Todas las sociedades humanas han buscado dotarse de valores y criterios para garantizar supervivencia, organizar la producción, tomar sus decisiones

Transcripción

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2 2 Todas las sociedades humanas han buscado dotarse de valores y criterios para garantizar supervivencia, organizar la producción, tomar sus decisiones y regular sus intercambios.

3 3 Sobre las diferencias biológicas entre varones y mujeres (sexo) las sociedades construyeron socialmente un conjunto de atributos, prohibiciones, prescripciones, normas, derechos y obligaciones (género).

4 El enfoque de género distingue las diferencias biológicas entre hombres y mujeres (sexo) de aquellas construidas social y culturalmente (género). Si bien todos nacemos con un sexo biológico, nuestras sociedades y culturas nos van formando y socializando en torno a sus concepciones sobre lo masculino y lo femenino. 4

5 5 Desde que nacemos vamos siendo ubicados y tratados en base a una cadena de asociaciones entre nuestro sexo y las versiones de masculinidad o feminidad que nuestras sociedades y culturas han elaborado.

6 6 La clasificación más conocida es la que observa dos esferas que envuelven el trabajo humano y sobre las que se han asentado las actividades de género (división del trabajo por género): Esfera productiva que se expresa en la obtención, transformación e intercambio de bienes, asignada tradicionalmente a los varones.

7 7 Esfera reproductiva que se expresa en un conjunto de desempeños orientados a garantizar la continuidad de la vida y la reproducción del grupo, asignada tradicionalmente a las mujeres.

8 Algunos al observar la diferenciación de actividades por género en ciertas sociedades y culturas, han defendido la idea de la complementariedad (varones y mujeres desempeñan roles complementarios). 8 Al cotejarse esta idea con la realidad usualmente se logra demostrar que la supuesta complementariedad no es simétrica.

9 La asignación de actividades por género suele estar acompañada de valoraciones diferenciadas respecto de las actividades que realizan varones y mujeres; resultado de la cadena de asociaciones sexo-género, en donde se incluyen valoraciones positivas o negativas sobre lo masculino y lo femenino. Cuando a los varones se les asigna actividades que no dan prestigio ni poder (cocinar, lavar, cuidar a los hijos, etc.) son sancionados socialmente, ya que se espera de ellos lo contrario. Cuando a las mujeres se les asigna desempeños valorados y se les otorga poder en el espacio público se les cuestiona socialmente supuestamente por el abandono de sus responsabilidades en la familia. 9

10 10 Así como la diferencia sexual entre varones y mujeres es de orden biológico, la inequidad y la desigualdad de género son productos sociales al igual que aquellas pautas y normas que contribuyen a mantenerla en la sociedad. Las personas podemos ser diferentes biológicamente en relación al sexo y a la vez ser iguales en oportunidades y derechos; es decir, reconocer un principio fundamental de derechos humanos: todos los seres humanos somos iguales en dignidad. El principio de igualdad rechaza que una persona puede ser discriminada en razón de diferencias biológicas o por otras diferencias atribuidas socialmente.

11 el conjunto de atributos, valores, funciones y conductas que socialmente se atribuyen a los varones en el marco de una sociedad, cultura y época determinada. En nuestro país, como en América Latina, el modelo hegemónico de masculinidad se presenta como un esquema en donde el hombre se constituye como esencialmente dominante, y que sirve para discriminar y subordinar a la mujer y a otros hombres que no se adaptan a él [1] [1] Keijzer, Benno; La masculinidad como factor de riesgo ; En Género y Violencia, Sonora, México;

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13 EL MODELO DE MASCULINIDAD Caracteriza a los hombres como personas importantes, activas, autónomas, fuertes, potentes, racionales, emocionalmente controladas, heterosexuales, proveedoras, entre otras. Los varones son portadores de poder, son impulsados a buscarlo y ejercerlo con las mujeres y con aquellos hombres a los que puedan dominar. La convicción de los varones de ser fuertes los lleva a conductas poco saludables y a exponerse constantemente a situaciones de riesgo: No acudir a los establecimientos de salud, porque son para los débiles y enfermos, no protegerse por sentirse inmunes a las ITS. 13

14 La masculinidad adquiere diversos significados para el varón en las distintas etapas de su vida. La sexualidad, el trabajo, la relación de pareja, cambian si se trata de un adolescente, adulto joven o adulto mayor [1]. Sin embargo, no todos los hombres cumplen con las características de dicho modelo, en la realidad lo que se observa son varios modelos de masculinidad, por eso se habla de las masculinidades. Estas son cambiantes y se van construyendo de acuerdo a las necesidades sociales y también por la interacción de "unos con otros". 14 [1] Fuller, 1997

15 15 Se entiende como el conjunto de atributos, valores, funciones y conductas que socialmente se atribuyen a las mujeres en el marco de una sociedad, cultura y época determinada.

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17 El modelo de feminidad hegemónico: La tarea más importante de la mujer es cuidar y responsabilizarse de otros; su misión fundamental en la vida es ser madre, criar a sus hijos y por cumplir este rol debe posponer todos sus planes personales. La ternura, delicadeza, pasividad y sumisión son parte de su personalidad. Siempre debe estar bonita (para los demás) y cuidar su aspecto físico. 17 Está destinada a aprender y ejercer los oficios domésticos, su espacio es la casa.

18 En la sociedad actual, a partir del acceso de las mujeres a la educación y al trabajo, se vienen dando cambios importantes en el rol de la mujer al interior de nuestra sociedad. Sin embargo, muchas mujeres aún viven en condiciones de desventaja, con relación a los hombres, fomentando en ellas sentimientos de inferioridad, que afectan negativamente su bienestar, su salud y desarrollo. 18

19 19 La construcción de género influye igualmente en la forma como construimos y experimentamos nuestra sexualidad, marcando claras diferencias en la forma en que mujeres y varones comprenden, sienten y viven su sexualidad.

20 20 En los últimos años se han dado una serie de cambios que están acortando las brechas de género. Si bien todos nacemos con un sexo biológico, nuestras sociedades y culturas nos van formando y socializando en torno a sus concepciones sobre lo masculino y lo femenino. La institución educativa es uno de los espacios para promover relaciones democráticas entre los géneros desde temprana edad. Desde el trabajo que hacemos diariamente en las aulas tenemos la posibilidad de ayudar mucho a la instauración de nuevas formas de relación entre varones y mujeres.

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