INVESTIGACION-EXTENSION AGROPECUARIA, SOCIEDAD Y DECISORES POLÍTICOS

Transcripción

1 INVESTIGACION-EXTENSION AGROPECUARIA, SOCIEDAD Y DECISORES POLÍTICOS Un sistema de investigación-extensión agropecuaria (en adelante Sistema) generalmente no es demasiado bien conocido por la sociedad ni por los decisores políticos. Para lograr la comprensión que la sociedad debe tener de todo sistema que forma parte de ella, esa sociedad tiene que contar con la información necesaria. Esa información debe cubrir, por lo menos, explicaciones sobre las características del sistema; su diseño operacional; la amplitud de su espectro de acción; y quiénes son los beneficiarios y usuarios de lo producido. I. Características dadas de la investigación-extensión agropecuarias Cobertura De acuerdo con la variedad de las regiones ecológicas de un país o región, de sus tipos de productores rurales y productos agropecuarios y el nivel tecnológico imperante en el agro y en la industria, la cobertura o espectro de responsabilidades del Sistema será más o menos amplia y compleja y, en consecuencia, serán variadas y numerosas las disciplinas que deben manejar sus especialistas. La gama de disciplinas aplicables va desde las físicas, químicas y biológicas hasta las ciencias económicas y sociales; casi no hay disciplina que no tenga alguna aplicación en investigación y extensión agropecuaria. Especificidad de localización. La solución que exige determinado problema en una localidad puede ser bien distinta a la de otra localización, diferencias que están dadas por factores del medio ambiente que van de lo climático hasta los sociales, económicos y culturales. Algunos de esos factores son de difícil, sino imposible, control por el hombre y, además, pueden cambiar imprevistamente. Duración de las investigaciones e incertidumbre de los eventuales resultados El periodo de tiempo entre el momento en que se decide encarar la solución de un problema por medio de una investigación, y el momento en que esa solución ha sido aplicada por suficiente cantidad de usuarios como para considerar resuelto el problema, suele ser muy largo, de algunos a muchos años. Además, durante ese largo periodo los resultados son inciertos y, a veces, no se logra resultado útil alguno. Esta alta incidencia de fracasos es característica de las innovaciones. Variedad de beneficiarios y objetivos Los supuestos beneficiados por la tecnología que pueda generar un Sistema son de distinto tipo, cada uno con sus propios objetivos, a veces contrapuestos: productores rurales, que quieren rentabilidad de sus establecimientos y mínimo riesgo; consumidores, principalmente urbanos, que quieren alimentos baratos y de calidad; trabajadores rurales, que quieren empleo; la industria, que quiere un mercado para sus agroquímicos, máquinas, etc., o calidad, cantidad y continuidad de las materias primas provenientes del agro, en ambos casos a precios de su conveniencia; y el gobierno que quiere, representando a la sociedad, que se cumplan todos esos objetivos, pero como parte de una significativa contribución del sector agropecuario a la conservación sostenida de los recursos, a la ecología, Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Pág. 1

2 y a la economía global del país (balanza de pagos, sustitución de importaciones, desarrollo rural, nivel de vida de la población del país, etc.). Objetivos de los productores rurales y objetivos de la sociedad en general Los objetivos de los principales usuarios de las tecnologías que se propone ofrecer el Sistema, los productores rurales, ponen el énfasis en la rentabilidad de sus establecimientos, con bajos costos y buen precio para sus productos, poco riesgo y no excesivo esfuerzo, y no necesariamente coinciden con los de la sociedad. La Sociedad pone el énfasis en la calidad, cantidad, continuidad y precio adecuado de la oferta agrícola, en un eficiente manejo gerencial de los establecimientos; en la conservación y sostenibilidad de los recursos naturales y de la ecología; y en los beneficios para la economía nacional, (todo ésto combinado con un grado razonable de rentabilidad, riesgo y esfuerzos del productor). El Sistema se encontrará con la necesidad de compatibilizar estos dos conjuntos de objetivos al desarrollar su plan de acción. Vinculaciones La investigación-extensión agropecuaria no opera en un vacío institucional; por lo contrario, está o debería estar muy ligada no solamente a otras instituciones que investigan el mismo tipo de problemas o problemas muy afines, sino también a actividades de otra naturaleza (gubernamentales, docentes, culturales, económicas, mercantiles, sociales, legales, industriales, etc.), que afectan o forman parte del sector agrario, y que son necesarias para el éxito de las investigaciones y, a la vez, para que los productores rurales estén en condiciones de adoptar las tecnologías propuestas. Acciones complementarias Un Sistema de Investigación y Extensión Agropecuaria busca y, eventualmente, encuentra soluciones a problemas que afectan al sector agropecuario; pero esos problemas recién desaparecerán o quedarán reducidos a dimensiones tolerables cuando las soluciones propuestas sean aplicadas en proporción suficiente. Muchas de esas soluciones podrán ser adoptadas e incorporadas a las empresas agropecuarias recién cuando éstas reciban determinados elementos de otras instituciones, como crédito, insumos, canales de comercialización, transporte y normas legales. Estas acciones, complementarias de la investigación-extensión, escapan al control directo por el Sistema, aunque éste podrá sentar y organizar las bases para que los productores puedan tener acceso a esos elementos en el momento oportuno. Recursos externos para investigar y transferir Son grandes y favorables las posibilidades de intercambio universal de información en beneficio de la investigación-extensión agropecuaria y, además, existen numerosos fuentes internacionales dispuestas a proveer recursos, de todo tipo, a los sistemas nacionales de investigación, de extensión y de desarrollo rural. Tecnologías no apropiables, y de riesgo Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Pág. 2

3 Un Sistema no podrá evitar hacerse cargo (o, por lo menos, considerar hacerlo) de la búsqueda de soluciones que no puede encarar el sector privado porque no le aseguran los beneficios que necesita para su supervivencia. Se trata de cantidad de soluciones que son del tipo de "bien público", y productos que no son apropiables (que no se pueden patentar), y de las investigaciones que se suelen denominar "de riesgo" por su alta incertidumbre de poder lograr una solución adecuada. Inversión en investigación-extensión agropecuaria La financiación puesta a disposición de un Sistema de Investigación y Extensión Agropecuaria no es un gasto (tipo consumo) ni un subsidio: es una verdadera inversión que le rinde sustanciales intereses a la sociedad que realiza la inversión, beneficios que han sido estimados en un 30% en promedio y que, en algunos casos, pueden ser espectacularmente más elevados Quedan por ver otras características que, por su importancia, hemos preferido desarrollar en capítulo aparte. II. Esquema Operacional Antes de considerar un posible esquema operacional conviene dejar aclarada otra característica propia de un Sistema: su necesidad de un subsistema formal de transferencia tecnológica a los usuarios. A. La adopción masiva, por parte de los usuarios, de la tecnología generada, en cantidad suficiente como para dejar resuelto el problema o, por lo menos, reducirlo a proporciones tolerables, es el último e imprescindible paso del largo y, con frecuencia, complicado proceso que selecciona, diseña, pone en marcha y ejecuta el Sistema. Por el bajo nivel educacional medio de la mayoría de los productores rurales es ineludible integrar al Sistema un subsistema organizado que transfiera las innovaciones a los productores rurales; un sistema capacitado para promover la tecnología adecuada, convencer a los usuarios, enseñarles a aplicarla, organizarlos para ello, etc. Este subsistema de transferencia tecnológica, llamado comúnmente extensión (a veces asesoramiento o divulgación) tiene que estar de tal manera imbricado con el subsistema de investigación, como para que pueda cumplir eficazmente con su doble papel: el de llevar tecnología a los productores rurales y lograr la adopción en proporción adecuada; y el de colaborar con el subsistema de investigación en las investigaciones en fincas, y alimentarlo con la información pertinente siempre cambiante sobre el sector agropecuario y los sistemas de producción que lo integran. B. El siguiente podría ser un esquema a seguir por un sistema cuya misión apunta, en última instancia, a la solución de los problemas que afectan el desarrollo del sector agropecuario y de las empresas que lo integran. 1. El Sistema analiza el sector agropecuario o, mejor dicho, cada uno de los subsectores agropecuarios del país y, en particular, los sistemas de producción que operan en cada subsector, así como los entornos bio-físicos, económicos, sociales, culturales, etc. de esos sistemas de producción. 2. Diagnostica los problemas, restricciones y necesidades, de todo tipo, propios de los sistemas de producción y los de su entorno, actuales y eventualmente futuros, que encuentra. El conjunto de todo eso, convenientemente ordenado, constituye el programa que el Sistema debería encarar. Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Pág. 3

4 3. A los problemas, etc., contenidos en el conjunto ordenado, se les da un orden de prioridad. 4. El conjunto priorizado se compara con los recursos humanos, informáticos, materiales y financieros disponibles y sobre la compatibilización se elabora un plan estratégico de operaciones, el programa factible, el que el Sistema puede ejecutar. En ese plan las eventuales soluciones de los problemas, etc., seleccionados (por considerarlos importantes y porque existen los recursos necesarios) se constituyen en objetivos, que se agrupan en programas, proyectos y/o planes de trabajo. 5. La ejecución de los proyectos comienza en las estaciones experimentales pero, antes de darlos por concluidos, se someterá la solución encontrada a la prueba más rigurosa: la factibilidad de su aplicación, de su incorporación, a los sistemas de producción representativos. Recién cuando esta última prueba ha demostrado que la solución propuesta encaja en un sistema de producción, y soluciona el problema, brindándole sustancialmente más ventajas que complicaciones al productor, y que éste tiene los medios o tiene fácil acceso a ellos para la adopción, es legítimo dar por concluido con éxito el proceso de investigación y se pasa al proceso de transferencia que, es esas circunstancias, debería ser relativamente fácil y debería culminar más o menos rápidamente en adopción masiva por todos aquellos productores que estaban representados por la finca (o fincas) en que se hizo la comprobación final. III. Espectro de Necesidades del SIEA 1. Uno de los aspectos que conviene aclarar es si el Sistema debe promover y asumir la responsabilidad por el desarrollo rural, o desarrollo agropecuario, en el país, o si sólo debe participar en la medida que haga falta introducir nuevas tecnologías, dejando el desarrollo rural en sí enteramente a otros. El Sistema es, a su manera, un actor o elemento en un sistema mayor cuya misión es la implantación del desarrollo rural. Junto con los demás actores (productores y sus organizaciones, gobierno nacional y gobiernos provinciales, municipalidades, instituciones que proveen crédito y otros insumos y reciben los productos, etc.) contribuye con soluciones factibles, adoptables, adecuadas para los problemas, a los fines del desarrollo rural en las variadas circunstancias del sector, y procura lograr la adopción de esas soluciones. Obviamente, para desarrollar un área rural, es necesario contar con soluciones adecuadas de los problemas importantes que afectan allí a las empresas rurales: estas soluciones son, o pueden ser, aportadas por el Sistema. Pero, casi invariablemente, la aplicación de esas soluciones por los productores exige que éstos puedan tener acceso, en condiciones favorables, a cosas tales como financiación, insumos, transporte de sus productos, mercados. Hay veces que los problemas de acceso no están resueltos y se plantea la posibilidad de que el Sistema colabore o se haga cargo de la solución (si se conoce alguna razonable) o incorpore la búsqueda de solución a sus programas de investigación. 2. Hay otro aspecto del espectro de actividades: un Sistema debe ocuparse solamente de los procesos que producen materia prima agropecuaria, o debe incursionar, directamente o colaborando con otros, y hasta qué punto en los procesos industriales que puedan sufrir esas materias primas, así como en el desarrollo de insumos, como maquinaria, plaguicidas o vacunas? La respuesta dependerá, probablemente, de factores tales como la presencia o no de instituciones públicas o privadas que se ocupen de las investigaciones sobre esos procesos, la necesidad de comprobar la calidad o aptitud "industrial" de ciertos nuevos cultivares que se están desarrollando, por Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Pág. 4

5 ejemplo, o la conveniencia de comprobar, en distintas áreas y en distintas circunstancias, la eficacia de los insumos que ofrece el agro. 3. Una tercera posibilidad de ampliación del espectro se refiere a ciertos servicios al agro que no son, estrictamente, investigación, pero que son muy necesarios para una agricultura eficaz y eficiente, y también para la investigación-extensión. El gobierno podría verse en la necesidad de desarrollar servicios tales como la clasificación de semillas, diagnóstico de plagas y enfermedades de vegetales y animales, análisis de suelo, de aguas, foliar, etc., inseminación artificial, u otros. En ciertos casos el Sistema es lo único que cuenta con la infraestructura y recursos humanos con qué desarrollar y poner en marcha esos servicios que, con el tiempo, podrán pasar a cooperativas u otras organizaciones privadas Es importante que queden bien aclarados estos puntos en los mandatos del Sistema, sobre todo cuando se ha descentralizado parte de las decisiones sobre qué y cómo investigar y transferir tecnología. Las estructuras del Sistema y sus instituciones componentes dependen del mandato. Además un mandato claramente definido y delimitado en el instrumento legal de creación del Sistema le permitirá a éste defenderse de eventuales posteriores imposiciones. IV. Beneficiarios y Usuarios de las Tecnologías Generadas Distingamos entre beneficiarios y usuarios de las tecnologías introducidas por el Sistema. Los beneficiados son, obviamente, todos los que obtienen alguna ventaja, cuando las tecnologías han sido adoptadas por los usuarios y éstas las hayan incorporado a sus empresas. Estos beneficiarios son, de una manera directa o indirecta, en mayor o menor grado, por lo pronto los habitantes del país, aunque más no sea que en su carácter de consumidores de alimentos y otros productos agrarios. Los principales y más numerosos usuarios son los productores agropecuarios del país, porque son ellos los principales actores del sector agropecuario. En menor grado pueden ser usuarios, de alguna tecnología, productores de insumos (semilleros, viveristas, fabricantes de implementos agrícolas, laboratorios de vacunas, etc.); o industrias que utilizan materia prima agropecuaria, al mejorar el SIEA, por ejemplo, la calidad, la aptitud industrial o la continuidad de la oferta; o servicios gubernamentales, como los de control de plagas y enfermedades. Tiene importancia poner en claro cual debería ser el énfasis a poner en los problemas de los distintos tipos de usuarios de tecnología así como, por lo menos en ciertos casos, de los beneficiarios (consumidores, por ejemplo). Entre otras cosas conviene dejar claro cómo actuar frente a la clásica disyuntiva entre las necesidades de lo que parecerían ser los dos extremos importantes del espectro de usuarios: (1) por un lado los productores, comúnmente llamados comerciales, más o menos especializados, que tienden a trabajar superficies relativamente grandes, con acceso a la infraestructura del país y cuyo principal mercado suele ser el de exportación; y (2) por la otra parte, los pequeños productores, campesinos, minifundistas, de subsistencia, que en muchos países o regiones son mayoría entre los pobladores rurales, con muy poca superficie a su disposición, más o menos marginados de la infraestructura económica, social y cultural, de bajo nivel de vida. Entre estos dos extremos habrá numerosos estratos intermedios, pero son los extremos lo que interesa porque representan dos enfoques bastante distintos para el Sistema. Por muchas razones es bastante más fácil investigar y Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Pág. 5

6 lograr resultados para los productores comerciales: hay mucha tecnología, desarrollada en otros países (sobre todo en países desarrollados en clima templado) que no necesita más que una adaptación a las peculiares condiciones de los tipos de empresa. Las limitaciones no son tan estrictas porque los productores comerciales tienen acceso a la financiación. Los que manejan los establecimientos suelen tener un nivel de educación relativamente alto y se puede llegar a ellos por vía de profesionales (ingenieros agrónomos, veterinarios, contadores). Son contribuyentes de impuestos y, por lo tanto, sus ingresos interesan a los poderes políticos. Lo que acabamos de mencionar es inexistente o exactamente lo contrario en el caso de los pequeños productores. Sus muy limitados recursos los han llevado a desarrollar, durante generaciones, unos sistemas de producción más o menos complejos, muy adaptados a sus circunstancias biofísicas, climáticas, socioeconómicas y culturales, circunstancias que pueden ser muy hostiles y que dejan muy poco margen para el error. Ayudar a los pequeños productores con tecnología para disminuir los riesgos y esfuerzos, para elevar el nivel y la calidad de sus vidas significa, ante todo, conocer a fondo cómo funcionan los distintos sistemas de producción y saber porqué funcionan así. El productor comercial puede incorporar una nueva tecnología en escala experimental y no corre mayor riesgo si la tecnología resulta inútil o contraproducente en su establecimiento. El productor pequeño, en cambio, no tiene margen para experimentos y es muy difícil hacerle cambiar su sistema de producción, porque eso es la única cosa más o menos segura que conoce y sabe manejar. Es pobre la experiencia de la comunidad mundial de los Sistema con los pequeños productores de subsistencia y probablemente no exista una estrategia común: cada país, cada región, cada área local, tendrá que buscar, comprobar y aplicar su propia estrategia. Para el productor de subsistencia la variable tecnológica es sólo un componente más quizá no el más importante y urgente dentro de la variada gama de necesidades que tiene (precios, crédito, mercados, educación, condiciones sanitarias y habitacionales, etc.) y que visualiza de manera integrada (Trigo, Piñeiro y Ardila, 1982, p.435). Esto significa que de poco vale desarrollar tecnologías comprobadas, útiles, aplicables, cuando no se eliminan las limitaciones, como las mencionadas, que pueden impedir la adopción. El Sistema tendrá poca probabilidad de éxito con una innovación si otros no se ocupan de resolver los demás problemas que pesan sobre los pequeños productores. Lo más que puede hacer el Sistema es investigar esos problemas, empezando por diagnosticarlos en cada situación, y buscar soluciones, pero las instituciones que puedan poner en marcha esas soluciones tienen que existir, o ser desarrolladas rápidamente. V. Estructura orgánica Las posibilidades de dependencia y estructura de un sistema de investigación científica y transferencia tecnológica agropecuarias son varias. Trigo (1986) resume en cuatro tipos las organizaciones de investigación agrícola prevalecientes en Africa, en América Latina y el Caribe, y en Asia: (i) La investigación es realizadas predominantemente por uno o más ministerios; puede haber alguno que otro esfuerzo autónomo con respecto a cultivos individuales. (Diez casos en América Latina y el Caribe) (ii) La investigación es realizada predominantemente por un organismo autónomo o semi-autónomo, con un mandato muy amplio en cuanto a regiones y productos que abarca; puede haber algún esfuerzo autónomo con respecto a cultivos individuales y algo de investigación en las universidades. (Doce países latinoamericanos y caribeños) Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Pág. 6

7 (iii) La investigación se efectúa por medio de diversas entidades, como ministerios, organismos autónomos y/o semi-autónomos, universidades, etc., sin existencia de una autoridad coordinadora central. (Sin representación en América Latina y el Caribe) (iv) La investigación se realiza en una situación multi-organizacional, con un cuerpo central de coordinación: Consejo de Investigaciones Agropecuarias o similar (Tres casos latinoamericanos y caribeños) La comunidad de investigadores y extensionistas agropecuarios probablemente prefiera una institución con gobierno propio y, si posible, con ingreso financiero propio, porque sabe que esta es la forma más eficiente, siempre que la fuente de financiación sea suficiente y oportuna y que la interferencia de reglamentaciones administrativas gubernamentales, sobre todo en cuanto a gastos, no sea demasiado pronunciada. La consideración de la estructura plantea la forma de su órgano (u órganos) de gobierno. Si se opta por un cuerpo colegiado, sea como Consejo de Investigaciones/Extensión Agropecuarias, sea como Junta Directiva, queda planteada su composición: con qué miembros, con o sin participación de productores rurales, de representantes de las industrias vinculadas con el agro o de otros eventuales beneficiados, de científicos, de docentes universitarios, de profesionales del agro, de funcionarios del gobierno nacional y/o provinciales, del personal directivo de la institución o de todo su personal, etc., y en qué proporción. Como las leyes son hechas por el poder político, probablemente están algo sesgadas en favor de la representación gubernamental, de modo que los investigadores y extensionistas tendrán que tratar de componer la representación de científicos, de productores u de otros miembros independientes, para equilibrar una excesiva influencia de la administración gubernamental y su inevitable secuela: una tendencia hacia lo que presiona sobre el gobierno, hacia los problemas del momento y de corto plazo. En países con organización federal se plantea, además, la necesidad de decidirse por un único organismo federal, por organismos estatales o provinciales, o por una combinación de ambos. La centralización o descentralización de decisiones, servicios y acciones forma parte, desde luego, de la estructura orgánica, pero es uno de los aspectos que, quizá, convendría no incorporar al instrumento legal que crea el organismo, para poder analizarlo internamente, a la luz de las necesidades propias del organismo, y para poder introducir modificaciones cuando nuevas circunstancias así lo exijan. Cualquiera sea la dependencia y la estructura que se acuerde, conviene que el correspondiente instrumento legal sea lo menos detallado posible, con lo imprescindible solamente, que deje al Sistema mismo la posibilidad de organizarse con una estructura interna lo más flexible posible, de tipo matricial, en base a programas, proyectos, grupos de tareas al-hoc y todo lo que le permita a la organización adaptarse ágilmente a un entorno siempre cambiante. VI. Recursos El personal técnico de un Sistema de Investigación y Extensión Agropecuaria exige un largo periodo de formación, basado en una carrera universitaria completada con formación postgrado en universidades donde la especialización elegida se enseña en un buen nivel. Esto también significa que, fuera del o de los periodos de capacitación formal, el personal tiene que mantenerse al día, debe estudiar continuamente, porque las disciplinas científicas evolucionan, agregan Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Pág. 7

8 nuevos conocimientos e incorporan cambios revolucionarios, cada vez con mayor frecuencia. Esto plantea la necesidad de que el Sistema tenga a su disposición recursos como para: - Poder enviar a universidades de reconocido nivel académico a sus investigadores y extensionistas jóvenes, cuando la especialización elegida no se encara en los cursos de postgrado del país. - Poder enviar a sus investigadores y extensionistas ya formados periódicamente a visitar centros (en cualquier lugar del mundo) donde se realizan investigaciones de avanzada en su disciplina o tema de trabajo, a congresos, simposios, reuniones, etc., a presentar sus trabajos y a mantener contacto con otros. - Poder invitar a investigadores y extensionistas para que colaboren, in situ, con las tareas del Sistema, para dictar cursos sobre nuevos conocimientos, nuevos métodos, etc. - Poder pagar las suscripciones a las numerosas revistas y los libros donde se publican y analizan los adelantos, y poder tener acceso a los sistemas mundiales de documentación e información almacenada en numerosos bancos de datos electrónicos. - Poder importar instrumentos, sustancias químicas, reactivos, etc. que no se producen en el país. - Poder importar prototipos de nuevos implementos agropecuarios para probarlos en sus estaciones experimentales.- BIBLIOGRAFIA Trigo,E., M.Piñeiro y J.Ardila, 1982 "Organización de la Investigación Agropecuaria en América Latina"; San José, Costa Rica: IICA, 1982 Trigo, E Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria Pág. 8