La magia de cómo acercarse al texto literario.

Transcripción

1 - 1 - La magia de cómo acercarse al texto literario. Si se tiene en cuenta todo el proceso que se genera desde el inicio de la creación de un texto hasta que tenemos en nuestra mente una idea que relacionamos con su compresión y las impresiones que éste ha creado en nosotros, podremos llegar a considerarlo como una experiencia casi mágica. Este mecanismo que conocemos como lectura y que es la varita mágica para la interpretación del texto literario cuenta con diferentes elementos que son imprescindibles para que tenga lugar el efecto mágico que nos sorprende y nos conmueve después de haber leído. El mago se sube al escenario buscando el aplauso del público, igual que el autor la valoración del lector. Cada uno tiene un papel que realizar en el momento de la actuación, en el proceso de la comunicación literaria y esto ha sido estudiado desde multitud de perspectivas. Los lectores contribuyen a hacer efectiva la comunicación en tanto y cuanto es el autor quien selecciona a su público construyendo en su escritura una imagen ideal del lector para quien escribe. Pretende además conseguir en él un efecto determinado, para lo que el lector requiere una serie de condiciones que le permitan desentrañar ese sentido. Toda comunicación literaria es siempre un diálogo que el emisor establece con un receptor ideal, imaginario, que no existe en la realidad pero que está presente en el texto, pues para él escribe el autor: lector implícito. Pero son los actores reales los que producen la comunicación efectiva cuando toman la iniciativa en el acto de comunicación. Dicha iniciativa, y la necesidad del autor de encontrar su destinatario, determinan la

2 - 2 - existencia de distintos tipos de literatura según su público: popular, culta, marginal, minoritaria... El artista en la soledad de su hogar, como el escritor, prepara el truco que va a realizar, imagina a su público entusiasmado, y determina diferentes formas de realización del mismo truco según esté delante de niños, personas afligidas o invadidas de felicidad. El autor adoptará una actitud, una forma de escribir para llegar al público que él ha pensado, pero también él será sorprendido, porque su obra será interpretada, de igual forma que los espectadores del mago creen haber descubierto el truco que éste guarda con esmero. Así el autor compone la obra con un significado, pero es el lector el que tiene que interpretar el texto y darle un sentido. Y dado que el receptor es múltiple y nunca homogéneo, se puede deducir una de las características de la comunicación literaria: la ausencia de sentido unívoco. Podemos concluir, por tanto, que la obra literaria tiene carácter abierto porque cada lector hace su recreación del texto y que el propio acto de la recreación enriquece el texto y su interpretación por diferentes receptores y en diferentes épocas. En el caso de la enseñanza de literatura se mueve el mismo secretismo que en el mundo de la magia, parece que aquellos que hablamos de literatura y queremos enseñarla a veces actuamos como los magos y no revelamos el secreto para comprender el truco, no explicamos los aspectos teóricos que ayudarían a interpretar un texto. Para que el lector realice de forma correcta la construcción de su significado literario el texto debe poseer unas características concretas. En este sentido la educación literaria se propone que un lector sepa cómo ha de construir el significado de lo que lee según las instrucciones ofrecidas por el texto. Estas instrucciones deberán guiarle también en el descubrimiento de la plusvalía del significado que la construcción literaria añade a las reglas de la lengua natural. Para adoptar esta perspectiva, la educación se ha beneficiado de formulaciones actuales de la teoría literaria, tales como las del pacto narrativo, según la cual el significado es una construcción negociada por autor y lector a través de la mediación del texto. Los límites del significado del texto radican en el nexo entre las intenciones del autor, la cognición del lector y las propiedades del texto durante el proceso de interpretación. El significado está entre el autor y el

3 - 3 - lector, tal como lo formulan Bajtin y Medvedec. El pacto está entre el mago y su público. En virtud del pacto que el lector asume al abrir un libro, ha de saber suspender las condiciones de verdad referida al mundo real y aceptar que el discurso de un relato, por ejemplo, es una organización convencional que se propone como verdadera. También ha de saber respetar las condiciones de enunciación- recepción allí presentes. Así pues, a partir de los signos ofrecidos por el texto, el lector ha de saber distinguir entre narrador y autor. Desde el inicio del discurso deberá aceptar el juego previsto por el autor y aprender a seguir los elementos metadiscursivos que le dan instrucciones sobre cómo ha de interpretar la obra. Desde el campo de la teoría literaria, se ha pasado a mostrar cómo el lenguaje de ficción provee al lector de instrucciones, cómo le da pistas para la construcción de la situación comunicativa y para la producción de un objeto imaginario. Durante el proceso de interpretación el lector descubrirá lo específico de la lengua literaria, descubrirá en primer lugar la función poética de Jakobson, pues la función de ésta es llamar la atención sobre el mensaje. No sólo es la presencia de esta función lo característico sino que los elementos que aparecen para que ésta tenga lugar se interpretarán dentro de un marco literario. De este modo pueden ir señalándose todos los procesos que se ponen en marcha para que la función poética tenga lugar. Descubrirá el lector la renovación del lenguaje mediante relaciones y asociaciones diversas que se oponen al hábito lingüístico, es decir, el uso común y cotidiano de la lengua. Se sorprenderá ante la forma del texto, porque el autor utiliza el lenguaje literario con el fin de provocar extrañeza y llamar la atención de dicho lector. Para ello utilizará recursos y figuras estilísticas. Los dos procesos antes señalados; la desautomatización que lleva a cabo la lengua literaria, y el extrañamiento, tienen lugar mediante la transformación de la norma lingüística común. Podríamos decir que el autor lo que hace es emplear de modo consciente todas las posibilidades

4 - 4 - expresivas y comunicativas de la lengua natural, potencia dichas posibilidades con un fin artístico. Otro fenómeno que tiene lugar cuando el lector entra en contacto con el texto es la dualidad que se establece entre ficción y realidad. Así, tendrá que aceptar el juego previsto por el autor y seguir los elementos metadiscursivos que le indica sobre cómo ha de interpretar la obra. El lector asume un pacto y, por tanto, dejará a un lado las condiciones de verdad del mundo real y aceptará el relato como una organización convencional que se propone como verdadera aunque no lo sea. Ante este pacto respecto a la ficción y realidad, la teoría literaria ha mostrado cómo el lenguaje de ficción provee al lector de instrucciones para la construcción de la situación comunicativa. En este tema, respecto a cómo un lector desentraña un texto literario surge un punto importante a tener en cuenta, el lector asume un pacto, sigue las instrucciones del texto para descubrir la plusvalía del significado y acercarse a la intención del autor respecto a la construcción literaria pero cómo quién estudia literatura sabrá aplicar los conceptos literarios y ponerlos a disposición de la competencia literaria? Señala Bierwisch que ésta era una específica capacidad humana que posibilita tanto la producción de estructuras poéticas como la comprensión de sus efectos, si esta capacidad no es innata sino adquirida la escuela se plantea cómo, cuándo y dónde se aprende dicha capacidad. Los estudios, a pesar de las aproximaciones, aún distan de una descripción fidedigna de qué conjunto de competencias conforman la competencia literaria pero si sabemos lo importante que es contribuir en su desarrollo desde la educación formal, así se trabaja en los centros de enseñanza sobre cómo acercarse en las aulas a la lectura literaria. Llegados a este punto, parece lógico que toda esta teoría conocida por los docentes llegue a los alumnos en forma de código que le ayude a interpretar el mensaje literario. La literatura es mucho más atractiva para

5 - 5 - los alumnos si llegan a trabajar a su nivel muchos de los aspectos tratados en este artículo; la intención del autor, interpretación del texto literario, función del texto, etc. Pero es que aquí donde parece estar la barrera que impide al lector acercarse al texto. Para cualquier lector, más aún para los jóvenes, sería más fácil si conocieran toda esta teoría antes de acercarse al texto pues así comprenderán que forman parte del proceso iniciado por el autor cuando se sentó a escribir lo que llegado el momento, ellos leen. El hacerlos partícipes, el hacerlos seres actantes en la interpretación del texto literario, dándole todas las herramientas para acercarse a éste, les hará mirar el texto con otros ojos, igual que el público mira al mago una vez descubierto el truco, llegarán a emocionarse con lo que descubran y sentirán la pasión por la lectura que a veces se adquiere después de muchos años de estudio. Así descubrirán que la teoría literaria está para ponerla en práctica con el libro que está sobre la mesilla. Bibliografía Aguiar e silva, V.M. (1986), Teoría de la literatura, Madrid: Gredos. Brown, g. y Yule G. 1993), Análisis del discurso, Madrid: Visor. Jakobson,R (1988), Lingüística y poética, Madrid: Cátedra. Dayser, W. (1985), Interpretación y análisis de la obra literaria, Madrid: Gredos. Searle; J (1990), Actos de habla, Madrid: Cátedra. Van Dijk, T.A. (1993), Texto y contexto, Madrid: Cátedra. Zabala, Antoni y otros. (2007), Como aprender y enseñar competencias.grao