Fecha de recepción: 14 de Mayo de 2010 Fecha de aprobación: 23 de Septiembre de 2010 RESUMEN

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1 Creatividad e ingenio en la imaginación de lo que no existe: una historia de la computación en el marco de una epistemología de la imaginación Luis Mauricio Rodríguez Salazar, Irma Liliana Cervantes Azuara y Joel Angel Bravo Anduaga Fecha de recepción: 14 de Mayo de 2010 Fecha de aprobación: 23 de Septiembre de 2010 RESUMEN El presente trabajo tiene como objetivo presentar, dentro del marco de una Epistemología de la Imaginación, la forma en que el razonamiento práctico, representado por la tecnología, y el razonamiento formal, caracterizado por la ciencia, se ven unidos por el pensamiento simbólico, el cual da origen a la imaginación creativa y al ingenio. Igualmente, se presenta un breve recorrido en la historia de la computación, pero desde una perspectiva de lo inexistente, resaltando el papel que tiene la imaginación para superar las fronteras del conocimiento y materializar lo que no existe. Se muestra un camino de lo que no existe a lo que existe, del guijarro al ábaco, de éste a los engranes y resortes y de ahí a la electricidad y al electromagnetismo, para finalmente, imaginar la creación de la computadora cuántica. Palabras Clave : Epistemología de la Imaginación, cienciatecnología, pensamiento simbólico, creatividad, computadora cuántica. ABSTRACT This paper aims to present, within the framework of the epistemology of the imagination, the way in which practical reasoning, represented by the technology, and formal reasoning, Luís Mauricio Rodríguez Salazar:lmrodrig@cinvestav.mx. Doctor en Ciencias en la especialidad de Matemática Educativa con estancia en la Sección de Metodología y Teoría de la Ciencia del CINVESTAV-IPN. Miembro del cuerpo académico de la Maestría en Ciencias en Metodología de la Ciencia. CIECAS-IPN. Becario SIBE-COFFA y EDI-SIP IPN. México. Irma Liliana Cervantes Azuara: khanantar@gmail.com. Ingeniera en Sistemas Computacionales, estudiante de la Maestría en Política y Gestión del Cambio Tecnológico CIECAS-IPN perteneciente al Padrón Nacional de Posgrados de Calidad. Becaria CONACYT. characterized by science, are united by symbolic thought, which leads to the creative imagination and ingenuity. In the same way, is presented a brief tour about the history of computing, but from a perspective of what does not exist, highlighting the role that imagination has, in order to overcome the frontiers of knowledge and materialize what does not exist. It shows a path from what does not exist to what exists, from the pebble to the abacus, from this to the gears and springs and then to electricity and electromagnetism, and finally, to imagine the creation of the quantum computer. Keywords : Epistemology of the imagination, science and technology, symbolic thinking, creativity, quantum computer. I. INTRODUCCIÓN El presente artículo propone una aproximación a la historia de la computación desde una perspectiva creativa e ingeniosa en el marco de una epistemología de la imaginación. Se parte desde los griegos con el fin de mostrar cómo el ser humano se auxiliaba de los dioses para dar juego a sus angustias, anhelos y posibilidades de creación. Esto no quiere decir que en anteriores civilizaciones como la mesopotámica, egipcia o china no se presentaba lo antes descrito, solo que en este trabajo partiremos de la civilización griega y dejaremos para trabajos posteriores, el estudio de otras importantes culturas antiguas. La creatividad del antiguo griego buscaba ser reflejada en diversos objetos como herramientas y utensilios. Desde nuestra propuesta podemos afirmar que en su universo existía un mundo tecnológico en donde la imaginación proporcionaba el ambiente propicio para su creación. Como acabamos de señalar, el antiguo griego se auxiliaba de una presencia divina para poder materializar su creatividad, pero solo al principio recibía ese apoyo de los dioses. La divinidad siempre estuvo presente en la Grecia antigua, recordemos que la sabiduría estaba relacionada al oráculo de Delfos, dedicado a Apolo. Giorgio Colli señala que Sócrates contrapuso la locura al control de sí y, con una inversión paradójica para el hombre moderno, se exaltaba a la locura como superior y divina. La profetisa de Delfos que está poseída por esa locura proporcionó a Grecia muchas y bellas cosas, tanto a los individuos como a la comunidad ( pp ) [1]. Joel Bravo Anduaga: bravojoelangel@yahoo.com.mx. Internacionalista, estudiante de la Maestría en Ciencias en Metodología de la Ciencia. Becario institucional IPN. Revista Generación Digital Vol. 9 No. 1. Edición 16. Enero de ISSN

2 En el Fedro, Platón llamaba manía a esa locura, una manía distinguida en cuatro tipos: la profética; la mística; la poética y la erótica. La primera se relacionaba con la adivinación, don otorgado por Apolo. El segundo tipo de manía, la mística, como misterio o razón oculta, establecía una relación tanto con Apolo como con Dionisos o quizá con un dios más humanizado, en donde se partía de la reflexión y se aportaba al pensamiento inteligencia e información. La manía del tipo poético se vinculaba con las musas; despertando al alma y alentándola hacia cantos y poemas que al ensalzar los hechos de los antiguos, educaban a los que habrían de venir. El cuarto tipo de manía, se relacionaba al amor, a Afrodita y a Eros quienes conducían al alma a caminos bellos y hermosos. Estas locuras divinas se presentaban como trastornos, exaltaciones que Platón contraponía a la locura humana. La locura divina era un exceso, una ampliación, un entusiasmo. La manía era enviada por los dioses, en tanto que la sensatez pertenecía a los hombres [2]. No obstante, en la antigua Grecia los dioses también dotaban al hombre de las capacidades que ahora llamamos tecnológicas, las cuales estaban basadas en la imaginación. La divinidad ayudaba a generar los instrumentos y utensilios que no existían en ese momento. De esta manera, a los ya citados dioses Apolo y Dionisos se unía Atenea, la diosa de la sabiduría y simpatizante del ingenio, quien actuaba como inspiradora. Sin embargo, esa inspiración no era suficiente, se necesitaban deidades más específicas, más especializadas, para la construcción de las herramientas y los utensilios, que no existían en la naturaleza, pero sí en la imaginación del hombre a través de estas deidades. En un primer momento, el ingenio, la creatividad y el proceso imaginativo en su conjunto estaban en el escritor y en el poeta (Hesíodo u Homero). Se trataba de un control en el inicio y en el fin circunscrito a la poesía y a los relatos épicos. Los instrumentos tendrían que ser hechos por el especialista, aunque inspirado por los dioses, los que darían un orden en la naturaleza y de lo hecho por el hombre. Para la construcción de los instrumentos antes mencionados fue necesaria la participación de una deidad intermedia. Primero, a través del ya citado Oráculo que servía de medio de comunicación con los dioses y después, una triada divina (Apolo, Dionisos y Atenea) que ayudaba a los hombres en la creación de los instrumentos. Pero, quién materializaba la imaginación y la creatividad que los hombres recibían de los dioses? Fue Dédalo, el arquitecto y el artesano divino, el que construyó el Laberinto de Creta y alas para sí mismo y para su hijo Ícaro. Su sobrino, Perdix (a veces confundido con Talos o Calos) fue su aprendiz e inventó utensilios para trabajar la madera (la sierra, el formón y el compás). Dédalo era ateniense, venía de la ciudad de la diosa Atenea, la simpatizante del ingenio. Pero al mismo tiempo era un 72 personaje apolíneo y en el que confluían la esfera del mito y las capacidades inventivas del artesano que también era artista y poseedor de la sabiduría técnica que era la primera formulación de un logos inmerso en la intuición, en la imagen. De tal suerte, la creación de Dédalo oscilaba entre el juego artístico de la belleza, extraño a la esfera de lo útil, y el artificio de la mente, de la región naciente, para desenredar una situación vital sombría, pero concretísima (p. 28) [1]. Lo sagrado y la creatividad van de la mano, como se señala a continuación: La emergencia de lo sagrado es poderosa porque se manifiesta como una fuerza creativa, sobreabundante, inaugural en virtud de que con su irrupción se funda un orden ontológico, un juego de significación que hará posible delinear los límites de la vida de los hombres, es decir, sus destinos (p.41) [3]. Así, en el marco de una epistemología de la imaginación, el sujeto cognoscente está formado por tres conjuntos de estructuras: la estructura del razonamiento práctico, la del pensamiento simbólico-imaginativo y la del pensamiento racional o pensamiento formal, en la que prima el pensamiento simbólico como origen de la imaginación creativa y el ingenio. En este contexto del mundo antiguo y en nuestra propuesta, la importancia de lo sagrado es el origen y fuente indiscutible de la imaginación en su paso al pensamiento simbólico-imaginativo del sujeto cognoscente. Esta propuesta puede ser aplicada aún en la antigua Grecia con la figura de Arquímedes, como veremos en el siguiente apartado. Sin embargo, lo sagrado estuvo presente desde la época antigua y durante toda la Edad Media, hasta el inicio del Renacimiento y el surgimiento del Movimiento Ilustrado y el Positivismo, cuna de la Revolución Científica y la Revolución Industrial. II. IMAGINACIÓN, CREATIVIDAD E INGENIO: DE ARQUIMEDES A COMTE Para que los destinos de los hombres fueran delineados se necesitaba crear diferentes herramientas, bajo un proceso mucho más elaborado: era necesario utilizar Teorías aplicadas a la práctica, en este caso la matemática y sobre todo la mecánica. En nuestro recuento, las herramientas y los utensilios habían sido dadas ya por un hombre, por Arquímedes quien podría considerarse un claro representante del ingenio griego en el que se daba la unidad entre la ciencia o sabiduría griega y la tecnología. Quizá, inclusive fue el primer ingeniero, sin dejar de ser un científico de las matemáticas. Nosotros pensamos que es con Arquímedes con quien se muestra de manera más clara la relación imaginación, creatividad e ingenio, pues es con él en donde la ciencia y la tecnología estaban claramente unidas, ya que imaginó, teorizó y construyó. En este breve recorrido consideramos que debe quedar clara nuestra posición de que es muy difícil separar sabiduría, ciencia y tecnología y esta última es mucho más que hacer Revista Generación Digital Vol. 9 No. 1. Edición 16. Enero de ISSN

3 las cosas: es una forma de ver la vida, o de manera más precisa, de imaginarla y materializarla. Nuestro argumento de que es muy difícil separar la ciencia de la tecnología, se basa en que en cada sujeto cognoscente están contenidos tanto el razonamiento práctico como el pensamiento racional: lo que los une es el pensamiento simbólicoimaginativo. Con nuestra propuesta de una Epistemología de la Imaginación no sólo planteamos la estrecha relación entre la ciencia y la tecnología como la relación entre el pensamiento racional y el razonamiento práctico, sino que separamos a Arquímedes de Dédalo, es decir, separamos a la deidad que servía de intermediario entre los hombres y Atenea. De esta manera, Arquímedes, antes de las grandes creaciones que aportó a la humanidad, las configuró en su mente como nuevas ideas. Dicho de otra manera, elaboró imágenes mentales de lo que no existía. Después, Arquímedes, el hombre, sin ayuda divina, utilizó su creatividad para confeccionar sus ideas en trazos, bocetos y diagramas, pasando de la imaginación, es decir, de lo que no existe a lo que ya empezaba a existir, para que finalmente hiciera su aparición el ingenio, entendido como lo que se deja hacer la realidad guiada por la imaginación. entregársela a los hombres. A la fecha, Comte ha sido encadenado por los hombres, no por los dioses. En el primer estadio, el Teológico, en el marco de la imaginación, los hombres eran dominados por la fantasía de lo sobrenatural. Seres no humanos regulaban a voluntad los acontecimientos naturales y humanos. Sin embargo, aún en esta primera etapa existía un elemento positivo: los hombres, que gracias a su fe, eran impulsados a salir de su estupidez originaria para comprender y cumplir las órdenes de sus dioses. En el segundo estadio, el Metafísico, la razón reflexiva sustituyó a la fantasía, y la metafísica a la religión. El hombre recurría entonces a fuerzas ocultas en la naturaleza, la fuerza vital, la fuerza motriz, la fuerza química, etc. Al sustituir la voluntad de los dioses por la acción de estas fuerzas, la metafísica destruía sin construir. En el tercer estadio, el Científico, la humanidad logra dar el paso definitivo en su proceso evolutivo. Para ello, rechaza tanto las entidades fantásticas como las puramente conceptuales, y edifica un saber enteramente basado en la experiencia (pp ) [5]. Imaginación, creatividad e ingenio pasan a poder del hombre. El actual ingeniero tiene la capacidad de ingenio para materializar la imaginación a través de la creatividad. Ya el primer ingeniero, Arquímedes, había comenzado un recorrido que separaba al hombre de los dioses, pero creemos que es Auguste Comte, con su Ley de los Tres Estadios quien corroboró, desde el punto de vista social no individual, la relación entre la ciencia y la tecnología. El espacio entre Arquímedes y Comte está permeado por la divinidad del catolicismo durante la Baja y Alta Edad Media. En sus trabajos tempranos Comte señalaba que, al inicio de la Baja Edad Media (siglo III d. C.) con el nacimiento del sistema que combinaba el poder espiritual o papal y teológico, con el poder temporal o feudal y militar, ya estaba presente el germen de su destrucción, a finales de la Alta Edad Media (siglos XII y XIII d.c.). Comte plantea que desde el inicio de la Edad Media se crearon los elementos del sistema que deberían sustituir dichas estructuras teológicas y feudales. Uno de esos elementos era la capacidad industrial o de artes y oficios, que sustituyó posteriormente al poder feudal. Otro elemento era que al fundarse los conocimientos sólo sobre observaciones, los asuntos espirituales se deberían de confiar a la capacidad científica positiva, por ser superior a la teología y a la metafísica. Asimismo, Comte mencionaba que las ciencias positivas fueron introducidas a Europa por los árabes, creando el germen para una revolución científica que marcaba la superioridad de lo positivo sobre lo conjetural, de la física sobre la metafísica [4]. En el positivismo, la díada ciencia y tecnología se vio libre de la carga religiosa y metafísica, en donde la imaginación pasó definitivamente a poder de los hombres. En el marco de nuestra Epistemología de la Imaginación, convertido en una especie de Prometeo, Auguste Comte arrebató la imaginación a los dioses para Fig. 1. Pascalina (1642). Fuente [6] No olvidamos que ya desde los siglos XVII y XVIII tanto Blaise Pascal como Gottfried Wilhelm von Leibniz, se habían inscrito en el mismo camino de Arquímedes, el camino de la ciencia matemática y la ingeniería, otorgando una importancia a las matemáticas para el desarrollo del conocimiento humano. Igualmente, tanto Pascal como Leibniz fueron determinantes en la llamada Revolución Científica, así como su continuación en la Revolución Industrial. En el marco de nuestra propuesta de una Epistemología de la Imaginación, tanto en Leibniz como en Pascal está unida la ciencia y la tecnología, como la unión entre el pensamiento racional y el razonamiento práctico. Ejemplo de esto es la invención de la primera máquina sumadora y restadora de la historia creada por Blaise Pascal. Ver Fig. 1. Por su parte, Leibniz desarrolló una máquina que podía realizar multiplicaciones y divisiones. Ver Fig. 2. Desde nuestra propuesta de una Epistemología de la Imaginación, es un error pensar que la ciencia básica no busca una aplicación. Es cierto que la aplicación puede no ser inmediata, ya que se requiere creatividad e ingenio para materializar las ideas. En el caso de la calculadora de Leibniz (Fig. 2), seguramente fue producto de su unión con Revista Generación Digital Vol. 9 No. 1. Edición 16. 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4 un artesano, coordinando sus respectivas capacidades imaginativa, creativa y de ingenio. Bajo este marco, es un mito que los grandes inventos son producto de un solo hombre. Cabe señalar que un invento no es una tecnología, pertenece todavía al terreno de la ciencia, la ciencia aplicada. Para ser una tecnología se requiere de una fase intermedia entre la ciencia y la tecnología: el desarrollo experimental. Fig. 2. Calculadora de Leibniz. ( ). Fuente [6] En esta etapa se dan los primeros pasos hacia el escalamiento industrial, el cual pertenece ya, definitivamente, al terreno de la tecnología, la cual al alcanzar el mercado, conquista el terreno de la innovación. El derrumbe del mito de que la ciencia básica no piensa en una aplicación práctica y menos aún en un desarrollo tecnológico, quedó plasmado con los trabajos de Charles Babbage, enmarcados ya en la Revolución Industrial del siglo XIX, los cuales marcaron un camino hacia el desarrollo experimental (ver Figura 3). Bajo esta propuesta de la relación entre la ciencia y la tecnología en forma colectiva, fue Auguste Comte quien dividió el conocimiento religioso y metafísico del científico y heredó una tradición en la que estamos inmersos aún en este siglo XXI. Nos referimos al movimiento filosóficosocial denominado con el nombre de Positivismo, en donde la ciencia y la tecnología se unen a la filosofía para buscar el progreso del hombre. No estamos hablando del positivismo ingenuo, es decir, el positivismo del Comte encadenado por los hombres por posturas que definitivamente no son imputables a él sino al positivismo lógico o neopositivismo, también llamado empirismo lógico. No es este el espacio para entrar en esa discusión, nuestro objetivo es situarnos, en el marco de nuestra propuesta de una Epistemología de la Imaginación, en el papel de la relación ciencia-tecnología en la imaginación de lo que no existe. III. LA COMPUTACIÓN: EJEMPLO DE LA UNIÓN CIENCIA-TECNOLOGÍA POR MEDIO DE LA IMAGINACIÓN Lo que hemos mencionado como díada ciencia-tecnología, lo proponemos ahora como una tríada: imaginación, ciencia y tecnología, en donde la imaginación es el detonante de la creatividad y el ingenio. En la Historia de la Ciencia, la cual se toma como laboratorio para la experimentación epistemológica, encontramos de manera recurrente lo anteriormente mencionado. Como lo ha señalado Tuominen, la tecnología se refiere a la habilidad requerida para el reconocimiento de los problemas técnicos, desarrollar conceptos y ofrecer soluciones [7]. Tomaremos una tecnología, la computación, pero en el marco de una epistemología de la imaginación. Fig. 3. Máquina diferencial de Babbage. Fuente [6] La historia de la computación es más que un recuento burdo de fechas, la planteamos como un laboratorio para la experimentación epistemológica, en donde los hechos aislados se convierten en concatenaciones de los saltos evolutivos que nos ha llevado desde la grandiosa creación del ábaco, que seguramente inició con la imaginación de lo que no existe, hasta los albores de la computación cuántica que a su vez trae consigo una infinidad de nuevas posibilidades y ejemplo actual de imaginación de lo inexistente. Probablemente el proceso comienza con una necesidad o simple inquietud, sin embargo ese factor inicial, ese desencadenante es el que nos lleva a crear en nuestra mente lo que aun no existe, aquello que en ese momento no obedece a ley humana o natural alguna y que simplemente responde a las limitaciones que nuestra propia capacidad impone. El propósito de Babbage era evaluar polinomios para imprimir tablas de logaritmos y otras funciones (1822). Aunque Babbage nunca terminó su máquina diferencial, siglo y medio después, es decir, en el año 1991 el Museo de Ciencias de Londres la construyó basándose en los dibujos originales hechos por Babbage, es decir, los trazos, bocetos y diagramas en los que quedó confeccionada su imaginación. Con los nuevos artesanos de la época, es decir, los ingenieros, la máquina se construyó y se puso en funcionamiento. 74 Revista Generación Digital Vol. 9 No. 1. Edición 16. Enero de ISSN El ser humano ha demostrado tener el potencial para desarrollar la capacidad de imaginar, configurando una cantidad infinita de posibilidades que la capacidad creativa de la mente humana confecciona en trazos, bocetos y diagramas, en donde su materialización desafía por mucho

5 los límites impuestos por la realidad, como los autoimpuestos por el propio sujeto cognoscente. Quién imaginaria en aquel 1939, que el Oscilador de Audio creado por David Packard y Bill Hewlett se convertiría en el inicio de una compañía de talla mundial, y que además sería la pieza clave para la creación de una de las más grandes obras de arte de la cinematografía; la película Fantasía, hecha por los estudios Disney. La imaginación ha permitido al ser humano ensayar y potenciar sus habilidades creativas, abandonando por sí mismo aquella cotidianeidad transformando su entorno, desentrañando los secretos que le rodean y convirtiéndolos en mayores posibilidades de desarrollo, que aun en nuestros días nos siguen maravillando, como es el caso de Norbert Wiener, cuya publicación Cibernética o Control y Comunicación en el Animal y la Máquina [8] inauguró una nueva ciencia cuyo nombre acuñado de la palabra griega kyberneees ('timonel' o 'gobernador') ha guiado el desarrollo de nuestra ciencia computacional moderna. Cabe destacar el hecho de que este fue solo el inicio de una serie de publicaciones [9] [10] [11] [12], cuyas implicaciones impactarían no solo a las áreas obviamente relacionadas con la ingeniería y las ciencias computacionales, sino disciplinas tan aparentemente ajenas como la neurofisiología, la lógica matemática y la sociología. De tal suerte, algo tan sencillo como una decisión en donde signo elegido por Tomlinson en 1971 y que serviría para unir el nombre de un usuario al de un servidor, se convertiría en uno de los caracteres más importantes y más usados en la nueva era de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, así como el hecho de que Pong, un video juego de ping-pong diseñado en 1966 por Ralph Baer, marcará el inicio de la era moderna de los videojuegos con su aparición en el mercado en Otro ejemplo es la aparición de Linux como sistema operativo libre que hace su aparición en 1991 o bien, la liberación del procesador Pentium en 1993 el cual dotó de mejores capacidades de audio y video, nos lleva a pensar que la toma de decisiones y su puesta en práctica son el elemento clave para la materialización y trascendencia de las ideas, las cuales a su vez, generan cada una, un abanico infinito de posibilidades. Podríamos haber abordado la historia de la computación desde uno o varios momentos históricos determinados. Ya sea desde Babilonia o desde la Sumadora de Pascal (pascalina), nombres como Leibniz (sistema binario, su calculadora), Jacquard, Babbage (las máquinas diferencial y analítica), o desde la que para muchos es considerada como la primera computadora, la ENIAC de John Mauchley, J Presper Eckert y John Von Neumann (1946). Sin embargo, el objetivo de este apartado no es mencionar una cronología histórica y discutir quién o quiénes utilizaron el sistema binario primero. Fig. 4. Máquina analítica de Babbage. Su objetivo era calcular fórmulas generales bajo el control de un programa cíclico almacenado en tarjetas perforadas (1834). Fuente [6] Nuestro interés es presentar la historia de la computación como un maravilloso laboratorio para la experimentación epistemológica respecto a cómo la humanidad, ha sido capaz de imaginar lo que no existe. Dicho de otra manera, cómo se pasó del uso de los guijarros (que ya existían en la naturaleza) como sistemas de conteo, a imaginar su montaje en un instrumento que definitivamente no existía en la naturaleza: el ábaco. La historia continúa con el papel que jugó la imaginación, en el paso que llevó del guijarro del ábaco a los engranes y su movimiento a base de resortes, como en la máquina analítica de Babbage (ver Fig. 4), hasta llegar a la computadora ENIAC de John Von Neuman (ver Fig. 5). Pero, de esos resortes se da un avance aún más importante; primero, la manera en que una corriente eléctrica nos da una presencia relacionada con el numero 1 (uno) y una ausencia con el 0 (cero) y, en segundo término, a la utilización del electromagnetismo. Sin embargo, nuestro objetivo en este trabajo no es la historia de la computación, sino el papel de la imaginación en el origen de lo que no existe. IV. A MANERA DE CONCLUSIÓN: LA COMPUTADORA CUÁNTICA, MUESTRA ACTUAL DE LA IMAGINACION DE LO QUE NO EXISTE En el desarrollo de la computación, el proceso imaginativo no se ha detenido. Actualmente el ser humano ya ha alcanzado la escala nanométrica, la cual se considera el límite de funcionamiento para la tecnología de hoy, en la que se basan las computadoras digitales, esto debido al llamado "efecto túnel", en donde una onda energética conocida comúnmente como "electrón" circula por caminos incorrectos al atravesar sustancias demasiado delgadas, provocando así el mal funcionamiento del chip electrónico en el que viaja. Revista Generación Digital Vol. 9 No. 1. Edición 16. Enero de ISSN

6 Fig. 5. ENIAC (Electronic Numerical Integrator and Calculator) Utilizaba interruptores y bulbos (1946). Fuente [6] El límite físico señalado, plantea un nuevo reto. El reto es imaginar una tecnología en donde una partícula no se limita al 0 ó 1 digitales, sino que puede llegar a ser 0 y 1 al mismo tiempo, esto por las leyes de la mecánica cuántica, traduciéndose en la capacidad de realizar distintas operaciones en un solo momento del tiempo, lo cual potencializa la capacidad de procesamiento de una computadora. Sin embargo, la tecnología cuántica basada en los bits cuánticos o qubits, presenta algunos problemas que aun no se han logrado resolver como la decoherencia cuántica y la escalabilidad, convirtiéndose estos en los nuevos horizontes, en donde los ingenieros y científicos tienen puesta su imaginación, creatividad e ingenio para configurar, confeccionar y materializar lo que aún no existe. Como diría Albert Einstein: hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad. Nosotros diríamos que es la imaginación. Así, regresando a los griegos y recordando tanto a Atenea, diosa de la sabiduría y simpatizante del ingenio, como a la invención del ariete llamado ingenium, cuyo operador fue nombrado ingeniator (alrededor del 200 d.c.). Sin embargo, ese ingenio, dado en un principio por los dioses es una característica humana presente tanto a nivel individual como colectivo. Aunque en la actualidad se sigue considerando que el ingeniero es el operador de las máquinas, cabe precisar que él es quien concibe la idea de la máquina y la materializa en la realidad, recordemos lo señalado por Rodríguez-Salazar: Para finalizar, retomaríamos lo ya mencionado con anterioridad sobre el papel de la imaginación en la relación entre la ciencia y la tecnología, equipos interdisciplinarios realizan enormes esfuerzos. No cabe duda que la imaginación juega un papel importante para superar las fronteras del conocimiento, imaginando lo que no existe. Esas fronteras, durante la historia de la ciencia, el ser humano las ha traspasado una y otra vez, avanzando en el conocimiento y creando instrumentos para su bienestar y en algunos otros casos para su intranquilidad. El razonamiento práctico y el pensamiento racional o formal tienen un interés común que es el de imaginar la computadora cuántica que aún no existe, guiando creatividad e ingenio para que en un futuro no muy lejano la imaginado se materialice. REFERENCIAS [1] Colli, Giorgio. El Nacimiento de la Filosofía. Barcelona, España: Fabula Tusquets Editores, [2] Platón. Fedro, en Diálogos III, introducción y traducción de Emilio Lledó Íñigo, Madrid, España: Gredos, p [3] Flores Farfán, Leticia. Atenas, Ciudad de Atenea. Mito y Política en la Democracia Ateniense Antigua. México, D.F.: UNAM, Facultad de Filosofía y Letras, 2006, p. 41. [4] Comte, Augusto. Apreciación Sumaria del Conjunto del Pasado Moderno. (1820/1981). Primeros Ensayos. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica, pp [5] Geymonat, Ludovico. Historia de la Filosofía y de la Ciencia. Barcelona, España: Crítica, [6] Computer Architecture. Tim Margush University of Akron. Fotografías consultadas el 12 de mayo de 2010 en la dirección electrónica: [7] Tuominen, Kirsi. International Technology Transfer of small and medium-sized companies perspective of a service provider. Helsinki University of Technology. Espoo, Finland: Thesis submitted in partial fulfillment of the requirements for the MBA program, [8] Wiener, Norbert. Cybernetics: Or Control and Communication in the Animal and the Machine. Paris, France: Librairie Hermann & Cie, and Cambridge, MA: MIT Press.Cambridge, MA: MIT Press, [9] Wiener, Norbert. The Human Use of Human Beings. The Riverside Press (Houghton Mifflin Co.), [10] Wiener, Norbert. Nonlinear Problems in Random Theory. MIT Press & Wiley, [11] Wiener, Norbert. Generalized Harmonic Analysis and Tauberian Theorems. MIT Press, [12] Wiener, Norbert. God & Golem, Inc.: A Comment on Certain Points Where Cybernetics Impinges on Religion. MIT Press, [13] Rodríguez Salazar Luis Mauricio, Rosas Colín Carmen Patricia & Armijo Mena Silverio Gerardo. La historia de la ciencia como laboratorio epistemológico: La relación ciencia-tecnología-sociedad desde una epistemología de la imaginación, Mundo Siglo XXI, No. 19, Invierno , México, D.F., pp En el marco de nuestra propuesta de una epistemología de la imaginación, el ingeniero configura en la imaginación sus ideas, las confecciona en forma de trazos, bocetos y diagramas, y materializa sus ideas en las grandes obras de ingeniería, de las que da cuenta la historia de la humanidad (p. 110) [13]. 76 Revista Generación Digital Vol. 9 No. 1. Edición 16. Enero de ISSN