Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación Dirección de Pruebas y Medición

Transcripción

1 Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación Dirección de Pruebas y Medición DESCRIPCIÓN DEL CONTENIDO Responsable académico del Excale: Laura Tayde Prieto López Nombre del redactor de la especificación: Olivia Estela González Cervantes 1. DATOS DE IDENTIFICACIÓN DE LA COMPETENCIA PROGRAMÁTICA a. Grado y nivel educativo: b. Campo formativo: Tercer grado de Educación Preescolar Lenguaje y comunicación c. Aspecto formativo: d. Identificador de evaluación: Lenguaje escrito Cuarta situación comunicativa e. Competencia curricular: Identifica algunas características del sistema de escritura. f. Indicador de la competencia curricular: Reconoce la relación que existe entre la letra inicial de su nombre y el sonido inicial correspondiente; paulatinamente establece relaciones similares con otros nombres y otras palabras al participar en juegos orales (palabras que empiezan o terminan con, trabalenguas, rimas, rondas). g. Qué evaluar? Reconoce la relación que existe entre la letra inicial de su nombre y el sonido inicial correspondiente. 2. DESCRIPCIÓN DEL INDICADOR DE LA COMPETENCIA CURRICULAR A EVALUAR a. Interpretación del sentido del contenido que se deberá evaluar Con la evaluación de este contenido se pretende constatar si los niños y las niñas son capaces de reconocer la letra con la que inicia la escritura de su nombre, así como el sonido que representa (fonema), a fin de establecer relaciones con otras palabras. 1

2 Al igual que el lenguaje oral, el escrito también se adquiere en la práctica comunicativa, utilizándolo en situaciones en las que se hace necesario comunicar algo a los demás mediante un sistema explícito de símbolos convencionales. En este sentido, cada situación comunicativa en la que participan los niños y las niñas responde a distintas intencionalidades. El uso del lenguaje como herramienta de pensamiento permite mejorar las capacidades cognitivas y expresivas, entre ellas, el enriquecimiento del lenguaje. Y es a través de esta participación social como los niños pueden potenciar el uso de dichas capacidades. Los niños se apropian del lenguaje escrito a través de la interacción que establecen con personas que los rodean; se dan cuenta, de manera gradual, que el lenguaje es un sistema de representación, es decir, que se puede utilizar con independencia de los objetos, personas, acontecimientos, acciones y lugares a los que representa y que puede ser usado e interpretado en otros contextos, así como para solucionar algunos problemas que se les presentan (Garton y Pratt, 1991). El descubrimiento del funcionamiento del código escrito por parte del niño, pasa por tres conquistas: la primera, es la comprensión de que la palabra escrita refiere a la palabra oral y no a la persona u objeto que representa y que, en consecuencia, las características de una palabra escrita están en relación con las características orales de la palabra y no con su significado. La segunda conquista le permite tener conciencia de que la escritura está formada por palabras separadas unas de otras. La tercera conquista es la que aclara el mecanismo de codificación de la escritura alfabética: éste se pone en relación a las unidades sonoras y las unidades gráficas (Ministerio de Educación de Francia, 2000). En el caso de la escritura del nombre propio, los niños lo aprenden de manera figurativa (como lo escribe el adulto) y poco a poco pasan a la forma constructiva; esto es, reconocen en éste algunas características del sistema de escritura, como son el considerar todas las letras de su nombre y no sólo la primera, que su significado es el mismo aunque sean diversos los contextos y que las letras representan los sonidos del habla (Ferreiro, 1997) El contenido a evaluar se relaciona con el tercer nivel del aprendizaje del sistema de escritura (planteado tanto por el Ministerio de Educación de Francia como por investigadores como Emilia Ferreiro), en el que los niños comienzan a establecer la relación entre los aspectos sonoros y los aspectos gráficos de la escritura (Nemirovsky, 2001) en la modalidad de hipótesis alfabética, donde cada letra representa un sonido. 2

3 El uso del nombre propio se ha seleccionado como pertinente en el marco de la evaluación, toda vez desempeña un papel particular en las etapas iniciales de la alfabetización y contribuye específicamente al aprendizaje formal del sistema de escritura (Nemirovsky 2001); por ello es muy utilizado con los niños que todavía no escriben convencionalmente. Más que un mero descifrado, es decir, más que una simple sonorización de letras, con el reactivo de esta especificación se busca que el niño participe en un proceso activo de construcción de significados, donde ponga en juego sus competencias y estrategias lingüísticas y cognitivas. Las dificultades más frecuentes que en este proceso podrían presentar los alumnos, son: Reconocer la letra inicial de su nombre sin establecer la relación que existe entre ésta y el sonido (fonema) correspondiente. Por ejemplo, el niño es capaz de identificar su nombre de entre varios nombres escritos, pero sólo lo hace guiado por su percepción visual: no sabe cómo se le denomina ni cómo suena. Requieren su nombre escrito. Reconocer la denominación de la letra inicial de su nombre sin identificar una relación sonora con otras palabras. Por ejemplo, sabe que la letra con la que inicia su nombre es la te /T/ de Teresa, pero no encuentra relación sonora con otras palabras que inician con la misma letra o fonema. Esta dificultad se acrecienta aún más en consonantes que en vocales. Reconocer el valor sonoro de la sílaba inicial de su nombre ma de María, pero no el de la letra /m/ de mesa, Memo, Miriam, misa, mole, Mónica, muñeca, etcétera. b. Importancia del contenido en el contexto del currículo Desde la perspectiva de la educación, Gimeno Sacristán (2002) sostiene que el lenguaje proporciona tres grandes posibilidades: 1. Ser instrumento del pensamiento: pensamos con palabras. 2. El lenguaje oral interiorizado y el lenguaje escrito son las herramientas básicas de elaboración, transmisión y aprendizaje de la cultura. 3. El lenguaje escrito constituye el depósito de la memoria, es decir, se trata de pensar, deliberar, argumentar; es una forma de contribuir a la elaboración de un pensamiento abstracto. El lenguaje escrito representa un nivel superior de pensamiento que lo hace más explícito y deliberado, y le posibilita al usuario el uso de símbolos, al tiempo que lo hace consciente de los 3

4 elementos del lenguaje (Bodrova y Leong, 2004). Por ello se dice que el acto de escribir es un acto reflexivo, de organización, producción y representación de ideas (SEP, 2004). Los niños aprenden sobre la lengua escrita en la medida en que de manera directa o indirecta son usuarios de ella; por ejemplo, cuando se les lee un cuento, una noticia, una receta, un instructivo; o cuando se esfuerzan por entender o interpretar el mensaje de una fábula o lo que dice un anuncio, una envoltura, un empaque, un cartel. De igual manera, el reconocimiento del nombre propio escrito permite al niño, en su proceso constructivo, establecer relaciones entre el lenguaje oral y el lenguaje escrito de manera significativa y cotidiana y, como usuario del mismo, le posibilita identificar objetos que le pertenecen, ubicarse en un listado de equipo, de grupo, de tareas, de comisiones, etcétera, así como poder actuar de manera más eficiente y autónoma en su contexto. A partir de ello, los niños van realizando sus propias teorías sobre la lengua escrita: cómo se escribe, cuáles son las letras, cómo se usa, para qué se usa, cómo le hacen los adultos para leer, entre muchas otras. La incorporación a la escuela implica (o debería implicar) para los niños el uso cotidiano de un lenguaje con sentido, que les permita ir descubriendo y apropiarse gradualmente del sistema de escritura. De ahí que el Programa de Educación Preescolar enfatiza como uno de sus propósitos educativos que los niños y las niñas comprendan las principales funciones del lenguaje escrito y reconozcan algunas propiedades del sistema de escritura (SEP, 2004). El indicador de competencia a evaluar: reconocer la relación que existe entre la letra inicial del nombre propio y el sonido correspondiente, a fin de establecer relaciones con otros nombres y palabras, es un punto crucial antecesor del proceso de apropiación y uso del lenguaje escrito. En este sentido, valorar en qué medida los niños han adquirido y usan algunas propiedades del sistema de escritura (identificación de las grafías convencionales y su relación con los sonidos que representan, entre otras) permitirá dar cuenta sobre el propósito curricular antes citado. Por último, se ha de resaltar que en el marco de un enfoque comunicativo y funcional, la apropiación paulatina del lenguaje escrito debe ser apoyada por los actores educativos de la escuela preescolar mediante intervenciones didácticas que ayuden a que los niños piensen sobre la lengua escrita y poco a poco sean usuarios de ella. En este camino, se recomienda considerar los procesos que atraviesan los preescolares para ser usuarios funcionales en la vida, y no sólo en y para la escuela. Ello implica que la intervención educativa ha de orientarse, en todo momento, al reconocimiento de que la escritura es un acto cognitivo y no motor únicamente. 4

5 c. Delimitación del contenido a evaluar La evaluación se circunscribe a constatar si el alumno es capaz de reconocer la relación que existe entre la letra inicial de su nombre y el fonema que representa, al tiempo que establece relaciones con otros nombres o palabras. d. Conocimientos y habilidades previos requeridos para contestar el reactivo correctamente Es necesario que los niños: Mantengan su atención durante la actividad. Comprendan y sigan instrucciones. Interactúen adecuadamente con adultos y pares. Se expresen verbalmente con soltura. Conozcan su nombre escrito (porque lo han escrito o porque lo identifican en las situaciones cotidianas del aula o de su contexto inmediato). Reconozcan el sonido de la letra inicial de su nombre. Demuestren experiencia básica respecto a algunas características del sistema de escritura: - Que las palabras representan lo que se habla - Que las palabras están formadas por letras - Que la letras tienen sonidos e. Actividades cognoscitivas involucradas en la contestación correcta del reactivo Memoria, conciencia fonológica, conocimiento de las letras y sus respectivos fonemas, capacidad de escucha, capacidad para discriminar y relacionar sonidos. Los alumnos deberán: Escuchar con atención las indicaciones y el modelado hecho por la aplicadora. Recurrir a la memoria para representar mentalmente su nombre, tal cual lo escribe. Identificar mentalmente la primera letra de su nombre y relacionarla con el sonido o fonema que representa. Recurrir a la memoria y discriminar sonidos y palabras. Establecer relaciones grafía-fonema de su nombre con respecto a otros nombres o palabras. Expresar verbalmente su respuesta. 5

6 3. BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Bodrova, E. y Leong, D. (2004) Herramientas de la mente. El aprendizaje en la infancia desde la perspectiva de Vygotsky. SEP Biblioteca para la actualización del maestro. (pp ). Ferreiro, E. (1007) Alfabetización. Teoría y práctica. Buenos Aires: Siglo XXI. (pp ). Garton, A., Pratt, C. (1991). Aprendizaje y proceso de alfabetización. La comunicación a través del lenguaje. El desarrollo del lenguaje hablado y escrito. Barcelona: Paidós. (pp ). Gimeno Sacristán J. (2002) Educar y convivir en la cultura global. Las fuentes de la experiencia. La condición globalizada de los sujetos. Madrid: Morata. (pp ). Ministerio de Educación de Francia (2000). El lenguaje en el corazón de los aprendizajes, en Educación Revista Mexicana de Educación, año VII, núm. 92, nueva época, México. (pp ). Nemirovsky, M. (2001) Sobre la enseñanza del lenguaje escrito y temas aledaños. Paidós Mexicana. (pp ). Secretaría de Educación Pública (2004). Programa Nacional de Educación Preescolar. México: Autor (pp. 57 y 64). Secretaría de Educación Pública (2004). Aproximación de los niños al lenguaje escrito. Módulo 3. México. 6