CONSUMIR MENOS, CONSUMIR MEJOR. PROGRAMA DE EFICIENCIA ENERGÉTICA EN EL COLEGIO SAN VIATOR (MADRID)

Transcripción

1 CONSUMIR MENOS, CONSUMIR MEJOR. PROGRAMA DE EFICIENCIA ENERGÉTICA EN EL COLEGIO SAN VIATOR (MADRID) SITUACIÓN ACTUAL DEL PROYECTO (28 de febrero de 2015) BASES TEÓRICAS 1 Metodología 1 Objetivos 1 DESARROLLO DEL PROYECTO 2 Estrategia «Europa 2020» 2 Primera fase de la investigación 3 Procedimiento 3 Resultados y conclusiones 4 Planteamiento de la segunda fase de la investigación 6 Bibliografía 7 ANEJO. Consumo fantasma detectado en los principales electrodomésticos de nuestros domicilios 8

2 BASES TEÓRICAS METODOLOGÍA Este proyecto se inició ante la necesidad evidente de mejorar la eficiencia en el uso de los recursos, especialmente los energéticos. Dada la relación con un centro educativo, el trabajo se programó inicialmente como un trabajo escolar para alumnos de Educación Secundaria, nivel que incluye en su currículo contenidos y actitudes relacionados con el uso de los recursos naturales y con los problemas ambientales que generamos por el mal uso que hacemos de ellos. Sostenibilidad y consumo responsable son las dos principales bases teóricas que hemos puesto en juego; el «método científico», el procedimiento seguido. Desde el punto de vista institucional, se han tenido en cuenta tanto la estrategia «Europa 2020» como el necesario impulso a la «economía circular». OBJETIVOS El propósito inicial es claro: reducir el consumo energético del colegio. Sin embargo el planteamiento integrador con alumnos y familias ha pretendido ampliar los potenciales efectos positivos al mayor número posible de hogares. A la vez, confiere al proceso un elemento educativo al que no puede renunciar la institución en todas sus actuaciones: si la mejora de las instalaciones es un factor básico, el cambio de comportamientos de todas las personas relacionadas con el colegio deberá ser determinante. 1

3 DESARROLLO DEL PROYECTO Nuestro colegio está situado entre los barrios de Usera y Carabanchel, zona especialmente afectada por la crisis económica de estos últimos años. Por ello, partiendo de ese trabajo escolar de investigación y en colaboración con la Asociación de Madres y Padres de Alumnos, se pensó en llevar a la práctica un proyecto de eficiencia energética que podría tener no solo un importante beneficio ambiental sino también efectos muy positivos desde el punto de vista económico y social para el colegio y la comunidad educativa. Se presentan a continuación los resultados definitivos de esa primera fase y los documentos iniciales de la segunda, que se está empezando a desarrollar en estos momentos. ESTRATEGIA «EUROPA 2020» Europa, como el resto del mundo, está viviendo años de intensa crisis económica. Sufriendo ya sus efectos, la Comisión Europea aprobó en 2010 una comunicación que, para un plazo de diez años, venía a definir una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador : Crecimiento inteligente, gracias al desarrollo de una economía basada en el conocimiento y la innovación. Crecimiento sostenible que promueva una economía que haga un uso más eficaz de los recursos, que sea más verde y competitiva. Crecimiento integrador que fomente una economía con alto nivel de empleo que tenga cohesión social y territorial. Todos ellos son elementos que encajan perfectamente tanto con las disposiciones legales vigentes en nuestro país en materia educativa como con los principios del ideario y proyecto educativo de nuestro centro en el que se quiere fomentar el espíritu de familia en las relaciones escolares y buscar alumnos críticos que sean al mismo tiempo respetuosos con el medio ambiente. La Comisión propone siete iniciativas emblemáticas de las que la cuarta es «Una Europa que utilice eficazmente los recursos», cambiando las actitudes y comportamientos en la UE con el fin de alcanzar los resultados resumidos en los objetivos. Los retos del clima y de los recursos requieren la adopción de medidas drásticas. Una fuerte dependencia con respecto a los combustibles fósiles, como el petróleo, y el uso ineficaz de las materias primas exponen a nuestros consumidores y empresas a perturbaciones de precios dañinas y costosas, amenazando nuestra seguridad económica y contribuyendo al cambio climático. La solución se encuentra en apostar por el «crecimiento sostenible», el que promueve una economía que utilice más eficazmente los recursos, más verde y competitiva. Es un enfoque nuevo que ayudaría a la Unión Europea a prosperar en un mundo con pocas emisiones de carbono y recursos limitados, a la vez que impediría la degradación del medio ambiente, la pérdida de biodiversidad y un uso no sostenible de los recursos. En resumen, el objetivo es desligar crecimiento económico y uso de recursos, reduciendo las emisiones de carbono de nuestra economía, incrementando el uso de energías renovables, modernizando nuestro sector del transporte y promoviendo un uso eficaz de la energía (Anónimo, 2

4 2010). PRIMERA FASE DE LA INVESTIGACIÓN Las formas y fuentes de energía, sus transformaciones, producción y usos, así como los problemas que causan en la naturaleza y en nuestras ciudades su mal uso y el derroche que provocamos, a veces de manera inconsciente, son parte importante del currículo escolar de la Educación Secundaria. También las posibles soluciones y, en particular, el papel que podemos jugar nosotros en la mejora de esa situación. Aplicar estos principios a nuestros hogares y a nuestro colegio, ahorrando energía, fue el objetivo fundamental de nuestro estudio. Pero no renunciando a las comodidades y seguridades que nuestra sociedad ha conseguido: el reto es conseguirlo eliminando nuestro gasto superfluo, es decir, consumiendo de forma más racional, sensata y responsable. Con motivo de la declaración por la Organización de Naciones Unidas del año 2012 como Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos, partiendo de estos principios y uniendo a toda la comunidad escolar, diseñamos un proyecto que se desarrollaría en dos fases claramente distintas. En la primera un grupo de alumnos y profesores especialmente sensibilizados con este problema, analizamos el gasto energético que originan los aparatos eléctricos. Intentando potenciar el valor educativo del proyecto, se quiso evitar dar por ciertas todas las informaciones que sobre un aspecto como éste pueden encontrarse en libros, folletos y documentos de Internet. Por ello se ha dedicado mucho tiempo a comprobar de forma experimental la utilidad de las medidas que iban a proponerse, primero desde un punto de vista teórico y después aplicándolos de forma práctica en los hogares de siete alumnas del colegio: Sandra, Raquel, Paula, María, Laura, Belén y Ana. De ellas, seis llevaron a la práctica los cambios propuestos y otra actuó como testigo para comparaciones y valoraciones futuras. En cualquier caso no se quisieron aplicar medidas generales, dejando que cada familia adaptase a sus necesidades y a su conveniencia los principios que entre todas acordaron. Las lecturas de los contadores utilizados para facturar el consumo eléctrico son datos absolutamente objetivos en los que basar nuestras conclusiones. Pudimos así contar con datos concretos y fiables con los que demostramos la posibilidad de reducir nuestro consumo doméstico aplicando los sistemas y cambios de comportamiento más adecuados. Especial incidencia han demostrado tener el consumo «en espera» y el «consumo fantasma» de los electrodomésticos. PROCEDIMIENTO El procedimiento que hemos seguido ha sido el mismo con todos los aparatos eléctricos analizados: Comenzamos recogiendo las características que definen su consumo, analizando cómo funciona y en qué procesos o fases emplea mayor cantidad de energía. Indicamos los comportamientos con los que, según la bibliografía, podríamos mejorar la eficiencia en su utilización. Analizamos todos ellos, 3

5 dividiéndolos en dos grupos: aquéllos que consideramos evidentes y los que, por el contrario, deberían comprobarse de forma práctica. De estos últimos, presentamos los resultados obtenidos en nuestros domicilios. A partir de las mediciones realizadas, pudimos confirmar o rechazar la veracidad de esas conductas propuestas y calcular el posible efecto que tendría su aplicación en nuestras casas. Conociendo todos estos datos, realizamos una «auditoría energética» en cada domicilio para proponer unos cambios que, aplicados entre septiembre y noviembre de 2012, han demostrado su efectividad hasta el fin de Como parte de los resultados de esa primera fase incluimos una hoja de cálculo que permite determinar rápidamente la conveniencia o no de un posible cambio, atendiendo al periodo de amortización de la inversión realizada según el ahorro que se prevé conseguir. Para ello tan solo es necesario introducir los cinco datos señalados en color rojo. Para terminar resumimos las conclusiones a las que hemos podido llegar, pensando en esa ampliación de este proceso al colegio y a los hogares de nuestros compañeros. RESULTADOS Y CONCLUSIONES Antes de nada, debe señalarse la importancia del trabajo en equipo y de la participación de todas las familias en la obtención de los resultados que presentamos. La comprobación experimental de cada una de las propuestas obtenidas en la consulta de la bibliografía es, creemos, la parte más novedosa e interesante de nuestro trabajo. Las ideas básicas que deberían servirnos para optimizar el uso de cualquier aparato eléctrico son: Las diferencias de consumo entre los modelos de cada tipo de electrodoméstico son tan grandes que justifican tenerlas en cuenta cuando vayamos a sustituir alguno en casa. Hay en el mercado electrodomésticos eficientes que, a pesar de costar un poco más, permiten compensar ese gasto inicial rápidamente. La importancia de los distintos electrodomésticos en la energía total consumida en nuestras casas es muy variable. Mientras las bombillas, por ejemplo, son fácilmente sustituibles y pueden provocar un efecto inmediato en la factura de la luz, cambiar los electrodomésticos es más complicado; de hacerlo, el frigorífico y la televisión serían los primeros en los que compensaría invertir más dinero. Al comprar un aparato eléctrico, deberíamos dedicar siempre un momento a pensar si realmente lo necesitamos y si se justifica el dinero que nos va a costar. Todos los aparatos eléctricos que permanecen en posición «de espera» consumen energía, a veces de forma muy importante. Evitarlo es fácil y requiere muy poco esfuerzo. Pero además son muchos los equipos que también gastan energía si se mantienen enchufados a la red, incluso apagados. Es a este consumo al que deberíamos llamar «consumo fantasma». Su solución es también sencilla: basta desenchufarlos o colocar un interruptor. 4

6 Esa es la novedad más importante que presentamos: la comprobación práctica del consumo de los diferentes aparatos eléctricos que tenemos en nuestras casas y el efecto que la modificación de las pautas de uso y el empleo de sencillos equipos eléctricos pueden llegar a suponer. Hemos dedicado mucho tiempo a garantizar la veracidad y exactitud de todos estos procedimientos, evitando dar por ciertas todas las afirmaciones que pueden encontrarse en libros, artículos y documentos de todo tipo disponibles en la web. Eso nos ha permitido seleccionar aquéllos que realmente tienen una base científica y que permitirán, de llevarlos a la práctica, obtener los mejores resultados. El seguimiento exhaustivo del consumo eléctrico de siete familias del colegio durante estos dos años supone un volumen de datos que garantiza, hasta donde es posible, la efectividad de las iniciativas propuestas. El bajísimo coste económico que han supuesto todos los cambios realizados convierte a nuestro proyecto en una propuesta especialmente interesante, por la inmediatez y la independencia que otorga a los ciudadanos a la hora de involucrarse en su puesta en marcha. El mínimo plazo necesario para amortizar sus costes debería convertirse en un acicate a la hora de promocionar la adopción de este tipo de medidas entre otros potenciales destinatarios. De las siete iniciativas emblemáticas propuestas por la Unión Europea en el marco de esa estrategia «Europa 2020» para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador, la cuarta es «Una Europa que utilice eficazmente los recursos». En materia de clima y energía, debería traducirse en una disminución significativa de las emisiones de carbono que ahorre dinero e impulse el crecimiento económico y la creación de empleo estable y de calidad. Ofrecer a los ciudadanos de la Unión herramientas sencillas y efectivas para llevarlo a la práctica debería ser un elemento fundamental en la divulgación y promoción de este tipo de programas que promueven el consumo responsable. La aplicación de las medidas propuestas por nuestro proyecto permitió rebajar de manera importante el gasto energético familiar. Los datos utilizados para medir su efectividad se han obtenido a partir de las lecturas de los contadores, realizadas por las compañías eléctricas suministradoras. Todas las facturas correspondientes a estos meses pueden consultarse, escaneadas, en la página web del colegio. Son, por ello, valores exactos además de objetivos y neutrales (en el sentido de ser completamente independientes no solo de los participantes en el proyecto sino también de otros posibles factores externos que pudieran verse afectados por la simple puesta en marcha de la medición). Por ahora los efectos de la reducción que hemos conseguido han sido, necesariamente, muy limitados. Pero las posibilidades que abre el procedimiento utilizado son enormes si fuésemos capaces de extender su aplicación a un número importante de hogares. Nos parece por todo ello un ejemplo perfecto del principio fundamental de la educación ambiental: «piensa globalmente, actúa localmente». Porque pequeños actos individuales y cotidianos, de efectos mínimos si se consideran por separado, podrían suponer cambios radicales si llegaran a generalizarse. Además, el recorte del gasto público que se ha producido como efecto de la crisis de estos años hace necesario que los ciudadanos tomemos conciencia de nuestra responsabilidad y del papel que debemos desempeñar para solucionar los problemas que nosotros mismos generamos. No es fácil establecer un criterio que permita cuantificar de una forma objetiva el efecto conseguido: ahorro energético (kilovatio hora) o económico (euros) y CO 2 no liberado (kilogramos). 5

7 Por un lado, para evitar que afecten a los cálculos realizados datos coyunturales como los continuos cambios de las tarifas, hemos optado por mantener fijos el precio del kilovatio hora (0,1898, impuestos incluidos) y de las emisiones de 0,142 kg CO 2 por kwh producido (Anónimo, 2013), correspondientes a principios del año Por otro porque los cálculos a realizar podrían hacerse comparándolos directamente con el consumo del curso o suponiendo que en todas las viviendas se hubiese producido un incremento similar a la media del detectado en la vivienda de la familia testigo. En el primer caso, las seis familias implicadas en ellos han conseguido una reducción media de aproximadamente un 20 % anual. Eso supone que, en tan solo dos años, dejaron de consumir kwh, evitando liberar en la atmósfera 850 kg de CO 2.y rebajando el importe de las facturas en más de euros. Si, por el contrario, utilizamos como elemento de comparación los datos derivados del consumo medio de la familia que mantuvo sin modificaciones sus instalaciones y pautas de consumo, estos valores mejoran sensiblemente hasta alcanzar el 40 %, multiplicando por dos los datos anteriores. La edad de nuestros hijos y sus necesidades crecientes de consumo de energía (equipos más numerosos y potentes, horas de conexión a la red, exigencias escolares, ) nos hacen pensar que estos valores son más cercanos a la realidad. Según los datos de los que disponemos, en España la energía consumida por las familias supone aproximadamente el 18 % del gasto energético total, alcanzando una media de entre 3300 y 4000 kwh anuales por vivienda. Disminuir estas cantidades en el 20 % que hemos logrado nosotros reduciría la dependencia energética exterior de nuestro país y facilitaría el cumplimiento de otros objetivos ambientales fundamentales, como los marcados para reducir las emisiones de CO 2. Pero, además, las medidas propuestas podrían tener un impacto muy positivo en esa «plataforma europea contra la pobreza» establecida también como séptima iniciativa emblemática de «Europa 2020». De entre los múltiples efectos de la crisis económica, la pobreza energética es una de las situaciones más dramáticas y de mayor impacto en las condiciones de vida y de salud de los ciudadanos europeos. Mejorar la eficiencia energética de nuestro consumo doméstico mediante procedimientos sencillos y de muy bajo coste podría ser así una ayuda importante para muchos hogares. De cualquier manera el verdadero impacto a largo plazo de nuestro proyecto debería quedar establecido por los resultados de la segunda fase que estamos iniciando: la aplicación de todos estos cambios y modificaciones a las instalaciones del colegio y a la mayor cantidad posible del resto de domicilios de las familias de la comunidad escolar. En definitiva, y como resumen final, podemos decir que ahorrar energía es una cuestión de responsabilidad, porque si es fundamental contar con equipos eficientes, tanto o más importante aún es contribuir con nuestros comportamientos a un crecimiento sostenible que promueva una economía más eficaz en el uso de los recursos, más verde y más competitiva. PLANTEAMIENTO DE LA SEGUNDA FASE DE LA INVESTIGACIÓN Una vez superada esa primera etapa, y dados los resultados alcanzados, el colegio San Viator se planteó abordar una nueva fase. Pero no quiso diseñar este proceso simplemente como un proyecto técnico, sino involucrando a alumnos y familias, profesores y personal del colegio. Incluso aunque eso 6

8 pudiese suponer un cierto retraso en su aplicación. Así, a la vez que quiere actuar sobre sus propias instalaciones, ve necesario ofrecer los resultados y sus posibilidades a toda la comunidad escolar, un doble planteamiento que apenas está iniciado. Por un lado, el colegio San Viator de Madrid se haya plenamente comprometido en el proceso de modernización de sus instalaciones, contando ya con una auditoría energética que se irá llevando a la práctica a medida que las disponibilidades presupuestarias lo permitan. Por otro, la Asociación de Madres y Padres de Alumnos será el puente de unión entre el colegio y las familias. El importante ahorro obtenido debería servir como impulso para lograr la participación de un elevado número de hogares. Durante este curso deberán iniciarse los encuentros y la aplicación de las medidas de sensibilización y ahorro. BIBLIOGRAFÍA ANÓNIMO Comunicación de la Comisión. Europa Una estrategia para un crecimiento inteligente, sostenible e integrador. Disponible el 18 de septiembre de 2014 en: 020&from=ES ANÓNIMO Observatorio de la Electricidad Febrero WWF España. 8 páginas. Disponible el 20 de octubre de 2012 en: 7

9 ANEJO CONSUMO FANTASMA DETECTADO EN LOS PRINCIPALES ELECTRODOMÉSTICOS DE NUESTROS DOMICILIOS Incluimos a continuación los «consumos fantasma» detectados en los aparatos eléctricos que se encuentran con frecuencia en nuestras casas. No queremos detallar las marcas ni los modelos concretos con los que los hemos obtenido, al no haber realizado medidas suficientes como para poder considerar estos datos como absolutamente representativos. Aparato eléctrico Consumo fantasma Parcial Conjunto Lámparas Radio eléctrica 1 a 5 W Radiocassette 2 a 4 W Tubos catódicos 0 a 18 W Televisión Plasma 0 a 4 W LED 0 a 2 W Elementos TDT externo 3 W asociados a la Lector DVD 29 W 23 W televisión Subwoofer 3 W Vídeo 6 W Unidad central 5 W Ordenador fijo Pantalla 3 a 8 W Altavoces 4 W 7 a 15 W Impresora 0 a 7 W Ordenador portátil 2 a 4 W Vitrocerámica Altísimo 1 Microondas Con pantalla 6 W Sin pantalla 2 W Hervidor de agua Lavadora 2 W Lavavajillas 2 W Tostadora Batidora Exprimidor Calefactor Aire acondicionado (de pared) 11 a 12 W Cargador de teléfono móvil Cargador de pilas 3 W Rúter 0 a 8 W Equipo de música 11 a 16 W Tocadiscos 3 W XBox 3 W Wii 3 W 1 El medidor de potencia que utilizamos no era utilizable en estos equipos. Lo comprobamos en el contador. 8