Documento de Trabajo Nº9 El nuevo patrón de crecimiento y su impacto sobre la distribución del ingreso

Documentos relacionados
Documento de Trabajo Nº9 El nuevo patrón de crecimiento y su impacto sobre la distribución del ingreso

La pobreza en América Latina:

INFORME DE COYUNTURA: Chile fue el tercer país que más redujo la pobreza en Latinoamérica durante el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera

MAPA DE INDICADORES ECONÓMICOS SOCIALES. Diciembre 2009

Andrea Podestá Comisión Económica para América Latina y el Caribe. Taller de Finanzas Públicas Santiago, Chile, 22 de enero de 2014

EVASIÓN Y EQUIDAD EN AMÉRICA LATINA

DOCUMENTO DE TRABAJO Nº 9:

Serie INFORMES. El crecimiento del empleo en los distintos sectores sociales durante la post convertibilidad. Nicolás Arceo

Desigualdad Un cambio con ganadores y perdedores

MAPA DE INDICADORES ECONÓMICOS SOCIALES. Noviembre 2009

INDICADORES DE LA COMUNIDAD ANDINA,

Diferencias de Género en uso de Internet en América Latina

Informe elaborado para la Federación Interamericana de Asociaciones de Gestión Humana- FIDAGH. 1 TASA DE CRECIMIENTO ECONÓMICO *

Asignación Universal por Hijo en Argentina

El mercado de trabajo en la posconvertibilidad. Julio de 2011

SITUACIÓN N ACTUAL, PERSPECTIVAS Y DESAFÍOS DE LA ECONOMÍA LATINOAMERICANA

Crecimiento y empleo van de la mano. Se observan progresos y desafíos en las oportunidades de empleo para mujeres y jóvenes.

I. NIVELES Y TENDENCIAS DE LA MORTALIDAD GENERAL EN AMÉRICA LATINA

Diferencias de Género en uso de Internet en América Latina Santiago de Chile, 7 de Noviembre de 2012

Del Síndrome del casillero vacío al desarrollo inclusivo: buscando los determinantes de la distribución del ingreso en América Latina

DATOS DESTACADOS Tendencias en las desigualdades de acceso a la educación inicial Marzo 2006

Radiografía de la desigualdad en América Latina Tendencias recientes y rasgos estructurales de

Panorama social de. José Luis Machinea SECRETARIO EJECUTIVO. América Latina y el Caribe. Universidad de Alcalá

Evolución de los salarios en América Latina, Andrés E. Marinakis OSR/OIT Santiago

Nuevos indicadores para el índice de desarrollo del trabajo decente

Efectividad de los salarios mínimos en América Latina: Una mirada a los orígenes. Andrés Marinakis OIT

La grieta que nunca se cerró, se agrandó

Gráfico Evolución de la tasa de desocupación. Ciudad de Buenos Aires y Total de Aglomerados Urbanos. Mayo de 00 / IV Trimestre de 005 Total de aglomer

Mercados Laborales: Soportes o Amenazas para la Cohesión Social Latinoamericana? Patricio Meller, Paola Bordón, Matías Cociña, Elizabeth Rivera

Salarios en América Latina

Proyecto de Presupuesto General de la Nación PGN 2011

La pobreza en Argentina: el contexto regional *

La desigualdad en América Latina: un desafío estructural para el desarrollo sostenible

La primera infancia desde una perspectiva demográfica

SEMINARIO INTERNACIONAL REFLEXIONES SOBRE BIENESTAR Y DESIGUALDAD EN AMÉRICA LATINA

LA POLÍTICA FISCAL EN TIEMPOS DE BONANZA

PROPIEDAD DE VIVIENDA EN ESTADOS UNIDOS DE LA POBLACIÓN INMIGRANTE DE ORIGEN LATINOAMERICANO Y DEL CARIBE

La desaceleración se convirtió en contracción de la actividad económica en 2015 y 2016

una comparación en la región

Resumen de Indicadores Sociales

PARTE I: POBREZA Y DESIGUALDAD

SITUACIÓN N ACTUAL Y PERSPECTIVAS DE LA ECONOMÍA A LATINOAMERICANA Y DE LOS MERCADOS DE TRABAJO REGIONALES

Microempresas y pymes en América Latina

Desafíos del Empleo en Costa Rica

INFORMALIDAD LABORAL EN ARGENTINA:

ADOLESCENTES, EDUCACIÓN E INSERCIÓN LABORAL. OPORTUNIDADES DE BIENESTAR FUTURO PARA VARONES Y MUJERES

1.4. DESARROLLO HUMANO Y POBREZA

Impacto de género de la la reforma de pensiones en América Latina

SUSTENTABILIDAD FISCAL Y REFORMAS TRIBUTARIAS EN AMÉRICA LATINA

Fuente: Encuesta Permanente de Hogares (EPH), INDEC.

Indicadores de discriminación de género en los ingresos. CEPAL. Desigualdad salarial de género en ALC en población asalariada.

Reporte periódico de avance en el ODM1 en América Latina y el Caribe, 2008

Macroeconomía y Género Las metas del milenio

Propuesta de seguro de desempleo en México: características y desafíos

PERÚ EN EL SIGLO XXI: ENTRE LOS LÍDERES DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO DE LA REGIÓN

02 RESUMEN ESTADÍSTICO COMENTADO. Escolarización en América Latina

Índice. Informe mensual. Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe. Página. glosario 09

Banco Interamericano de Desarrollo

ENCUESTA DE OCUPACIÓN Y DESOCUPACIÓN EN EL GRAN SANTIAGO: INFORME TRIMESTRAL DE EMPLEO MARZO 2009

Banco Central de la República Dominicana

Reunión Subregional del Cono Sur Preparatoria a la Cumbre de Johannesburgo 2002 Santiago de Chile, 14 y 15 de Junio del 2001/CEPAL.

Criterios para la Priorización de las EFS con mayores necesidades (Versión 25 mayo 2015)

ENCUESTA DE OCUPACIÓN Y DESOCUPACIÓN EN EL GRAN SANTIAGO: INFORME TRIMESTRAL DE EMPLEO DICIEMBRE 2011

TRABAJO DECENTE Y DESARROLLO HUMANO EN CENTROAMÉRICA Y REPÚBLICA DOMINICANA (*)

Mayores Remuneraciones Medias y Masa Salarial de los Trabajadores Mexicanos en Estados Unidos Han Impulsado el Ingreso de México por Remesas

En los años recientes las remesas

Informe Mensual de Inflación Regional

Banco Interamericano de Desarrollo

"Financiamiento y gasto educativo en América Latina, a partir de la última generación de reformas"

AMÉRICA LATINA Y EL CARIBE BALANCE PRELIMINAR JOSÉ ANTONIO OCAMPO SECRETARIO EJECUTIVO

Envejecimiento y protección social en América Latina

Empleo, Remuneraciones y Masa Salarial Julio-Septiembre

Principales Indicadores del Mercado Laboral de la Provincia de Córdoba

Situación Laboral y Social en Argentina

La expansión de la cobertura previsional y su financiamiento. El caso de Argentina

BALANCE ECONÓMICO DE CHILE EN EL 2012

Impuestos sobre los salarios en América Latina y el Caribe

América Latina y el Caribe

UNA MIRADA A LA ECONOMÍA DE CHILE DESDE LA PERSPECTIVA REGIONAL

Reporte Mensual de Inflación Regional

El analfabetismo en América Latina, una deuda social.

COBERTURA DE SEGURIDAD SOCIAL Y GÉNERO EN IBEROAMÉRICA

Impuestos sobre los salarios en América Latina y el Caribe OCDE/BID/CIAT. VI Foro Lac de Política Fiscal Buenos Aires, de Septiembre 2016

Informe Mensual de Inflación Regional

Seguridad Económica y Pobreza en la Vejez: tensiones, expresiones y desafíos para políticas. CELADE-Divisi

INVERSIÓN SOCIAL Y GASTO PÚBLICO

BANCO INTERAMERICANO DE DESARROLLO ESTADISTICAS BASICAS DELOS PAISES DE AMERICA LATINA Y EL CARIBE

Inversión pública, crecimiento económico y reducción de la pobreza en America Latina y el Caribe

ABANSA. Informe Macroeconómico Trimestral Al 31 de marzo de mayo de 2007

Situación de la Economía Salvadoreña a diciembre 2016

EL CONTEXTOLATINOAMERICANO Y ARGENTINO

La primera infancia desde una perspectiva demográfica.

GASTO-INVERSIÓN EN PROTECCIÓN SOCIAL EN AMÉRICA LATINA

bandera mapa moneda emblema capital escritor Argentina Argentina

La inflación interanual de los alimentos inició el año 2013 sin cambios con respecto a diciembre de 2012: varió 8,9 % entre enero 2012 y enero 2013.

CIUDADANÍA A Y DERECHOS SOCIALES

Economía & Empresas Nº 06

II. Una visión sintética de la economía informal en el Perú

Informe sobre situación del mercado de trabajo

Índice de Clima Económico Febrero 2016

Transcripción:

Documento de Trabajo Nº9 El nuevo patrón de crecimiento y su impacto sobre la distribución del ingreso Marzo de 2011

La distintas formas de evaluar la distribución del ingreso Para medir el grado de desigualdad en la distribución del ingreso, en primer lugar, es necesario determinar cuáles son los ingresos cuya distribución se va a analizar (el total del ingreso nacional, los ingresos familiares, los individuales, los laborales y/o los provenientes de otras fuentes, etc.). En segundo lugar, debe definirse cuál será el indicador a utilizar para esa medición. Un primer modo de estudiar la desigualdad consiste en determinar la distribución del ingreso nacional entre el trabajo y el capital. Es decir, qué porcentaje del total del ingreso nacional queda en manos de los trabajadores -por un lado- y qué porcentaje se apropian los capitalistas y rentistas -por el otro-. Esa distribución se denomina distribución funcional del ingreso. Una segunda forma usual de medir la desigualdad consiste en identificar las diferencias de ingresos entre los distintos individuos u hogares. Debido a limitaciones de las fuentes de información que habitualmente se utilizan para este tipo de cálculos, los ingresos que se pueden observar son fundamentalmente los que provienen del trabajo, de las jubilaciones, y de los subsidios o planes sociales. De este modo, se capta la desigualdad de ingresos centralmente al interior de la clase trabajadora. Para cuantificar la distribución de este tipo de ingresos se utilizan, en mayor medida, dos indicadores: la relación de ingresos promedio de distintos quintiles o deciles, y el índice de Gini. Este último indicador es muy utilizado para medir la concentración en la distribución del ingreso, ya que presenta algunas ventajas por sobre los indicadores anteriormente mencionados. Principalmente, no se concentra sólo en los ingresos (individuales o de los hogares) que se ubican en las posiciones extremas, sino que considera toda la distribución; es decir, hace uso de toda la información disponible. Además, permite resumir el grado de desigualdad a través de un único indicador. El índice de Gini toma valores entre 0 y 1, en donde 0 indica un grado perfecto de igualdad y 1 corresponde a un grado perfecto de desigualdad.

La distribución del ingreso en América Latina La desigual distribución de los ingresos ha sido un rasgo sobresaliente de la estructura económica y social de América Latina a lo largo de su historia. Esta situación empeoró considerablemente desde los años ochenta conduciendo a que la región presente en la actualidad niveles de inequidad muy elevados en términos internacionales. Al evaluar la situación imperante en cada uno de los países que componen la región se observa que Venezuela y Uruguay son los que presentan una mayor equidad, en tanto el 40% de los hogares más pobres perciben alrededor del 20% de los ingresos totales per cápita y el 10% más rico no sobrepasa el 27%. En contraposición, los países que presentan mayores niveles de desigualdad son, por un lado, Bolivia, Honduras y República Dominicana, donde el 40% de los hogares más pobres perciben por debajo del 12% de los ingresos totales per cápita de sus países; y, por otro, Brasil y Colombia, donde el 10% más rico concentra alrededor del 40% de dichos ingresos. En porcentajes (%) 100 90 80 70 60 50 40 30 20 10 Participación en el ingreso per cápita de los hogares según grupos de hogares en distintos países de América Latina (últimos datos disponibles). 0 27,1 26,3 25,5 21,1 Uruguay 40% más pobre 30% 20% 10% más rico 24,8 28,1 27,9 19,2 Venezuela 35,0 25,2 22,9 16,9 Argentina(2) 34,5 25,6 23,9 16,0 México 29,3 28,8 26,0 15,9 El Salvador 29,4 28,4 26,5 15,7 Perú 33,1 27,0 24,4 15,5 Ecuador 31,0 28,4 25,3 15,3 Costa Rica 34,4 26,3 24,6 14,7 Paraguay Nota: Corresponde a información de los años 2008 (Brasil, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela); 2007 (Bolivia, Honduras); 2006 (Argentina, Chile, Guatemala); 2005 (Nicaragua y Colombia) y 2004 (El Salvador). (2) La información de Argentina corresponde al total urbano. Fuente: Elaboración propia en base a CEPAL (2009). 37,2 26,7 21,5 14,6 Chile 35,4 26,2 24,0 14,4 Nicaragua 32,1 27,8 25,7 14,4 Panamá 39,8 25,7 21,7 12,8 Guatemala 43,3 24,7 19,3 12,7 Brasil 41,1 25,4 21,3 12,2 Colombia 34,9 30,4 23,2 11,5 R. Dominic 35,5 28,2 25,1 11,2 Bolivia 37,0 29,5 23,5 10,0 Honduras

La mejora de la estructura distributiva a lo largo de la última década Si se realiza un análisis de mediano plazo, considerando el período 2002-2008, se observa que la brecha de ingresos de los hogares entre el quintil más rico y el más pobre ha tendido a reducirse en 14 de los 18 países latinoamericanos considerados. Dentro de este grupo, Venezuela y Nicaragua son quienes presentan una mayor reducción de la desigualdad entre los grupos extremos de la distribución del ingreso. A la vez, existe otro conjunto de países (Brasil, Bolivia, Paraguay, Panamá, Perú, Argentina, Ecuador y Costa Rica) que presentan reducciones menos significativas en la desigualdad. En el otro extremo, Guatemala, Honduras, República Dominicana y México dan cuenta de un deterioro distributivo significativo, dado el incremento de la brecha entre el quintil más rico y el más pobre. El coeficiente de Gini se redujo en promedio un 5% en el período mencionado, según CEPAL Relación del ingreso medio per cápita de los hogares entre el quintil más rico y el quintil más pobre en distintos países de América Latina, años 2002 y 2008. 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0 18,1 9,7 Venezuela 27,3 18,6 Nicaragua 36,9 26,2 Brasil 44,2 31,5 Bolivia 25,7 18,4 Paraguay 25,8 18,8 14,4 19,3 15,5 20,6 13,2 16,8 13,5 17,0 15,7 19,5 16,3 20,2 Panamá Perú Argentina Ecuador Nota: (1) Corresponde a información de los años 2002 (Argentina, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, México, Panamá, República Dominicana, Uruguay y Venezuela); 2001 (Brasil, El Salvador, Nicaragua, Paraguay y Perú); 2000 (Chile) y 2004 (Ecuador). (2) Corresponde a información de los años 2008 (Brasil, Costa Rica, Ecuador, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela); 2007 (Bolivia, Honduras); 2006 (Argentina, Chile, Guatemala); 2005 (Nicaragua y Colombia) y 2004 (El Salvador). Fuente: Elaboración propia en base a CEPAL (2009). Costa Rica Chile El Salvador 10,2 9,6 Uruguay 28,5 2002(1) 2008(2) Colombia 27,8 15,5 16,0 México 25,4 26,3 20,7 R. Dominic 32,5 Honduras 23,9 19,3 Guatemala

La mejora de la estructura distributiva a lo largo de la última década Como se mencionó, en términos generales, se observa que América Latina ha presentando ciertas mejorías en la equidad distributiva a lo largo de los últimos diez años. No obstante, debe advertirse que estos resultados no demuestran una reversión de la desigualdad estructural que caracteriza a la región, ya que continúa siendo una de las más altas del mundo. En el caso particular de Argentina, se observa que, si bien se encuentra entre los países que han reducido la desigualdad en la distribución del ingreso durante la última década, en la actualidad se verifican mayores niveles de desigualdad que a comienzos de la década de 1990. En efecto, el coeficiente de Gini del ingreso per capita familiar de las personas era en el año 2006 un 3,6% más elevado que el verificado a comienzos de la década del noventa cuando nuestro país se encontraba aún en el marco de la crisis hiperinflacionaria. Coeficiente de Gini del ingreso per capita familiar de las personas en distintos países de América Latina. (último dato disponible) Brasil (2008) Guatemala (2006) Colombia (2005) Honduras (2007) Bolivia (2007) R. Dominicana (2008) Nicaragua (2005) Paraguay (2008) Panamá (2008) Chile (2006) Argentina (2006) México (2008) Ecuador (2008) El Salvador (2004) Perú (2008) Costa Rica (2008) Uruguay (2008) Venezuela (2008) 0,412 0,445 0,476 0,473 0,504 0,493 0,527 0,524 0,522 0,519 0,515 0,532 0,550 0,565 0,585 0,584 0,580 0,594 0,30 0,35 0,40 0,45 0,50 0,55 0,60 0,65 Fuente: Elaboración propia en base a CEPAL (2009).

La evolución de la distribución funcional del ingreso en nuestro país. Se debe señalar que en la Argentina la medición de la distribución funcional del ingreso fue dejada de lado a partir de mediados de la década de 1970. Recién en 2006 volvió a disponerse de estadísticas al respecto, a partir de la publicación de la Cuenta de Generación del Ingreso para el período 1993-2005, por parte del INDEC. Sin embargo, la publicación volvió a discontinuarse al poco tiempo, una vez intervenido dicho organismo. La participación de los asalariados alcanzó su máximo histórico hacia el año 1954 y, luego de descender, volvió a alcanzar niveles similares en 1974. Desde entonces, la tendencia ha sido, con grandes oscilaciones, decreciente, con niveles muy bajos durante la última dictadura militar, así como durante la crisis hiperinflacionaria de la década de 1980. 50 45 40 35 30 25 Participación de la masa salarial en el Producto Interno Bruto (PIB) a precios corrientes, 1935-2005. (en porcentajes) 35,6 31,5 47,9 42,4 34,7 30,8 40,5 46,7 24,7 Mínimo 24,1 43,7 38,7 Máximo 38,5 23,5 Si bien los años noventa representan una recuperación relativa respecto de la década anterior, tras los primeros años del decenio la proporción del producto en manos de los asalariados vuelve a descender sostenidamente. 20 1935 1938 1941 1944 1947 1950 1953 1956 1959 1962 1965 1968 1971 1974 1977 Fuente: Graña (2007). 1980 1983 1986 1989 1992 1995 1998 2001 2004

La evolución de la distribución funcional del ingreso en nuestro país A partir de 1993, se verifica, tanto en momentos de recesión como en las fases de crecimiento, un deterioro en la participación de los trabajadores. Luego de la caída acumulada hasta 1997, la participación de los asalariados tiene una mejora relativa aunque en los últimos años de la década se vuelve a observar una disminución. Esta contracción no alcanza una mayor magnitud debido a que la economía está en crisis y el valor agregado se achica al tiempo que se reduce la tasa de empleo y se deterioran los salarios reales. Con la crisis final del régimen de convertibilidad, los asalariados perdieron varios puntos en la distribución del ingreso nacional. De acuerdo con estimaciones propias, en el año 2001 la masa salarial representaba el 38,5% del valor agregado bruto y al año siguiente se había reducido al 31,4%. Desde 2003, la generación de puestos de trabajo junto con la recuperación relativa de los salarios permitió que la participación de los asalariados sobre el valor agregado volviera a incrementarse. 50 45 40 35 30 25 44,7 42,8 1993 Participación de la masa salarial en el Valor Agregado Bruto (VAB) a precios corrientes, 1993-2009. (en porcentajes) 41,2 39,4 1994 Remuneración del trabajo asalariado/vab (CGI) Remuneración del trabajo asalariado/vab (estimación propia) 40,0 38,3 1995 37,5 37,1 38,3 36,4 1996 35,3 1997 36,7 1998 40,7 40,5 39,0 38,8 1999 2000 42,1 38,5 2001 34,6 34,3 36,1 31,4 31,3 33,7 38,5 35,4 41,5 42,9 43,6 38,3 39,1 38,9 Fuente: CGI: Cuenta de Generación del Ingreso, Dirección Nacional de Cuentas Nacionales- INDEC. Con respecto a la estimación propia consultar la metodología en el Documento detrabajo Nº 9 (CIFRA). 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 41,1 2009

La evolución de la distribución funcional del ingreso en nuestro país Se debe destacar que la participación de los asalariados quedó prácticamente estancada desde 2006. Este proceso se explica por la limitada expansión de los puestos de trabajo asalariados y de los salarios reales. En el año 2009, si bien vuelve a observarse una mejora significativa en esta participación, cabe señalar que ello obedece en parte al hecho de que la economía atravesó ese año por una recesión, consecuencia del impacto de la crisis internacional. Es decir, que la masa salarial resulta mayor pero en relación con un valor agregado deprimido. 160 150 140 130 120 110 Evolución del número de puestos de trabajo asalariados, registrados y no registrados, 1993-2009. (en número índice base 1993 = 100) Total puestos de trabajo asalariados Asalariados registrados Asalariados no registrados 108 121 108 129 133 129 114 115 113 124 110 117 125 118 139 125 143 114 147 134 126 141 138 147 143 135 En síntesis, la distribución funcional del ingreso ha mostrado en la posconvertibilidad una mejora significativa respecto de la situación vigente en 2002. Sin embargo, dado el deterioro persistente durante los años noventa, la participación de la masa salarial en el ingreso total aún no habría alcanzado los niveles de los primeros años del régimen de convertibilidad. 100 90 80 100 1993 99 1994 99 96 1995 1996 100 1997 104 104 104 1998 1999 2000 101 2001 102 93 2002 108 97 2003 106 2004 2005 2006 2007 2008 2009 Nota: con respecto a la estimación propia consultar la metodología en la tercera sección del Documento detrabajo Nº 9 (CIFRA).

La distribución de los ingresos laborales durante la valorización financiera A finales del modelo sustitutivo de importaciones los ingresos laborales en nuestro país presentaban un nivel de desigualdad relativamente bajo, el cual se había mantenido relativamente estable desde inicios de los años sesenta. Evolución del coeficiente de Gini del ingreso de la ocupación principal de los ocupados en el Gran Buenos Aires y en el total de aglomerados urbanos, 1974-2003. 0,50 0,45 Total país Hiperinflación GBA Crisis del "Tequila" Crisis de la convertibilidad Sin embargo, el nuevo patrón de acumulación instaurado por la dictadura militar a mediados de los años setenta condujo a un persistente incremento en la inequidad distributiva en los ingresos de la población ocupada. 0,40 0,35 0,30 Inicio dictadura militar Desocupación de dos dígitos En una visión de largo plazo, se puede afirmar que la aguda contracción que experimentaron los salarios reales fue acompañada por una creciente heterogeneidad en las remuneraciones de los ocupados, producto del mayor poder de negociación de los asalariados más calificados. 0,25 0,20 0,309 0,374 0,356 0,351 0,386 0,408 0,441 0,378 0,371 0,359 0,363 0,365 0,383 0,382 0,379 0,407 0,395 0,406 0,424 0,434 0,480 1974 1980 1982 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 II-2003 Este proceso se intensificó en la década del noventa, cuando la desocupación afectó en mayor medida a los trabajadores menos calificados, determinando una mayor contracción en sus remuneraciones. Nota: No se dispone de información para estimar el coeficiente de Gini en el conjunto de los aglomerados urbanos para la totalidad de la serie. Se empalmaron las series puntual y continua de la EPH en base a información del segundo trimestre del 2003. Por último, desde el año 2000 se excluye entre los ocupados a los beneficiarios de los planes de empleo. Fuente: Elaboración propia sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares-INDEC.

La distribución de los ingresos per cápita familiares durante la valorización financiera El coeficiente de Gini del ingreso per capita familiar presenta una tendencia ascendente entre 1974 y 2003, aunque se observa un nivel de desigualdad más elevado que en el caso de los ingresos laborales. El aumento de la inequidad no estuvo asociado solamente con la ampliación de las brechas entre los ingresos laborales, sino también por el incremento de la desocupación y de la subocupación, que afectaron en mayor medida a los hogares de menores ingresos. Efectivamente, la contracción de la tasa de empleo afectó con particular intensidad a los hogares de menores ingresos. A la vez, el aumento del empleo no registrado se concentró también en dicho conjunto de hogares. La persistente tendencia al incremento en la desigualdad continuó durante la crisis final del régimen de convertibilidad, como consecuencia de la contracción del nivel de actividad y la elevación del desempleo. Se debe señalar que el aumento en la inequidad hubiera sido mayor, de no haberse implementado el Programa Jefas y Jefes de Hogar Desocupados, ya que el mismo benefició directamente a los hogares de menores recursos. Evolución del coeficiente de Gini del ingreso per capita familiar en el Gran Buenos Aires y en el total de aglomerados urbanos, 1974-2003. 0,55 0,50 0,45 0,40 0,35 0,30 0,25 0,20 0,363 1974 0,398 1980 0,437 1982 0,422 1986 0,456 GBA 1987 0,446 1988 0,532 1989 0,472 1990 0,477 1991 Total de aglomerados urbanos 0,462 1992 0,463 Nota: No se dispone de información para estimar el coeficiente de Gini en el conjunto de los aglomerados urbanos para la totalidad de la serie. Se empalmaron las series puntual y continua de la EPH en base a información del segundo trimestre del 2003. Fuente: Elaboración propia sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares-INDEC. 1993 0,485 1994 0,494 1995 0,502 1996 0,497 1997 0,507 1998 0,494 1999 0,511 2000 0,522 2001 0,525 2002 0,527 II-2003

La distribución de los ingresos laborales en la posconvertibilidad Tras llegar a máximos valores históricos, el nivel de desigualdad ha mostrado una tendencia decreciente en el marco de uno de los períodos de mayor crecimiento económico de la historia argentina. Desde 2003, el aumento del empleo posibilitó un incremento relativamente más elevado de los salarios de los trabajadores menos calificados. Se debe destacar, que dicho proceso resultó potenciado o, al menos, acelerado por la política oficial de ingresos en los primeros años de la posconvertibilidad. La disminución de la desigualdad en el ingreso de los ocupados pareció estabilizarse entre finales de los años 2005 y 2007. En tanto, en 2008 se observa una nueva reducción en la desigualdad. Evolución del coeficiente de Gini del ingreso de la ocupación principal de los ocupados en el Gran Buenos Aires y en el total de aglomerados urbanos, 2003-2010. 0,50 0,45 0,40 0,35 0,30 0,25 0,480 0,475 0,457 0,459 0,443 0,443 0,433 0,433 GBA 0,426 0,439 0,435 0,426 Total aglomerados 0,396 0,403 0,402 0,402 0,406 0,410 En los dos últimos años, se volvió a verificar un leve incremento en la inequidad, a pesar de la recuperación de la economía y del empleo tras el impacto de la crisis internacional. El aumento en el ritmo de variación de los precios seguramente ha impactado diferencialmente entre los distintos estratos de trabajadores, estando los trabajadores más calificados en una posición más ventajosa para negociar incrementos en sus remuneraciones nominales. 0,20 II-2003 IV-2003 IV-2004 IV-2005 IV-2006 IV-2007 IV-2008 IV-2009 II-2010 Fuente: Elaboración propia sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares-INDEC.

La distribución de los ingresos laborales en la posconvertibilidad. En una visión del conjunto de la etapa se observa que la disminución en la desigualdad durante la posconvertibilidad ha sido limitada. En efecto, a pesar del extraordinario crecimiento de la economía argentina el coeficiente de Gini de los ingresos laborales de los ocupados se redujo sólo hasta niveles similares a los prevalecientes a mediados de la década del noventa. En el caso del Gran Buenos Aires, en donde se dispone de una serie de datos de plazo más largo, puede observarse que la inequidad en los ingresos de los trabajadores es todavía muy superior a la existente a inicios de la década del noventa. Evolución del coeficiente de Gini del ingreso de la ocupación principal de los ocupados en el Gran Buenos Aires y en el total de aglomerados urbanos, 1974-2010. 0,50 0,48 0,46 0,44 0,42 0,40 0,38 0,36 0,34 0,32 0,30 GBA Total de aglomerados urbanos 1974 1980 1982 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 II-2003 IV-2003 IV-2004 IV-2005 IV-2006 IV-2007 IV-2008 IV-2009 II-2010 Nota: No se dispone de información para estimar el coeficiente de Gini en el conjunto de los aglomerados urbanos para la totalidad de la serie. Se empalmaron las series puntual y continua de la EPH en base a información del segundo trimestre del 2003. Fuente: Elaboración propia sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares-INDEC.

La distribución de los ingresos per cápita familiares durante la posconvertibilidad. La distribución de los ingresos familiares evidencia también una disminución en la desigualdad desde el año 2003. Evolución del coeficiente de Gini del ingreso per capita familiar de los hogares en el Gran Buenos Aires y en el total de los aglomerados urbanos, 2003-2010. 0,60 0,55 0,50 0,45 0,40 0,555 0,543 0,569 0,524 0,509 0,494 0,484 0,482 GBA 0,508 0,492 0,489 0,476 Total aglomerados 0,458 0,468 0,463 0,460 0,457 0,461 El coeficiente de Gini del ingreso per cápita familiar de los hogares se redujo desde ese año, aunque dicho proceso se concentró en el período que va hasta finales de 2005, ya que en el año 2006 hubo incluso un aumento temporal en la desigualdad. 0,35 0,30 0,25 0,20 II-2003 IV-2003 IV-2004 IV-2005 IV-2006 IV-2007 IV-2008 IV-2009 II-2010 En cambio, entre 2008 y 2010 ya en base a información cuestionada del INDEC el nivel de inequidad mostró, a diferencia de los ingresos laborales, un descenso, pero muy leve. El retroceso en la desigualdad en los ingresos familiares en este período fue mayor que en el caso de los ingresos laborales, ya que se encuentra en la actualidad en niveles cercanos a los prevalecientes a comienzos de la década del noventa. Este proceso esta asociado, entre otros, al incremento del empleo y al aumento de las transferencias hacia los sectores de menores recursos por parte del Estado. Evolución del coeficiente de Gini del ingreso per capita familiar de los hogares en el Gran Buenos Aires y en el total aglomerados urbanos, 1974-2010. 0,65 0,60 0,55 0,50 0,45 0,40 0,35 0,30 GBA Total de aglomerados urbanos 1974 1980 1982 1986 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 II-2003 IV-2003 IV-2004 IV-2005 IV-2006 IV-2007 IV-2008 IV-2009 II-2010 Nota: No se dispone de información para estimar el coeficiente de Gini en el conjunto de los aglomerados urbanos para la totalidad de la serie. Se empalmaron las series puntual y continua de la EPH en base a información del primer trimestre del 2003. Fuente: Elaboración propia sobre la base de la Encuesta Permanente de Hogares-INDEC.

En síntesis Si bien durante la posconvertibilidad se verificó un descenso significativo en el nivel de desigualdad, tanto entre los ingresos de los ocupados como en los ingresos familiares, dicha disminución no resultó suficiente para revertir el largo deterioro distributivo que tuvo lugar en el país desde el abandono del modelo sustitutivo de importaciones a mediados de los años setenta. Es más, la disminución de la desigualdad se concentró en los primeros años de la posconvertibilidad, en tanto que en los años posteriores, aún en el marco de elevadas tasas de crecimiento económico, no se produjo una mejora sustantiva de la estructura distributiva. Por el contrario, la misma permaneció prácticamente sin modificaciones sustantivas. Se debe resaltar que la implementación de la Asignación Universal por Hijo no ha permitido modificar esta situación, al menos según los datos disponibles hasta el segundo trimestre de 2010, cuando esta asignación ya alcanzaba a alrededor de 3,5 millones de menores de 18 años. Es de suponer que sin la implementación de esta medida el nivel de inequidad en la distribución del ingreso entre los hogares seguramente se habría incrementado. Sin lugar a dudas, el aumento en el ritmo de variación de los precios a lo largo de los últimos años, así como el estancamiento en el nivel de empleo, son factores determinantes en el mantenimiento de una estructura distributiva claramente inequitativa tanto en términos históricos como internacionales. En términos de la distribución funcional del ingreso, se observa una mejora significativa respecto de la situación vigente en 2002. Sin embargo, dado el deterioro persistente durante los años noventa, la participación de la masa salarial en el ingreso total aún no habría alcanzado los niveles vigentes en los inicios del régimen de convertibilidad. Debe señalarse, además, que el aumento de la participación de los asalariados se desaceleró desde 2007.

FIN DE LA PRESENTACIÓN