Aportes de diversos autores a la evaluación

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Lorenzo Velázquez Juárez
hace 5 años
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1 Aportes de diversos autores a la evaluación Al iniciar el recorrido por el proceso de la evaluación, se ahonda en un espacio cada vez más enriquecedor, a partir de la teoría misma y de la multiplicidad de aportes realizados por diversos autores. De esta manera, al entrar en contacto con los aportes de los principales exponentes de la evaluación, se forma todo un reto para el lector, partiendo de la suposición de que quien los estudia por primera vez, posee poco o nulo conocimiento sobre la evaluación y por lo tanto, cada aporte se transforma en un foco de crítica, de estudio, de interrogantes y por qué no, un foco mismo para evaluar. Para empezar, se debe considerar qué es la evaluación?, es decir, qué es evaluar? ya que si bien es cierto, la evaluación es una actividad que puede encontrarse en la vida cotidiana, pocas veces se hace de manera consciente, y aún cuando los expertos lo hacen de forma intencional, son muchas las posturas o las definiciones existentes para Evaluación, por lo que cada quien debe establecer o elegir su propio concepto, o bien, permitir que su práctica evaluativa sea tan flexible como la misma realidad en la que se desarrolla. Lo que sí se puede decir con mayor certeza, es que la evaluación integra necesariamente el concepto de valor dentro de su actividad, ya sea si se habla de valorar un diseño, un proceso, un resultado, etc, o bien si se trata de otorgar un valor X a un objeto a evaluar, incluso, se puede hablar de que la evaluación posee intrínseco el concepto de valor aún y cuando existan múltiples definiciones del valor mismo y de las formas en cómo se otorga ese valor, por lo que podemos reafirmar que la práctica evaluativa es tan compleja como la misma teoría y la intensión misma de la práctica. Partiendo de estas afirmaciones e intentando actuar sin un prejuicio de, lo que es y para qué, se logra leer a autores como Michael Scriven, Ernest House, Lee Cronbach, Carol Weiss, Robert Stake y Joseph Wholey, principales exponentes en la materia y quienes con sus aportes a la teoría y a la práctica han logrado un enriquecimiento de la

2 ciencia de la valoración, llamada así por Scriven. Scriven, por ejemplo, considera que no existe sustentabilidad en la aplicación de la ciencia libre de valor, ya que de manera directa o indirecta el objeto de estudio es sujeto del otorgamiento de valores, sin embargo en este punto pareciera que no existe por parte del autor, la intencionalidad de que la evaluación funcione para la toma de decisiones y se somete más a la valoración de la satisfacción de las necesidades reales comparadas a parámetros de satisfacción de los beneficiarios, es decir que, Scriven considera en su teoría los valores de los grupos que se involucran en el objeto a evaluar, estableciendo los criterios en base a los mismos y estableciendo los valores de acuerdo al cumplimiento o si desea llamarse de otra manera más contemporánea Scriven pareciera hablar de evaluación de resultados, pero solo con la intención de dar valor a los mismo, pero no para la actuación sobre los resultados. Efectivamente los aporte de Scriven en relación al valor como constructo, se refleja en otras posturas tales como las de House, quien en sus aportes hace referencia al acto de enjuiciar en base a evidencias y es precisamente en el tema del juicio en donde House se apoya en la teoría de Scriven, indicando que el valor de un objeto de evaluación requiere un proceso lógico basado en criterios que permitan la precisión del acto de enjuiciar. Para lograr el proceso lógico que menciona House, el autor atribuye la necesidad de analizar el contexto para lograr determinar los criterios de evaluación que se ajusten a la realidad y de esta manera lograr validar una evaluación que debe ser más que una descripción, en este aspecto, House realiza lo que podría considerarse como un aporte a la evaluación participativa, ya que toma en consideración los valores específicos, las perspectivas y los intereses de los beneficiarios. En el caso de Cronbach, para quien la sociedad debe aprender de si misma, prefiere la utilización de interrogantes de evaluación, que permitan lograr la validez sin adherirse a un método o diseño y sin valores interpuestos por el evaluador sino a partir de los valores de quienes participan en el sistema social. Weiss, quien también propone la evaluación desde la participación del usuario, contribuye al conocimiento recomendando la utilización de métodos mixtos, debido a la

3 complejidad del desarrollo de los programas sociales, y partiendo del hecho de que el desarrollo de los mismos es sumamente complejo, por desarrollarse en un contexto político, afectado por intereses e ideologías. En este punto se puede hablar de Wholey, un autor que de manera contraria a los otros autores mencionados, desarrolla una teoría con enfoque más radical, ya que apuesta por la evaluación como un servicio para la gerencia y la alta dirección, tomando poca o nula consideración sobre las necesidades, valores, criterios o participación de los beneficiarios y por tanto, restándole interés a la formulación de las metas del programa hacia la satisfacción de las necesidades reales de los destinatarios. En este punto, no se debe confundir la valoración libre de metas con la valoración libre de valor, ya que aunque se ha mencionado la amplia y dificultosa definición de valor, los autores coinciden en que el valor es fundamental en los procesos evaluativos, y lo que hace la diferencia es como se llega a definir ese valor. en este punto, Stake afirma que el papel del evaluador es el de interpretar e identificar los elementos y las relaciones clave, ya que según el autor, la evaluación debe estar libre de pre valoraciones y debe surgir de la participación de los usuarios, con lo cual el evaluador, en su rol de facilitador logre mediante la observación identificar los elementos más relevantes de forma natural. Con respecto a la formulación de las metas, Wholey por ejemplo, pareciera restar importancia en cuanto a la correspondencia de las mismas con los intereses de los beneficiarios, contrario a lo que apuesta Scriven con su valoración libre de metas, ya que según indica, uno de los problemas de evaluar basado en las metas, es que las mismas podrían estar diseñadas con sesgos, desde la óptica de quienes diseñaron el programa y no desde la necesidad real, sobre lo cual hace la advertencia de no confundir la necesidad con el deseo. Estos dos autores, uno a servicio de la gerencia y otro con la preocupación de los sesgos, representan los polos de lo que podría considerarse el campo minado de la evaluación. Tanto Cronbach como Weiss concuerdan en que la evaluación se encuentra en medio de la complejidad de la política, entendiendo esto no como un servicio de la política, sino como un agente educador, según Cronbach, cuyo campo de

4 acción se encuentra permeado por el campo político y por esta razón debe aportar para el descubrimiento de líneas de acción social, esta función desde el aporte que puede hacer la evaluación como factor influyente para fortalecer el control democrático y el debate político, en este campo, Weiss afirma que el evaluador, debe hacerse escuchar con el propósito de que la evaluación influya en la política, ya que como se afirma, estos autores consideran que la misma se encuentra intrínseca. Con un enfoque diferente al de Weiss, Stake en su propuesta, apuesta a la evaluación participativa, con un enfoque de más alcance para las organizaciones de base o locales, lo cual si bien es cierto, autores como Cronbach, Weiss y House proponen para los procesos evaluativos, carecen de la intencionalidad que le otorga Stake, al propulsar a las organizaciones base como agentes de cambio, por lo que pareciera que Stake se basa en un paradigma más de participación-emancipación, siempre con tintes dentro de la política social. Si bien es cierto, los aportes de estos autores no se limitan a los mencionado, es importante señalar que la mayoría coinciden entre sí en al menos una de sus propuestas, y pareciera que con mucho respeto por los postulados del otro, ya que, en la teoría se refleja una característica que se basa en que la realidad puede ser vista desde un enfoque positivista o constructivista sin que esto sea un gran problema, ya que al final, aunque Scriven manifiesta que la realidad es una, se logra interpretar que en evaluación la construcción de la misma depende de las múltiples perspectivas de quienes la conforman, por lo que al final existe una construcción social de la misma y la cual nunca será completamente descrita. Esto mismo, se ve reflejado en las teorías de los autores quienes en muchos de los casos mantienen posturas abiertas sobre determinados componentes de sus postulados, ya sea en la construcción de valores, del contexto, de la participación del evaluador, del rol de la sociedad o de la política, etc. sea cual sea el caso, pareciera que existe consenso en que la evaluación debe ser dinámica como lo es la realidad, sin que esto signifique desorden. Quizá, lo mas interesante es que el orden lógico de la evaluación o la lógica de la evaluación, puede ser diseñada en cada ocasión y en cada contexto, por lo que la tarea

5 más difícil pareciera el mantenerse libre de prejuicios y tal como lo indican los autores, al mismo tiempo tener la capacidad metamórfica para no encasillar el quehacer evaluativo en el modelo que mejor se ajuste a los intereses personales del evaluador y por el contrario, que la construcción del conocimiento sea tan variada como las realidades mismas, quizá siguiendo la frase de Cronbach: es preferible llenar una necesidad, que adherirse a un método.

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