HIPNOTERAPIA.

Transcripción

1 La hipnoterapia, también conocida como hipnosis profesional o clínica, es la utilización de la hipnosis para fines terapéuticos, es decir, a partir del estado de hipnosis o dentro de la hipnosis, se aplicarán una serie de técnicas terapéuticas dirigidas a solucionar el problema que se padezca. La hipnosis profesional la práctica un técnico superior en hipnosis, mientras que la hipnosis clínica la realiza un clínico (principalmente médico o psicólogo clínico), aunque en esencia son lo mismo, la única diferencia es la titulación clínica de los segundos. La práctica de la hipnoterapia, no esta sujeta a regulación en la mayoría de países, pero a pesar de esa falta de regulación, solo la deberían practicar aquellas personas que tengan una adecuada cualificación, adquirida bien a través de la universidad o de algún centro formativo privado de prestigio. Hipnoterapia = hipnosis + terapia Este artículo trata sobre los fundamentos de la hipnoterapia, que es el abordamiento de diferentes problemas desde la hipnosis, sin entrar a explicar el estado de hipnosis, sobre el que ya se ha escrito en el artículo de Hipnosis incluido en esta misma web, por lo que si quieres obtener más información sobre los proceso hipnótico, es recomendable que accedas a dicho artículo. Son muchas las aplicaciones de la hipnoterapia, se puede emplear en el campo de la medicina, la empresa, la psicología, el desarrollo personal, las alteraciones emocionales, la psiquiatría, la odontología, las adicciones, la educación, el deporte, regresiones de edad, etc. Uno de los usos más conocidos popularmente, dentro del campo de la medicina, es la hipnosis anestésica o hipno-anestesia, que se utiliza para la cirugía sin anestesia. En nuestro caso, nos moveremos principalmente dentro del ámbito emocional. Antes de seguir avanzando hay que hacer una aproximación al mundo de las emociones. Los problemas emocionales pueden acabar produciendo un trastorno o una patología, que impiden a la persona llevar una vida normal, tales como: una baja autoestima, la ansiedad, la depresión, las obsesiones, las fobias, el estrés postraumático, las somatizaciones, los problemas adaptativos, los trastornos sexuales que no tengan una causa fisiológica, etc. LAS EMOCIONES Las emociones son como impulsos (sobrevienen súbita y bruscamente), que nos llevan a actuar o nos movilizan para la acción, y que se produce como reacción subjetiva a ciertos estímulos o situaciones ambientales (externos) o de uno mismo (internos), y 1

2 que viene acompañada de cambios psicofisiológicos, influidos por las experiencias personales. Las emociones tienen como función principal, la de adaptarnos a los cambios continuos del entorno donde vivimos, con la finalidad de asegurar la supervivencia. Las emociones implican estados afectivos, que indican estados internos personales, motivaciones, deseos, necesidades e incluso objetivos. Son muchas las emociones que se pueden experimentar, entre otras, se pueden citar las siguientes: Amor, miedo, rabia, tristeza, obsesión, alegría, sorpresa, aversión, irá, engaño, pena, abandono, esperanza, pesar, amargura, coraje, odio, júbilo, culpa, vergüenza, felicidad, soberbia, pasión, aceptación, impotencia, fracaso, etc. Los problemas emocionales pueden derivarse de una experiencia traumática vivida, de las influencias negativas y limitadoras del entorno (familiar, social y económico), de alteraciones del estado de ánimo, del estado de salud, etc. Cualquier problema emocional se convierte en un trastorno, cuando impide llevar una vida con normalidad. Un elemento determinante en muchas de las perturbaciones emocionales, es el estrés. Vivimos en una sociedad con un ritmo de vida muy acelerado y un modelo social complejo y competitivo, que produce muchas situaciones de estrés, que sin llegar a ser una amenaza real para nuestra supervivencia, dispara nuestros mecanismos corporales del estrés, con las consecuentes perturbaciones emocionales y físicas. El estrés es una reacción natural orgánica de alerta que se produce ante una amenaza o un peligro, que hace que movilicemos nuestros sistemas de defensa o huida con el fin de asegurar la supervivencia. Una persona que sufre una situación continuada de estrés, puede llegar a sentir desbordada su capacidad de reacción o de respuesta, y si esta situación se prolonga o cronifica, puede producir un trastorno Cada persona tiene una percepción personal de los acontecimientos que vive en función de la valoración personal que realiza de los mismos, de forma que una misma experiencia puede afectar de distinta manera a cada persona. Además la percepción de la experiencia puede ser errónea o estar distorsionada por determinados condicionamientos, y unas personas pueden percibirla como buena y otras como mala. Cuando el estímulo o una situación se produce de una forma repetitiva, la respuesta que provoca normalmente también será repetitiva, convirtiéndose en una respuesta automática o en un hábito, quedando establecida o aprendida esa forma de respuesta ante ese estímulo o situación, transformándose en una reacción inconsciente, puesto que ya no requiere de procesos cognitivos o de razonamientos, ni de una especial atención. Un ejemplo típico de esta relación: situación o estímulo repetitivo respuesta automática, es conducir un coche, una vez se ha aprendido a conducir mediante el aprendizaje y la experiencia, la conducción se convierte en una forma de actuar automática y generalmente inconsciente, que se realiza sin casi la intervención del conciente. Otro claro ejemplo de automatismo se da cuando una tarea se realiza de forma repetitiva como teclear el teclado del ordenador, vestirse, poner en marcha un electrodoméstico, cerrar la puerta de casa al salir,, dicha actividad se acaba realizando de una manera fundamentalmente inconsciente. Los automatismos también se dan en el campo emocional, así por ejemplo cuando una persona te cae mal o te 2

3 resulta desagradable siempre que te encuentres delante de ella experimentarás las mismas reacciones de desagrado. En definitiva las reacciones automáticas e inconscientes se suceden continuamente en todas las áreas de nuestra vida. Sí un estímulo o experiencia, sea buena o mala, es percibida como mala y es impactante o repetitiva, afecta a nuestras emociones, provocando generalmente una respuesta negativa, y la mente acaba asociando (automatizando) esa respuesta negativa a la experiencia vivida, y si esa experiencia la consideramos importante queda registrada en la memoria junto a las emociones que ha movilizado. Cuando ésta situación o estímulo se repite, se reproduce la respuesta que se ha asociado, convirtiéndose en una reacción automática. La memoria funciona por asociación, de modo que ante situaciones similares se obtienen respuestas similares. Y en principio, esas reacciones negativas no constituyen ningún problema, si la situación o experiencia se supera o no llega a afectar al comportamiento, pero cuando la experiencia no puede superarse y afecta a la forma de actuar, nos encontramos ante un trastorno. Así por ejemplo, si una experiencia impactante provoca pánico, quedará gravada con esa emoción que ha producido, con lo que cuando se vuelve a vivir una situación similar, se activa ese pánico asociado a la experiencia. Para poder resolver un conflicto emocional, hay cambiar la respuesta o reacción negativa ante la situación que ha provocado el conflicto, cambiando el foco o la perspectiva que la situación provoca, y en ese sentido la hipnoterapia ayuda a redescubrir y a actualizar potenciales que permiten afrontar situaciones o experiencias conflictivas, moldeando la respuesta o conducta que provoca en nosotros. Los problemas emocionales y mentales más comunes son los siguientes: - Problemas de desarrollo personal: Problemas no patológicos que impiden un adecuado desenvolvimiento, tales como: falsas creencias que limitan verdaderas capacidades, falta de empatía, dificultad para resolver conflictos, actitudes intolerantes, pocas habilidades negociadoras, excesiva desconfianza, complejos, etc. - Baja autoestima: Aunque en sí mismo no es un trastorno, siempre esta presente en todos los trastornos emocionales. La autoestima es la percepción que las personas tienen de sí mismas o la confianza en uno mismo. Una baja autoestima produce entre otras cosas, inseguridad, e impide alcanzar una adecuada auto-realización. - Ansiedad: Estado de inquietud y de angustia que produce entre otras cosas sensación de incertidumbre y falta de control ante determinadas circunstancias. Se origina como respuesta a una situación prolongada de estrés, al estar una persona sometida a una excesiva presión (agente estresor), que desborda su capacidad de reacción. - Fobias: Temor irracional o miedo exagerado de carácter permanente ante determinadas situaciones, que producen entre otros efectos: malestar, tensión, incremento del ritmo cardiaco y evitación o necesidad de escapar. Ejemplos de fobias: Fobia social o timidez, acrofobia (miedo a las alturas), agorafobia 3

4 (miedo a espacios abiertos), hidrofobia (miedo al agua), zoofobia (miedo a los animales), etc. - Obsesiones: Perturbación anímica producida por unas ideas fijas que se repiten y que suelen acompañarse de compulsiones o comportamientos rituales que se realizan para compensar las obsesiones. - Depresión: Trastorno del estado del ánimo que se presenta como un estado de abatimiento e infelicidad que puede ser transitorio o permanente. Presenta los siguientes síntomas que afectan principalmente a la esfera afectiva: Humor depresivo o subestimación, falta de energía o apatía, retraimiento social y alteración de los ritmos biológicos. - Estrés post-traumático: Es la exposición o vivencia de un suceso traumático pasado, que puede producir distintos trastornos psíquicos y físicos que afectan a la forma de vida actual de una persona. - Somatizaciones: Trastornos físicos o enfermedades que tienen un origen psíquico. Una buena parte de las enfermedades físicas son generadas de manera inconsciente por problemas emocionales o psíquicos. Se incluyen en ls somatizaciones los trastornos físicos provocados a partir de problemas e impactos emocionales. - Problemas físiológicos: A través de la hipertermia y otras técnicas, se puede contribuir de manera complementaria a resolver algunas afecciones físicas, como el dolor crónico, determinados carcinomas localizados y no extendidos, el reforzamiento del sistema inmune, la estimulación de determinados órganos, etc. - Otros problemas: La regulación del sueño, dificultades de adaptación, adicciones, problemas relacionados con la ingesta de comida o la alimentación y el aspecto o la imagen que tiene una persona de si misma, problemas sexuales que no tienen una causa fisiológica y que impiden llevar una vida sexual normal, etc. CONEXIÓN MENTE-CUERPO Cada vez se constata más el hecho de que muchos de los problemas de salud relacionadas con el cuerpo, tienen un origen emocional, y que un adecuado estado emocional contribuye al mejoramiento de la salud. Efectivamente existe una estrecha relación entre la mente y el cuerpo porque se encuentran intercomunicados, de modo que los pensamientos y los estados emocionales afectan al cuerpo y viceversa. Así el estrés afecta al sistema inmune, al igual que todos los trastornos emocionales, puesto que lo debilitan, y un problema grave de salud, puede acabar produciendo un trastorno emocional y mental, por ejemplo, un cáncer o cualquier otra enfermedad grave puede producir un estado depresivo. Las tradiciones y disciplinas orientales, como la medicina china, desde hace muchos siglos, relacionan la salud con las emociones y cada órgano esta relacionado con una 4

5 emoción: La vejiga está relacionada con el miedo y el pánico; el corazón con la vitalidad; el enfado y la capacidad de digerir la vida con el estómago; la rabia y la irá con la vesícula biliar y el hígado; la depresión y la apatía se relacionan igualmente con el hígado; la capacidad de asimilar la vida con el intestino delgado; el intestino grueso con la incapacidad de olvidar; la melancolía con el pulmón; la compasión y la empatía con el bazo-páncreas, Por tanto al realizar cualquier abordamiento terapéutico, hay que tener muy presente la relación mente-cuerpo, y particularmente en la hipnoterapia que trata sobre todo problemas emocionales, porque si una disfunción física o un problema de salud se deriva de un trastorno emocional y éste se soluciona, mejorará el problema físico e incluso en algunos casos también se solucionará. En cambio, si la causa del trastorno emocional es una disfunción física, habrá que abordar el problema también desde una óptica física, contando con la colaboración de otros terapeutas o de profesionales de la salud. También se puede emplear la hipnoterapia o la hipnosis profesional, de manera complementaria o coadyugante en la resolución de algunas afecciones físicas, como el dolor crónico, el reforzamiento del sistema inmune, la estimulación de determinados órganos, los esguinces, determinados carcinomas localizados y no extendidos, etc. REGRESIONES Aquí nos vamos a centrar en las regresiones en edad o hacia acontecimientos vividos pasados, sin entrar a valorar las conocidas regresiones a otras vidas, porque nos adentraríamos en terrenos resbaladizos y discutibles, y con una no muy clara trascendencia clínica. Al hablar de regresiones, nos referimos a la revivición de un acontecimiento pasado que ha producido un importante impacto emocional. La técnica hipnótica que se utiliza para ello es el hipno-análisis. Un suceso o experiencia solo queda guardado en la memoria de una forma parcial, pues solo se registran los detalles o elementos que se han considerado trascendentes, y no el suceso de una forma completa, tal y como algunos creían hace unos años. De modo que al hacerse revivir el suceso con la hipnosis, solo se recordarán o evocaran las esas partes o detalles considerados importantes. Por ejemplo, si una persona ha presenciado un delito en el que ha intervenido un vehículo y en el que se ha fijado, al someterla a una regresión lo normal es que sólo recuerde algunos de los números y letras de la matrícula del vehículo implicado, el resto de números y letras que falten los fabulara de una forma inconsciente, o lo que es lo mismo, su mente rellenará los huecos con los números que falten para formar los dígitos de la matrícula, porque la mente conoce que una matrícula esta formada por un número de cifras y letras, y en base a ese conocimiento, completará inconscientemente las cifras y letras que le falten rellenando los huecos que no recuerde. Esa facilidad para fabular la información que falta o que no se recuerda de la experiencia, es una de las razones principales por lo que la hipnosis forense (regresiones en el ámbito judicial) ha perdido parte de su valía en los procesos 5

6 judiciales en aquellos países, como Estados Unidos, donde era admitida como elemento probatorio. Es importante saber que la mente fabula aquello que no recuerda o incluso puede dar por válidos sucesos que nunca acontecieron pero que percibieron como reales. También la intención, predisposición o presión del hipnoterapeuta puede provocar que se fabulen acontecimientos que nunca ocurrieron, por eso, cuando se somete a una persona a una regresión para que reviva una experiencia pasada, siempre hay que hacerlo desde una postura neutral, para evitar influenciarla. En toda experiencia que se reviva, normalmente hay partes fabuladas, sin que con ello pierda esa revivición su trascendencia. Además hay que tener en cuenta que cundo una persona revive con hipnosis una experiencia desagradable, revive también las emociones que le produjeron, por eso la revisión o regresión solo se utiliza como último recurso cuando no se conoce la causa o el origen del trastorno o la patología, y disociando a la persona de la vivencia, para separarla de los emociones que la acompañaron. El hipno-análisis, o las reviviciones de experiencias pasadas, se utilizan en hipnoterapia para tratar el estrés postraumático, cuando no se recuerda el origen del trauma, porque si no se trata la causa, no terminara de desaparecer el trastorno. HIPNOTERAPIA Y EL APRENDIZAJE Lo que hayamos hecho en nuestra vida o las experiencias vividas, determinan el mapa neuronal de nuestro cerebro, que son las conexiones entre las neuronas que forman redes neuronales, que hacen que nuestro cerebro pueda cambiar su estructura y funcionamiento mediante la conducta individual, y a esa posibilidad de moldear las redes neuronales y el definitiva el cerebro se le denomina plasticidad cerebral. La plasticidad cerebral, es la capacidad del Sistema Nervioso Central para adaptarse. De modo que para recuperar funciones perdidas, después de un accidente o de una lesión, o para solventar un trastorno mental o emocional, o para adaptarse a nuevos requerimientos del entorno, el cerebro va cambiando, va adaptándose. Y esta adaptación se produce, después de realizar nuevos aprendizajes, derivados de la lesión o disfunción física y mental o del nuevo entorno. La plasticidad cerebral depende en gran medida de la edad, es mayor en los niños que en los adultos, de la gravedad de la lesión, de las características emocionales, de la actitud, de los antecedentes relacionados con la salud, de los aprendizajes previos y de la estimulación. Se pueden modular la plasticidad cerebral con distintas estrategias, como las farmacológicas o como el reprocesamiento de la información percibida y el conocimiento adquirido. 6

7 La hipnosis profesional o hipnoterapia, ayuda a modular o estimular la plasticidad cerebral, introduciendo nuevos aprendizajes (nuevos recursos), mediante la atención (focalización), y la observación o auto-observación, que permiten afrontar y superar el trastorno que se padece. La focalización o estado de atención focalizada, que es el estado de hipnosis, permite un aprendizaje más rápido, y se produce a través de la observación, mediante la visualización de aquellas situaciones que provocaban el problema, pero cambiando el foco o la perspectiva del mismo de modo que ya no afecte. Y si además a ese nuevo aprendizaje se le asocian emociones positivas quedará reforzado. Terapia = aprendizaje Todo nuevo aprendizaje, para que quede asentado en la conducta requiere de repetición, y de estímulo o refuerzo Aprendizaje Repetición Refuerzo PARTES QUE COMPONEN UNA SESIÓN DE HIPNOTERAPIA Antes de iniciar cualquier abordamiento con hipnoterapia, es necesario realizar una evaluación del problema a tratar, para poder diseñar las estrategias a seguir en las sesiones. Previamente será necesario aclarar cualquier duda o temor que pueda haber sobre la hipnosis. Una sesión de hipnoterapia se divide principalmente en dos partes: 1.- Hipnosis (relajación, profundización y focalización) En el proceso de relajación, se produce una distensión muscular generalizada y activa el estado alfa (estado de relajación), y el organismo interpreta que se entra en un proceso de sueño natural, aunque no sea así, y el consciente se inhibe, entrando en funcionamiento el inconsciente. A partir de ahí toda la información lingüística facilitado por el hipnoterapeuta mediante sugestiones que incluyen visualizaciones e instrucciones va al inconsciente, sin la censura y racionalización del consciente (salvo que vaya en contra del código moral de la persona), aceptando la información como válida y correcta. 2.- Abordamiento o terapia. Una vez abierta la puerta del inconsciente se aborda el problema aplicando las técnicas de la terapia adecuadas para corregirlo, y se procede a moldear la conducta o modo de actuar que ocasiona el problema, es decir se facilita el reaprendizaje en la forma de comportarse. La información que se introduce por vía del inconsciente se realiza a través de sugestiones e instrucciones y sobre todo de visualizaciones o psicoimágenes, y 7

8 en este estado el cerebro no diferencia las psicoimáges de los estímulos que pudiera percibir a través de los canales sensoriales habituales (vista, oído, olfato, gusto y tacto). El cerebro al no diferenciar bien lo real de lo imaginado que es inducido mediante la psicoimágen o visualización, reprocesa (re-aprende) nuevas formas de reaccionar ante el problema, que ayudan a actuar a la persona sin el sufrimiento o la patología que tenía frente al mismo. Este proceso de aprendizaje se produce de una forma mucha más rápida que en un estado de vigilia donde el consciente esta plenamente activado. Toda sesión de hipnoterapia suele incorporar técnicas de autoestima, porque siempre que se padece de un trastorno de la conducta o emocional, la autoestima se distorsiona y se pierde confianza en uno mismo. Igualmente se suele incorporar sugestiones dirigidas a reforzar el sistema inmune, puesto que un buen estado de salud ayudará a resolver el trastorno. Finalmente al concluir la sesión, se conversara con el cliente sobre el desarrollo de la sesión, con el fin de conocer los pormenores de la misma y de poder mejorar si cabe el abordamiento en la siguiente sesión. BIBLIOGRAFIA - American Psychiatric Association: Comité elaborador (varios autores). DSM IV-TR Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Ed. Elsevier Masson Benedí, Juan A.L. Hipnosis - Sobrología. Teoría y práctica. Ed. Obelisco, Capafons, A.; Amigó S. Hipnosis. Terapia de auto-regulación e intervención comportamental. Ed. Promolibro, Gil Roales-Nieto, J.; Buela-Casal, G. Hipnosis. Fuentes históricas, marco conceptual y aplicaciones en psicología clínica. Ed. Biblioteca nueva, Grau, Joaquin. Tratado teórico práctico de Anatheresis. Ed. Propia, Guyonnad, J.P.; Barone, E.; Mandorla, J. Técnicas de hipnosis. De la sugestión a la ciencia. Ed. América Ibérica, Ruiz, Horacio. Guía práctica de hipnosis. Ed. Nowtlilus, Yapko, Dr. Michael D. Tratado de hipnosis clínica. Ed. Palmyra, Quique Castelló 8