Áreas de Entrenamiento por Frecuencia Cardíaca. Mitos y errores metodológicos asociados Autor: Claudio Frattoni

Transcripción

1 Áreas de Entrenamiento por Frecuencia Cardíaca. Mitos y errores metodológicos asociados Autor: Claudio Frattoni Muchos Programas de entrenamiento y preparación física, adoptan áreas de carga y diseños de estímulos a partir de valores y porcentajes de frecuencia cardíaca. Quizás la aplicación más importante ha sido el uso de la frecuencia cardíaca submáxima, en combinación con la frecuencia cardíaca máxima y de reposo, para estimar el VO2máximo. En muchos casos, la estimación de la frecuencia cardíaca máxima es recomendada usando la fórmula de Frecuencia Cardíaca máxima, equivalente a valores de 220, menos la edad de la persona. En base a esta aplicación, se han usado respuestas de la frecuencia cardíaca al ejercicio para calcular las intensidades del mismo, como un porcentaje de la frecuencia cardíaca máxima (% FC máxima) o un porcentaje de la frecuencia cardíaca de reserva (Según Heyward V. Swain y col). Las áreas funcionales de trabajo aeróbico tuvieron desde sus inicios propuestas de clasificación de la carga a través de la frecuencia cardiaca, además de valores de frecuencia respiratoria, sensación subjetiva del esfuerzo, entre otros, (indicadores externos o de campo). Estudios de laboratorio en igual medida reportan en evaluaciones de consumo de oxígeno, valores de gases, ácido láctico y frecuencia cardiaca entre las variables más comunes. Sin embrago una parte de la comunidad científica, dejo de establecer y aconsejar la utilización de la frecuencia cardiaca como variable predictora de zonas de carga y entrenamiento.

2 Al tiempo que algunos autores y profesionales continuaron utilizando y alentando al uso de la misma como variable de rigor para la planificación y aplicación de cargas. Estas dualidades del medio profesional lógicamente dividen criterios, toma de decisiones y programas de carga. Los PF del deporte, en virtud de la información y formación recibida, pueden acertar en sus intervenciones o estar de alguna forma equivocando conceptos fisiológicos que lejos de ser complementarios a nuestras acciones, son estructurales y centrales. En tal sentido el presente artículo expondrá al menos una línea de investigación en referencia a la utilización o no de la frecuencia cardíaca (FC), como variable de identificación de zonas de entrenamiento. Desarrollo: Para comprender la vinculación de la FC con distintas variables fisiológicas del organismo, presentamos a continuación una lista de factores que influyen de acuerdo a distintas investigaciones, en su comportamiento: Factores hemodinámicos y cardiocirculatorios: 1) Volumen sistólico y retorno venoso. 2) Resistencia periférica. 3) Tensión arterial diferencial. 4) Regulación del centro cardionector y sensibilidad a las catecolaminas. Factores metabólicos: 1) Acidosis y ph. 2) Exceso de CO2 3) Hipoxia Factores ambientales: 1) Calor 2) Frío 3) Altura Factores emocionales.

3 Como podemos observar la FC, se encuentra sujeta a un pool de variables que alteran (elevando o disminuyendo) los valores de referencia (frecuencia cardíaca, basal, reposo, entrenamiento, recuperación). Este hecho, es un indicador directo de los inconvenientes primarios que podemos encontrar a la hora de establecer rangos de carga o estímulos a partir de valores de FC. Estas alteraciones pueden correr áreas preestablecidas, afectando la intensidad y los sistemas energéticos que predominan a lo largo de la ejecución de los trabajos físicos. Esto es de mayor atención en las áreas de VO2 máximo y Superaeróbico ya que corrimientos en los valores de frecuencia cardíaca pueden convertir estímulos destinados a la potencia aeróbica en cargas de base enteramente anaeróbica, rompiendo la especificidad del trabajo y generando un cuadro metabólico sumamente distinto al planificado. Se considera que la Frecuencia Cardíaca, es un predictor directo de otras variables fisiológicas, se habla de correlaciones con VO2 máximo, el Umbral Anaeróbico Ventilatorio y el Umbral Anaeróbico Lactácido. En tal sentido y de acuerdo a las investigaciones, podemos mencionar que la Frecuencia Cardíaca y VO2 máximo tienen una correlación de r = Mientras que la correlación entre el porcentaje de Frecuencia Cardíaca y el porcentaje de VO2 máximo es de r= 0.79, con un Error de Estimación Standard (SEE) de 8.25 %, a la vez que la correlación entre Frecuencia Cardíaca y el porcentaje de VO2 al Umbral Anaeróbico Ventilatorio (VO2 AT) es r= Con un r2 de 0.36, entendiendo qué, sólo el 36 % de la variancia de la FC explica los cambios en el Umbral Anaeróbico Ventilatorio (Según datos publicados por J. Dywer y R. Bybee (Heart Rate Indices of Anaerobic Threshold, MSSE, Vol. 15, No. 1, pp , 1983) citados por Juan Carlos Mazza en 2007).

4 Si bien algunos.., aún identifican el Umbral Anaeróbico Ventilatorio y el Umbral Anaéróbico Lactácido, como predictores de la transición Aeróbica- Anaeróbica, distintos estudios y trabajos han demostrado la no coincidencia de estos dos criterios de umbral, ante un esfuerzo de intensidad o carga similar. Estos umbrales han sido propuestos como la explicación de fenómenos fisiológicos intracelulares que la evidencia actual ha calificado como incorrectos. La no coincidencia del umbral ventilatorio con el umbral lactácido, se da porque los cambios en las concentraciones de CO2 son posteriores al aumento de lactato (el exceso de CO2 es producto del tamponamiento de lactato por parte del bicarbonato) El umbral anaeróbico, cualquiera fuese su nomenclatura, es sólo un artificio metodológico, expresado en un test de carga o intensidad progresiva, ya sea en una prueba de laboratorio o de campo (Mazza 2007). Este comportamiento no es asimilable o comparable a ninguna situación de esfuerzo deportivo, tanto en deportes individuales, como en deportes de conjunto. En cuanto a la correlación de la frecuencia cardíaca con el umbral anaeróbico lactácido, debemos mencionar que los únicos estudios que han encontrado una alta correlación entre el punto de deflección de la frecuencia cardíaca y el umbral anaeróbico lactácido son los estudios desarrollados por Conconi F. y cols., JAP, 1982, * Droghetti y cols., EJAP, 1985 Por consiguiente la Frecuencia Cardíaca es un débil predictor de variables fisiológicas, tales como el Consumo Máximo de Oxígeno, Umbral Anaeróbico, y especialmente el Umbral Anaeróbico Lactácido. Estos conclusiones, no invalidan el monitoreo longitudinal de la Frecuencia Cardíaca en un deportista, como un signo de adaptación o desadaptación

5 cardio-circulatoria ante el proceso de entrenamiento deportivo y programa de preparación física. La prescripción de intensidades de carga, no deben ser inferidas a partir de los valores de Frecuencia Cardíaca, y mucho menos establecer rangos o zonas funcionales para trabajos aeróbicos o anaeróbicos. Conclusiones: Las investigaciones han sido al menos contundentes desde aspectos estadísticos y reportes de correlaciones. Lo que queda aún por definir seriamente es la aplicación de estas investigaciones, ya que son muchos los que argumentan y alientan la utilización de la FC y el diseño de áreas de trabajo a partir de las mismas. Un aspecto complementario a esto, radica en las metodologías y programas de entrenamiento de la Potencia Aeróbica durante las etapas de formación de jugadores de básquet. Metodológicamente, en la última década, muchos PF del deporte han optado por modelos de cargas intermitentes para entrenar la Potencia Aeróbica, de jugadores en categorías U13, U15, U17 y U19. Este nivel de decisión afecta profundamente, condiciona y limita las adaptaciones fisiológicas clásicas reportadas en trabajos y programas basados en modelos intervalados.

6 El bajo o escaso volumen de carga, o metros recorridos en la sesión, la semana, el mes, el año y la secuencia repetida a lo largo de todas las categorías mencionadas, impacta negativamente y profundiza más aún las adaptaciones de base a nivel morfofuncional, hablamos de: Diámetro Biacromial Tórax transverso Tórax anteroposterior Volumen de estructuras pulmonares Tamaño del Corazón Extensión de red vascular Estas adaptaciones clásicas, logradas con programas intervalados destinados a la Potencia aeróbica permiten no solo un mejor funcionamiento de estructuras cardiovasculares y ventilatorias durante el ejercicio sino que además se vinculan con capacidades metabólicas y control de fatiga durante la competencia: Carga cardiovascular Irrigación muscular Llegada de sustrato vs salida de metabolitos intermedios Manejo de las curvas de CO2. Hablamos no solo de valores expresados por el corazón en funcionamiento (FC) sino además de los beneficios establecidos por las adaptaciones a programas de carga sostenidos a lo largo de las categorías de formación. El principal interés de los PF debe ser el logro de estas y otras modificaciones (adaptaciones) durante las edades de 13 a 19 años, permitiendo mejores prestaciones y rendimientos fisiológicos. La ausencia de programas integrales de PF y los errores de selección (método y estructura de la carga) conllevan a expresiones limitadas para el desarrollo deportivo, muchos jugadores se encuentran dentro de una cancha de básquet

7 con valores sumamente elevados de la FC y no por demandas específicas del juego sino por contar con estructuras no estimuladas. Los valores de FC son una de estas situaciones clásicas, que a expensas de un bajo volumen cardiaco deben compensar con mayor frecuencia la tasa de trabajo muscular y metabólico. Lo mismo sucede con las estructuras pulmonares, que en situaciones de aumento en la concentración de CO2 deben trabajar durante muchos ciclos para lograr la compensación o normalización de los mismos. Al margen de los datos concretos entorno a la utilización o no de la frecuencia cardíaca, considero oportuno vincular estos últimos datos a la interpretación y dimensión de este tema, ya que tiene profundas implicancias en el rendimiento de los jugadores. La FC como ha sido presentado, no es una variable sólida, capaz de garantizar zonas de entrenamiento, al tiempo que tampoco es un buen predictor de la carga de trabajo y las instancias de recuperación. Existen distintos planos fisiológicos, que intervienen y alteran el funcionamiento de la misma, hecho que impide predicciones, estimaciones y cuadros funcionales de trabajo. En nuestra realidad cotidiana la utilización de monitores de ritmos cardiacos, puede ser una opción de validez, para establecer reconocimientos de las adaptaciones cardiovasculares al ejercicio. Resulta limitado el diseño y control de las zonas de entrenamientos, aunque el análisis integral, la interpretación de los procesos de carga y la sumatoria de variables, permiten siempre una mejor prescripción de los estímulos. Evaluaciones metabólicas de ácido láctico, velocidad de ejecución en mts/seg, test de alta correlación, seguimiento integral del deportista y básicamente trabajo interdisciplinario y flexibilidad en cuanto al plan de carga, son algunos de los pilares tradicionales del entrenamiento deportivo.

8 La sola y mera clasificación de zonas de carga por valores y evaluaciones de FC debe ser considerada como una estrategia limitada e incompleta del rendimiento. Resumen: 1) Parte de la comunidad científica, dejo de establecer y aconsejar la utilización de la frecuencia cardiaca como variable predictora de zonas de carga y entrenamiento. 2) Al tiempo que algunos autores y profesionales continuaron utilizando y alentando al uso de la misma como variable de rigor para la planificación y aplicación de cargas. 3) la FC, se encuentra sujeta a un pool de variables que alteran (elevando o disminuyendo) los valores de referencia (frecuencia cardíaca, basal, reposo, entrenamiento, recuperación). 4) Este hecho, es un indicador directo de los inconvenientes primarios que podemos encontrar a la hora de establecer rangos de carga o estímulos a partir de valores de FC. 5) La Frecuencia Cardíaca es un débil predictor de variables fisiológicas, tales como el Consumo Máximo de Oxígeno, Umbral Anaeróbico, y especialmente el Umbral Anaeróbico Lactácido. 6) Un aspecto complementario a esto, radica en las metodologías y programas de entrenamiento de la Potencia Aeróbica durante las etapas de formación de jugadores de básquet.

9 7) Metodológicamente, en la última década, muchos PF del deporte han optado por modelos de cargas intermitentes para entrenar la Potencia Aeróbica, de jugadores en categorías U13, U15, U17 y U19. 8) Este nivel de decisión afecta profundamente, condiciona y limita las adaptaciones fisiológicas clásicas reportadas en trabajos y programas basados en modelos intervalados. 9) La sola y mera clasificación de zonas de carga por valores y evaluaciones de FC debe ser considerada como una estrategia limitada e incompleta del rendimiento. Dedicatoria: Dedico el presente artículo al jugador del Club Atlético Cinco Saltos, Nazzareno Lopez Gallucci, por su pasión y sueños de básquet. Foto de portada: Nazzareno Lopez Gallucci, base del Club Atlético Cinco Saltos, categoría U19, Río Negro Argentina. Espíritu bibliográfico seleccionado para la confección de este artículo: Entrenar con Pulsómetro Autores: Antxon Gorrotxategi Jose Luis Algarra Biosystem Biodeport - Áreas Funcionales - Sistemas Energéticos Correlaciones entre FC y lactato - Autor Juan Carlos Mazza - Comparación entre la Ventilación y la Fc como indicadores del consumo de oxígeno durante ejercicios de diferentes intensidades Autores: varios G-SE.com Medios para cuantificar la carga interna del entrenamiento en deportes de equipo (Revisión) Autor: Jorge Cuadrado Reyes M. Grimaldi G-Se.com Los jugadores de básquet de elite, pasan el 75% del tiempo de juego con una Fc mayor al 85%% de su máximo valor Mc Innes G.SE.com