PROYECTO REGIONAL PNUD POBLACIÓN AFRODESCENDIENTE DE AMÉRICA LATINA II

Transcripción

1 PROYECTO REGIONAL PNUD POBLACIÓN AFRODESCENDIENTE DE AMÉRICA LATINA II Sistematización de la información sobre la situación de las mujeres afrolatinoamericanas en los ámbitos socioeconómico, político, educativo, laboral, de salud y cultural Consultora: Marta Palomares SINTESIS Para realizar este informe, se han llevado a cabo las tareas de sistematización, ordenamiento y análisis de algunos de los estudios 1 publicados por el proyecto regional PNUD Población afrodescendiente América Latina, en sus dos fases (PAAL1 y PAAL2); son aquellos en los cuales se encuentran referencias a las mujeres afrolatinoamericanas (ámbitos económico, educativo, laboral, de salud y cultural) de seis países: Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Perú y Uruguay. También se han considerado cuatro informes de otras fuentes para analizar la participación política de las mujeres afrolatinoamericanas. 2 1 Paixao, M., Implementación de los pactos y convenios internacionales relacionados con los derechos civiles, culturales económicos, políticos y sociales de la población afrodescendiente de Brasil: un abordaje basado en los indicadores sociales recientes, en PNUD, Derechos de la Población afrodescediente de América Latina: Desafíos para su implementación, PAAL1, 2010 Cruces G. et al., Situación socioeconómica de la población afroecuatoriana en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, PAAL, Cruces G. et al., Situación socioeconómica de la población afrocolombiana en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, PAAL, Díaz, R. y O. Madalengoitía, Análisis de la situación socioeconómica de la población afroperuana y de la población afrocostarricense, PAAL, CCIMO - Costa Rica, Situación socioeconómica de la población afrocostarricense según datos del X Censo Nacional de Población y VI Censo de Vivienda del año 2011, PAAL, Informe preliminar, en prensa, CIESU, Análisis socioeconómico de la población afrodescendiente de Uruguay. PAAL Informe preliminar, en prensa, Cruces et al., Visibilidad estadística. Datos sobre población afrodescendiente en censos y encuestas de hogares de América Latina, PAAL2, López Ruiz,L. A., Evaluación metodológica de la pregunta étnico-racial del censo 2011 de Costa Rica, PAAL2, Htun, Mala, Desventaja interseccional e inclusión política: cómo lograr que un mayor número de mujeres afrodescendientes ocupe cargos de elección popular en América Latina, BID, Campbell Barr, Epsy, Liderazgo y participación política para las mujeres afrodescendientes, BID, Mujeres afrodescendientes y acción política en América Latina

2 La información recopilada sirvió para realizar la comparación de la situación de la población afrolatinoamericana con la población no afrolatinoamericana y las desigualdades por razón de género. A partir de estos datos, se ha sistematizado la información proporcionada por el proyecto con el objeto de destacar las condiciones de vida de las mujeres afrolatinoamericanas dentro de la sociedad en general y en comparación con los hombres afrolatinoamericanos y las mujeres no afrolatinoamericanas en los países considerados. Si bien la comparabilidad de estos datos no es metodológicamente adecuada, entre otras razones, porque las fuentes de información son diferentes y están relevadas en momentos diversos, de todos modos se puede contar con una caracterización preliminar de la situación de las mujeres afrodescendientes. En general, las mujeres afrodescendientes de América Latina aún enfrentan una alta desigualdad con respecto a empleo, salud, educación, y acceso a participación política, e indicadores de bienestar relativamente más bajos que la población no afrodescendiente y también en comparación con los hombres afrodescendientes. Aun cuando hubo un crecimiento sostenido en la mayoría de los países de la región en los últimos 20 años, las mujeres afrodescendientes se ubican en las escalas más bajas en lo relativo a pobreza e indigencia; son más pobres que los hombres y aún más que las mujeres no afrodescendientes (con excepción de la población indígena). En lo que se refiere al lugar donde habita la población afrodescendiente, la mayoría vive en zonas urbanas. Los que residen en zonas rurales muestran condiciones socioeconómicas más desventajosas; esto afecta tanto a las mujeres como a los hombres afrodescendientes, y también, pero en menor medida, a los no afrodescendientes en general. En todos los países analizados, excepto en Costa Rica, las mujeres afrodescendientes tienen, en promedio, más cantidad de hijos que las mujeres no afrodescendientes -aunque la diferencia no es sustancial- lo cual indica la adopción de pautas de natalidad más cercanas a la media de esos países. Asimismo, esto se refleja en la pirámide de población de las mujeres afrodescendientes, donde predominan poblaciones más jóvenes, con mayor cantidad relativa de niñas y adolescentes (entre 0 y 24 años) en la base de la pirámide, en comparación con las mujeres no afrodescendientes que presenta una estructura de edades relativamente más envejecida. En los países analizados y en el campo de la educación, las mujeres afrodescendientes han alcanzado un muy buen desempeño: presentan altas tasas de alfabetización (superiores al 84%, con diferencias entre los países) aunque en este aspecto, los hombres afrodescendientes superan a las mujeres afrodescendientes en Brasil, Colombia, Ecuador y Perú. En Costa Rica el nivel de alfabetización es similar si se compara hombres y mujeres afrodescendientes. En Uruguay, hay más cantidad de mujeres afrodescendientes alfabetizadas que hombres afrodescendientes. En todos los países considerados, hay más cantidad de mujeres no afrodescendientes alfabetizadas. Zemeño Núñez, F y Moisés Domínguez P., Género y diversidad en las iniciativas legislativas de los Parlamentos de América Latina y el Caribe, PNUD, Encuentro y Conferencia regional de mujeres afrodescendientes: poder y participación política d=410, Mujeres afrodescendientes y acción política en América Latina

3 Aun con la salvedad de que las metodologías de registro de cada país son diferentes, se puede afirmar que, en general, las mujeres afrodescendientes tienen más años de estudio que los hombres afrodescendientes, excepto en Perú. En todos los casos, las mujeres no afrodescendientes superan a las afrodescendientes en años promedio de escolaridad, excepto en Costa Rica, donde estas últimas superan a las mujeres no afrodescendientes. Cabe destacar que, en todos los países considerados, hay más mujeres afrodescendientes que hombres afrodescendientes con estudios superiores, excepto en Perú. No obstante, esas mujeres son todavía relativamente pocas: sólo una de cada 10 mujeres afrodescendientes en Colombia, Costa Rica y Uruguay tienen estudios superiores, y menos de la mitad (0.5%) en Brasil y Ecuador. Estos avances en la educación no se reflejan en la actividad laboral ya que las mujeres tienen una menor participación en el mercado de trabajo que los hombres, independientemente de su pertenencia étnica. Excepto en Ecuador y en la zona urbana de Perú, las tasas de participación de las mujeres afrodescendientes son mayores que las de las mujeres no afrodescendientes. En cierto modo, esto revela una mayor disposición y necesidad de trabajar. Aunque la actividad laboral de las mujeres va aumentando paulatinamente, el acceso al mercado laboral no es igual para todas puesto que a la discriminación por género se le suma la discriminación étnica. Las mujeres, independientemente de su ascendencia étnica, presentan mayores tasas de desempleo que los hombres afrodescendientes, pero las afrodescendientes son las más perjudicadas: tanto en Colombia como en Ecuador, las mujeres afrodescendientes presentan una mayor tasa de desempleo que los hombres afrodescendientes y las mujeres no afrodescendientes. Para estos dos últimos países, los autores analizaron la relación de ingreso promedio de mujeres y hombres afrodescendientes, concluyendo que en Ecuador la brecha de ingresos per capita entre hogares con jefe de hogar afrodescendiente y aquellos con jefa de hogar afrodescendiente es de alrededor del 37%. También en Brasil y Uruguay, las mujeres afrodescendientes superan tanto a los hombres afrodescendientes como, en menor medida, a las mujeres no afrodescendientes en desempleo abierto. En Costa Rica, mujeres y hombres afrodescendientes sufren mayores niveles de desempleo abierto; en el caso de los hombres, éste es superior al 3%, duplicando el desempleo de las mujeres, que es del 1,5%, aun cuando las tasas de desempleo de este país son las más bajas de los cinco analizados. La relación laboral predominante en las mujeres y los hombres afrodescendientes es la de asalariado, en especial en el sector privado. Al contar con la información discriminada por sector público y privado para Brasil, Costa Rica y Uruguay, se observa que, en Costa Rica, hay más cantidad de hombres afrocostarricenses asalariados que asalariadas mujeres afrodescendientes y no afrodescendientes. En Uruguay la participación de las mujeres afrodescendientes como asalariadas en el sector privado supera levemente la de los hombres afrodescendientes y en casi 8 puntos porcentuales a las mujeres no afrodescendientes. En Brasil, hay más mujeres no afrodescendientes asalariadas que hombres y mujeres afrodescencidentes. 3 Mujeres afrodescendientes y acción política en América Latina

4 Las mujeres afrodescendientes desarrollan su actividad laboral, principalmente, en el sector de servicios: en las ramas de Comercio, hoteles y restaurantes, Enseñanza, salud y atención social y Servicio doméstico. En la rama del Comercio, hoteles y restaurantes, las mujeres afrodescendientes superan por leves porcentajes a las mujeres no afrodescendientes y en mayor medida (alrededor de los 10 puntos porcentuales) a los hombres afrodescendientes, excepto en Brasil, donde son superadas por las mujeres no afrodescendientes. Otra área de predominio femenino es la de Enseñanza, salud y atención social, donde las mujeres afrodescendientes superan a las no afrodescendientes en Colombia y Ecuador en tanto que en Brasil y Costa Rica las mujeres no afrodescendientes sobrepasan a las mujeres afrodescendientes en alrededor de 5 puntos porcentuales. El servicio doméstico también es una actividad en la que predominan las mujeres, particularmente las afrodescendientes, constituyéndose en Brasil en la primera rama de actividad para las afrobrasileñas; es la tercera rama de actividad en la que participan las mujeres afrodescendientes en Colombia y Costa Rica y la cuarta en Ecuador, superada sólo por la actividad primaria. La información disponible sobre vivienda, servicios básicos y acceso a servicios de salud no es similar en cada uno de los países considerados ya que los censos y las encuestas de hogares no registran la misma información ni lo hacen de la misma forma; además, cuando se ha registrado, no está presentada de manera homogénea para permitir la comparación. No obstante, se puede inferir que en lo que respecta a vivienda y acceso a servicios básicos, la población afrodescendientes de Colombia y Ecuador enfrenta peores condiciones relativas en comparación con la población no afrodescendiente, a la vez que existen fuertes diferencias entre las condiciones que se observan en el área rural y las áreas urbanas. En Costa Rica, la cantidad de mujeres afrocostarricenses que vive en viviendas adecuadas supera levemente a la cantidad de hombres del mismo grupo étnico, pero es menor, también levemente, a la de las mujeres no afrodescendientes que viven en viviendas adecuadas (69%). En Uruguay, más de mitad de los afrouruguayos vive en viviendas calificadas como regulares o malas; en el caso de los no afrodescendientes, este porcentaje se sitúa en alrededor del 40%. En Perú, en la comparación con la población no afroperuana, en general, los afrodescendientes muestran un menor acceso a los servicios de desagüe y de agua en red pública. Con respecto a los servicios de salud, en Costa Rica, la información sobre la condición de aseguramiento revela que el 17% de las mujeres afrocostarricenses no tiene seguro social, en tanto que ese porcentaje asciende al 20% si se considera a los hombres afrodescendientes. La población afrocostarricense tiene, en menor medida que el resto de la población de Costa Rica, algún tipo de seguro de salud. Con respecto a la salud de los afroperuanos, 3 de cada 10 afroperuanas no posee seguro de salud, aunque estarían en mejor condición que los hombres afroperuanos y las mujeres no afrodescendientes ya que el 35% de estos dos últimos grupos poblacionales no cuenta con un seguro de salud. Asimismo, hay una alta incidencia de enfermedades crónicas en la población peruana, independiente del grupo étnico; alrededor de 3 de cada 10 personas padece alguna y, en el caso de las afroperuanas, este porcentaje asciende a 37%. En Uruguay, la mitad de las mujeres afrodescendientes recibe atención médica en instituciones de salud pública. Los aportes de los afrodescendientes y, en particular, de las mujeres afrodescendientes a la cultura latinoamericana se manifiesta en el lenguaje, la literatura, el arte culinario, la música, 4 Mujeres afrodescendientes y acción política en América Latina

5 la danza y las formas de organización comunitaria. La transmisión oral ha sido el vehículo que posibilitó la persistencia de esta herencia cultural. No obstante, esta contribución no es todavía adecuadamente reconocida. En tal sentido, las mujeres afrolatinoamericanas bregan porque las instituciones educativas formales y no formales den cuenta de la presencia afrodescendiente en América y que se impulsen investigaciones sobre la temática. Cabe destacar el gran aporte que las organizaciones de base de las mujeres afrodescendientes de América Latina están haciendo para posicionar el tema de la diversidad social y cultural en el debate en los movimientos de mujeres de América Latina. Buscan rescatar una identidad que reconozca la diversidad étnico-racial y la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, revalorizando los aportes, las prácticas y las representaciones que prevalecen en la cultura y la sociedad y que son propias de la herencia africana. La participación política de las mujeres afrodescendientes es aún incipiente si se considera el escaso número de mujeres que han accedido a cargos electivos en los Parlamentos en la mayoría de los países latinoamericanos, incluso en aquellos que cuentan con leyes que establecen cupo de género. Los resultados de estudios recientes, lamentablemente escasos todavía, sobre la participación política de las mujeres afrolatinoamericanas revelan que en los estamentos políticos (nacionales, estaduales y locales), la población afrodescendiente se encuentra subrepresentada en todos los países en relación con el tamaño de su población, pero las mujeres afrodescendientes se encuentran aún más subrepresentadas que los hombres afrodescendientes y que las mujeres no afrodescendientes. Los movimientos feministas y el movimiento afrodescendiente, dominado por hombres, no han recogido históricamente las demandas de las mujeres afrodescendientes. Se ha señalado también que las legisladoras encuentran dificultades para incorporar de manera más contundente el enfoque de género y de diversidad en las iniciativas de leyes debido a los prejuicios de sus colegas (tanto hombres como mujeres) y al desconocimiento del tema. Se destaca como positivo el trabajo parlamentario con las organizaciones de la sociedad civil, lo que posibilitó el posicionamiento del tema en la agenda legislativa y llegar a consensos entre las fuerzas políticas diferentes. A partir de la movilización colectiva, las mujeres afrodescendientes de varios países plantean que el colectivo femenino no es un grupo homogéneo y sugieren que es necesario incorporar la intersección del género con otras dimensiones diferenciadoras entre las cuales figuran raza, etnicidad y clase social, y crear así conciencia sobre los efectos únicos que tienen la raza, el género y otras estructuras jerárquicas en el estatus de las mujeres afrolatinoamericanas y sus oportunidades. Las autoras consultadas proponen que los Estados lleven a cabo acciones para incorporar o bien mejorar la presencia política de las mujeres afrodescendientes; una de las propuestas es la llamada cuota doble, que es la combinación de leyes nacionales de cuotas de género con otras disposiciones relacionadas con la representación de minorías étnicas. Es considerada por algunas analistas la mejor manera de fortalecer la presencia política de las mujeres afrodescendientes e indígenas, y garantizar una representación lo más equiparable posible a la conformación de la sociedad. Constituye, asimismo, una forma de asegurar la legitimidad 5 Mujeres afrodescendientes y acción política en América Latina

6 democrática, de modo tal de atender al desafío que confrontan las mujeres afrodescendientes en la sociedad, en la economía y en la política. Para poder implementar estas acciones es imprescindible contar con datos estadísticos rigurosos y de buena calidad para todos los países de la región, que den cuenta de la magnitud de la población afrodescendiente en cada uno de ellos, así como de sus condiciones de vida, y en qué medida las condiciones de exclusión y discriminación se constituyen en agravantes de la pobreza. Este ha sido uno de los objetivos del proyecto regional PNUD Población afrodescendiente de América Latina en sus dos fases, no sólo realizando y publicando informes sobre la situación socioeconómica de la población afrodescendiente de América Latina y las barreras de discriminación que tienen que superar los miembros de la población afrolatinoamericana 3 sino también publicando un informe sobre la visibilidad estadística de la población afrodescendiente según censos y encuestas de hogares. 4 3 PNUD Población afrodescendiente de América Latina II (PAAL2), Autopercepciones de la población afroperuana: identidad y desarrollo, PAAL2, PNUD Población afrodescendiente de América Latina II (PAAL2), Autopercepciones y percepciones de la población afropamameña, PAAL2, en prensa. 4 Cruces et al., Visibilidad estadística. Datos sobre población afrodescendiente en censos y encuestas de hogares de América Latina, PAAL2, Mujeres afrodescendientes y acción política en América Latina