EL SABIO EN EL PENSAMIENTO NÁHUATL Mercedes de la Garza C.

Transcripción

1 EL SABIO EN EL PENSAMIENTO NÁHUATL Mercedes de la Garza C. Una vez consumada la conquista militar española del Altiplano Central de Mesoaméríca, arribaron quienes se ocuparían de la conquista espiritual, es decir, aquellos que debían "rescatar las almas" de los conquistados, por si acaso resultaran seres humanos como los descendientes de Noé. Así llegaron primero doce frailes franciscanos, quienes se presentaron ante un grupo de sabios nahuas en 1524 para tratar, fallidamente, de impugnar sus creencias. 1 Pero el hombre que mejor se acercó a los indígenas, en un tipo de acercamiento que consistió en un extraordinario respeto y un claro afán por preservar de la destrucción la tradición náhuatl, fue fray Bernardino de Sahagún, quien a partir de 1547 empezó a recoger datos de los indígenas ancianos, sacerdotes y principales que habían estudiado en las escuelas, el Calmécac y el Telpochca-lli, eligiendo a personas de Tepepulco (Tezcoco), Tlatelolco y México. Sahagún, como extraordinario precursor de la ciencia antropológica, elaboró un cuestionario sobre todos los aspectos de la cultura náhuatl para realizar su encuesta. Seleccionó a los informantes y les pidió que oralmente y por medio de su propia escritura respondieran a dicho cuestionario. Después comparó y de- 1 En el Archivo Secreto Vaticano se conserva una importante obra que recoge este encuentro. 222

2 223 Mercedes de la Garza C. puró las diversas informaciones en un riguroso proceso de revisión crítica, y pidió la ayuda de los alumnos trilingües del Colegio de Santa Cruz, quienes pusieron por escrito en lengua náhuatl y caracteres latinos el contenido de las "pinturas". Así surge un gran conjunto de textos que constituye la fuente principal para el conocimiento de los antiguos nahuas. Los textos más antiguos se hallan en dos Códices Matritenses, el de la Biblioteca del Real Palacio de Madrid y el de la Real Academia de la Historia. Además, en la Biblioteca Laurenziana de Florencia se conserva una copia bilingüe en cuatro volúmenes que contiene numerosas ilustraciones. 2 TEXTOS 1. El sabio: una luz, una tea, una gruesa tea que no ahuma. 2. Un espejo horadado, un espejo agujereado por ambos lados. 3. Suya es la tinta negra y roja, de él son los códices, de él son los códices. 4. Él mismo es escritura y sabiduría. 5. Es camino, guía veraz para otros. 6. Conduce a las personas y a las cosas, es guía en los negocios humanos. 7. El sabio verdadero es cuidadoso (como un médico) y guarda la tradición. 8. Suya es la sabiduría transmitida, él es quien la enseña, sigue la verdad. 9. Maestro de la verdad, no deja de amonestar. 10. Hace sabios los rostros ajenos, hace a los otros tomar una cara (una personalidad), los hace desarrollarla. 2 Miguel León-Portilla, La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, pp

3 El sabio en el pensamiento náhuatl Les abre los oídos, los ilumina. 12. Es maestro de guías, les da su camino, 13. de él uno depende. 14. Pone un espejo delante de los otros, los hace cuerdos, cuidadosos; hace que en ellos aparezca una cara (una personalidad). 15. Se fija en las cosas, regula su camino, dispone y ordena. 16. Aplica su luz sobre el mundo. 17. Conoce lo (que está) sobre nosotros (y), la región de los muertos. 18. (Es hombre serio). 19. Cualquiera es confortado por él, es corregido, es enseñado. 20. Gracias a él la gente humaniza su querer y recibe una estricta enseñanza. 21. Conforta el corazón, conforta a la gente, ayuda, remedia, a todos cura. 1. El falso sabio: como médico ignorante, hombre sin sentido, dizque sabe acerca de Dios. 2. Tiene sus tradiciones, las guarda. 3. Es vanagloria, suya es la vanidad. 4. Dificulta las cosas, es jactancia e inflación. 5. Es un río, un peñascal Amante de la obscuridad y el rincón, 7. sabio misterioso, hechicero, curandero, 8. ladrón público, toma las cosas. 9. Hechicero que hace volver el rostro, extravía a la gente, 11. hace perder a los otros el rostro. 12. Encubre las cosas, las hace difíciles, 3 Nota del traductor: Complejo idiomático que significa metafóricamente "des gracia, infortunio". 4 Nota del traductor: Hace que los otros vuelvan el rostro: los extravía.

4 225 Mercedes de la Garza C. 13. las mete en dificultades, las destruye» 14. hace perecer a la gente, misteriosamente acaba con todo. Códice Matritense de la Real Academia, ed. facsimilar En el primer fragmento se destacan las características del sabio, aquellas que le dan su ethos, su forma de ser. Como en todas las tradiciones religiosas del mundo, la sabiduría se concibe entre los nahuas primeramente como conocimiento de lo sagrado y de las tradiciones del grupo. Sin embargo, ese conocimiento no tiene como finalidad principal el vínculo con lo sagrado, sino mantener viva la tradición en la comunidad, por lo que la educación tiene un sentido prioritario en la vida náhuatl. Así, el hombre sabio o tlamatini, "el que sabe algo", es fundamentalmente el que enseña, el que forma a los jóvenes, la luz que ilumina a los otros sin tacha: "sin ahumar". Pero la principal misión educativa del sabio no es transmitir los valores tradicionales, sino hacer a los otros "tomar una cara (una personalidad)", lo que implica que los hombres han de adquirir la individualidad, la identidad, la condición de persona y la plena humanización a través de la formación que reciben de los maestros, y esta formación empieza con el autocono-cimiento: "poner un espejo delante de los otros", ayudarlos a conocerse a sí mismos, idea en la que se advierte una notable semejanza con la enseñanza de Sócrates, quien toma del oráculo de Delfos el "conócete a ti mismo", esencia de la experiencia ética. Además, "les abre los oídos", es decir, los enseña a escuchar, que es la clave de la comunicación interhumana.

5 El sabio en el pensamiento náhuatl 226 La metáfora "un espejo horadado" alude al tlachíaloni, un espejo con mango que estaba horadado para mirar a través de él, concentrando la mirada en un punto específico. "Al aplicarse al sabio... se afirma que el tlamatini es en sí mismo una especie de órgano de contemplación: aquel que logra y que permite lograr 'una visión concentrada del mundo y de las cosas humanas"; 5 es decir, el sabio es un ejemplo a través del cual se conoce en qué consiste la plena humanización. Pero también significa que al verse a sí mismo (por eso es un espejo) ve a los otros y a lo otro: la sabiduría es mismidad y otredad; autoconocimiento que permite conocer lo otro. Otro aspecto del ethos del sabio es ser el autor, poseedor e intérprete de los códices, donde se conservaba el conocimiento cosmogónico, cosmológico, teístico e histórico. En ellos estaba la sabiduría que constituye la tradición y sólo estaban al alcance de los hombres principales. El sabio es también el conocedor de lo trascendente, simbolizado por la capacidad de saber del cielo y del inframundo. Esto puede aludir a sus poderes chamánicos, adquiridos a través de prácticas ascéticas, ya que una de las características de estos hombres, no sólo entre los pueblos mesoamericanos, donde fueron los líderes espirituales, sino a nivel universal, es poder ascender en estado de trance a la región celeste y descender a la infraterrestre, lo cual implica conocer los poderes sagrados, lo que los hombres comunes no conocen. Y como la región infraterrestre es el sitio principal al que van los muertos, también puede entenderse como saber qué hay tras la muerte del hombre. Ello responde a las creencias religiosas establecidas; el sabio creía fielmente en el conocimiento tradicional de los sitios a los que el espíritu iba tras la muerte del cuerpo. Sin embargo, hubo un grupo de sabios na-huas que se plantearon múltiples interrogantes sobre las creencias 5 León-Portilla, op. cit, p. 66.

6 227 Mercedes de la Garza C. tradicionales, y en sus poemas encontramos como preocupación fundamental la incertidumbre sobre la muerte. La expresión "humanizar su querer" implica un profundo sentido ético de la cualidad humana: la búsqueda consciente y volitiva de la plena humanización, como algo que se adquiere siguiendo la enseñanza del sabio, como una arete que se cumple; así el ethos es sinónimo de humanidad. El ignorante sería entonces un deshumanizado, carente de ethos. Las cualidades contrarias son las que definen al "falso sabio"; éste es el que engaña, fingiendo conocer lo sagrado y la tradición. Sin embargo, tiene su propia tradición, está integrado a la sociedad como un aspecto negativo de ella. Es el vanidoso e "inflado" porque carece de la verdadera sabiduría, que empieza por conocerse a sí mismo. En vez de proyectar claridad y orden, es el confuso, que se oculta en la oscuridad, el misterio y la hechicería, o sea, el daño ocasionado a otros, como provocar enfermedades y la propia muerte; los brujos malignos eran tan poderosos en la sociedad nahua que eran los únicos que podían curar los males ocasionados por ellos mismos; por eso el texto dice que es curandero. El falso sabio, el hombre carente de ethos, en vez de ayudar a los otros a lograr su individualidad, su identidad, como un buen educador, los "hacer perder el rostro", y perder asimismo el sentido de la vida. Finalmente, al encubrir las cosas, engañar en vez de explicar e iluminar, conduce a los hombres al sinsentido y a la muerte. El ethos del sabio se cifra, así, en el conocimiento de lo sagrado y de la tradición; en tener un pensamiento claro y ordenado; en la búsqueda consciente y voluntaria de la propia humanización; en su misión educativa que consiste en ayudar a los otros a adquirir la identidad y la plena humanización, a través del autoconoci-miento; en ser un ejemplo por medio del cual se conoce lo propiamente humano; en ser el autor, poseedor e intérprete de los libros sagrados; en conocer lo trascendente gracias a sus poderes

7 El sabio en el pensamiento náhuatl 228 chamánicos adquridos por el ascetismo, y en tener la humildad que sólo se logra con la verdadera sabiduría. El ethos es, en fin, sinónimo de plena realización de lo humano. Bibliografía Códice Matritense de la Real Academia, ed. facsimilar de don Francisco del Paso y Troncoso, vol. VIII, últimas líneas del fol. 118 r. y primera mitad del 118 v. LEÓN-PORTILLA, MIGUEL, La filosofía náhuatl estudiada en sus fuentes, Tercera reimpresión, México, UNAM, Instituto de Investigaciones Históricas, SAHAGÜN, FRAY BERNARDINO DE, Historia general de las cosas de la Nueva España, Edic. Ángel María Garibay, 4 vols., México, Edit. Porrúa, 1969.