pautas de actuación conjunta 4 AÑOS PRIMER TRIMESTRE NO SE ESTÁ QUIETO! Ya soy mayor No quiero!

Transcripción

1 pautas de actuación conjunta 4 AÑOS PRIMER TRIMESTRE NO SE ESTÁ QUIETO! Ya soy mayor No quiero!

2 COSAS DE LA EDAD Un pequeño adolescente de cuatro años A esta edad nuestro hijo se ha hecho mayor. Es más independiente, le gusta estar con sus compañeros de clase y puede ya cumplir con ciertas obligaciones (guardar juguetes, lavarse manos y cara...). Disfruta haciendo nuevas cosas, se interesa por lo que pasa fuera de casa y le gusta cooperar con los demás. Empieza a comprender que no está solo en este mundo y que forma parte de una gran familia en la que todos somos distintos; en definitiva, empieza a diferenciarse del mundo. Tiene cambios de humor y puede pelearse cuando está enfadado; los cuatro años es una edad temperamental y de fragilidad emocional. El niño ha realizado un gran progreso y parece mayor, pero todavía le queda mucho camino por delante. Le cuesta aún expresar sus sentimientos con palabras; lo tendremos que ayudar. En cambio, puede ya explicar un cuento o relatar las hazañas que ha vivido en el colegio. 2 A esta edad sus juegos son básicamente corporales y podéis acabar agotados, pero, si quiere jugar con vosotros y estáis cansados, le encantará jugar con construcciones. Le gustan también las manualidades y sabrá estarse quieto jugando con plastilina, dibujando, pintando o recortando y pegando. Empieza a tener sentido del humor y a comprender ciertos chistes. Es importante que ayude en casa. A esta edad puede empezar a hacerse la cama. Será una buena experiencia ir a pasar una noche en casa de algún amigo.

3 SABÍAS QUE...? Rechaza los mimos. Ya soy mayor A menudo, el niño de cuatro años pasa de ser un niño cariñoso a no gustarle los mimos; esto se debe a que quiere ser mayor y para él los mimos son de pequeños. Seguramente esta actitud la tendrá principalmente delante de sus compañeros, lo que nos demuestra que empiezan a ser muy importantes en su día a día. Por nuestra parte estará bien evitar comentarios como Ves qué mayor? Te has hecho daño y no has llorado!, ya que transmiten al niño que mostrar sentimientos es cosa de pequeños. Esta actitud no debe preocuparnos; nuestro hijo continúa necesitando y queriendo mimos. Es positiva; lo único que sucede es que se siente más independiente. Lejos de mostrar rechazo hacia esta actitud, como padres tendremos que aceptarla y sería positivo encontrar una fórmula que expresara el cariño de forma distinta. Debemos ayudar al niño a gestionar sus sentimientos. Intentaremos evitar comentarios como No has llorado porque eres mayor. Tendremos que aceptar que se hace mayor y ayudarlo en ello. 3

4 PAUTAS PARA LA EDUCACIÓN EMOCIONAL Cabañas. Quieres venir a mi casa? Al niño de cuatro años le encantará tener su propia cabaña. Será su espacio, podrá guardar tesoros, jugar, hacer planes secretos e incluso invitarte a que pases un rato en su casa. Las cabañas gustan a todas las edades, pero e esta edad adquieren una importancia especial. Si tiene una cabaña tendrá su propio espacio, para él habrá el dentro y el fuera, y en el dentro podrá vivir su mundo y dejar fluir su imaginación. No se trata de comprar una casita. Se trata simplemente de encontrar un pequeño lugar en la casa y cubrirlo con sábanas que sujetaremos con pinzas de tender (puede ser debajo de una mesa, en una esquina...). Para su construcción, trabajaremos en equipo con nuestro hijo, pero sería conveniente que el interior estuviera a su cargo. Quizás nos pida cojines y lleve allí materiales diversos; esto ya dependerá de él. Es importante que lo sienta como un espacio propio, como su espacio. 4 Para su construcción solo será necesario una tela y dos sillas. El niño dentro de la cabaña se tranquiliza. A esta edad necesita momentos para estar solo y en la cabaña se sentirá resguardado. Si nos invita a entrar podremos mantener conversaciones que fuera no nos resulta tan fácil sostener. Dentro de la cabaña el niño encuentra su lugar para estar solo, soñar y planificar su día. Si vienen niños a casa, la cabaña será la mejor propuesta para jugar todos juntos.

5 PAUTAS PARA LA EDUCACIÓN SOCIAL Problemas de disciplina. No quiero! Los niños de esta edad necesitan límites para sentirse seguros y tranquilos. Pero no pueden obedecer siempre, y a los cuatro años parece ser que tienen un especial interés por transgredirlos y oponerse a la voluntad del adulto. Padres y madres nos tendremos que mostrar firmes ante el no, y a su vez le daremos explicaciones claras y precisas del porqué de la norma. El niño sin límites acabará mostrando inseguridad, irritabilidad y poca tolerancia a la frustración. Es importante ponerse a la altura física del niño para hablarle, en especial cuando queramos que cumpla una norma. No debemos gritarle. Las normas serán fáciles de entender y constantes. Nos pondremos en su lugar para saber cómo se siente. Diremos no solo cuando sea imprescindible y necesario. No tenemos que perder el control ante la negativa del niño. No podemos reñir constantemente. Tendremos que ser consecuentes y coherentes. No podemos imponer una norma y al día siguiente cambiarla. 5

6 MI CUERPO No se está quieto! A esta edad el niño puede realizar grandes hazañas con su cuerpo; le gusta llevar a cabo pruebas motrices y se siente orgulloso de sus proezas. Empieza a tener dominio de su cuerpo y de su lateralidad. Se sabrá orientar bien en el espacio y utilizará su cuerpo para ello. También empezará a interaccionar con sus amigos; y les gustará, por ejemplo, pasarse la pelota. Le gusta mucho correr y lo sabrá combinar con cambios de dirección o con otros movimientos como saltar. 6 Le gusta la carrera y muestra más habilidad que a los tres años, pero aún tendrá que perfeccionarla. Salta con los pies juntos y a la pata coja. Lanza una pelota (aún sin demasiada exactitud) y la recoge. Sabe desplazarse hacia delante, hacia atrás y lateralmente. Sabe realizar ejercicios de imitación (ante el espejo, por ejemplo). Sube y baja escaleras con movimientos alternos. Goza de la manipulación de pequeños objetos y sabe abrocharse los botones.

7 JUGAMOS CON EL CUERPO Juego del laberinto Este juego le encantará a nuestro hijo de cuatro años. En casa le montaremos un circuito o laberinto muy difícil y para mayores, y el niño tendrá que pasar una serie de pruebas para llegar al final y poder cruzar El Bosque Peligroso. Silencio! Los enemigos están cerca; tendrás que reptar para que no te vean. Aquí no hay espacio para los dos pies; tendrás que dar tres o cuatro pasos a pata coja. La pelota es un huevo de una especie rara y se rompe si toca el suelo. Lo tendrás que tirar hacia arriba y cogerlo al vuelo para que no se rompa. La Serpiente Maligna te está enrollando con su lengua. Deshazte de ella! Este tipo de juegos con pruebas les suelen gustar mucho a los niños de cuatro años; los ejercicios que proponemos son muy adecuados para su edad y no entrañan peligro. 7

8 A. Gassó, 2014 Editorial Casals, S.A.