Incubadoras de Empresas y Empresas Biotecnológicas innovadoras en el Mercosur

Transcripción

1 .. Incubadoras de Empresas y Empresas Biotecnológicas innovadoras en el Mercosur.

2 El presente informe fue realizado por el Centro Redes para el Programa Biotech, en el marco del contrato APOYO A INCUBADORAS Y VENTANILLA BIOTECH MERCOSUR (BIOTECH ALA C4-A). 2

3 Índice Argentina... 4 I. Introducción. Situación General de Incubadoras, Parques y Polos en Argentina... 5 II- Relevamiento de Parques y Polos Científicos y Tecnológicos, Incubadoras de Empresas III- Relevamiento de empresas vinculadas a Parques, Polos e Incubadoras IV. Empresas biotecnológicas relevadas (hasta 2008) Brasil I. Incubadoras de Empresas no Brasil: uma visão geral II. Empresas de Biociências e Biotecnologia do Brasil III. Incubadoras com atividade (ou que podem atuar) no setor de Biotecnologia IV. Incubadoras e Parques na Política Brasileira V. Parques Tecnológicos ANEXO I. INCUBADORAS QUE ATUAM (OU PODEM ATUAR) EM BIOTECNOLOGIA ANEXO II. FICHAS DE PARQUES COM BIOTECNOLOGIA ENTRE AREAS DE ATUAÇÃO ANEXO III. EMPRESAS DE BIOTECNOLOGIA INCUBADAS - BRASIL ANEXO IV. EMPRESAS DE BIOTECNOLOGIA GRADUADAS BRASIL Paraguay I. Introducción: El desarrollo de Incubadoras de Empresas, Parques Industriales y Parques Tecnológicos en el Paraguay II. Relevamiento de Parques Industriales, Polos tecnológicos y Programas de Apoyo III. Incubadoras de Empresas en el Paraguay IV. Agrupaciones, entidades y programas de apoyo a las Incubadoras de Empresas V. El desarrollo de la Biotecnología en el país Uruguay I. Introducción. Situación General de Incubadoras, Parques y Polos en Uruguay II. Panorama sobre las empresas biotecnológicas en Uruguay III- Relevamiento de Parques y Polos Científicos y Tecnológicos e Incubadoras de Empresas IV- Relevamiento de empresas biotecnológicas vinculadas a incubadoras de empresas

4 Argentina 4

5 I. Introducción. Situación General de Incubadoras, Parques y Polos en Argentina En la Argentina, el movimiento de Incubadoras de Empresas (IE), Parques y Polos Tecnológicos (PT), se inicia a mediados de los años 90. Las incubadoras tienen su impulso definitivo a partir de la participación de un conjunto de gestores de la vinculación tecnológica de universidades nacionales en el Programa Columbus, auspiciado por el Consejo de Rectores de Universidades Europeas durante los años 1991 y 1992, a partir del cual se capacitan los primeros recursos humanos que posteriormente desencadenarían procesos de incubación (Loregaray, 2003; Versino, 2000; Fardelli y Ciancio, 2004). Sin embargo, los primeros antecedentes registrados en nuestro país son el Vivero de Empresas Fray Luis Beltrán, promovido originalmente por la Municipalidad de General San Martín, en la Provincia de Buenos Aires, y que hoy alberga un Programa conjunto de Incubación entre el Municipio, la Universidad de San Martín y la ONG italiana CISP, y que funciona con la finalidad de crear empresas de base social 1. Tal iniciativa originalmente fue una acción de alcance y foco municipal, por lo que quedó fuera de las iniciativas universitarias promovidas por la Provincia y bajo la lógica del Programa Columbus. La otra, que hoy no está en funcionamiento, es la que creó la Universidad del Comahue (Loregaray, 2003). Tal como señala Sela, y según varios trabajos relevados, entre ellos el de Giacone (2003), en Argentina muchos de los parques y polos tecnológicos que hoy existen 2, han tenido su origen en la transformación de Parques Industriales 3 emergiendo como un 1 Programa MIPEs de creación de empresas como estrategia de desarrollo local. 2 Los parques tecnológicos reseñados en este estudio son: Parque Tecnológico del Litoral Centro (Santa Fe) Parque Empresarial La Cantábrica (Morón, Buenos Aires) Parque Industrial-Tecnológico de Quilmes (Quilmes, Buenos Aires) Parque Industrial Bahía Blanca (Bahía Blanca, Buenos Aires) Parque Tecnológico de Misiones (Misiones) Parque Tecnológico de Mendoza (Mendoza) Córdoba Technology IT Cluster (Córdoba) Polo Tecnológico Constituyentes (San Martín, Buenos Aires) Polo Tecnológico de Rosario (Santa Fe) Polo Tecnológico de Buenos Aires (Ciudad de Buenos Aires) Polo Tecnológico de Tandil (Tandil, Buenos Aires) 3 En Argentina, los primeros proyectos de parques industriales datan de la década del 50, durante el período caracterizado como Industrialización Sustitutiva de Importaciones (ISI) (Kosakoff, 2004), aunque buena parte de ellos sufrieron demoras y retrasos de años (y hasta décadas) hasta su puesta en marcha efectiva. Desde nuestra concepción, el parque industrial debe constituir un instrumento de planificación estratégica de la actividad industrial. Es decir que contribuya a la organización industrial, teniendo en cuenta los siguientes aspectos: a) la estructura sectorial; b) la actividad en general y c) la dimensión territorial, entendiendo al territorio como un ámbito geográfico que incluye a las relaciones sociales (en 5

6 fenómeno particular recién en esos años. Los distintos estamentos del sector público (Provincias, Municipios y Universidades) aparecen como los principales promotores, con una participación cada vez más creciente de cámaras y asociaciones sectoriales. Su funcionamiento obedece a objetivos diversos, relacionado con el desarrollo económico, regional y tecnológico y la mayoría de ellos posee incubadoras en su interior. Particularizando En este desarrollo, debe señalarse que las primeras incubadoras, correspondientes a la Universidad de Luján y la Universidad de La Plata, no se conformaron hasta el impulso que apalancó el Programa de Incubadoras Productivas y de Base Tecnológica creado en 1995 por la Unidad Generadora de Empleo del Ministerio de Producción de la Provincia de Buenos Aires, que en una primera etapa efectivizó un subsidio de $ para el acondicionamiento edilicio. Ambas incubadoras comenzaron a funcionar en el año 1997, año en que también se ratifica la constitución del Polo Tecnológico Constituyentes (Gianella y Cassin, 2004) con la firma de un convenio entre la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas de las Fuerzas Armadas (CITEFA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y el Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR), que resulta un hito importante en la temática (Decibe y Canela, 2003) y que a los dos años de funcionamiento también recibe el apoyo de esa entidad provincial para implantar su incubadora de empresas de base tecnológica. A partir de allí, el número de iniciativas ha ido incrementándose sostenidamente. Otro impulso al movimiento fue el brindado desde el Instituto de Desarrollo Empresario Bonaerense (IDEB) y la Agencia de Inversiones del Ministerio de Economía Nacional, que en 1998 organizaron el 1º Seminario Internacional de Incubadoras y Parques Tecnológicos, lo que motivó la formación de la Federación Bonaerense de Parques Científicos y Tecnológicos (ParquesCyT); un año más tarde, y debido en parte a ese mismo impulso, pero sobre todo por la visión de algunos funcionarios de la SECyT, se produjo la creación de la AIPyPT (Asociación de Incubadoras de Empresas, Parques y Polos Tecnológicos de la República Argentina), que nuclea las iniciativas que en este sentido se desarrollan en nuestro país. sus dimensiones política, económica y cultural) y la forma en que interactúan en dicho ámbito. Por lo tanto, este instrumento serviría de articulación entre las necesidades de la industria y los requerimientos de otras actividades económicas y usos del suelo. Sin embargo, particularmente en la Argentina, el PI ha surgido como el resultado de otros propósitos: la promoción de regiones atrasadas o no industrializadas con el fin de la atracción de inversiones, el negocio inmobiliario a partir de la venta de lotes destinados a la actividad industrial con la consiguiente promoción de áreas contiguas con usos del suelo varios, y la competencia entre municipios por la atracción de industrias, a partir del valor simbólico del PI. (Briano et.al, 2003). 4 Nótese el muy escaso, aunque por ese momento único, aporte que recibían las incubadoras de empresas para su implantación (en especial si se toma en cuenta que el subsidio tenía por finalidad el reacondicionamiento de la infraestructura). 6

7 Este desarrollo, para nada lineal, y bastante heterogéneo, tal como se verá más adelante, ha dado origen a la fecha de hoy, según la AIPyPT, a 67 iniciativas, mayormente incubadoras de empresas. Esta heterogeneidad se expresa no sólo en cuanto a su distribución geográfica (ya que hay una fuerte concentración en las Provincias de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Ciudad Autónoma de Buenos Aries), sino también en lo que respecta a su dotación de recursos, infraestructuras y resultados. Tipo de Organización Incubadoras Parques Tecnológicos P arques Indus triales 39 P olos Tecnológicos Clusters A continuación se expresarán las principales conclusiones de los relevamientos realizados por la Federación de Parques y la Asociación Nacional. Del total de casos consignados en el país, solamente hay información fidedigna de 43, de los cuales 26 son incubadoras y 17 parques y polos tecnológicos 5. A estas se refieren los párrafos que siguen. Incubadoras de empresas De las 26 incubadoras que reportaron información a la AIPyPT, sólo 11 se encuentran en pleno funcionamiento, 8 están en fase de implantación y 7 son proyectos (es decir, están siendo planificadas). La mayoría de las incubadoras (18 de las 26) están ubicadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba. Otras seis se encuentran en las provincias de Misiones, Chaco y Mendoza, mostrando una fuerte concentración geográfica, bastante en línea con la concentración 5 La información sobre IE y PT aún no es lo suficientemente abarcadora de todo el universo a pesar de los esfuerzos realizados tanto por la AIPyPT como por la Federación Bonaerense de Parques Científicos y Tecnológicos de la Provincia de Buenos Aires y del apoyo recibido por el Programa Especial de Incubadoras y Parques Tecnológicos de la SECyT. Esta falencia expresa, tal como expresan Hoeser y Versino, una de las debilidades que el movimiento aún tiene en nuestro país. 7

8 de las actividades científicas, tecnológicas y de enseñanza superior que se verifica en el país. La mitad de las incubadoras son fundaciones o asociaciones civiles, mientras que el resto no tienen una forma jurídica propia, adoptando la forma de programas o actividades dentro de universidades o entes gubernamentales. El 37% de las incubadoras son promovidas por universidades y un 21% por municipios. Varias iniciativas tienen más de un socio promotor. Muchas incubadoras han recibido financiamiento de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, a través del Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR). Según AIPyPT, el apoyo proporcionado por el FONTAR a las incubadoras fue de alrededor de 1,7 millones de pesos (aproximadamente US$ ). En conjunto, las 26 incubadoras poseen 316 módulos de incubación, de los cuales 130 se encuentran disponibles (41%). En la actualidad se cuenta con 400 empresas en incubación y se han graduado a la fecha, 116 emprendimientos, cuya evolución puede observarse en el cuadro siguiente E mpres as Incubadas E mpresas Graduadas El 70% de las empresas incubadas y graduadas puede caracterizarse como de tecnología avanzada, en actividades tales como TICs, biotecnología (se verá en detalle más adelante), instrumentos de precisión y control y nuevos materiales, aunque las del primer sector son las predominantes. Parques y polos tecnológicos Además de las 26 incubadoras, hay información fidedigna de 7 parques tecnológicos, 4 industriales, 2 científicos, 2 polos tecnológicos y dos clusters. En 11 de los 17 parques y 8

9 polos funcionan incubadoras de empresas. Los parques y polos son promovidos en un 26% de los casos por municipios, siguiendo en orden de importancia las universidades (19%); las empresas privadas (16%) y las cámaras empresariales (14%). Varias iniciativas tienen más de un socio promotor. Asimismo, y tal como se refiere en la primeras líneas de este informe, hay un subconjunto de iniciativas, antiguos Parques Industriales (PI), en proceso de reconversión hacia la adquisición de características y servicios propios de los PT; la mayoría de estos se encuentran en la Provincia de Buenos Aries, aunque también hay otros en Santa Fe, Córdoba y Mendoza. De todas maneras, hay que informar que el número de PI supera la centena en nuestro país, y que sólo en la Provincia de Buenos Aires 6 hay más de 60 iniciativas, y en franco ascenso. Una breve síntesis del recorrido de las IE y PT en la Argentina Se podría indicar que la industria de IE y PT en la Argentina ha atravesado una serie de fases, en cuanto a los logros alcanzados y las políticas de apoyo que la acompañaron, que puede sintetizarse de la siguiente manera: Fase de arranque: Esta primera fase está dominada por procesos de aprendizaje: formación de nuevos recursos humanos en la materia, conocimiento de experiencias internacionales más avanzadas, incipientes reconocimientos de la actividad por parte del sector público, realización de unos pocos intentos, casi en plan piloto, de implantación de incubadoras de empresas; todo lo cual da por resultado el nacimiento de un primer y pequeño número de IE y PT. Esto, además, sin políticas ni apoyos explícitos, salvo el que se produjo en la Provincia de Buenos Aires, y motivado fundamentalmente por Universidades Nacionales y algunos municipios y sobre la base de la experiencia recogida en el Programa Columbus; ya por entonces pueden encontrarse ciertas menciones que aparecieron en los documentos producidos en el marco de lo que fuera la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (SECyT), que fueron traducidos, en la práctica, en muy escasos apoyos. Con relación a la evolución de los instrumentos públicos de promoción específicos para los parques tecnológicos en el ámbito nacional, encontramos que la SECyT, en el Plan Plurianual de Ciencia y Tecnología expresa desde el discurso una 6 En este desarrollo tiene un rol predominante, por un lado, las acciones que en su momento impulsó el Instituto de Desarrollo Empresarial Bonaerense (IDEB) que promovió la reconversión de los parques industriales, su vinculación con universidades, la capacitación de sus gerentes, entre otras iniciativas, las que también viene efectuando la Federación Bonaerense, que promueve cursos, seminarios, intercambios de experiencia, rondas de negocios, entre otras y, más recientemente, el Programa de Apoyo a Incubadoras de Empresa, Parques y Polos Tecnológicos de la CIC, que financia en parte estos procesos, a la vez que brinda formación, acompañamiento y apoyo insitutcional. 7 La innovación es en esencia un proceso interactivo de aprendizaje continuo en el cual participan las empresas como proveedoras, clientes o usuarias de conocimientos, los laboratorios e institutos públicos y 9

10 concepción sistémica de la innovación, aunque no percibe claramente el rol potencial que podrían jugar las incubadoras y parques como instituciones del Sistema Nacional de Innovación. Solamente contiene la mención de: Desarrollo de Parques Tecnológicos Virtuales y Programa de Incubación de Empresas en Universidades como líneas muy genéricas (Galante y Cassin). En el Plan Plurianual de Ciencia y Tecnología aparecen de manera más explícita algunos elementos referidos a la promoción de incubadoras y la promoción del emprendedorismo y la consideración de que los Parques Científicos y Tecnológicos (PCyT) son instrumentos aptos para el Desarrollo Científico y Tecnológico (Ameri, 2004). Efectivamente, se citan algunas experiencias relevantes 8, y se proponen acciones a ejecutar en el marco de dicho Plan para la promoción de tales actividades. Fase de maduración: Esta etapa está marcada por un gran crecimiento del número de IE y PT, un mayor acompañamiento del sector público y de otros sectores (en especial empresas) y por la consolidación, a través de procesos de adaptación y mejora, de un núcleo de gerentes y promotores con capacidad cierta de llevar adelante estos procesos. Se da entonces, por primera vez, una confluencia entre el factor de política pública (en especial la SECyT), las IE y PT y sus entidades representativas (Federación y AIPyPT) que tratan de sacar provecho a un marco económico estable y en crecimiento, y que incluye, entre otros tópicos novedosos, la valorización que se hace de la creación de nuevas empresas, la vinculación entre universidades y empresas, la transferencia de tecnología y la agregación de valor a la producción como tópicos indispensables para un desarrollo económico y social más equitativo, perdurable y sustentable. Los términos sistema de innovación, emprendedorismo, desarrollo local, nuevas tecnologías, capital de riesgo, entre otros, son ahora parte del sentido común de, al menos, algunos sectores sociales, económicos y políticos. Tal cambio de escenario, sin embargo no se tradujo ni en cuantiosos recursos para la industria, ni en la generación de un marco de promoción y regulación de la actividad como sí ha ocurrido en muchos países en los cuales este fenómeno ha ido creciendo en la misma época (tal el caso de Brasil, Chile, en la región, como el España en el marco de la Unión Europea, o en varios países asiáticos, entre los que resaltan China, Singapur privados de investigación y de servicios técnicos, las universidades y otras instituciones educativas, los bancos y demás instituciones financieras, las asociaciones empresarias y de trabajadores, las organizaciones no gubernamentales, etcétera. Plan Nacional Plurianual de Ciencia y Tecnología Las más importantes son el Parque del Litoral (CERIDE-INTEC) que finaliza las obras de infraestructura el año próximo; el CRIBABB, que ha inaugurado la mayor parte de sus edificios en 1997 y va a finalizar en el 2000 una serie de obras menores; la Red de Parques de Innovación del INTA con tres parques ya inaugurados (Balcarce, Castelar y Pergamino); el Polo Tecnológico Constituyentes y algunas incubadoras de base universitaria en las que participan gobiernos provinciales y municipales. Plan Nacional Plurianual de Ciencia y Tecnología

11 y Malaysia), pero implicó sin dudas un salto cualicuantitativo en los logros de las IE y PT en nuestro país. Diversos intentos de producir apoyos explícitos y perdurables se dieron en el ámbito de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, y es de destacar que no se han encontrado referencias explícitas significativas respecto de los parques e incubadoras en los organismos relacionados con la promoción de las PyMEs (como podría serlo la Sub Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa de la Nación), por lo que toda acción de promoción descansó en las posibilidades y acciones que realizó la SECyT a nivel nacional, con el apoyo incipiente que a estas iniciativas han comenzado en los últimos años a prestar algunos estados provinciales como Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, Misiones y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,. A partir de allí, el mecanismo concreto utilizado para la promoción de Parques e Incubadoras fue la convocatoria pública para la adjudicación de Aportes No Reembolsables (ANR) para el cofinanciamiento de proyectos, a través de subvenciones cuyo monto alcanza hasta el 50% del costo total del proyecto. La empresa beneficiaria deberá aportar el porcentaje restante., subsidiando en esta primer convocatoria siete proyectos con un aporte total de $ Cada proyecto individualmente no podía ser mayor que $ Cabe señalar que esta convocatoria no se realizó exclusivamente para Parques e Incubadoras, sino que resultó un componente que compartió bases y condiciones con proyectos de estímulo a la innovación tecnológica en PyMEs 9, aunque haciendo expresa la mención de que Los ANR - Incubación de Empresas tienen como objetivo incrementar el conocimiento de los procesos de incubación. Los fondos para el financiamiento de estas actividades, provinieron del crédito BID denominado Programa de Modernización Tecnológica II cuyo objeto expreso es facilitar a las empresas, principalmente a las pequeñas y medianas (PyMEs) productoras de bienes y servicios, la posibilidad de iniciar, importar modificar o adaptar tecnologías para contribuir al aumento de su eficiencia y competitividad. Claramente se tuvo que adaptar un instrumento financiero para un objetivo que no es estrictamente el originalmente concebido, y posiblemente, este hecho haya tenido 9 La convocatoria de Aportes No Reembolsables del año 2001 tiene tres componentes: Proyectos de Innovación Tecnológica realizados por micro, pequeñas y medianas empresas - mipymes (ANR 2001). Proyectos de Innovación Tecnológica realizados por micro, pequeñas y medianas empresas - mipymes, con Certificación del Programa IBEROEKA (ANR Iberoeka). Proyectos de Incubación de Empresas presentados por instituciones públicas o privadas y empresas. (ANR Incubación de empresas). 11

12 alguna influencia en el perfil de las instituciones que en términos de respuestas adaptativas a estos estímulos, se habrían de desarrollar. Una referencia particular para comprender la evolución de la importancia que dentro de las políticas específicas de Ciencia y Tecnología ocupó este fenómeno, está denotada por la incorporación dentro del esquema de actividades de la SECyT, bajo la órbita de la Dirección de Programas y Proyectos Especiales 10, de un espacio institucional cuyas misiones y funciones específicas son la promoción de parques e incubadoras. Los principales objetivos del PIEPyP fueron: fortalecer la creación y desarrollo de Incubadoras, Parques y Polos Tecnológicos (IPyPT); promover la creación y radicación de Empresas de Base Tecnológica (EBT); fomentar modelos asociativos y Fortalecer las capacidades de gestión de IPyPT y promover Proyectos Binacionales o Multinacionales, entre otros. Desde este ámbito también, se ha coordinado un Programa Internacional de apoyo financiado por la OEA Creación de Empresas de Base Tecnológica e Innovación y Diversificación de la Actividad Productiva en Áreas Estratégicas de la región a través del Establecimiento, Desarrollo y Fortalecimiento de Incubadoras de Base Tecnológica (que incluyó Brasil, Argentina y Costa Rica y que apoyó la realización de seminarios, cursos, consultorías, pasantías, rondas de negocios y actividades de difusión entre IE y PT de los tres países) y se ha promovido y apoyado la participación en redes regionales (Programa MERCOSUR de Incubadoras; RELAPI) y mundiales (IASP; INFO DEV). Por último, este Programa se articuló con una serie de otras iniciativas que efectivamente crearon una base y un caldo de cultivo que contribuyeron a potenciar el movimiento; entre ellas se destacan: El financiamiento de Etapas Exploratorias para el estudio de factibilidad de nuevas IE y PT (16 proyectos financiados) y de Etapas Ejecutorias (21 proyectos financiados) La promoción de la incubación y radicación de EBT en zonas estratégicas La realización o coordinación o apoyo a diversas actividades de sensibilización y capacitación (Encuentros Nacionales de la AIPyPT, 10 Los "Programas y Proyectos Especiales", estaban dedicados a detectar necesidades y carencias en determinadas áreas que consideramos estratégicas y a transformarlas en proyectos concretos, que se canalizarán a las "ventanillas" de financiamiento de que dispone esta Secretaría a través de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (ANPCyT), con sus Fondos FONCyT y FONTAR. ( 18/04/05) 12

13 Encuentros Provinciales, Cursos sobre diversas temáticas, tales como: aseguramiento de la calidad en la gestión, financiamiento, formación de formadores, formación de emprendedores, capital de riesgo, propiedad intelectual, entre otros). El apoyo a la producción de conocimiento e información sobre el sector (relevamientos, apoyo a la presentación de trabajos en conferencias y seminarios) La promoción de Proyectos Binacionales (como el del PTMi, Misiones Pato Branco) La promoción de actividades de intercambio entre empresas e incubadoras, tanto en el país como en la región. Entre las acciones realizadas por este Programa en los últimos años merecen ser destacadas dos actividades: la elaboración de un sistema de Acreditación de Incubadoras de Empresas (SADIE), el cual fue puesto en vigencia mediante la Resolución del Secretario de la SECYT n 266 de 2007 y el Primer Workshop de Empresas Incubadas y Egresadas de Incubadoras y Parques Tecnológicos, realizado en la ciudad de Córdoba durante el mes de agosto de Fase de incertidumbre y provincialización : El nuevo escenario económico y financiero internacional, marcado por las sucesivas crisis económicas han afectado en gran medida el desarrollo de estas herramientas; tal como se verá, la desarticulación del Programa Especial de Incubadoras de la SECyT y la merma en la dotación de recursos financieros (sumado a la escasez propia de las entidades promotoras, en especial universidades nacionales y gobiernos locales) han abierto un período de incertidumbre a la industria, en el cual se observa, aún en forma provisoria (por lo reciente del fenómeno) de un estancamiento en el crecimiento del número de IE y PT y/o una mayor dificultad para consolidar o expandir la base existente, situación que se verá más en detalle en los párrafos siguientes. La creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva a fines de 2007 no ha arrojado, al contrario de lo que se esperaba, la continuidad o profundización de esas tímidas, pero valiosas políticas; muy por el contrario, se ha desarticulado el Programa Especial que apoyaba a las IE y PT y no se han realizado nuevas convocatorias para brindar apoyos a la actividad, salvo casos puntuelas y sectoriales (TICs y Biotecnología). Tal disminución en la consideración de estas herramientas por parte del área que tradicionalmente se ocupaba de ellas, fue sin embargo acompañada por la implementación de Programas o iniciativas Provinciales en Buenos Aires (desde la CIC hay un fuerte apoyo a estas herramientas articulado en el Programa Provincial de Apoyo a Incubadoras de Empresas, Parques y Polos Tecnológicos), Santa Fe y Mendoza (Programa Provincial de Incubadoras). En la Ciudad de Buenos Aires, que contaba con dos iniciativas para la incubación (BAITEC e INCUBA), se ha referido ya la puesta en marcha del Parque Tecnológico Farmacéutico, se ha continuado con el 13

14 Programa Buenos Aires Emprende a la vez que se ha anunciado la implantación del Distrito Tecnológico (para la radicación de empresas del sector TIC en la zona sur de la Ciudad). Sí se conoce, aún en forma incipiente, que se pondrán en marcha dos componentes con financiamiento internacional referidos a la creación de empresas de base tecnológica y al financiamiento de las mismas. Un breve análisis de la cuestión Sin embargo, y a pesar del creciente interés que el fenómeno de los parques tecnológicos e incubadoras despiertan en instituciones relacionadas con el impulso a la innovación, algunas de las evaluaciones realizadas hasta el presente dan cuenta de algunos problemas y dificultades con las que tales herramientas encuentran en su cometido en la promoción de la innovación a través de la creación de empresas de base tecnológicas. Galante y Cassin (2001) han concluido que El conjunto de promotores que desarrolla estos instrumentos, luego de años de esfuerzo y reflexión sobre su propia práctica, ha reconocido y aceptado las limitaciones con que se enfrentan, y lo mismo ocurre con los que están comenzando nuevas experiencias. Giacone (op.cit.) refiere que Todos estos casos se encuentran aún en la etapa de transición, y por tanto, no poseen todas las notas propias del concepto, de acuerdo a las definiciones y casos mundialmente reconocidos, refiriéndose a los Parques y Polos Tecnológicos. En el mismo sentido, se han producido trabajos que en forma más o menos directa, se han ocupado del fenómeno de las incubadoras. Kantis (2003) refiere en sus conclusiones que en nuestro país el alcance de conjunto es limitado y el impacto en términos de empresas egresadas todavía es bajo a la fecha del trabajo, mencionando que entre los principales inconvenientes detectados se encuentra la falta de financiamiento e insuficiente apoyo de las instituciones promotoras. Fardelli Corropolese y Ciancio (2004), también concluyen con una visión del panorama de las incubadoras como de escasa consolidación como sistema, con dificultades para consolidar una visión estratégica común y garantizar sustentabilidad. Versino y Hoeser (2005) destacan como tópicos centrales, la falta de continuidad en las políticas de incubación y falta de apoyo a las incubadoras como organizaciones entre instituciones promotoras y administradores, que afectan su relación, y los desajustes que se producen entre los servicios ofrecidos por las incubadoras y las demandas del contexto, debido a que estas se están basadas en modelos que han nacido en contextos diferentes. En cuanto al entorno en el cual estas herramientas se desarrollan y las políticas públicas que las apoyan, la realidad en la Argentina es sumamente contradictoria. Por una parte, las actividades económicas intensivas en conocimiento requieren de una serie de políticas diversas, ya que no alcanzan las que tradicionalmente se incluían en el ámbito 14

15 o sector de CyT (ni siquiera en las actualmente denominadas de I+D+i), ya que el desarrollo y consolidación de nuevas empresas de tecnología avanzada requiere de la confluencia de muy diversas políticas (educativas, comerciales, financieras, regulatorias, entre otras) en la conformación de plataformas y ámbitos de innovación, entre los cuales, las IE y PT son herramientas claves. Sin embargo, no deja de llamar la atención el esfuerzo de sus promotores por hacer pie en un contexto que, por lo menos, puede tildarse de inhibidor de la innovación, ya que, por un lado, a la fuertes turbulencias macroeconómicas hay que sumar las erráticas políticas comerciales, tributarias y cambiarias que han provocado las situaciones críticas ampliamente conocidas (y sufridas) por nuestro país y, por otro, una tradición universitaria y del sector científico que no tiende precisamente hacia el emprendedorismo, la vinculación con el sector productivo y la transferencia e innovación tecnológica. Otra temática fuertemente vinculada a la creación de empresas es la formación de emprendedores; al respecto, en un informe realizado para la Secretaría de Industria, Rosmini (2007) refiere: La Argentina puede ser considerado un país de emprendedores, si se toman en consideración los datos estadísticos del Monitor Global de Emprendedorismo (GEM) que indican que cerca de 2,6 millones de personas adultas se encontraban en el año 2005 envueltas directa o indirectamente en actividades vinculadas con la creación de una nueva empresa (Kantis 2007). ( ) Luego de la crisis de mediados de los 90, que produjo la destrucción de muchas de las empresas creadas y una declinación muy fuerte en el sector industrial, y pasando el año 2002, la situación de las empresas comenzó a revertirse, la recuperación y expansión de la economía, el cambio de precios relativos, la sustitución de importaciones y el surgimiento de una camada de empresarios jóvenes proactivos y alertas a las nuevas oportunidades de negocios, definen un paisaje que respalda la afirmación anterior. Nótese que este relanzamiento de la actividad emprendedora coincide con el momento de consolidación de las políticas públicas para las IE y PT y con el incremento de su presencia en la Argentina. Sin embargo, el mismo informe indica que, cuando se comparan las tasas de creación de empresas en Argentina con los mismos indicadores a nivel internacional, se puede apreciar la existencia de un problema estructural que está representado por una menor capacidad relativa de la sociedad y la economía argentina, durante las últimas décadas, para convertir sus recursos humanos en una base empresarial más amplia, moderna y con potencial de generación de nuevos puestos de trabajo. El renacer emprendedor verificado en los últimos años, no alcanza de todas formas los niveles de creación de empresas de los países desarrollados, incluso Brasil, si tomamos en consideración una tasa de natalidad calculada a partir de las empresas creadas y considerando la población en edad de hacerlo (Kantis, 2007). En Argentina existen universidades, fundaciones e incubadoras que trabajan con mucho esfuerzo para dar distintos tipos de apoyos a los nuevos emprendedores y a las empresas recién nacidas; no obstante, en términos globales no se logra provocar un impacto importante a nivel país. Las acciones 15

16 desarrolladas se observan muy aisladas, con poca sinergia y faltas de estrategias amplias que permitan potenciar los esfuerzos individuales. Entre los organismos gubernamentales argentinos que desarrollan actividades para promover la empresarialidad se destacan dos: la Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional (SEPYME), dependiente del Ministerio de Economía y Producción y la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (SECYT), dependiente del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología. Otra institución que, con vaivenes, ha contribuido al desarrollo emprendedor, ha sido la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa (SEPYME, actualmente Subsecretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional), fue creada en septiembre de 1997, y actualmente se encuentra bajo la órbita del Ministerio de la Producción. Es el organismo encargado de diseñar, implementar y supervisar políticas públicas con el objetivo de impulsar el desarrollo de las MiPyMes, a fin de avanzar hacia la integración de la estructura productiva de todas las regiones de la Argentina. Mediante sus actividades se busca orientar, apoyar y asistir a las MiPyMEs en su capacitación, financiamiento, búsqueda de mercados, identificación de nichos, reconversión empresarial, mejoras a la calidad, eliminación o disminución de sobrecostos, modernización tecnológica y promoción de modernas formas de asociatividad empresarial. El fin último es la recuperación del tejido productivo regional, la promoción del desarrollo sectorial a través de cadenas de valor, la creación de nuevas empresas y la generación de más y mejor empleo. Recientemente la SEPYME puso en marcha el Programa Nacional de Desarrollo Emprendedor (PRONADEM), que sólo logró, tímidamente, organizar una etapa de prueba piloto. El programa estaba pensado parar tener un alcance nacional y estaba orientado a promover en forma integral el nacimiento y desarrollo de nuevas empresas dinámicas, a fin de fortalecer las bases competitivas de la economía nacional, aprovechar el talento de los argentinos y generar puestos de trabajo productivos. A partir de él se articularían acciones e instrumentos ya existentes en la SEPYME con nuevos instrumentos creados a los efectos de asistir técnica y financieramente a los emprendedores y empresas jóvenes. El PRONADEM estaba dirigido a emprendedores con una idea o proyecto de empresa con alto potencial de crecimiento así como a empresas jóvenes (antigüedad no mayor a 3 años desde su inscripción en AFIP) y dinámicas. Entre los objetivos del Programa se destacaban: promover la creación y desarrollo de nuevas empresas con alto potencial de crecimiento; construir una red de instituciones que brinden servicios especializados de apoyo a emprendedores y nuevas empresas y contribuir al desarrollo del mercado de servicios de capacitación y asistencia técnica orientados a empresas jóvenes y emprendedores con vocación de crecimiento. Sin embargo, y al igual que el Programa Especial de Incubadoras y Parques Tecnológicos de la ex SECyT, el PRONADEM fue discontinuado con el cambio de gestión gubernamental. 16

17 Dentro del ámbito de la Secretaría de Industria de la Nación y desde 2004, se puso en marcha una iniciativa muy importante para ciertos sectores, como ha sido el Programa foros nacionales de competitividad industrial de las cadenas productivas (más vulgarmente conocidos como los Foros de Competitividad), entre los cuales se encuentra el referido a las industrias de base biotecnológica 11. De todos ellos, sin dudas el que más ha avanzado es el referido al sector de las TICs; estos foros, que nacieron en un ciclo macroeconómico expansivo y de cierta estabilidad, promovían la concertación de actores, políticas y recursos para lograr dos fines generales más que interesantes: 1) Incrementar la agregación de valor unitario y el valor total de las exportaciones hacia el resto del mundo desde todos los eslabones de cada Cadena Productiva; y, 2) Recíprocamente, incrementar la sustitución competitiva de importaciones desde el resto del mundo. Para tal fin, se identificó esa serie de Cadenas de Valor, consideradas como aquellas que contaban con las mayores ventajas comparativas dinámicas a partir del nuevo contexto económico nacional; y, por ende, las que poseían mayor potencialidad para el eslabonamiento productivo local, el incremento de la productividad y la competitividad internacional y la generación de empleo. En particular, y para el sector, se pretendía "Generar un fuerte crecimiento del número de empresas PyMEs nacionales y regionales, dedicadas a la producción y comercialización de productos y servicios biotecnológicos en los mercados de exportación regionales y globales, promoviendo la aceptación de la BIM como factor de crecimiento social y fomentando un ambiente favorable y de estabilidad para el desarrollo de negocios biotecnológicos, para la financiación de proyectos mediante la inversión de capitales de riesgo y para la creación de empleo, con el esfuerzo coordinado del sector público, académico, productivo y de los consumidores, y simultáneamente defendiendo la participación de nuestras exportaciones en los mercados globales mediante alianzas estratégicas, con socios comerciales claves en el mundo, que nos permitan influir en las decisiones de comercio internacional. Sobre las herramientas de Financiamiento Emprendedor Si bien este es uno de los problemas fundamentales del proceso de creación de empresas en la Argentina, muy poco se ha avanzado para paliarlo. Salvo la puesta en marcha del Programa de Capital de Riesgo (CREARCIT) de la SECYT, no se ha conformado ni consolidado ningún fondo, programa o actividad que provea de los fondos adecuados para esta crucial actividad. El CREARCIT, sin embargo, ha generado una metodología consolidada para la difusión y la concreción de nuevo financiamiento para nuevas empresas, ya que organiza periódicamente los Foros de Capital de Riesgo CREARCIT, los cuales se definen como espacios de encuentro de oportunidades, donde los 11 El listado completo incluye los siguientes sectores: Madera y Muebles; Cuero y sus manufacturas; Textil e Indumentaria; Maquinaria Agrícola; Industrias de Base Cultural; Industrias de Gas Vehicular; Industrias de Base Biotecnológica; Software y Servicios Informáticos; Industrias de materiales para la construcción civil. 17

18 emprendedores presentan sus planes de negocios y requerimientos de financiamiento a la comunidad empresarial y de inversores. Los mismos se realizan en diferentes lugares del país con la intención de promover las inversiones en la economía real. Los Foros permiten reunir a los emprendedores que buscan capital y a los inversores interesados en identificar oportunidades de negocios. Es un modelo de intervención que se ha utilizado con mucho éxito en Estados Unidos y Canadá. La SECyT pretende, a través que los Foros constituyan una agenda permanente de encuentros entre emprendedores e inversores seleccionados, con entrenamiento previo en los procedimientos de presentación y evaluación de "ventures" y de negocios de base tecnológica. Una mención especial merece el Concurso Nacional de Innovaciones (INNOVAR), el cual es organizado entre varias instituciones (SECYT, INTA, INTI, UTN, Banco de Nación, etc.) y tiene como objetivo principal reconocer y promover las ideas o iniciativas que expresen originalidad, voluntad de cambio, valor agregado en la producción del conocimiento y sus aplicaciones a la sociedad. Los organizadores se han propuesto instalar en la sociedad el interés por la innovación, esto es hacia los que aportan nuevas ideas, los que generan desarrollos y los que luchan por llevarlos a aportar soluciones a los problemas cotidianos. Este Concurso es una de las acciones que muestra la interrelación de varios de los actores del sistema nacional de innovación para generar, en forma conjunta, una actividad de estímulo a los emprendedores. Por último, es preciso remarcar la presencia tanto de la Asociación de Incubadoras, Parques y Polos Tecnológicos (AIPyPT) como de la Federación Bonaerense de Parques Científicos y Tecnológicos, las cuales desarrollan una importante labor de estímulo y promoción de la actividad emprendedora entre sus asociado en particular y en la comunidad en general. Como resumen, se presentan las principales fortalezas, debilidades y problemas del sistema emprendedor e innovador en la Argentina que facilitan o afectan el desarrollo de la industria de IE y PT en Argentina: Debilidades y problemas Una ausencia de financiamiento público y privado para infraestructura y equipamiento y para actividades de planificación de las IE y PT, salvo excepciones. Uma escasez de financiamiento para nuevos emprendimientos de base tecnológica. Una baja propensión del sector privado a invertir en innovación y desarrollo. Una baja propensión del sector universitario a promover y desarrollar actividades de innovación y desarrollo y vinculación con el sector productivo y a la formación de emprendedores. La ausencia de marco normativo para la actividad de las IE y PT. La falta de continuidad en los proyectos Ausencia de políticas de desarrollo local y de innovación. 18

19 Fortalezas y oportunidades Un marco regulatorio explícito para la actividad de transferencia tecnológica. La existencia de instituciones diferenciadas de formulación de políticas, promoción y ejecución de políticas científicas y tecnológicas y la existencia de unidades de interfase especializadas de carácter privado para la vinculación tecnológica. La creación de nuevas universidades y carreras francamente orientadas a cubrir demandas del sector productivo y, sobre todo, la creciente conciencia de la necesidad de constituir y fortalecer un sistema universidad-empresa que cada vez más se visualiza como una de las claves para el desarrollo socio-productivo tanto a nivel nacional como local. La existencia de dos entidades que agrupan a la mayoría de las IE y PT del país, y que brindan o articulan actividades de capacitación, difusión, asistencia técnica y representación. La presencia de un núcleo de iniciativas en incubación y radicación de empresas innovadoras que se mantiene en el tiempo y que ha acumulado experiencia, conocimiento y equipos técnicos. La incipiente pero constante iniciativa de fortalecer ciertos sectores y cadenas productivas con miras a promover la agregación de valor, la articulación institucional, la formación de recursos humanos y la concentración del financiamiento. Incubadoras de Empresas, Parques y Polos Tecnológicos y Biotecnología El 28% de las incubadoras de empresas se dedica (no exclusivamente) al apoyo a empresas de biotecnología. Entre estas se pueden mencionar: INCUBACEN (de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad de Buenos Aries), BAITEC (del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires), el Sistema de Incubación de la Universidad Nacional de San Martín (Programa Proyectos Productivos/Incubadora de Empresas UNSAM/PTC), la Universidad Nacional de Quilmes, INCUTEMI (la Incubadora de Empresas del Parque Tecnológico de Misiones), la Incubadora de Empresas de la Universidad Nacional de Cuyo (Mendoza), UAINTECH (Incubadora de la Universidad Abierta Interamericana); y más recientemente, el intento del Instituto Leloir de implantar una incubadora de empresas en su seno. De los PT relevados en el informe de la Asociación, dos Parques están hoy radicando empresas del sector biotecnológico (PTLC, Santa Fe y PTMi, Misiones); el Polo Tecnológico Rosario por su parte, dedicado fundamentalmente al sector TIC tiene un pequeño número de empresas del sector Biotecnológico asociadas; en la Ciudad de Buenos Aries se está levantando el Polo Farmacéutico (que incluirá mayormente empresas e instituciones del sector, ya que es promovido por una serie de empresas nacionales, y en el que participarán la Universidad de Buenos Aires, la Universidad 19

20 Abierta Interamericana, el CONICET y en menor medida el Gobierno de la Ciudad y la Corporación del Sur). Asimismo, el Polo Tecnológico de Tandil (promovido por la Universidad del Centro de la Provincia de Buenos Aires) ha desarrollado junto a su polo informático, ya plenamente consolidado, uno referido como Polo Agropecuario Industrial y que alberga (o se vincula con) empresas que incluyen a las del sector). Otros parques que incluyen la temática son los pertenecientes al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), tales como los de Parques de Innovación Tecnológica (PIT) de Castelar, Pergamino y Balcarce; en este punto, hay que mencionar que el PTMi (Misiones), también cuenta con la participación de esta institución. También es importante mencionar la iniciativa del Parque Tecnológico de la Universidad Austral, en la Provincia de Buenos Aires, que también contemplará la implantación de actividades en esta área. 20