EL DESARROLLO SOSTENIBLE DESDE LA PERSPECTIVA SOCIAL Dr. Carlos Monge, consultor en política social y desarrollo sostenible

Transcripción

1 EL DESARROLLO SOSTENIBLE DESDE LA PERSPECTIVA SOCIAL Dr. Carlos Monge, consultor en política social y desarrollo sostenible Esta exposición versa sobre la dimensión social de la sostenibilidad. Está organizada en torno de tres entradas temáticas: (i) que la población encara los problemas de desarrollo desde las condiciones específicas en las que vive; (ii) que la sostenibilidad propiamente social del desarrollo tiene que ver también con la pertenencia, la inclusión, el sentirse parte en términos de beneficios y de decisiones; y, (iii) que la inclusión se da en marcos institucionales específicos. El desarrollo se da (o no) desde (o por) las condiciones específicas de la población. Al respecto, tres ejemplos: 1. En el Perú, el reto del desarrollo sostenible se encara desde condiciones masivas de pobreza, condición esta que genera comportamientos cortoplacistas, inmediatistas. Para el promedio de la población empobrecida, el mediano plazo tiene sentido como inversión en el desarrollo de mejores condiciones para la competencia (la educación), pero difícilmente se valora la preservación de los recursos naturales versus su uso inmediato, como una inversión estratégica. Eso hace muy difícil construir una cultura de la sostenibilidad más allá de las elites, que sí están en condiciones de apropiarse de ese discurso. Ejemplos hay abundantes. Ahí están los migrantes andinos pobres y las propias poblaciones indígenas amazónicas que son parte activa de la masiva deforestación de nuestra Amazonía. Ahí está también la dificultad para lograr estándares de limpieza en las pequeñas y medianas industrias urbanas y rurales. 2. En el Perú, el desarrollo sostenible se encara desde condiciones de creciente urbanización de las zonas rurales. Este cambio en el patrón de residencia de las poblaciones rurales presiona sobre los procesos formativos del agua en las cuencas altas de dos maneras: contaminación de los cursos de agua por mal o nulo manejo de los desechos urbanos (desagües y basura); demanda muy fuerte por energía que lleva a deforestar masivamente las cuencas altas, perdiéndose capacidad de retención de agua y alimentando 67

2 HACIA UNA ESTRATEGIA NACIONAL SOBRE DESARROLLO SOSTENIBLE procesos de erosión de los suelos en las partes altas, que causan después desastres naturales. 3. En el Perú se ha producido un proceso masivo de fragmentación y mercantilización de la producción rural, de las relaciones con el suelo y las semillas. Casi el 90 por ciento de las propiedades agropecuarias tienen menos de 10 hectáreas, y es creciente la mercantilización de la producción, en respuesta a las demandas del mercado. En ese proceso se están perdiendo, en dos o tres décadas, patrones de relación sostenible con la naturaleza que se habían construido en varios siglos de uso del recurso tierra y de gestión de la diversidad de las especies con base en el autoconsumo de núcleos familiares ampliados y de intercambios entre zonas de producción. Estos son solo tres ejemplos de las condiciones específicas desde las que la mayor parte de la población en este caso de la población rural peruana encara el reto de la sostenibilidad del desarrollo. Son condiciones sociales específicas que dificultan entre los pobres, que son los más el desarrollo de una cultura de la sostenibilidad en la que el mediano plazo prime sobre el corto plazo, en la visión de los recursos naturales como un capital estratégico que prime sobre su visión como bienes de uso para satisfacer necesidades urgentes, inmediatas, de ingresos. La sostenibilidad social del desarrollo depende de su apropiación por las poblaciones involucradas. Al respecto, algunos temas para la reflexión. 1. Estos actores pobres tienen que percibir el beneficio concreto de aquello que se llama el desarrollo, en la forma de ingresos, empleo, servicios accesibles y de calidad. Me parece que en el Perú hay en este terreno un problema macro respecto de cuál es nuestra apuesta por el desarrollo. Hemos optado desde los noventa por una estrategia de desarrollo nacional basada en la reprimarización de la economía, por una estrategia en la que la explotación de los recursos mineros y energéticos son la clave. Pero a estas alturas todos sabemos que son lógicas de inversión con acumulaciones externas muy fuertes, con poca tributación y escasa redistribución de ingreso, con poca generación de empleo y con un riesgo enorme de impactos ambientales negativos sobre el stock de recursos naturales que tiene el país. Este ha sido el meollo del debate sobre Tambogrande y en alguna medida sobre la salida de Camisea por la Reserva de Paracas. En el primer caso se trata de un caso de disyuntivas casi excluyentes: o la agricultura o la minería. Parece haber ganado la apuesta de la población por la agricultura. En el caso de la ubicación de la salida del gasoducto, por qué ahí justamente, al borde de la Reserva? Por qué no en el sitio inicialmente considerado, más lejos y con menos riesgo de impacto negativo sobre un capital estratégico para Ica, el Perú y la 68

3 humanidad? Y como Tambogrande y Camisea hay varios: Yanacocha y el problema de las fuentes de agua en Cajamarca, Apurímac y el polvorín que se está acumulando por las malas relaciones entre los inversionistas mineros actuales y potenciales y una densa población campesina. Es que no son territorios vacíos; son territorios habitados por poblaciones pobres que se resisten a un patrón de gran inversión que no tiende a ser inclusivo ni en los beneficios ni en las decisiones. 2. Los actores políticos que son formadores de opinión y tomadores de decisiones tienen que asumir como suyas estas estrategias de mediano plazo para hacerlas política pública sostenida. Pero en qué medida actores políticos que viven graves crisis de representación están en condiciones de abordar como suyos temas de mediano plazo que no producen réditos políticos en el corto plazo? Me parece que este es un problema serio, pues estas elites que son las tomadoras de decisiones están en la mayor parte de los casos en la búsqueda de legitimidad inmediata, en donde el mediano y el largo plazo se reducen al siguiente proceso electoral. Parece ser que, lamentablemente, ni en la búsqueda de la legitimidad perdida ni en la acumulación electoral para el 2006, ni el medio ambiente ni la sostenibilidad del desarrollo tienen alguna relevancia. Cuál es la agenda ambiental del Partido Aprista Peruano? Dónde está la de Unidad Nacional? Dónde está en la agenda de las izquierdas o en la del doctor Valentín Paniagua? Qué lugar ocupa el tema de la sostenibilidad? Cuáles son los cuadros dirigenciales que lo expresan? Cuáles son los técnicos que ahí se proyectan? Cuáles las ofertas? Atención especial en este terreno merecen las elites regionales que están asumiendo en el marco de la descentralización responsabilidad sobre recursos y competencias crecientes. Da la impresión de que con honrosas excepciones estas elites enfrentan graves problemas de legitimidad, pues salvo en La Libertad, ganaron con menos del 30 por ciento de los votos y con menos de cinco puntos de ventaja sobre el segundo. Enfrentan además una clamorosa carencia de recursos y de capacidad de gestión que pudiera ser la base para superar esa carencia de legitimidad electoral. En esas condiciones, se está produciendo una suerte de búsqueda desesperada de inversiones privadas por la vía de la concesión de megaproyectos hidroenergéticos y viales. Pero qué patrón de desarrollo consolidan estas grandes inversiones? En la costa hay el riesgo ya mencionado por Antonio Brack de afirmar monocultivos altamente consumidores de agua que ya salinizaron buena parte de las tierras de la costa, mientras que se descuidan las cuencas altas y nadie incluye en sus discursos el pago por servicios ambientales para asegurar la producción del agua. En la selva la apuesta por la inversión en vías de comunicación hace recordar el mito de la colonización y la explotación de te- 69

4 HACIA UNA ESTRATEGIA NACIONAL SOBRE DESARROLLO SOSTENIBLE rritorios vacíos y con capacidad ilimitada de ofrecer recursos, cuando ya hemos aprendido dolorosamente, después de cuatro décadas de experiencia en la selva alta, que ello no es así. Asociado al tema anterior, parece que se hubiese producido una alta e inconveniente especialización en el tema ambiental, a resultas de lo cual no hay una apropiación del discurso ambiental como tema transversal y común a diversas colectividades sociales y políticas. 3. El desarrollo sostenible, resultante de la participación de los propios interesados en la concertación de acciones de corto y mediano plazo, requiere de marcos institucionales específicos. Al respecto, el proceso de descentralización que estamos apenas iniciando ofrece tremendas oportunidades. De un lado, ofrece la posibilidad de repensar el diseño de todas las instituciones que tienen que ver con la sostenibilidad del desarrollo desde la óptica de la afirmación de la gestión local y regional. Al respecto, hay aún muchas preguntas y pocas respuestas certeras. Hay la necesidad, pero también la oportunidad, de construir colectivamente las respuestas. Cómo queda el Inrena en la descentralización? Se ha hecho pública alguna propuesta? Cómo quedan el CONAM y el Sistema Nacional de Gestión Ambiental en la descentralización? Carlos Loret de Mola, que preside el CONAM, nos informa de la decisión ya asumida en el caso de Lambayeque de trabajar el tema a escala regional. En el caso de Puno hay la primera ordenanza regional ambiental. Entonces, hay avances en ese sentido, pero es todavía enorme el reto de descentralizar y reformar toda la institucionalidad, una institucionalidad que ya de por sí estaba en proceso de construcción, en proceso de afirmación. Cuáles van a ser las competencias que se van a transferir a los gobiernos regionales, a los gobiernos locales? Cómo queda la toma de decisiones en el nivel del Ministerio de Energía y Minas o del Ministerio de Agricultura sobre temas que tienen que ver con la sostenibilidad en el uso de los recursos? Y cuál es el rol que juega ahora el Consejo Nacional de Descentralización en incluir la variable ambiental en el desarrollo local y regional? Al respecto, el CND acaba de colocar en su página web un documento que sugiero revisar que se llama El Plan Nacional de Desarrollo Territorial , que es una visión a una década y en la práctica consiste en un ejercicio de planeamiento de inversión pública y privada en doce unidades territoriales, y tiene un anexo que desarrolla el componente ambiental de este plan. De otro lado, tenemos los nuevos marcos institucionales para la participación y la concertación, que son ahora parte del diseño de los gobiernos regionales y locales, los Consejos de Coordinación Regional y los Consejos de Coordinación 70

5 Local. Estos espacios han sido diseñados para canalizar la concertación entre las autoridades electas y la sociedad civil en torno de decisiones sobre las estrategias de desarrollo y la asignación anual de los recursos. Estos ejercicios participativos de definición de planes de desarrollo y presupuestos anuales incluyen de acuerdo con las más recientes disposiciones del MEF una primera fase destinada al diagnóstico de los recursos y las potencialidades de las regiones y localidades, como base de la determinación de prioridades y la asignación de los recursos presupuestales. Hay pues ahora la posibilidad de incluir el tema de los recursos en ejercicios de concertación entre autoridades y población en las unidades territoriales distritales, provinciales y regionales. La pregunta es: Los actores que ahí participan, esos alcaldes municipales y distritales, estos alcaldes de centros poblados menores, esas comunidades campesinas, esas organizaciones de pobladores urbanos, esos colegios profesionales y cámaras de comercio, etcétera, qué información y qué visión tienen en cuanto a los tema ambientales? Cuál es su preocupación? Cuál su experiencia? Cuál su formación? Me parece que allí hay un terreno enorme por trabajar. Conclusiones Tenemos entonces un punto de partida que es pobreza, urbanización, fragmentación, mercantilización. Tenemos la necesidad de incluir a los actores sociales en los beneficios y las decisiones relativas al desarrollo, en un contexto adverso, porque hay una opción marcada por apostar por un patrón de gran inversión. Y tenemos que terminar de definir cómo van a quedar los marcos institucionales para al mismo tiempo descentralizar y hacer más inclusivas las decisiones sobre el desarrollo. En este escenario, un reto fundamental es el de fortalecer la capacidad de los liderazgos políticos, regionales y locales, en cuanto a visiones de largo plazo y sostenibilidad ambiental del desarrollo, para superar visiones cortoplacistas y sectoriales. De ello dependerá que la descentralización sea en relación con la sostenibilidad del desarrollo un paso adelante y no una nueva frustración. 71