Título del trabajo: Eje temático: Sub-eje temático: Autor/es:

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1 Título del trabajo: Itinerarios que se construyen mirando al pueblo: Expectativas y prácticas de un grupo de jóvenes del interior en su pasaje a la Universidad. Eje temático: 3. El ingresante universitario como sujeto de aprendizaje Sub-eje temático: 3.1 La cultura social de los jóvenes ingresantes: subjetividad, identidad y vínculos. Autor/es: Carla Haydeé Falavigna: DNI: Correo postal: Av. 24 de Septiembre 702, Piso 2, Depto G. Correo electrónico: carla240382@yahoo.com.ar- Centro de estudios Avanzados (CEA-UNC)- FCEFyN, Cátedra de Psicología educacional, Depto de Enseñanza (UNC) - Facultad de Psicología, Cátedra de Psicología educacional (UNC).

2 Itinerarios que se construyen mirando al pueblo: Expectativas y prácticas de un grupo de jóvenes del interior en su pasaje a la Universidad. 1. Introducción. En esta ponencia presento algunas reflexiones alrededor de uno de los temas objeto de mi investigación 1, intentando describir y analizar expectativas, prácticas y vínculos que un grupo de jóvenes del interior despliegan en su pasaje a la universidad. En mi trabajo de investigación, me interesa reconocer y analizar que sucede en el pasaje de la secundaria a la universidad, en jóvenes de una pequeña localidad del interior del sur cordobés (que deben trasladarse a la ciudad para continuar sus estudios), considerando las características particulares del pueblo en cuanto a la trama de relaciones sociales que hace que estos jóvenes mantengan un vínculo y una referencia permanente con el lugar de origen. Reconstruyo 2 cómo las expectativas y prácticas de estos jóvenes sobre su comunidad, se juegan en el tener que irse para estudiar, cómo se proyecta el volver para trabajar a futuro y qué significa elegir en este contexto. Seguir estudiando luego de haber terminado la secundaria, irme a estudiar, o hacer una carrera, son diferentes modos de enunciar desde los sujetos una intención que supone y anticipa la continuidad de la relación con el conocimiento. Proyecto que puede implicar problemas y sentidos socialmente diversos. A la hora de pensar la continuidad de los estudios en un nivel superior, las percepciones, aspiraciones, apuestas, elecciones y oportunidades suelen ser decididamente heterogéneas. Seguir estudiando, parece aludir a una continuidad, a la prolongación de una práctica, la de estudiar, pero elude la referencia a las rupturas que puede involucrar el sostenimiento de la misma 3. Estas rupturas suelen ser más intensas cuando los jóvenes que ingresan a la 1 Beca Doctoral tipo I (desde 2007) y tipo II (desde abril de 2010) -CONICET- Proyecto dirigido por el Dr. Facundo Ortega. Titulado: Pasaje Escuela Media-Universidad. Un estudio sobre trayectorias educativas con jóvenes de una localidad del interior del sur cordobés: entre la universidad, el pueblo y el trabajo. Tesis a presentar en el doctorado de Estudios Sociales de América Latina, con mención en Socio-antropología de la Educación, en su etapa final de escritura. CEA-UNC 2 A partir del análisis de grupos de discusión en el año , y entrevistas individuales en profundidad en los años 2009, 2010 y Este tópico, pero en relación al seguir estudiando en la escuela secundaria (no en la universidad) es trabajado por Uanini, Mónica en su tesis de maestría. Se sugiere ver: Uanini, Mónica Irse, volverse y desenvolverse. Pasaje a la secundaria de jóvenes de zonas rurales. Tesis de maestría en Investigación Educativa. Centro de estudios avanzados Universidad Nacional de Córdoba.

3 universidad no son de la ciudad y deben dejar su viejo territorio y trasladarse a ella para poder proseguir sus estudios. Éste es un trabajo de investigación de corte etnográfico que no pretende dar cuenta de cómo viven este proceso todos los jóvenes del interior que deciden seguir estudiando, sino que intenta ahondar en algunas historias y trayectos de jóvenes de este pueblo, tomando al pueblo mismo y a la apropiación de ese territorio- como objeto de análisis. Podremos ver, a lo largo de este escrito, como este pasaje de la escuela secundaria a la universidad, es un proceso complejo, que se complejiza aún más en estos jóvenes, porque implica otro pasaje el irse a la ciudad. Me interesa, aquí, poner a discutir significaciones y experiencias que vivencian los estudiantes en este pasaje, en su doble recorrido: de la secundaria a la universidad y del pueblo a la ciudad, centrándonos en estos sujetos, sus capitales sociales, sus vivencias, sus búsquedas, sus encuentros y relaciones con otros, ya en la universidad. 2. Un pasaje en doble movimiento -o de cómo se construyó este pasaje- El discurso político y mediático de los `90, fue orientado a incentivar en la población una representación de futuro en el que la capacitación y la formación técnica y profesional aseguraba la obtención inmediata del trabajo asalariado; un discurso centrado en el valor de la reconversión de los recursos humanos, de la flexibilización de las capacidades personales para favorecer el recambio laboral, a la vez que de una especialización temprana en detrimento de la antes llamada formación general (Palermo; 2008) Estos cambios atraviesan las subjetividades de los jóvenes, pues: al momento de transitar el pasaje de la escuela media a la universidad y elegir una carrera, ven obstaculizado el pensar a largo plazo. Devaluado el futuro como espacio imaginario, el gran dilema que se les plantea, insertos en el mundo laboral del capitalismo moderno, en el mundo de la flexibilización, es la salida laboral. (Iriarte; 2007: 16) Investigaciones realizadas en nuestro país (Aisenson 1990, Peiró 1993, Ortega ) develan entre sus resultados que a la hora de elegir una carrera universitaria, la importancia otorgada a lo que se espera/imagina como salida laboral atraviesa fuertemente la elección por tal o cuál área de conocimientos. En la mayoría de las entrevistas realizadas desde del Programa de Investigación 4, del cual participo, los estudiantes manifiestan estar eligiendo carreras que suponen una rápida inserción laboral, las que en su mayoría son carreras técnicas por ser cortas, y tener salida 4 Programa: Ingreso a la Universidad. Relación con el conocimiento y construcción de subjetividades. Director: Ortega, Facundo y Co-directora: Duarte, Ma Elena. CEA-UNC.

4 laboral 5. Muchas veces se visualiza la angustia que genera la contradicción de tener que optar entre algo que realmente gusta y algo que tiene salida laboral. En algunas de las entrevistas también aparece la preocupación por la inserción laboral y la representación de que muchas veces el obtener un título Universitario no garantiza la inserción en el mundo del trabajo: para que te vas a gastar estudiando medicina si después tenés que trabajar gratis en un hospital, o manejar un taxi, tales representaciones parecen generar cierto grado de decepción en estos jóvenes que están tratando de visualizar la elección de una carrera universitaria como un proyecto de futuro. Esta problemática, de la elección en función de una rápida salida laboral que pudimos observar como recurrente en los grupos de discusión realizados en el marco del Programa de Investigación, empezó a interrogarme en relación a jóvenes no urbanizados. Fue así como decido investigar esta temática, a partir de un estudio de seguimiento de una cohorte de jóvenes de una pequeña localidad del interior. Partimos, entonces, de sostener que las expectativas en relación al mundo del trabajo, interviene condicionando y a veces determinando- la elección. Una carrera que garantice -como si esto fuese posible- una rápida salida laboral tiene más posibilidades de ser elegida. En este sentido es que la carrera elegida (?) es vivida como una obligación, como un esfuerzo para ; siguiendo a Facundo Ortega: La evaluación del esfuerzo para estudiar en relación a las ventajas no muy ciertas del título produce el efecto de un sobreesfuerzo en el presente correlativamente a la actualización de la indeterminación. No hay cálculos racionales que aseguren un lugar en tal institución, empresa o campo, pero de acuerdo a las condiciones sociales de origen se pueden tener mayores o menores certezas respecto a la probabilidad de recuperar un lugar en la sociedad o de encontrar uno nuevo. Las incertidumbres comienzan a aparecer en el plano mismo del deseo, de la illusio, de involucrarse en algo que no ofrece garantías y que comienza no teniendo garantías desde ese acto originario de no involucrarse. Mantener un estado de indeterminación que se corresponde con una indeterminación «objetiva» es la mejor garantía de un futuro, presente también, indeterminado. (Ortega F., 1996: 34). Ahora bien, cuando en la elección por una carrera prevalece el interés por una salida laboral, es posible un compromiso con el conocimiento?, cómo es ese compromiso?, 5 Aparece una fuerte recurrencia, en el discurso de los entrevistados, sobre la importancia que juega la salida laboral a la hora de optar por una carrera universitaria. Lo que se diga en relación a la salida laboral parece tener un fuerte peso a la hora de decidir: A mi en realidad, me gusta más, de gustarme me gustaría más estudiar Comunicación que Recursos Humanos. Pero sé que Recursos Humanos tiene muchísima más salida laboral, eso me dijeron, todos dicen eso. Entonces yo pienso, estuviste estudiando años, que sea algo que el día de mañana pueda trabajar con eso (Fragmento de entrevista realizada a un joven de 17 años en el año 2006), dicen que como maestra jardinera me voy a morir de hambre, así que no, maestra jardinera, mejor no (Fragmento de entrevista realizada a una joven de 18 años en el año 2006)

5 cómo juegan estos intereses en el cursado de de la carrera elegida?, cuáles son las percepciones y las prácticas cotidianas de los estudiantes en relación al conocimiento, a la universidad, al trabajo?, son estas elecciones, elecciones frágiles?, qué elementos se juegan en la continuidad o el abandono en los estudios superiores? Partiendo de este presupuesto inicial fue que la temática trabajada en los primeros grupos de discusión, giraba en torno al pasaje escuela secundaria-universidad: Seguir estudiando?, y en estos casos, qué seguir estudiando?, fue el eje de indagación en esta primer etapa. Una vez que comenzó el trabajo en terreno, fuimos advirtiendo que parte de este supuesto era real, pero había otra parte del enunciado que se encontraba ausente. Vimos que para estos jóvenes las expectativas en relación al mundo del trabajo eran tenidas en cuenta a la hora de elegir una carrera universitaria, pero no en términos de salida laboral, de mercado de trabajo global, sino que la preocupación estaba en relación a las posibilidades laborales futuras en el pueblo, de mercado de trabajo local. No importaba estudiar una carrera prestigiosa, rentable para el futuro y con gran campo de inserción laboral, sino que lo que importaba era estudiar una carrera que asegurara, a futuro, la vuelta al pueblo. Fue entonces que nuestras preguntas de investigación se fueron reformulando, en vez de preguntarnos por las expectativas relacionadas al mundo del trabajo en abstracto, las ligamos ahora al pueblo. Es por ello que construimos la noción de un pasaje en doble movimiento. Tal pasaje cobra una complejidad y abre un abanico de matices y de sentidos que queremos describir y comprender en este trabajo cuyo centro de atención son estos jóvenes de pueblo. 3. Un pasaje en doble movimiento - o de la Secundaria a la Universidad- Son numerosas las investigaciones (Ortega, ; Ezcurra, 2007; Vélez ; Goldenhersch 2006; Carli, 2007; Coulon, 1993; Teobaldo, 2008; Mercado, 1999) que abordan, poniendo el foco en diferentes dimensiones, la problemática del paso de la secundaria a la universidad. Todos los estudios acuerdan en que el ingresar y permanecer (así como también el abandonar ) en la universidad, está atravesado por cuestiones institucionales, sociales, históricas, económicas, culturales y biográficas que trascienden el espacio de lo escolar, lo académico y lo universitario. La problemática del abandono y de la dilatación de las carreras remite a todo el recorrido de pasaje que involucra: las distintas trayectorias escolares; el lugar ocupado en el espacio social (Bourdieu, 1991) y las características socio-económicas de los estudiantes; y las

6 percepciones de los alumnos acerca de la carrera, de la universidad, del mundo laboral y de sus propias posibilidades. Pensar en seguir estudiando o en ingresar a la Universidad se presenta como un proyecto, que cómo ya dijimos no es un proyecto individual sino que se valora y se sostiene en relación con posibilidades y expectativas familiares y sociales; en ese marco se reconstruyen multiplicidad de relaciones, con el espacio, con el tiempo, con otros sujetos; nuevas distancias y nuevas cercanías (Vélez, 2005: 9). El ingreso a la universidad es significado por los jóvenes como una etapa que implica un corte y cambio de las condiciones en las que se desarrollaba la vida cotidiana, al mismo tiempo que un momento de fuertes cuestionamientos y decisiones vividas con cierta inseguridad. Los saberes y prácticas que se ponen en juego, al habitar la universidad, están en relación con las trayectorias que estos estudiantes han construido en su historia escolar. Por ello, consideramos necesario indagar el pasaje de la secundaria a la Universidad en el momento mismo de pasaje, esto es: antes de terminar la secundaria y cuando ingresan a la universidad; para poder así: describir y analizar posibilidades y expectativas familiares que hacen que este proyecto de seguir estudiando se haga concebible; así también como revisar las expectativas de los jóvenes que ven en la Universidad un lugar posible, y explorar luego, cómo es que se construye la relación con el conocimiento en el inicio de los estudios universitarios. A partir de la intersección entre terminar la secundaria e ingresar a la Universidad, nos preguntamos: qué es lo que hace que un sujeto vea a la universidad como horizonte posible?, Cómo es que ese ver a la universidad como horizonte se va plasmando en un proyecto concreto?, qué y quiénes intervienen en esta decisión de seguir estudiando y cómo? Y una vez que la decisión está tomada, cómo se insertan los jóvenes en el campo universitario? Cómo juegan sus trayectorias en el ingreso y permanencia en la universidad? Cuáles son las estrategias de acercamiento al conocimiento que construyen los estudiantes en los primeros años de la carrera elegida? Veamos, primero, cuales son las perspectivas, expectativas y significaciones subjetivas, familiares y locales en dónde seguir estudiando en la universidad adquiere sentido-o lo pierde- como horizonte posible 6. 6 En el pasaje que nos ocupa, nos encontramos con veintiocho jóvenes, de los cuales sólo una tiene padre con estudios universitarios, el resto de los jóvenes se divide entre tener padres con estudios secundarios o primarios completos y otros con estudios incompletos. Muchos de estos jóvenes son la primera generación que ingresaría a la universidad. Nos encontramos además con un pueblo que, como en tantos otros pueblos, el pensar en enviar sus hijos a la ciudad, a estudiar a la universidad, no es una práctica frecuente por sus costos económicos y subjetivos-. Ahora bien, valga la paradoja: de estos veintiocho jóvenes, veinticinco van a seguir estudiando, por ende nos importa reconocer los procesos y estructuras sociales más amplias en cuyo seno este proyecto -hoy- se torna concebible y practicable.

7 Algunas instituciones locales y también algunos otros significativos, por la importancia en el cotidiano de estos jóvenes, se tornan centrales a la hora de que seguir estudiando se transforme en un proyecto concretable para la gran mayoría de los alumnos que están terminando la escuela secundaria. Entre las instituciones más comprometidas en la configuración de este pasaje Secundaria-Universidad, el secundario 7 y la cooperativa de luz, ocupan un lugar central a considerar. Así como también lo son las experiencias en el club o la iglesia. No hubo ningún grupo de discusión, en donde no resonaran el secu, y las becas en los relatos de los jóvenes; además de los tantos recuerdos de experiencias en el club o en la iglesia. También en muchas de las entrevistas aparecían recurrentemente discursos y prácticas del cura y la directora constituyéndose como figuras claves a la hora de pensar en si seguir estudiando, o no. Por cuestiones de espacio, no nos detendremos en describir y analizar cómo cada una de estas instituciones y sujetos participa tornando concebible el seguir estudiando - en el pasaje de la secundaria a la universidad. Sólo aclarar que la distancia geográfica que separa a este pueblo de los polos urbanos más cercanos en dónde los jóvenes pueden comenzar sus estudios universitarios, son distancias que se tornan más o menos largas (60 km a Río Cuarto y 160 km a Córdoba) para poder hacerlas viajando cotidianamente, razón por la cual éstos deben instalarse en la ciudad para poder cursar las distintas carreras. Sin embargo esta distancia no se transforma en un obstáculo a la hora de pensar en seguir los estudios universitarios y un factor clave aquí lo juega una de las instituciones locales: la Cooperativa de luz y Fuerza, ya que ésta otorga becas de estudio a quienes no pueden costear sus estudios universitarios. Estas becas consisten en alojamiento, gastos generales, viáticos y apuntes; la única condición es que todos los años los jóvenes beneficiarios de esta beca, hayan cumplido con un 80% de 7 Una institución central que le da sentido al proyecto de seguir estudiando en la Universidad es el secundario, ya que allí se entablan las relaciones más sistemáticas y quizá las más significativas de este período de transición, de pasaje. Sabemos que es la escuela secundaria uno de los tiempo-espacio más trascendentes en dónde los jóvenes construyen modos diferentes de de relacionarse con los conocimientos escolares. Esta escuela secundaria es pública, de gestión privada. Recibe ciento por ciento de aporte estatal para todo lo que sean sueldos docentes y personal administrativo. En este momento tiene una población escolar de doscientos doce alumnos. Contando al representante legal (que es el cura párroco) y la directora, más dos personas como personal de maestranza, son cuarenta personas trabajando en la institución. La cooperativa de luz aporta la electricidad y la municipalidad contribuye pagando el servicio de Internet. Como los gastos de manutención del edificio, así como calefacción y limpieza, no son cubiertos con el subsidio estatal, se cobra una cuota mensual estipulada en cuarenta y cinco pesos, disminuyendo el monto para quienes tienen más de dos hijos en la escuela y pudiendo obtener becas para quienes no pueden pagarla. El hecho de que en materia de educación, nos encontremos con una escuela primaria- con nivel inicial incluido- y una escuela secundaria, ambas públicas y únicas en la localidad; permite que distintos capitales económicos, culturales y simbólicos se encuentren- se mezclen- en la misma escuela.

8 materias regularizadas. Este sin dudas es un elemento clave en la configuración de este pasaje, para éstos jóvenes del interior. Ahora bien, una vez que la decisión de seguir estudiando en la universidad está tomada, nos interesa distinguir como son para estos jóvenes- pensadas, imaginadas, cargadas de expectativas esas multiplicidades de relaciones, con el conocimiento, con el estudio, con el espacio, con el tiempo, con los otros sujetos que conocerá-y desconocerá-en la ciudad 8 ; para ver luego cómo se van construyendo, estas relaciones- in situ Desde la secundaria- Cursando su ultimo año e la escuela secundaria, estos jóvenes manifiestan 10 : ( ) tengo mucho miedo porque me dijeron que en la facultad donde yo quiero ingresar no hay lugar ni para sentarse, entonces imagínate que feo, ni podes escuchar lo que te explican seguro que no voy a entender nada y encima no voy a tener a quien preguntarle, porque nadie de ellos (refiriéndose a sus compañeros) estudiará esto ; dicen que sos un número, eso me desespera porque encima que es un montón lo que tenes que estudiar, no tenes a quien preguntarle, ni un amigo, ni un profesor, porque siendo tantos no creo que den bola los profesores, no es como en la secundaria, de pensarlo me dan ganas de llorar ; ( )hasta una vez pensé en estudiar lo que estudia ella (refiriéndose a su compañera de curso) así no me siento tan sola, sería mucho más fácil estudiar así creo. (Risas) Pensar en comenzar una carrera universitaria hace que los jóvenes anticipen nuevas maneras de relacionarse con el conocimiento, no se trata sólo de que habrá más material para estudiar sino también de que imaginan esa situación de aprendizaje en un escenario solitario y hostil. Más allá de la masividad que saben supone el estudiar una carrera universitaria, el separarse de su grupo de amigos hace que ese proyecto se cubra de miedos e inseguridades; sensaciones que, como relato abajo, desaparecen una vez comenzado el cursillo de ingreso. 8 Cuando los jóvenes cursan el último año de la escuela secundaria 9 Cuando los jóvenes hacen el cursillo de ingreso, ingresan y cursan sus primeros años de sus estudios Universitarios. 10 Los que siguen son fragmentos de entrevistas grupales a los jóvenes de esta localidad del sur cordobés, cuando estaban cursando su último año en la escuela secundaria.

9 3.2. -Desde la universidad- Ya en la universidad, estos jóvenes comienzan a perder el miedo que les generaba pensar en esta nueva relación con el conocimiento. Si bien manifiestan que es diferente a la secundaria en relación a la cantidad de material y al compromiso que les significa en términos de cantidad de horas dedicadas al estudio, descubren que pueden abordar esta nueva situación de aprendizaje de una manera positiva. La mayoría de los entrevistados me cuenta sobre la construcción de un fuerte vínculo no sólo con el conocimiento /saberes propios de la carrera elegida, sino también con sus compañeros (con quienes ya comienzan a crear lazos de amistad) y con la institución universitaria. Estos jóvenes 11, ya cursando sus primeras materias en la universidad, expresan: Me encanta ir a la facu porque además ahí mismo con los chicos que conocí cuando hice el curso de ingreso, estamos jugando al fútbol, ahí mismo en el campus de la universidad y eso aunque no tenga nada que ver hace que me guste más ir a la facu, estudiar, todo, es raro no? (risas), me está yendo re bien en este primer año, la verdad que ni yo lo puedo creer pero me quedo como hasta las tres o cuatro de la mañana estudiando, obvio que es porque me junto a estudiar con las chicas (refiriéndose a compañeras que conoció mese atrás en el curso de ingreso) y eso lo hace más divertido, me encanta estudiar así ; esta re bueno estudiar en grupo porque nos vamos sacando las dudas entre nosotros y entonces es como que te queda más y no te sentís sola, es lindo y siento que aprendo El crear lazos con la facultad, la universidad y los compañeros hace que la relación con el conocimiento y con la carrera elegida se torne disfrutable. Entendemos que en la construcción de una relación con el conocimiento, las subjetividades son puestas en juego, pues esta relación no solo implica todas las relaciones que el sujeto sostiene con ese saber específico (del orden de lo académico), sino que abarca también el conjunto de vivencias personales, pensamientos, imágenes, conductas o actitudes identificables y en parte colectivas. Beillerot (1998: 44) 4. Un pasaje en doble movimiento - o del pueblo a la ciudad- 11 Los que siguen son fragmentos de entrevistas individuales a los jóvenes de esta localidad del sur cordobés, cuando estaban cursando su primer año en la carrera universitaria elegida.

10 Investigaciones locales 12 trabajan la problemática de los alumnos migrantes (alumnos que deben viajar para proseguir sus estudios secundarios, o universitarios), por considerarla apropiada para estudiar el problema de la indeterminación, debido al importante grado de conmoción de la vida social que el cambio de lugar de residencia les produce, impactando esto en la continuidad y el abandono en los estudios superiores. Irse del pueblo y venir a vivir a la ciudad, no es un hecho que se resuelva alquilando un departamento o una habitación en una pensión, es, sin dudas, un proceso que ni se inicia ni concluye con el traslado físico. Implica antes que nada dejar de estar en un lugar, para comenzar a estar en otro. Podríamos arriesgar la idea de transición si tuviéramos certezas respecto de la meta. Pero es efectivamente un riesgo porque muchos de estos jóvenes quedan atrapados en el durante de una carrera, algunos ni siquiera logran dejar el viejo territorio para asumir el nuevo. (Mercado, R. 1999). Si bien en un principio esta transición a la ciudad y los sentidos anudados a ella, no fue foco principal de nuestra mirada, con las reestructuraciones, marchas y contramarchas en el trabajo de campo, fue necesario que empezáramos a enfocar, también, en esta condición; condición que aparece como accesoria en un principio pero que va tomando protagonismo a medida que vamos describiendo, analizando y comprendiendo la complejidad de este pasaje. La palabra migrante 13 se utiliza aquí con un sentido abierto. En realidad es un interrogante más que una respuesta ya que esta investigación da pistas sobre ese particular modo de vivir en la ciudad, no como una alternativa de vida a largo plazo o permanente, sino como una forma de estar en un lugar manteniendo vínculos estrechos con el lugar de origen. Como podremos ver, esto construye una relación particular con la ciudad, con la universidad, con los compañeros de estudio, amigos, y con el horizonte laboral y el conocimiento. En relación a lo indagado en estos grupos de discusión cuando los jóvenes estaban terminando sexto año de la escuela secundaria, el hecho de que para ingresar en los estudios superiores sea necesario dejar el pueblo es una preocupación que atraviesa el momento de la elección, generando algunos temores e incertidumbres Desde el pueblo- 12MERCADO, Roxana (1999) Un análisis sobre el ingreso a la universidad, un aporte para pensar la deserción estudiantil Tesis de maestría en investigación educativa CEA 13 Migrante es el participio presente del verbo migrar. Y en cuanto tal, contempla la acción misma del migrar, la acción presente y no acabada de moverse de un territorio a otro. Se trabajará más en profundidad esta noción en construcción, en el trabajo completo.

11 Desde el pueblo, se avizora la ciudad, los jóvenes manifiestan preocupación por los cambios en la vida cotidiana, incertidumbre sobre la necesariedad de administrar el tiempo y el dinero, y miedos en relación a manejarse en la ciudad y a relacionarse con un otro desconocido: cómo voy a hacer para entender por dónde van los colectivos, si nunca me subí a uno seguro que me pierdo encima la ciudad universitaria me contaron que es muy grande, pero grande, grande?, no sé cómo voy a hacer para organizarme entre que no voy a tener a mi mamá que me cocine ni que me diga dale, dale Juan estudia ; y la plata no sé, yo soy un desastre no sé cómo hacer para no gastarme todo el primer día eso me da miedo. Por otra parte aparece recurrentemente la imagen de la ciudad como amenazante y peligrosa: Y si me voy a Córdoba es como que lo veo mucho más peligroso, hay tanto aceleramiento, tantos robos Me puedo llegar a morir si alguien quiere robarme, me da miedo, te juro que me pasa eso y me vuelvo, de una, los otros días entraron a robar al edificio donde yo supuestamente voy a vivir, te imaginas que ahora no me quiero ir a córdoba, estoy espantada. ; una vez fui a Córdoba te empujaban para un lado, te empujaban para el otro, viste cuando vas chocando así con la gente? Y yo decía: hola, hola, hola. Y todos me chocaban, y es como que, ahí caí. (..) ahí caí, lo que era la ciudad y lo que era el pueblo. Me marcó muchísimo esa imagen, tengo mucho miedo de no acostumbrarme Si bien estas incertidumbres y temores parecen perturbar a los jóvenes cuando se piensan en la universidad, generando en algunos casos dudas en relación a su permanencia en la ciudad (y por ende en la continuidad de sus estudios universitarios), luego, una vez ya instalados en la ciudad, estos imaginarios van adquiriendo otras formas y la ciudad poco a poco deja de pensarse como amenazante y empieza a ser experienciada desde lo disfrutable, aunque nunca deja de ser un lugar de paso, pues todos o la gran mayoría-de estos jóvenes retornan al pueblo los fines de semana, para los cumpleaños, las vacaciones de julio, las fiestas patronales, las semanas sin clases, etc Ya en la ciudad- Una vez que los jóvenes ya han ingresado a los estudios universitarios, comienzan a transitar la ciudad desde otros lugares, y sus representaciones en torno a la ciudad amenazante y peligrosa van adquiriendo otros matices. En su primer año a la universidad, los estudiantes nos cuentan: esta re bueno vivir en Córdoba la verdad, yo tenía miedo de no acostumbrarme, pero no me encanta, porque

12 siempre hay gente, cuando te hartas de estudiar, parás y das una vuelta o podes salir de noche a tomar algo, ir al cine, miles de cosas ; perdí el miedo a que me roben, ya esta, yo ando a cualquier hora, obvio que siempre con cuidados, pero miedo, lo que se dice miedo, no tengo. Si te van a robar te roban en cualquier lado, en una ciudad grande, en una ciudad chica, en un pueblo, bah, en nuestro pueblo no (Risas) ; Lo que me gusta de Córdoba es que después de rendir, con mis amigos de acá nos vamos a tomar unas cervecitas y siempre hay gente dando vueltas, sea lunes, sea martes. Es re lindo estudiar en la ciudad, nunca me imagine q me iba a gustar. Los jóvenes, ya en la ciudad, descubren nuevos itinerarios, comienzan a habitarla y a disfrutar del vivir en ella. Sin embargo, la ciudad es disfrutable de lunes a viernes (tiempo en el que se cursan las materias de primer año) y sólo durante el calendario académico activo. Los fines de semana, las semanas de exámenes, las vacaciones de invierno y de verano y todo aquel día que los estudiantes puedan volver al pueblo, lo hacen. Inclusive, como veíamos al comienzo de esta ponencia, se piensan volviendo a trabajar a la comunidad de origen. La vida en la ciudad es pensada solo cómo un momento transitorio, tiempo que dura el cursado de la carrera. Al cursar ya su segundo año en el profesorado, carolina nos cuenta como ella siente que se debe a su pueblo : yo ni siquiera me permito pensarme dando clases en otro lugar que no sea allá en mi pueblo, imagínate que si no fuera gracias a la cooperativa que me de la plata para que yo pueda recibirme, yo nunca podría haber estudiado, mi papá siempre me dice que yo nunca tengo que olvidarme de eso de alguna manera yo tengo que devolver esto que me están dando, aunque sea volviendo a trabajar a mi pueblo, me debo a él 14 Magda- estudiante de radiología de la U. N. C.- reafirma su deseo de recibirse para volver a trabajar al pueblo, dice: estoy cada vez más contenta con lo que estoy estudiando, si tengo suerte y me recibo rápido, pronto podré llevar esto de las técnicas en bio-imágenes al pueblo, viste que allá en el pueblo si alguien necesita una radiografía tiene que viajar a la cuidad para hacérsela bueno, ahora cuando yo me reciba, con la ayuda de mi papá voy a poder comparar un aparato y lo voy a instalar en la sala del dispensario del pueblo, así la gente ya no deberá viajar más para hacerse las radiografías que le hagan falta 15 Puede leerse en las narrativas de estos jóvenes, cierta adscripción comunitaria en la necesidad de continuar estableciendo lazos con la comunidad, más allá de abandonar el territorio (en términos físicos). Puede percibirse un sentido de conservación de pertenencia 14 Fragmento de entrevista realizada a Carolina, Fragmento de entrevista realizada a Magda, 2009.

13 y afiliación a la comunidad pequeña de origen. Esto último es reforzado, como dijimos, por esta actividad cotidiana que mantienen de retorno al pueblo los fines de semana, ya sea para visitar familiares, ya sea para asistir a fiestas patronales u otras actividades organizadas por el municipio o la iglesia. Ahora bien - a diferencia de otros jóvenes que siendo del interior tienen que trasladarse a la ciudad para continuar estudiando- esta particularidad complejiza el pasaje de la secundaria a la universidad salpicándolo de matices diferentes, pero no de vulnerabilidad, pues estos estudiantes continúan hoy con sus estudios universitarios, y algunos de ellos ya se han recibido. 5. Reflexiones finales -o sobre itinerarios que se construyen mirando el pueblo - El conocer diferentes modos de ser universitarios y diferentes formas de relacionarse con el/los conocimientos, nos permite enriquecer la mirada sobre cómo es vivenciado por los jóvenes el ingreso universitario. Pues no hay un único modo de transitar este espacio. Ese fue el objetivo de compartir, en este encuentro, algunas de las expectativas y prácticas de un grupo de jóvenes del interior en su pasaje a la Universidad. Relaté cómo estos jóvenes pensaban su ingreso y su vida en la ciudad cuando aún estaban en la secundaria y cómo sus vivencias se fueron transformando una vez que ingresaron a la Universidad. Sostengo que estos jóvenes transitan itinerarios que se construyen mirando al pueblo, porque para ellos el ser del interior no es una característica accesoria sino que atraviesa y configura la cultura social de su ser universitarios y sus modos de habitar la universidad, de un modo particular. Podríamos decir, que en el caso de éstos jóvenes el seguir estudiando se constituye como un doble acto migrante, porque incluye en su interior no sólo el paso a la universidad, ergo la ruptura y aprendizaje de nuevas prácticas escolares, sino porque necesariamente requiere el paso del pueblo a la ciudad y por tanto el aprendizaje de nuevos códigos urbanos. El ingresar a la universidad se presenta, siempre, como un proyecto de vida, que por cierto no es sólo individual sino que se valora y se sostiene en relación con posibilidades y expectativas familiares y sociales. En este caso, se valora y sostiene también desde y en relación con las posibilidades y expectativas locales (particularidades de la trama de relaciones sociales e institucionales del pueblo mismo); pues es en ese marco donde este

14 proyecto se hace concebible para todos los jóvenes, más allá de sus capitales sociales y económicos. Las diferentes representaciones que se configuran en cada sujeto cuando se evoca la imagen de un pueblo, puede ir desde las asociaciones con una vida tranquila y sin sobresaltos (en contraposición a las inseguridades, ruidos y contaminación urbana); a referencias que tienen que ver más bien con los desabrimientos de un espacio y una vida social sin excentricidades, sin noche ni brillos y con costumbres que chocan, cuando no rompen, con las costumbres urbanas. Esto genera miedos e incertidumbres en los jóvenes que aún están en la escuela secundaria, pero esto no les impide construir su proyecto de irse para estudiar Una vez que los jóvenes ya han ingresado a los estudios universitarios, comienzan a transitar la ciudad desde una manera diferente a la que imaginaban meses atrás, y sus representaciones en torno a lo urbano como amenazante y peligroso van adquiriendo otros matices. En la ciudad, los jóvenes descubren nuevos itinerarios y pierden el miedo a habitarla, sin embargo nunca dejan de mirar y regresar al pueblo. Considerando que estos jóvenes mantienen una referencia muy fuerte con la localidad de origen, entre otras cosas porque residen en la ciudad de lunes a viernes pero vuelven todos los fines de semana al pueblo, regresan ante cualquier feriado o toda fiesta patronal que allí suceda y a la hora de los exámenes finales prefieren estudiar, también, en el pueblo: es que nos preguntamos si la experiencia de irse del pueblo a la ciudad para estudiar, constituye en sí una experiencia migrante, o más bien que de migrante tiene esta experiencia. Nos preguntamos también como es que hacer una carrera universitaria construyendo itinerarios que no dejan de mirar al pueblo, no se convierte en una limitación sino más bien en un suceso que hace que los vínculos y relaciones con el conocimiento y con los otros significativos (ya en la universidad, ya en la ciudad) se configuren de manera tal que a diferencia de lo que suele consignarse en muchas investigaciones con jóvenes del interiorno dificultan la permanencia en la ciudad, y la continuidad de los estudios superiores, sino que por el contrario facilitan la finalización de la carrera elegida. 6. Bibliografía Bourdieu, P. (1964): Los herederos. Los estudiantes y la Cultura. Argentina: Siglo XXI. Bourdieu, P. (1979): Los tres estados del capital cultural. Sociológica 5, Bourdieu, P. (2001): Qué significa hablar. España: Akal Ediciones. Beillerot J. et al (1998): Saber y relación con el saber. Paidós. Buenos Aires.

15 Charlot, B. (2007): La relación con el saber. Elementos para una teoría. Argentina: Libros del Zorzal. Iriarte, A (2007): Cambios epocales y transformaciones en el sistema de educación superior Buenos Aires. Teseo Mercado, R. (1999): Un análisis sobre el ingreso universitario como un aporte para pensar la deserción estudiantil. Tesis de maestría en Investigación Educativa. Centro de estudios avanzados Universidad Nacional de Córdoba. Ortega, F. (1996): Los desertores del futuro. Argentina. Editorial C.E.A. U.N.C. Ortega, F. (2008): Atajos. Saberes escolares y estrategias de evasión. Argentina: Miño y Dávila. Palermo, Z (2007): El ingreso a los estudios universitarios: una transición difícil en cuaderno de ponencias del II Encuentro de ingreso Universitario. Universidad Nacional de Entre Ríos. Uanini, M. (2003): Irse, volverse y desenvolverse. Pasaje a la secundaria de jóvenes de zonas rurales. Tesis de maestría en Investigación Educativa. Centro de estudios avanzados Universidad Nacional de Córdoba.