PLAN DE ACCIÓN SOBRE ALIMENTACIÓN. por qué cambiar?

Transcripción

1 PLAN DE ACCIÓN SOBRE ALIMENTACIÓN por qué cambiar?

2 ERES LO QUE COMES Un pequeño cambio en tus hábitos de alimentación supone: La mayor contribución que puedes hacer a tu salud y la de tus seres queridos La mayor contribución que puedes hacer para reducir el impacto sobre el medio ambiente y el cambio climático. Una forma de ahorrar dinero y apoyar a tu comunidad. Según la FAO, casi un tercio de los alimentos producidos a nivel mundial para el consumo humano cerca de millones de toneladas al año- se pierde o se desperdicia. La Comisión Europea estima que, en Europa, este desperdicio supone la emisión de 170 millones de toneladas equivalentes de CO 2 al año o la conversión directa en residuos de entre el 30% y el 50% de los alimentos producidos. Si a este dato le añadimos las emisiones de gases de efecto invernadero producidas por el transporte de los alimentos desde su lugar de producción hasta el de consumo las cifras hablan por sí solas. Algunos datos: España desecha 7,7 millones de toneladas de alimentos, siendo el séptimo país más derrochador de la Unión Europea. En la cadena alimentaria donde más se tira es en los hogares, responsables del 42% de lo desperdiciado. La industria alimentaria tira el 39%, restaurantes y servicios alimenticios el 14% y comercios y distribución el 5%. Por otro lado, si consideramos dos de los principales problemas de salud relacionados con la alimentación, como son la obesidad y la diabetes tipo 2, se estima que el gasto sanitario anual en la UE alcanza casi los millones de euros. No te parece que es momento de actuar?

3 la alimentación en tu vida Has pensado alguna vez en cambiar tus hábitos de alimentación? Ahora es el momento. Desde los programas de televisión hasta la consulta del médico, la alimentación se ha convertido en un tema de moda. Y es normal. La forma en la que compramos los alimentos, cómo los cocinamos o los residuos que producen afecta a nuestra salud, el medio ambiente y el futuro de las siguientes generaciones. La cocina es cultura, es parte de nuestra herencia e identidad. Así que una invitación a cambiar tus hábitos alimenticios no es una invitación a abandonar tu cultura. Se trata de combinar lo mejor de lo viejo con lo mejor de lo nuevo, para responder a las nuevas condiciones de vida en el siglo 21. En el programa que inicias te vamos a ayudar a cambiar tus hábitos para mejorar tu salud, el medio ambiente del planeta y eliminar el desperdicio de comida. Cambiar tus hábitos de alimentación es como un viaje: una de las mayores aventuras que puedes tener. Y tendrás el apoyo de tu familia y amistades, para aprender a mejorar tu salud, tu economía y lograr un futuro común. Y hacerlo junto con muchas personas en todo el mundo participa en nuestro programa FACT! Algunos datos para pensar: Un tercio de la comida mundial acaba en la basura La alimentación es el mayor causante del cambio climático y otros impactos sobre el medio ambiente La comida es uno de los mayores condicionantes de la salud El problema del hambre en el planeta se puede solucionar

4 un buen chequeo En los negocios hay un viejo dicho: Lo que se mide, se puede cambiar Un chequeo simple de nuestros hábitos es un buen comienzo para decidir si quieres cambiar algo. cómo hacerlo Durante unos días apunta lo que comes y bebes. Si lo haces durante 3-4 días, que por lo menos uno de ellos sea festivo. Haz un resumen de tus hábitos alimenticios durante una semana. Piensa si hay algo que quieras cambiar en función de tu estado de salud y los consejos que te hemos dado. Haz una lista de lo que quieras cambiar. Y como complemento divertido apunta también la diversidad de colores que hay en tu comida. Al final del Programa te explicaremos por qué. Cuando finalices el programa haz de nuevo un chequeo. Has tenido éxito en tus cambios? Estás satisfecho? Si no has cambiado, analiza cuáles han sido las causas y decide si vas a hacerlo en el futuro. Tendrás un mayor control sobre tu salud. Además te sentirás feliz de poder cambiar.

5 cocinar en casa no es solo para chefs Cocinar en casa ayuda a reducir el dinero que te gastas al comprar alimentos ya elaborados y controlar los aditivos potencialmente dañinos. También puede reducir la cantidad de tiempo, los viajes y el dinero que te gastas por comer fuera. Además puede ser bueno para tu salud. a menos que tengas acceso a un buen restaurante con comida sostenible. Hazlo fácil: si no tienes experiencia en la cocina, busca un libro de cocina para niños y niñas que te atraiga; y busca a quién cocine mejor de las personas que conozcas para que te dé consejos básicos. Que sea rápido: cocinar no tiene por qué llevar mucho tiempo. La comida rápida puede ser una buena comida si se hace en casa. A la hora de cenar es mejor que llamar para encargar unas pizzas. Asegúrate de que durará para mañana (también); si la conservas bien, puedes tener comida para llevarte al trabajo o para otra cena Es posible que ni siquiera necesites una cocina! Prueba algunas recetas de alimentos crudos, te sorprenderán Si compartes piso cocinar conjuntamente puede servir para mejorar las relaciones en la casa. Menos aditivos dañinos proporcionan una mejor salud general y ayudan a prevenir o aliviar las alergias. Más dinero en tu bolsillo. El clima y el medio ambiente se beneficiarán de la disminución de envases de las comidas procesadas.

6 no es solo cuestión de peso El estrés causado por las expectativas y opiniones de los demás puede afectar a lo que comemos, cómo comemos y cómo nos sentimos sobre nuestros cuerpos, nuestra comida, y nuestra salud. El sentimiento de culpa puede ser también un terrible condimento para la comida. Algunos padres y madres se sienten culpables por no dar a sus familias alimentos nutritivos. Si sigues al menos algunas de las recomendaciones de este Programa, debes saber que estás en el camino correcto. Lo que no puedas cambiar fácilmente hoy, tal vez lo puedas hacer la próxima semana, o el próximo mes. Algunas personas, clasificadas como con sobrepeso se sienten culpables por comer casi cualquier cosa, lo que generalmente crea un círculo vicioso: la culpa conduce al hambre, y ésta a los picoteos de alimentos poco saludables (Ver SALUD Y ESTADO DE FORMA). También ocurre que algunas personas se sienten culpables por no comer todo lo que se sirven por muchas razones. Para solucionar este problema te ayudará leer el capítulo sobre residuos y alimentación. Incluso puedes tener tus propios demonios privados que insisten en que comas o no de una manera particular: la familia, las noticias, las actitudes del personal sanitario. Trata de darles unas vacaciones y busca tú camino. Ajustar tus ambiciones a tus prioridades te aliviará de la tensión sobre tu alimentación y mejorará tu bienestar.

7 salud y estado de forma Sin duda, hay aspectos de la salud relacionadas con el peso corporal. Si estás muy delgado/a puede que tengas algún problema de salud; por el contrario si tienes sobrepeso estás sometiendo a una gran tensión a tus huesos y articulaciones y serás más sensible a ciertas enfermedades crónicas. Ten en cuenta que: Las personas son diferentes, y lo que para una es un peso saludable para otra puede ser totalmente inadecuado. La complexión de una persona hace que no todas puedan parecer igual de delgadas. Por ello no es recomendable compararse con determinados modelos. Centrarse en el peso en lugar del estado de forma y la salud es un ejemplo clásico de lo que no se debe hacer: el esfuerzo requiere de la atención, y si te equivocas en tus objetivos puede que acabes consiguiendo más de lo mismo. Alguien que ha tenido sobrepeso desde la infancia hasta la edad adulta es improbable que se convierta de forma saludable en una persona muy delgada, por muchas cuestiones fisiológicas. Por todo ello, el enfoque actual en muchos países sobre la obesidad como una enfermedad en sí misma es poco eficiente. Se estigmatiza a las personas obesas, centrándose en su peso y en cuestiones estéticas, en lugar de en su estado de forma y de salud, y ello provoca un efecto contrario al deseado. Tu peso no es tan importante, puedes aspirar a mejorar tu calidad de vida con una dieta saludable (y el ejercicio físico razonable).

8 la cocina compartida Comprar alimentos, cocinar y comerpuede generar estrés o lo contrario: un respiro en las rutinas diarias. Ir de compras puede ser algo rápido y/o divertido cuando conoces a quién las vende. Algunos agricultores ofrecen, por ejemplo, cajas semanales de verduras frescas o carne. La cocina es muy personal: a algunas personas les encanta ver su cocina llena de gente ayudando, otras prefieren estar solas. Busca lo que funciona para ti. Y si tienes hijos o hijas, anímalos a participar especialmente a los chicos! Si cocinas tú siempre, piensa en animar a otros a asumir esa responsabilidad. Los niños y niñas pueden ser grandes cocineros, si se les estimula adecuadamente. Comer juntos al menos un par de veces a la semana puede ser una maravillosa manera de estar al día de las noticias familiares y relajarse siempre que se considere como una forma de diversión. Olvida el viejo dicho acerca de no hablar mientras se come: iniciar una conversación, jugar a adivinanzas, una ronda de preguntas. Otra posibilidad es iniciar un Club de la cena con reuniones semanales o mensuales con tus amistades en las que cada persona pueda aportar sus últimas creaciones o su mejor receta. Cuidado con las vajillas de plástico, solución rápida pero poco ecológica. Cocinar y comer en un ambiente relajado conducen a un mayor bienestar para todos La comida aún sabe mejor!