Patologías del sistema cardiocirculatorio. Insuficiencia cardiaca. Insuficiencia coronaria Hipertensión arterial
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Insuficiencia cardiaca. situación fisiopatológica en la que una anomalía en la función cardiaca determina un fallo en la función de bombeo del corazón. No solo influye la causa sino también el factor precipitante Las principales causas de insuficiencia cardiaca son: Defecto en la contractilidad miocárdica (fallo miocárdico) Situaciones de sobrecarga hemodinámica
Formas clínicas IC sistólica o diastólica: incapacidad del ventrículo de contraerse y bombear sangre normalmente (IC sistólica) Incapacidad de relajarse y llenarse de forma correcta (fallo diastólico). IC de gasto elevado (se produce en el embarazo, anemia, tirotoxicosis, etc.) o de bajo gasto (miocardiopatía dilatada, enfermedad cardiaca isquémica,etc.) IC aguda (se desarrolla bruscamente) o crónica (el corazón establece sus mecanismos de compensación de manera progresiva). IC anterógrada o retrógrada: en la IC anterógrada predominan las manifestaciones clínicas derivadas de un aporte insuficiente de sangre al sistema arterial y, en consecuencia, un aporte inadecuado de flujo sanguíneo a los diferentes órganos. En la IC retrógrada predominan los síntomas de retención hidrosalina como consecuencia del aumento de presiones en el sistema venoso y en las aurículas por el fallo ventricular.
Mecanismos de compensación https://www.youtube.com/watch? v=w7nr45usuxo
Manifestaciones clínicas Los diferentes síntomas están relacionados con la acumulación de líquido intersticial en diferentes tejidos o con la disminución de aporte sanguíneo a los diferentes órganos. Disnea por edema o acumulación de líquido intersticial pulmonar, ortopnea disnea paroxística nocturna fatiga y debilidad síntomas abdominales edemas en extremidades inferiores hidrotórax ascitis caquexia cardiaca
Tratamiento Cuatro pilares fundamentales: Tratamiento de la enfermedad de base. Tratamiento de la causa precipitante. Prevención de un deterioro de la función miocárdica. Tratamiento de la congestión. Los fármacos inhibidores de la enzima conversora de angiotensina (IECA) y los betabloqueadores han demostrado su utilidad. El control de la situación de congestión supone la reducción de la excesiva retención hidrosalina y el aumento de la contracción miocárdica. Se recomienda una ingesta de sal inferior a 3 g/día (la ingesta habitual de cloruro sódico está entre 6 y 10 g/d) que se consigue, en líneas generales, con la exclusión de los alimentos ricos en sal y evitando añadir más sal en la mesa.
Diuréticos Toracocentesis Paracentesis Disminuir la sobrecarga cardiaca En pacientes con sobrepeso, es fundamental la reducción progresiva con dietas hipocalóricas. Algunos vasodilatadores y fármacos que aumentan la contractilidad miocárdica Trasplante
Insuficiencia coronaria. https://www.youtube.com/watch? v=ayxyi-30juw
Aterosclerosis coronaria Principales factores de riesgo: niveles elevados de lipoproteínas de baja densidad niveles elevados de lipoproteína niveles bajos de lipoproteínas de alta densidad tabaco hipertensión arterial diabetes mellitus. Sedentarismo y obesidad?
Consecuencias de la insuficiencia coronaria La perfusión inadecuada del miocardio provoca alteraciones mecánicas, bioquímicas y eléctricas en la fisiología cardiaca. isquemia que se manifiesta clínicamente como angina de pecho infarto agudo de miocardio, proceso irreversible en el que existe muerte de tejido.
Clínica Asintomático / sintomático. El primer síntoma suele ser una insuficiencia cardiaca provocada por una lesión isquémica del ventrículo que no había producido ningún síntoma hasta ese momento o bien una insuficiencia cardiaca aguda por alteraciones de la motilidad cardiaca y fallo de la función de bomba del corazón.
Tratamiento Tratamiento de los factores de riesgo primarios y prevención secundaria (disminuyendo la frecuencia de angina, infarto y mortalidad cardiovascular). Control de dislipemia, diabetes, obesidad, hipertensión y el tabaquismo. Asimismo, la práctica de ejercicio físico regular, adaptado a las posibilidades de cada paciente, ha mostrado un claro beneficio. No es recomendable la ingesta de comidas copiosas y es conveniente una mayor distribución del alimento durante el día. Tratamiento farmacológico: nitratos, antagonistas de los canales del calcio, betabloqueantes antiagregantes plaquetarios.
Hipertensión arterial. Está asociada a complicaciones cardiovasculares, como accidentes cerebrovasculares, enfermedad arterial coronaria e insuficiencia cardiaca. Normalmente asintomática. Qué era la PA? En un adulto, la presión arterial normal está entre los 110 y 140 mmhg de sistólica y los 75-80 mmhg de diastólica. En la mayoría de los individuos la presión arterial disminuye de un 10 a un 20% durante el sueño.
La hipertensión arterial (HTA) se define como una presión arterial sistólica (PAS) 140 mmhg, una presión arterial diastólica (PAD) 90 mmhg o el consumo de fármacos antihipertensivos Categoría PAS (mmhg) PAD (mmhg) Óptima <120 y <80 Normal <130 y <85 Elevada-normal 130-139 o 85-90 Hipertensión Estadio I 140-159 o 90-99 Estadio II 160-179 o 100-109 Estadio III 180 o 110
Clínica La hipertensión mantenida afecta a diferentes órganos. Determina una hipertrofia ventricular y clínica de insuficiencia cardiaca cuando el corazón claudica. También existe una repercusión sobre el sistema nervioso Puede aparecer cefalea occipital (frecuentemente por la mañana) sensación de mareo, accidente vascular cerebral, encefalopatía, etc. La HTA favorece el desarrollo de lesiones ateroscleróticas en las arteriolas renales aferente y eferente y en los capilares glomerulares, disminuyendo el filtrado glomerular y provocando disfunción tubular. Aproximadamente un 10% de los fallecimientos en pacientes hipertensos se relaciona con el fallo renal.
Prevención y tratamiento El riesgo de enfermedad cardiovascular en pacientes hipertensos no sólo está condicionado por los niveles de presión arterial, sino también por la presencia de lesión del órgano diana y de otros factores de riesgo como el tabaco, la dislipemia, la diabetes mellitus, la obesidad y la inactividad física. Modificación de los factores Tratamiento farmacológico
Reducción ponderal Correlación directa entre el peso corporal y la presión arterial. La llamada obesidad central se ha asociado de forma más directa con un riesgo elevado de hipertensión. La obesidad forma parte del llamado síndrome metabólico o síndrome X, que incluye varios factores de riesgo cardiovascular, como resistencia a la insulina, diabetes, dislipemia e HTA. La reducción ponderal modificará no sólo la hipertensión, sino también el resto de los factores asociados (hipervolemia, aumento del gasto cardiaco sin una reducción adecuada de las resistencias periféricas y a un aumento de la actividad del sistema nervioso simpático). Los programas que asocien restricción calórica individualizada y un incremento de la actividad física son muy recomendables para estos pacientes.
Tabaco y alcohol
Actividad física
Ingesta de sodio Existe una gran variabilidad en la respuesta a la ingesta de sodio en los diferentes individuos. Los ancianos, los hipertensos y los pacientes diabéticos son mucho más sensibles a los cambios en la ingesta de cloruro sódico que el resto de la población. En la HTA, se recomienda, como mínimo, una reducción en la ingesta de cloruro sódico a 6 g/día o de sodio a 2,4 g/día.
Factores dietéticos En pacientes hipertensos, se recomienda una ingesta normal de potasio, obtenida idealmente de fuentes naturales como frutas y verduras frescas, aunque en algunas situaciones es necesaria la suplementación con sales de potasio si se produce hipopotasemia por tratamientos diuréticos. La ingesta de calcio y magnesio coincide con las recomendaciones de una dieta equilibrada. Con relación a las grasas, se recomienda la disminución de las grasas saturadas en la dieta para prevenir o controlar la hiperlipemia que frecuentemente se asocia a HTA. La cafeína aumenta la presión arterial de forma aguda, pero parece que se establece en el organismo un mecanismo de tolerancia sin que se haya encontrado, en múltiples estudios, una relación directa entre la cafeína y la HTA mantenida.
Tratamiento farmacológico En relación con el tratamiento farmacológico, existen diferentes grupos de fármacos que han demostrado su utilidad, entre ellos los diuréticos, los bloqueadores alfa y/o beta, los agonistas alfa centrales, los inhibidores de la enzima conversora de angiotensina, los antagonistas del receptor de angiotensina, los antagonistas del calcio y los vasodilatadores. Es importante seleccionar el fármaco adecuado en función de las características del paciente y las patologías concomitantes.