Incremento de la rentabilidad del ovino churro de ordeño en Tierra de Campos

Transcripción

1 Una film cabeza de ovino churro. Incremento de la rentabilidad del ovino churro de ordeño en Tierra de Campos Victoriano CALCEDO ORDOÑEZ Jefe provincial de ganadería de Palencia. No vamos a discutir ahora las posibilidades que ofrecen los rústicos ovinos de aptitud triple, aunque preponderantemente lechera, de cara al porvenir. Lo que sí aparece sobrado de demostraciones es que las ovejas de ordeño no se explotan como antes, aunque permanezcan ligadas al régimen de pastoreo pedido por su sistema extensivo de explotación. Progresivamente, se tiende a rendimientos lecheros unitarios superiores, obtenidos gracias a la utilización de aprovechamientos forrajeros baratos, en unión de una mayor selección de las reses, mejor manejo de los rebaños y más preocupación por el estado sanitario de los animales. La tendencia a explotar mejor las ovejas como derivación lógica de mayores rendimientos, con las correlativas ganancias que ello implica, es algo que mueve ya las iniciativas en los medios ganaderos. Esa tendencia permite pensar en procedimientos de incremento de la rentabilidad que hasta no ha mucho podían considerarse totalmente vedados. Y ahí los Agentes de Extensión Agraria, dadas las peculiaridades de su misión en el campo, no deben estar ajenos al conocimiento de lo que dichos procedimientos significan, para asimilarlos v predicarlos, primero, y recomendándolos donde sean aplicables después. Dos cuestiones del niatiz indicado vamos a exponer hoy. 2

2 ;CUÁNDO DEBEN PARIR POR VEZ PRIMERA NUESTRAS OVEJAS? En los habituales contactos mantenidos con ganaderos de la Tierra de Campos poseedores de ovino churro o castellano de ordeño, hemos encontrado opiniones muy diferentes respecto al problema enunciado. Lo más común es que las hembras jóvenes o primalas no sean destinadas a la reproducción hasta que cumplan los dieciocho o veinte meses, en cuyo momento puede considerarse que han alcanzado el grado de desarrollo necesario, siempre, claro está, en las condiciones medias bajo las que nuestras explotaciones se desenvuelven. Se admite como norma general que nuestras churras de ordeño tienen su primer parto al cumplir los dos años, esto es, a los veinticuatro meses. Sin embargo. va siendo más común que la fecha de los primeros partos se anticipe, y nosotros conocemos ganaderos que de modo habitual se preocupan de que el mayor número de sus hembras jóvenes den los primeros frutos, concretamente, a una edad media que podemos centrar en los dieciséis meses, o sea con ocho meses de adelanto sobre las que siguen la regla general. Y aquí viene la cuestión. Es recomendable tal práctica? No padece la madre por parir antes, y luego se queda más pequeña de alzada? Se agotarán más pronto y concluirá antes la vida productiva de aquellas hembras de reposición que inicien sus partos a una más temprana edad? Es ventajoso adelantar la edad al primer parto, o más bien. funesto? Antes de entrar en el asunto, bueno será traer a colación aquí que a lo largo de los últimos veinte arios es tendencia uniforme la de los ganaderos de lanar en el sentido de hacer parir a sus ovejas más precozmente, y que entre los nuestros, como entre los extranjeros cuando explotan razas de ordeño de igual origen que las de la Tierra de Campos, dicha tendencia va cobrando adeptos, a pesar de la resistencia que imponen los aferrados al sistema ordinario. El problema, planteado en pocas palabras, se reduce a estas dos posturas. Los partidarios del adelanto entienden que dos arios sin producir es mucho tiempo pasivo, y que todo lo que sea acortar dicho período, es favorable económicamente ; los inclinados a que las hembras obtengan sus primeras crías a los veinticuatro meses dicen que antes de esa edad, más o menos, no hay hembra que tolere sin daño el parto, con la lactación que le sigue y la preñez previa a edad temprana, y ello a tal extremo, que estiman subdesarrolladas aquellas primalas de primer parto a los dieciséis meses. Explotar mejor las ovejas es tendencia que se observa en Tierra de Campos. 3

3 Los investigadores, ante semejante planteamiento, se han dedicado a controlar qué ocurre cuando los partos suceden en hembras más jóvenes de lo ordinario, y el resultado ha sido que las corderas pueden fecundarse, dentro del primer ario de vida, para parir entre los trece y los dieciséis meses, sin que exista peligro de comprometer su crecimiento normal, pero siempre que la alimentación que reciben sea correcta, cuantitativa y _ cualitativamente. Lo que sí se ha comprohado es que la cría del cordero nacido por lactación moderna tiene repercusión desfavorable sobre el crecimiento de la madre ; pero, como nosotros sacrificamos pronto las crías, y para las hembras obtenidas, si nos interesa conservarlas, disponemos de los sistemas de destete precoz, no hay duda de que podemos disfrutar de las ventajas de comenzar la vida reproductora de las hembras muy jóvenes y evitar sus inconvenientes. En concreto, por lo tanto, siempre que se cuente con alimentación apropiada, es posible lograr el primer parto de nuestras hembras a los dieci-. séis meses, y con ello no resultan comprometidos ni el desarrollo de las mismas, ni sus rendimientos lecheros posteriores, ni la duración de su vida productiva,- pero es necesario que no lacten sino escasamente, bien porque las crías se destinen al matadero, o porque con ellas se verifique un destete precoz. Si nos ponemos a considerar la situación de la oveja en nuestra Tierra de Campos, ahora que los regadíos van a transformar una buena fracción de ella, nos daremos cuenta de que aquel animal. en la. nueva situación impuesta por los cultivos, no resulta fácil que pueda competir, si no es bajo la base de incrementar su rentabilidad por todos los medios a nuestro alcance. ;No es incrementar la rentabilidad obtener una cría más de la hembra explotada? Pensemos simultáneamente en que los regadíos facilitarán la necesaria precocidad para la presentación de los celos y serán los mantenedores de la regularidad reproductora, a poco cuidado que el ganadero) ponga en su oficio. Pero, ;v en secano? No deja de ser curioso que aquellos ganaderos que conocemos como practicantes del adelanto en los partos son los que se preocupan concienzudamente de dar de comer a sus ovejas, y sobre todo, de disponer de cultivos forrajeros : la veza-avena, la alfalfa y su heno, la esparceta y su heno, etc., son motivo de particular atención para ellos. No se nos diga que así la alimentación de las ovejas es impracticable, económicamente hablando; por el contrario, de este modo, uniendo los concentrados que un buen régimen alimenticio pide, las madres muy jóvenes quedan preñadas pronto, paren buenas crías, se desarrollan, si lactan, mu y discretamente, y las madres adultas producen mejores crías y más leche ; recomendamos al ganadero que tome lápiz y haga números ; se convencerá. No deseando pecar de novedoso, nos permitiremos insinuar a los que quieran aceptar el consejo, que prueben en un reducido número de hembras y las fiscalicen. Verán si surgen problemas o no. Pero que aseguren un buen racionamiento, porque sin él, no puede esperarse otra cosa que resultados medianos. ;_ CONVIENEN DOS PARTOS, DENTRO DE UN PERÍODO DE DOCE MESES, EN NUESTRAS OVEJAS DE CAMPOS? Ante la pregunta que se formula, nuestra experiencia atestigua como posturas más corrientes las que siguen : a) Es rechazada sistemúticamente, evitando con todo cuidado que las ovejas puedan cubrirse por segunda vez demasiado pronto, lo que quiere decir que dándose posibilidades, por presentarse celos precoces después del parto, el ganadero mantiene separados los moruecos porque en modo alguno desea dos partos en doce meses. Dejemos ya constancia aquí de que el concepto de dos partos dentro de un año supone que las ovejas han de «volver», como se dice en el lenguaje de algunos pastores, y cubrirse antes de los dos meses que sigilen al primer parto del período citado, de forma que dentro de doce meses sucedan fecun- (lación, primer parto, nueva fecundación antes de transcurridos sesenta días de éste y nuevo parto. También de que este régimen sólo debe aplicarse una vez cada dos años. Esta postura suele ser defendida por los ganaderos más expertos, cuidadosos y mejores conocedores de su oficio, fundamentando su criterio en el prematuro agotamiento de los animales. b) Es aceptada intencionadamente y se procura extenderla a todas las hembras del rebaño, aunque no se logra, toda vez que no llevándose en 4

4 Orino churro o castellano de ordeño. éste gobierno alguno de parideras, es poco menos que imposible alcanzar un por 100 de segundos partos en los doce meses. Si todas las hembras del rebaño tuvieran partos precoces (octubre-noviembre), v durante unos treinta días (entre el 15 de octubre y el 15 de noviembre, por ejemplo), resultaría fácil su salida en celo y cubrición subsiguiente durante diciembre. supuesta alimentación equilibrada ; si los partos primeros acaecieran en diciembre y enero, corno tan frecuente resulta en nuestra provincia, las hembras están abocadas al período febrero-marzo-abril, durante el que muestran alguna tendencia a no salir en celo, al menos en las circunstancias en que se desenvuelve la explotación de un rebaño bien llevado, en secano, con lo que no es posible garantizar el logro de los dos partos en doce meses. Los ganaderos que aplican este régimen suelen ser también los más avanzados, pero entienden su rebaño con un criterio más dinámico en el aspecto económico. Frente a las reservas de quienes rechazan el procedimiento. ellos esgrimen resultados económicos especificando que más vale que los animales den superiores producciones en crías, y por ello más dinero, en el menor tiempo posible, compensándose sobradamente la menor duración de la vida de la oveja, si tal sucede, que tampoco es algo demostrado, sin duda alguna, con lo obtenido durante la misma en plan más intensivo. Si bien se mira, procurar de las hembras dos partos en doce meses, o lo que es igual, según nuestro planteamiento, tres partos en veinticuatro meses, es un procedimiento de incrementar la rentabilidad de nuestro ganado lanar, y por ello, muy digno de considerarse. Teniendo en cuenta que tras el segundo parto de la etapa de doce meses debe hacerse un descorderado precoz, y secado subsiguiente, y que, por tanto, la madre sólo se ordeña un ciclo, ese incremento de rentabilidad es el concedido por una cría más que de ordinario, quedando a la hembra que pare de «segundas». como dicen los pastores, tiempo suficiente para reponer sus fuerzas ante el parto único del ario que sigue, bajo la base de una alimentación adecuada. c) Se la tolera en un pequeño número de hembras (25 por 100 en años buenos de pastos), como consecuencia de esa mala costumbre que tienen los ganaderos de mantener constantemente juntos machos y hembras, sin que ellos se pronuncien en sentido favorable o desfavorable sobre lo que sucede. Esta postura es muy frecuente en los rebaños de Campos sometidos a condiciones de alimentación y manejo sólo discretas o medianas. d) No se presenta, ni siquiera casualmente, en los rebaños, por lo que se desconoce si debe o no aceptarse. Es lógico suponer que el caso presente es el de los rebaños de peor calidad, mal tratados y deficientemente nutridos. 5

5 Explicada la situación actual de nuestros rebaños ante el enunciado de nuestra pregunta, hemos de admitir que las investigaciones de los técnicos ganaderos han concedido una clara posibilidad a los dos partos en doce meses, supuesto un régimen nutritivo acorde con las necesidades de los animales, considerando, además, que en las condiciones expuestas de alternancia anual y descorderado precoz no es de esperar que las madres se agoten antes de tiempo, y si lo hacen, es en un grado mínimo. Si se trabaja conforme decimos, se alcanza una ventaja suplementaria, que hemos tenido ocasión de comprobar personalmente. Se trata del incremento de partos g-emelares al segundo parto de la etapa. Hoy, que disponemos de piensos particularmente calculados para el destete precoz de corderos, la gemelaridad ha dejado de constituir problema, ya que la madre los alimenta durante corto período de tiempo, y a continuación el crecimiento de los gemelos se vincula al alimento de destete precoz (a partir de quince días 1. Concretando, pues, ;podemos juzgar recomendable la obtención de dos partos en doce meses? A nuestro entender, se debe ser cauto a la hora de aconsejar la práctica que nos ocupa si consideramos que uno de los problemas clave de nuestros rebaños no es otro que el alimenticio, y de él depende que la duplicidad del parto se desenvuelva con éxito. Por tanto, en las condiciones de los regadíos, no sólo debe darse como recomendable, sino como meta deseable. En secano, si la alimentación del rebaño es correcta, y tanto el pastoreo como la suplementación del mismo engranan con la disposición de forrajes obtenidos en la propia explotación, no es probable que ofrezcan inconvenientes los dos partos en doce meses, estimándose también la práctica como recomendable e incluso deseable. Pero si las condiciones de explotación no son correctas en lo que a la alimentación se refiere, más valdría no arriesgarse y mantener un solo parto cada año. REVALORIZACION DE TERRENOS IMPRODUCTIVOS Francisco SILVA CONDE Agente comarcal del S. E. A. DE todos es conocida la existencia en nuestro país de extensas zonas caracterizadas por la pobreza de su suelo, zonas, comarcas enteras a veces, que la agricultura no soporta y que la ganadería no apetece, y que, sin embargo, una y otra sin conseguirlo, se han disputado su hegemonja, produciendo puñados de cereales aquí y allí, un algo de carbón de monte bajo o alimentando míseramente a unas pocas cabras. Por ello es casi seguro que alguna agencia más habrá trabajado o pensará trabajar en la revalorización de terrenos improductivos, y por si fuera de interés nuestra experiencia, intentaremos a grandes rasgos, y de forma lo más concreta que nos sea posible, exponer una serie de sugerencias y conclusiones, causa de nuestra limitada experiencia. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA. Desde la iniciación de los trabajos de Extensión en la comarca, y una vez realizado el estudio de la misma, la Agencia, entre otros, se trazó el siguiente objetivo: por una parte, estudiar la posibilidad de revalorizar la gran cantidad de terrenos aridos : por otra, básica y fundamental, lograr 6