El poder y sus conflictos en la pareja humana

Transcripción

1 El poder y sus conflictos en la pareja humana Los problemas mayores para la vida en pareja son, por un lado, la elaboración de la simbiosis original para permitir el acceso a la cercanía sin temores de atrapamientos junto con la posibilidad de tener espacios compartidos y espacios individuales; y por otro, la elaboración de la "pulsión de dominio" y de la rivalidad edípica para permitir un buen equilibrio de los polos de competencia/cooperación, sin dominio ni destructividad, así como la permanente superación de la pulsión de muerte. Abordaremos en este artículo el segundo problema, relacionado con el control, el dominio y, en última instancia, el poder. EL PODER EN LA PAREJA Y LA PULSION DE DOMINIO El concepto de poder es central en el campo de la política y no existe en la terminología psicoanalítica, pero es un hecho de observación que el ejercicio de poder existe en todas las parejas y me atreveré a decir que en toda agrupación humana. Por qué es así?, Existirá, acaso, alguna correlación entre el nivel psicológico y el nivel social que lo haga inmanente a la naturaleza humana? Yo lo pienso altamente probable y desarrollaré una breve discusión sobre el tema, ya que no es éste el lugar para hacerla en extenso. Socialmente el poder tiene que ver con la capacidad de control de las fuentes de satisfacción necesarias para otros seres humanos. Y esta realidad social entronca con la característica del bebé humano de una larga dependencia de sus mayores en el proceso de crianza. También entronca con la revisión crítica de la doctrina de las pulsiones que han realizado algunos autores franceses como M. Fain, B. Grunberger y J. Bergeret, especialmente en lo que hace a sus manifestaciones tempranas donde se habla de un impulso violento inicial que no debe de confundirse con la pulsión tanática, ya que tiene como finalidad primera la 1 / 5

2 supervivencia y de ningún modo la muerte. Freud la mencionó y la denominó, en alemán, Bemachtigungstrieb que Grunberger propuso traducir como "pulsión de dominio" ya que si bien dicha tendencia se une mas tarde a la sexualidad, su finalidad original y primera es una necesidad de dominar el objeto por la fuerza. Bergeret (1984) une todos estos datos y destaca: "el interés de la hipótesis de un doble apuntalamiento emitida por M. Fain: un primer apuntalamiento de la libido sobre la violencia primaria que se efectúa durante el primer tiempo edípico para dar lugar al nacimiento de la sexualidad infantil, y un segundo apuntalamiento que conduciría dicha sexualidad infantil a apuntalarse sobre las funciones de reproducción, una vez éstas establecidas, para constituir la sexualidad adulta. Esta forma de ver los dos tiempos de la articulación de lo imaginario genital sobre funciones mucho mas ordinarias, por no decir biológicas, parece ir por completo en el sentido de las concepciones freudianas de las relaciones entre los orígenes somáticos y la elaboración psíquica de todo dinamismo, se llame o ". Si la satisfacción de las necesidades del niño va a estar determinada por los Otros, buscará desde temprano -por sobrevivencia, como se mencionó- tener un cierto control o dominio sobre esos Otros. Y las distintas etapas del desarrollo psicosexual estarán marcadas por distintas modalidades operativas de ejercer ese poder sobre los otros: en la etapa oral, de tipo incorporativo y, en última instancia, posesivo; en la etapa anal, de tipo expulsivo y destructivo, o. de control; en la etapa fálica, de dominio y rivalidad. Alguna de estas modalidades será predominante de acuerdo a la estructura caracterológica del Sujeto y la implementará en su vida social en general y de manera especial y primaria en su relación conyugal. De este modo se unirán en el espacio relacional de la pareja las presiones para el ejercicio de poder derivadas de la estructura caracterológica de cada uno de los cónyuges, junto con las determinadas por las familias de origen y el ambiente macrosocial. Y así como los teóricos de la comunicación han planteado que es imposible no comunicar, que aún el que se queda en silencio está mandando con ello un mensaje, así también en cuanto al poder cada uno tendrá un monto de poder y una modalidad de ejercerlo, con sus estrategias y tácticas, y la correlación respectiva con el cónyuge, que es lo que habrá que investigar y manejar terapéuticamente. Foucault (1978) rescata la dimensión de los micropoderes, la microfísica del poder, en su crítica a la concepción dominante y centralista del poder, y estos términos que al principio aparecen como antagónicos terminan utilizándose de forma complementaria. De igual manera, en el campo de la psicoterapia de parejas tendremos que explorar las posibles correlaciones entre macropoder y micropoder. Tanto así, que algunos de los elementos mas utilizados por las parejas para juegos de poder son: las familias de origen, los hijos, el dinero, la sexualidad, el saber, la confirmación narcisista-valorativa, etc. Una investigación feminista sobre la problemática del poder, el dinero y el éxito ha sido presentada por Clara Coria en distintas publicaciones (1982, 1991, 1992). Lemaire, justamente, plantea un caso donde la educación universitaria de una mujer cuando 2 / 5

3 tenía varios años de casada modificó las relaciones de poder al punto de tener que acudir a terapia de pareja por las peleas frecuentes y sin salida. Concluye con respecto al caso: "Lo que les permitió a ambos ver mas claro y modificar su relación, fue descubrir simultáneamente, y en común, lo que había de descalificador y de herida narcisista en las expresiones de la mujer: primero él, al entender mejor el funcionamiento característico de su esposa y percibir el momento en que la argumentación de ésta adoptaba un carácter destructor; y ella, al descubrir los aspectos hasta entonces inconscientes de su agresividad. Bastó un pequeño número de entrevistas para permitirles recuperar el diálogo, o mas bien para encontrarlo, ya que, si bien las relaciones de fuerza entre los cónyuges se habían modificado con el tiempo, esas relaciones habían estado establecidas hasta entonces sobre la base de la sumisión de uno a los razonamientos del otro. Pero desde ahora les sería posible expresar los afectos subyacentes a sus actitudes y a sus discursos, darlos a conocer e iniciar un diálogo auténtico". Como se aprecia en esta viñeta es un problema humano general el manejo de las diferencias individuales en los miembros de la pareja. Las aspiraciones indiferenciadoras de volver a ser Uno, como con mamá en la etapa de simbiosis, la fantasía de encontrar "la media naranja" que permita recuperar la unicidad original, terminan confrontándose con la dura realidad de ser individuos distintos, provenientes de familias y subculturas distintas, con proyectos personales diferentes, que tienen que aprender a manejar sus diferencias. El manejo de la agresión se vuelve un tema crítico. Alguien dijo que en las parejas, como en el boxeo, se vale dar golpes, pero no se vale dar golpes bajos, ya que estos dejan heridas y resentimientos de difícil o imposible recuperación. Y esto adquiere mayor importancia en tanto haya mayor simetría en las parejas, donde se puedan conservar espacios individuales y de pareja, donde haya Yo, Tú y Nosostros. Es frecuente encontrar matrimonios, a veces con años de casados (o emparejados) que han sido exitosos socios del viaje en la vida, una especie de "room-mates" por tiempos mas prolongados que los de estudiantes, pero que no han llegado a ser pareja, a conformar un Nosotros, situación que se hace evidente en el enfrentamiento de decisiones comunes como compra de propiedades o embarazo. VIÑETA CLINICA 1. Lourdes tiene varios años en una relación de amante con un hombre divorciado como ella. Ambos expresan su intención de avanzar aún mas en la relación y casarse, pero no lo han hecho hasta el momento porque tienen dudas permanentes con respecto a ese paso y, además, surgen dificultades periódicas que los han llevado a separaciones transitorias. No pueden avanzar mas en la relación, ni pueden separarse. Cada uno vive en su casa y comparten actividades de diversión y algunos fines de semana. Atribuyen su dificultad a sus respectivos temores al compromiso, que son ciertos, pero que están fuertemente reforzados por ejercicios de poder: él quiere que su fortuna no se diluya y quede centralizada en sus hijos; ella percibe que pierde atractivo cuando la siente conquistada y segura. VIÑETA CLINICA 2. 3 / 5

4 Yolanda y Roberto acuden a terapia de pareja por sus frecuentes peleas que les han hecho pensar en la posibilidad de divorciarse. En la entrevista queda claro que están trabados en una permanente disputa por el poder que siente cada uno debe detentar porque lo hicieron siempre así en su historia: él como primogénito con un status diferente reconocido por padres y hermanos y ella como la pequeña, consentida y caprichosa, a quien todos los hermanos mayores le cumplían sus deseos. El, con un carácter obsesivo y confrontador quería imponer un orden perfecto; ella, con un carácter fronterizo, le oponía resistencia pasiva, guerra de guerrillas, y lo enloquecía y parasitaba mediante la provocación por el desorden y la pasividad. El conocimiento de las razones históricas personales de su lucha por el poder, y de sus modalidades, permitió que fueran encontrando nuevas fórmulas y un mayor equilibrio en la distribución del poder. Si ella seguía poniendo zancadillas iba a perder a su esposo, a quien amaba, y era incongruente que le solicitara la realización de sus deseos como niñita consentida en vez de como mujer adulta. El, por su parte, no podía pretender mandar a su esposa bajo el esquema piramidal que tenía con respecto a sus hermanos. Por supuesto, también hubo que incluir otros elementos con respecto a la expresión de los afectos. PODER Y DINERO. El dinero es, sin duda, uno de los medios mas usados para ejercicios de poder tanto en la sociedad como en la pareja, y su importancia radica no sólo en su utilización directa como forma de dominio, de control o de búsqueda de superioridad, sino también como agente de autoestima y de valoración del otro. En parejas de corte simétrico, donde ambos trabajan, el dinero puede volverse un terreno fácil para la expresión de la competencia donde se dirime quien es mejor o mas hábil en función de quién gana mas. No solo importa el dinero como medio para obtener satisfactores materiales, sino como instrumento de poder y dominio. Y aún mas, como espacio de expresión de conflictos psicológicos, a veces de origen infantil: una ejecutiva exitosa, niña de dieces que buscaba ser siempre la primera tanto en los estudios como en el trabajo, tenía como parte importante de su motivación la derrota que su padre le hacía sentir de niña cuando le quitaba la compañía de su madre diciéndole: "te la gané, es mía"; de niña, en la escuela, y ahora, adulta, en el trabajo, nadie mas le podía ganar. También, al utilizarse como sustento importante del narcisismo, puede tener otros impactos, por ejemplo dificultar proyectos de tener y criar hijos, incompatibles con horarios de trabajo de 12 o 14 hs. de una gran ejecutiva. Por eso la pérdida de poder suele causar tan intensas depresiones, muy frecuentes ahora a consecuencia del desempleo. El dinero también puede homologarse al cariño, interpretándose como falta de amor el que no se satisfagan las necesidades o caprichos económicos. Para las tácticas de poder importa quién genera el dinero, pero también quién lo administra (y acumula) y para qué se usa. En algunas parejas, aunque la mujer trabaje el esquema de relación sigue siendo tradicional: el hombre es el responsable de aportar el dinero necesario 4 / 5

5 Powered by TCPDF ( Subjetividad y Cultura para el sostenimiento del hogar y los ingresos de la mujer son personales, para sus lujos y caprichos o para su acumulación. La posibilidad de cooperación o competencia con la pareja por medio del dinero u otros elementos se vuelve un factor importante en el equilibrio de la relación o en la generación de conflictos: VIÑETA CLINICA 3. Un hombre de cincuenta años, activo y medianamente exitoso acaba de perder su empleo, cuando está finalizando la contrucción de una hermosa casa para la familia. Le pide un préstamo a su esposa -dueña de dos escuelas- para terminar la obra. Esta no se lo otorga por estar convencida de que no le corresponde participar en los gastos del hogar. El tiene que conseguir el préstamo con otras personas y en revancha critica y ataca a la esposa en su desempeño como madre. Bibliografia 1) BERGERET, Jean (1984), La violencia fundamental. El inagotable Edipo, Fondo de Cultura Económica, México, ) CORIA, Clara (1986), El sexo oculto del dinero. Formas de la dependencia femenina, Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires. ----(1991), El dinero en la pareja. Algunas desnudeces sobre el poder,. Paidós, Buenos Aires. ----(1992), Los laberintos del éxito. Ilusiones, pasiones y fantasmas femeninos, Paidós, Buenos Aires. 3) FOUCAULT, M. (1978), Microfísica del poder, La Piqueta, Madrid. 4) LEMAIRE, Jean (1979), La pareja humana: su vida, su muerte, su estructura, Fondo de Cultura Económica, México, / 5