FEBRERO DE 2006 ISSN: BOGOTÁ, D.C. NÚMERO 13

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1 NÚMERO 13 FEBRERO DE 2006 BOGOTÁ, D.C. ISSN:

2 EDITORIAL Por Pablo Michelsen Niño Rector Fundación Politécnico Grancolombiano: 25 años Entre el segundo semestre de 2005 y el primero de 2006 en el Politécnico Grancolombiano estamos cumpliendo las Bodas de Plata del Acta de Constitución de la Fundación (1 de julio de 1980), de la Resolución del Ministerio de Educación Nacional que le otorgó la personería jurídica (4 de noviembre de 1980), de la Escritura Pública de Protocolización (3 de diciembre de 1980) y del inicio de clases (marzo de 1981). El Acta de Fundación fue suscrita por varios de los más altos directivos del Grupo Grancolombiano y el Banco de Colombia, encabezados por el doctor Jaime Michelsen Uribe, quienes fueron los fundadores del Politécnico Grancolombiano y realizaron los aportes económicos iniciales. La Institución nació dentro de un gran conjunto de fundaciones sin ánimo de lucro, de beneficio social, especialmente de carácter educativo y cultural, que fueron creadas o promovidas por iniciativa de los doctores Jaime Michelsen Uribe y María Cristina Niño de Michelsen alrededor de la organización Grupo Grancolombiano- Banco de Colombia. En las décadas de los setenta y ochenta se criticaba especialmente el hecho de que las universidades estuvieran dedicadas a formar profesionales teóricos, impropiamente llamados doctores y con vocación exclusivamente para posiciones directivas, muchos de los cuales caían en el creciente desempleo profesional. Como respuesta a esta tendencia, el gobierno nacional expidió una reforma integral de la educación superior, contenida en el Decreto-Ley 80 de 1980, en la que estableció la educación por ciclos propedéuticos, empezando por los de formación más práctica que teórica, denominados técnicos y tecnológicos. El Politécnico Grancolombiano fue creado con base en esta reforma legislativa, como institución de educación superior tecnológica, con el objeto de formar técnicos y tecnólogos que respondieran a las necesidades del mercado laboral del país y acompañaran a los profesionales universitarios en el desarrollo social y económico del país. A partir de 1983 la organización Grupo Grancolombiano fue destruida por una de las más injustas conspiraciones que haya conocido la historia de Colombia, razón por la cual el Politécnico perdió el respaldo empresarial y se vio en la necesidad de hacerse autosuficiente contra viento y marea. Aclarar para la posteridad las injusticias de que fuimos víctimas el Grupo Grancolombiano y la familia Michelsen ha constituido una de las misiones más importantes de mi vida y aspiro a no morirme antes de haberla culminado. Con la correspondiente aprobación del Ministerio de Educación Nacional, en 1991 el Politécnico Grancolombiano se transformó en institución universitaria, lo que le permitió ofrecer programas de nivel profesional y así completar la educación de pregrado por ciclos, que ha sido una de sus características esenciales. Es así como la Institución ha formado integralmente en su primer cuarto de siglo a cerca de técnicos, tecnólogos, profesionales y especialistas que han tenido un significativo éxito en el mercado laboral y han prestado valiosos servicios a la comunidad empresarial y a la sociedad en general. Su experiencia en capacitación de recursos humanos, dentro de la modalidad conocida como a la medida, es decir, de Rector Pablo Michelsen Niño Consejo Editorial Pablo Michelsen Niño, Jürgen Chiari Escovar, Mauricio Rubio, Ángel Marcel, Eduardo Norman Acevedo, Ignacio Vélez Pareja, Carlos Augusto García, Manuel Ospina Acosta, Julián Castillo, Rosario Carrizosa Calle, Alejandro Parada Torres Directora Rosario Carrizosa Calle rcarrizo@poligran.edu.co Editor Alejandro Parada Torres revistap@poligran.edu.co Fotógrafos Santiago González, Rubén Pinzón Corrección de estilo Gustavo Patiño Díaz Colaboradores Andrés González, Mauricio Salazar, Nelson Garzón, Carolina Jaramillo Publicidad Denis Franco mercadeo_corp@etb.net.co Diseño y diagramación Lemoine Comunicación ILC.iNK Impresión Panamericana Formas e Impresos S.A. Departamento de Comunicaciones y Editorial Eduardo Norman Acevedo ednorman@poligran.edu.co 2 EL POLI FEBRERO 2006

3 EDITORIAL acuerdo con las necesidades de organizaciones grandes, medianas y pequeñas, gestionada por la Vicerrectoría de Programas Especiales a través del Departamento de Formación Empresarial y de la Fundación Compuclub, así como en la prestación de diversos servicios de consultoría a las empresas, han convertido al Politécnico Grancolombiano en una de las instituciones de educación superior más cercanas a los sectores productivos de Colombia. Nos sentimos orgullosos de la labor realizada, pero somos conscientes de que la educación es un campo ilimitado, en el cual siempre queda un camino infinito por recorrer. No sólo queremos seguir aportando a la educación superior, sino a todas las franjas o ciclos de la pirámide del sistema educativo (preescolar, básica, media académica o técnica, no formal, técnica, tecnológica, profesional y de postgrado), como lo hemos venido haciendo hasta ahora, pues todas ellas presentan enormes retrasos y deficiencias, lo que se constituye en la más grave limitación al desarrollo socio-económico y a la competitividad internacional del país. Felicitaciones y agradecimientos a los fundadores, consejeros superiores y delegados, ex rectores, vicerrectores y directivos en general, colaboradores, profesores, egresados, estudiantes y todas las personas que de muchas formas han hecho posible el desarrollo de esta querida Fundación! FEBRERO 2006 EL POLI 3

4 César Tulio Delgado Hurtado Abogado de la Universidad Javeriana. Luego de desempeñar importantes cargos en la administración distrital de Bogotá, se ha caracterizado por su capacidad de sacar adelante proyectos nue- T res rectores En sus primeros veinticinco años, la Fundación Politécnico Grancolombiano sólo ha tenido tres rectores. Estos son sus perfiles y sus aportes más destacados a nuestra Institución. Jaime Córdoba Zuloaga Fue fundador y primer rector, desde 1980 hasta Durante su rectorado el Politécnico tuvo un significativo crecimiento y consolidó los cimientos que le permitirían el gran desarrollo que ha tenido como institución de educación superior técnica, tecnológica y universitaria. Es abogado-economista, graduado en la Universidad Javeriana, con especializaciones en Israel sobre desarrollo rural integrado; en el INCAE de Miami, en gestión de la empresa internacional y en el INALDE de México en alta gerencia. Ha ocupado importantes cargos tanto nacionales como internacionales y también ha tenido una importante trayectoria académica e intelectual. Ha sido presidente de ANIF y de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC). Representante por Colombia ante la UNESCO, y en 1995 fue elegido embajador ante la Comunidad Andina de Naciones (CAN), en Lima (Perú). Fue, además, conjuez del Consejo Nacional Electoral y gerente de Macroproyectos de la Gobernación del Valle del Cauca. En su carrera académica se ha desempeñado como docente en las universidades de la Sabana, de Santander, de Manizales, Politécnico Grancolombiano, Sergio Arboleda, Forum e Inalde. También, ha sido consultor empresarial. Es autor de numerosas publicaciones y ensayos técnicos en su especialidad de negocios internacionales y política de empresa. Es conferencista especializado en comercio, política exterior y entorno empresarial y, como tal, ha participado en los principales foros continentales y en las principales ciudades de Colombia. Recientemente fue consultor del Banco de Colombia en su programa de asesoría empresarial a sus mejores clientes, y de Siemens en la zona andina, en su programa empresarial de mejoramiento continuo. Ha recibido varias distinciones en reconocimiento a su labor profesional, entre otras, la elección como Ejecutivo del Año por la Cámara Junior, la Orden Nacional del Comercio de Fenalco y la Orden Nacional de la Democracia, otorgada por el Congreso de la República de Colombia. Actualmente se desempeña como Presidente de Metro Cali S. A., empresa ejecutora del Sistema Integrado de Transporte Masivo en la caita del Valle del Cauca. 4 EL POLI FEBRERO 2006

5 Politécnico Grancolombiano en sus inicios Politécnico Grancolombiano 2005 vos o en dificultades, como lo hizo en el sector privado con varias empresas del Grupo Grancolombiano, tales como Distribuidora El Dorado, Tecimpre y Pastas La Sirena. Por ello ha alcanzado un gran prestigio como administrador estratégico. Ha pertenecido a innumerables juntas directivas. El cargo más prolongado que ha desempeñado es, precisamente, la Rectoría del Politécnico Grancolombiano, entre 1983 y Al poco tiempo de posesionarse como tal, la Institución perdió el apoyo empresarial, debido a la destrucción del Grupo Grancolombiano, pero en poco tiempo, haciendo gala de su capacidad estratégica, logró convertirla en empresa plenamente autosuficiente. Durante su gestión consolidó un excelente equipo directivo, buena parte del cual permanece todavía; se establecieron nuevos y novedosos programas académicos; se incrementó enormemente la población estudiantil; se sentaron las bases de un importante desarrollo tecnológico; se transformó la Fundación de institución tecnológica en institución universitaria; se crearon los ciclos profesionales complementarios de los programas tecnológicos, y se alcanzó un desarrollo importante en los servicios de capacitación de recursos humanos y consultoría al sector empresarial, entre muchas otras gestiones. Ha demostrado siempre una irrestricta lealtad al doctor Jaime Michelsen Uribe, bajo cuyo liderazgo transcurrió una parte muy importante de su carrera profesional. Esa lealtad fue fundamental para la supervivencia del Politécnico Grancolombiano en circunstancias de extrema dificultad. Actualmente se desempeña como abogado y consultor empresarial. Pablo Michelsen Niño Actual rector del Politécnico Grancolombiano. Durante su gestión, la Institución se ha ubicado entre las universidades más reconocidas del país, pues ha experimentado notables progresos en todos los órdenes. Es abogado y especialista en ciencias socioeconómicas de la Universidad Javeriana y certificado en administración de negocios de la Universidad de Oxford, de Inglaterra. Desde 1975 ha desempeñado diversos cargos administrativos y directivos en la organización Grupo Grancolombiano, culminando en la Gerencia General de Palmas Oleaginosas Bucarelia S. A. y en la Gerencia de la Compañía Industrial Grancolombiana S. A. (Cingra). Ha pertenecido a numerosas juntas directivas. Actualmente le dedica la casi totalidad de su tiempo a fundaciones sin ánimo de lucro y a instituciones de beneficio social, entre ellas el propio Politécnico, la Universidad del Istmo (Panamá), la Fundación Educacional Ana Restrepo del Corral, las Fundaciones Carlos y Roberto Michelsen y la Fundación Ychuensuca para el Bienestar Social (antes Fundación Grupo Grancolombiano). Es autor de numerosos ensayos, discursos y textos dirigidos especialmente a la comunidad universitaria sobre las contradicciones y absurdos de la historia de la humanidad, el fenómeno mundial de la globalización, la ética y la legalidad en la globalización, la educación tecnológica y el sistema educativo colombiano. También ha escrito numerosos documentos jurídicos y de explicación de lo que realmente pasó en el caso del Grupo Grancolombiano. Considera que su misión más importante, sin perjuicio de las obras sociales, es la defensa y la reivindicación para la historia de la vida y la obra de su padre, el doctor Jaime Michelsen Uribe, quien fue uno de los empresarios más importantes que ha tenido Colombia. A este cometido ha dedicado enormes esfuerzos. FEBRERO 2006 EL POLI 5

6 Los Fundadores del Politécnico Grancolombiano Jaime Michelsen Uribe Por iniciativa de los doctores Jaime Michelsen Uribe y María Cristina Niño de Michelsen se crearon o se promovieron, alrededor de la organización Grupo Colombiano, diversas fundaciones sin ánimo de lucro e instituciones de beneficio social, especialmente de carácter educativo. Entre otras, las fundaciones Colombianos y Grupo Grancolombiano, Centenario del Banco de Colombia (con su programa nacional de becas), El Muro Blanco, El Arke, Teletón y Jurídica Colombiana; los colegios Fundación Centenario del Banco de Colombia y Fundación Ana Restrepo del Corral; la Escuela Colom- María Cristina Niño de Michelsen biana de Ingeniería, la Universidad del Istmo (en Panamá) y otras universidades; el Instituto Ser de Investigación, y el Museo de Arte Moderno de Bogotá, hoy MAMBO. Algunas de estas obras eran totalmente dependientes del Grupo Grancolombiano, pero un buen número de ellas lograron subsistir autónomamente, en circunstancias de extrema dificultad. El doctor Jaime Michelsen Uribe, a pesar de las increíbles injusticias de que fue víctima por parte de la sociedad colombiana, tarde o temprano será reconocido como uno de los grandes empresarios de Colombia y como una persona especialmente bondadosa, cuya mayor preocupación fue siempre servir a los demás. Soportó su tragedia con ejemplar estoicismo. Falleció el 4 de julio de 1998 a consecuencia de un grave cáncer que difícilmente lo derrotó. La doctora María Cristina Niño Reyes compartía plenamente este espíritu de bondad de su esposo. Sus mayores preocupaciones fueron su familia y sus obras sociales. Hay varios aspectos de su vida que reflejan su descomunal tenacidad. Estudió derecho cuando ya tenía siete hijos, y su última hija, Laura, nació entre el primero y el segundo año de la carrera. Cuando la adversidad más cruel e injusta se ensañó contra ella, contra su marido y contra su familia, nunca permitió que se dieran por vencidos, hasta el punto de que gracias a su entereza y firmeza de carácter, pudieron reconstruir sus vidas. Durante los 22 meses y medio de secuestro de su hija Camila por parte del M-19 nunca admitió ni la más mínima sugerencia de que ella no estuviera viva. Doña María Cristina falleció el 28 de noviembre de 2004, después de soportar con gran valor una penosa enfermedad. El Acta de constitución de la Fundación Politécnico Grancolombiano (1 de julio de 1980) y la Escritura Pública No. 291 del 3 de diciembre de 1980, por medio de la cual se protocolizaron, entre otros documentos, dicha Acta y la Resolución No del 4 de noviembre de 1980 del Ministerio de Educación Nacio- 6 EL POLI FEBRERO 2006

7 Politécnico Grancolombiano en sus inicios nal, por la cual se otorgó personería jurídica a la Fundación, fueron suscritas por los siguientes altos directivos del Grupo Grancolombiano, quienes realizaron los aportes económicos iniciales: Jaime Michelsen Uribe (presidente del Banco de Colombia) Manuel José Arrázola Escobar (presidente de Pronta) Rafael Padilla Andrade (presidente de las Aseguradoras Grancolombianas) Juan Agustín Carrizosa Tobar (presidente de Granahorrar) Armando Carbonell Ospino (presidente de Granfinanciera) Bernardo Borrero Osorio (presidente de Almacenar) Eduardo Fernández Escovar (gerente de Diners Club de Colombia) Luis Guillermo Perry Ferreira (presidente de Inversiones Bogotá) José María de Guzmán Mora (presidente de Cine Colombia) Fernando Umaña Rojas (gerente general de Palmeras de la Costa y Palmas Oleaginosas Bucarelia) Antonio José Escovar Restrepo (presidente de Leasing Grancolombiana) Enrique Michelsen Concha (gerente de la Industria Harinera) Fernando Villaveces Atuesta (gerente de Computec) Abraham Robles Martínez (gerente de Sherwin Williams de Colombia) Jaime Zuleta Jaramillo (Grupo Grancolombiano S.A. e Inducom) Fidel Cano Jaramillo (gerente de Tecimpre) Eduardo Escovar Restrepo (gerente de Granvivienda) Guillermo Amado Leguizamón (gerente de la Fábrica de Muebles Artecto) Carlos Fernández Trujillo (gerente de Editores Grancolombiana) Carlos V. Vargas López (gerente de Proindustrial) Silvio García Cardona (gerente de Sidelan) Fernando Senior Calle (gerente de Graninversión) Tanto el Acta como la Escritura también fueron rubricadas por Jaime Córdoba Zuloaga, como primer representante legal y rector del Politécnico Grancolombiano. Cinco personas fundamentales Al lado de los fundadores es imperioso mencionar a cinco directivos sin los cuales la Fundación Politécnico Grancolombiano no habría alcanzado la importancia que hoy tiene: El economista Mauricio Rubio García, actual vicerrector de Programas Especiales, colaborador desde 1982, el directivo más antiguo, a quien el Rector califica ante propios y extraños como alma, vida y sombrero del Politécnico Grancolombiano. Tiene influencia sobre todos los aspectos de la vida institucional. El economista Jürgen Chiari Escovar, directivo desde 1982, actual vicerrector Académico, quien es el gran gestor de la estructura académica de la Institución. El arquitecto Daniel Pombo Pombo, actual vicerrector de Desarrollo Institucional, quien como vicepresidente de Inmuebles del Banco de Colombia construyó el especialísimo campus principal de la Fundación y después de estar ausente durante varios años, regresó en 1997 para continuar desarrollando toda la infraestructura institucional. El ingeniero Fernando Umaña Rojas, actual vicerrector Administrativo, quien después de realizar valiosos aportes económicos a la Fundación como gerente de las dos compañías palmicultoras, se vinculó directamente para ofrecerle su orden y su impronta gerencial. La abogada Juanita Michelsen Niño, actual decana de la Facultad de Mercadeo y Publicidad, quien ha logrado un amplísimo reconocimiento nacional e internacional para su Facultad y es la directiva a quien los estudiantes ovacionan con mayor cariño. FEBRERO 2006 EL POLI 7

8 Por Sergio Hernández Director de Desarrollo Académico El avance a grandes saltos De institución tecnológica a universitaria En sus 25 años de funcionamiento, el Politécnico Grancolombiano ha cubierto tres grandes etapas: su fundación como institución tecnológica, su conversión a institución universitaria y su actual momento de desarrollo orientado por el Salto Académico propuesto por el Rector, doctor Pablo Michelsen Niño. La Institución inició labores en 1980 como una opción educativa de carreras cortas y con rápido acceso al empleo, producto de la visión de sus fundadores, los doctores Jaime Michelsen Uribe y María Cristina Niño de Michelsen, y con el concurso de importantes empresas de los diferentes sectores productivos del país, cuyos representantes, en cabeza del doctor Michelsen Uribe, promulgaron la siguiente declaración de principios: Los fundadores del Politécnico Grancolombiano, impulsados por su fe en nuestra nación, convencidos de la necesidad de capacitar a nuestros compatriotas para Politécnico Grancolombiano en sus inicios que contribuyamos conjuntamente a mejorar los medios de nuestra vida social y seguros de que la educación enaltece y hace libre al hombre, han creado este centro de educación en el que prevalecerán los principios de la verdad, la igualdad y el respeto a todos los valores propios que nos distinguen, nacidos de las tradiciones de lo colombiano 1. Durante esa primera etapa, la formación impartida en los programas de Administración Bancaria, Administración de Costos y Auditoría, Administración de Seguros, Administración Financiera y Administración de Sistemas tuvo como propósito calificar el recurso humano de estos sectores de servicios, bajo una innovadora modalidad pedagógica centrada en la profesionalización de actividades hasta ese momento empíricas, con el desarrollo de prácticas empresariales, gracias al apoyo de la organización Grupo Grancolombiano, gestora del proyecto. En esta misma etapa, y teniendo como referente el Decreto 80 de 1980, nuestra Institución amplió su portafolio de programas con las tecnologías en Mercadeo y Publicidad y en Administración de Empresas Agropecuarias; asimismo, extendió sus servicios educativos de educación no 1 Estatutos del Politécnico Grancolombiano, promulgados el 1 de julio de EL POLI FEBRERO 2006

9 Politécnico Grancolombiano 2005 formal por medio de programas a la medida de las empresas para fortalecer la gestión en ambientes de competencia, disminuyendo la brecha que tradicionalmente ha existido entre universidad y empresa. Estos programas a la medida, además de contribuir al desarrollo de las organizaciones, han generado propuestas académicas, como el Programa Técnico Profesional en Administración de Servicios para Aerolíneas, el cual nació como una alianza entre el Politécnico y Avianca; hoy, como programa técnico profesional, forma el recurso humano de distintas aerolíneas nacionales e internacionales que funcionan en nuestro país. En 1992, con la promulgación de la Ley 30, el Politécnico Grancolombiano, con los resultados académicos logrados y atendiendo la demanda de sus egresados por alcanzar mayores niveles académicos, solicitó y obtuvo de las autoridades estatales su reconocimiento como institución universitaria; y con él, la creación de los ciclos profesionales en Administración de Empresas, Mercadeo y Publicidad e Ingeniería de Sistemas; a su vez, el programa tecnológico en Administración de Costos y Auditoría se transformó en el programa profesional de currículo integrado en Contaduría Pública. Por la misma época inició labores la Escuela de Postgrado, unidad integradora de los proyectos de especialización del conocimiento en diferentes áreas del saber, cuyo propósito esencial es mejorar los niveles de competencia profesional de sus egresados, quienes se capacitan para liderar proyectos empresariales con solvencia gerencial, atendiendo las necesidades actuales del mundo de los negocios: visión integral, velocidad, flexibilidad y gran impacto. Desde 1992 hasta la fecha, el Politécnico Grancolombiano ha dado respuesta a las necesidades sociales y profesionales con la creación de los programas de Comunicación Social-Periodismo, Negocios Internacionales, Matemáticas, Medios Audiovisuales, Ingeniería Industrial, Derecho, Administración Pública y Psicología. De igual manera, se encuentran para obtención del registro calificado ante el Ministerio de Educación Nacional el programa de Especialización en Alta Gerencia y el de pregrado en Artes de la Escena con énfasis en Dirección y Pedagogía Teatral, Actuación Escénica, y Dramaturgia y Teatrología. En 1995, con el propósito de establecer un brazo tecnológico que apoyara sus planes de actualización, el Politécnico Grancolombiano adquirió la firma Compuclub Ltda., entidad especializada y líder en capacitación informática. En 1999 Compuclub se convirtió en fundación, siguiendo las políticas trazadas por el Politécnico y creando una alianza educativa estratégica con visión de futuro. En concordancia con la filosofía de sus fundadores, el Politécnico Grancolombiano, en asocio con la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) Bogotá, desde 2003 ofrece, por medio del Bogotá Community College, programas técnicos laborales que cumplen con el doble objetivo de capacitar personal calificado operativo para las empresas y formar en ocupaciones y oficios a quienes más adelante harán su ingreso a la educación formal universitaria. Con base en tal desarrollo histórico y desde su condición de institución universitaria, el Politécnico Grancolombiano reafirma su proyecto educativo sobre el precepto de responder cabalmente al nuevo régimen estatal colombiano y a los imperativos de la globalización, como la certificación de procesos basados en normas técnicas internacionales de calidad y la internacionalización de la vida académica, como lo expresa el Rector en su propuesta del Salto Académico. FEBRERO 2006 EL POLI 9

10 Por Alejandro Parada Torres Editor El POLI Crecer creciendo Corta historia de la construcción y evolución física del Politécnico Grancolombiano bajo la dirección del arquitecto Daniel Pombo Seis meses antes de ser inaugurado el Politécnico Grancolombiano, hace un poco más de 25 años, el arquitecto Daniel Pombo fue llamado por el Dr. Jaime Michelsen Uribe. Daniel, que por aquellos días estaba por los veintitantos años y gozaba del carácter fuerte heredado de su padre, se acercó como es natural un poco tímido al presidente del Banco de Colombia y gestor del Grupo Grancolombiano. Un rato después, al salir de su oficina, había aprendido la primera de las más importantes lecciones de su vida: No preguntar bobadas. Hoy, Daniel Pombo, el arquitecto que diseñó y construyó nuestra Institución y actual vicerrector de Desarrollo Institucional, recuerda aquella conversación: Daniel, necesito hacer un politécnico. Disculpe, doctor respondió Daniel, qué es un politécnico? Si me tiene que preguntar, usted no me sirve!!! Para Daniel Pombo decir que no sabía fue una tontería, porque no produjo nada; desde ahí él sabe que investigar, preguntar y consultar es el secreto del éxito de todo Daniel Pombo nuevo reto. Entonces, prefirió aprovechar la oportunidad, por eso su segunda pregunta fue: Para cuándo lo quiere, doctor?. Tal como lo pidió el Dr. Michelsen, exactamente seis meses después el Politécnico Grancolombiano era una realidad y abría sus puertas a los estudiantes. Sin embargo, de ese proceso de pensar un politécnico, diseñarlo, construirlo, inaugurarlo, adecuarse a nuevas necesidades en la medida en la que la Institución ha crecido, poco se conoce, así que a continuación les contaremos algunos detalles. La primera sugerencia de ubicación para construir nuestra Institución fue Chía, pero hace 25 años, cuando la mayor actividad de la ciudad se vivía entre el centro y la calle 72 aún sin oficinas, para Daniel Pombo no era apropiado construir fuera de Bogotá, porque el transporte público hacia Chía era escaso en esa época a determinadas horas y la idea inicial del Politécnico era capacitar a empleados para que mejoraran su nivel de vida y tuvieran acceso a mejores puestos laborales. Buscó una solución y la encontró, junto con un problema, que también tuvo que resolver: como él administraba para el Banco de Colombia algunos terrenos, propuso unas tierras ubicadas en una montaña. El inconveniente era cómo transportar a los estudiantes desde la ciudad hasta esa montaña. Caminó como acostumbra hacerlo cuando piensa y recordó el puente aéreo entre Nueva York y Washington, que conoció cuando vivió en los Estados Unidos, así que lo adaptó al Politécnico y estableció el sistema de buses que hoy transporta a los estudiantes desde la séptima hasta la universidad. En lo referente al diseño arquitectónico, la principal influencia de Daniel Pombo al concebir el Politécnico fue su alma máter: la Universidad de los Andes. Tal vez porque siempre le gustó la manera en que él pudo caminar entre bloques y caminos, sentarse en algún lugar tranquilo a ver pasar la gente y esperar el cambio de 10 EL POLI FEBRERO 2006

11 Politécnico Grancolombiano en sus inicios clase; o, en especial, porque en realidad no tuvo tiempo para inspirarse en otras cosas. Entonces, tomó el lápiz y dibujó los planos con agilidad, pues también estaba encargado de conseguir las licencias, hacer los estudios topográficos y de ingeniería y, entre otros muchos oficios que le demandaba el Banco de Colombia y el Grupo Grancolombiano, construir con rapidez un politécnico del cual apenas se estaba enterando. A primera vista, pensar en construir en una montaña puede verse complicado; sin embargo, Daniel vio esto como una ventaja, pues le permitió hacer una construcción si se quiere, más divertida, afirma. El secreto del éxito del diseño consistió en que no aplanó ni emparejó nada, sencillamente se adecuó al terreno; por eso, aunque las aulas tipo auditorio son un gran acierto, fueron el resultado de adaptarse a las normales inclinaciones y desniveles del terreno. Por esa razón no hay ningún gran edificio en el Politécnico Grancolombiano, porque Daniel también tenía clara la limitación de sólo poder construir dos pisos, así que se dedicó a sembrar bloques, aulas y pequeños edificios de manera armónica con la naturaleza. El resultado, su gran logro, según él, fue acomodarse al terreno. Una vez en pie los edificios, siguieron muchos aspectos por solucionar, por ejemplo, los tableros. Ese sistema de tableros corredizos que puede pasar inadvertido por muchos estudiantes fue invención de Daniel Pombo, en realidad, una manera de solucionar un problema que él sufrió en su época de estudiante: Nunca supe si tomar notas o poner atención al profesor ; por eso decidió que un sistema de paneles móviles era la solución para que el profesor apunte, mueva el panel, continúe y, al final, el alumno que no haya alcanzado a tomar apuntes se quede y lo haga. Una vez solucionados los muchísimos detalles que no terminaríamos de enumerar en este corto espacio, se inauguró el Politécnico Grancolombiano. Con el correr del tiempo se crearon nuevas exigencias, por ejemplo, el paso de institución tecnológica a una universitaria, traducido en carreras como Mercadeo y Publicidad, Comunicación Social-Periodismo o Medios Audiovisuales que requerían estudios de fotografía, salas de edición de sonido y video, estudios de televisión, entre otros, además del crecimiento de la población estudiantil y sus necesidades en bibliotecas, etc. Todo ello planteó el reto de crecer de manera armónica sin desvirtuar la integridad del campus. Aunque Daniel Pombo estuvo un tiempo fuera del Politécnico, sin lugar a dudas ha sido el responsable de la adecuación, de pensar el crecimiento, como lo hace desde hace años a través de la búsqueda de la aprobación del Plan de Regularización y Manejo de nuestra Institución, a la cual ve en otros 25 años igual, pero en grande Al preguntarle cómo se ha adecuado a los cambios a lo largo de estos años, simplemente responde: creciendo, que es su manera de expresar el enfrentarse al reto haciendo, investigando, averiguando, preguntando y comprobando si la cosa funciona, como en aquel día de la inauguración del Politécnico Grancolombiano, cuando se sentó a un lado de la plazoleta a mirar si los estudiantes se sentaban allí; de pronto, una periodista francesa se le acercó al enterarse que él era el arquitecto y le preguntó: Disculpe, arquitecto, qué hace? Pues mirando si esto funciona Y funcionó. FEBRERO 2006 EL POLI 11

12 Una empresarial visionaria misión Por Juan Agustín Carrizosa Tobar Obligación y responsabilidad de todo empresario, más en un país en el que hay tanto y tan urgente por hacer, debe ser la de aplicar a la indispensable visión creadora una perspectiva de futuro; cuando un desempeño empresarial se logra convertir en realidad palpable y el empeño ha rendido abundantes frutos, lo que debería seguir es poner todo el esfuerzo en la tarea de dotar a esa visión de empresa de un contenido social que se exprese en ganancia colectiva; entonces, se propone como objetivo fundamental devolver a su país, a la ciudad y a sus compatriotas algo que en verdad contribuya a enriquecer y enaltecer el tejido social, mejorando de tal manera el patrimonio cultural del entorno. Qué mejor manera entonces de luchar por tan laudable propósito que embarcarse en la creación de una fundación educativa, con perfiles de excelencia, que se ocupara de enseñar a las juventudes y despertar en ellas el deseo y la acción necesarios para convertirlas en forjadores de empresa, galvanizando de tal manera los mejores esfuerzos de juiciosas y aplicadas mentes juveniles. Pues bien, esta idea visionaria, surgida de la imponderable creatividad de un empresario, el Dr. Jaime Michelsen Uribe, impulsada y alentada por él, se constituyó en el germen de lo que hoy es para orgullo de la comunidad universitaria el Politécnico Grancolombiano, Institución Universitaria. En efecto, bajo los auspicios económicos del por entonces llamado Grupo Grancolombiano, bajo la orientación de su fundador y con su permanente aliento y veeduría, nació el Poli como una institución de educación tecnológica capaz de formar cuadros de profesionales ampliamente calificados para desempeñarse como factores de enriquecimiento personal y empresarial en su propio beneficio y, para rematar, en el del grupo de compañías que lleno de optimismo y fervor concurrió a su fundación. Desde entonces han transcurrido para el Politécnico Grancolombiano algo más de 25 años, durante los cuales, aquella aventura creadora y progresista ha venido creciendo y multiplicándose en sí misma de manera exponencial. Transformado el Poli algunos años más tarde en institución universitaria con el fin de acomodarse de mejor manera al querer de la población estudiantil y a la idiosincrasia de los colombianos, el Politécnico Grancolombiano terminó su consolidación como verdadero laboratorio de cultura empresarial, entregado a la constante formación de profesionales de excelencia: gerentes capaces, bien formados académicamente, con orientaciones y criterios bien definidos y, por encima de todo, cultores de los más altos valores éticos y morales en bien de una Colombia que requiere a sus mejores hijos para conducirla por senderos de la paz y de progreso espiritual y material. 12 EL POLI FEBRERO 2006

13 Por Departamento de Comunicaciones y Editorial sugieran@poligran.edu.co Amor contable Germán Alberto Escobar Pavía conoció el Politécnico Grancolombiano antes de su construcción, hacia 1977, cuando se desempeñaba como auditor interno del Departamento de Contabilidad de Almacenar, empresa del Grupo Grancolombiano, donde fue testigo de la donación que ésta realizó, así como lo hicieron otras empresas, para la creación de nuestra Institución. El lunes 23 de marzo de 1981, los cronómetros en cero del Politécnico Grancolombiano empezaron a correr sin detenerse. Ese mismo día, a las 5:30 p. m., Germán Alberto Escobar Pavía, un primíparo de la jornada nocturna de Tecnología en Costos y Auditoría, hacía fila en el parquecito de la calle 54 con carrera 7.ª, mientras esperaba el bus que lo llevaría por primera vez a una institución de la cual seguiría haciendo parte 24 años más tarde. Cursaba quinto semestre de Contaduría Pública en la Universidad Central cuando se enteró de que una nueva institución tecnológica estaba por abrir sus puertas para no cerrarlas nunca. Renunció a una beca en dicha universidad porque, según él, creyó en la escuela tecnológica y porque en esa época estaba en apogeo el tema del comunismo y en la Central era frecuente que no dejaran dictar clases, hasta que se aburrió. En sus años de estudiante, no contó con una biblioteca de cuatro niveles, ni con una cafetería para más de 400 personas, y el espacio que hoy ocupan los bloques G, H y K, en ese momento era un panorama que sólo revelaba monte. En ese entonces, el Politécnico Grancolombiano era una universidad un tanto diferente a lo que es hoy, pero la esencia sigue intacta: el amor, el respeto y la honestidad siguen siendo una impronta imborrable a la hora de educar, según dice el actual decano de la Facultad de Contaduría Pública de nuestra Institución. Del pupitre al atril Después de graduarse, se desempeñó como evaluador de las prácticas profesionales de su facultad, posteriormente como vicedecano y luego como docente. Según Escobar, la diferencia entre entrar al aula con cuaderno en mano y entrar un maletín, es que en la primera entraba asustado y en la segunda, dos veces más asustado, porque la responsabilidad de ser maestro es enorme. Cuando habla del Politécnico Grancolombiano lo hace con agradecimiento, con alegría, porque, en sus palabras, le dieron una oportunidad, lo han tenido en cuenta y han ayudado a su familia. El primíparo que alguna vez hacía fila para esperar el bus que lo llevaría al Poli, hoy lleva más de 24 años vinculado a la institución. Tiene muchos recuerdos, la puerta de su oficina siempre está abierta, los profesores cuchilla le caen mal y, según dice, siempre lleva la consigna de honestidad, sencillez y humildad, que son las virtudes que hacen a los grandes maestros. Ese lunes 21 de marzo de 1981, el Politécnico Grancolombiano inició labores con un total de cinco programas tecnológicos y un poco más de 200 estudiantes para la jornada nocturna. Entre ellos estaba alguien que se amañaría a pesar del frío, que entregaría su vida laboral a la Institución, que crearía una Facultad de Contaduría Pública donde los estudiantes son considerados grandes inversiones y donde son formados con mucho amor para ser gerentes, esa es la bandera de mi decanatura, afirma. Alguien que dice haber tenido la oportunidad de ver pasar por sus salones de clase a más de estudiantes desde 1984 hasta hoy, pero que con humildad afirma que muchos de ellos lo han superado; que para alegrar un poco más su jornada laboral, trae a su nieta a que lo acompañe, y mientras ella, sentada en la silla del decano juega en el computador, Germán Alberto Escobar Pavía la mira, y casi con seguridad se puede decir que ve en ella un futuro tan importante, que siente la necesidad de seguir trabajando para que la labor educadora sea el pilar del futuro de quienes manejen el país más adelante. FEBRERO 2006 EL POLI 13

14 T Diálogo Diálogo 14 EL POLI FEBRERO 2006 Por Departamento de Comunicaciones y Editorial sugieran@poligran.edu.co

15 Diálogo res generacionesde grancolombianos Hace cerca de 25 años, el grupo de alumnos que por primera vez llegaba a clases en el Politécnico Grancolombiano encontró una universidad sembrada en la mitad de una montaña. Aunque el frío era penetrante y pasaron por algunos aprietos para llegar, se reconfortaron al descubrir la belleza del campus, la calidad de los docentes y la fraternidad de sus compañeros. Desde ese día hasta hoy, miles de estudiantes han pasado por las aulas de nuestra Institución, y aunque muchas cosas hayan cambiado, hay dos que no lo harán: la calidad académica del Politécnico Grancolombiano y, al igual que los profesores, directivos y estudiantes, un compañero fiel: el frío. En realidad la temperatura no siempre es tan fría: muchas mañanas y tardes son soleadas, como ésta en la que EL POLI, nuestra Revista Institucional, reunió a tres estudiantes de diferentes épocas para que, en un diálogo informal, hablaran de la manera en que hoy cada una de estas generaciones percibe al Politécnico Grancolombiano. Mario González, egresado de la primera promoción y actual profesor de planta de nuestra Institución; Miguel de Narváez, Diálogo FEBRERO 2006 EL POLI 15

16 Creo que el Politécnico Grancolombiano fue pionero en la educación tecnológica en Colombia. Mario González egresado de una promoción intermedia y fundador de Sonido Comercial (una de las más exitosas empresas en el área de la publicidad en Colombia), y Alejandro Parada, estudiante de octavo semestre de Comunicación Social-Periodismo y editor de esta revista, fueron los elegidos para contar sus diferentes experiencias, reunidas en el lugar donde todo comenzó: el Politécnico Grancolombiano. EL POLI: Ustedes pertenecen a tres épocas diferentes del Politécnico Grancolombiano, ahora que están frente a frente, comencemos a recordar y hablemos un poco de sus experiencias. Mario González (MG): Saben de qué me acuerdo? De mi primer día de clases en la Facultad de Tecnología de Sistemas, en julio de 1981 a las seis de la tarde. Ese día todos veníamos con la pinta de primíparos. Las niñas, muy lindas y elegantes (con sus respectivos tacones y todo), cuando, de pronto, cayó un aguacero terrible. Los buses no podían llegar hasta la universidad porque la carretera era despavimentada. Así que todos cerca de 250 personas tuvimos que llegar a pie; obviamente, la embarrada fue descomunal. A las mujeres se les quedaban los zapatos clavados en la tierra y todos terminamos empapados. Un recuerdo inolvidable del primer día de clases. Miguel de Narváez (MN): En cambio, yo entré a la universidad en 1986, cuando hacía mucho rato que habían pavimentado la carretera. Terminé en 1989 mis estudios de Mercadeo y Publicidad, cuando todavía la carrera era únicamente tecnológica, luego salió el ciclo profesional. Alejandro Parada (AP): A mí me tocaron las vías perfectas, pero tenía que hacer Mario González fila en el parque de la calle 54, donde entonces estaba el paradero de los buses que nos traen hasta la universidad. En 1996 empecé mi carrera de comunicación social-periodismo (era el primer día de clases de la Facultad) y aunque debí haberme graduado hace mucho rato, me retiré por un tiempo considerable. Regresé y aquí estoy, muy cerca de terminar mis estudios. EL POLI: Mario, usted, que fue de los primeros en llegar, cómo fue su experiencia como estudiante? MG: El frío era terrible. Hoy en día, aunque la gente se queje, parece clima caliente. En los salones había ionizadores porque el grado de humedad era impresionante; sin embargo, académicamente el nivel de la Institución ha sido formidable desde el comienzo. Muchos profesores eran de la Universidad de los Andes, institución que fue el principal asesor académico en esa primera etapa del Politécnico Grancolombiano. Además, en ese primer momento, las tecnologías del Politécnico producían gran interés, pues no existía un tipo de educación de estas características. Creo que el Politécnico Grancolombiano fue pionero en la educación tecnológica en Colombia. EL POLI: Miguel, por qué se decidió por el Politécnico Grancolombiano? MN: Yo estudiaba en el CESA, pero no me sentía realizado, no era feliz. En ese momento varios amigos míos estudiaban en el Politécnico Grancolombiano y estaban dichosos, así que me dije: Algo debe estar pasando allá arriba. Un buen día vine a conocer la universidad y quedé fascinado con el campus, así que hablé con Jürgen Chiari, el vicerrector Académico, quien me contó de la carrera de Mercadeo y Publicidad, que en ese momento acababa de comenzar. Además, era novedosa porque mezclaba bases de administración de empresas con publicidad y eso me pareció interesante, así que entré sin dudarlo mucho. Lo otro que me llamaba mucho la atención era el concepto de estudiar y trabajar. Eso me parecía maravilloso porque yo era de los inquietos que preferían trabajar desde el inicio de mis estudios. Por otra parte, me gustaban las tres jornadas, porque había una gran diversidad de personas. Además, en esa época el Politécnico tenía la connotación de play y entonces estudiaban una niñas divinas, y era una maravilla. EL POLI: Alejandro, usted por qué decidió estudiar aquí? AP: Yo había oído del Politécnico por amigos; quería estudiar periodismo, pero no sabía dónde, así que vine y leí el pensum, pero la verdad no tenía la menor idea de lo qué era la semiótica o tantas otras materias que estaban allí. Pero hubo algo que me llamó la atención: fotografía, se veía en primer semestre. En otras uni- 16 EL POLI FEBRERO 2006

17 Yo debo decir que realmente me realicé como persona en el Politécnico Grancolombiano. Para mí, de lejos, fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida. Miguel de Narváez versidades esa materia sólo se veía varios semestres adelante y a mí me gusta mucho la fotografía; además, la Facultad era nueva, me agradó la idea de hacer parte de una nueva carrera, que, suponía, tendría las últimas tendencias en todo. Y creo que no me equivoqué. EL POLI: Mario, de los tres, usted es el que menos podía conocer de la Institución cuando ingresó en calidad de estudiante, por qué, si apenas nacía, decidió entrar al Politécnico Grancolombiano y no a otra universidad, posiblemente, con mayor trayectoria? MG: Fue cuestión de corazonada. En ese momento yo trabajaba en la Empresa de Teléfonos de Bogotá (ETB), y junto con otros cuatro compañeros teníamos ganas de continuar nuestros estudios. Vimos varias opciones, pero al llegar al Poli quedamos encantados con la infraestructura física, además de los programas. Luego de ver el pensum y la orientación, todos quisimos ingresar, y así lo hicimos. EL POLI: Mario, cuál cree que es la impronta por la que se distingue a un egresado del Politécnico Grancolombiano? MG: En mi caso fue fundamental haber recibido orientación no sólo teórica, sino también práctica. Eso me dio un distintivo en el trabajo porque tenía herramientas adicionales. Incluso, mi jefe de ese tiempo en la ETB me decía que se veía la diferencia con otros trabajadores egresados de otras instituciones, porque yo era práctico. Aprendí a ser autosuficiente y aunque me respaldaban unos conocimientos, en una empresa se requiere acción. Cuando terminé mis estudios me ascendieron y alcancé buenas posiciones en la ETB. AP: Aunque aún no soy egresado, creo que Miguel de Narváez el sello empresarial es clave. Además, he visto que los egresados del Politécnico tienen sentido de pertenencia con la universidad. En mi caso, como editor de esta revista, he podido observar que los ex alumnos se interesan por la Institución, les gusta saber de ella, a tal punto que si EL POLI no les llega por algún motivo, ellos nos llaman para pedirlo. Eso da cuenta de su interés. EL POLI: Ya que habla de sentido de pertenencia, Miguel por qué sigue tan cercano al Politécnico aún después de haber terminado de estudiar hace años? MN: Yo debo decir que realmente me realice como persona en el Politécnico Grancolombiano. Para mí, de lejos, fue lo mejor que me pudo haber pasado en la vida, no solamente como estudiante, sino como individuo. Pienso que aquí logré combinar talento con las cosas prácticas de la vida, con los conceptos de administración, que son clave para una persona con capacidades. Quien tiene talento se puede quedar metido en un estudio, mientras que si, además, aplica los conceptos básicos de administración, como en mi caso, eso cambia la vida totalmente. AP: Lo que dice Miguel es curioso porque su experiencia resume un poco la letra de la canción del Politécnico. EL POLI: Escrita y musicalizada por Miguel AP: Ahora entiendo, porque para mí también ha sido así. En el Politécnico encontré un lugar donde siento que puedo crecer, donde uno puede desarrollar su talento para labrar un futuro. Como les contaba, me retiré de la universidad por un buen tiempo y regresé porque el sello empresarial de esta institución me interesa mucho; además, porque siento que es el lugar para crecer en la mente y demostrar el potencial. MN: Es que aquí el individuo es importante, somos más que un número. Yo me acuerdo particularmente de que si alguien tenía un apuro económico, pues le daban un plazo, lo vinculaban aún más. Algo muy importante que tiene el Politécnico es que apoya al buen estudiante; este buen estudiante, yo diría, no tiene límites en la Institución y puede llegar a la instancia que quiera. El caso de Germán Escobar es representativo: pasó de ser estudiante a actual decano de la Facultad de Contaduría. Él me apoyó mucho cuando era mi profesor; en el asunto de la música, me impulsaba constantemente. AP: Pues yo creo ser un ejemplo de ese apoyo que brinda el Politécnico. Gracias a que he sido buen alumno, encontré el apoyo de Jürgen Chiari, del Rector, del equipo del Departamento de Comunicaciones al cual pertenezco, en fin, muchas personas han sido determinantes en mayor o menor medida para que yo pueda continuar con mis estudios. Si algo tiene el Politécnico, es apoyo para quien quiere aprovechar las oportunidades. FEBRERO 2006 EL POLI 17

18 En el Politécnico encontré un lugar donde siento que puedo crecer, donde uno puede desarrollar su talento para labrar un futuro. Alejandro Parada EL POLI: Hay profesores que cambian la vida. Mario, qué profesor lo marcó? MG: Para mí, Jorge Cortés fue un decano increíble: nos retaba constantemente hacia el futuro. Luego vino Pedro Laserna, quien fue espectacular. Me gradué cuando él era decano y unos años después me llamó y me recordó una evaluación que hicimos a una materia llamada Administración de Centros de Cómputo, con la cual yo fui muy crítico. Me dijo: Se arriesga a dictarla?. Me arriesgué, y aquí estoy desde hace 18 años. También me acuerdo de un profesor que los sábados dictaba de manera integrada para varios cursos. Era la clase de historia con el coronel Plazas; dictaba Historia de Colombia con unos relatos buenísimos. Hacía también una salida semestral al Pantano de Vargas y era un espectáculo de reminiscencias. Además, profesores como Elvira Acero, Graciela Sánchez, el doctor Burgos, de Contabilidad, Germán Escobar, en fin. Aunque suene romántico, yo creo que aquí se vive un concepto de familia politecnista, no sólo en los directivos, sino hasta en los celadores; a mí me gusta oírlos hablar porque llevan al Politécnico en el corazón. EL POLI: Y a usted, Miguel, qué profesor lo marcó? MN: Huuuy!!! Daniel Ronderos era una persona que cuestionaba al estudiante desde el primer día de clases. En el primer semestre hacía aterrizar a una persona que estaba desubicada para que se parara en lo que tenía que estar. De Jorge Molina me parecía espectacular toda lo del pensamiento estratégico. Socorro Jaramillo era increíble, en ese momento era directora de Medios de Bavaria, entonces, que le dicte a uno clases una persona que está metida en el tema Guuau! Eso significa muchas cosas. Todas estas personas eran de muy alto nivel y hacían reaccionar a los estudiantes Alejandro Parada hacia la vida; es decir, nos ayudaban a identificar si esa carrera que estudiábamos era la nuestra, y a darnos cuenta desde el primer semestre para qué era bueno cada uno. El Politécnico fue fundamental para mí porque me permitió entender que el triunfo era posible porque quienes me dictaban clase eran triunfadores. Yo he dictado varias conferencias aquí y lo que siempre enfatizo a los muchachos es que se despeluquen y empiecen a trabajar urgentemente, porque a veces uno los ve caminando como camellos, tranquilitos, pero la vida de hoy es muy distinta, y la competencia es mucho mayor, hay muchas facultades que enseñan mercadeo y publicidad, cuando entré al Politécnico ésta era la única. EL POLI: Alejandro, recuerda a algún profesor en especial? AP: Muchos, no sólo los que me dictaron clase al principio de la carrera, como Victoria Kairuz, Alejandro Acuña o Jorge Gómez, sino también a quienes me han enseñado hasta ahora, como Gustavo Quesada, pero para no dejar a ninguno afuera, no voy a nombrarlos, por si las moscas EL POLI: Miguel, usted montó su empresa cuando aún estaba estudiando? MN: Yo empecé a trabajar desde segundo semestre en Publicidad Toro, y cuando estaba en la mitad de quinto semestre fundé Sonido Comercial, mi compañía. Desde entonces ya han pasado 16 años. Por eso decía que los profesores me ayudaban porque me explicaban cómo hacer una minuta para instalar una empresa y me orientaban en la contabilidad. Todos me ayudaban mucho en el cuento. Por otra parte, no sólo yo trabajaba; de hecho, muchos de mis compañeros comenzamos a trabajar desde tercer o cuarto semestre. Eso era buenísimo, porque si uno estudia una carrera de seis semestres tiene que pensar rápido dónde va a trabajar porque sale muy pronto; entonces, fue simpático porque muchos empezaron a trabajar y a ocupar puestos importantes. Unos en Coca Cola, Artecto, Corona, Mejía & Asociados, etc., y era chévere ver que tus compañeros también progresaban y tenían un nivel interesante. EL POLI: Usted es uno de los más destacados egresados del Politécnico Grancolombiano, con el perdón de los demás invitados. Para que su historia sirva de ejemplo a nuestros lectores, háblenos extensamente de Sonido Comercial. MN: Sonido Comercial comenzó dando trabajo a alumnos del Politécnico. Mi primer empleado fue Juan Pablo Neira, quien pertenece a Life Marketing y es una persona importantísima. Luego estuve con Juan Pablo Ramírez, quien fue vicepresidente de Young & Rubicam y trabajó en Leo Burnett. Hasta mi esposa, Ana María Valenzuela, es del Politécnico y lle- 18 EL POLI FEBRERO 2006

19 gó a mi empresa a hacer prácticas cuando cursaba segundo o tercer semestre. Al principio me fue muy mal porque no aplicaba lo que me estaban enseñando en las clases. No le hacía publicidad a la empresa, no hacía tarjetas, ni una buena papelería, ni mandaba cartas a los posibles clientes o iba a visitarlos. No le daba distinción y altura a lo que hacía. Como a los seis meses me di cuenta que estaba por el camino equivocado y que aunque tuviera talento no lo estaba vendiendo adecuadamente. Por otra parte, grabar y montar un estudio de grabación era muy costoso, entonces debía contratar horas de estudio y componer en la casa, lo cual no era muy adecuado. Allí surgió la idea de contratar a Juan Pablo Neira como ejecutivo de cuenta para buscar nuevos clientes y abrir puertas; eso funcionó muchísimo. La meta era llegar a hacer un jingle de Coca Cola o de una novela, pero la competencia era muy dura y muy talentosa: Fernando Garavito, Jaime Valencia, Harold Orozco, Kike Santander, en fin, los mejores músicos de Colombia estaban en el negocio de la publicidad y además tenían una asociación. Entonces me bloquearon para que yo no surgiera, y eso fue positivo para mí porque en una competencia tan cerrada aproveché y busqué cualquier pequeño espacio para meterme. Hoy en día ellos no existen en el mercado porque yo fui el primero en formar una compañía de talento alrededor de la música publicitaria y ofrecí un servicio integral de música con postproducción de audio. En ese momento había estudios de audio y estudios donde sincronizar voz con video; yo integré esas dos cosas y monté una compañía de cuñas y música. Así que en ese momento arrasamos porque la gente sólo tenía que ir a un lugar para conseguir lo que buscaba. Hoy en día Sonido Comercial hace el hold telefónico de varios bancos en el país; somos el primer estudio certificado en Colombia para hacer sonido Dolby Digital, lo que quiere decir que el cine colombiano está empezando a sonar mejor y tiene una calidad internacional de altos estándares. Además, acabamos de hacer una compañía de discos y nos asociamos con Universal; hacemos sonido para novelas, en fin, creo que el secreto de todo esto es combinar y dirigir talentos para que hagan un proyecto. Si yo me hubiera quedado únicamente haciendo mi música con una organeta para que cantaran mis amigos, con seguridad no hubiera llegado a donde estoy, porque en esto siempre han intervenido los mejores músicos, los mejores grabadores, materiales, etc., y eso es muy importante. En fin, el secreto es la mezcla de talento con los negocios. Pienso que Sonido Comercial irá para afuera, los Estados Unidos, nuestro mercado natural latino. El mercado latino en Estados Unidos es inmenso y creo que hay que conquistarlo, en este momento estamos en conversaciones con diferentes compañías para que nos representen allá. Hacemos cosas para Visa, Nickelodeon, etc., además las cosas que hacemos acá son muy buenas en el mundo, Pasión de Gavilanes es número uno en el mundo, por ejemplo. EL POLI: Alejandro y Mario, a ustedes no les picó la vena empresarial? AP: Pues sí. En asocio con mi novia montamos desde hace un tiempo una agencia de modelos llamada Protocolo Models; ofrecemos servicios de modelos especializadas en protocolo para ferias y eventos. Allí aplicamos cada cosa que nos puede servir de lo visto en las clases y está funcionando muy bien. También estamos dando trabajo a varias niñas del Politécnico. Diría que las bases de administración, publicidad, mercadeo y diseño han sido clave para el éxito de la empresa. MG: En mi caso no. Yo me dediqué a hacer carrera en la ETB y llegué a cargos importantes, así que realmente la empresa que siento como mía y que cuido de la misma manera es esta universidad. EL POLI: Alguno quiere decir algo más? MN: Sí. Muchos egresados salen a hacer empresa y son exitosos, es bueno que la gente se motive, que haga empresa y vea estas oportunidades. El Politécnico enseña a pensar, a darse cuenta de qué le gusta a uno en la vida y a capitalizar el talento. Además de anécdotas y experiencias, estos tres estudiantes comparten un aspecto muy importante: ingresaron a la Institución en un momento en el que algo nuevo pasaba: Mario fue uno de los alumnos en el primer día de clases, Miguel entró a Mercadeo y Publicidad recién comenzó este programa y Alejandro asistió al primer día de clases de la Facultad de Comunicación Social-Periodismo. Como ellos, cientos o tal vez miles de estudiantes pueden contar una historia similar y no es casualidad. El Politécnico Grancolombiano tiene un compromiso permanente con la innovación, y con su sello empresarial, ahora pasados 25 años, la sigue ofreciendo a los colombianos a través de nuevos programas profesionales como derecho, administración pública o psicología, y la lista crecerá según las necesidades que aparezcan para contribuir al país en los años por venir. Un buen porvenir. FEBRERO 2006 EL POLI 19

20 Por Jürgen Chiari Escovar Vicerrector Académico Prácticas empresariales en el Politécnico Grancolombiano Desde su fundación, la relación del Politécnico Grancolombiano con el sector empresarial del país ha sido estratégica y permanente. La formación tecnológica de los programas académicos ofrecidos desde febrero de 1981 incluyó la vinculación de los estudiantes a entornos laborales específicos, con el fin de complementar la formación académica. Así, en julio de 1983, los estudiantes de Sistemas, Costos y Auditoría, Banca, Seguros y Finanzas se vincularon a empresas de sus diferentes sectores, a través de la gestión realizada por el equipo de trabajo del Programa de Prácticas para Estudiantes (Prope). El Prope establecía vínculos y convenios formales con el sector empresarial, generando así una importante dinámica de retroalimentación de talento humano y de enriquecimiento académico para los programas ofrecidos por la Institución. En este sentido, se consolidaron dos estrategias institucionales: por un lado, la ubicación laboral de los egresados, quienes, en su mayoría, permanecían trabajando en las empresas donde habían realizado la práctica, y por otro, se dinamizó la presencia del Politécnico Grancolombiano dentro del sector empresarial como una alternativa para conformar, con recurso humano especializado, equipos de trabajo calificado y productivo. A partir de la promulgación de la Ley 30 de 1992 y con el proceso de transformación de institución tecnológica a institución universitaria, el Politécnico Grancolombiano concentró, en cada programa académico, la labor de gestionar y adelantar la vinculación de sus estudiantes al sector productivo. A esta decisión se sumó la cada vez mayor demanda de practicantes de programas profesionales, por parte de las diferentes organizaciones empresariales y la necesidad de complementar y equilibrar la labor académica propia de los programas de ciclos profesionales y de currículo integrado, los cuales habían ampliado la cobertura en áreas teóricas y científicas. Además, la creación de la Vicerrectoría de Programas Especiales atendería demandas específicas en áreas técnicas y no formales a través del Instituto de Empresa, unidad creada para cubrir requerimientos de capacitación y entrenamiento específico y a la medida en necesidades particulares. De este modo, actualmente los programas académicos establecen convenios y alianzas específicas para cualificar los perfiles profesionales desde la práctica laboral, dar pertinencia a las propuestas curriculares, adelantar acciones investigativas, desarrollar proyectos de colaboración común y consolidar la impronta empresarial de la Institución. 20 EL POLI FEBRERO 2006