iniciativa social en la escuela y el apoyo a la libertad de los padres en la educación, siguiendo presente algunos temas que debían de empezar a ser abordados en el debate político, y que se escamotean constantemente, como el cheque escolar y el cheque universitario. Entre otras razones para aquellos que son más humildes, han nacido en distintos lugares de nuestra maravillosa España, puedan acceder a alcanzar los estudios que por su mérito y capacidad realmente les correspondan. Nos preocupa fundamentalmente la crisis, no sólo la crisis económica sino la crisis moral y la crisis social y política que vivimos. En este ámbito, hemos querido extender en la ciudad y en el mundo, la encíclica Caritas In Veritate, a veces, seguramente por no leída e ignorada, vilmente criticada. Los documentos especialmente en la Conferencia Episcopal sobre la crisis económica y moral, la defensa de la sociedad civil como principio rector para la construcción de una democracia. Y en este sentido, seguimos insistiendo en lo fundamental del principio de subsariedad. Y la promoción en estos momentos de crisis, las labores de las organizaciones existenciales, muy especialmente de Cáritas en toda esta ayuda a todos esos españoles que no son un número, sino que son personas que están sufriendo los embates de esta crisis económica. Seguimos manteniendo firmemente la creencia en la defensa de la unidad de España, con independencia de cuáles sean las fórmulas administrativas mejores para la misma, y entiendo esa unidad de España como un patrimonio que hemos heredado, que constituye la patria común de los derechos y libertades de todos los nacidos en nuestro país. Seguimos extendiendo el magisterio del Santo Padre. No sólo desde la convicción de nuestra fe, sino porque incluso para aquellos que no la tengan, incluso para aquellos que estén de uno u otro modo alejado de la iglesia católica, hoy Benedicto XVI, como han reconocido los ilustres intelectuales, incluso en lugares opuestos, constituye uno de los pensadores más importantes que tiene el mundo en el siglo XXI. Desde esa perspectiva, hemos querido trasladar su misión y su magisterio. Y por supuesto, no queremos dejar de aprovechar este momento en que España tiene el honor de ostentar la Presidencia Europea, para reivindicar la importancia de nuestras raíces cristianas, la memoria de nuestros padres fundadores, y la memoria del desastre previo a la fundación de la Unión Europea, que no debería dejarnos indiferentes, ya que como podríamos decir fue sencillamente ayer. Y la defensa de la sociedad civil y de la libertad religiosa también en Europa como motores del desarrollo y construcción de la misma. Pues bien, en esta aventura estamos embarcados. De una radio de las estrellas, cada una con su genialidad indiscutible y su legítimo individual proyecto, hemos querido hacer la travesía a una radio de grandes profesionales, estrechamente vinculados al ideario de esta casa. Dispuestos a realizar un producto amasado con el rigor informativo, la agudeza del análisis, la crítica y la independencia informativa, respecto de cualquier interés distinto, que no sea la búsqueda de la verdad al servicio del bien común. Esto, lo sabemos bien, significa realizar una dura escalada, y por el camino, como todo escalador que aspira a una gran cumbre, podemos sentir que se nos corta el resuello. 4

6 Este giro no podía realizarse sin costes ni sufrimiento. Sabemos que un cambio de este calado se paga siempre innecesaria, y necesariamente, en el Estudio General de Medios. En primer lugar, por la naturaleza de las audiencias radiofónicas, y por las propias singularidades, carencias del medidor. El resultado de este EGM no nos complace, sino que nos hace sentir la dureza y la responsabilidad del camino que hemos emprendido. Si comparamos diciembre de 2009 con diciembre 2008, resulta que un 80% de los oyentes de COPE han dado crédito a nuestra apuesta. Aspiramos a recuperar la confianza de ese 20% que por ahora nos ha dejado. Pero aspiramos también a que vuelvan los que en años precedentes habíamos perdido, y también a crecer en estos campos, porque nuestra propuesta es sólida y atractiva, aunque como todo lo nuevo, necesita tiempo. COPE es una empresa saneada, tremendamente saneada, sin deudas ni hipotecas, con músculo para afrontar las inclemencias de la tormenta. Por eso y por la responsabilidad social que nace de nuestra identidad, a pesar de una crisis cruel, como ha dicho Antonio Fernández de Galiano, que padecemos como todos los medios de comunicación, especialmente desde el año 2008, incidiéndose en la temporada , hemos evitado las medidas laborales traumáticas, que otros medios han llevado a efecto dentro del sano ejercicio de las propuestas de dirección, pero nosotros las hemos evitado. Como les decía esta aventura se parece a una escalada, probablemente larga y fatigosa. Pero COPE tiene detrás un pueblo, tiene un arraigo profundo en muchos corazones y muchos territorios de nuestra España, y tiene un conjunto de extraordinarios profesionales dispuestos a echar el resto, porque de verdad esta aventura merece la pena. Y merece especialmente la pena en la radio que hoy podemos decir como radio privada, más antigua de España con una misma propiedad. Es cierto que nuestros compañeros de SER tienen más antigüedad, pero sus propiedades dominantes se han modificado. Estamos en época de siembra, de corregir errores, de ajustar productos, pero nuestro rumbo es claro. Sabemos que una radio, como decía antes, es un organismo vivo, que se hace y rehace cada día, sin fórmulas rígidas, con la pasión por la realidad que nos provoca y el amor, fundamentalmente al hombre y al mundo, que aprendemos e intentamos llevar a cabo con toda nuestra eficiencia, las mías especialmente, cada día en la pertenencia a la Iglesia que nos acoge. Muchas gracias. 5