UN APUNTE SOBRE EL HATHA YOGA

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1 Página 1 de 45 UN APUNTE SOBRE EL HATHA YOGA Lo que a continuación se expone es una reflexión que invita al lector al ejercicio del discernimiento para la comprensión justa de un yoga que ha sido, a mi juicio, muy mal entendido y, peor aún, tergiversado hasta su más burda deformación. Un yoga que, en otros tiempos, debió gozar en varias regiones de la India y en los ambientes tántricos de muy buena salud espiritual como para ser considerado entre numerosos y relevantes yoguis del pasado como el yoga más elevado para la realización interior, pero que, en contraste con lo que ha llegado a convertirse actualmente, principalmente en Occidente, ha degenerado hasta tal punto que hoy, y a criterio de muy buenos entendidos, corre el peligro de desaparecer para siempre razón por la cual también me muestro muy crítico, claro y hasta incisivo en un asunto como es el de tratar sobre el hatha yoga y por lo que hemos hecho a nuestro antojo en su nombre, y para otros intereses impropios de una tradición en origen iniciática vedada para el profano y apta solamente para los auténticos buscadores ávidos de realización y consumación en la Verdad Absoluta del Espíritu. Pido disculpas y apelo a la paciencia del lector tanto por la extensión del texto como por cierta redundancia, intencionada por mi parte, a favor del hatha yoga (su comprensión y gratitud a todos los verdaderos Maestros y de tal condición), cuyo móvil ha sido poner de manifiesto el tremendo desconocimiento de un magnífico yoga y que merece ser tratado por lo que ha sido siempre y nunca ha dejado de ser para los más fieles adeptos, entroncado en una tradición mística sin parangón en la historia de la humanidad, acaecida hace miles de años en la cultura dravidiana y que evolucionó en lo que hoy conocemos por hatha yoga, entre otras prácticas, para beneficio de todos cuantos anhelan de corazón la realización del Ser.

2 Página 2 de 45 <<Hatha Yoga>> es, evidentemente, un término que hoy en día es ya muy conocido entre los practicantes de yoga. De eso no cabe la menor duda, pero otra cosa muy distinta es el conocimiento real que se tiene de esta modalidad yóguica y de sus verdaderos fundamentos. En rigor, el verdadero hatha yoga, el hatha yoga profundo, aún está por descubrir, no tanto por sus métodos en sí, que también ya son bastante conocidos entre los más sinceros y asiduos practicantes y estudiosos, sino por la profundización en tales métodos que llevan al practicante a la experiencia meditativa en cualquiera de los métodos que componen el hatha yoga. Se suele decir que es el tipo de yoga más conocido y practicado en Occidente, pero, pese a esas bienintencionadas afirmaciones, quedan en entredicho cuando indagamos en el concepto que los occidentales tienen del hatha yoga y descubrir que dista mucho de lo que realmente es para la Tradición hindú. Aunque los libros de superventas digan que el hatha yoga es el tipo de yoga más practicado en el mundo, no lo es en absoluto por confundir el concepto (occidental principalmente) de hatha yoga con lo que realmente es como sistema de meditación, y no por el hecho mismo de ejecutar determinadas posturas físicas con cierta capacidad y acrobacia como si eso, en sí mismo, fuese el hatha yoga por definición. Sin embargo, eso es lo que parece ser en cuanto a la creencia que se tiene entre el gran público, tanto entre practicantes asiduos e incluso algunos profesores como entre la gente que ha oído hablar del yoga. El motivo principal por el que se tiene esa imagen prototípica del hatha yoga como algo directamente físico y para lo físico, ha sido por esa publicidad machacona que lo relaciona directamente con la obtención de la salud, el bienestar, la relajación o la terapia psicofísica. Un yoga que, a diferencia de otros tipos de yoga decididamente más espirituales (según se cree), se ocupa del cuerpo, o sea, siendo convencidamente para nosotros el yoga del cuerpo, quizás con un toque de concentración mental como si fuese algo extraordinario (cuando en realidad cualquier actividad física deportiva o laboral lleva implícita la concentración, al menos algún tipo de atención en la que concentrarse para el desarrollo de la actividad en cuestión). Entonces, qué es realmente el Hatha Yoga? Para empezar, digamos que no es el yoga del cuerpo como tan a menudo se dice o se cree a pies juntillas. El hatha yoga es una forma de meditación, y que no nos quepa la menor duda de ello, que si bien utiliza el cuerpo como ningún otro yoga, no lo hace tanto para un evidente beneficio físico, aunque lo reporte, sino como medio de desarrollar y propiciar una potenciación energética que procure una percepción consciente de la realidad psicosomática y que termine por desembocar en meditación, en el estado de conciencia del conocimiento de la realidad esencial subyacente a la apariencia, y, por tanto, a la dimensión

3 Página 3 de 45 vibrante de la estructura corporal llamada prana, el componente energético estrechamente relacionado tanto con el cuerpo burdo, o tridimensional tangible tal y como lo percibimos y conocemos, como con la actividad mental que fluctúa en distintos grados de vibración, normalmente de una manera dispersa bajo el influjo de los deseos, la emociones y los conceptos intelectivos. Y es precisamente por medio de los diferentes métodos que conforman el hatha yoga los que van a procurar una afección a la estructura energético-mental que haga disminuir las fluctuaciones mentales, como diría el insigne Patanjali Maharishi, y acceder a un grado de concentración en pos de la meditación y que procure la activación del poder energético más sutil de la consciencia y que es llamado como Kundalini, la fuerza interior sutil que realmente despliega toda la potencialidad del Ser hasta su reconocimiento en la Conciencia esencial y prístina de la realidad primordial y última, denominada Parasamvit, y de otras muchas maneras, y plasmada y concretizada en el arquetipo de Shiva. En rigor ese es el hatha yoga puro, el tradicional de los yoguis kampatha, tanto de ayer como de hoy, fieles a la tradición enmarcados principalmente en corrientes shivaítas tántricas. Decir otra cosa sobre el hatha yoga sin esos precedentes es ignorar su verdadero cometido así como sus fundamentos místicos o espirituales generalmente en un contexto tántrico, al menos en origen. Lo anterior comentado es el aspecto interior, y, por tanto, el proceso mismo de lo que es el hatha yoga en sí. Pero, con respecto a sus métodos, los que conforman el hatha yoga en su conjunto son varios y van en orden de importancia según siguen: Satkarma. Representa las técnicas de higiene y limpieza del cuerpo, exterior e interiormente, con el fin de facilitar el flujo del prana para ser manejado con posterioridad en las técnicas que le siguen. Asana. Es el conjunto de posturas que adopta el cuerpo y de muy variadas posiciones, para la liberación de la energía vital o prana y su afección en la mente como para inducirla a la meditación. Pranayama. Es el manejo consciente del prana a través de la respiración, y de prolongadas retenciones, para fijar y movilizar el prana y provocar particulares respuestas energéticas que devengan en meditación. Bandha. Son los cierres o llaves para la contención de la energía vital, y poder manipularla en los procesos más internos y meditativos de la práctica. Mudra. Son, sin duda e incuestionablemente, las técnicas más importantes del hatha yoga, las que procuran la verdadera

4 Página 4 de 45 manipulación-conducción interna del prana para su máxima potencialidad en el surgir de Kundalini Shakti, la Energía-Consciencia que realiza el estado de Unmani Avastha o Raja Yoga (Supraconsciencia) en el contexto del Hatha Yoga. En textos clásicos como el Hathayogapradika, Gheranda Samhita o Shiva Samhita, se describe el hatha yoga como el sistema de meditación por medio, principalmente, del pranayama y los mudra-bandha para obtener el estado de Raja Yoga. Este último término, que ha dado lugar a diferentes conceptos o distintas maneras de concebirlo, ha sido causa de gran confusión con respecto al verdadero significado que representa para el hatha yoga y que es inseparable de éste. Aunque, por lo general, se entiende el raja yoga como el camino de la meditación propuesta por Patanjali, existen, sin embargo, tres significados del término raja yoga y que conviene dilucidar para no dar a confusiones a la hora de referirnos a tal yoga; que suponga un claro entendimiento y que sepamos ubicarlo en su justo contexto a la hora de estudiar o tratar sobre el yoga de la meditación por excelencia. Esos tres significados son, resumidamente: 1. Como un conjunto de yogas, entre los que se encuentra el yoga de Patanjali, que ponen en práctica la meditación siguiendo un riguroso proceso interior hasta la obtención del Samadhi o estado de Supraconsciencia. 2. Dicho proceso, como raja yoga, está definido como la metodología que pone en práctica una serie de componentes psicomentales expuestos como: interiorización (Pratyahara) concentración (Dharana) absorción contemplativa o meditación (Dhyana) y, por último, Supraconsciencia (Samadhi), siendo, los tres últimos, definidos también como Samyama Yoga y Antaranga Yoga (Yoga interior). 3. Por último, con el término raja yoga, se quiere estar expresando, principalmente en el hatha yoga, el estado de Supraconsciencia equivalente al Samadhi antes referido más arriba. Éstos son los tres significados del término raja yoga y no únicamente el de Patanjali, como comúnmente se entiende entre la inmensa mayoría de practicantes versados sobre el tema. El sentido de raja yoga que le dan los textos de hatha yoga tiene que ver con los dos últimos puntos señalados. Veámoslo todo de nuevo más detenidamente.

5 Página 5 de 45 Principalmente, con el concepto de raja yoga se suele identificar con el tipo de yoga directamente relacionado con el yoga dharsana de Patanjali, el llamado yoga clásico y conocido por muchos como el yoga de la meditación. Sin embargo originalmente, ese yoga clásico no fue llamado como raja yoga por Patanjali, autor del texto Yoga Sutra, donde expone los fundamentos del sistema yoga basado en la filosofía Samkhya y en el que se desglosa todo el proceso de meditación de acuerdo al sistema yoga dharsana como tal, consistente en ocho miembros escalonados, interdisciplinarios y secuencialmente operativos llamados Ashtanga (ocho miembros), definidos como: 1) yama, 2) niyama, 3) asana, 4) pranayama, 5) pratyahara, 6) dharana, 7) dhyana y 8) samadhi, que, respectivamente hacen referencia a: 1) restricciones, 2) observancias, 3) asiento (del cuerpo para crear unas condiciones favorables para la meditación), 4) dominio de la energía vital (para apaciguar la mente) 5) retracción (interiorización) de los sentidos, 6) concentración unidireccional de la mente, 7) meditación contemplativa y 8) Supraconsciencia del Ser. Además del yoga clásico de Patanjali como raja yoga, raja yoga también es la meditación propia de varios sistemas o yogas basados en los principios esenciales recogidos en los Yoga Sutra, en el que el Ashtanga yoga de Patanjali sería raja yoga, si, pero no solo este sistema, que es sin duda el más identificado con tal denominación, sino también, y de acuerdo a la publicación que hizo Swami Digambaranada en su clarificador libro << Las Claves del Yoga>>: el Kundalini yoga, el Kriya yoga, el Mantra yoga y el Dhyana yoga según la Bagavad Gita. Todos éstos yogas también son raja yoga, formas distintas de abordar la meditación propia de raja yoga. Ya en 1958, Evans Wentz, un estudioso de las místicas orientales, definía el raja yoga, no sin cierta inexactitud, además del de Patanjali otras variantes como el Jñana yoga, el karma yoga, el kundalini yoga y el samadhi yoga. Por otro lado, Swami Vishnudevananda, con mucho más acierto y precisión que el doctor Wentz, definía el raja yoga como el Ashtanga Yoga de Patanjali y el Kundalini yoga, que a su vez se desglosa en: Hatha yoga, Nada yoga, Yantra yoga y Laya yoga. O sea, y como bien se puede apreciar, el raja yoga no se limita únicamente al Yoga de Patanjali como tan habitualmente se entiende. Con respecto al Yoga clásico de Patanjali, fue muy posteriormente cómo a este yoga se le denominó raja yoga. Para el hatha yoga, y esto es, a mi juicio, muy importante a tener en cuenta, no tiene el mismo sentido que para la mayoría de nosotros cuando oímos hablar de raja yoga y lo que con ello se trata de describir o definir. No. Raja yoga, en el contexto del hatha yoga, y no olvidemos que se da en un contexto tántrico, lo que se quiere expresar con ese concepto no es un yoga estructurado, concreto y particular como hiciera Patanjali, o así hemos

6 Página 6 de 45 entendido, sino un estado de realización espiritual como el estado de Consciencia despierta a su verdadera naturaleza esencial y pura. Es, en esencia, sinónimo de samadhi y otros términos con los que se identifican el estado supremo de Consciencia Primordial. El Hathayogapradipika lo dice explícitamente del siguiente modo: <<Raja yoga, Samadhi, Unmani, Manomani, Inmortalidad, Concentración, Sunyasunya, Paramapada, Amanaska, Advaita, Niralamba, Niranjana, Jivanmukti, Sahajavastha y Turiya; todos éstos significan la misma cosa>> En otros Slokas del Hathayogapradipika, como también en el Gheranda Samhita, dice sobre el raja yoga: <<El Yogui Swatmarama, después de saludar a su propio Gurú, enseña el Hatha (yoga) Vidya únicamente para alcanzar el Raja Yoga>>. Lo que está diciendo el texto es que la práctica del hatha yoga no es ni con fines únicamente físicos ni para practicar con posterioridad el raja yoga de Patanjali, según se entiende, (y he aquí la tergiversación que se ha hecho en perjuicio del hatha yoga) como si de una meditación posterior se tratase tras los métodos hatha yóguicos (que ya son de por sí meditativos, de acuerdo a su tradición y sistema) sino, volviendo al significado que el texto le da, para conseguir el estado de Raja Yoga, ya que con ese término da a entender un particular estado de Conciencia Suprema o Unión Real, que es lo que significa verdaderamente el término Raja Yoga en el hatha yoga. En otro pasaje del mismo texto continúa diciendo: <<Todos los procedimientos del Hatha Yoga no son sino medios para alcanzar el Raja Yoga. El hombre que ha alcanzado la perfección en el Raja Yoga engaña a la muerte>>. Dice, como en las anteriores citas, para alcanzar y no para practicar el raja yoga tal y como se entiende comúnmente. El Raja Yoga del hatha yoga no se refiere al yoga de Patanjali, tan identificado con ese término y como método sistemático de meditación perfectamente delineado en los ocho miembros o Ashtanga, razón por la cual ha sido causa de mucha confusión, al considerar que, el raja yoga de Patanjali, entendido así como sistema de meditación que nadie pone en duda, es un yoga que se practica con posterioridad al hatha yoga, o sea, como grado posterior de yoga avanzado para quien se dedica a la práctica hatha yóguica, y, por tanto, como una preparación, el hatha yoga, para la susodicha meditación de raja yoga (de Patanjali, se entiende). Esa visión o entendimiento de lo que hemos conocido por raja yoga ha hecho creer que el hatha yoga solo sirve para un cometido posterior de meditación que, supuestamente, el hatha yoga como tal no puede abordar. Esa

7 Página 7 de 45 concepción en sí es lo que ha perjudicado enormemente al hatha yoga como para no reconocerlo como sistema de meditación que es en sí mismo, totalmente independiente de otros yogas y por los que no está subordinado. Precisamente el hatha yoga se presenta en cierta época histórica como una alternativa a otras formas clásicas de meditación para la obtención del Samadhi descritas, por ejemplo, en el Bagavad Gita, los Upanishad o en el mismo Yoga Sutra de Patanjali. Es así como el Hathayogapradipika de Swatmarama Yogindra dice: <<Para quienes vagan en la oscuridad de las sectas conflictivas, incapaces de alcanzar el Raja Yoga, el misericordioso Yogui Swatmarama ofrece la Luz del Hatha (yoga) Vidya>>. En el Sloka del inicio del texto dice: <<Saludo al Señor Shiva, quien enseñó a Parvati el Hatha (yoga) Vidya, que es un paso para alcanzar el más sublime Raja Yoga>>. Es una lástima que con tanto que se presume de conocer y practicar, supuestamente, el hatha yoga en Occidente, no se haya reparado a estas alturas y lo suficiente en estos asertos, como para advertir que el raja yoga del hatha yoga es referido en éste al estado Supremo de Conciencia, equivalente, como ya se ha apuntado y bien claro lo deja el propio texto del Hathayogapradipika, al Samadhi. Pero también significa lo que ya se ha indicado en el apartado de las tres definiciones del raja yoga, o sea, el aspecto interno o de meditación del hatha yoga requerido para el correcto desenvolvimiento de los métodos hatha yóguicos, así como el colofón de dicha práctica que resulta en el estado último de Consciencia por el que se reconoce la realidad esencial de la existencia, que es Advaita o no dualidad entre la apariencia del mundo fenoménico y manifiesto de las formas y el Ser o Atman, que subyace como sustrato último de las mismas. Considerando así el término raja yoga en el hatha yoga, nos hace reconocer y tener claro qué es el raja yoga de cara a nuestra práctica personal de hatha yoga. Por tanto, y para lo que nos interesa saber en relación al hatha yoga, raja yoga es en sí la practica misma de la meditación yóguica bajo los enunciados de pratyahara, dharana, dhyana y, eventualmente, samadhi, que se llevan a cabo o se ponen en práctica interiormente durante el pranayama y los mudra del hatha yoga. Es decir, que el hatha yoga es meditación porque es inseparable del proceso esencial mismo de lo que llamamos raja yoga y que es lo descrito anteriormente con tales designaciones, que en realidad conforman un todo llamado samyama perfectamente descrito también en los Yoga Sutra de Patanjali. O sea, que el raja yoga así aplicado, no es ni más ni menos que

8 Página 8 de 45 el aspecto interno y meditativo del hatha yoga. Es por eso por lo que el hatha yoga es meditación y siempre ha sido meditación, al menos para los verdaderos hatha yoguis. El que el raja yoga de Patanjali y el hatha yoga de Swatmarama compartan, como habrá advertido el lector, los procesos internos de pratyahara, dharana, dhyana y samadhi no quiere decir que sean lo mismo; lo son en cuanto al grado de realización última del Ser y por la puesta en práctica de la meditación yóguica que conlleva el samyama, pero no en el procedimiento, ya que el yoga de Patanjali se basa en la meditación abstractiva tradicional sin procedimientos energéticos, mientras que el hatha yoga que describe Swatmarama lo hace precisamente por procedimientos energéticos a través de asanas, pranayamas mudras y bandhas totalmente ausentes en el yoga de Patanjali. Ahora bien, en cuanto a la concentración como proceso en sí de la mente en su absorción meditativa y de lo que podemos entender por raja yoga, si son idénticos, e inseparables y mutuamente interdependientes los conceptos de hatha yoga y raja yoga como funciones diferenciadas de un mismo proceder, que es lo que quiere expresar el texto del Hathayogapradipika cuando dice: <<No se puede obtener perfección en el Raja Yoga sin el Hatha Yoga y viceversa, así se debería practicar ambos hasta la perfección en el Raja Yoga>>. En éste último Sloka define claramente los dos significados implícitos de raja yoga para el hatha yoga, y en ningún caso se refiere a que haya que practicar la meditación del yoga de Patanjali por ser lo que más entendemos por raja yoga, sino, una vez más y a favor de nuestra comprensión, poner en práctica el trabajo interno meditativo que se requiere insoslayablemente para la ejecución de los distintos componentes del hatha yoga, y que es lo que permite que sean, y se conviertan pues, en meditación, es decir, en soportes prácticos, dinámicos y energéticos para meditar y entrar en meditación profunda, y, en última instancia, en samadhi, que es el otro significado que más se cita en el Hathayogapradipika como raja yoga, y que el texto insta practicar durante el hatha yoga hasta lograr su perfección, o sea, su realización en el estado de Iluminación y que es el verdadero sentido de Raja Yoga para el Hatha Yoga descrito en el citado texto. En otro Sloka se dice: <<Existen muchos Hatha Yoguis simples, sin el conocimiento de Raja Yoga. Los considero practicantes que no obtienen los frutos de sus esfuerzos>>.

9 Página 9 de 45 Obviamente se refieren a los practicantes que entienden el hatha yoga como un mero hacer físico sin el componente mental meditativo que es el raja yoga, el aspecto interno inseparable del hatha yoga tal y como se ha mostrado. Aún más claro cuando dice el texto: <<No hay Prithivi (la Tierra [del Yoga]) sin el Raja Yoga. No existe la noche (el cese de la ilusión) sin el Raja Yoga. Los diferentes mudras no tienen ninguna utilidad sin el Raja Yoga>>. O sea, sin la meditación raja yoga que se aplica a las técnicas más importantes del hatha yoga que son los mudras, no sirven para el verdadero cometido por el que fueron creadas, o sea, y una vez más, para la obtención del estado Raja Yoga o despertar al fundamento último de la existencia, y que es la Consciencia Absoluta. André Van Lysebeth, uno de los más destacados yoguis occidentales, estudioso y gran divulgador del Yoga, escribía: <<Jamás ha existido distinción alguna entre el Hatha Yoga, considerado la forma física del yoga, y el Raja Yoga como <<Yoga mental>>. Es una distinción artificial que se opone al espíritu mismo del yoga. Supone una dicotomía del ser humano y eso no cuadra con la concepción básica del yoga. En consecuencia, lo que comúnmente se denomina Raja Yoga es una parte integrante del Hatha Yoga. Dividir así el yoga es un error. El Hatha Yoga es una disciplina completa indisociable>>. No nos parecen claras y contundentes las afirmaciones de Van Lysebeth? Tal y como se ha apuntado al principio de esta disertación, raja yoga designa o se entiende en el hatha yoga como el estado último de Consciencia despierta a su verdadera naturaleza esencial, que es Sat-Chid-Ananda (Existencia-Conocimiento-Felicidad). Este es el sentido que más hincapié hace el texto del Hathayogapradipika al referirse con el término de raja yoga. O sea, como Unión Suprema, Real, del Ser-como-totalidad. Sinónimo pues, como bien lo expone el texto, de Samadhi o Sunyata que es la Vacuidad de todo lo que no es el Ser intrínsecamente o Sí mismo. Este es el sentido último de Raja Yoga que enfatiza el texto al que he recurrido y citado reiteradamente, o sea, como concepto en la acepción más elevada del término. Por el hecho mismo de haber identificado tanto y relacionado el raja yoga con el yoga de Patanjali, ha supuesto la escisión entre ambos yogas (hatha y raja), cuando para el hatha yoga el raja yoga va implícito en su sadhana, mientras que, paradójicamente, Patanjali nunca llamó ni definió el Yoga Dharsana como raja yoga, ya que ese concepto vendría mucho después, y precisamente

10 Página 10 de 45 son en los círculos tántricos donde más se va a mencionar el más elevado estado de yoga como raja yoga, y de ahí que el hatha yoga recoja la herencia del Tantra como para adoptar el concepto de raja yoga para referirse al estado más sublime de realización espiritual. El Shiva Samhita, definiendo el Vacío (Sunya) como la luz clara de la Consciencia de la meditación raja yoga que se obtiene por medio del hatha yoga dice: <<He descrito así el raja yoga, que es el más misterioso de los tantras. Es el rey de los raja yoga, del cual les he hablado brevemente>>. Este pasaje del Shiva Samhita delata el origen tántrico del tan manido concepto de raja yoga. Otra peculiaridad que se da con respecto al hatha yoga, es ese afán de atribuirle su autoría, o al menos su difusión en la antigüedad o en el periodo clásico, a Patanjali, por ser considerado el codificador oficial del Yoga. Pero Patanjali no juega ningún papel en la creación del hatha yoga por mucho que se le haya atribuido tal función. Sin embargo, al recopilador del sistema Yoga se le considera el propulsor, de algún modo, del hatha yoga según muchísimos devotos de tan destacada figura y que tanto ha significado y representa para el Yoga tradicional. Por lo que he estudiado e indagado durante todos los años que llevo vinculado al mundo del Yoga, he podido comprobar que, si bien la afirmación de que Patanjali escribe un texto sobre Yoga en el que va implícito las técnicas del hatha yoga, la realidad que muestra el texto es muy distinta, le pese a quien le pese. No lo digo yo sino verdaderas autoridades del Yoga que saben mucho más que yo, además de haberlo investigado en numerosos estudios sobre Yoga y de haberlo consultado con quienes poseen extensos conocimientos sobre el tema. Patanjali no hace referencia a ninguna técnica de hatha yoga, aunque mencione los términos asana y pranayama y que sí son técnicas propias del hatha yoga. Pero no lo hace en el mismo sentido que el hatha yoga le da a los términos mencionados. Asana, en el Yoga de Patanjali, significa asiento del cuerpo en unas pautas bien definidas para facilitar, sino condicionar decididamente, el proceso de meditación tal y como se concibe en el Yoga dharsana, o sea, en el Yoga clásico y que no se basa en variedad de posturas sino en la típica postura del loto u otras similares para desempañar la práctica de la meditación. En ese sentido coincide con la postura que se da y propone el budismo, el jainismo y el taoísmo, por ejemplo, para la meditación, ya que estas tradiciones también reciben de un modo u otro la influencia del Yoga. En este sentido también, existe más acercamiento entre la meditación Samatha del budismo y el yoga de Patanjali que entre éste y el hatha yoga. Decir también que en el ritual tántrico o puja, hay dieciséis actos o funciones llamados Upachara, siendo el

11 Página 11 de 45 primero de ellos asana. No por ello se refiere a realizar ningún asana de hatha yoga, sino al asiento de la deidad o dévata para el culto que se le va a rendir en las restantes funciones del Upachara. En cuanto al pranayama sucede algo similar, por cuanto Patanjali solo le da la importancia que tiene en la medida en que sirve de medio para apaciguar la agitación mental para desarrollar exitosamente la meditación, pasando primero por la interiorización y retracción de los sentidos (pratyahara) y la concentración unidireccional (dharana) hacia la meditación propiamente dicha (dhyana) y que termine por desembocar en el samadhi o Supraconsciencia del Ser o Purusha, en la terminología del Yoga clásico, y que es el que representa Patanjali. Y recordemos que es el método de meditación con el que más se conoce como raja yoga, pero que ya hemos visto que no se circunscribe únicamente al yoga de Patanjali sino a otras modalidades más, y también para el hatha yoga en sus sentidos específicos ya señalados. (Perdón por la redundancia, pero no está de más tenerlo bien claro y presente como para dilucidar en todo momento a qué nos estamos refiriendo con el término raja yoga en sus varias acepciones de las que se han formulado en el mundo del Yoga). Volviendo al tema, veamos ahora qué significa asana y pranayama para el hatha yoga y en qué difiere notablemente con el sentido de asana y pranayama del raja yoga de Patanjali. Para el hatha yoga, asana conlleva, además de lo que dice Patanjali en cuanto a la puesta en práctica de su firmeza, estabilidad y comodidad (shira y sukha) para la meditación, se refiere a toda una serie de posturas y posiciones corporales de variadas formas que tienen por función un cometido doble: indiscutiblemente la meditación (que es lo que más se suele omitir en la práctica normal de las asanas) y otro energético o pránico para provocar, precisamente, la meditación, al hacer liberar el prana o energía vital en el sistema o cuerpo sutil y propiciar transformaciones energéticas que van a resultar imprescindibles para su manipulación en el pranayama. En cuanto a éste, además de ser mucho más variado en formas y técnicas que en el raja yoga de Patanjali, para el hatha yoga representa nada menos que el medio por cual inducir al prana a una explosión violenta interna (el verdadero significado de HATHA) que posibilite el desencadenamiento más importante del hatha yoga a nivel sutil y que va a ser la activación de Kundalini Shakti: La fuerza generatriz de la Consciencia (puramente espiritual) que manifiesta todo su poder creativo hasta la reabsorción (Laya) en su Fuente que es Ella misma como Shiva. Ahí es nada! Por si a alguien se le ocurre pensar en el hatha yoga como únicamente para la salud o la relajación. Decir también que en la Bagavad Gita se dice algo de la postura de meditación y de la respiración controlada a modo de pranayama, tal y como

12 Página 12 de 45 lo hace Patanjali en el Yoga Sutra, y no por ello se le atribuye a Krishna (maestro indiscutible del Yoga en la Bagavad Gita) o a Vyasa, autor del texto, la fuente y origen del hatha yoga. Lo hace en la línea del Yoga de Patanjali, aunque en realidad, por hechos históricos, es Patanjali quien retoma los postulados yóguicos del Gita y los Upanishad conforme a la ortodoxia de los Veda y su adhesión al canon hinduista como dharsana o cuerpo doctrinal filosófico y que represente a la vez, y sobre todo, vía soteriológica y mística para la liberación del alma por la que distanciarse, desligarse por completo, de la materia o Prakriti, cuyo Yoga ahí expuesto en sus célebres Sutra no tiene el carácter de Unión al que se ha definido tan recalcitrantemente con el vocablo <<Yoga>>, sino como Método o Sistema de Separación Radical entre Purusha (el Espíritu) y Prakriti (La Matriz Original de la Forma, el Mundo y la Materia). Siguiendo el hilo de lo anterior comentado sobre el asana, el gran Swami Sivananda de Rishikesh, verdadero gigante del Yoga en todos sus sistemas, dice en relación al raja yoga de Patanjali: <<Después de Yama y Niyama viene Asana. Patanjali no concede mucha atención a las Asanas. Solo pretende que consigas una postura cómoda, en la que puedas sentarte mucho tiempo (se entiende que para la meditación) sin dejar que el sueño te venza. En el Hatha yoga existen muchas asanas y ejercicios de Pranayama, los cuales se desarrollaron posteriormente. Al igual que las asanas, se desarrollaron en el Pranayama las Ashta-Kumbhakas (quiere decir las ocho retenciones que se llevan a cabo en el pranayama hatha yóguico)>>. Más explícito no se puede ser, dejando bien claro el sentido de asana para el yoga de Patanjali y el sentido de asana para el hatha yoga. Y del mismo modo para el pranayama. Otra cita, en este caso del gran yogui tántrico y ya desaparecido Paramahansa Satyananda, otro peso pesado del mundo del Yoga y toda una autoridad del mismo como pocos podrían presumir, discípulo además de Sivananda, dice al respecto: <<El Yoga ha tenido diferentes tradiciones, como la tradición de Gorakhnath, que fue discípulo de Matsyendranath. La suya es la tradición del Hatha Yoga. El Rishi Gherand tenía su propia tradición de Hatha Yoga. Yajnavalkya también tenía su tradición de Hatha Yoga. También había yoguis tántricos, cuya tradición se transmitió a muy poca gente. Todas estas doctrinas han existido durante siglos. También está el Raja Yoga de Patanjali, que es completamente distinto de las tradiciones del Hatha Yoga. Patanjali escribió tan sólo un sutra sobre la asana: sthiram sukham asanam. Explicó el pranayama con algo más de detalle, pero su principal énfasis es chitta, la

13 Página 13 de 45 conciencia; chitta y atman, conciencia y espíritu. A Patanjali le preguntaron qué se conseguía practicando yoga. Él respondió: drashtaha swaroope avasthanam ( el sadhaka se establece en su propia naturaleza ). Cuando se le preguntó qué es el yoga, no lo definió en términos de Hatha Yoga; dijo que Yoga es chitta vritti nirodha ( atenuación de las ondas que emanan de la conciencia )>>. Y por continuar con más ejemplos de la mano de un discípulo del anterior, Swami Digambarananda, cuyo afecto personal y gratitud pongo de manifiesto, dice al respecto sobre el asana: << Patanjali la define como una posición firme y confortable. En este contexto la asana no está relacionada con las numerosas posturas y ejercicios del Hatha Yoga. Se refiere a posturas de meditación como Padmasana (loto), Siddhasana (perfecta), o Sukhasana (fácil) etc. Son posiciones que equilibran los impulsos nerviosos, las energías internas y las sensaciones opuestas de calor-frio, placer-dolor, etc. La postura crea la estabilidad física y mental necesaria para tener éxito en las siguientes etapas del Raja Yoga>>. Más claro y explícito imposible. (Los subrayados de todas las citas son míos). Por supuesto que el yoga de Patanjali, del que me considero un fiel aunque insignificante devoto, no le resta ni un ápice la importancia de sus sentencias yóguicas en los Sutra como para dejar bien claro qué es el Yoga, y en ese sentido Patanjali, quien quiera que haya sido, es un formulador-recopiladorcodificador-sistematizador de insólita genialidad y de extraordinaria importancia en el mundo del Yoga. Tan solo estoy destacando el carácter propio del hatha yoga como método que indica una metodología distinta de la que propone Patanjali pero que sin embargo es a quien se le atribuye en muchos casos como uno más de los maestros de antaño del hatha yoga, e incluso sentando sus bases en el Yoga Sutra, cuando la realidad parece indicar otra cosa bien distinta, insisto, sin restarle ni lo más mínimo la importancia que Patanjali y su tratado el Yoga Sutra ha tenido y sigue teniendo como para entender perfectamente el Yoga, tanto como dharsana (visión filosófica) como sistema de meditación y estado último de Consciencia o Sí mismo esencial, e incluso también aplicar esas nociones que da del asana y pranayama en el Yoga Sutra a las propias del hatha yoga. Es curioso, y qué casualidad, que para ser Patanjali el autor del Yoga Sutra y en él, se dice, llevar implícita la práctica del hatha yoga, según algunos, o muchos, al mismo tiempo no ser ni tan siquiera mencionado como uno de los 32 Mahasidhas que sí se mencionan en el Hathayogapradipika. No creemos que si Patanjali fuese tan importante para el hatha yoga tradicional tántrico shivaíta, para ser exactos (y por cómo miman tanto los linajes yóguicos a sus representantes), no hubiese aparecido su nombre en dicho texto? Creo que,

14 Página 14 de 45 más allá de lo que nos cuentan desde posturas partidistas y devocionistas, nos debería de hacer pensar asépticamente sobre ello. A colación de esto, a Patanjali se le considera como una encarnación divina de Vishnu, la deidad del Amor y la que preserva la Creación para la liberación de todos los seres, de acuerdo a la mitología y cosmogonía hinduista. Por esas razones es fácil advertir la relevancia que tiene la deidad de Vishnu para la cultura hindú, como también es fácil de imaginar que todo lo que tiene que ver con grandes epopeyas, mitos, leyendas e incluso el Yoga sean atribuidos gran parte de ellos al arquetipo divino de Vishnu y sus encarnaciones o avatares, entre las que se encuentra Krishna y Patanjali, protagonistas, respectivamente, de la Bagavad Gita y el Yoga Sutra. De ahí que, a mi modo de ver, haya sido fácilmente el atribuirle a Patanjali la autoría del hatha yoga; hasta, en cierto modo, considerar que es su creador, codificador y sistematizador como tantos y tantos vishnuitas creen fiel y devotamente y que a lo largo de los siglos han podido tejer en las creencias populares de la cultura india e influir en la memoria colectiva de su pueblo. En cambio, en contraste con lo anterior, el hatha yoga nace, de acuerdo a muchos investigadores y eruditos, así como según maestros yoguis, en un ambiente tántrico entre los shivaítas posteriormente al Yoga clásico, que a diferencia de éste, que, recordemos, es el Yoga de Patanjali, le concede un puesto de honor al cuerpo como dimensión por la que trabajar yóguicamente hacia una transformación realmente insólita, y alquímica diría yo en cierto modo, como para llevar el elemento sutil destilado de la práctica a una cualidad de esencia energética despierta por la que arribar a la meditación de absorción en la Consciencia Esencial, y tanto en los asana como, principalmente, en el pranayama, los bandha y los mudra. Algo totalmente ausente en el Yoga de Patanjali, por mucho que tantos y tantos sigan empeñados en darle ese protagonismo al autor de los Yoga Sutra para con el hatha yoga, hasta el punto que el estudio y práctica del hatha yoga para muchos se tiene en cuenta en base al Yoga Sutra y no al Hathayogapradipika, que es, entre otros similares, el verdadero protagonista de la enseñanza mística y esotérica del hatha yoga. Y qué ocurre con los nombres de Matsyendranatha y Goraknatha, y de Swatmarama Yogindra que es el autor del Hathayogapradipika y la verdadera referencia del hatha yoga textual? Se omiten por completo, cuando no se ignoran olímpicamente! Tengo la ligera sospecha, como algo propiamente especulativo por mí, que todo lo que huele a Tantra y sus derivados, entre ellos el hatha yoga de los Natha, no está bien visto del todo (como bien indica el orientalista y erudito André Padoux) y, sencillamente, se omite todo ese aroma tántrico resultando más fácil atribuirle a la ortodoxia hinduista oficial y a sus representantes, entre ellos Patanjali, todo lo que es válido y aceptable a ojos de la religiosidad puritana oficial, despojándose de todo lo que pueda escandalizar

15 Página 15 de 45 al puritanismo instituido de las filas religiosas imperantes, sacudiéndose el polvo de lo no gusta y que contradice, a cierto nivel, lo aceptado oficialmente de cara a la galería y por las implicaciones que ello tiene, pues, no olvidemos, que el Hathayogapradipika, le pese a quien la pese, hace alusión a prácticas sexuales propiamente tántricas ( y ahí hemos puesto el dedo en la llaga!) y que no podían ser de otra manera que fruto de la influencia más que evidente de los círculos shivaítas: kaula, Pasupatha, Aghoris, Natha, etc. y que rompen la norma y transgreden lo moral establecido, suponiendo, no una especie e inmadura desobediencia rebelde y juvenil en sí, sino la trascendencia de lo social relativo y moralista que fija al individuo común a las normas según estatus y castas, sometiéndoles a la limitación de los condicionamientos que solo pueden operar bajo las premisas de las reglas instituidas por la religión de estado. Perdón si, aparentemente, me he salido del tema, pero era inevitable hacer referencia aun mínimamente a tales cuestiones tratándose de Tantra, que es, a fin de cuentas, la matriz del hatha yoga y su fundamento último, y, por tanto, inseparable de muchos de sus postulados y que van adheridos al hatha yoga siempre, nos guste o no nos guste o lo reconozcamos o no. Volviendo al tema central, en cuanto a los referidos maestros y Mahasidhas del hatha yoga No va siendo hora ya de hacerles un hueco en nuestro corazón a estos autores y verdaderos artífices del hatha yoga como para tenerles en cuenta, aunque tan solo sea como gesto de respeto y gratitud? Es que todo lo que tenga que ver con el Yoga, (hatha o no hatha) empieza y acaba con Patanjali?... Y qué ocurre con los Vyasa, Badharayana, Sankaracharya, Vasishta, Tirumular, Vasugupta o el portentoso genio de Abhinavagupta, el más destacado yogui tántrico del Shivaismo de Cachemira, quien, por cierto, hace una crítica al Yoga de Patanjali en su extensa obra el Tantraloka? Se desconocen o se ignoran por completo, y con bastante frecuencia se omite de que la realidad del Yoga es fruto de un sin número de maestros, yoguis y yoguinis, y que son los que han dado forma a tan variado y amplio sistema de meditación y mística suprarreligiosa y que no se circunscribe únicamente a la figura de un único personaje, sea Patanjali u otro, como bien claro también lo deja el Gran Satyananda como antes se ha señalado, y más en particular al referirnos al hatha yoga de los tántricos shivaítas y no los vishnuitas, aunque estos últimos sean también hoy en día una comunidad muy importante de practicantes de hatha yoga, pero eso no debería hacernos ignorar el verdadero origen de tal sistema yóguico donde el tantrismo juega un papel fundamental en su creación. A todo esto, mis más humildes postraciones a tan relevante figura del Yoga (Patanjali, por si alguien lo duda) y que tanto he mencionado aquí. Om Namah Shivaya!, como diría un buen devoto.

16 Página 16 de 45 Al margen de lo anterior, decir que con respecto al hatha yoga y su verdadera función meditativa, se ha hecho una artificial separación entre lo que es trabajo físico y meditación como algo mental con exclusión de todo lo que tenga que ver con lo corporal. Es curioso y evidente de esa escisión y dualidad a la que me estoy refiriendo entre lo que es espiritual y lo que no lo es, que entre aquellos practicantes de yoga que lo entienden como ejercicio físico, pasan después a la meditación como el acto verdadero y puramente mental y espiritual como corresponde según creencia tradicional. En tal conducta abordan la práctica de hatha yoga (casi siempre con exclusividad de los asana [lo que se entiende comúnmente como hatha yoga en sí, pero que no lo es original ni tradicionalmente]) con una actitud, digamos, cuasi deportiva, es decir, estrictamente física, atlética, gimnástica, y, a la hora de pasar al ejercicio de la meditación, éstos adquieren un talante espiritual, trascendental y de solemnidad diría yo, en el que lo físico ha dejado paso a lo no físico y que es el espíritu-inmaterial que concierne para la puesta en práctica de la meditación más allá, por supuesto, del cuerpo y sus funciones. Eso es lo común entre la mayoría de practicantes de yoga que se dicen integrales porque no solo practican hatha yoga (que es, para ellos, entendido como algo físico o para lo físico y, una vez más, a razón de limitarlo o circunscribirlo únicamente a los asana- sino porque también concluyen su práctica de yoga con meditación, como si los asana y el hatha yoga en su conjunto no fuesen practicas meditativas ni espirituales!, ni suficientes para abordar la meditación propiamente espiritual según se concibe, es decir, sentado inmóvil ocupándose de la mente pasando total y olímpicamente del cuerpo; y de algún modo, eso puede llegar a ser de alguna manera meditación, pero no la única forma de llevarla a cabo ni, por supuesto, para el hatha yoga. Ese tipo de concepciones empobrecidas, tergiversadas y reduccionistas es lo que ha llevado en gran parte a concebir el hatha yoga como algo que solo concierne especialmente a los chicos y chicas sport pero no a los que van en serio con la espiritualidad, donde, en el caso de ponerla en práctica es asunto de la meditación donde el cuerpo no juega ningún papel importante y ser algo a trascender, que no es sino otra forma más sutil y camuflada de rechazar el cuerpo y la materia tangible como algo no propiamente espiritual ni digno de tal condición. El cuerpo es tratado solo en la justa medida que sirve para preparar a la meditación espiritual. O sea, que el cuerpo es valorado como aspecto material para su correcto funcionamiento, pero no como posible dimensión que de propiciar la práctica pertinente revele su poder espiritual inseparable del Ser como ya hemos visto. Es sabido por muchos que Swami Vivekananda, quien profesaba el Vedanta Advaita con gran erudición y genialidad, casi despotricaba del hatha yoga y

17 Página 17 de 45 de sus practicantes considerándolos como simples animales sanos. Hasta en la India ocurren estas cosas, ya que, no lo olvidemos, en la India también existe el espiritualismo idealista en donde todo lo que tiene que ver con la carne es pecaminoso, o, en el mejor de los casos, simplemente material e intrascendente. Esto no puede ofrecer mayor contraste con la tradición tántrica de donde procede el hatha yoga, principalmente de los linajes shivaítas donde el cuerpo adquiere una dimensión realmente trascendental. Del hatha yoga se ha dicho de todo, desde lo más excelso como panacea para todas las dolencias hasta lo más despreciable y hasta ridiculizante. Yo mismo he sido testigo de afirmaciones como: <<es el peor yoga>>, <<es el yoga inferior o de preparación para otros yogas superiores>>, <<es un yoga físico solo para la salud del cuerpo>>, <<es el yoga para los débiles>> etc., etc. También cuenta con sus detractores en las filas del cristianismo, y entre los más cerrados musulmanes como me han hecho saber, como también entre los evangelistas que lo tildan de acción del demonio, como también el Papa Juan Pablo II que en su día llegó a calificarlo como práctica de baja espiritualidad y que no conlleva esfuerzo espiritual. O, peor aún, las declaraciones del Padre Gabriel Amorth, exorcista del Vaticano y muy cercano al citado Papa, quien dice que el Yoga (refiriéndose a las asanas, me imagino) es obra del diablo. Y así, muchos y muchos más. Hasta un maestro zen como Taisen Deshimaru, uno de los más destacados maestros del Soto Zen que introdujo en Occidente, decía que ponerse cabeza abajo en una postura de yoga no es ninguna dignidad, mientras que el cagar perdón- sí que lo es cuando se trata de estar presente con atención. Vaya! Resulta que el cagar -perdón otra vez- sí es una dignidad pero no las posturas de hatha yoga, o realizar artes marciales por las que él si abogaba, y, desde luego, lo son también en la medida en que despiertan la atención e intuición como para convertirse en meditación en movimiento. Sin duda que todo se puede convertir en meditación ante el trabajo mental de la atención consciente, pero no tanto, qué casualidad, con el hatha yoga, según el maestro zen Deshimaru, claro. Sin comentarios! Por otro lado, en las propias filas del yoga, además del desprecio declarado por Vivekananda hacia el hatha yoga, Yogui Bajans casi tiene por hermano menor y simple yoga de preparación o complemento, en el mejor de los casos, al hatha yoga para su particular kundalini yoga, tanto que hasta todos sus fieles seguidores, como he podido comprobar directamente, mantienen esa postura casi de desdén hacia el hatha yoga, solo tenido en cuenta como forma de mover el body para cuestiones únicamente de salud o ejercicio físico por y para lo físico. En mi humilde opinión y como practicante fervoroso del hatha yoga como Dios manda hasta donde sé y puedo, (y pese a la irritación de los clérigos por lo de Dios), le diría a Yogui Bajans y sus devotos discípulos, con todos mis respetos, que todo el hatha yoga es kundalini yoga, y no

18 Página 18 de 45 únicamente lo que ellos profesan con ese concepto. Tan solo hay que indagar para saber y conocer. Y que me perdonen por mi atrevimiento. El propio Swami Vishnudevananda llamaba a la etapa más avanzada del hatha yoga como kundalini yoga, o sea el hatha yoga mismo en la acción más directa del despertar de kundalini. También lo nombraba, de un modo más completo, como hatha yoga kundalini ( No existe ningún hatha yoga sin kundalini! Otra cosa es lo que hayamos hecho o entendido con ese concepto). Quien mejor que Ramiro Calle, como gran divulgador del yoga y a quien tanto le debemos muchos occidentales, particularmente en España, para referirse al hatha yoga en su justa medida por lo que es de verdad sin cortapisas, y por lo que tuve la ocasión en su día de agradecérselo personalmente cuando dice, tan rotunda y acertadamente: <<El hatha yoga no es u yoga menor, en absoluto, aunque muchas veces se le haya simplificado hasta lo grotesco. Es un yoga tantrizado y en el que se concede enorme importancia a la unificación, acopio, incremento, y reunificación de la energía o prana, porque es la fuerza vital que rige no solamente el cuerpo, sino también todos los procesos psicomentales. De hecho, las técnicas del hatha yoga son una meditación a través del cuerpo si se efectúan adecuadamente, es decir, correspondiendo siempre a la acción física con la acción mental. No es solamente una ciencia de la salud o valiosísimo método psicosomático, sino también un yoga en el sentido más estricto del término, porque el hatha yogui también pretende conducir la consciencia a un estado más allá del ser y el no ser (la conciencia shivaica) y se sirve del cuerpo y sus funciones y energías como instrumento vital que es para desencadenar estados muy singulares y reveladores de la mente, sobrepasando así, como pretenden todos los yogas, la ordinaria condición humana. Todas las restricciones del hatha yoga (inmovilización corporal, restricción respiratoria, contención del pensamiento, acción neuromuscular, higienización profunda) son para ir obteniendo una calidad de consciencia purificada y que pueda ponerse al servicio de la Búsqueda. Todas las técnicas del yoga fisiológico son también medios para reorganizar los elementos vitales y armonizar la psique. No es por casualidad que muchos hatha yoguis hayan obtenido grados muy considerables de evolución con el hatha yoga, que, además, hay que especificarlo, no es un yoga fácil si se acometen sus numerosos y diferentes métodos, y de hecho es conocido como el yoga del esfuerzo violento o yoga de la potencia Todas las técnicas del yoga fisiológico o hatha yoga han sido también concebidas y ensayadas para introvertir, pacificar y armonizar la mente, y, en suma, para inhibir los pensamientos mecánicos y reactivos. Por otro lado, la

19 Página 19 de 45 ejecución correcta de las técnicas hatha yóguicas son un medio ideal para combatir la mecanicidad, abrillantar la consciencia y cultivar metódicamente la atención El hatha yoga es una meditación a través de la corporeidad. Estimula el elemento vigil y la ecuanimidad. Como los otros yogas, el hatha yoga trata de conquistar un tipo de mente muy distinto a la condicionada mente común. El hatha yoga es un yoga tántrico, y se trata de afirmar la naturaleza, y sobrepasarla, a través del propio cuerpo. El hatha yogui valora extraordinariamente su cuerpo y lo instrumentaliza con sabiduría, a diferencia del asceta que lo niega y mortifica. El cuerpo es también la Shakti, y es vehículo de la Realidad Suprema. El hatha yogui se encamina a la conquista de la mente a través de la conquista del cuerpo: Se convierte en el dueño de su cuerpo, incluso de funciones que son inconscientes para la mayoría de los seres humanos. No solo se atiende a la fisiología ordinaria, sino también a la fisiología mística. Las prácticas del hatha yoga influyen sobre el cuerpo físico, pero también sobre el cuerpo energético. El hatha yogui se empeña asimismo en el desarrollo de la energía Kundalini. Todos los controles propios del hatha yogui pretenden también esta actualización de Kundalini, y si el hatha yogui se adiestra a veces en la reversión del semen, por ejemplo, es para acopiar esa energía y transmutarla en energía espiritual (ojas shakti) El hatha yoga es la conquista de la Shakti en el cuerpo, Ramiro Calle, en su obra magnífica sobre los yogas tántricos y tan estimulante como lo fue para mí, titulada << Los yogas esotéricos>> puntualizaba sobre el hatha yoga: Representa la conquista de la mente a través del cuerpo y sus funciones. Es un yoga completo y total cuando se ejecuta con la correcta actitud mental y cubriéndose todas sus técnicas. Trabaja sobre los elementos burdos y sutiles del ser humano. Las técnicas de control respiratorio juegan un papel determinante, no solo porque colaboran en un incremento y aprovechamiento de la energía, sino porque son válidos y fiables instrumentos para conducir la mente a estados de absorción donde se puede atisbar la naturaleza real >>. Lo descrito tan magistralmente por el mayor divulgador del Yoga en España es el verdadero y único hatha yoga que existe. Las opiniones de los profanos, cuando no de sus más declarados detractores y que además manifiestan una absoluta ignorancia sobre el tema, no tienen ninguna relevancia y no deja de ser una clara manifestación de lo atrevida que es la ignorancia en pobres y torpes descripciones de lo no se sabe ni se comprende. Decir también que es lamentable que filósofos y grandes estudiosos de la mística oriental como Ken Wilber, a quien admiro profundamente y es para mí

20 Página 20 de 45 todo un referente de la espiritualidad integral con su genial modelo del OCON, haya afirmado, en respuesta a una cuestión sobre los chakras, que el hatha yoga solo se ocupa del cuerpo físico, pero que no tiene el alcance del Jñana yoga del Vedanta o del Mahamudra y el Dzogchen de la tradición tibetana y por las que él apuesta decididamente para la realización del Ser. Perdón señor Wilber, el hatha yoga no solo concierne a asuntos del cuerpo, sino que trabaja decididamente el cuerpo energético y mental meditativamente, aunque su puerta de entrada sea el cuerpo burdo, sí, pero como algo similar a cómo la meditación vipassana o el zazen trabajan la mente pero tienen presente el cuerpo físico, tanto como soporte de atención como de indagación en su naturaleza última, y no por ello se les considera meditaciones no espirituales, algo impropio e inconcebible en las respectivas tradiciones budistas que la abordan. Pero además, y para conocimiento de Wilber y por lo que él valora como lo más elevado de realización espiritual (y que personalmente comparto), el hatha yoga también trata sobre la Vacuidad como se demuestra en los tratados clásicos de hatha yoga, razón por la que muchos autores y eruditos de gran relevancia, entre ellos Mircea Eliade, opinaban que el hatha yoga estuvo influenciado por el budismo, hasta incluso afirmar que Goraknatha y su maestro Matsyendranatha pertenecieron a corrientes tántricas del budismo vajrayana del norte de la India y formar parte de los 84 Mahasidhas de su tradición. Tal vez haya sido así, pero sin embargo, en cuanto a la cuestión de lo más elevado como condición espiritual que es la vacuidad y por lo que Wilber se decanta, no es solo un asunto tratado tan profusamente por el budismo, sino también por el taoísmo y por el shivaismo tántrico, tradición ésta última de donde procede el hatha yoga en cuestión y, por tanto, ser la vacuidad o sunyata una cuestión también presente en el hatha yoga y por lo que aspira a su más completa realización. Ahí están los textos para comprobarlo. Otro asunto que quiero tratar es lo de las escuelas de hatha yoga, que yo me refiero aquí como <<estilos>>. Así, en cuanto a los supuestos estilos de hatha yoga, realmente no existen tales estilos de hatha yoga como tan recalcitrantemente se nos suelen presentar y algunos pretenden hacernos creer, sobre todo por tan variado panorama de formas y escuelas que lo exponen según las técnicas elaboradas, muchas veces diseñadas de reciente creación bajo conceptos nuevos de elementos deportivos, gimnásticos o incluso de fitness (tipo pilates, por ejemplo). Es por ello que en muchos encuentros, seminarios o eventos de fin de semana, la práctica de hatha yoga gira entorno a todo un despliegue de técnicas precisas de colocación del cuerpo así o asá, según altos conocimientos de anatomía, de terapias corporales y de todo ese rumrum de parloteo terapéutico-energético que se vuelca hacia una especie de <<corpore technicus perfectus>> donde lo que importa es eso: la técnica, la sofisticación, la postura por la postura, el body. Quizás también, hasta cansar el cuerpo llevándolo casi hasta sus límites de