EL ARCHIVO COMO ESPACIO DE INTERCAMBIO ENTRE UNIVERSIDAD Y COMUNIDAD

Transcripción

1 EL ARCHIVO COMO ESPACIO DE INTERCAMBIO ENTRE UNIVERSIDAD Y COMUNIDAD Mesa 5 Archivo y universidades Autores Alexander Bustos Concha, Arquitecto (UBB), Diplomado en Emprendimiento y Liderazgo (UBB) Luis Darmendrail Salvo, Licenciado en Arquitectura (UdeC) Filiación Archivo de Arquitectura de la Universidad del Bío-Bío 1.- Introducción: El proceso de formación del Archivo El Archivo de Arquitectura de la Universidad del Bío-Bío, dependiente del Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura; de la Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño; se localiza en la ciudad de Concepción, Chile. Fue creado en noviembre de 2005, como resultado de un proyecto de esta casa de estudios, estatal y pública, con el apoyo de la Fundación Andes y el Centro Nacional del Patrimonio Fotográfico. Desde sus inicios, ha estado estrechamente ligado al quehacer académico de la unidad donde se inserta, cumpliendo la función de preservar y poner a disposición de la comunidad un valioso acervo con información sobre edificios, ciudades y arquitecturas de valor patrimonial, a través de fotos, planos, diapositivas y documentos, tanto análogos como digitales. Dicha información es utilizada en docencia, investigación y publicaciones. Los antecedentes del archivo, se remontan a finales de la década de 1970, cuando docentes de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Técnica del Estado, antecesora de la

2 Universidad del Bío-Bío, comienzan a realizar registros fotográficos de la arquitectura local, para ser usados en la enseñanza. La cantidad de material aumentaría exponencialmente al crearse en 1982 la Página de Arquitectura del diario El Sur de Concepción, espacio de divulgación donde se abordaron temas asociados a arquitectura y urbanismo, desde la praxis, la teoría y la historia. Esta modesta página desembocó en la creación, en 1983, de la revista Arquitecturas del Sur, publicación que en su fase inicial, hasta el año 2005, desarrolló un extenso recorrido por la arquitectura y el territorio de la zona centro sur de Chile, con números que exploraron temas como el patrimonio, la cultura, las tradiciones y las manifestaciones del construir, desde lo formal a lo vernáculo. El vasto registro fotográfico realizado para cada uno de los números asciende a casi imágenes, en formato negativo 35 mm, positivo y diapositiva, recorriendo el territorio chileno en toda su amplitud, no limitándose sólo a la zona centro, sino desde el extremo norte al extremo sur. En el entretanto, diversas donaciones de parte de docentes, registradas en viajes o trabajos, nutrieron aún más esta colección fotográfica. En 2005, se crea el Archivo de Arquitectura y, al año siguiente, se comienza la conservación preventiva y descripción de este material. Con esta formalización, se comienzan a recibir donaciones, como los archivos personales de los arquitectos Osvaldo Cáceres y Jaime Garretón. Cáceres es un arquitecto con una extensa y prolífica carrera iniciada en la década de 1950, que dejó una notoria marca en la ciudad de Concepción, además de haber sido uno de los fundadores de la Escuela de Arquitectura de nuestra Universidad. Garretón, por su parte, se dedicó a la docencia y la investigación teórica en el campo del urbanismo, produciendo una serie de publicaciones y textos que influenciaron significativamente a alumnos de esta escuela; y además, se dedicó al estudio de sistemas de construcción prefabricados y al diseño de mobiliario, una de las actividades que lo hicieron destacar. Ambos fondos, tanto de Cáceres como de Garretón, incluyen una serie de planos de sus obras, libros, revistas, material fotográfico, borradores de sus investigaciones, apuntes y cartas personales. En conjunto, suman 17 ml de documentación, unos planos de

3 proyectos, casi un centenar de cintas magnéticas de audio y video; 300 libros y revistas, y decenas de fotografías y postales. Estos fondos complementan el Archivo de Arquitectura abriendo nuevas posibilidades respecto al conocimiento de obras de arquitectura emblemáticas de la región del Bío-Bío, además de dar a conocer el modo de trabajo de los arquitectos que forjaron un ideario de ciudad moderna desde la década de Si bien se han recibido fondos similares y de menor escala, las colecciones fotográficas son las que siguen manteniéndose como el eje medular de este archivo, el cual sigue en proceso de catalogación y de conocimiento, brindando nuevas oportunidades a la hora de estudiar y apreciar el desarrollo urbano y la historia de ciudades y localidades de nuestro país. Fig. 1 Vista interior del Archivo de Arquitectura UBB. Foto: Arq. Alexander Bustos C.

4 2.- La memoria de las comunidades Por la amplia variedad y cantidad de unidades documentales, el Archivo de Arquitectura constituye una verdadera cápsula del tiempo, que contiene paisajes, conjuntos, edificios y actos que ya no existen. Sólo un porcentaje mínimo de los fondos ha sido publicado alguna vez -principalmente en la revista Arquitecturas del Sur entre 1983 y permaneciendo la mayoría aún inédito, abriendo ventanas hacia realidades drásticamente cambiadas, tanto por la acción humana como por desastres naturales. Fig. 2 Casa Urrejola, Concepción, Foto: Arq. Gonzalo Cerda B. Las ciudades chilenas, desde hace casi cuarenta años aproximadamente, han experimentado una serie de transformaciones asociadas al crecimiento urbano, la aparición de nuevos barrios, cambios de usos en los centros urbanos, procesos de segregación, gentrificación, pérdida de arquitectura histórica y destrucción de ecosistemas naturales remanentes en la urbe; todo esto, comprometiendo el paisaje urbano y la integridad cultural propias, en medio de la inserción del arquetipo de ciudad globalizada. En la Región del Bío-Bío, y

5 emblemáticamente en la ciudad de Concepción, estos grandes cambios han ocurrido recién en las últimas dos décadas, por lo cual, el archivo contiene la memoria visual de una buena parte de su habitantes actuales; memoria frágil, pues al desaparecer lo tangible, el recuerdo pasará al olvido. El Archivo pasa a ser, entonces, un registro único del pasado reciente de nuestras ciudades. A partir de las fotografías, se puede obtener información respecto a actos, tradiciones y personas que mantuvieron vivos barrios y localidades, una conjugación que permite obtener varias lecturas. De esta forma, el material custodiado abre múltiples vías hacia el estudio de nuestra arquitectura, ciudades y territorio, ya no solamente desde la investigación académica, sino también desde el imaginario colectivo de las mismas comunidades, pues los fondos custodiados están estrechamente ligados con su memoria vivencial. En los últimos años, han surgido diversos movimientos comunitarios por la puesta en valor del patrimonio, rescatando aquello que sienten como propio. La acción directa de la ciudadanía viene, tal vez, como reacción ante la carencia de medios continuos y sistemáticos de divulgación por parte de las universidades, en el área de la arquitectura, lo cual contrasta con la amplia producción de investigación científica, de alto nivel. El hecho de que el patrimonio sea un tema que ha trascendido diversas aristas, desde sociales a políticas, abre una excelente oportunidad a las universidades de poder ser agentes activos dentro de este proceso de construcción de identidad por parte de la ciudadanía. Así, su radio de acción desbordará más allá de los límites de un acotado círculo de especialistas, rompiendo el hermetismo con que usualmente se percibe la academia, cuya repercusión en la opinión pública y la cotidianeidad ha sido escasa, limitada, aun siendo vista como una fuente de conocimiento. El archivo, en consecuencia, se perfila como un espacio de inserción de la universidad dentro de este proceso social en marcha, debido al potencial del material que conserva; y los archiveros, por el conocimiento que adquieren al manipular día a día los documentos, serían los encargados de llevar adelante esta responsabilidad.

6 3.- La experiencia desde Concepción El Archivo de Arquitectura de la Universidad del Bío-Bío, siguiendo la vocación pública y el espíritu regionalista de la institución que lo alberga, ha abierto su campo de acción no sólo a lo archivístico, sino que también ha ido creando instancias de diálogo con su entorno inmediato, con el objetivo de abrir su contenido a un público no especializado. La primera estrategia implementada ha sido crear la página en Facebook, red social que permite una interacción directa con los usuarios. Con casi suscritos en poco más de un año, la página Archivo de Arquitectura UBB periódicamente muestra fotos de la región y del país. La información gráfica es contextualizada mediante la creación de galerías temáticas con reseñas explicativas, nutriendo la lectura personal que la gente hace, y que vuelca a través de sus comentarios, logrando una constructiva retroalimentación, y un conocimiento de qué temáticas despiertan mayor interés. En el futuro cercano, se planea complementar esta estrategia con el lanzamiento de la página web institucional. La creación de la página en Facebook, por otra parte, ha permitido establecer lazos con otros archivos y entidades asociadas a la preservación de la memoria gráfica y el patrimonio cultural, dando a conocer la realidad local. Fig. 3 Lavanderas de Lota, Foto: Arq. Gonzalo Cerda B.

7 Otro camino, ha sido el montaje de exposiciones temáticas, en que el Archivo se asocia a la Escuela de Arquitectura a partir de la extensión, usando el espacio de su hall central para divulgar la obra de arquitectos que han trabajado bajo diferentes contextos. En noviembre del 2013, se realizó la muestra Alejandro Presente, una retrospectiva del arquitecto Alejandro Rodríguez Urzúa, uno de los fundadores de esta escuela, y que proyectó una serie de edificios emblemáticos dentro de la intercomuna. A pesar de su notable producción y obra, fue uno de los ocho arquitectos que la Dictadura detuvo e hizo desaparecer; no así su legado, el cual permanece vigente en la ciudad. La exposición Alejandro Presente decantó en el desarrollo de un proyecto Fondart durante 2015, por parte del mismo personal que trabaja en este Archivo. Similar situación se repitió el año 2014, con la realización de un montaje retrospectivo de la obra del arquitecto Rogelio Salmona, enmarcado en un seminario organizado por el Departamento de Diseño y Teoría de la Arquitectura, en la que como Archivo se colaboró en la curatoría del material y la concreción del evento mismo. Permitió explotar nuevas potencialidades del archivo y realizar nuevas actividades que pudieron ser apreciadas por diversas personas, más allá del mismo universo arquitectónico al ser expuestas en un edificio público. El archivo también ha colaborado con actividades auspiciadas por el Depto. de Diseño y Teoría de la Arquitectura, en la organización del recientemente realizado seminario Surmoderno: Valoración del patrimonio moderno en el sur de Chile, y en el programa de conferencias Aula Latinoamericana, que aborda distintas temáticas de interés sobre la arquitectura de nuestro continente. 4.- Desafíos La convivencia del enfoque temático de un Archivo de Arquitectura, y el rigor de la labor archivística, ha generado cierta tensión. Se ha dado el caso de subordinar criterios técnicos bajo el peso disciplinar de lo arquitectónico. De esta forma, el proceso de conservación no

8 ha seguido una línea continua, sino que ha tomado un camino selectivo, afectando la integridad de las series documentales, y por ende, dificultando la comprensión cabal de los expedientes, y su valor como documento en sí, más allá de la información gráfica que portan. Otra dificultad para alcanzar un rigor ideal, ha sido la falta de espacio físico para albergar todas las instalaciones que un archivo exige. En el caso de la Universidad del Bío-Bío, su Facultad de Arquitectura, Construcción y Diseño ha experimentado un crecimiento exponencial en su alumnado de pre y post grado, con el correspondiente aumento del cuerpo docente, lo cual ha ejercido una presión por espacio que frena la expansión del archivo. Este problema, intrínseco a toda institución, pone en evidencia la urgente necesidad de un mejor trato por parte del Estado hacia las Universidades que son de su propiedad, partiendo por una base mínima, como lo es la infraestructura. Esta situación pone en claro riesgo las colecciones y los elementos que conforman el archivo, por los sucesivos traslados y el poco discernimiento a la hora de manipular los materiales por parte de personas externas que sólo ven los traslados como mudanza, y ponen en riesgo los documentos más frágiles. Asimismo, lograr llegar a cambiar la mentalidad de las autoridades universitarias respecto a la función e importancia de un archivo es un gran desafío. Lograr que la entidad se vea como algo más allá que una mera bodega es una tarea difícil, pero no imposible. La presencia que ha tenido el Archivo de Arquitectura dentro de las redes sociales y el impacto que ha tenido en el último tiempo ha incidido en un cambio de visión tanto de autoridades como de pares dentro de la misma escuela. Los canales de difusión del archivo también han incidido en la apreciación del mismo por parte del alumnado, que ya lo ve como fuente de información para sus trabajos y materias. El número de alumnos que lo ha consultado para investigaciones de seminarios de título, trabajos de pregrado, posgrado o incluso investigaciones de proyectos Fondecyt ha aumentado progresivamente, y eso denota una paulatina relevancia de este archivo,

9 apoyada además por la experiencia de su equipo en el desempeño de labores asociadas al patrimonio y la historia en general. Estas observaciones, ejercicio de autocrítica llevado a cabo por el equipo, revisando la experiencia de los últimos dos años, pretenden dirigir con más eficiencia los recursos disponibles, para no descuidar ni la conservación de documentos históricos, ni su difusión. Los archivos son vectores de la cultura y de la memoria, por lo que su importancia y consideración debiera ser prioritaria. Sin embargo, la falta de suficientes partidas presupuestarias y adecuada capacitación de su personal, atentan gravemente contra la consecución de sus objetivos. Equipo Archivo de Arquitectura (2013 presente) Coordinador: Dr. (c) Arq. Gonzalo Cerda Brintrup Colaboradores: Arq. Alexander Bustos Concha; Lic. en Arq. Luis Darmendrail Salvo.