Aprendizaje y metacognición Apunte Docente 2015
Qué significa aprendizaje? Si nos remontamos a los inicios de la vida del hombre en sociedad, este ha debido aprender desde el modo de relacionarse para sobrevivir en su entorno físico y ha debido adaptarse a los cambios sociales, culturales y ambientales para mejorar su calidad de vida y de cierta manera ser aceptado socialmente en el grupo cultural donde se desenvuelve. El individuo desde su nacimiento hasta el fin de sus días está sometido a un proceso continuo de aprendizaje, que le permite ir adquiriendo diversas habilidades, conocimientos y competencias para perfeccionarse de manera integral en los ámbitos emocional, profesional y social. Par acercarnos a la conceptualización de la palabra aprendizaje, es necesario señalar que aprender proviene del latín apprehendere, compuesta por el prefijo ad- (hacia) y el prefijo prae-(antes) y el verbo henderé (atrapar, agarrar).de acuerdo a la real academia de la lengua española (2015) significa adquirir el conocimiento de algo por medio del estudio o de la experiencia. Existen diferentes concepciones relacionadas con el aprendizaje, de los que rescataremos los más atingentes con la temática de esta semana, que es el punto de partida para comprender todos los elementos involucrados en este proceso. Según el autor Robert Mills Gagné, psicólogo que desarrolló una de las teorías del aprendizaje, lo define como un cambio en la capacidad, disposición o conducta de un ser que persiste pese al tiempo transcurrido y que no puede ser explicado sencillamente por procesos de crecimiento o maduración.schunk, por su parte, en su libro Teoría del aprendizaje refiere que aprender comprende la adquisición y modificación de conocimientos, habilidades, estrategias, creencias, actitudes y conductas. Asimismo, alude que exige capacidades cognoscitivas, lingüísticas, motoras y sociales y adopta variadas formas. De acuerdo al planteamiento de los autores señalados, podemos reafirmar la importancia del aprendizaje en el desarrollo de los individuos y que aprender se considera como un cambio perdurable en la conducta o en la capacidad de conducirse de manera dada, como resultado de la práctica u otras formas de experiencia. (Schuell, 1986) El aprendizaje es un proceso complejo, en el cual inciden diversos factores provenientes del entorno, pero principalmente requiere de una participación activa, consciente y responsable del individuo inmerso en
dicho proceso. Considerando que el proceso de aprendizaje se da en todo el transcurso de la vida, es de suma importancia para el desarrollo de los individuos, ya que permite aumentar conocimientos, superar etapas de la educación formal, incorporación y permanencia en la vida laboral y para afrontar las responsabilidades y exigencias de la vida cotidiana. En cuanto a la adquisición de conocimientos, se destaca la capacidad humana por explorar, conocer y adquirir experiencia, debido a la facultad ilimitada que posee para recopilar información, así como su constante motivación por aprender más de su entorno. Todo esto genera un crecimiento personal, una construcción de sí mismo y un autorreconocimiento de sus habilidades, ya que son únicas y diferentes en cada individuo. En relación a la educación formal, a través del aprendizaje en esta instancia más estructurada el individuo es capaz de adquirir conocimientos sobre temáticas específicas de manera constante, sistemática y organizada. Además, le permite desarrollar habilidades como lecto-escritura, comprensión, análisis, argumentación, pensamiento crítico y lógico matemático entre otros, todas las que le serán de utilidad de forma transversal durante toda su vida. Respecto a la incorporación y permanencia en la vida laboral, el aprendizaje diario como la capacitación formal, permite el crecimiento y adquisición de experiencia en el individuo, con lo que es posible perfeccionar habilidades y competencias específicas para realizar un trabajo o labor determinada. Todos estos aspectos contribuirán a que el individuo enfrente y supere de manera exitosa los diversos desafíos que se presenten en el ámbito laboral. Finalmente, el aprendizaje nos permite afrontar las responsabilidades y exigencias de la vida cotidiana. A través de la actividades que se realizan diariamente, el individuo va adquiriendo y perfeccionando ciertas destrezas que le permitan relacionarse efectivamente en los diversos subsistemas en los que participa (ámbito personal, familiar, social y laboral). Si bien todos los individuos tienen la capacidad infinita de aprender, este proceso no es idéntico en todos. Para algunos, el proceso es más lento y dificultoso, y para otros, rápido y sencillo. En el caso de estos últimos, al momento de aprender tienen conciencia de lo que saben, de la forma en que aprenden y son capaces de autoregular su aprendizaje, es decir, aplican la metacognición.
Qué es la metacognición? La palabra metacognición proviene del prefijo meta- y cognición, compuestos del antiguo griego μετά ("entre, más allá"), y el latín cognoscere (cognosc ēre, "conocer"). También se define como cualquier conocimiento sobre el conocimiento (Flawell, 1987; Wellman, 1985), es decir, los conocimientos que las personas tienen sobre la cognición. Asimismo Antonijevic y Chadwick (1981-1982) definen la metacognición como el grado de consciencia que tiene las personas acerca de sus propias actividades mentales, es decir, de su pensamiento y aprendizaje. Para adentrarnos en el proceso de metacognición es importante esclarecer el planteamiento que tiene algunos autores expertos en la materia, que definen 3 aspectos esenciales que engloba la metacognición: dimensionar el conocimiento personal, los procesos cognitivos que utilizo para aprender y la forma en que regulo y controlo mi aprendizaje. Según Brown, 1975; Chadwick, 1988, Flavell, 1981, la Metacognición se refiere al grado de conciencia o conocimiento que los individuos poseen sobre su forma de pensar (procesos y eventos cognitivos), los contenidos (estructuras) y la habilidad para controlar esos procesos con el fin de organizarlos, revisarlos y modificarlos en función de los resultados del aprendizaje. A su vez, García y la Casa (1990) indican que la metacognición tiene que ver con el conocimiento que una persona tiene de las características y limitaciones de sus propios recursos cognitivos y con el control y la regulación que ella puede ejercer sobre tales recursos. Asimismo, Campione, Brown y Connell (1989), refieren que la metacognición comprende tres dimensiones: Una relacionada con el conocimiento estable y consciente que las personas tienen acerca de la cognición, de rol que asumen (aprendices o solucionadores de problemas) y los recursos empleados, y la estructura del conocimiento en la que operan. Otra es la autorregulación, organización y sondeo por parte de las personas de sus habilidades cognitivas. Y, por último, la facultad para reflexionar sobre su propio conocimiento y procesos de manejo de ese conocimiento. Considerando las definiciones anteriores, es posible advertir que la metacognición es un proceso de alta complejidad, ya que involucra conocimiento y regulación de estrategias cognitivas, las que corresponden
a la combinación de diversas operaciones intelectuales, que le permiten al individuo establecer, manejar y convertir la información percibida del entorno. Es un proceso que involucra la toma de conciencia por parte del individuo de las estrategias que emplea para situaciones específicas de aprendizaje, como puede ser la resolución de problemas. Cuando las estrategias se utilizan de manera inconsciente se encuentran en el plano de esquemas de acciones, por lo que no se reflexiona sobre estas; mientras que cuando estas se utilizan con plena conciencia, significa que han evolucionado al plano de la conceptualización, es decir, se encuentran integradas a los esquemas conceptuales del individuo. La metacognición es un fenómeno que acompaña el desarrollo cognitivo (del pensamiento) durante todo el crecimiento del ser humano. La adquisición de conocimiento en las personas se genera en una dinámica de interacción entre el nuevo conocimiento y el que ya se posee. El individuo toma conciencia acerca de sus procesos y estados cognitivos. En relación a esto, Chadwick(1985) menciona que la metacognición se divide en subprocesos, como son la meta-atención y la meta-memoria: La meta-atención, se refiere a la conciencia que tiene la persona de los procesos que ella usa para la captación de información, no es otra cosa que la conciencia centrada en saber cómo se captan los estímulos, de las tácticas que suele utilizar y las limitaciones del individuo para atender al entorno.; mientras que la meta-memoria alude tanto a los conocimientos que tiene un sujeto de los procesos que él implica en el recuerdo de la información; es decir el reconocimiento que la persona hace respecto de lo conocido y lo desconocido. Finalmente, es necesario conocer las características de la metacognición. Al respecto, Burón (1988,1993) menciona cuatro características de la metacognición: 1. Conocer los objetivos que se quieren alcanzar con el esfuerzo mental. 2. Identificación y correcta elección de las estrategias para conseguir los objetivos planteados. 3. Auto observación del propio proceso de aprendizaje de los conocimientos, para comprobar si las estrategias elegidas son las adecuadas. 4. Evaluación de los resultados para determinar el cumplimiento de los objetivos inicialmente planteados y posibilidades de reestructuración.
Bibliografía Leiva, C. (S/fecha) Conductismo, cognitivismo y aprendizaje. Revista Tecnología en Marcha, Vol. 18, N 1, La Rioja: España Muria, Irene (1994) La Enseñanza de las estrategias de aprendizaje y las habilidades metacognitivas. Revista Perfiles Educativos, número 65, julio- septiembre 1994. Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación: México. Tomado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13206508 Vargas, E. y Arbeláez, M. (2001) Consideraciones teóricas acerca de la metacognición. Revista de Ciencias Humanas, UTP, 28, 161-170. (1), Pereira: Colombia. Tomado de: http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev28/vargas.htm Navarro, C., Alarcón, A. (2008) Metacognición en niños. Rev Salud Hist y Sanidad, Vol 3(1), 50-70. (1). Tomado de: http://www.uptc.edu.co/export/sites/default/facultades/f_salud/pregrado/psicologia/documentos/meta cognicion_en_nixos_sha_claudia_navarro_y_angelica_alarcon.pdf