La formación profesional y la formación universitaria como fuente de desigualdad en el mercado laboral

Transcripción

1 La formación profesional y la formación universitaria como fuente de desigualdad en el mercado laboral Miguel Ángel Arconada 0.- FORMACIÓN PARA EL MERCADO LABORAL: APTITUDES O ACTITUDES? 1.- LOS DATOS ESTADÍSTICOS: LA EVIDENCIA DE LOS PROBLEMAS Y DE LOS CAMBIOS Novedades coyunturales Tendencias de cambio hacia la Igualdad de Oportunidades Problemas de fondo aún vigentes: o Dificultades para acceder al trabajo o Desigualdades e injusticias en el mercado laboral: discriminación horizontal, discriminación vertical y público-privado. o Dificultad para desarrollar una carrera profesional (conciliación) Retos pendientes: sectorización, calidad del empleo, desarrollo profesional, corresponsabilidad, CAUSAS DE LOS PROBLEMAS: DEL ESTEREOTIPO LIMITADOR AL SUELO PEGAJOSO Las cccc: cultura, confianza, cuidado y cash (dinero) Capacitación femenina, sobreformación y empleabilidad Estereotipos y sectorización del empleo femenino Mandatos de género y proyecto vital: el segundo sueldo 3.- OBJETIVOS DE UNA ORIENTACIÓN LABORAL NO SEXISTA: EMPLEABILIDAD O EMPODERAMIENTO? Romper estereotipos ligados a determinadas profesiones, que limitan la autonomía en la elección profesional Promover profesiones no vocacionales demandadas por el mercado laboral apostando por la igualdad de oportunidades Potenciar el espíritu emprendedor en las nuevas generaciones de mujeres Aumentar la exigencia del pacto por la corresponsabilidad dentro de cualquier proyecto vital Concienciar de la injusticia de las estrategias del techo de cristal y del exclusivismo masculino de determinados oficios y sectores. 4.- EL COSTE DE LA IGUALDAD: HETERODOXIA, INDEPENDENCIA, PROYECTO VITAL Y DESIGUALDAD 5.- ALGUNOS MATERIALES

2 0.- FORMACIÓN PARA EL MERCADO LABORAL: APTITUDES O ACTITUDES? Cuando se reflexiona sobre el posible papel del Sistema Educativo como fuente de desigualdad en el mercado laboral, debemos atender no sólo a la capacitación que mujeres y hombres adquieren para el desempeño de un puesto de trabajo, sino también a cómo se trabajan en el mismo las actitudes antes una serie de elementos claves: el proceso de selección de la propia trayectoria profesional, lo que entiende cada cual como buen puesto de trabajo, las dificultades específicas de empleabilidad de las mujeres, las propias motivaciones y miedos al decidir optar a unas y otras profesiones,... y sobre la importancia que mujeres y hombres asignan al empleo dentro del proyecto vital Por tanto, no sólo debemos pensar en qué aptitudes se consiguen en cada nivel educativo y su adecuación (insuficiencia o sobreformación) a un mercado laboral siempre cambiante. También hemos de profundizar en si se enseñan actitudes igualitarias para fijar expectativas laborales realistas y responsables, basadas en el perfil propio (habilidades personales, personalidad, preferencias, ), no en estereotipos de género, con el objetivo último de un proyecto vital independiente y en equidad. Las actitudes sobre la participación en Igualdad de las mujeres en el mercado laboral son tanto individuales como sociales, de las empresas y los agentes sociales. Con esta preocupación, podemos indagar hasta qué punto las mujeres han conquistado ya poder conseguir del Sistema Educativo la capacitación adecuada para todo tipo de puestos de trabajo o si aún permanecen realidades de la trayectoria académica de las mujeres que influyen en una inserción desigual en el mercado laboral (menor empleabilidad, menor salario medio, más precariedad, menos posibilidades de ascenso profesional, sectorización asimétrica,... ). 1.- LOS DATOS ESTADÍSTICOS: LA EVIDENCIA DE LOS PROBLEMAS Y DE LOS CAMBIOS El discurso social de las últimas décadas ha legitimado la educación como garantía de acceso al mercado laboral. En apenas dos generaciones, las mujeres de nuestro país han construido, social y familiarmente, el legado de que la formación les hacía posible una vida independiente desde la que poder decidir su proyecto vital con mayor autonomía que en ningún otro momento de la historia. Tras el estudia hija que... se articulaba una expectativa respaldada por los datos, pues las tasas de empleo se elevan en general con los niveles de formación alcanzados, tanto en hombres como en mujeres y, además, a mayor formación menor es la diferencia entre la tasa de ocupación de hombres y mujeres. Por tanto, la formación era la mejor inversión para la empleabilidad y el empoderamiento femenino, pues en los menores niveles de formación se concentra la mayor desigualdad en la tasa de ocupación. Las diferencias salariales por sexo son menores para las mujeres más jóvenes, en gran medida por la mejor cualificación (tipos de ocupación, nivel de estudios, etc.) de las mujeres más jóvenes respecto a las de mayor edad Este discurso, que tiene en la base la conquista histórica en el siglo anterior del derecho a un Sistema Educativo mixto en todos sus niveles, parecería incluso haber llevado a una situación laboral de las mujeres españolas que resiste mejor las situaciones de crisis económica. Así, durante 2008, ha disminuido la tasa de empleo en las mujeres y ha aumentado su tasa de paro, pero en ambos casos en menor magnitud que en los varones. Estos datos coyunturales, creados por el parón en sectores de muy escasa inserción femenina, no pueden hacer olvidar los evidentes elementos de desigualdad para las mujeres del mercado laboral de nuestro país, a la Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

3 vez que permiten la reflexión sobre si los itinerarios formativos de las mujeres facilitan o aún impiden una inserción laboral en igualdad. En primer lugar, debe destacarse que las mujeres son usuarias eficaces del Sistema Educativo, dentro del cual han logrado: Mayor presencia en todos los niveles del Sistema Educativo, especialmente en los niveles no obligatorios, con la excepción de los Ciclos Formativos de Grado Medio. Mayor esperanza de vida escolar, pues presentan más tiempo de permanencia en el sistema escolar frente al abandono escolar temprano de los varones (el mayor de Europa) Mayor éxito educativo en todos los niveles Progresiva mayor diversificación de sus itinerarios, tanto por el tipo de estudios como por las áreas de conocimiento de los mismos: mayor participación en FP, mayor acceso a perfiles técnicos en carreras y módulos formativos, Estas tendencias no han corregido los problemas de empleabilidad de las trabajadoras, sino que llevan incluso a que puedan percibirse algunos retos: Sobrecualificación femenina para la realidad del mercado laboral Cierto retraso intencional en la transición de las mujeres de la educación al mundo laboral Escasa presencia todavía en algunos sectores y familias profesionales, algunas de las cuales presentan notables índices de demanda de empleo. Por otra parte, el mercado laboral nos muestra que no hay una situación igualitaria entre hombres y mujeres, pues se integran en sectores productivos de forma muy diferente y en condiciones de jerarquía, precariedad y remuneración aún muy distinta: En el cuarto trimestre del año 2008, el número total de mujeres inactivas ( ) es muy superior al número de hombres inactivos ( ) Sectorización desigual: el 58,6% de los varones de nacionalidad española trabajaban en el sector servicios, un 21,2% en la industria, un 15,5% en la construcción y un 4,7% en la agricultura. Un 86,3% de las mujeres de nacionalidad española trabajaban en el sector servicios, un 9,2% en la industria, un 2,1% en la construcción y un 2,4% en la agricultura Precariedad y desigualdades o Las mujeres tuvieron en el año 2006 un salario inferior al de los hombres en todos los sectores de actividad. o El nivel medio de ingresos deseados de las personas que buscan empleo es de 1121,79 euros, los hombres esperan obtener un sueldo 233,43 mayor que el deseado por las mujeres. o Su participación en el total de ocupados a tiempo parcial se mantuvo en torno al 80% en el periodo o Dificultad para una presencia igualitaria en niveles intermedios y superiores de las estructuras empresariales Es decir, que incluso con la misma formación o mejor, es posible que las mujeres obtengan peores condiciones laborales. Qué está pasando? Es interesante observar que los hombres buscan en mayor medida que las mujeres un trabajo que sea seguro, proporcione ingresos altos y la tarea desarrollada sea interesante. También se identifica una tendencia masculina a evitar los trabajos de jornada partida, aunque Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

4 sean a tiempo completo. Las mujeres buscan en mayor proporción que los hombres que se ajuste a la formación recibida y que permita decidir qué días y horas se trabajan. En relación a los motivos por los que no se encuentra empleo, destacan dos de ellos: escasa creación de puestos de trabajo y exceso de competitividad. Los hombres consideran en mayor medida que las mujeres la falta de formación como una causa del fracaso en la búsqueda de empleo. Por el contrario, las mujeres señalan la incompatibilidad horaria con sus obligaciones familiares como un importante motivo para no encontrar trabajo 2.- LAS CAUSAS DE LOS PROBLEMAS: DEL ESTEREOTIPO LIMITADOR AL SUELO PEGAJOSO Fruto de su lucha durante el pasado siglo, hoy las mujeres podrían realizar todo tipo de estudios y mostrar en Igualdad su aptitud para cualquier ocupación, pudiendo así trabajar en situación de Igualdad en todos los sectores: pero la realidad muestra que aún no se ha conseguido. Tanto la toma de decisiones en la propia orientación laboral como los procesos de selección en las empresas mediatizan globalmente hacia la desigualdad la incorporación de las mujeres en el mercado laboral, independientemente de su formación. Son múltiples aún los factores familiares, individuales, sociales (incluidos los mediáticos) que mediatizan la elección de profesiones, estudios e, incluso, la tipología contractual de la inserción laboral que finalmente se consigue. En conjunto, configuran un suelo pegajoso, que ancla a las mujeres en condiciones de desigualdad para su incorporación laboral: Los estereotipos aún vigentes limitan las opciones académico-profesionales tanto en la FP como en la Universidad, pues el alumnado femenino entiende aún que determinadas profesiones no son para chicas, mientras que las relacionadas de alguna manera con el ámbito del cuidado o con una posición subordinada siguen siendo bien aceptadas como destino laboral por las nuevas generaciones.: el cuidado de las personas (enfermería, docencia, ); el cuidado estético (peluquería, moda, ); el comercio, el secretariado,.. Por otra parte, el corporativismo masculino construye de forma excluyente determinados ámbitos laborales de forma que suponen un freno a las alumnas que entienden que llegarían a una territorio de hombres en el que es difícil integrarse. Las mujeres se emplean más en el sector público por su garantía de objetividad (y anonimato) a la hora de la selección y de la promoción, limitando por tanto su inserción en sectores productivos de iniciativa privada. Además, las nuevas generaciones siguen recibiendo el mandato de que las mujeres están destinadas a perpetuar la especie y a dar calidad de vida a los demás. Este influjo limita su capacidad para decidir su futuro profesional, pues es responsabilizada del cuidado de las otras personas dependientes e incluso de las presuntamente independientes. No poco compañeros reclaman aún el derecho a ser atendidos, sin reciprocidad, y con la máxima libertad para su proyecto vital, al que debe supeditarse la mujer. Fruto de ello es que aún se decide la vida profesional femenina como un elemento de segundo orden en la perspectiva vital de las mujeres, subordinadas a su vida familiar y a la proyección profesional de su compañero Esta misma responsabilización asimétrica es aún vigente en los Departamentos de Recursos Humanos de muchas empresa, cuando tienen que gestionar procesos de selección de personal, de forma que las cargas familiares son valoradas como un riesgo para emplear mujeres y como un plus para emplear hombres Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

5 Por último, debe señalarse la socialización diferencial de hombres y mujeres con respecto al dinero y a determinadas aptitudes y actitudes propias de la iniciativa empresarial. Así, la autonomía, la capacidad de decisión, la confianza en sí misma, la iniciativa, la asunción del riesgo,... son valores todavía masculinos que frenan en cierta medida el llamado ahora espíritu emprendedor en las mujeres. 3.- OBJETIVOS DE UNA ORIENTACIÓN LABORAL NO SEXISTA: EMPLEABILIDAD O EMPODERAMIENTO? Trabajar en Igualdad requiere que la elección académico-laboral no esté marcada por el género sino por las potencialidades individuales. Pero no siempre es fácil. Nuestra experiencia nos ha venido demostrando que abordar en Educación Secundaria el tema de la igualdad de oportunidades entre los sexos a partir del concepto de igualdad entre hombres y mujeres conduce a no pocos desencuentros. Son frecuentes los debates estériles entre el alumnado, con mutuos reproches entre chicas y chicos, que detallan las diferencias entre unos y otras, y su obsesión por no parecerse. Es más, en vez de un verdadero análisis de lo que se está intentando trabajar, no pocos de esos intentos de introducción finalizan con irónicas demostraciones adolescentes sobre si los hombres son mejores que las mujeres o viceversa, con lo que se produce no sólo una profunda rivalidad sino también un absoluto desenfoque del tema. En el caso concreto de la orientación laboral desde la perspectiva de género, el debate de nuestro alumnado no suele ir más allá de los intentos de demostración de que para determinados trabajos el varón está mejor preparado y, como mucho, de la pervivencia de determinadas dificultades para que la mujer acceda al mercado laboral. Partiendo en cambio del concepto de desigualdad, en lo referido a la orientación laboral, el debate no es si los trabajos que requieren fuerza física son masculinos y los destinados a la limpieza (de las personas y de las cosas) son femeninos. El debate debe ser por qué el paro femenino es mayor, por qué las profesiones feminizadas están peor pagadas y por qué existen estrategias para dificultar que las mujeres opten a los puestos principales del sistema productivo. También debe indagarse explícitamente por qué las chicas son más brillantes académicamente y luego escogen estudios con menos salidas profesionales o por qué nuestras alumnas prefieren muy mayoritariamente trabajar en el sector público antes que en la empresa privada. Es más, dicho debate debe incorporar la esfera de la conciliación de la vida laboral con la responsabilidad doméstica y familiar. Con todo ello, toda Orientación Profesional para la Igualdad intentará que el alumnado de cualquier nivel educativo aumente su grado de libertad de elección, diversificando sus posibilidades académico-profesionales, desde una mayor autonomía y autoanálisis personal, con los siguientes objetivos: Romper estereotipos ligados a determinadas profesiones, que limitan la autonomía en la elección profesional Promover profesiones no vocacionales demandadas por el mercado laboral apostando por la igualdad de oportunidades Potenciar el espíritu emprendedor en las nuevas generaciones de mujeres Aumentar la exigencia del pacto por la corresponsabilidad dentro de cualquier proyecto vital Concienciar de la injusticia de las estrategias del techo de cristal y del exclusivismo masculino de determinados oficios y sectores.. Por tanto, queremos favorecer una Orientación Profesional responsable, sin verse condicionada por la variable de género, presente en todas las fases del proceso de elección: Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

6 Autoconocimiento proceso de toma de decisiones búsqueda de información sobre opciones profesionales. Un eje fundamental es el análisis de que entiende cada cual por un buen puesto de trabajo, pues en dicho imaginario se perciben todos los preconceptos de género. Para unas personas lo importante será un empleo de calidad aquel que presente alta empleabilidad, justa remuneración, rápida incorporación, posibilidad de carrera profesional,... adaptabilidad a su estilo personal (lo que mejor se me da, lo que me gusta), posibilidad de romper con lo establecido,.. o compatibilidad con otros mandatos de género. Es importante que se analicen las diferencias entre hombre y mujeres al respecto pues nos informan de destacables trabas a una elección académico-profesional no sexista y a una inserción en Igualdad en el mercado laboral. 4.- EL COSTE DE LA IGUALDAD: HETERODOXIA, INDEPENDENCIA, PROYECTO VITAL Y DESIGUALDAD En ocasiones, se percibe una muy diferente valoración de los beneficios de la incorporación al mercado laboral por parte de hombres y mujeres. Diferentes motivaciones y diferentes miedos condicionan dichas elecciones. Con el alumnado femenino, dentro de una línea global de trabajo comprometida con su libertad y autoestima, debe caracterizarse el trabajo remunerado no como un segundo sueldo sino como una garantía de independencia y una potencialidad para el desarrollo personal, desde el empoderamiento. Además, debe trabajarse todo lo relativo a las nuevas condiciones del mercado laboral que intentan favorecer la Igualdad: planes de Igualdad, medidas de conciliación para trabajadores y trabajadoras, propuestas de permisos iguales e intransferibles de nacimiento y adopción,... Con el alumnado masculino, deberá trabajarse la renuncia a los privilegios laborales de los hombres y las estrategias para mantenerlos (techo de cristal, omnidisponibilidad temporal,...), a la justicia de su implicación en las medidas de conciliación, a los cambios hacia unidades familiares en los que él sueldo principal es el de la mujer,... Todo un cambio necesario para entender que las mujeres tienen el derecho a incorporarse en Igualdad al mercado laboral, a tener las mismas oportunidades, desde la base de asumir corresponsablemente las mismas responsabilidades y deberes. Las mujeres que conquistaron la educación mixta facilitaron la tarea. Si el Sistema Educativos fuese realmente coeducador todo sería más fácil aún, pues haría posible que el alumnado se cuestionase algunas características de la realidad y determinadas interpretaciones propias de la misma (conocimientos, actitudes y comportamientos) que quizá antes consideraba naturales y obvias. El objetivo es favorece conductas responsables sobre su orientación laboral, en el marco de la construcción consciente y libre de su propia personalidad y de su propio proyecto de vida y de felicidad. La Igualdad no es ya una reivindicación sino un derecho, aunque el peso de la tradición actúe en sentido contrario. Cuando se ejerce ese Derecho a la Igualdad, cuando se es heterodoxa en las decisiones, presenta el coste de construirse en libertad, pero no ser heterodoxa, o al menos libre, también tiene un coste personal que debe valorarse. La desigualdad laboral es la antesala de importantes desigualdades vitales. Poder trabajar en Igualdad, incluso en tiempos de crisis, es propio de sociedades desarrolladas, inteligentes, justas y solidarias. Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

7 5.- ALGUNOS MATERIALES DE INTERÉS I.- Fuentes documentales de interés Las mujeres en cifras ( ) Instituto de la Mujer (Ministerio de Igualdad), Madrid 2008 Mujeres y hombres en España 2009, Instituto Nacional de Estadística, Madrid 2009 Estudio socioeconómico de los municipios de Oviedo y Llanera, desde una perspectiva de género, HADAS S.L. Oviedo, 2008 II.- Materiales específicos para una Orientación Laboral No Sexista: - ECHAZARRETA, Pilar y otras Abriendo camino (Programa coeducativo de orientación académico profesional para la Educación Secundaria) Departamento de Educación, Universidades e Investigación/Servicio Central de Publicaciones del Gobierno Vasco. Vitoria, El presente documento quizá sea la más completa propuesta de desarrollo, en veintidós sesiones de áreas y tutorías, de un programa de orientación académico-laboral intencionalmente no discriminatorio para el alumnado femenino. El texto utiliza la perspectiva de género en el análisis de los factores familiares, individuales, sociales (incluidos los mediáticos) que mediatizan la elección de profesiones y estudios. A partir de ello, se intenta que el alumnado aumente su grado de libertad de elección, diversificando sus posibilidades académico-profesionales, desde una mayor autonomía y autoanálisis personal en las distintas fases de autoconocimiento, proceso de toma de decisiones y búsqueda de información sobre opciones profesionales. - V.V.A.A: Por una orientación académica y profesional sin sexismo Dirección General de Formación Profesional e Innovación Educativa, Consejería de Educación. Junta de Castilla y León Material multimedia en diferentes carpetas destinadas a los diferentes niveles educativos, con el fin de ofrecer al profesorado un compendio de formas de pensar y actuar que ayudan a introducir la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres como eje transversal en el campo de la enseñanza. Ofrece fragmentos de películas y anuncios especialmente interesantes para identificar la lucha por la superación de estereotipos que limitan las opciones personales de alumnos y alumnas a la hora de decidir su futura. Presenta diferentes herramientas de las propias capacidades y motivaciones para poder analizar los ámbitos de trabajo adecuados a cada persona. - PULEO, Alicia (coord.) y otras Optativa APapeles sociales de mujeres y hombres@ (MEC (Centro de Desarrollo Curricular). Madrid 1995 Diseño curricular de esta asignatura optativa, surgida como un intento (polémico) de favorecer la integración en las aulas de Secundaria de la educación para la igualdad de oportunidades más allá de los temas transversales. Además de las orientaciones didácticas, detalla adecuadamente una propuesta de desarrollo con varias unidades didácticas, articuladas en torno a dos grandes temas: el sistema de sexogénero y la equiparación de derechos entre hombres y mujeres. Presenta también un interesante conjunto de materiales de apoyo, que integra una selección de textos de gran interés para las diferentes unidades didácticas previstas, así como un conjunto de estadísticas y artículos de prensa, y una inestimable bibliografía comentada, que incluye también referencias a vídeos. - HADAS S.L. /JCyL Manual de buenas prácticas del Programa OPTIMA Valladolid 2008 Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

8 Anexo Algunos datos estadísticos sobre la relación entre la formación y la desigualdad en el mercado laboral OCUPACIÓN Y NIVEL DE EDUCACIÓN. Las tasas de empleo se elevan en general con los niveles de formación alcanzados, tanto en hombres como en mujeres. Para los mismos niveles de formación, la tasa de ocupación es superior en varones, pero las diferencias se reducen cuando se alcanza el nivel de educación superior (excepto doctorado); por otro lado, en el nivel correspondiente a doctorado la tasa de empleo de las mujeres es superior a la de los varones. Las mayores diferencias en las tasas de ocupación entre ambos sexos se producen en niveles de educación inferiores, aunque se ha producido una evolución favorable desde el año 2002 en las tasas de ocupación de las mujeres que no alcanzan el nivel de educación superior. Las diferencias salariales por sexo son menores para las mujeres más jóvenes. Este comportamiento se explica en gran medida por la mejor cualificación (tipos de ocupación, nivel de estudios, etc.) de las mujeres más jóvenes respecto a las de mayor edad 2.- DATOS COYUNTURALES ANTE LA CRISIS DE 2008: Es preciso analizar de manera específica la evolución que han registrado las cifras de actividad, empleo y paro en hombres y mujeres durante el año 2008, que rompen la tendencia de años anteriores. Las cifras de empleo y paro del último trimestre del año 2008 muestran un importante deterioro del empleo y aumento del paro en varones, en comparación con el mismo periodo del año anterior, fundamentalmente como consecuencia del rápido descenso que ha sufrido la ocupación en los sectores de la construcción e industria en el año Durante 2008, ha disminuido la tasa de empleo en las mujeres y ha aumentado su tasa de paro, pero en ambos casos en menor magnitud que en los varones. Comparando las cifras del cuarto trimestre del año 2008 proporcionadas por la Encuesta de Población Activa que elabora el INE, con las cifras del mismo periodo del año anterior, la tasa de actividad de las mujeres (16 a 64 años) se ha elevado en 2,5 puntos porcentuales y la de los Varones en 0,1 puntos. Si se considera la población de 16 años y más, estas cifras aumentan 2,0 puntos para las mujeres y disminuyen 0,02 puntos en los varones. La tasa de empleo (16 a 64 años) ha disminuido en 0,5 puntos porcentuales en mujeres y en 5,0 puntos en varones en los últimos doce meses. La tasa de paro de 16 años y más se ha elevado 4,1 puntos en mujeres y 6,1 puntos en varones. En el cuarto trimestre del año 2008, en comparación al mismo trimestre del año anterior, se ha producido un importante descenso de los varones ocupados en las categorías de asalariados con contrato temporal (17,6%), en los trabajadores por cuenta propia (3,7%) y en los trabajadores con contrato indefinido (1,1%). El número 1 Fuentes Las mujeres en cifras ( ) Instituto de la Mujer (Ministerio de Igualdad), Mujeres y hombres en España 2009, Instituto Nacional de Estadística, y Estudio socioeconómico de los municipios de Oviedo y Llanera, desde una perspectiva de género, HADAS S.L. Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

9 de varones ocupados a tiempo completo ha disminuido un 5,9% y los ocupados a tiempo parcial se elevaron un 6,2% Durante el último trimestre del año 2008 se produjo un incremento interanual del número de ocupados a tiempo parcial tanto en hombres como en mujeres (6,2% en varones y 3,5% en mujeres) La situación laboral de las mujeres no ha sufrido una evolución tan negativa como la de los varones durante el año Sólo descendió el número total de mujeres ocupadas a tiempo completo en un 0,5% y el número de asalariadas con contrato temporal en un 7%. En las restantes categorías se produjeron incrementos de pequeña magnitud en el número de mujeres ocupadas 3.- TENDENCIAS GENERALES DE INSERCIÓN Y APROVECHAMIENTO DEL SISTEMA ESCOLAR POR MUJERES Y HOMBRES Más mujeres estudiando: En el curso , las mujeres representan el 48,5% del alumnado matriculado en las enseñanzas obligatorias (Educación Primaria y ESO), porcentaje de participación menor que el del alumnado matriculado masculino debido a la estructura por sexo y edad de la población. Esta situación se invierte en las enseñanzas post-obligatorias, donde la presencia de la mujer aumenta representando el 51,5% del alumnado de Bachillerato y Formación Profesional, especialmente debido a su mayor peso en el Bachillerato (54,7%), y tiene una participación del 54,2% en el alumnado correspondiente a Enseñanza Universitaria. Más tiempo de permanencia en el sistema escolar / Esperanza de vida escolar: Las mujeres abandonan menos el sistema educativo que los hombres La esperanza de vida escolar de un niño o niña de seis años de edad que inicia la escolaridad obligatoria es el número medio de años de permanencia previsible en el sistema educativo, incluidos estudios universitarios. Las mujeres tienen una mayor esperanza de permanecer en el sistema educativo que los hombres. A los 16 años, la tasa neta de escolarización femenina en el conjunto de enseñanzas supera en casi 6 puntos porcentuales a la masculina (90,6% en mujeres y 84,8% en varones) y a los 17 años la diferencia es aún mayor (81,1% en mujeres y 70,6% en varones) Más éxito en todos los niveles: Resultados: En el curso , según la información de las Cifras de la Educación en España, Edición 2009, las mujeres obtuvieron una mayor tasa de graduación en Educación Secundaria que los varones. La tasa bruta de alumnas graduadas en Educación Secundaria Obligatoria en el curso fue del 76,4%. En el caso de los varones este resultado fue del 62,4%. Entre el curso y el , la tasa de graduados en Educación Secundaria Obligatoria ha disminuido ligeramente en ambos sexos, pero ha descendido más la tasa de las mujeres (2,4 puntos porcentuales), que la de los hombres (1,4 puntos). En los estudios secundarios post-obligatorios se gradúan más mujeres que hombres. En el curso , la tasa bruta de alumnas graduadas en Bachillerato y que habían finalizado COU fue del 53,7% y la de alumnos del 37,2%. En Formación Profesional específica de grado medio, que otorga el título de Técnico y Técnico Auxiliar, la tasa bruta de alumnas graduadas fue del 18,2 y la de alumnos del 15,5. Las tasas brutas de graduación en estudios superiores también son más altas para las mujeres. En el curso , las tasas de graduación de las mujeres en Técnico Superior y Técnico Especialista fueron de 18,9% y de 14,9% para los varones. En Diplomados Universitarios, la tasa de las mujeres fue de 21,7% y la de los varones de 12,0%, mientras que en Licenciados Universitarios fue de 21,6% para las mujeres y 14,7% para los varones. Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

10 Habitualmente, el número de mujeres que acaban los estudios universitarios es superior al de los hombres. Sin embargo, esta mayoría se ha visto incrementada con el paso del tiempo. Así, mientras que, en el año 1982, las mujeres que finalizaban estudios universitarios representaban el 53,7%, en 2007, suponen casi el 61%. Si entendemos la diferencia entre el porcentaje de mujeres que acaban estudios universitarios y el de las que se matriculan como un índice de rendimiento académico, podemos concluir que el rendimiento académico de las estudiantes es superior al de sus colegas hombres, ya que, recordemos, el porcentaje de mujeres matriculadas, en estos últimos años, se establece en torno al 54%, entre 6 y 7 puntos por debajo del porcentaje de quienes finalizan estudios superiores. Esta diferencia, en torno a los 6-7 puntos, se mantiene para los estudios de ciencias sociales y jurídicas y de ciencias experimentales, reduciéndose en las carreras técnicas, donde, la diferencia no alcanza los 3 puntos. Abandono escolar temprano: El abandono escolar temprano refleja el porcentaje de población de 18 a 24 años que no ha completado el nivel de Educación Secundaria de 2ª etapa, y no sigue ningún tipo de educación o formación. En el año 2007, según la información de las Cifras de la Educación en España, Edición 2009, el 31,0% de las personas de 18 a 24 años abandonaron tempranamente el sistema educativo. Por sexo, las mujeres presentan un porcentaje de abandono menor al de hombres (25,6% en mujeres y 36,1% en varones). Las cifras de abandono escolar temprano del año 2007, de hombres y mujeres, son más altas que las que se produjeron en el año 2000, 23,4% en mujeres y 34,7% en hombres. La cifra de abandono escolar temprano en los países de la Unión Europea (UE- 27) es del 15,2% en el año 2007, con un valor del 17,2% en los varones y del 13,2% en las mujeres. España se sitúa entre los países con los porcentajes más elevados (31%), junto a Portugal (36,3%) y Malta (37,3%). En todos los países de la Unión Europea es mayor el porcentaje de varones de 18 a 24 años que abandonan tempranamente el sistema educativo, que el de mujeres. Transición de la educación al mundo laboral. La Encuesta de Transición Educativo-Formativa e Inserción Laboral año 2005 elaborada por el INE, ofrece información sobre la inserción laboral de los jóvenes y la transición entre el estudio y el mercado laboral. o Un 94,3% de los jóvenes que terminan la ESO continúa estudiando (93,6% en los varones y 94,9% en las mujeres), el 79,6% inicia estudios de bachillerato (83,3% en mujeres y 75,2% en varones), el 14,5% opta por ciclos formativos de grado medio (18% de varones y 11,5% de mujeres) y un 0,3% de jóvenes elige ciclos formativos de grado superior. o Un 6% de jóvenes abandonan el sistema educativo tras acabar ESO: un 5,1% en el caso de las mujeres y un 6,4% en los varones. o El 93% de los hombres y mujeres que obtienen el título de Bachiller siguen estudiando, el 64,8% de los varones y el 69,8% de las mujeres optan por la universidad, el 27,2% de los varones y el 22,5% de las mujeres opta por ciclos formativos de grado superior y un 0,9% de varones y un 0,7 de mujeres estudian ciclos formativos de grado medio. o El 16,8% de los jóvenes que terminan ciclos de formación profesional de grado medio siguen en el sistema educativo (16,5% de varones y 17,1% de mujeres) frente al 34,7% de los que terminan ciclos de formación profesional Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

11 de grado superior (33,4% de varones y 35,8% de mujeres). La mayoría de los jóvenes que terminan ciclos formativos optan por insertarse en el mercado laboral. Incremento de participación en los estudios de Formación Profesional, donde se ha pasado de un 40,36%, en 1982, a un 45,61%, en 2006, 2008/2009 Hay más mujeres que hombres que estudian Formación Profesional de grado superior (las mujeres representan el 50,7% de los alumnos). Sin embargo, en FP de grado medio, hay más hombres (53,1%) que mujeres (46,9%). Las diferencias son muy notables en algunas familias profesionales, como muestra la tabla a continuación (Alumnado matriculado en el curso 2006/2007): Incremento de participación en los diversos estudios universitarios, pasando del 46,79%, en 1982, al 54,37%, en 2007, lo que demuestra que, en la actualidad, en la universidad española, el número de alumnas supera al de alumnos en más de Acceso a la Universidad: Según la Estadística de la Enseñanza Universitaria que elabora el INE, en el año 2008 el 56,9% del alumnado matriculado en las pruebas de acceso a la universidad (incluyendo las pruebas de acceso para mayores de 25 años) fueron mujeres. Sin incluir las pruebas de acceso para mayores de 25 años, este porcentaje asciende a 57,8%. El porcentaje de alumnado aprobado en 2008 (incluyendo mayores de 25 años) en las pruebas de acceso a la universidad fue del 83,4% en las mujeres, y del 81% en los varones. Sin incluir las pruebas de acceso para mayores de 25 años, el 83,8% de los varones matriculados aprobaron y el 86,1% en el caso de las mujeres Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

12 Por sexos, vemos que el número de alumnas matriculadas en la universidad se ha incrementado en un 133%, mientras que el de los hombres lo ha hecho en un 73%. El caso de las universidades privadas es algo distinto, puesto que, ya en 1982, el porcentaje de mujeres era del 55,77%, superior, incluso, al que se da en 2007, donde alcanza el 54,54% Especialmente llamativo ha sido el incremento de chicas en estudios de tipo técnico, donde han pasado de ser poco más de alumnas, en 1982, a alrededor de , en en las ingenierías se ha pasado de 11,06% a un 31,25% Incremento de inserción y éxito en Programas de Doctorado: Según la Estadística de la Enseñanza Universitaria elaborada por el INE, en el curso el 51,8% del alumnado matriculado en los cursos de doctorado eran mujeres, frente a un 40,5% en 1982 El porcentaje más alto de mujeres matriculadas corresponde al área de Ciencias Experimentales y de la Salud, con un 60,1%, y el más bajo al área de Ingeniería y Tecnología, con un 27,7%. Del total de tesis aprobadas (7.150), un 47,6% correspondieron a mujeres, cuando, el porcentaje de mujeres que se habían matriculado en cursos de doctorado es superior, un 51,8%. Curiosamente, esta diferencia, actualmente cifrada en unos 4 puntos, se ha ido reduciendo con el tiempo, ya que, en el curso era nada menos que de 12 puntos. De las tesis aprobadas pertenecientes al área de Ciencias Experimentales y de la Salud, un 54% correspondió a mujeres, frente al 26,5% de tesis aprobadas por mujeres en el área de Ingeniería y Tecnología. 4.- MAYOR DIVERSIDAD POR TIPOS DE ESTUDIOS Y ÁREAS DE CONOCIMIENTO las chicas constituyen amplia mayoría entre el alumnado matriculado en Licenciaturas (60,6%) y Diplomaturas (70,02%), que ya en era muy mayoritaria (un 65,12%). Por áreas de conocimiento: Por el contrario, son minoría en Arquitectura e Ingenierías Técnicas (24,7%) y en Arquitectura e Ingenierías superiores (30,8%). Cabe destacar, en este apartado, la gran evolución que se ha producido en estas últimas, ya que, en el curso , las alumnas de Arquitectura e Ingeniería sólo suponían el 11,1%, mientras que, en el curso , constituyen el 30,8%. En el año 2008, el 32,1% del alumnado universitario eligió Ciencias Sociales y el alumnado femenino representó un 64,7%. La segunda opción más elegida fue Ciencias de la Salud (26,7%) con un 66,7% de alumnado femenino. La tercera opción fue Científico-Técnica (22,5%) con un 30,5% de alumnado femenino. Las mujeres tienen una participación muy elevada en el alumnado de Artes (71%) y en Humanidades (73,8%) En diplomaturas claramente feminizadas en 1982, como Biblioteconomía y Documentación, en la que el 88,5% de la matriculación era femenina, han visto incrementarse el número de matriculados hombres, hasta situarse, en la actualidad, en un 68,71% de alumnas; otras, como Enfermería, han recogido, incluso, un incremento de dicha participación, pasando del 79,38%, en 1982, al 83,67%, en Por orden de importancia, si atendemos al número de alumnas/os matriculadas/os, Maestra/o, Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

13 Profesorado de EGB, con alumnas/os, en 2006, ocupa el primer lugar. En esta diplomatura, el porcentaje de mujeres se ha mantenido constante, durante este período, en torno al 74%. La segunda en importancia es Ciencias Empresariales, donde la minoritaria participación femenina (un 37,9%), en 1982, ha alcanzado una proporción muy igualitaria en (53,56%). en cada una de las licenciaturas, comprobamos que el comportamiento, en términos de participación femenina, es muy irregular, moviéndonos entre porcentajes que, como en el caso de Actividad Física y Deporte o Físicas, apenas alcanza el 25% (por no citar el de Derecho canónico, donde apenas suponen un 8%), y otras que, como Traducción e interpretación o Psicopedagogía, superan el 80%. Las tres licenciaturas que aglutinan mayor número de matrículas son, por este orden, Derecho, Administración y dirección de empresas y Psicología. Los porcentajes de mujeres en estas tres carreras son del 55,36%, 52,93% y 76,39%, respectivamente. La segunda de estas titulaciones no existía en 1982, pero, en los otros dos casos, comprobamos importantes incrementos de participación femenina, ya que, en el curso 1982, el porcentaje de alumnas matriculadas en Derecho era del 41,6%, mientras que en Psicología era del 63,7%. estancamiento de las matriculaciones en el área de Humanidades, lo que, en términos relativos, supone un retroceso de este tipo de estudios en relación con otros que, como los técnicos, han experimentado un claro incremento.. En 1982, solamente los estudios de Humanidades y de Ciencias de la Salud tenían mayor participación femenina. En la actualidad, ambos siguen siendo estudios feminizados (de manera especial en Ciencias de la Salud, donde las mujeres constituyen nada menos que el 73,75%), pero, también, aparecen claramente feminizados los estudios de Ciencias Sociales y Jurídicas y de Ciencias Experimentales, las carreras técnicas quedan como reducto de estudios masculinizados, ya que, a pesar del progreso, en estos estudios, las mujeres siguen representando tan sólo un 27,3%; en 1982, representaban el 12,25%, lo que, de todas formas, evidencia un incremento de las mujeres en las carreras técnicas muy importante. En general, puede afirmarse que, a pesar de que las mujeres representan un porcentaje muy reducido (24,69%) entre quienes cursan estudios de Arquitectura e Ingeniería Técnica, ha tenido lugar un incremento considerable desde el curso , ya que, en el mismo, las mujeres sólo constituían el 10,45% del alumnado de estas carreras. Los estudios de Arquitectura son de los que han tenido una evolución más clara en los últimos años. Así, en 1982, sólo un 18,7% de este alumnado era femenino. En la actualidad, el porcentaje de chicas estudiantes de Arquitectura es del 46,76%. La Arquitectura e Ingeniería Técnicas, vemos cómo existen claras diferencias en la participación femenina, entre unas y otras carreras. Así, en el curso , la matriculación femenina, considerando todas ellas, globalmente, constituía el 24,69% del total de matrículas, pero en la Ingeniería Técnica de Diseño Industrial constituyen el 46,41% y, en la Ingeniería Técnica Informática de Sistemas, por el contrario, sólo el 11,91%. En las distintas Ingenierías, en cambio, a pesar del importante avance que se ha producido, los porcentajes actuales distan, aún, de ser paritarios, ya que, para el conjunto de Ingenierías, el porcentaje es de un 26,86%, existiendo, no obstante, importantes diferencias entre unas y otras. Así, mientras que en Ingeniería Química (única con mayoría femenina) se da un 53,74%, o, en Ingeniería Agrónoma, un 42,94%, otras, como Máquinas Navales, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Automática y Electrónica Industrial, Ingeniería Informática y Marina Civil muestran Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

14 porcentajes inferiores al 20%. La Ingeniería más solicitada, la de Industriales, también cuenta con una escasa participación femenina, el 22,5%. Graduados y doctorados en ciencias, matemáticas y tecnología: Uno de los objetivos para la mejora del sistema educativo es aumentar el porcentaje de graduados en ciencias, matemáticas y tecnología, con el fin de incrementar la investigación científica y la participación en el desarrollo económico. En el curso , el número de graduados superiores en ciencias, matemáticas y tecnología fue de 11,8 por mil (población con edades comprendidas entre los 20 y los 29 años), siendo superior en los varones (16,2 por mil), que en las mujeres (7 por mil). Desde el curso , este número se ha incrementado casi dos puntos en el caso de los hombres, y en las mujeres se ha mantenido prácticamente constante. El número de doctores varones es superior al de mujeres en todos los tramos de edad, excepto para los menores de 35 años, en que la participación femenina es un punto superior (11,6% del total de doctores frente al 10,6%). 5.- LOGROS Y PROBLEMAS DE LA INSERCIÓN EN EL MUNDO LABORAL: Hasta el año 2008 se produjeron importantes avances en la incorporación de la mujer al mercado de trabajo, alcanzando mayores cuotas de participación en el conjunto de trabajadores por cuenta propia, asalariados con contrato indefinido y en el total de ocupados a tiempo completo. Pero deben destacarse algunos problemas básicos: En el cuarto trimestre del año 2008, el número total de mujeres inactivas ( ) es muy superior al número de hombres inactivos ( ). Las mujeres tuvieron en el año 2006 un salario inferior al de los hombres en todos los sectores de actividad. En parte, la desigualdad se explica por las diferencias en las ocupaciones, así como por el tipo de jornada y tipo de contrato. Su participación en el total de ocupados a tiempo parcial se mantuvo en torno al 80% en el periodo Desigual ocupación según sector económico. En el cuarto trimestre de 2008 y de acuerdo a la nueva Clasificación Nacional de Actividades Económicas CNAE-2009, el 58,6% de los varones de nacionalidad española trabajaban en el sector servicios, un 21,2% en la industria, un 15,5% en la construcción y un 4,7% en la agricultura. Un 86,3% de las mujeres de nacionalidad española trabajaban en el sector servicios, un 9,2% en la industria, un 2,1% en la construcción y un 2,4% en la agricultura Mayor incorporación a la actividad económica: luces y sombras Encontramos cifras que indican una significativa incorporación de las mujeres a la actividad económica en los últimos años, cuando analizamos la Población en relación con la actividad Económica y vemos que las tasas de actividad y empleo de las mujeres experimentaron un crecimiento notablemente superior al observado en el caso de los varones. Examinando el periodo : la tasa de actividad (activos /población total) de los varones de 16 años y más se elevó en 2,0 puntos porcentuales y la de las mujeres en 6,7 puntos. En este mismo periodo, tanto si se considera la población de 16 a 64 años como si se considera la de 16 años y más, la tasa de paro (parados / activos) de los varones disminuyó en 1,7 puntos porcentuales y la de las mujeres en 5,2 puntos. La tasa de empleo (ocupados /población total) de los varones de 16 años y más se elevó 3,1 puntos porcentuales y la de las mujeres 8,1 puntos en el periodo Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

15 2007. Si se considera la población de 16 a 64 años, esta tasa se elevó 3,2 puntos en los varones y 10,2 puntos en las mujeres. La población activa (ocupados y parados que buscan empleo) masculina de 16 años y más creció un 12,9% y la femenina un 24,9%. En cuanto a la población ocupada, la masculina creció un 15,0% y la femenina un 32,6%. La población parada masculina disminuyó un 9,7% y un 15,3% la femenina. En 2008, la población inactiva se ha elevado un 1,3% en los varones y ha disminuido un 2,8% en las mujeres. Pero debe destacarse que en el cuarto trimestre del año 2008, el número total de mujeres inactivas ( ) es muy superior al número de hombres inactivos ( ). Respecto a las distintas clases de inactividad, en el trimestre citado la mayoría de los hombres inactivos son jubilados, representado el 60,9%. La principal razón de la inactividad en mujeres es la realización de las labores del hogar, 45,2% frente a un 4,3% de los hombres. Un 18,4% de los inactivos varones son estudiantes, mientras que entre las mujeres el porcentaje es del 12,7%. Un 8,4% de los hombres y un 6,9% de las mujeres declaran como razón principal de la inactividad la de estar incapacitados para trabajar. Del total de personas inactivas en el cuarto trimestre de 2008 y que no buscan empleo por razones familiares, solo un 3,5% son hombres Variedad de relaciones laborales: empleabilidad basura? Se elevó un 13,6% el número de trabajadores varones que lo hicieron por cuenta propia y un 20% el número de mujeres. Igualmente, aumentó un 15,4% el número de trabajadores asalariados varones y un 34,9% el número de mujeres Se elevó un 38,8% el número de mujeres asalariadas con contrato indefinido Las relaciones laborales con contrato temporal aumentaron un 27,7% en las mujeres y un 14,6% en los varones. el empleo a tiempo completo creció en hombres y mujeres, un 13,5% y un 23,4% respectivamente. El número de personas ocupadas a tiempo parcial aumentó en hombres (71,6%) y mujeres (78,4%). Las oportunidades de encontrar un empleo El 58,96 % de las personas encuestadas opinan que las expectativas de encontrar empleo son peores para las mujeres que para los hombres. Al investigar los resultados en función del sexo, debe destacarse que las mujeres perciben una desigualdad mayor en las oportunidades de encontrar empleo que la que ven los hombres. El índice de comparación es de 1,79 en el caso de las mujeres frente a los 3,04 puntos de los hombres. Las oportunidades de encontrar un empleo Peor 58,96% NS 1,71% NC 0,57% Mejor 6,03% Igual 32,74% Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

16 5.3.- Menor calidad del empleo de las mujeres Número de horas trabajadas. En el cuarto trimestre de 2008 los hombres ocupados dedicaron una media de 40,8 horas semanales al trabajo, mientras que en el caso de las mujeres esta dedicación fue de 34,4 horas a la semana Salarios por actividad económica: Las mujeres tuvieron en el año 2006 un salario inferior al de los hombres en todos los sectores de actividad. En parte, la desigualdad se explica por las diferencias en las ocupaciones, así como por el tipo de jornada y tipo de contrato. El sector de actividad correspondiente a intermediación financiera fue la actividad con salario más alto, tanto para los hombres como para las mujeres, y la hostelería el sector que tuvo los salarios más bajos. El sector de la educación fue la actividad con menos desviación en el salario de las mujeres respecto al de los varones. En el sector de otras actividades sociales y de servicios prestados a la comunidad y en el sector de servicios profesionales se produjeron las mayores divergencias de salarios entre hombres y mujeres Salarios según edad Las diferencias salariales por sexo son menores para las mujeres más jóvenes. Este comportamiento se explica en gran medida por la mejor cualificación (tipos de ocupación, nivel de estudios, etc.) de las mujeres más jóvenes respecto a las de mayor edad Ocupación según situación profesional, tipo de contrato y duración de la jornada. o En el cuarto trimestre de 2008, un 12,5% del total de ocupados corresponde a personas ocupadas a tiempo parcial, de este total un 80,0% son mujeres. o En 2007, el 66% de las personas ocupadas parcialmente como trabajadores/as por cuenta propia son mujeres, lo cual supone 2,3 puntos más que en Del mismo modo, nada menos que un 83% de las personas asalariadas con jornada parcial son mujeres (4,2% puntos más que en 1995). o Considerando el total de mujeres ocupadas, un 23,3% tiene jornada parcial, mientras que en el caso de los hombres este porcentaje es del 4,4%. o En relación con quienes trabajan a jornada completa, el porcentaje de mujeres ha disminuido entre las/os trabajadores por cuenta propia, pasando de un 29%, en 1995, a un 27,2%, en 2007, mientras que se ha incrementado entre las/os asalariadas/os, pasando de un 31,8% a un 38,25%, en el mismo período, lo cual, en términos absolutos, es de gran importancia, por cuanto la población asalariada a jornada completa representa casi un 73% del total de población ocupada Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo

17 5.4.-Empleo y corresponsabilidad: Según la información de condiciones de trabajo que proporciona la Encuesta de Población Activa del año 2007, el 86,8% de las mujeres ocupadas a tiempo parcial debido a que cuidan a personas dependientes tienen edades comprendidas entre 25 y 44 años (Respecto a los distintos motivos de la jornada parcial en hombres y mujeres y según la información que proporciona la Encuesta de Población Activa, la causa principal de este tipo de jornada es no haber podido encontrar trabajo de jornada completa. En los varones, la segunda razón para este tipo de jornada es Otros motivos, mientras que en las mujeres es el cuidado de menores o de personas adultas enfermas, incapacitadas o mayores). Con el paso del tiempo, las diferencias respecto al trabajo doméstico se han ido disminuyendo de manera considerable, ya que, en 1993, estas diferencias eran de 5 h 28 ; en 1996, de 4 h 30 ; en 2001, de 4 h 12 y, en 2006, de 3 h 39. Ahora bien, esta tendencia no es debida a que los hombres tengan una implicación mayor en las tareas domésticas, sino, más bien, a que las mujeres y hombres han disminuido de manera considerable, especialmente en los últimos años, el tiempo dedicado a este tipo de tareas y, en términos absolutos, esta disminución ha sido mayor en el caso de las mujeres. Así, en 2001, las mujeres dedicaban al trabajo doméstico 7 h 22 y, en 2006, 5 h 59 ; es decir, 1 h 23 menos. Los hombres han pasado de emplear 3 h 10, en 2001, a 2 h 20, en 2006, por lo que la disminución ha sido de 50. Desde el año 1993 hasta el año 2001, los cambios producidos se dieron en la dirección deseada, desde el punto de vista de la corresponsabilidad: disminución del tiempo dedicado por las mujeres al trabajo doméstico y aumento del empleado por los hombres al mismo tipo de tareas. En 1993, las mujeres dedicaban 7 h 58 y, en 2001, 7 h 22. Por contra, los hombres empleaban a las tareas domésticas, en 1993, 2 h 30 y, en 2001, 3 h 10. La tendencia se interrumpe, bruscamente, en 2006, cuando unas y otros dedican menos tiempo a las tareas del hogar que en 2001; esta disminución es mayor, en términos absolutos, en el caso de las mujeres y, en términos relativos, en el de los hombres. En el caso del trabajo remunerado, bloque de actividades sobre el que las diferencias respecto al tiempo dedicado por mujeres y hombres son mayores, después del trabajo doméstico, se observa una disminución de tales diferencias desde 1993 a 2001, de forma que, en el primero de estos años, los hombres destinaban 2 h 21 más que las mujeres y, en 2001, 1 h 36. Sin embargo, en el año 2006, esta tendencia se invierte; la diferencia entre unos y otras, respecto al tiempo dedicado al trabajo remunerado, pasa a ser de 1 h 57. Miguel Ángel Arconada Melero, Medina del Campo