UNA HISTORIA GRÁFICA DE LA PLAZA DE TOROS DE BARCELONA ( )

Transcripción

1 UNA HISTORIA GRÁFICA DE LA PLAZA DE TOROS DE BARCELONA ( ) TEXTOS Y SELECCIÓN DE FOTOS DE CARLES SALMURRI INCLUYE UNA CRÍTICA TAURINA DE NÉSTOR LUJÁN

2 Primera edición: diciembre de 2011 Textos y selección de fotos: Carles Salmurri Crítica taurina titulada Peralta, Bernadó y Chamaco: texto de Néstor Luján publicado en el semanario Destino el 17 de julio de Herederos de Néstor Luján INTRODUCCIÓN Imagen de la cubierta: el cartel de la última corrida de toros en la plaza taurina de Barcelona, la Monumental, en Miquel Barceló Imagen de la contracubierta: el cartel de una corrida de toros en la plaza barcelonesa Monumental en de las fotografías: EFE, EFE/Toni Albir, EFE/Xavier Bertral, EFE/Alberto Estévez, EFE/Alberto Faricle, EFE/Alejandro García, EFE/Toni Garriga, EFE/Guido Manuilo, EFE/Julián Martín, EFE/Pérez de Rozas, EFE/Carlos Pérez de Rozas, EFE/Micky Ribera, EFE/Susanna Sáez, EFE/Sebastián, EFE/Francisco Sebastián, EFE/Robin Townsend, EFE/Valls, Archivo La Vanguardia, Àlex Garcia/Archivo La Vanguardia, Ana Jiménez/Archivo La Vanguardia, Carlos Pérez de Rozas/Archivo La Vanguardia, Arxiu Fotogràfic de Barcelona, Luis Girau Iglesias/Arxiu Fotogràfic de Barcelona, Josep Maristany/Arxiu Fotogràfic de Barcelona, Pérez de Rozas/Arxiu Fotogràfic de Barcelona, Archivo Zerkowitz, Francesc Fàbregas/Rockdelux, Archivo fotosdebarcelona.com y reserva de derechos. Ediciones Península ha hecho todos los esfuerzos posibles por localizar a todos los autores y responsables de los materiales aquí reproducidos. El editor acogerá gustosamente las solicitudes que reciba de otros posibles propietarios de derechos para incluirlos en futuras reediciones. Diseño y maquetación de la cubierta y el interior: Xavi Vega de esta edición: Grup Editorial 62, S.L.U., 2011 Ediciones Península Peu de la Creu Barcelona Info@edicionespeninsula.com FOTOCOMPOSICIÓN: Víctor Igual IMPRESIÓN: Tallers Gràfics Soler DEPÓSITO LEGAL: B ISBN: Queda rigurosamente prohibida sin autorización por escrito del editor cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra, que será sometida a las sanciones establecidas por la ley. Pueden dirigirse a Cedro (Centro Español de Derechos Reprográficos, wwww.cedro.org) si necesitan fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra ( / ). Todos los derechos reservados. CARLES SALMURRI Carles Salmurri (Barcelona, 1949) es historiador y documentalista, profesión que también ejerció de 1983 a 2009 como redactor jefe del servicio de documentación del periódico barcelonés La Vanguardia. Barcelona contaba en 1914 con dos plazas de toros, el Torín, construida en la Barceloneta en 1834, y las Arenas, en la Gran Via con la plaza Espanya, levantada en Ante el auge del negocio del toreo, los empresarios Luis del Castillo, Rafael Alba y Abelardo Guarner, que ya habían gestionado los dos cosos existentes, decidieron construir ese año una nueva plaza en unos terrenos del Eixample pertenecientes a la familia Milà i Camps, en la confluencia de las calles Marina, Lepant, Diputació y Gran Via. Obra del arquitecto Manuel Joaquim Raspall, la denominaron Sport. Dos años después, el éxito de los festejos taurinos provocó una ampliación inaplazable. En esta ocasión, los arquitectos Ignasi Mas y Domènec Sugrañes edificaron un bello coso modernista con una capacidad para espectadores, al que llamaron Monumental, una de las plazas taurinas más grandes de la época. Ente otros toreros, en ella actuaron diestros de la categoría de Rafael Gómez El Gallo, Joselito, Ignacio Sánchez Mejías y Marcial Lalanda. Con la proclamación de la República y la llegada de la democracia, el coso taurino se convirtió en el escenario de reuniones políticas y mítines electorales, una actividad reemprendida al final de la década de 1970 con la recuperación democrática tras la dictadura franquista. Durante la guerra civil, la Monumental albergó grandes concentraciones políticas, pero la evolución bélica la convirtió en un taller militarizado de reparación de automóviles. Una vez terminada la contienda, volvieron las corridas de toros y, con ellas, los obligatorios festejos taurinos de beneficencia a favor de las viudas y los huérfanos de la IV Región Militar. Las décadas de 1940 y 1950 fueron la edad de oro del toreo en Barcelona. Con el empuje empresarial de Pedro Balañá Espinós, la Monumental conoció míticas tardes con toreros como Manolete, Arruza, Chamaco, Dominguín y Bernadó. Más tarde, actuaron en ella diestros del calibre de Antonio Bienvenida, Antonio Ordóñez, Diego Puerta, Curro Romero, Paco Camino, El Viti o El Cordobés. 3

3 UNA MUESTRA DE LA MEJOR CRÍTICA TAURINA NÉSTOR LUJÁN El escritor y periodista Néstor Luján (Mataró, 1922-Barcelona, 1995) publicó esta crítica taurina el 17 de julio de 1954 en el semanario barcelonés Destino, una revista que él dirigió, y donde escribió como crítico taurino en su sección Vuelta al Ruedo, firmada con el seudónimo Puntillero. Este texto corresponde a una viva crónica de cuatro corridas de toros consecutivas en el ruedo barcelonés de la plaza Monumental. Como en el caso del boxeo, otro fenómeno de masas entre los años treinta y principios de los setenta, los toros han vivido un declive. Los cambios sociales han comportado una administración diferente del tiempo libre y la aparición de una nueva cultura ecológica, que de manera inevitable conduce a una nueva sensibilidad. Este hecho, la debilidad del ganado y la falta de grandes figuras del toreo restan atractivo a los carteles, de forma que, en sus últimos tiempos, la fiesta taurina en Barcelona ha sido un espectáculo para turistas e incondicionales de la lidia. El gran público ha acudido únicamente por los toreros célebres, aquellos pocos que llenan plazas, diestros como Paco Ojeda y José Tomás, el último gran mito de los aficionados catalanes. De acuerdo con la abolición de la fiesta que el Parlament de Cataluña fijó a partir del 1 de enero de 2012, la última corrida de la Monumental, celebrada el 25 de septiembre de 2011, estuvo repleta precisamente de espectadores atraídos sobre todo por el reclamo de José Tomás. Para el público amplio, la Monumental es más que una plaza de toros, ya que ha sido el escenario de múltiples espectáculos, que incluyen el combate de boxeo de Josep Gironés contra el campeón del mundo Al Brown, y las actuaciones de púgiles como Marcel Cerdan y Muhammad Ali; los conciertos de músicos y grupos tan populares como los Beatles, los Rolling Stones, Bob Marley, Dire Straits, Tina Turner, Bruce Springsteen, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, Rod Stewart, Mecano o Ana Belén; o el circo, que ha propiciado que miles de niños hayan conocido la plaza. Durante la pasada semana, la actualidad barcelonesa fueron los toros. Y es que la fiesta tiene estos virajes inesperados, estas revelaciones súbitas de toreros, estos entusiasmos fogosos y apasionados. Y ha bastado que surgieran dos toreros de fuerte personalidad y desconocidos al principio de la temporada como han sido Joaquín Bernadó y Chamaco para que el panorama taurino, que era sombrío y yermo, se convirtiera en algo vibrante. Y la ciudad ha visto cómo en este momento de crisis económica se llenaba cuatro tardes seguidas la Monumental. Con el cartel de NO HAY BILLETES la primera y con entradas impresionantes las demás, a pesar de la lluvia y el mal tiempo. Los carteles que han tenido esta prodigiosa virtud fueron los siguientes: Jueves, Valencia, Joaquín Bernadó y Chamaco. Viernes, Valencia, Joaquín Bernadó y Chamaco también. Sábado, Ángel Peralta en un toro de rejones y Manuel Rodríguez, Manuel Zúñiga y Chamaco. Y domingo, Pepe Ordóñez, Paco Corpas y Joaquín Bernadó. Los lotes de loros fueron, en general, buenos. Excelentes los pequeños Cerroalto del viernes, los Domecq del sábado y los Garci-Grande del domingo, salvando el sexto toro. Buenos simplemente los Montalvo del jueves, con un solo manso, que fue a parar, por una mala suerte que parece inevitable, a Joaquín Bernadó. Si hemos de tratar esta espontánea feria nacida al calor del público por jerarquías, nos corresponde hablar en primer lugar del rejoneador Ángel Peralta, máxima cumbre a la que ha llegado el arte del toreo Esta serie de acontecimientos taurinos, deportivos, musicales, políticos y sociales ha transcurrido a lo largo de casi cien años, de 1914 a 2011, y ha sido cubierta en crónicas escritas y gráficas que han generado un recuerdo a caballo. El gran caballista rejoneó su toro de un modo perfecto, en el que se equilibraban la maestría, asociado a un escenario emblemático. De ese testimonio en imágenes, surge el presente libro, que muestra una la emoción y la belleza. Sus rejones de adorno, sus tres pares de banderillas normales, cortas y a dos memoria gráfica de la plaza de toros de Barcelona. La Monumental: un espacio, un tiempo y un país. manos y su rejón de muerte que fulminó literalmente al toro fueron clavados con un prodigioso dominio de las monturas, con una doma de caballos casi mágica y con una refinada alegría ecuestre. El público, C. S. rendido al arte del gran rejoneador, le otorgó orejas y rabo y le despidió con una ovación cerrada. 4 5

4 Los alicientes de estas novilladas han sido Joaquín Bernadó y Chamaco, quienes, con buen ganado como ha salido en general al decir bueno nos referimos especialmente a su comodidad, han logrado arrebatar literalmente al público. Chamaco, por el misterio de su valor. Bernadó, por la esbeltez no aprendida de su arte. Chamaco ha entusiasmado al gran público y en algunos momentos ha pasmado al buen aficionado y Bernadó, a su vez, ha fascinado al buen aficionado y también en algún instante ha arrebatado al gran público. Si contamos por trofeos obtenidos modo de valorar absolutamente arbitrario en la fiesta de los toros la ventaja es de Chamaco, que ha cortado cuatro orejas y un rabo por dos orejas que cortó Bernadó. Pero en ello hemos de considerar los lotes de toros, inferiores los de Bernadó, y la mala suerte persistente de que sus buenas faenas fueron subrayadas por la lluvia y entonces, aun considerando el mayor éxito del espada onubense, nos parece que ambos podrían formar una provechosa pareja para la fiesta. En el capítulo negativo tiene Bernadó sus constantes dificultades con el estoque y el no haber buscado con más ahínco faena al sexto toro del domingo, que, si bien era bronco y punteaba, merecía quizá la expectación del público una más tensa voluntad de triunfo. En conjunto, Bernadó parece deficientemente dirigido y su cuadrilla, salvando a Orteguita, más le sirve de estorbo que de ayuda; sobre todo le pican mal los toros. Tampoco fuera del ruedo parece que su apoderado se mueva con excesivo acierto, pues Bernadó es el torero que, con menos corridas en su haber, más mansos ha matado. A la vista de tres actuaciones de Chamaco con ganado excelente sus lotes han sido primorosos hemos de revisar algunas de nuestras afirmaciones sobre este novillero y lo hacemos con placer. Chamaco ha hecho dos faenas de muleta de gran mérito: la segunda del jueves y la segunda del sábado, en las cuales, apartando sus pases absurdos, toreó de un modo serio e impresionante. La personalidad de Chamaco se va acrecentando corrida tras corrida por una considerable asimilación de conocimientos y por el espectáculo, Joaquín Bernadó ha hecho, a nuestro modo de ver, dos grandes faenas: al primer Cerroalto del viernes personalísimo, de este extraño valor que él convierte en una obra de arte al margen, claro está, del valor estético de su toreo, que es casi nulo. En estas novilladas Chamaco no ha sido aquel torero que no consiguió y al primer Garci-Grande del domingo, y ambas no se premiaron con oreja. Fueron dos faenas básicas, montadas sobre el toreo en redondo, de un temple, de un mando y de una elegancia infinitas que creemos, realizar un solo pase limpio y que apenas toreaba más que de espaldas y de costado. Muy al contrario, en sin vacilar, las hubiera firmado Pepe Luis Vázquez o el máximo artista que el lector quiera poner en lugar sus dos grandes faenas, Chamaco, con su personal actitud de sonámbulo, se paró, citó en la trayectoria del de este gran espada sevillano. Ha sido el mejor toreo de muleta, el más bello y depurado que hemos visto toro inmóvil y desnervado y se lo pasó al natural con unos pases alucinantes, en los que deja llegar al toro y en las últimas temporadas; sus faenas premiadas con oreja fueron muy buenas, pero sin llegar al grado no tira de él hasta que rompe literalmente en su muleta. Este toreo ha arrebatado al público, aunque menos de clásica excelencia de estas dos. Toreando de capa hizo lo mejor de esta improvisada feria: sobre todo forzoso es confesarlo que su estilo exagerado y retorcido. Al aficionado objetivo le ha parecido que en dos tandas de verónicas inolvidables y un quite de verónicas altas rematando con un afarolado al estilo de esta línea de su torear, tenso y parado en el terreno del toro, está un gran torero popular, pero de un peso Procuna, que recordaremos también durante mucho tiempo. Hagamos constar que toreando con Chamaco extraordinario. Si Chamaco persiste en faenas con pases esenciales y en su teoría de que parándose en las le entró a todos los quites, sin que este replicara jamás. suertes clásicas, en los terrenos difíciles y jugando solo el engaño pasan la mayoría de toros, puede llegar a ejecutar un toreo de una profunda dimensión trágica, desnudo y fascinador. Dos elementos básicos tiene 6 7

5 para ello: su ayudado por alto y el natural. No así el derechazo, que se limita a una antiestética actitud, ni esas series de seudopases de pecho encadenados, de escasa calidad. Con la capa su naufragio es total, y creemos que debe renovar absolutamente su estilo como lo está haciendo con la muleta y que, dejando de lado ese toreo de capa que le han dicho que se parecía al de Juan Belmonte, puede llegar a torear con una casi enfermiza impavidez. En conjunto el toreo de Chamaco nos ha deparado la sorpresa de un afán de mejora, que es incompatible con la ejecución, por ejemplo, de la horrorosa parodia de la media verónica con la que remata sus lances. Ha de ver Chamaco o quien tan hábilmente le dirige que él no tiene necesidad de representar, que tiene valor teniéndolo de verdad y de un modo tan firme e impresionante. Quienes le vimos torear el jueves quedamos pasmados al ver que la verdadera personalidad de Chamaco su fatal estoicismo borraba absolutamente todo ese toreo desencajado, retorcido y de relumbrón que tanto le hemos afeado. Crea Chamaco a quien tan duramente le ha criticado: toreando en el terreno que torea y haciéndolo en serio llegará, por decirlo con una frase clásica, «a donde rayan pocos». Pero todavía le falta mucho que recorrer por el camino de depuración que ha emprendido y nos tememos que en alguna de sus innecesarias locuras tenga un nuevo disgusto, porque los toros solo soportan el valor desmedido si se les torea con el corazón y la cabeza, o sea con su temple. Los acompañantes de estos toreros brillaron poco: una buena faena de Valencia el jueves, que fue premiada, quizás excesivamente, con dos orejas, y nada más. Mal, Manuel Rodríguez y Manuel Zúñiga, que no tienen clase para torear una novillada de postín con Peralta y Chamaco; medroso y desdibujado Pepe Ordóñez, y perdido con la muleta Paco Corpas, que malogró el mejor lote del pasado domingo. El 12 de abril de 1914 se inauguró la plaza Sport, que fue remodelada y ampliada dos años más tarde y pasó a llamarse Monumental. Construida en unos terrenos propiedad de Pere Milà i Camps, se sitúa en la manzana que conforman las calles Diputació, Gran Via, Marina y Lepant. Esta imagen y las siguientes corresponden a sus primeros años. N. L. 8 9