GÓMEZ BUENDÍA, Hernando; ARCINIEGAS, Elizabeth; HERNANDEZ, Andrés; MARIANI, Rodolfo

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1 Autor: Título: GÓMEZ BUENDÍA, Hernando; ARCINIEGAS, Elizabeth; HERNANDEZ, Andrés; MARIANI, Rodolfo Definición Inicial de Democracia Ubicación: 1-5 Extensión: 5 páginas Año Publicación: 2008 Editor: Link: Escuela Virtual, PNUD

2 DEFINICIÓN INICIAL DE DEMOCRACIA 1 I. Introducción En esta unidad propondremos una definición inicial de democracia que i) establezca un cierto lenguaje común entre quienes participamos en el curso y ii) sirva como punto articulador de las demás unidades que conforman este curso. Tras explicar qué significa definir y señalar ciertos rasgos peculiares del concepto democracia, sostendremos que en el mundo actual puede llamarse democrático al sistema político que reúna cinco características que llamaremos: pluralismo, competencia, elecciones, principio de mayoría y constitucionalismo. Estos cinco elementos son, digamos, el mínimo común que comparten los países que usualmente se llaman democracias. Pero es obvio que algunos llamarán democracias a países que no cumplen o no cumplen del todo con estos requisitos, mientras otros dirán que para una democracia verdadera se necesitan otras varias condiciones. Y esta sencilla observación muestra de entrada que no existe ni es posible que exista una definición absoluta de democracia. Nuestra definición inicial es pues un instrumento que pretende describir lo más característico de una democracia moderna (y también creemos lo más esencial para que ella exista). Esta noción inicial que por supuesto será enriquecida a lo largo del curso nos servirá como punto de referencia para ir ordenando el análisis en las unidades y los módulos que siguen. II. Qué significa definir? La definición es cualquier recurso que nos ayuda a aclarar el sentido de un concepto. Por ejemplo, si me hallo en un zoológico y señalo con el dedo mientras digo eso es una jirafa tengo una definición ostensiva en este caso del concepto jirafa. Pero también puedo decir que la jirafa es un cuadrúpedo con el cuello muy largo (definición descriptiva y note como la definición puede ser más o menos adecuada, más o menos precisa y más o menos exhaustiva ) o decir que es un animal de la especie Girafa Cameloparilids Toppelskirdu (definición nominal) o que es un artiodáctilo de la familia de los jiráfidos (definición taxonómica) o que es el mamífero más corto en proporción a su altura (definición por unicidad) o utilizar cualquier otro recurso o expresión que ayude a dilucidar qué significa jirafa. Entre los muchos tipos de definición, existen tres que tienen relevancia especial cuando hablamos de democracia : la definición histórica o evolutiva, la que suele llamarse construida o teórica, y la que puede llamarse popular. La primera consiste en revisar las acepciones o las connotaciones particulares que se han dado al concepto en distintas etapas o momentos (y la democracia por supuesto tiene su propia y accidentada historia). La definición teórica es el sentido que va adquiriendo un concepto cuando se lo relaciona con otros conceptos propios de cierto campo disciplinario (y así, para definir la democracia se alude a régimen político, 1 GÓMEZ BUENDÍA, Hernando; ARCINIEGAS, Elizabeth; HERNANDEZ, Andrés; MARIANI, Rodolfo (2008). Definición inicial de democracia. Material del área académica de Gobernabilidad Democrática. Escuela Virtual RBLAC/UNDP. Av. 82 No P2, Tel Ext. 262 Bogotá, Colombia

3 a partidos, a oposición, a ciudadanía y a otros muchos conceptos de la ciencia política o incluso más allá si hablamos, por ejemplo de democracia económica ). La definición popular alude a los sentidos o a las connotaciones que tiene el concepto en el lenguaje cotidiano o ante la opinión pública y esto por supuesto cuenta en el caso de la democracia. Como existen tantas formas de definir y como son tantos los matices que se agregan a medida que dilucidamos un concepto, ahora será más claro por qué en esta unidad hablamos de una definición inicial; en realidad, y hablando con rigor, todo el curso (lecturas y ejercicios incluidos), viene a ser un esfuerzo por definir bien la democracia. III. Sobre el concepto democracia Además de las consideraciones anteriores, al hablar de democracia es necesario tener en cuenta ciertas peculiaridades del concepto que han dado pie a debates fundamentales, pero que mal comprendidas son una fuente de grandes confusiones. Ante todo, la democracia es un concepto descriptivo pero es también un concepto valorativo. Por una parte se refiere a las cosas como son, a sociedades, regímenes o gobiernos realmente existentes (como en la frase Chile es una democracia ); pero por otra parte se refiere a las cosas como deben ser, a normas o a criterios que el gobierno, el régimen o la sociedad deberían satisfacer (como en la democracia implica igualdad ). Y en este punto nos importa anotar: Primero, que la dualidad se da en casi todos los contextos o sea que no es fácil hallar un uso puramente descriptivo o puramente valorativo del vocablo, que así queramos usarla en forma neutra u objetiva, la palabra tiene una carga de valor. Segundo y sin embargo, que el ser y el deber ser son dos universos de sentido distintos y sujetos a criterios distintos de argumentación y de verificación (sustentar un juicio ético es muy distinto de comprobar una ley química). Es más, y en todo caso, con mucha frecuencia las cosas no son como las cosas deberían ser. Tercero y no obstante lo anterior sería un error reducir la democracia a lo real e ignorar sus ideales, como sería un error reducirla a ideales ignorando su funcionamiento real. Un error conceptual porque la democracia está hecha de realidad y valores; y un error político porque impulsar la democracia supone trabajar por valores desde el mundo real. Cuarto y aunque no siempre es fácil uno debe precisar en cada caso si está hablando de lo que cree que es o de lo que quiere que sea (en su próxima conversación con alguien acerca de la democracia, intente hacer este ejercicio y notará que se aclaran muchas cosas). La dualidad anterior está asociada con (aunque es distinta de) la tensión entre minimalismo y maximalismo al definir la democracia. Los minimalistas reducen la existencia (o el ideal) de la democracia a uno o unos pocos rasgos (ejemplo extremo: que haya elecciones) mientras los maximalistas piensan en muchas condiciones para que exista democracia o aspiran a que ella realice ideales más ambiciosos. Y en este respecto nos importa anotar: Que algunos maximalistas se limitan a agregar condiciones para la democracia, en tanto que otros y esto es más problemático argumentan que las condiciones mínimas son irrelevantes o hasta engañosas para la democracia (por ejemplo, que las elecciones carecen de importancia o que sólo disfrazan la anti-democracia).

4 Que la mayoría de los analistas coinciden en que la democracia es un fenómeno original y esencialmente político, referente a la formación del gobierno y el ejercicio del poder estatal. Pero hay quienes extienden el concepto a un ámbito más amplio (a las relaciones económicas, al interior de una empresa o una iglesia, a la aldea global ). Y aún sin salirse de lo político, también se puede ser maximalista o minimalista. Así podríamos decir que a lo largo de la historia y en el debate actual sobre la democracia política han competido tres grandes lecturas: las de la democracia procesal, la democracia deliberativa y la democracia sustantiva: El enfoque procesal se concentra en las reglas y procedimientos (utilizados o deseables) del régimen político, como decir el sufragio universal, el multipartidismo y las elecciones limpias. El enfoque deliberativo da un paso más allá, al preguntarse si la persona que vota lo hace a conciencia y en su mejor interés, y por eso dedica su atención a la pregunta de cómo se forman (o cómo deben formarse) las preferencias del ciudadano. El enfoque sustantivo sobrepasa la democracia electoral para atender al conjunto de instituciones públicas y a su interacción con la ciudadanía. Estas dos peculiaridades del concepto democracia (el ser descriptivo-valorativo y el abrirse a las lecturas minimalistas o maximalistas) tienen por lo menos cuatro implicaciones importantes. En primer lugar, la democracia es una idea intrínsecamente controversial, puesto que cualquier definición suya conlleva una carga de valores. Por ende, y en segundo lugar, la definición de democracia es y deber ser en sí misma un objeto central del debate político. En tercer lugar, la democracia es una realidad y un ideal cambiante. Y en cuarto lugar, la democracia es un estado pero también es un proceso. Sucede que la democracia es una conquista y una construcción colectiva, socio histórica. De ahí que Robert Dahl dijera que, la democracia como el fuego, fue inventada mucha veces en muchos lugares distintos. Entre estas varias invenciones históricas, nos interesa más que todo distinguir entre la democracia de los antiguos y la democracia de los modernos, porque la primera contiene el núcleo de lo que hoy seguimos llamando democracia pero solo la segunda es aplicable a un país moderno y populoso, no a la ciudad-estado de los antiguos. IV. Los cinco rasgos básicos de la democracia Diremos que en un país moderno y populoso existe democracia si la política presenta cinco grandes rasgos: pluralismo, competencia, elecciones, principio de mayoría y constitucionalismo. Pluralismo El pluralismo significa diversidad y se extiende a cuatro dimensiones principales, a que en la sociedad bajo estudio existan: Distintas concepciones acerca de la virtud o acerca de lo bueno (es decir diversas creencias religiosas, diversos estilos de vida, ideales diversos ); Distintos intereses políticos (o sea intereses que impliquen tratar de obtener beneficios del poder público);

5 Distintas ideologías políticas (o sea proyectos o modelos de sociedad susceptibles de ser construidos mediante el uso del poder público), y; Diversas asociaciones u organizaciones de ciudadanos (iglesias, sindicatos, gremios, grupos de vecinos, partidos ) que actúan en la esfera pública e impiden que el Estado monopolice el poder frente a una masa de individuos aislados, todos iguales pero todos esclavos, como dijo Tocqueville. Competencia La competencia significa que los distintos intereses e ideologías políticas tengan probabilidad efectiva de acceder al poder del Estado. La competencia implica: a. reglas de juego equitativas y aceptadas por todos, b. dispersión del poder y c. posibilidad de rotación en el poder. Si las reglas no son equitativas o si no se cumplen, el débil siempre quedará excluido; si el poder es monolítico, no hay espacio para un pluralismo efectivo; y si la rotación es imposible, la competencia es apenas un ritual. Elecciones Las elecciones son el principal mecanismo de competencia entre aquellos distintos intereses e ideologías políticas. Si ellas son universales, limpias, frecuentes y empleadas para proveer distintos cargos decisivos, vienen a garantizar el pluralismo y a legitimar el ejercicio del poder público por parte de unas pocas personas vale decir, de las autoridades elegidas. Principio de mayoría El principio de mayoría significa que en elecciones populares o en decisiones de cuerpos colegiados gane la opción que reúna más votos. Dado que la democracia supone votaciones, cualquier otro criterio sería menos justo pues se impondría el querer de alguna minoría. Pero el principio de mayoría tiene riesgos obvios, por lo cual se le añaden dos calificaciones: El sufragio debe ser universal e igualitario: todos tienen el derecho de votar y cada voto pesa lo mismo (pues de otro modo se armarían mayorías truculentas). La mayoría no tiene poderes absolutos: no puede oprimir a las minorías, ni aprobar la violación de derechos humanos universales, ni auto-eternizarse como mayoría, ni romper los tratados internacionales, ni llegar a decisiones sino a través de los procedimientos legales establecidos de antemano. Constitucionalismo El constitucionalismo es la sujeción de las autoridades a un orden jurídico que garantiza tres elementos básicos: El respeto de los derechos civiles y políticos necesarios para la libre expresión del pluralismo, la competencia y las elecciones. La división o separación de poderes dentro del Estado, para evitar los abusos, para que quepa el pluralismo y para que la mayoría no aplaste a las minorías.

6 La vigencia del principio de inclusividad (ninguna persona está por encima de la ley) y el principio de legalidad (toda interacción entre Estado y ciudadano deber estar reglamentada por una norma jurídica o sea una norma producida según el mecanismo estipulado en una norma superior y previa ). Como se habrá notado en la presentación anterior, los cinco rasgos de la democracia están concatenados en cadena lógica son consecuencias o son condiciones para que otros rasgos se den plenamente. Advirtamos además que cada uno de estos rasgos puede cumplirse de manera más o menos plena, de modo que habrá países más o menos democráticos que otros y respecto de unos rasgos más que de otros. Repitamos que esta definición es inicial y que también es discutible, por supuesto. Pero tenemos dos modos de justificarla: Se trata en parte de una definición por estipulación es decir, de una convención de lenguaje establecida para efectos de un texto (como cuando su libro de física en el bachillerato decía llamemos t al tiempo que toma el objeto en caída libre ). En este sentido nuestra definición no es verdadera o falsa sino que es útil para efectos del curso y sólo nos obliga a un uso consistente, es decir, a no cambiar su significado a lo largo del discurso. Y ante todo se trata de una definición que pretende captar los rasgos principales de los países que el común de los observadores incluiría en su lista de democracias modernas. Claro que aquí hay un margen de subjetividad y otros autores sugerirán criterios distintos o adicionales; pero ya dijimos que ninguna definición es absoluta (la lectura de Nun ayuda a precisar el alcance de nuestro método). Los principios anteriores serán la base conceptual de nuestro curso.