LA FORMACION DE LAS CLASES SOCIALES EN UNA SOCIEDAD M ULTI-ETNIC A

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1 LA FORMACION DE LAS CLASES SOCIALES EN UNA SOCIEDAD M ULTI-ETNIC A C A L I, José Escórela Universidad del C a l i, Colombia Valle Panel S-194 The H i s t o r ic a l Formation o f Social Classes in L a tin America In the X IX Century

2 34 Este tra b a jo es un In te n to de e x p lic a r el proceso de formación de las clases so ciale s en la ciudad de Cali y en sus áreas circundant e s, o "h in te rla n d " más próxima ( 1 ), que formaban parte en el period o de nuestro e s tu d io, de una unidad p o l í t i c a llamada Cantón de C a l i. (1) En primer lu g a r partimos de la premisa de que la nueva n a c ió n, la Nueva Granada, hereda una determinada e s tru c tu ra so cial legada por la sociedad c o lo n ia l. Por o tra parte el lapso cronológico que nuestro e s tu d io cubre va desde la culminación de la Independencia a la culm inación de un proceso p o l í t i c o de c r i s i s, 1854, marcado por las reformas lib e r a le s y la guerra c i v i l, verdadera guerra s o c i a l, de E l planteam iento a n te r io r parte de un postulado de que el proceso de Independencia in flu e n c ia o m odifica de algún modo que señalaremos a lo largo del t r a b a j o, la e s tru c tu ra de clases de la región que pretendemos e s tu d ia r. Por o tro lado aunque estamos al ta n to del debate e x is te n te en otras ciencias so ciale s que considera a categorías de a n á lis is tales como c la s e s, e s t r a t o s, estamentos como categorías e x c lu y e n te s, como h is t o r ia d o r e s, observadores de la re a lid ad co n cre ta, sin ig n o ra r la Im portancia del d e b ate, vamos a asumir que las categorías se r e f i e ren a d ife re n te s n ive le s de abstracción y que históricam ente podemos e n c o n tra r elementos heterogéneos que responden a c la s ific a c ió n por uno u o tr o parámetro o a una mezcla de ambos. El problema que intentamos a n a l i z a r, ya que no r e s o lv e r, es si la formación social caleña de la primera mitad del s ig lo X IX es una sociedad de clase je ra rq u iza d a alrededo r de c r i t e r i o s esencialmente económicos o es una sociedad e s t r a t if ic a d a por estamentos s o c ia le s, donde se e n tre mezclan elementos económcios, étnico s y ju r í d i c o s. La región del V a lle del Cauca o b je to de nuestro e s tu d io, organizada a lrededo r del núcleo urbano se había consolidado durante el período c o lo n ia l como región complementaria de la economía minera de Popay á n, uno de los centros im portantes de la Nueva Granada C o lo n ia l, basada en la e xp lo ta c ió n del oro con esclavos a fric a n o s. La economía de Cali se había organizado alrededor de haciendas con mano de obra e s c la v a, dedicadas fundamentalmente a la ganadería e xte n siva y a las provisiones para s u r t i r al núcleo minero-de Popayán. La economía caleña no estuvo desde un comienzo volcada hacia el mercado externo sin o a s a t is fa c e r necesidades regionales i n t e r n a s.(2) Al comenzar el s ig lo X IX con la decadencia de la economía minera de Popayán, Cali empezó a s a l i r de su posición subordinada y a o rie n t a r su reducida producción hacia los nuevos centros mineros de Choc ó, primero y A n tio q u ia, después. N Sea como fu e r la región vallecaucana estaba afectada por un p roble-

3 35 ma general que ha retardado el crecim iento y expansión económicos de todo el p a ís, hasta épocas muy r e c ie n te s :la escasez de vías de comunicación que pusieran a las regiones del país en contacto con el mercado mundial y e n tre s í. Es un tópico h ab la r de la ausencia de,un mercado nacional u n ific a d o en lo económico y de la fisonom ía c u ltu ra l propia de cada región como consecuencia de e l l o. Como ha señalado acertadamente un h is t o r ia d o r norteam ericano, el período c o lo n ia l español añadió a la América Precolombina dos in s titu c io n e s dominantes, la ciudad española y el gran l a t i f u n d i o ". (3) Estas dos in s titu c io n e s son eje para entender la h i s t o r i a de la región v a l l e - caucana, a lo cual hay que añadir la e s c la v itu d como forma p r i n c i pal de subordinación de la mano de o b ra, lo que nos permite una cara c te riza c ió n global i n i c i a l de la región como una formación social e s c la v is t a. La introducció n de la mano de obra esclava se c o n v ir tió en una necesidad ante el rápido e xte rm in io de los grupos indígenas ele esta re g ió n. La o rg an ización económica de esta región en la colonia generó una je r a r q u lza c ió n so c ial en cuyos extremos aparecían los p ro p ie ta rio s de t ie r r a s y grandes comerciantes por un la d o, y por o tro la mano de obra e s c la va. S1n embargo, la compleja re a lid ad so cial a d q u iría una fo rm a liza c ió n j u r í d i c a e id e o ló g ic a determinada no só lo por la propiedad de los recursos p ro d u c tiv o s, sin o por elementos id e o ló g i cos y legales calcados de la sociedad española, elementos de fu e rte sabor fe u d a l. E sta sociedad c o l o n i a l, al igual que la de su metróp o lis era una sociedad de je ra rq u ía s so ciale s basadas en la e x is te n cia de estamentos cuya c a r a c te r ís tic a era la desigualdad ju rídicam e n te reconocida y sancionada. Pero en América se hacía presente un importante elemento de e s t r a t i f i c a c i ó n y d ife re n c ia c ió n que no estaba en la sociedad europea, por lo menos abiertam ente; el fa c to r r a c i a l. En América se c o n v e r tir ía en f a c to r de permanencia y r ig id e z de las e s tru c tu ra s s o c ia le s. En el mantenimiento de esa j e r a r q u i z a d ó n desempeñaba un papel preponderante el control del aparato p o l í t i c o pues m inas, t ie r r a s y mano de obra eran monopolios que se derivaban de p r iv ile g io s so ciale s y p o l í t i c o s. Si en la América Hispana eran reconocidos por la corona, tre s e s ta mentos: españole s, indígenas y e s c la v o s, en la región caleña no e x i s t í a para el s ig lo X IX el estamento indígena pero las realidades b io ló g ic a s y demográficas "im pusieron" la aparición de grupos soc ia le s que erosionaron la pretendida homogeneidad de estamentos, d is tin to s y segregados pero que nunca lograron una e x is te n c ia le g a l mente i n s t i t u c i o n a l i z a d a, las c a s ta s, que supuestamente tendrían mucho que ganar en un proceso como el de la Independencia. Si la región caleña nunca fue una región de primera im portancia dentr o del marco del imperio co lo n ial e spañol, la separación de España la dejó en una especie de lim bo, por que la incorporación al mercado m u nd ia l, que en esa época era básicamente el controlado por In g l a t e r r a, no se produjo.

4 36 Por lo expresado, consideramos que los factores económicos e x te r nos de vincu lació n a un mercado mundial no tie n e aquf la importancia determinante que puedan te ne r en o tra s regiones. Por e s t o, consideramos que lo que sigue demostrará que en una región bastante aisla d a de los c ir c u ito s comerciales In te rn a c io n ale s es preciso metodológicamente p r i v i l e g i a r los factores Internos en la gestación de la fisonom ía e s p e c ífic a de su e s tru c tu ra de cla se s. HERENCIA ECONOMICA Y SOCIAL DE LA REGION CAUCANA AL MOMENTO DE LA INDEPENDENCIA. Los sig uie n te s elementos c a rac te riza b an la economía de la región caucana al momento de la Independencia: 1. Amplias extensiones de t i e r r a apropiadas para la ganadería e x tensivas y en menor grado para la a g ric u ltu ra en forma de hacienda o l a t if u n d io ganadero. 2. Amplia d is p o n ib ilid a d de tie r r a s vacías mis a l l á del área económicamente ocupada por haciendas, en forma de bosques, y l l a nuras. 3. Una re la c ió n muy débil con los mercados externos pues, si bien las clases a lta s consumían c ie rto s bienes suntuarios del e x te r i o r y se consumían t e x t i l e s manufacturados en la región de Q u i t o, la reglón no exportaba ningún producto de im portancia al mercado m undial. 4. La a c tiv id a d económica dominante, la ganadería e x te n s iv a, s a t i s fa c ía la demanda l o c a l, regional e in t e r r e g io n a l. 5. Las t ie r r a s mejor situadas y más adecuadas habían sid o apropiadas por un re s tr in g id o grupo que derivaba su poder y sta tu s de la cuasi-m onopolización de este importante recurso. 6. Población y fu e rza de tra b a jo escasas y por lo ta n to dependenc ia del tr a b a jo esclavo como s o lu c ió n. 7. E x is te n c ia de la a g r ic u ltu r a como a c tiv id a d subordinada a la ganadería. 8. Baja p ro d u c tivid a d de la mano de obra y baja pro du ctividad de la t i e r r a, ju n to a un nive l de tecnología muy escaso. 9. Pocas p o sib ilid a d e s para el d e s a rro llo de una manufactura local por razones anotadas en el punto 3.

5 Crecim iento urbano bastante le n to In fra e s tru c tu ra fin a n c ie ra y de c ré d ito reducida a la p r a c t i ca de la usura por in s titu c io n e s re lig io s a s y com erciantes, - los únicos que disponían de liq u id e z de c a p i t a l, en una economía c a ra c te riza d a por la escasez de numerario. 12. A pesar de la e x is te n c ia de algunas grandes fortunas el r i i - mo de acumulación era muy bajo por la tendencia al consumo. 13. Ausencia de mano de obra asalariada en a ctividad es re la c io n a das con la a g r ic u ltu r a. Por o tra parte en cuanto a las relaciones s o c ia le s, en el estamento "español" -es d e c ir- peninsulares y c r i o l l o s, se fueron generando d ife re nc ia s ocupacionales e n tre un se cto r que movía el comercio grande o pequeño y un s e c to r de letrados que desempeñaban funciones importantes como nexo entre la población y un estado ta l altamente b u ro c ra tiza d o como el español de fines del s ig lo X V I I I. Las castas que no habían "le g itim ad o " su situ a c ió n j u r í d i c a habían enoontrado un nicho económico pues en e llo s fueron recayendo artes manuales y o fic io s indispensables pero que la sociedad española reputaba como no honorables. Por o tra p a r t e, lo que podríamos llam ar c ie r ta lógica in te rn a del siste m a, produjo paulatinamente un fenómeno de manumisión y lib e ración de esclavos por motivos d ive rso s. Debido a la abundancia de áreas vacías en zonas boscosas y a la re s is te n c ia de los esclavos a su c o n d ic ió n, su fueron consolidando zonas habitadas por cimarrones y situadas en zonas a donde no l l e gaba el poder de los m ineros, de los hacendados y de las a u to rid a des españolas. En los confines de esta región se e stab lecieron palenques en el C e r r i t o, C a rta g o, Río Palo y el P a t í a.( 4 ) Se ha hablado de la g e n e ra liza c ió n de la lucha de esclavos a fin a le s del s ig lo X V I I I en la Región del V a lle del Cauca. (5) En r e a lid a d, estos grupos que e s tab lecieron una a g ric u ltu ra parcelera de subsist e n c ia, se c o n v irtie ro n en marginales y por fuera de la e stru c tu ra so c ial que estamos e s tu d ia n d o, a pesar de que c o n s titu ía n una permanente amenaza de subversión so cial a los ojos de los p r o p ie ta r io s. DE 1820 A 1854: LA COYUNTURA POLITICO-ECONOMICA. Uno de los puntos im portantes es determ inar las repercusiones que los hechos p o lít ic o s de p rin c ip io s del s ig lo X IX y la coyuntura económica en que le tocó moverse a la región de Cali tu vie ro n sobre la e s tru c tu ra de las clases s o c ia le s.

6 38 La economía minera de la región caucana se derrumbó en tre 1810 y 1850, en contraste con la m inería antioqueña que comenzaba entonces un proceso de expansión. Como r e s u lta d o, toda la región caucana se v io marcada por un proceso de estancamiento económico. E sta n camiento económico que no s i g n i f i c a necesariamente c r is i s y s u f r i miento por las clases no p r o p ie ta r ia s, sin o estancamiento en el proceso de in te g ra c ió n al sistema c a p i t a l i s t a mundial y de generaliz a c ió n de las relaciones so ciale s c a p i t a l i s t a s. En otras palabras estancamiento en la d ife re n c ia c ió n so cial propia del c a p ita lis m o. Este estancamiento económico es a nuestro modo de v e r, re su lta do de tre s procesos d is tin to s pero íntimamente relacionados. Prim e ro, el impacto de las prolongadas guerras de Independencia que desbarajustó la g an adería, la a g ric u ltu ra y sobre todo la m inería que era el eje de la economía re g io n a l. La confiscación y el despoj o a fe c tó a bienes inm uebles, muebles y fueron practicados por " r e a lis t a s " y " p a tr i o t a s ". E n tr e 1815 y 1820, durante la represión r e a l i s t a algunas de las fa m ilia s p rin c ip a le s que habían apoyado la causa " p a tr i o t a " perdieron propiedades y algunos fueron ejecu tados. De 1820 en a d e la n te, con el t r i u n fo de los p a trio ta s comenzó el proceso de confiscación de minas y t ie r r a s de un buen número de real is ta s r e c a lc itra n te s que se negaron a aceptar al nuevo estado de cosas y se vieron forzados a em igrar. Derivado de la a n te r io r está el desbarajuste de la producción minera por la c r is i s que a fe ctó a la e s c la v itu d. Como maniobra p o l í t i ca los r e a lis ta s o fre c ie ro n la lib e r t a d a los esclavos que se l e vantaran contra sus amos y los p a t r i o t a s, colocados a la defensiva consiguieron e n ro la r esclavos en sus f i l a s con la misma promesa. El re sulta do p r e v is ib le fue el d e b ilita m ie n to notable de los mecanismos de sujeción sobre la mano de obra de Haciendas y Minas. El compromiso de los Ideólogos de la Independencia de a b o lir la e s c la v i t u d, progresó muy lentamente fre n te a la re s is te n c ia de los pro pie ta r io s del Cauca que alegaban la i n v io la b ilid a d de la propiedad p r iv a d a, pero de todas formas el control sobre la mano de obra se fue haciendo p r e c a r io, s itu a c ió n agravada por el problema p o lít ic o de le g itim a c ió n de las nuevas autoridades que deseaban lle n a r el vacío dejado por la desaparición de la autoridad r e a l. El te rc e r fa c to r en el estancamiento económico, fue el fracaso para in te g r a r se al mercado mundial por la ausencia de buenas- vías de comunicac ió n, y porque "no hay que e xp o rta r" (6) como señalaba un pesimista. LA ESTRUCTURA SOCIAL DE LA REGION. Lo a n te r io r esboza a grandes rasgos el contexto h is tó r ic o general así como las premisas t e ó r ic a s, im p líc ita s o e x p l í c i t a s, que animan

7 39 este estu dio de la e s tru c tu ra so cial de Cali y su región aledaña. Para el e stu d io documentado, em pírico de esta sociedad es i n e v i t a ble plantearse en primera in s ta n c ia el problema de la metodología que nos permita e x tr a e r un máximo de respuestas de una documentación que conserva abundantes "records" para una h i s t o r i a I n s t i t u c i o n a l, l e g a l, pero in s u fic ie n te s para una h i s t o r i a so c ial o h i s t o r i a económica c u a n tific a d a. PROBLEMAS DE METODO. El in te n to de documentar empíricamente la h i s t o r i a so cial de Ja re gión nos e n fre n ta a la conclusión de que la sociedad neo-granadina de la época v i v í a en la era p r e - e s t a d ís t ic a ; el campo de preguntas que puedan ilu s t r a r s e con documentos su sceptibles de c u a n tific a c ió n son escasos; por o tr o la d o, la ausencia de documentos que ilu s t r e n los mecanismos de subordinación de la fu e rza l a b o r a l, confirman el ase rto de MAGNUS MORNER, de que los contratos o arreglos e n tre la fu e rza de tra b a jo deben haberse f ija d o oralm ente. (7 ) En r e a lid a d, el s ig lo X IX representa un retroceso en este se n tid o fre n te a la minuciosidad presente en la documentación c o lo n ia l. En c ie r ta forma la e s tr a te g ia metodológica consiste en adaptarse a la documentación u p e rvivie n te para e x tr a e r de e l l a al máximo posible de inform ación y el máximo perm isible de ela b o ra ció n. Nuestra primera decisión ha c o n s istid o en e sta b le c e r una d e s c rip c ió n, recuento y c la s ific a c ió n de o fic io s y ocupaciones tomando para e l l o un censo o empadronamiento l o c a l, efectuado en 1830, en las cinco parroquias o d i s t r i t o s parroquiales que componían entonces el Cantón de C a l i. (8) Una de las parroquias c o n s titu ía el d i s t r i t o urbano de C a l i, que conservando aún las d ivisio n e s colon iale s estaba d iv id id o en cuatro b a r r i o s, a s i : LA MERCED, SAN NICOLAS, SANTA ROSA, SANTA LIBRADA, 1 s ig u ie n te cuadro nos da una idea de la d is tr ib u c ió n : CANTON DE CALI (1830) PARROQUIAS BARRIOS 1. Cali LA MERCED SAN NICOLAS SANTA ROSA SANTA LIBRADA 2. Jamundí 3. E l Salado 4. Yumbo 5. Yotoco

8 40 La primera oobservación se r e fie r e a la d i f i c u l t a d o a la ambigüedad de esta b le ce r una separación o c la s ific a c ió n de parroquias en "u r bana" y "ru ra le s " pues mucho de los habitantes que desempeñaban su a c tiv id a d económica en la zona rural mantenían residencia dentro de la,c iu d a d. Sin embargo, creemos ju s t i f i c a d a la c la s ific a c ió n pues el censo nos demuestra un contraste s i g n i f i c a t i v o e n tre la e s tru c tu ra ocupacional de Cali y de las otras parro qu ia s. Por o tro la do,e sa misma dicotomía a fe c ta en forma i m p l í c i t a, a los esquemas c l a s i f i c a - to rio s que usaron las autoridades locales que h ic ie ro n el empadronamiento pues los h abitantes ru ra le s fueron censados por "hacienda" o "fin c a " en vez de por "manzana" o "casa" como los habitantes urbanos. Por o tra p a r te, hubiera sido deseable encontrar censos o empadronamientos correspondientes a otros períodos que nos hubieran p e r m itido e s tu d ia r la evolución temporal de la e s t r a t i f i c a c i ó n ocupacional en la re g ió n. Desgraciadamente, no hemos logrado l o c a l i z a r los manu scritos de los empadronamientos lo c a le s, sino solamente los resúmenes e s ta d ís tic o s generales que se rvían a nuestros p ro p ó sito s. Por e s o, hemos p re fe rid o t r a b a ja r con este censo únicamente. El recuento o tabu lació n de o f ic io s y profesiones nos proporciona una v is ió n de la e s tru c tu ra ocupacional que nos permita form ular c ie rto s planteamientos generales sobre la e s t r a t i f i c a c i ó n so cial de la re g ió n. (9) En este censo, se presenta un esquema general de recolección de i n formación sobre las sig u ie n te s c a te g o ría s : Nombre - Edad - Calidad Ve cindario - Ocupación. Una d i f i c u l t a d que se presenta para t r a t a r de s is te m a tiz a r la I n f o r mación obedece a la f a l t a de homogeneidad en la in te rp re ta c ió n de las categorías CALIDAD y OCUPACION, especialmente la prim era. A l gunos c o n c lu iría n rápidamente que la disparidad r e f l e j a la ig noranc ia de los fu n cio na rio s locales que h ic ie ro n el censo o que se ncillamente no se em itieron instrucciones g e n e ra le s, y que cada autorid a d les dio su propia in te r p r e ta c ió n. Nosotros consideramos que esa heterogeneidad es muy d lc ie n te sobre el estado o b je tiv o y las percepciones que los contemporáneos tenían de la e s tru c tu ra so c ial en que v i v í a n. Así en el BARRIO DE LA MER CED so lo aparecen dos c a lid a d e s : CIUDADANO/ESCLAVO. En los censos de los d i s t r i t o s r u r a le s, las autoridades lo c a le s, u t i l i z a r o n c a l i f ic a t iv o s "s o c ia le s " para d ife r e n c ia r CALIDAD e n tre BLANCOS, ta le s como NOBLE - PLEBEYO - MONTAÑES y c a l i f i c a t i v o s "é tn ic o s" para d i fe r e n c ia r sta tu s en tre los NO-BLANCOS. Los mismos c a l i f i c a t i v o s aparecieron en dos barrios urbanos. SAN NICOLAS y SANTA ROSA, habitados mayori ta r i ámente por los sectores populares. t En los manuscritos o rig in a le s se puede observar como una autoridad s u p e rio r tachó ta le s c a l i f i c a t i v o s en todos los no esclavos y es- \

9 41 c r ib ió encima la palabra CIUDADANO. Consideramos s i g n i f i c a t i v a esta in c o n s is te n c ia, pues re ve la un desfase entre las concepciones j u r íd ic a s y f i l o s ó f i c a s que supuestamente se habían adoptado en la República desde la C o n stitu c ió n de 1821 que so lo adm itía dos categorías de personas: lib r e s y e s c la vo s, y la p e rs is te n c ia de los c a l i f i c a t i v o s s o c io -é tn ic o s a n ive l lo c a l. Frente a lo que algunos sociólogos c o n c lu iría n como f l u i d e z de la e s tru c tu ra s o c i a l, preferimos deducir la precariedad de la id e o lo g ía lib e r a l republicana fre n te a la in o c u lta b le p e rsis te n c ia de mecanismos "arcaicos" para la asignación de "s ta tu s " y p r e s t i g io. HOMBRES LIBRES Y ESCLAVOS. Aunque algunos h is to ria d o re s han i n d i cado la f a l t a de e x a s titu d de estos censos, en el recuento de personas, sin embargo son importantes como Indicadores de tendencias. Este censo local muestra que los esclavos c o n s titu ía n e n tre el 18 y el 20% de la población del Cantón en 1830, y si comparamos este con los censos generales efectuados en 1835, 1843 y , se observa la tendencia le n ta a la disminución de la e s c la v itu d pues los porcentajes son de 1 5.4,8 y 3.6% respectivam ente. (10) Más Im portante es el hecho de que en 1830, la mayoría de los e s c la vos de las parroquias rurales se concentraban en la parroquia de Jam undí, donde se encontraba el 37% de la población esclava del Cantón. Dentro de la población de la parroquia el 42% de la población estaba en la e s c la v itu d. Esto corresponde a nu estro conocimiento p a ra le lo de que en Jamundí estaban las más grandes haciendas esc la v is ta s de la re g ió n, particularm ente la HACIENDA CAñASGORDAS, reputada por los contemporáneos como la hacienda más grande de t o da la p r o v in c ia. No en vano los hacendados de Jamundí c o n s titu y e ron uno de los apoyos más importantes de la insu rre cció n conservadora de 1851 contra la medida lib e r a l de a b o lic ió n t o t a l de la esc la v it u d. No creemos que estos p ro p ie ta rio s se m o v iliza ra n en defensa de una " re n ta b ilid a d " de la que no tenían n o t i c i a, sino en defensa de una in ve rsió n costosa que había que p ro te g e r. En contraste el bajo número de esclavos en Yotoco concuerda con otros datos que la señalan como zona de p ro p ie ta rio s no e s c la v is ta s y no l a t i f u n d i s t a s. En cuanto a los d i s t r i t o s urbanos de C a l i, encontramos que en la Merced se reunía el mayor número de e s c la v o s, en calidad de doméstic o s, lo cual se e xp lic a por la s itu a c ió n del b a rrio como zona r e s i dencial p re fe rid a por las fa m ilia s de mayor riq u e za y mayor p r e s t i gio so c ia l en la re g ió n. Sin embargo, gracias a la forma de poblamiento acostumbrada en las v i l l a s y ciudades españolas, los v e d n o s p rin c ip a le s se colocaban en las cercanías de la p laza mayor pór to dos los co sta d o s, motivo por el cual aparecen p ro p ie ta rio s de esclavos como residentes en todos los b a r r io s.

10 42 Una cuestión im portante es por qué en los b arrio s de la urbe se concentraba ta l número de esclavos domésticos que estaban a l 1 f en su mayoría como fu e rza de tra b a jo "im p ro d u c tiva ". La e xp lic a c ió n de esto se encuentra en dos nive le s d ife r e n te s. El de p r e s tig io s o c i a l, pues la posesión de esclavos era una de las formas de oste n ta r status so cial y de m ostrar apego a una forma de v id a. El o tro era económico, pues la frecuen cia de compra y venta de e scla v o s, observable en las transacciones n o ta ria le s da la idea de que el esclavo era ana de las pocas "mercancías" completamente comerc i a l i z a b l e s. Si en las primeras décadas del s ig lo se c o n ta b iliz a n ayor número de ventas de esclavos que de t i e r r a s, después de 1840 aquellas desaparecen. E L PROBLEMA DE LA ESTRATIFICACION SO C IO -RAC IAL: Si retomamos los c a l i f i c a t i v o s s o c io -ra c ia le s en algunas de las parroquias de nuestro censo, vemos que algunos de los c a l i f i c a t i v o s, los que establecen d is tin c ió n o d is ta n c ia e n tre blancos no nos permiten asegurar que correspondían con e x a c titu d a d ife re n c ia s en poderío económico en todos los casos, pero s í eran in d ic a tiv o s de d ife re n c ia s de "s ta tu s " o " p r e s tig io " y de la e x is te n c ia de percepciones s u b je tiv a s de asignación de p r e s tig io en la comunidad. Nos inclinamos a e s ta b le c e r el sig u ie n te "ra nkin g" en el que se e n tre cruzan c r i t e r i o s económicos y s o c ia le s. OCUPACION Hacendado Labrador CALIDAD Noble Montañés Plebeyo Montañés. Pardo Mulato La d ife r e n c ia entre "hacendado" y "la b rad o r" parece se r e s e n c ia l mente económica, es d e c i r, la condición de p r o p ie ta r io. Así el hacendado posee l a t i f u n d i o y e s c la v o s, el la brad p r no posee esclavos y puede poseer t i e r r a o solo u s u fru c tu a rla. Ahora bien el labrador no será nunca n o b le. E n tre el hacendado nob le y el hacendado montañés nos encontramos fre n te a d istin c io n e s so ciale s de s ta tu s y p r e s t ig io fundamentalmente aunque en algunos casos es posible que e x is ta d ife re n c ia en el tamaño de las p ro p ie dades. Como rasgo común ambos eran b la n c o s, f a c t o r que los separaba del hacendado plebeyo caso anómalo o excepcional de un no-blanco (m e stizo ) p ro p ie ta rio de t i e r r a y de esclavo s.

11 43 La condición del la brad o r generalmente ofrece d ific u lta d e s pues es una c a te g o ría que parece u t i l i z a r s e con dos sentidos d ife r e n te s. En un se ntid o parece se r el pequeño p r o p ie ta r io de t ie r r a s que debe la b r a r la t i e r r a con su propio e s fu e rzo y el de su fa m ilia que no posee e s c la vo s. S1n embargo, hay una buen número de In d ivid u o s que reciben la designación de labradores pero nos lucen como personas que tra ba ja n en labores a gríc o la s para o t r o s, como subordinad o s, es d e c i r, c o nstitu ye n mano de obra jurídicam e nte U b r e no prop ie ta rio s de t i e r r a. Creemos que la desglnación labrador-montañés se r e f ie r e a un pequeño p r o p ie ta r io b lan co. Ahora bien la antigüedad se presenta en los casos de la brad o r pardo o mulato que pueden caer b ajo la primera o la segunda c a te g o ría. Un elemento adicional e x p l i c a t i v o es la lo c a lid a d g e o grá fic a pues en algunas parroquias parece haberse consolidado pautas c o n tra s ta n tes de tenencia de la t i e r r a. Así Jamundí es zona de hacienda y la t i f u n d i o fre n te a Yotoco donde se consolidaron un buen número de pequeñas y medianas propiedades. La e stre c he z del t e r r i t o r i o e n tre el Río Cauca y la fa ld a de montaña de la c o r d ille r a occidental no fue conducente a la formación de grandes la t ifu n d io s en la zona de Y o to c o, donde el censo señala la e x is te n c ia de unos 70 labradores montañeses, 50 labradores pardos y un la brad o r negro U b r e. Un v is ta z o a la e s t r a t i f i c a c i ó n ocupaclonal en g e n e ra l, nos permite observar en primer l u g a r, el b ajo grado de d ife re n c ia c ió n so cial e x i s t e n t e, pues la e s tru c tu ra ocupaclonal era muy simple p a r tic u larmente en las áreas rurales donde no e x is t ía n gentes que v iv ie r a n de c ie rta s ocupaciones artesanales n e c e sa ria s, lo cual quiere d e c ir que muchos de los c la s ific a d o s como labradores desempeñaban a la vez todos los o fic io s n e c e s a rio s, en especial aquellos que no re querían c a lific a c i ó n especial o d e s tre za. De todas form as, la preponderancia de una a c tiv id a d casi única de la cual vive la casi to t a lid a d de la población es in d ic a t iv o del bajo grado de d ife r e n c ia ción s o c ia l. El recuento de ocupaciones de los cuatro barrio s de C a l i, in d ic a que fre n te al b a r r io é l i t e de la Merced, los tres b arrio s de San N ic o lá s, Santa Lib ra d a y Santa Rosa, son los barrio s "p opulares". En p a r t i c u l a r, San Nicolás aparece como el b a rrio de los artesanos de la ciu d a d, seguido por el b a r r io Santa Rosa. El examen d e ta lla d o de los manuscritos pone de m a n ifie sto una correspondencia bastante notable entre c ie rta s ocupaciones e i d e n t i fic a c ió n s o c i o - r a c i a l. A s í, las gentes dedicadas a los o fic io s man u a le s, los a rte sa n o s, son generalmente las castas o las gentes de c o lo r, encontrándose raramente blancos entre e l l o s. Había unas-«pocas e xce pciones, lo cual probablemente indicaba una je r a r q u i z a d ó n é tn ic a de los o fic io s manuales. Así entre los sastres se encontraba

12 44 un buen número de blancos. Igualmente en la ocupación de p l a t e r o, hay una mayoría de blancos ju n to a un pequeño número de pardos. Quizá por se r un o f i c i o menos pesado manualmente era considerado menos indigno para un blanco pobre. El o f i c i o de p la te ro que requería un mayor grado de d estreza y c a lig ic a c ió n r e c ib ía un c ie r to reconocimiento por encima de los otros o f i c i o s, lo cual lo hacía un o f i c i o posible para aquellos inmigrantes t a r d í o s, blancos pob r e s, sin p o sib ilid a d e s de establecerse como comerciantes. Los sastres se hallaban diseminados por la ciudad donde de los 39 c o n ta b iliz a d o s, 12 v iv ía n en la Merced, 16 en San N ic o lá s, 8 en Santa Lib ra da y 2 en la parroquia ru ra l de Jam undí, a no dudarlo para atender alguna demanda proveniente de los 17 hacendados l a t i fu n distas que v iv ía n en la parro quia. Por o tro la d o, es p e c u lia r la composición de los o fic io s que tenían que ve r con la manufactura o elaboración de t e x t i l e s. Solo aparecen 7 tejedores d is trib u id o s e n tre Santa Rosa y San N ic o lá s, y 65 hilande ras de las cuales 62 se concentraban en el b a r r io de San N ic o lá s. No tenemos e videncia s u fic ie n te sobre el tip o de demanda a s a t is fa c e r por el tra b a jo de esas h ila n d e ra s, pero estaba probablemente encaminado a la producción de m ateriales bastos para el consumo de las clases populares lo c a le s. La ausencia de artesanos relacionados con la elaboración de t e x t i les confirman la te s is de que Cali importaba de Q u ito y del e x te r i o r las te la s y las ropas que consumía su p o b la c ió n, p a r t ic u la r mente la clase a l t a. La ausencia de este tip o de artesanos e x p lic a también porque en la región dos décadas más tarde el l i b r e cambio y la introducció n de manufacturas inglesas no s e ría un problema que lo g rara m o v iliz a r las energías o el resentim iento de la p o blació n. En esta región la concentración de la población en activida d e s conectadas con la a g r i c u l t u r a, e x p lic a claramente por qué el c o n f l i c t o local fundamental fue la lucha por las t ie r r a s de ejidos que los hacendados se habían apropiado y que el pueblo caleño con los labradores a la cabeza lucharon por recuperar. Otro aspecto im portante es que en esta e s tru c tu ra ocupacional de o f ic io s manuales se observa una marcada preponderancia de los o f i cios n o - c a l i f i c a d o s, que requerían poca d e s tr e z a, lo cual p e rm itía a los "artesanos" d e r iv a r su su bsiste n c ia pasando fácilm ente de una ocupación a o tra Igualmente de baja o poca d e s tre za. También re s u lta p e c u lia r el bajo número de " t a la b a r t e r o s ", 7 en t o i a l. en una región donde abundaba el ganado. El o f i c i o requería c ie r to grado de d e stre za y h a b ilid a d que pocos alcanzaban. *. La población artesanal se dedicaba principalm ente a lo que podríamos

13 45 llamar a rte sa n ía de s e r v i c i o s, o de m antenim iento, que en general no requería elaboración de manufacturas u o tro s p ro d u c to s,' En el se c to r relacionado con el comercio podemos i d e n t i f i c a r tre s ocupaciones p r in c ip a le s : com erciante, tr a ta n te y pulpero o p u lp e ra. El comercio había a dq u irid o un s ta tu s so cial de p re s tig io desde los tiempos co lo n iale s pues era uno de los métodos más rápidos de hacer fo rtu n a. Ya en el período republicano se consideraba ocupación a b ie r ta a blancos y a castas por i g u a l, a todo el que hubiera logrado acumular s u fic ie n te c a p ita l para p a r t ic ip a r en dicha a c tiv id a d. Con la decadencia de la a c tiv id a d m ine ra, los comerciantes que habían sido los grandes b e n e fic ia rio s del sistema p ro d u c tivo vie ro n mermadas sus posibilidades de enriquecim iento ya no s u rtía n como antaño a las minas de a lim e n to s, e s c la v o s, aguardiente y tabacos. El la rgo a i s l a miento de la región fre n te a los mercados mundiales e x p lic a que el número de comerciantes en el censo de 1830 no fuera particu larm ente grande. Aparecen 14 comerciantes d is tr ib u id o s por los d ife re n te s barrios de la ciudad. En la p r á c tic a, la le n tit u d en el crecim iento del comercio y la d i f i c u l t a d de las vías de comunicación p o s i b i l i t a r í a el que un número reducido de comerciantes que tenían s u fic ie n te c a p ita l monopol i z a r a las p o sib ilid a de s comerciales e x i s t e n t e s.( 1 1 ) Hasta mediados del s i g l o por menos, se dedicaban preferentemente a 'l a im portación de productos no perecederos como las llamadas "ropas y efectos e x tr a n je r o s ". Este grupo se dedicaba al comercio al por mayor. E l Importante comercio del tabaco se concedía por el Estado en forma de monopolio hasta 1850, m otivo por el cual los comerciantes m ayoristas de una reglón pugnaban por medio de sus conexiones p o lític a s por asegurarse ta l p r i v i l e g i o. Continuaba vigente el mecanismo s o c ia l t á c i t o por lo cual los e x tra n je ro s recién lle g a d o s, encontraban a tra vé s del comercio y sobre todo el é x i t o comercial el acceso a la é l i t e. E l tr a ta n te en cambio era el pequeño comerciante que tr a fic a b a en el mercado local o a l o sumo en el mercado re g io n a l. Si en el s i glo X I X, los comerciantes eran fundamentalmente c r i o l l o s, blancos o e x tra n je ro s recién lle g a d o s, el e s tr a to de los tra ta n te s parece haber estado a b ie rto a las p o sib ilid a d e s de diversos e s tra to s ra c ia le s. Así en el patrón de Santa Rosa se encuentran tra ta n te s p ardos y mulatos al lado de tra ta n te s blancos. Todavía en muchos casos era fundamentalmente un mercader it in e r a n te que transportaba géneros a lim e n tic io s de producción local o lle vab a a regiones aisladas los efectos e x tra n je ro s que importaban los grandes comerciantes. En Cali había en 1830, 35 tra ta n te s diseminados en los 4 b a r r io s. La d ife r e n c ia fundamental con el comerciante parece ser su condición de mercader ambulante.

14 46 Los pulperos eran los p ro p ie ta rio s de las tiendas de c om estib les, bebidas y géneros al d e t a i. Aparecen censados 7 en la Merced, 16 en San Nicolás y 20 en Santa Rosa; el término en re a lid ad se a p l i ca a un o f i c i o desempeñado por mujeres pues de las 43 pulperías de C a l i, só lo una aparece operada por un varón. Generalmente las p ro p ie ta r ia s de estas tiendas eran de las diversas c a s ta s, pardas y m ulatas. No hay e vid e n c ia de que alguna mujer de orig en blanco est u v ie r a en e s ta a c tiv id a d económica. Este censo local de 1830 al igual que otros documentos proporcionan una v is ió n de una economía fundamentalmente a g r a r ia, si nos atenemos al p e r f i l ocupacional r e s a lta n te. A s í, e n tre la clase p ro p ie ta r ia solo aparecen dos m ineros, en ambos casos p ro p ie ta rio s de minas que quedaban fuera del V a lle del Cauca. Los hacendados c o nstitu ye n grupo preponderante en todos los sentidos dentro de la clase p ro p ie ta ria de los factores de producc ió n. En cuanto al o f i c i o de labrad or qu e, por recue nto, reunía el mayor número de cabezas de lu g a r y varones adultos en todas las parroquias de la región presenta c ie rta s ambigüedades, pues reúne ta n to al hombre U b r e, p r o p ie ta r io de una propiedad mediana y pequeña como al c u lt iv a d o r no esclavo pero de alguna manera dependiente de algún p r o p ie ta r io mayor, a quien paga alguna forma de o b liga ció n en t e r r a j e, apa rce ría por u t i l i z a r t ie r r a s sobre las que el señor posee "dominio em inente". Si en las haciendas y zona r u r a l, la mano de obra a sa la riad a era prácticamente in e x i s t e n t e, la a pa rició n en el censo de una categor í a como JORNALEROS, U b r e s, Ind ica la e x is te n c ia de un s e c to r soc ia l 1n dife renc1ad o que se desempeñaba en o fic io s m ú lt ip le s, urbanos de escasa c a l i f i c a c i ó n, y ru ra le s como el mantenimiento de caminos. Sin embargo, aunque no hay e vid e n cia documental de e l l o no se descarta la p o s ib ilid a d de que s ir v ie r a n de mano de obra a d ic io nal en las t i e r r a s de los p ro p ie ta rio s que no poseían e s c lavo s. La e x is te n c ia de un s e c to r amplio de labradores Im plica que la d i cotomía l a t if u n d is t a - e s c la v o pertenecía al pasado fre n te al d e b i l i tamiento de los mecanismos c o e rc itiv o s de contro l de la mano de obra. A pesar de la posición de estancamiento de la a g r i c u l t u r a, los a r chivos n o ta ria le s r e fle ja n un aumento pro gre sivo en el número de propiedades medianas, y la venta de fragmentos de las grandes hac ie n d a s, s in que esto s ig n ifiq u e que pierdan su condición de l a t i fu n d io. Frente a la pérdida de contro l s o b re la mano de obra y el desbarajuste de la a c tiv id a d económica en varias o casio n e s, como las guerras c i v i l e s de 1830, , , 1854, e insurrecciones de esclavos como la de 1843 y fre n te a una economía de i l i q u i d e z de c a p i t a l, la venta de fragmentos de lo$ enormes la tifu n d io s podía re p re se n tar una de las pocas p o sib ilid a d e s de ingresos en d i nero. Así en diversas ventas que su fren grandes haciendas como la

15 4 7 de MELENDEZ y EL ESPINAL se observa que el v a lo r de la hacienda es menor, porque el v a lo r de la t i e r r a ha d ism in u id o, no por desvalo r iz a c ió n sino por su menor e xte n sió n. (12) PECULIARIDADES DE LA ESTRUCIü ka SO C IAL. Fina lm e n te, podemos d e c ir que la ausencia de c ie rto s o fic io s o profe s io n e s, o el escaso número de algunas i l u s t r a el bajo grado de d ife re n c ia c ió n so cial e x is te n te en la e s tru c tu ra so c ial de la región caleña entonces. No aparecen la ca te go ría de panaderos a pesar de que sabemos que en la p ro vin c ia se intro d u c ía n harinas desde la reglón central de la Nueva Granada. Seguramente en las casas acomodades, que eran los p rin c ip a le s consumidores de este p rodu cto, (lo s sectores populares p re fe ría n el plátano y el maíz) s ir v ie n t e s o esclavos desempeñaban esa la bo r en los hornos de la hacienda o de la. casa s o la rie g a. Solamente aparecen 4 a lb a ñ ile s y un barbero en todo el Cantón. Los jo rn a le ro s e x is te n te s - o f i c i o indi fe r e n d a d o - seguramente desempeñaban m ú ltip le s a ctividades e n tre e lla s las de ayudar a las pocas personas que se dedicaban exclusivam ente al o f i c i o de a l b a ñ lle r ía. O tro caso que nos llama la atención es la escasez de miembros de las profesiones l i b e r a l e s, un só lo médico - e l D r. José Núñez Calcedo- 3 abogados y un s o lo maestro. Los abogados que d ir ig ía n la pol í t i c a regional en 1850, estaban apenas formándose como e stu d ia n tes en 1830 cuando el censo local fue lle va d o a cabo. La escasez de abogados en 1830 es un resultado de la poca im portancia p o l í t i c a -a d m in is tra tiv a que hasta entonces había ostentado Cali en comparación con la sede del aparato p o l í t i c o r e g io n a l, Popayán, circ u n s ta n c ia que cambiaría bastante en las dos décadas s ig u ie n te s. La escasez de profesiones lib e ra le s es síntoma del b ajo n ive l c u ltu ra l de la é l i t e l o c a l, en e sto también subordinada a Popayán, y e x p l i ca por qué e n tre 1820 y 1840, un solo caleño -e l poderoso hacendado y abogado Vicente Borrero tu v ie ra p artícp a ció n Importante en el ámbito n a c io n a l. RIQUEZA Y FORTUNAS. Una vez conformada una descripción de la e stru c tu ra ocupado nal de la región a le ñ a, un elemento de gran im portancia para avanzar nuest r a comprensión de la e s tru c tu ra so cial consiste en establecer los n ive le s de ingreso y/o riq u e za de los d ife re n te s grupos ocupacionale s.

16 48 Este tip o de in te rro g a n te es una preocupación de h is to ria d o re s contenporáneos y como ta l no encuentra necesariamente las respuestas gue buscamos e n tre las fuentes documentales prim arias de aquella época. E s ta b le c e r los n ive le s de ingreso y de riqu eza de grupos o c u p a d o - nales nos p e r m it ir ía v e r la re la ció n e x is te n te entre ocupación ( o f i cio) y posición económica del re spe c tivo grupo. P e r m itir ía e s ta b le cer correlaciones e n tre posición económica y posición so cial de una ocupación o grupo ocupacional. P e r m itir ía e s ta b le c e r una j e r a r q u i z a d ó n e n tre grupos ocupado nales muy pare cido s. Fin a lm e n te, nos p e r m itir ía plantearnos o t r o n iv e l de preguntas probablemente más Importantes a saber cuál es el origen concreto de esos n ive le s d i f e rentes de Ingresos y de riqueza? Dicho de o tr a forma d is c e r n ir quién y cómo contro laba los fa c to re s de produ cción, d is tr ib u c ió n o consumo, y contro laba por tan to la p o s ib ilid a d de apropiarse una porción d i fe re n c ia l del ingreso y la riq u e za. Desafortunadam ente, el e s tu d io detenido de los documentos en a rc h i vos colombianos (del s ig lo XIX) nos lle v a a la conclusión de que e sta sociedad v i v í a en la era p r e -e s ta d ís tic a y que c ie rto s i n t e rrogantes no pueden se r contestados adecuadamente porque dicha i n formación jamás fue recogida. Durante la primera mitad del s ig lo X IX no se recogieron datos más o menos sistem áticos como los e x is te n te s para otros países sobre el monto de los Ingresos o la riq u e za de la población. En tre , el gobierno re fo rm ista lib e r a l desde una nueva posi ción Id e o ló g ic a que tuvo muy co rta vida t r a t ó de e s ta b le c e r una contrib u c ió n d ir e c ta como impuesto único en reemplazo de la m u ltitu d de alcabalas o impuestos in d ire c to s que s o b re viv ía n de la época española. El gobierno e x p id ió decretos por el cual se e s ta b le c ía el monto de la con trib u c ió n in d iv id u a l según el n ive l de fo r tu n a. Los fun cionario s locales debieron seguramente hacer evaluaciones in d ivid u a le s de la riqu e za o fo rtu n a de cada uno de los habitantes su jetos a la c o n trib u c ió n. Desafortunadamente todo lo que se conserva es una l i s ta por parroquias del impuesto a pagar por cada in d iv id u o fechada en el año 1853 ( 1 3 ). No hemos podido e n co n tra r-acta s de los pasos dados para e v a lu a r las fortunas o el Ingreso de los h a b ita n te s. Para in t e n t a r re s o lv e r parcialmente nuestro in t e r r o g a t o r io hemos u t i l i z a d o la l i s t a de impuestos más el decreto que e s ta b le c ía las categorías de contribuciones según ingreso o riqu e za y por in fe re n c ia hemos tra ta d o de d e r iv a r el monto aproximado de las fo rtu n a s. En el apéndice e s ta d ís tic o aparecen unos cuadros que hemos elaborado a p a r t i r de los manuscritos o r ig in a le s. En el documento o r ig in a l aparece una d iv is ió n por p a rro q u ia s, s ie te

17 59 en to ta l a s í: La Lib e rta d La Fra te rn id a d Río Claro Vi jes Yotoco Yumbo Queremal (14) y en cada parroquia se l i s t a por orden a lfa b é tic o la persona y el monto de su impuesto. Nosotros hemos tra ta d o de e sta b le c e r una semblanza de j e r a r q u i z a d ó n que produce una escala de in te rv a lo s o proporciones que con los datos concretos adquiere una forma p iram i dal en cuya base estaban los que pagaban la mínima c ontribució n de 4 reales. Desde luego que por fuera de esa pirámide estaba la población que no podía se r gravada porque no te n ía riqu eza ni ingreso con que c o n t r i b u i r. El t o ta l de habitantes gravados en las 7 p a rro quias era de 1500 personas de una población t o ta l de unos habitantes aproximadamente ( 1 5 ). Estos casos in c lu ía n la población que tu v ie ra "bienes de c u a l q u ie r clase o alguna i n d u s t r i a, profesión u o f i c i o y algún empleo o cargo p ú b lic o " ( 1 6 ). Aparecen ta n to hombres como m ujeres, estas ú l timas en una pequeña m inoría y que fig u ra n en los a lto s rangos de la je ra rq u ía s o c i a l, pues son mujeres que han heredado bienes de f o r tuna considerables de padres y maridos. A los que no se les pudiera a t r i b u i r un ingreso d e fin id o por no te n e r tra b a jo d e fin id o y esto incluye a las "amas de c a sa ", h ijo s de f a m i l i a, s i r v i e n t e s, peones, antiguos esclavos ahora transformados en concertados forzosos por las leyes de vagancia no se les aplicaba la c o ntrib u c ió n. E s to exp lic a por qué la capitación so lo cubría a personas. La pirámide de que estamos hablando tie n e la s ig u ie n te escala j e r á r quica de menor a mayor. MONTO DE IMPUESTO No. DE CASOS 4 reales reales

18 50 MONTO DE IMPUESTO No. DE CASOS Más de T75ÜÜ personas Se esperaba que esta población gravable de proporcionara al gobierno una co ntrib u ció n t o ta l de re a le s. Algunos cálculos sobre las desigualdades intern as m ostrarían que en la base de la p i rámide un 45.6% de la población poseía el 2.27% de la riq u e za gravab l e, mientras que en el ápice -d e reales hacia a r rib a un 1.5% de la población te n ía que pagar el 51.5% de la c o n tr ib u c ió n, y podemos i n f e r i r que poseía el 51.5% de la riqu e za g ra va b le. En un caso s o b r e s a lie n te, el Dr. José An tonio B o r r e r o, cabeza del clan Borrero fue gravado de un 14.6% a un 16.5% de toda la riqu e za gravable en el Cantón de C a l i. E s to in d ic a una región dominada por una verdadera o lig a r q u ía y un grado extremo de concentración de la riq u e za. Si tomamos el decreto de octubre de 1851 en que se establecen 19 clases d ife re n te s según el monto de los bienes de fo rtu n a encontramos que la la. c la s e, la que debía pagar 4 reales in c lu ía a los que tenían bienes o ingresos de un mínimo de 250 pesos anuales y un máximo de 500 pesos. Los casos que hemos logrado i d e n t i f i c a r muestra n que la base de la pirám ide so cial estaba formada por artesanos y labradores independientes. En el ápice de la pirámide s o c i a l, según dichas t a b l a s, los hacendados y comerciantes gravados en cantidad de r e a le s, poseían bienes que oscilaban entre y pesos. En ese caso se e nco ntrarían hacendados como el D r. Manuel D. Camacho y Manuel Garcés de la parroquia de El Salado (Queremal) y Luis Delgado comerc ia nte de la parroquia de la Lib e rta d y Manuel María Barona en sus propiedades de la parroquia de Caicedo. Todos e llo s eran personajes destacados de la p o l í t i c a lo c a l. Los que fueron gravados en 1800 reales como los hacendados Juan Antonio Caicedo (Hacienda de Muí aló) Manuel María Barona, Pascual Riascos y el Dr. Tomás Fernández de Córdova, poseían fortunas cercanas a los pesos. El Dr. José Antonio Borrero debía poseer bienes en Jamundí 'entre y pesos al se r gravado en re a le s. El D r. Pío

19 51 R e n g ifo, acaudalado comerciante poseía bienes cercanos a los pesos al se r gravados en re a le s. El D r. Manuel José Caicedo, heredero de la HACIENDA CAÑAS GORDAS disponía de bienes cercanos a los pesos representados fu n damentalmente en sus derechos en esta HACIENDA y desde lu e g o, la fo rtu n a del D r. José Antonio B o rre ro, solamente en la parroquia de Caicedo (La Fra te rn id a d ) debía e s ta r entre y pesos a ju z g a r por su contrib u ció n de reales la mayor de toda la re g ló n. Los cálculos hechos en el apéndice e s ta d ís tic o ind ic a el nivel de ingresos según la escala de gravámenes. De más im portancia s e ría i d e n t i f i c a r en lo posible las ocupaciones u o f ic io s predominantes en cada c ategoría t r i b u t a r i a, en otras palabras d is c e r n ir si hay re la ció n entre ocupación y fuente de in g re sos. Si se lo g ra i d e n t i f i c a r la ocupación y fuente de ingresos de la mayoría de los ind ivid u o s en cada c ategoría se podría establecer con más p re c isió n una posición je ra rq u iza d a de unas ocupaciones sobre o tr a s. La d i f i c u l t a d de la ta re a es inmensa porque en re a lid ad consiste en i d e n t i f i c a r la ocupación o fuente de riqu e za de cada uno de los in d ivid u o s de las 7 parroquias porque desafortunadamente las lis ta s no proporcionan dicha inform ación. Por ejemplo r e s u lt a r ía d ic ie n te a ve rigu ar la ocupación dominante en el n iv e l de los que pagaban 4 re a le s. Nuestra h ip ó t e s is, por algunas id e n tific a c io n e s que hemos logrado es que en este n ive l se encuentran fundamentalmente los artesanos y los pequeños p ro p ie ta rio s independientes de t i e r r a s. La d i f i c u l t a d e s tr ib a en que no hay documentación a dicio nal que nos permita i d e n t i f i c a r a los rangos i n fe r io r e s de la pirám ide. En cambio o tr o t i p o de documentos (transacciones n o ta ria le s ) comerc i a l e s, p a rtic ip a c ió n p o l í t i c a nos permiten i d e n t i f i c a r casi la t o t a lid a d de la é l i t e (o rangos superiores de la p irám id e ). Así de los 23 casos (el 1.5% por ciento de mayor r iq u e z a, hemos id e n tific a d o claramente 14 que son fundamentalmente hacendados y 9 esencialmente comerciantes. Fundamentalmente y esencialmente en este contexto qu iere d e c ir que muchos de los c la s ific a d o s como hacendados te n ía n también a ctividades comerciales y algunos de los catalogados como comerciantes poseían propiedades raíces su sta n cia les. N De los 20 casos, en el segundo escalón de a rrib a (los que debían

20 b' pagar 700 r e a l e s ), 14 eran hacendados y uno un c lé r ig o que era a la vez uno de los poderosos hacendados de la re g ió n. Los otros 5 eran com erciantes. Como vemos, la inescapable conclusión es que la je ra rq u ía so c ial estaba dominada en primer lugar por hacendados y luego por com erciantes. Este tip o de id e n tific a c ió n ha sid o posible en parte por el reducido número de personas del grupo s u p e r io r, no en vano c onstituyen una o lig a r q u ía y en parte porque estas son las personas que aparecen repetidamente en documentos p o l í t i c o s, n o t a r i a l e s, e tc. En el te r c e r peldaño de la l i s t a de impuestos d ir e c t o s, los que debían pagar 530 r e a le s, encontramos un t o ta l de 30 casos, de los cuales un buen número son parientes de los hacendados prominentes de los peldaños s u p e rio re s, que poseen haciendas o derechos en haciendas no tan grandes como las prim eras. Aparecen por lo menos unos 6 casos que describen su ocupación como abogados, pero cinco de e llo s obviamente derivan su posición económica-social no de la p rofesión de abogado, sino de se r p ro p ie ta rio s por herencia fam i l i a r de grandes haciendas y propiedades. La única excepción es el abogado Ramón Mercado, que ya había sid o para 1853 el segundo gobernador lib e r a l de la p ro v in c ia y que derivaba su posición no de la propiedad t e r r i t o r i a l sin o del e j e r c ic io de la p o l í t i c a y de su p ro fe s ió n. Un hecho in te re s a n te nos parece en que en este peldaño aparecen un buen número de los d irig e n te s p o lít ic o s regionales de ambos p artid os Así dos de e llo s el D r. Rafael Caicedo, h i j o de hacendados y el Dr. Ramón Mercado d i r i g i r í a n el ataque p o l í t i c o contra los hacendados e s c la v is ta s conservadores a p a r t i r de 1850, y otros t r e s, doctores Buenaventura, Córdova y M a lla rin o se rían prominentes je fe s conservadores. E l D r. M a lla rin o s e r ía el Pre sid ente de la República después de la d e rro ta del lib e ra lis m o p o p u lis ta o m e llsta a escala nacional en S in embargo, el número de d irig e n te s lib e r a le s en este n i vel c o n s titu y e una m inoría o s1 se q u ie re una anomalía como los dos casos que hemos mencionado. La conclusión de que estamos fr e n te a una e s tru c tu ra a g ra ria t r a d i cional estaba dominada por una o lig a r q u ía de hacendados e n tre a los cuales se encontraba subordinado un pequeño -p e ro hacia el medio s i g l o - crecien te número de com erciantes. Dicha conclusión se ve re fo rza d a por o tro tip o de documento. La e x is te n c ia de una l i s t a de 1844 ( 1 7 ) de contribuyentes que debían c o n t r ib u ir a pagar el tr a b a jo personal s u b s id ia r io dedicado al mante n im ie n to de los caminos de la re g ió n. La U s t a elaborada por las autoridades p o lít ic a s d i v id ía a los ciudadanos su je to s a la c o n t r i bución ( personas en 1844) en 3 c la se s. La primera clase debía pagar el e q u iva le n te de 7 d í a s, la segunda el e q u iva le n te de 5 días de t r a b a j o, y la te rc e ra el e q u ivla ne te de 3 d ía s. Aunque esta l i s t a