IDEARIO FUNDACIÓN CATALUNYA EUROPA. I. Quiénes somos y qué queremos

Transcripción

1 IDEARIO FUNDACIÓN CATALUNYA EUROPA I. Quiénes somos y qué queremos 1) La Fundación Catalunya Europa asume el proyecto catalanista intrínsecamente ligado a la causa federal y europea, adoptando de este modo el legado de Pasqual Maragall. Al hacerlo, se inscribe en la tradición del catalanismo político en la que catalanismo y europeísmo siempre han ido de la mano. Nuestro proyecto es, asimismo, un proyecto que combina el orgullo por nuestras raíces e identidad, con el cosmopolitismo y la voluntad de proyectarnos hacia el mundo, algo que Pasqual Maragall supo representar como nadie. 2) La Fundación quiere aumentar la presencia de Europa en Catalunya y Catalunya en Europa. Entendemos que Catalunya puede aportar su personalidad nacional a una realidad viva como es el proceso de construcción europea, y, asimismo, que Europa puede convertirse en una fuente de dinamismo para Catalunya. 3) La Fundación Catalunya Europa pretende convertirse en un punto de referencia pública en Catalunya y Europa, y se compromete activamente con la causa europea, a través de la promoción de estudios, análisis y recomendaciones pluridisciplinares, la creación de opinión y la difusión de ideas innovadoras para la Europa del siglo XXI. 4) La Fundación Catalunya Europa manifiesta una clara voluntad de transversalidad y colaboración entre distintas instituciones y personas. La Fundación quiere ser un referente público, que se implica y toma partido, aunque no se recluye dentro de un determinado perímetro partidista. Al contrario, su objetivo es contribuir a la generación de grandes consensos de país y divulgar y difundir la doble causa del catalanismo y del europeísmo.

2 II. Grandes líneas estratégicas en las que la Fundación Catalunya Europa quiere trabajar y dar a conocer sus posiciones 1) Nuevo federalismo y construcción política de Europa. La Fundación se compromete inequívocamente con una mayor integración política europea: a) porque defiende la aspiración del modelo europeo, en especial como proyecto político nacido de la Segunda Guerra Mundial, es decir, un modelo de excelencia democrática y cívico-social, y cree que es lo que debe seguir siendo Europa, b) porque es, al mismo tiempo, la vía para dar respuesta a los retos a los que la Unión se enfrenta hoy. La Fundación trabajará y tomará partido en todo lo que signifique avanzar verdaderamente hacia el horizonte de una Europa (federal) que supere la actual lógica intergubernamental (confederal) y apunte hacia unos "Estados Unidos de Europa", capaces de combinar eficazmente los principios de igualdad y solidaridad, con los de libertad y autonomía de los diferentes pueblos de Europa. Para progresar en esta dirección, se precisan reformas de fondo para definir un marco de gobernanza eficaz y estrategias comunes en el plano político-institucional, social, empresarial y financiero. Se trata de una apuesta más necesaria que nunca dado el momento clave para Europa, que se encuentra en un callejón sin salida del que sólo podrá salir avanzando de manera decisiva a nivel políticoinstitucional, con el apoyo imprescindible y la legitimidad de la voluntad popular y abandonando lógicas, en ocasiones, excesivamente tecnocráticas. Porque sólo un proyecto político capaz de obtener la confianza de una amplia mayoría de la sociedad, algo especialmente necesario en tiempos de crisis, puede hacer frente a los problemas que tenemos por delante. 2) Catalanismo y europeísmo. La identificación del catalanismo con la causa de Europa es genuina e inequívoca. El catalanismo político ha hecho siempre bandera del europeísmo: a) porque enraíza con la tradición europea de cosmopolitismo, universalismo y ciudadanía democrática, b) porque Europa es un referente de excelencia y calidad que permite la modernización y mejora de Catalunya, c) porque Catalunya se siente parte de este proyecto europeo vivo y dinámico, al que quiere contribuir con su capacidad de innovación, dinamismo y raíces, lengua y cultura en aras de una Europa mejor; d) porque Catalunya se siente próxima a otras naciones y territorios europeos con los que de igual modo que con los pueblos de España comparte intereses, necesidades y vecindades; e) finalmente, porque sabe que una verdadera transferencia de soberanía desde los actuales estados hacia un gobierno europeo es positiva para hacer realidad las aspiraciones nacionales de Catalunya.

3 Trabajar por el catalanismo y el europeísmo conlleva aumentar la presencia de Europa en Catalunya y de Catalunya en Europa. Esto pide, en el primer caso, visibilizar y tomar posición pública sobre los grandes debates que tienen lugar en Europa. En el segundo caso, significa que queremos que desde Catalunya surjan iniciativas y propuestas que incidan positivamente en las problemáticas y temas de relevancia para Europa. Quiere decir también reflexionar sobre el rol y la identidad de Catalunya en el marco europeo, trabajar por el pleno reconocimiento de su identidad nacional y enmarcar los debates y las problemáticas catalanas teniendo en cuenta una realidad mucho más amplia como es la europea. 3) Identidad cultural europea. La integración y la convivencia política son posibles a partir de unos valores y un proyecto compartido y basado en el respeto de la diversidad. Únicamente de este modo los ciudadanos estarán dispuestos a asumir como propios los derechos y deberes aparejados a toda comunidad política. La realidad migratoria y la movilidad a través de las fronteras, así como los procesos de ampliación de la Unión, hacen que la cristalización de la identidad europea sea un reto mucho más complejo y también mucho más necesario de abordar. Paralelamente, el sustrato cultural y la historia compartida han confluido en un denominador común, a saber, la defensa de los derechos humanos, el humanismo secular, el estado del bienestar, y la democracia y el diálogo como instituciones de resolución de conflictos. Hay que subrayar la solidez y la profundidad de las raíces histórico-culturales que unen a los europeos. Sin embargo, también es necesario enfatizar la importancia de un proyecto de futuro compartido, que se proyecte hacia adelante y que se concrete a partir de la diversidad de voces que componen Europa. 4) Europa y Estado del bienestar. Europa no es solamente una unidad de mercado ni una moneda única. Se define también por su modelo de Estado del bienestar, que combina, como en ningún otro lugar del mundo, el compromiso por la solidaridad y la igualdad con el respeto y el reconocimiento de la libertad individual; combina también la redistribución con el crecimiento. Es decir, espacio público e individuo. Este compromiso forma parte del europeísmo. Por ello, en un momento en que los dictámenes de los denominados mercados parecen cuestionar los fundamentos del Estado del bienestar, hay que manifestar con convicción certera hasta qué punto es un instrumento necesario para salir de la crisis: para asegurar un crecimiento sólido y sostenible, basado en una sociedad cohesionada, que permite que cada uno de sus ciudadanos pueda dar lo mejor de sí mismo, para garantizar que los sacrificios que hay que hacer se distribuyan justamente y para superar las viejas y las nuevas desigualdades económicas y sociales que subsisten en el interior de las sociedades europeas, incluida la catalana. Hoy, este compromiso con el Estado del bienestar exige reformas para asegurar precisamente la

4 vigencia de sus objetivos básicos, es decir, la compatibilidad entre crecimiento y solidaridad, entre competitividad económica y justicia social. Sólo un permanente espíritu reformista, que por otra parte se encuentra en las raíces del mismo Estado del bienestar, evitará que finalmente se impongan los planteamientos de aquellos que, de forma directa o de forma encubierta, persiguen, en realidad, su desmantelamiento. 5) La UE como actor mundial. Avanzar hacia la integración política europea es necesario para que la Unión, puertas adentro, subsista con éxito en un siglo XXI globalizado, interdependiente y cada vez más competitivo, pero la integración política europea también es necesaria para que Europa pueda aportar su propio legado al mundo con voz clara e influyente, defendiendo aquellos valores que la caracterizan. Es necesario, en última instancia, para que Europa pueda hacer oír su voz particular y única en diferentes campos (desde la defensa de los derechos humanos hasta el tratamiento sostenible de los recursos naturales), una perspectiva que hoy se vuelve imprescindible en aras de la sostenibilidad socio-económica mundial. Una mirada necesaria que muchos querríamos más fuerte y presente, no como expresión de una nostálgica aspiración a una hegemonía que hoy por hoy ya ha quedado superada, sino como contribución a la gobernanza mundial, en la que es necesaria la presencia de Europa, que habla con unos acentos propios y representa como nadie unos determinados valores, una voz que únicamente será escuchada y tendrá influencia si se expresa bajo una única sintonía. 6) Catalunya y euro-región. En un mundo abierto y globalizado, los territorios se ven sometidos a una competencia creciente con otros territorios. Catalunya, así como Barcelona, pueden aspirar legítimamente a figurar entre las regiones líderes de Europa, y tiene buenos fundamentos para conseguirlo. Ahora bien, para que Catalunya pueda ser relevante en Europa y desde Europa proyectarse hacia el mundo, hay que vertebrar cada vez más esta realidad territorial que hemos denominado euro-región. El referente natural de Catalunya es la Euro-región Pirineos Mediterránea. Los territorios, de ambos lados de los Pirineos, que integran esta euroregión, tienen complementariedades en numerosos campos y objetivos estratégicos compartidos. Sin embargo, para vivificar y articular esta realidad hay que avanzar hacia una colaboración creciente en numerosos campos (empresarial, cultural, universitario, social) y es necesario disponer de infraestructuras de interés común. Infraestructuras que vertebren y enlacen internamente este territorio e infraestructuras también que lo proyecten y conecten con el resto del mundo. Asimismo, como causa y efecto de esta mayor integración, es necesario crear vínculos institucionales crecientemente sólidos.

5 Esta euro-región debe jugar también un papel influyente en la necesaria relación que la Unión Europea debe mantener con todos países que integran la Unión por el Mediterráneo, vinculada tanto históricamente como institucionalmente a la capital de Catalunya.