«El periodismo ha perdido rigor con los años» D. G. M.

Transcripción

1 Yo escribo peor que ellos, pero puntúo mejor Miguel Ángel de la Fuente González «El periodismo ha perdido rigor con los años» D. G. M. P.: La recreación [de la película 249. La noche en que una becaria encontró a Emiliano Revilla, secuestrado por ETA] refleja que, poco a poco, se había perdido el interés periodístico en el secuestro. J. Á.: Después de 249 días la tensión se había relajado, los periodistas, a medida que pasaban los días se habían dejado llevar por las circunstancias. Recuerdo los boletines de aquellos días y las informaciones que se decían en ellos no eran halagüeñas y presagiaban un final desafortunado. La Razón, , p. 75 Puntuar de otra forma

2 SOLUCIÓN Y FUNDAMENTACIÓN. Proponemos cuatro cambios: Después de 249 días[,] la tensión se había relajado[:] los periodistas, a medida que pasaban los días[,] se habían dejado llevar por las circunstancias. Recuerdo los boletines de aquellos días[,] y las informaciones que se decían en ellos no eran halagüeñas y presagiaban un final desafortunado. 1) Aislamos el circunstancial de tiempo al inicio de la oración: Después de 249 días[,] la tensión se había relajado Según la normativa, se recomienda escribir coma cuando el complemento [al inicio de la oración] introduce referencias generalmente de lugar o de tiempo que, más que proporcionar información sobre la acción denotada por el verbo, enmarcan todo el enunciado. Por ejemplo: En ma-

3 yo de 1968, París se convirtió en el escenario de una revuelta estudiantil histórica (Ortografía de la lengua española 2010: 316). 2) Cambiamos la primera coma del original por dos puntos (copiamos también la versión original): Después de 249 días, la tensión se había relajado, los periodistas, a medida que pasaban los días, se habían dejado llevar por Después de 249 días, la tensión se había relajado[:] los periodistas, a medida que pasaban los días, se habían dejado llevar por las circunstancias. Según la normativa, los dos puntos supeditan una a otra las dos secuencias que separan, sugiriendo una relación de dependencia o subordinación entre ambas ; por ejemplo, la de verificación o explicación de la oración anterior, que suele tener un sentido más general: La paella es un

4 plato muy completo y nutritivo: tiene la fécula del arroz, las proteínas de sus carnes y pescados, y la fibra de sus verduras. (Ortografía 2010: ). 3) Completamos la puntuación del circunstancial en interior de oración (copiamos primero la versión original): Los periodistas, a medida que pasaban los días se habían dejado llevar por las circunstancias. Los periodistas, a medida que pasaban los días[,] se habían dejado llevar por las circunstancias. Según la normativa, si se ha puntuado la coma inicial de un inciso, es incorrecto omitir la de cierre, por deficiencia de delimitación (Ortografía 2010: 311).

5 4) Puntuamos delante de la conjunción y (copiamos también la versión original): Recuerdo los boletines de aquellos días y las informaciones que se decían en ellos no eran halagüeñas y presagiaban un final desafortunado. Recuerdo los boletines de aquellos días[,] y las informaciones que se decían en ellos no eran halagüeñas y presagiaban un final desafortunado. La norma se refiere a casos en que el uso de la coma ante una de las conjunciones [y, e, ni, o, u] es admisible e, incluso, necesario. Por ejemplo, cuando la secuencia que encabezan [esas conjunciones] enlaza con todo el predicado anterior, y no con el último de sus miembros coordinados (Ortografía 2010: 324). Aquí tenemos los boletines de aquellos días y las informaciones, que no son los elementos que y une.

6 Por otra parte, se menciona la circunstancia de unir oraciones que tienen sujetos distintos (Ortografía 2010: 324); aquí, dos oraciones con verbos con sujetos y tiempos diferentes: [yo] recuerdo (1ª persona y presente) y las informaciones que se decían en ellos no eran halagüeñas (3ª persona del plural y pretérito imperfecto).

7 Finalizamos con las dos versiones titular (la original primero): Después de 249 días la tensión se había relajado, los periodistas, a medida que pasaban los días se habían dejado llevar por las circunstancias. Recuerdo los boletines de aquellos días y las informaciones que se decían en ellos no eran halagüeñas y presagiaban un final desafortunado. Después de 249 días, la tensión se había relajado: los periodistas, a medida que pasaban los días, se habían dejado llevar por las circunstancias. Recuerdo los boletines de aquellos días, y las informaciones que se decían en ellos no eran halagüeñas y presagiaban un final desafortunado.