Sistemas de evaluación alternativos (experiencia piloto EEES-Derecho-UCA) 1

Transcripción

1 Sistemas de evaluación alternativos (experiencia piloto EEES-Derecho-UCA) 1 Julio V. Gavidia Sánchez Coordinador EEES Facultad de Derecho Universidad de Cádiz 1 Ponencia presentada al II Congreso de innovación docente en ciencias jurídicas: hacia el espacio europeo de educación superior (Málaga, 06 y ). Comunicación presentada a las II Jornadas de trabajo sobre experiencias piloto de implantación del crédito europeo en las Universidades andaluzas (Granada 30 y ). 1

2 El contexto Se trata de los estudios de la licenciatura de Derecho en una Facultad con escaso número de estudiantes, pero con un solo grupo por curso. El número de estudiantes por grupo es elevado en el primer ciclo, pudiendo alcanzar fácilmente los 200. Es más, en algunas asignaturas de primer curso el grupo llega a tener más de 300 inscritos. Tras varios años de un política de plazas enormemente restrictiva (no creación de nuevas plazas, amortización de vacantes), la ratio capacidad/carga docente se ha reducido considerablemente en las Áreas de conocimiento. La implantación de la experiencia piloto de adaptación al EEES ha supuesto un aumento de la dedicación docente del profesorado, tanto en las actividades de programación, como en las de dirección académica del estudiante (atención tutorial), corrección del resultado de las actividades de éste (casos prácticos, pruebas de progreso, talleres, trabajos, exposiciones en clase, etc.). El estudiante también ha visto aumentado el tiempo de dedicación, si no al estudio de cara al examen-, sí a las actividades realizadas, tanto para su preparación, como para su desarrollo en clase o fuera del aula. He detectado una queja bastante generalizada: aunque una buena coordinación evite la excesiva concentración de trabajo en algunos periodos, si existe la posibilidad de presentarse al examen, sin haber realizado y superado las demás actividades, se penaliza al que sí las ha seguido, puesto que no ve reconocido finalmente ese mayor esfuerzo. Aunque admiten que siguiendo esas actividades consiguen aprender más, falta el reconocimiento de ese mayor esfuerzo. La implantación de la experiencia piloto ha supuesto, entre otras cosas, la elaboración de programas docentes más completos (objetivos, competencias, temporalización detallada, estimación de horas de trabajo del estudiante para cada una de las actividades, etc.). No hay un reparto de competencias entre las diferentes asignaturas, por lo que hay solapamientos. Ese reparto se presenta hoy por hoy no factible, pues haría falta configurar el catálogo de competencias y acordar su distribución. Tareas éstas que parecen necesarias en el proceso de elaboración del nuevo plan de estudios, para la obtención del título de grado. El Defensor del universitario ha recomendado que al examen sean admitidos todos los estudiantes, aunque sólo pueda alcanzarse así la mitad de la máxima puntuación. La coordinación de la docencia en la experiencia piloto se lleva a cabo, principalmente, mediante reuniones, durante los dos primeros años de implantación de la experiencia, con todos los profesores con docencia en ella, desde el tercer año, a travé de la Comisión de coordinación de la docencia EEES de la Facultad de Derecho, que presido, compuesta por un estudiante y un profesor por cada curso integrado en la experiencia. Elaboramos propuestas, dirigidas a los órganos competentes (Consejos de Departamento y Juntas de Centro). De momento, en lo relativo a la evaluación de los 2

3 estudiantes, sólo hay un acuerdo básico entre los profesores integrados en esta experiencia, de cuyo contenido se ha informado al resto de profesores. Tal acuerdo recoge los puntos básicos de la propuesta que aquí formulo, para lo cual he tenido que vencer no pocas resistencias, pues se trataba de una iniciativa mía. El sistema de evaluación debe ser el corolario de una serie de elementos coherentemente ensamblados: objetivos, competencias, temario, actividades. Éste es el contexto inmediato de cualquier sistema de evaluación. Por esta razón, la propuesta que aquí formulo no puede perfilar con detalle un sistema de evaluación. Tampoco se pretende, sino tan sólo formular criterios generales, a tener en cuenta al configurar con precisión cada sistema. 3

4 Objetivos 1. Incentivar la participación activa del estudiante en las actividades programadas, evitando su desmotivación, valorando positivamente su esfuerzo y sus resultados. 2. No excluir de la experiencia piloto ni cuando sólo hay un grupo- de la titulación a aquellos estudiantes que no pueden seguir esas actividades (trabajo, enfermedad, incorporación tardía a la asignatura, etc.). 3. No estando distribuidas las competencias entre las asignaturas, dejar que cada estudiante decida en cuál de ellas desarrolla las actividades, que le permiten adquirir competencias compartidas con otras asignaturas, pudiendo demostrar ese aprendizaje en cualquiera de esas otras. 4. Diseñar las actividades a programar en cada asignatura, teniendo en cuenta que no todos los estudiantes interesados en adquirir esas competencias las han de realizar, pues pueden optar por trabajarlas en otras asignaturas. 5. Dirigir el mayor esfuerzo del estudiante a la realización de actividades en las asignaturas de su elección. 6. Dirigir el mayor esfuerzo del profesor a aquellos estudiantes que deciden seguir sus actividades, sin necesidad de que todos participen en ellas. 7. Evitar un aumento excesivo del tiempo de trabajo del estudiante, en la medida en que puede elegir la asignatura en la que va a adquirir una competencia común a varias asignaturas. 8. Proporcionar criterios generales para elaborar sistemas de evaluación concretos, coherentes con los objetivos, competencias, temario y actividades programadas para cada asignatura. 4

5 Propuesta 1. Prever un examen final de la asignatura, al que sea admitido todo estudiante (inscrito). No sólo los que no han podido seguir las actividades realizadas, sino también los que no las han seguido porque no han querido, así como los que las han seguido cualquiera que haya sido el resultado de esta evaluación continua. 2. Ese examen debe estar configurado de forma tal, que permita evaluar las principales competencias cognitivas, instrumentales y actitudinales, siendo extremadamente conveniente que en el programa se hayan seleccionado las más importantes, evitando la reiteración de listados. Si no se observa esta condición, el sistema queda desvirtuado, pues terminará por funcionar como si no se hubiera implantado la experiencia piloto. 3. Las demás actividades deben ser evaluadas: en principio, todas, salvo que se haya demostrado contraproducente evaluar alguna por ejemplo, en ocasiones, la asistencia a clase, pues depende de varios factores. De este modo, se suma una motivación importante, para que el estudiante participe activamente y se esfuerce en obtener buenos resultados en la parte de calificación final que pueda depender de la evaluación continua. 4. La calificación de las actividades diferentes al examen, cuando son varias e inciden sobre las mismas competencias, no debe ser la media aritmética de todas éstas, sino que han de tener más peso las calificaciones obtenidas en las últimas, por cuanto debemos entender que es en ellas cuando el proceso de aprendizaje está dando sus frutos. No deben tener el mismo peso los resultados de la iniciación que los de la maduración en la competencia que se trabaja. 5. La calificación obtenida en el examen final puede mejorar la que resulte de la evaluación continua: así, el estudiante que no obtiene buenos resultados en la evaluación continua no se condena por ello, sino que la realización de esas actividades le sirve para mejorar su aprendizaje, como lo podrá demostrar en el examen final, suponemos, en mejores condiciones que los que no las han realizado. 6. Si es posible aprobar la asignatura sin realizar examen final, es decir, bastando con tener superada la evaluación continua, los que la tengan superada pueden estar interesados en mejorar la calificación así obtenida, realizando el examen, teniendo garantizada la que hayan obtenido en la evaluación continua, lo cual también incentiva la participación del estudiante en las actividades programadas. 7. Si no es posible aprobar la asignatura sólo superando la evaluación continua, la calificación final debería ser la mayor de estas dos: la que resulta del examen más la evaluación continua en los porcentajes previstos por el profesor, por un lado, o la que resulta sólo del examen final, por otro. De este modo, el estudiante que ha participado en las otras actividades las ve valoradas, sin merma de sus posibilidades de alcanzar la máxima calificación con el examen, igual que los que no las han seguido, pero con mayor preparación que éstos. 5

6 Algunos riesgos y su prevención. 1. El principal, que el estudiante opte siempre o casi siempre por realizar el examen, sin haber participado en las actividades programadas. Se trata de que el riesgo que, en tal caso, asuma el estudiante sea elevado, por lo que el examen final ha de tener un contenido tal, que le resulte conveniente participar en las otras actividades programadas, aunque no necesariamente en todas. 2. También, que una elevada proporción de estudiantes presentados supere el examen, cuyo contenido sea adecuado para evaluar la adquisición de las principales competencias, sin necesidad de participar en las actividades programadas. Puede que sea buena la preparación que consigan los estudiantes participando en las programadas en otras asignaturas. Habrá que rediseñar las actividades o adecuar el nivel de exigencia. Tampoco hemos de descartar, ni despreciar o desechar al estudiante autodidacta, pues es evidente que ningún profesor monopoliza en su actividad docente la adquisición de ninguna competencia. julio.gavidia@uca.es eees.derecho@uca.es 6