AmaCubaZonSinCom. Amazon.com sobre Cuba?

Transcripción

1 AmaCubaZonSinCom o qué ibros no. vende 55: , Amazon.com juio-septiembre sobre de Cuba? AmaCubaZonSinCom o qué ibros vende Amazon.com sobre Cuba? Jorge ge I. Domínguez Profesor. Universidad de Harvard. Qué se ee sobre Cuba en e mundo angoparante? Una respuesta competa a esa pregunta requeriría un detaado examen de as actividades de ibrerías, bibiotecas, producción de revistas, ibros, e acceso a Internet, ediciones piratas, y otros medios, en diversas partes de paneta. Todo ese universo rebasa e acance de este modesto artícuo, una somera aproximación a ese segmento de consumo mundia de ibros sobre Cuba pubicados en ingés, que nos provee Amazon.com. Accesibe soamente por Internet en todas partes de mundo, Amazon.com es una exitosa empresa. Su negocio consiste en vender ibros, y e es más fáci persuadir a posibe comprador de uno de eos si e informa que ya muchos otros ectores también o han comprado. Reaiza una promoción de un producto de moda. «Si quieres saber de Cuba, o que ee todo e mundo angoparante es...». Amazon.com e permite a ector indagar sobre os ibros que más ha vendido best seers y precisar un tema o un país. E 16 de juio de 2006, aucinando por e caor, se me ocurrió preguntare a Amazon.com cuáes eran os ibros sobre Cuba que más vendía. Este sitio web actuaiza sus informaciones cada hora, de manera que as istas de datos en este artícuo son efímeras: e mercado cambia a veces minuto por minuto, tanto a demanda como os precios. Además, en mercados reativamente pequeños como e de a venta eectrónica de ibros sobre Cuba, a veces a soa compra de un par de eos cambia su rango. Por ejempo, e número 84 en a ista de os más vendidos sobre Cuba era Censos, padrones y matrícuas de a pobación en Cuba, sigos XVI, XVII, y XVIII. La obra presenta os nombres de as personas inscritas en os padrones municipaes en distintos años de esos tres sigos. Aunque puede tener aguna utiidad geneaógica, supongo que se vendió por pura curiosidad. Una imitación mayor es que Amazon.com vende sus ibros, no os presta como si fuera una bibioteca, y por tanto en este anáisis se introduce un sesgo: se trata de un ector de case media con suficiente educación y dinero para poder interesarse en os ibros y compraros. Por tanto, me concentraré en a caracterización de as grandes tendencias. Prestaré particuar atención a os textos sobre ciencias sociaes e historia, y dejaré a otros os comentarios sobre noveas, cuentos y anáisis iterarios. 199

2 Jorge I. Domínguez Qué ibros en ingés se compran sobre os vecinos de Cuba en Amazon? Comencemos con una comparación con dos vecinos de Cuba: qué ibros vendía más esa empresa, en ese mismo momento, sobre México y Repúbica Dominicana? En este mundo amazónico virtua, os tres países se refejan de modos muy distintos. Amazon.com incuía en su archivo casi ibros sobre México, pero soamente unos sobre Repúbica Dominicana. La ista sobre Cuba contaba con casi ibros. Los dos títuos que se vendían más sobre Repúbica Dominicana eran guías de turismo, pubicadas en os útimos meses, a tiempo para e mercado turístico de verano de Otros cuatro de os primeros diez ibros más soicitados sobre ese país estaban dedicados también a mercado turístico mapas, fotografías y viajes. Los restantes cuatro señaaban otras tres dimensiones de a Repúbica Dominicana contemporánea: su diáspora, e mundo de os negocios y su historia naciona. E tercero más vendido era un manua de cocina tradiciona, dedicado a esa parte de a diáspora dominicana que dejó de habar en casteano, pero e sigue gustando e sancocho y os gandues. Y e octavo era a exceente obra The Dominican Americans (The New Americans), pubicada en 1998 por Sivio Torres-Saiant y Ramona Hernández, que comenta a experiencia de a diáspora dominicana en os Estados Unidos. E quinto más vendido fue a mejor historia de a Repúbica Dominicana que existe en ingés, The Dominican Repubic: A Nationa History, pubicada en 1998 por Frank Moya Pons. Y e noveno fue una guía para inversionistas internacionaes: Dominican Repubic Business Law Handbook. Cómo se compara con México? Los dos primeros ibros, así como e cuarto, más comerciaizados por Amazon.com eran guías para ciudadanos de os Estados Unidos que pensaban comprar una casa o condominio en México, ya sea como ugar de vacaciones o para jubiarse. Otros cinco eran guías turísticas (paisajes, pirámides y pájaros). Los que ocupaban e octavo y noveno ugar, eran a compiación histórica The Mexico Reader: History, Cuture, Poitics, preparada por Gibert Joseph y Timothy Henderson, y e anáisis de proceso de democratización en México, de os periodistas Samue Dion y Juia Preston, Opening Mexico: The Making of a Democracy. Tanto en e caso dominicano como en e mexicano, soamente dos de os diez ibros más vendidos poseían una cierta seriedad de anáisis. En ambos casos, prçacticamente todos en a ista se habían pubicado a partir de Evidentemente, e principa púbico consumidor es e turista, y a mayor diferencia temática entre os compradores angoparantes, entre México y Repúbica Dominicana, fue a superior confiabiidad de México como un país donde se pueden comprar bienes raíces. Qué ibros en ingés sobre Cuba se compran más? Los dos ibros más vendidos por Amazon.com sobre Cuba también son guías turísticas y fotográficas de país, igua que otros tres entre os primeros diez, mientras e sexto es una breve historia de Cuba, también diseñada principamente para informar a turista que busca eer ago, aunque poco, de ugar que va a visitar. Como país antiano, cuya recuperación económica a partir de os 90 se expica principamente por su desarroo turístico, no es sorprendente que su perfi bibiófio sea idéntico a de México y Repúbica Dominicana. Como en os dos casos anteriores, dos de os diez más vendidos sobre Cuba resutan obras serias. Uno es a compiación histórica The Cuba Reader: History, Cuture, Poitics, preparada por Aviva Chomsky, Barry Carr y Pamea Smorkaoff, pubicado con títuo casi idéntico en a misma serie editoria que e ya citado sobre México. Posee a importante virtud, ausente en casi os cien ibros más comerciaizados sobre Cuba por Amazon, de reproducir textos de autores cubanos, tan variados y de criterios tan distintos sobre os mismos temas, como e dirigente comunista Ursinio Rojas y e magnate azucarero Savador Rionda (ambos de os años 40); Nancy Morejón y Caros Moore (temas afrocubanos), o Roberto Fernández Retamar y Guiermo Cabrera Infante (cutura). E otro es Cuba on the Verge: An Isand in Transition, una compiación de magníficas fotografías e interesantes ensayos sobre temas cuturaes, coordinada por Terry McCoy, Wiiam Kennedy y Arthur Mier, diseñada principamente para destacar su aspecto visua. Trata temas como a poesía, a identidad afrocubana, e sexo, e campo, as ruinas y as restauraciones, os paisajes, e exiio y a espirituaidad y, por e reconocido dramaturgo Arthur Mier, Fide Castro en scène. Por otra parte, ninguno de estos es una guía para inversionistas, ya sea de bienes raíces o de industrias, u otras actividades productivas. E tercero es una novea sobre un tema quinceañero, por Nancy Osa, y e cuarto (e único que indica ago que quizás no funcione bien en Cuba) es This is Cuba: An Outaw Cuture Survives, por Ben Corbett, a que me referiré más adeante. En resumen, tras una primera mirada, o más notabe es su parecido con os países vecinos: predominan abrumadoramente os ibros escritos para turistas, y se 200

3 incuyen un par de textos serios de historia, que probabemente son utiizados en cursos universitarios. Sin embargo, si ampiamos e horizonte y nos fijamos en os cien ibros sobre Cuba más vendidos, e panorama cambia: soamente doce de os siguientes noventa ibros estaban dirigidos específicamente a turistas. Soo ocho de os cien eran noveas o coecciones de cuentos. La compejidad socia y poítica de Cuba se observa, por tanto, no en os ibros de venta reativamente masiva, sino en otro púbico ago más seecto y reducido sin ovidar a principa diferencia bibiófia, ya mencionada, entre Cuba y os otros dos países: a ausencia de ibros para inversionistas. De ahí e títuo de este artícuo. Una gran parte de os ibros más vendidos en ingés sobre Cuba tiene sus raíces en e interés por ago de a Isa: sus sonidos musicaes, su gente, su representación visua, no su potencia comercia o inversionista para as compañías abreviadas en «.com». Una cutura interesante Desde La Giradia, joya de Castio de a Rea Fuerza que guarda a puerto de La Habana, hasta e más convenciona Hote Meiá en Varadero, cuatro sigos de arquitectura en Cuba se refejan en as beas fotos de Cuba: 400 Years of Architectura Heritage (1997), con e rango 35 en a ista de Amazon.com. Otra exceente coección de fotografías de casas residenciaes de diverso diseño arquitectónico, desde un bohío hasta e Paacio de os Capitanes Generaes en a Paza de Armas, se presenta en The Houses of Od Cuba, en e ugar 38. Úti, aunque menos impresionante que os anteriores, es también e número 18, Living in Cuba. Una versión biográfica de este tipo de obra es Hemingway in Cuba, bajo os auspicios de a famiia Hemingway, que también combina texto y fotos (posición 20). E mejor de estos títuos de proyección visua es e sensaciona Art Cuba: The New Generation (2001), e cua, apoyado por a Fundación Ludwig de Cuba, incuye a obra artística de productores reativamente jóvenes, provenientes de todas partes de país, y refeja una heterogénea y estimuante variedad de estios, temas, motivos, coores y características. Entre a provocación visua y e estímuo inteectua, e ibro recoge e vigor y dinamismo cutura de Cuba, que amerita atención, estudio y promoción. Dos de os tres textos sobre música, entre os primeros cien amazónicos, no intentan presentar a música cubana como surgida de una seva tropica. Cuba and Its Music: From the First Drums to the Mambo (2004), de Ned Sobette, es una historia de a música cubana desde os taínos y os escavos africanos hasta Dámaso AmaCubaZonSinCom o qué ibros vende Amazon.com sobre Cuba? Pérez Prado, Ceia Cruz, y Benny Moré. Por su parte, Rumba: Dance and Socia Change in Contemporary Cuba (1995), de Yvonne Danie, es una detaada y vaiosa investigación académica, que me revea o poco que sé sobre un tema que creía conocer. Trata sobre a rumba, os rumberos, os eementos estéticos, simbóicos, cuturaes, os aspectos técnicos y visuaes, sin ovidar que uno de os propósitos principaes de a rumba es divertirse. E tercer títuo sobre este tema es, verdaderamente, un texto de ujo, en mi criterio e mejor ibro académico pubicado sobre Cuba en os Estados Unidos en 2006: Music and Revoution: Cutura Change in Sociaist Cuba, de Robin D. Moore, pubicado por University of Caifornia Press. No es meramente un ibro sobre música. Estudia os cambios cuturaes a partir de 1959, tomando en serio cuestiones de estética, antropoogía, ciencias poíticas y temas afines. Anaiza en detae asuntos como as instituciones, iniciativas y poíticas vincuadas con e arte y a música. Expica o que denomina a «poítica de cómo uno debe divertirse». Considera tanto e fokor afrocubano, en términos generaes, como a música sacra afrocubana en particuar. Bien investigado, pensado y escrito, es un ibro para todos os tiempos. Tomando en cuenta estos títuos, no sorprende que haya tantos que quieran turistear. Los «humbodistas» Aejandro von Humbodt inventó e turismo inteectua en Cuba. Su obra resutó ser pionera de género de producción iteraria sobre Cuba que más vende hoy Amazon.com: e viajero que, enamorado de Cuba, pubica un ibro donde observa, toma nota y narra sus experiencias, vivencias y observaciones. Humbodt visitó Cuba en 1800 y 1801, extendiéndose en sus investigaciones científicas y socioógicas. No tiene este sitio web descendientes directos de von Humbodt en su ista. No existe otro autor que combine e cariño germánico a país con su amor a a ciencia. Pero retendré su memoria amándoes «humbodistas» a estos ibros, de os cuaes cito soamente seis ejempos de os muchos de este tipo entre os cien más vendidos. E cuarto ibro es e primer ejempo de un «humbodista», obra de un visitante perspicaz que narra su vivencia. Ben Corbett, autor de This is Cuba: An Outaw Cuture Survives (2002), nos comunica e contenido de su ibro por os títuos, en casteano, de varios capítuos: «Patria o muerte!», «Turismo o muerte», «La coa cubana», «Viva Buena Vista», «Jineterismo», «La bosa negra» y «Cubanidad». Corbett subraya que as eyes, reguaciones, y mútipes prohibiciones en medio 201

4 Jorge I. Domínguez Aqueos ibros que exponen e arte y a arquitectura, a música y a danza, as fotografías de a gente y de os gobernantes cubanos, cumpen una importante misión de difusión, principamente en os Estados Unidos, pues e gobierno de ese país es permite a pocos estadounidenses visitar Cuba. de a escasez de productos de consumo, generan una cutura de a iegaidad. Su amor por Cuba es más bien admiración por a capacidad de su puebo para «resover» como sea. Una buena muestra «humbodista», con rostro menos cínico, resuta Es Cuba: Life and Love on an Iega Isand, de Lea Aschkenas, pubicado en 2006, que ocupaba e onceno ugar e día de mi investigación. En este caso, a iegaidad no se refiere a posibe comportamiento de os cubanos, sino a a poítica de gobierno de os Estados Unidos, que prohíbe e turismo de sus ciudadanos en a Isa. Varios de os títuos de sus capítuos están también (más o menos) en casteano, y revean e sabor de texto: «Los cubanos son candea», «E bombo», «E Latin Lover», «E boqueo interno», «Como ser negro y no morir en e intento». La autora se enamora no soamente de Cuba, sino además de un cubano, con quien se casa y regresa a Caifornia. A o argo de días y noches románticas, a veces con excesivos estereotipos, comenta os ogros y os fracasos, os motivos de optimismo y de frustración, de os miembros de una nación en su quehacer cotidiano, y trata con sensibiidad temas como a emigración y as reaciones raciaes. Otra versión de humbodismo, que se aproxima más a un ibro de viajes, es An Innocent in Cuba, número 30 en a ista de Amazon.com, de canadiense David McFadden, autor de obras basadas en e mismo mode, como An Innocent in Ireand y An Innocent in Scotand. Los títuos de diversos capítuos nos señaan su propósito «E camino rumbo a Baracoa», «De Baracoa cruzando e Toa rumbo a Moa», «Una tarde en Hoguín», «Amanecer en Bayamo». Mantiene un afán de apurada cobertura geográfica, que, por supuesto, impide disponer de tiempo necesario para perder a inocencia. Otros, en cambio, sí a perdieron, como o indica e títuo de ibro Ay, Cuba! A Socio-Erotic Journey, de Andrei Codrescu, número 56 en a mencionada ista. E autor nos comunica a duración de su investigación con precisión matemática: doce días, un caso diario. Lo mejor de ibro es su títuo. Un ejempo casi «humbodista» o constituyen as memorias de profesor Román de a Campa, Cuba on My Mind: Journeys to a Severed Nation (2000), que ocupa a posición 22. De a Campa reata su emigración mediante e programa Peter Pan, sus experiencias de maduración persona y profesiona, y finamente su rencuentro con Cuba mediante os viajes reaes e imaginarios a as mútipes Cubas que é conoce de as cuaes soo una es una isa, desde 1977, como miembro de a Brigada Antonio Maceo. A primera vista, e ibro refeja e más simpe «humbodismo»: fui, vi y cuento o que me pasó. Pero e suyo no fue un mero viaje a un país que hasta entonces desconocía. A diferencia de otros representastes de esta categoría, a intimidad persona de a narración de Román de a Campa comunica más eficazmente su amor por una Cuba que existe principamente en su imaginación, consciente de taras y errores, de ogros, y esperanzas de más ogros. Es e más conmovedor entre estos títuos. Por útimo, e más fie a a tradición de von Humbodt, por o meticuoso de todas sus observaciones, es Cuba Diaries: An American Housewife in Havana (2002), de Isadora Tattin, en a casia 13. La autora escribe bajo un pseudónimo, aunque su estancia no fue exactamente anónima e invitado de honor en una de as fiestas en su casa fue e Presidente de Consejo de Estado, anécdota que narra (pp ). Sin embargo, no es principamente un ibro sobre temas poíticos, aunque a famiia tiene dos mascotas amadas Embargo y Boqueo, y uno de os emas pintados en una pared que reproduce en a página 176, quizás con escepticismo, es «Yo Ì mi CDR». Este diario de una autocasificada ama de casa sobre su experiencia vivencia en La Habana, entre 1993 o 1994 y 1996, haba de todo, desde cómo no confundir e serrucho con a picúa en un mercado en dóares, hasta su aprendizaje de a diferencia entre os conceptos de «conseguir» y «resover» (p. 72). Su atención a detae, su capacidad de síntesis, su autodiscipina y sutieza, merecen e primer premio entre os «humbodistas». Los «transitóogos» A partir de 1990, emerge una nueva industria en a producción de ibros y artícuos sobre Cuba en os Estados Unidos. Los «transitóogos» intentan 202

5 pronosticar os procesos de cambio de régimen poítico, socia y económico en Cuba, en agún momento de su futuro. Comento tres títuos que merecen atención por su aporte a ta refexión. E primer autor, Mark Facoff, es investigador en e American Enterprise Institute, de corte conservador; e segundo, Edward Gonzaez, o es en a Rand Corporation, entidad inteectuamente autónoma financiada principamente por e Ministerio de Defensa de os Estados Unidos. E tercer autor, Brian Late, se autoidentifica en su próogo como aguien que comenzó a trabajar sobre Cuba en juio de 1964, como anaista de a CIA, y décadas después fue designado Nationa Inteigence Officer for Latin America (o sea, e anaista principa de a CIA sobre e continente). No es preciso compartir e anáisis, os criterios o as concusiones de estos autores para reconocer que han encarado con seriedad profesiona a tarea que se pantean en sus textos. Mark Facoff, amazónico 68, esquiva e tránsito de régimen poítico en Cuba, the Morning After: Confronting Castro s Legacy (2003), ya que se ubica en agún momento futuro, desde donde examina a historia de os útimos cien años. «La sombra de pasado», su primer capítuo, cuenta a historia compartida entre Cuba y os Estados Unidos durante e período repubicano. Discute, además, temas vigentes en as reaciones biateraes, como a inmigración y a ucha contra e tráfico de drogas, en torno a os cuaes os gobiernos actuaes de ambos países cooperan eficazmente de diversas maneras aunque imagina agún futuro gobierno de Cuba con menos interés y capacidad de hacero. Añorará agún posterior gobierno de os Estados Unidos a buena cooperación sobre estos temas con e actua Estado cubano? Facoff también aborda en detae os egados también ineudibes de pasado, cuya importancia actua es simpemente atente o potencia: os diferendos en reación con as propiedades de empresas y ciudadanos norteamericanos expropiadas en , e futuro de a base estadounidense en a bahía de Guantánamo, y as características de desarroo turístico de Cuba una vez que se pueda viajar fácimente entre os dos países. Cuba After Castro (2004), de Edward Gonzáez, e número 92 de mercado virtua, constituye una síntesis de un proyecto de investigación de mayor envergadura. A diferencia de ibro de Facoff, se abstiene de comentar temas pertinentes para e estudio de as reaciones entre Cuba y os Estados Unidos, así como posibes detaes de a forma de egar de presente a futuro que e concierne. Gonzáez enfoca os grandes tópicos de a vida naciona que requerirían atención en cuaquier futuro de Cuba: e cambio de AmaCubaZonSinCom o qué ibros vende Amazon.com sobre Cuba? a estructura demográfica, e envejecimiento de a pobación y sus impicaciones para a asignación de os recursos de a economía; as reaciones raciaes bajo e impacto de as desiguadades agudizadas durante e amado Período especia; e maestar y a enajenación entre diversos jóvenes; e egado de a panificación centraizada de a economía y a baja productividad de a fuerza de trabajo, a pesar de su muy ato nive de educación; y a necesidad de una reestructuración industria cuando se observa mucha tecnoogía obsoeta, baja eficiencia y débi competitividad industria en e marco internaciona. Aunque no se comparta su enfoque, este resuta abarcador y preciso en os probemas que pantea, no discutidos suficientemente. E ibro After Fide: The Inside Story of Castro s Regime and Cuba s Next Leader, de Brian Late, ocupa e rango 25 entre os más vendidos sobre Cuba, o que o hace e best-seer entre os «transitóogos». Es un estudio de psicoogía poítica apicada a as personaidades de Fide y Raú Castro. Presta particuar atención a os años 40 y os 50, y cubre con gran detae a información púbica no eí nada que justifique particuarmente e «Inside» en e subtítuo conocida durante as útimas cuatro décadas. Si bien es un ibro ameno y bien escrito, su propósito es cínico, anaítico, con un ampio cauda de información. E texto se centra en a caracterización de a figura de Raú Castro. Es menester señaar que estos «transitóogos» no hacen denuncias, ni presuponen que a Cuba prerrevoucionaria fue perfecta y que a posrevoucionaria sería un paraíso terrena. No poseen tampoco una visión benigna de futuro de a poítica de os Estados Unidos hacia Cuba. No son irrespetuosos; ni profetas que pregonan as virtudes inmacuadas de as compañías mercanties. Está caro que no simpatizan con e actua gobierno de Cuba, pero sus ibros refejan su interés por a experiencia histórica de a Isa, a a que e han dedicado muchos años de abor profesiona. Las poémicas Sorprendentemente, son pocos os títuos entre os cien de mayor venta en Amazon.com cuyo principa intento es poemizar, y ninguno de eos figura entre os treinta más soicitados. E primero es de Caros Aberto Montaner, Journey to the Heart of Cuba: Life as Fide Castro (2001), rango 31, que presenta su interpretación de a historia de Cuba, incuyendo temas como «Gusanos, homosexuaes, y e Hombre Nuevo», así como «La anatomía de terror». 203

6 Jorge I. Domínguez Montaner es un intenso poemista, que domina e oficio de periodista. E segundo títuo tiene un tono marcadamente persona: Castro s Daughter: An Exie s Memoir of Cuba, de Aina Fernández, pubicado por primera vez en 1998, pero todavía en venta, con e rango 67 en juio de Cuba Confidencia: Love and Vengeance in Miami and Havana, de Ann Louise Bardach, toma su eje narrativo de conficto sobre e diferido retorno a Cuba de niño Eián Gonzáez. Expora y critica e comportamiento poítico de aquea parte de a comunidad de origen cubano en Miami que intenta impedir a devoución de este niño a su padre. E único de os cien más vendidos, en ingés, que asume a intención expícita de defender a gobierno cubano es Cuba: A Revoution in Motion, de canadiense Isaac Saney. Este concuye que a estabiidad poítica en Cuba se produce gracias a as características democráticas de sistema poítico cubano, cuya experiencia de participación popuar cotidiana excede a a de os países de Atántico Norte (pp. 87-8). Merece notarse que en e rango 62 se vende (soamente en casteano) e ibro de Germán Sánchez, Cuba y Venezuea, pubicado por e Instituto Cubano de Libro y distribuido en os Estados Unidos por Ocean Press. Presenta a visión cubana sobre as reaciones entre Cuba y Venezuea, y ofrece un úti cauda de información. E útimo entre os que poseen una intención poémica es e de un campeón de a bura iteraria, cutura, socia, y poítica: Guiermo Cabrera Infante. Su coección de ensayos Mea Cuba (1994) seguía ocupando e rango 52, doce años después de su pubicación inicia. Cabrera Infante se ríe de todo, desde e encuentro de Coón con os taínos hasta e de Aejo Carpentier con a etra «r». Aborda temas más serios, como a prisión y su visión de exiio, si bien reserva sus imprecaciones más notabes a discutir e pape poítico de Fide Castro. Aunque estemos en desacuerdo con é sobre todo o que escribe, a ectura de sus textos nos recuerda que su puma fue un ujo de as etras cubanas de a segunda mitad de sigo XX. Los ibros de historia de Cuba: Pérez y más Pérez? Los ibros de «transitoogía» se refieren a una Cuba que, a grandes rasgos, no existe. Los de os poemistas uchan entre visiones contrarias de una nación. Es menester reconocer un grupo importante de títuos que optan por presentar a historia de Cuba ta cua. Por supuesto, cada historiador presenta su propia interpretación, pero estos textos se distinguen fácimente de aqueos que hacen hincapié en a poémica o a «transitoogía». Treinta y cinco años después de su pubicación inicia, a magna obra de Hugh Thomas, Cuba, or the Pursuit of Freedom (1971), seguía ocupando e número 47, a pesar de sus páginas o quizás gracias a su precio amazónico de $20,69, que, sensaciona ganga, sae a poco más de un centavo de dóar por página. Héroe internaciona de trabajo entre quienes escriben historia de Cuba, Thomas cubre todo o acontecido desde a toma de La Habana por os ingeses (1762) hasta a gran zafra de 1970; desde e conde de Abemare Amirante y Lord de a fota británica, hasta Monseñor Zacchi, embajador de Vaticano en os 60. No menos asombrosa es a permanencia en a ista de os más vendidos de Cuba: The Making of a Revoution (1968), de Ramon Eduardo Ruiz. Fue e primer ibro pubicado en os Estados Unidos, en os 60, que se prestaba para a docencia universitaria ponderado, bien informado, ajeno a a gritería, aejado de tesis conspirativas, cercano a proceso cubano e imparcia en su presentación. Confieso mi sorpresa por e número 76: Anagó, vocabuario ucumí: e yoruba que se haba en Cuba, de Lydia Cabrera, pubicado originamente en La Habana en 1957, aunque a versión de Amazon, en casteano, apareció en os Estados Unidos en E interés por os temas afrocubanos excede o reigioso, o simbóico, o cutura, o o dramático, e incuye un intento serio de recuperar y comprender e idioma. Tres de os ibros de historia más popuares tratan sobre a presidencia de John Kennedy y su reación con Cuba. Uno, de Lawrence Freedman, notabe especiaista británico en cuestiones estratégicas, compara e comportamiento de ese gobierno estadounidense en os cuatro casos que identifica e subtítuo, Kennedy s Wars: Berin, Cuba, Laos, and Vietnam (2000). Para investigadores con particuar interés sobre a Isa, sin embargo, mucho más úti es a exceente obra de Peter Kornbuh, Bay of Pigs Decassified: The Secret CIA Report on the Invasion of Cuba (1998), un producto de proyecto de descasificación de documentos de gobierno de os Estados Unidos que ha sido una oabe tarea de os Naciona Security Archives, una organización no gubernamenta a a que Kornbuh se vincua. E merecido campeón de os ibros amazónicos, sin embargo, es e profesor Louis A. Pérez, Jr., de a Universidad de Caroina de Norte-Chape Hi, e único autor sobre cuaquier tema referente a Cuba que ubica tres de sus ibros entre os cien que conforman a ista anaizada. Exijo a mis estudiantes a ectura de su magnífico texto Cuba: Between Reform and Revoution, ya en su tercera edición. Los otros en esta seección de Amazon son The War of 1898: The United States and 204

7 Cuba in History and Historiography y Cuba and the United States: Ties of Singuar Intimacy. Limito mi comentario a este útimo que aborda a naturaeza genera de as reaciones entre Cuba y os Estados Unidos. Como siempre en os ibros de Pérez, hay un manantia de información derivada de innumerabes archivos y otras fuentes. Es una prosa cara, accesibe y precisa. Derivo cuatro argumentos de mi ectura. E primero, ubicado a fines de sigo XIX, es que os cubanos optaron por a norteamericanización (es decir, asimiación de importantes eementos de a cutura estadounidense) para diferenciarse de a cutura y e poder coonia españoes: béisbo sí, corridas de toros, no. Segundo, Cuba abrazó ese proceso de norteamericanización como su camino hacia a modernidad. Tercero, según Pérez, os cubanos tardaron en darse cuenta de que a percepción de os norteamericanos sobre eos distaba mucho de a que hubieran preferido. Y cuarto, ese proceso impidió que os cubanos se preparasen para vivir en Cuba: «Estaban preparados para vivir en un mundo que no existía, a menos, no en Cuba» (p. 254). Estos son argumentos debatibes, por supuesto, pero hay que eerse a Pérez para comprender e vaor de su aporte. Finamente egamos a os ibros sobre Cuba que ocupan os rangos 99 y 100. Son The Cuba Reader: The Making of a Revoutionary Society (1989), compiación reaizada por Phiip Brenner, Wiiam LeoGrande, Donna Rich, y Danie Siege, y Cuba: A Short History (1993), antoogía de Lesie Bethe sobre a base de os capítuos sobre Cuba ya pubicados en os diez voúmenes de a Cambridge History of Latin America. Aparte de compartir e sótano, poseen una característica adiciona común. Ambos incuyen un capítuo mío. Mi éxito comercia es muy discutibe. Iconos Entre os cien ibros sobre Cuba más vendidos por Amazon, pocos días antes de 26 de juio de 2006, dos merecen mención especia. E rango 59 o ocupa Cuba, de Aberto Korda, con e despiegue en a portada de su icónica foto de Ernesto Guevara, tomada hace décadas, incorporada a as camisetas juvenies en toda a faz de a tierra. Y en e rango 98 encontramos otro AmaCubaZonSinCom o qué ibros vende Amazon.com sobre Cuba? exceente ibro de fotos, Fide s Cuba: A Revoution in Pictures (1998), que presenta una de as mejores coecciones de fotografías de Fide Castro a o argo de período La Cuba que se vende incuye, por tanto, a representación visua de as figuras cave de a construcción de a revoución. Concusión La reaparición de turismo masivo en Cuba a partir de os años 90 transformó e perfi de a producción y venta de ibros en ingés sobre a Isa. Ya os escritos para turistas ocupan escaños hegemónicos en a ista de ventas. Si bien os «humbodistas» poseen acurnia y presencia en a producción editoria después de 1959, e auge turístico es ha proporcionado un nuevo aiento y un mayor mercado. La representación importante en a ista Amazon de ibros de Historia nos señaa que también existe un púbico significativo en as universidades, que ee sobre Cuba y se empeña por conocer más su pasado y su presente, y comparte e deseo de muchos por conocer su futuro. Los textos con intención poémica han sido parte fundamenta de a producción iteraria de útimo medio sigo, y siguen ocupando rengones importantes, aunque no predominan en e mercado de ibros. Una parte de su espacio o ocupan os «transitóogos», novedad en a producción iteraria de os útimos años. Aqueos ibros que exponen e arte y a arquitectura, a música y a danza, as fotografías de a gente y de os gobernantes cubanos, se han incorporado a mercado sobre Cuba por mucho tiempo. Cumpen, sin embargo, una importante misión de difusión, principamente en os Estados Unidos, pues e gobierno de ese país es permite a pocos estadounidenses visitar Cuba. Estos ibros dan a conocer o desconocido. Amazon.com ama principamente su negocio, pero permite, además, amar a Cuba desde a distancia.,

8 En esta sección se pubican opiniones de nuestros ectores contenidas en cartas y otras comunicaciones dirigidas a a Redacción, y otros textos de interés. 14 de agosto, 2008, Querido Rafae Hernández: Me egó Temas. Muy interesante, nos acerca a a amada patria y a su reaidad actua. Los feicito. Sigan adeante. [...] Hemos estado físicamente ejos de a reaidad cotidiana de nuestro amado terruño, pero eso no nos ha impedido sentiro en e corazón. Cada probema, cada dura tarea, cada sacrificio de nuestro puebo, en e difíci Período Especia, nos hacía redobar nuestro esfuerzos, nos hacía mirar y cumpir e deber con más caridad, con más senciez. A 10 años de injusto encierro, es digo: no hay diferencia entre nuestro deber aquí y e deber de cada cubano aá [...] Las tareas son distintas, unas más compejas que otras, pero en e fondo tenemos todos que funcionar como uno soo, como nos dijo Martí. Un fuerte abrazo de os 5 a todo e coectivo. Antonio Guerrero Rodríguez En un artícuo tituado «E sociaismo cubano y a diaéctica de su imposión», firmado por Roberto Cobas y pubicado en e sitio Kaos en a Red, e 17 de agosto de 2008, se afirma o siguiente: «La ausencia de intercambio abierto de ideas fuerza sobre a reaidad cubana en Cuba parece perseguir e objetivo de convencer a todos que todo debate trascendente está cerrado por decreto no pubicado. No obstante todos sepamos que a respiración contenida iimitadamente hace estaar os pumones de todo o humanamente morta. Las señaes de mutismo generaizado brotan por doquier. La revista Temas cubana acaba de cerrar e acceso ibre a su sitio eectrónico y siguiendo a moda de pensamiento rentado, nos conmina a pagar para tener derecho a informarnos sobre as ideas de pensamiento socioógico y poítico cubano que en sus páginas ve a uz. Se nos antoja una amarga ironía a todos os que coaboramos de una forma u otra con un proyecto de información y comunicación de izquierda y anticapitaista de ibre acceso, es decir, de acceso y participación democrática, como e de Kaos en a Red, que sin mediación de saarios ni subvenciones expone sus ideas comprometidas con a causa de a Revoución cubana». No es poítica editoria de Temas responder a críticas de esta índoe, ni es nuestra intención empezar a hacero ahora. La acaración que haremos a continuación está dirigida a orientar a nuestros ectores en reación con e acceso a a edición digita de a revista. Como todos os cubanos, e incuso muchas otras personas en e mundo saben, a capacidad de a conexión naciona con Internet en a Isa presenta imitaciones técnicas, que, junto a as también conocidas reguaciones financieras internacionaes impuestas por e boqueo de os Estados Unidos, hacen muy difíci o que en otras partes no o es tanto: distribuir y acceder a una pubicación digita mediante suscripción. A partir de diciembre de 2005, ogramos coocar a coección competa de Temas en formato digita en e sitio donde estuvo disponibe gratuitamente en su totaidad hasta agosto de Durante este período, estuvimos trabajando en poner a punto e sitio, con e fin de dotaro de un buscador universa y otros aspectos técnicos de utiidad para nuestros ectores, así como de un mecanismo de cobros y pagos eficiente que permitiera hacer suscripciones onine desde cuaquier ugar de mundo. A partir de esa fecha, ha sido posibe acceder a sitio de Temas en os siguientes términos: 1. E útimo número de a revista está enteramente accesibe para cuaquier ector, quien puede registrar todas sus secciones, eer e incuso bajar cuaquier texto, así como revisar y copiar cuaquier imagen. Este número está accesibe gratuitamente hasta que sae e próximo. 2. Los usuarios que acceden desde e exterior pueden suscribirse a a coección desde e número 1 (1995) hasta e presente, o que es permite buscar por temas, títuo o autor, en toda a coección, eer y bajar cuaquier texto. Para esto, soo tienen que pagar una cuota anua de USD (30.00 USD más que e precio de a suscripción a a edición impresa, estabecido desde hace casi 14 años). 3. Los usuarios que acceden desde e territorio cubano, exactamente en as mismas condiciones que os anteriores, deben abonar CUP (pesos cubanos no convertibes) por e mismo servicio; es decir, pesos más que e precio estabecido desde siempre para una suscripción anua a a edición impresa de Temas. Para e que no o sepa o o haya ovidado, esta cifra de pesos cubanos equivae a 2.23 euros. Es úti recordar que a edición impresa de una revista es muy costosa, pues depende de factores como e número de ejempares, os precios variabes de os insumos, e transporte, etc. Soo a impresión de un número de Temas tiene un costo promedio de 2.63 USD por ejempar. Sin embargo, su precio de venta en Cuba ha sido siempre de pesos, es decir, 0.38 USD. De manera que a venta de suscripciones onine no soo permite que un ector en Japón o a India pueda acceder a a revista en a misma semana que se pubica, sino contribuye a sostener una pubicación no ucrativa cuyo costo anua, soo de impresión, asciende a más de USD. Haber conseguido este empeño de muchos años, y hacero que funcione, nos ena de satisfacción. Naturamente, como saben as diversas instituciones en Cuba y e mundo que nos han apoyado financieramente hasta ahora, desde e primer momento hemos estado abiertos a a cooperación, e incuso a soidaridad, de muchos que han querido ayudarnos, honestamente y sin condiciones. Respecto a o demás, nuestros ectores, como siempre, juzgarán con su propia cabeza. 210

9 Contrarrevoución en e Caribe: a CIA y os no. paramiitares 55: 57-72, juio-septiembre cubanos en de os Contrarrevoución en e Caribe: a CIA y os paramiitares cubanos en os 60 Jonathan C. Brown Profesor. Universidad de Texas, Austin. En febrero de 1965 e púbico cubano sintonizó un interesante programa teevisivo. Era e interrogatorio de cuatro infitrados capturados en as montañas cercanas a Baracoa, en a entonces provincia de Oriente. Un hombre destacado en a ucha armada contra Fugencio Batista había dirigido esta incursión. Eoy Gutiérrez Menoyo había pasado de revoucionario a contrarrevoucionario. Durante e interrogatorio teevisado, admitió haber desertado de Cuba a principios de 1961, y que a egar a os Estados Unidos había permanecido cuatro meses en un centro de detención de Texas. A a arga, aceptó a oferta de entrenamiento miitar de ejército norteamericano. Más adeante, se unió a a Agencia Centra de Inteigencia (CIA) para entrenarse en e manejo de exposivos y ametraadoras. Los interrogadores cubanos e preguntaron en qué había Ameia Fischer se desempeñó como asistente de investigación en a preparación de este articuo. E autor desea agradecer a Jorge Domínguez, Ana Covarrubias, John Turino, Mark Lawrence y Kart Weyand por sus refexivos comentarios en versiones anteriores de este artícuo. empeado as nuevas habiidades. Expicó que había organizado un grupo de combatientes contrarrevoucionarios, recaudado cincuenta mi dóares en a zona de Miami, comprado armas y embarcaciones y dirigido seis o siete ataques armados contra objetivos cubanos. Afirmó ser e íder de una aianza de organizaciones: e Segundo Frente Naciona de Escambray, Apha 66 y e Movimiento Revoucionario de Puebo. También e preguntaron cómo é y sus tres coaboradores habían ogrado obtener armas tan sofisticadas y estabecer bases en Bahamas, Puerto Rico y Repúbica Dominicana. Respondió que as autoridades norteamericanas, así como como as Fuerzas Armadas dominicanas, proporcionaron estos recursos. Le pidieron su opinión acerca de as organizaciones contrarrevoucionarias en e extranjero. «Maísima. Tienen una mora muy baja». Reconoció que sus hombres habían organizado ataques contra Cuba para recaudar fondos y que, sin ugar a dudas, «era posibe» que hubieran muerto personas inocentes. Respecto de ataque armado, Menoyo decaró: «Tuve que ir a muchas casas de campesinos. Eran muy hosties y en cuanto nos íbamos es contaban a as Fuerzas 57

10 Jonathan C. Brown Armadas que estábamos en a zona... Nos rodearon y nos capturaron e 23 de enero; entonces vi que cientos de obreros habían abandonado e trabajo, tomado as armas y saido a perseguirnos». 1 E programa parecía confirmar dos importantes argumentos que Fide Castro había estado repitiendo uego de tomar e poder en 1959: que os traidores como Menoyo estaban trabajando para a CIA y que as masas apoyaban a a Revoución. De hecho, durante os años 60, a denuncia de intervenciones armadas era un eemento característico en as reaciones caribeñas. Los grupos paramiitares actuaban desde Puerto Rico, Costa Rica, Nicaragua y Venezuea. Había abundantes pruebas de a compicidad de os Estados Unidos con estos contrarrevoucionarios en os chapuceros anzamientos aéreos hechos por a CIA a os guerrieros anticastristas de as montañas de Escambray y en e entrenamiento de os emigrados cubanos derrotados en Bahía de Cochinos. 2 La CIA prefería a tres grupos particuares dirigidos por hombres que habían participado en e derrocamiento de a dictadura de Fugencio Batista y que durante agún tiempo habían estado a servicio de Gobierno Revoucionario. Las tres agrupaciones aseguraban que Fide había traicionado a a Revoución. Estrictamente habando, soo os antiguos partidarios de Batista habrían deseado restabecer e viejo régimen o un gobierno simiar. Sin embargo, os batistianos recibieron escaso apoyo norteamericano para as actividades encubiertas, aunque a CIA os había recutado para e desembarco en Bahía de Cochinos. Tampoco se extraditó a Cuba a ningún batistiano que pudiera haber participado en abusos de os derechos humanos durante a dictadura. De todas maneras, os ex revoucionarios y os antiguos seguidores de dictador compartían dos objetivos: e derrocamiento de Fide Castro y a excusión de os comunistas. En un estudio oficia se egó a a concusión de que a principios de 1961 a CIA desarroó grandes capacidades para reaizar operaciones paramiitares contra Cuba. Se ha seeccionado a un considerabe número de cubanos y se es ha dado un entrenamiento intensivo en todos os aspectos de as actividades paramiitares, sabotaje y tácticas de comando [ ] Soo se ha empeado un pequeño porcentaje de persona entrenado. 3 En e presente artícuo se examinan dos asuntos: as razones por as cuaes e gobierno de os Estados Unidos apoyó en forma encubierta a a contrarrevoución y por qué esa poítica se tornó contraproducente. E gobierno toeró y, en agunos casos, pagó a os emigrados contrarrevoucionarios debido a que, a raíz de a invasión de Bahía de Cochinos, en abri de 1961, os dirigentes poíticos norteamericanos no habían ideado otra poítica factibe para derrocar e régimen comunista de Fide Castro. Los exiiados cubanos enaron este vacío poítico. En as operaciones encubiertas os emigrados buscaron pubicidad para sus hazañas, vioaron eyes internacionaes y a egisación norteamericana; amenazaron a os aiados de os Estados Unidos, y evaron a cabo actos de piratería y terrorismo. Con a esperanza de poder negaro todo, os funcionarios de a seguridad norteamericana renunciaron a controar a os contrarrevoucionarios cubanos cuyas desesperadas tácticas dieron a sus enemigos a supremacía mora. Por consiguiente, as actividades encubiertas de os comandos anticastristas más que socavar, reafirmaron e poder de Fide Castro. Fervor anticomunista en Miami La comunidad cubana en Miami vio mutipicarse muchos grupos efímeros que operaban agunos barcos de pesca y unas pocas armas con e objetivo de atacar barcos soviéticos e instaaciones miitares cubanas. Otros desembarcaban «infitrados», como os amaba a CIA (si bien Fide Castro os definía como «saboteadores»), cerca de La Habana o de as cadenas montañosas de a Isa. Los jefes de cuerpo de guardacostas, e FBI, a CIA, así como as autoridades de Miami y de a Forida sabían de esas actividades, porque os emigrantes se jactaban abiertamente de eas. A no tener recursos financieros para estabecer bases en terceros países, muchos grupos vioaron as eyes de neutraidad de os Estados Unidos y organizaron ataques armados directamente desde a Forida o Puerto Rico. Sin embargo, pocos fueron evados a os tribunaes. Agunos contrarrevoucionarios se esforzaron por atraer a atención de os agentes de fronteras y de os guardacostas, con fines pubicitarios. Los documentos de a presidencia dan fe de una gran cantidad de conspiradores a os que os funcionarios de gobierno es confiscaron armas y embarcaciones, muchas de as cuaes fueron devuetas a sus dueños. 4 De todos modos, en Miami, Nueva Jersey y Nueva York había decenas de grupos contrarrevoucionarios. Aí radicaban e Directorio Revoucionario Estudianti, os Cubanos Libres, e Movimiento Insurrecciona de Recuperación Revoucionaria, e Frente Unido de Liberación Naciona, e Movimiento Democrático Cristiano y a Federación Estudianti Universitaria. Ex partidarios de Batista crearon otros grupos, como a Confederación de Trabajadores de Cuba en e Exiio, e Movimiento Reaista, a Rosa Banca y a Luz de Yara. Además, dirigentes partidistas de os años 40, como Caros Prío Socarrás, Aureiano Sánchez Arango, Antonio «Tony» Varona y Raú Chibás, también 58

11 participaron en innumerabes conspiraciones anticomunistas. Los oficiaes de inteigencia de Departamento de Estado desestimaron por competo esas actividades. E FBI y a CIA utiizaban agentes e informantes hispanohabantes a fin de abrir expedientes sobre todos estos posibes combatientes, y contrataron persona biingüe para traducir a información. Los documentos de inteigencia enviados a a Casa Banca durante e gobierno de Lyndon B. Johnson citaban fuentes como «un destacado íder cubano en e exiio que antes ocupaba un cargo ministeria», «miembro de un grupo de emigrados cubanos entrenados en técnicas para recoger información», así como a un participante que «ha brindado información úti durante más de dos años». Ta vez agunos miembros de as comunidades cubanas radicadas en Miami y en Nueva Jersey brindaran información vountariamente con a esperanza de figurar en a nómina de gobierno. La CIA reveó pormenores acerca de a compra de armas y e entrenamiento candestino de misteriosos grupos que aseguraban tener protectores muy poderosos. 5 Agunos tuvieron ideas ridícuas. Varios paramiitares panearon invadir Haití o Guatemaa con a ayuda de conspiradores nacionaes, mientras que otros propusieron tomar e poder en esos países y convertiros en bases para atacar a Fide Castro. 6 La pubicidad, más que e secreto, parecía ser a táctica seguida por muchos grupos, sobre todo por aqueos con pocas posibiidades de éxito. Tad Szuc afirmó en The New York Times: Durante cinco años, estas «guerras» contra Castro originadas en Miami fueron as operaciones subversivas paneadas y efectuadas con mayor pubicidad en a historia de as fechorías internacionaes. Los íderes de a mayoría de os «grupos de acción» tienen una increíbe afición a as conferencias de prensa, así como a desmesurados e imaginativos reatos de hazañas que en forma aguna pudieron haber ocurrido. 7 Si os agentes norteamericanos conocieron os pormenores de esas conspiraciones, a red de espionaje cubana también os conocía. Agentes de Departamento de Seguridad de Estado (DSE) infitraron espías entre os que huían de Cuba, y periódicamente os agentes de a CIA ograban detectaros. De hecho, en 1964, Fide Castro reconoció en púbico que sabía todo o que tramaban os contrarrevoucionarios. 8 Las interminabes soicitudes de apoyo financiero suscitaron escepticismo y ambivaencia en muchos formuadores de poítica norteamericanos, o cua expica por qué tan pocos grupos recibían fondos. «En esencia, no considero que os exiiados cubanos tengan mucho que ofreceres a os Estados Unidos para ayudarnos en forma significativa a soucionar e probema cubano», afirmó e asesor de a Casa Banca Contrarrevoución en e Caribe: a CIA y os paramiitares cubanos en os 60 Gordon Chase. E asesor para a seguridad naciona, McGeorge Bundy, advirtió que e apoyo a a contrarrevoución hacía que os Estados Unidos parecieran hipócritas, sobre todo a tratar de que a OEA votara a favor de una condena a a Revoución cubana por patrocinar a os guerrieros que uchaban en América Latina. Por otra parte, observó: Tendremos que convivir con Castro un buen rato y [...] más vae que nos vayamos acostumbrando a a idea. A mismo tiempo quizás debiéramos mantener este rumbo desagradabe, entre otras razones, porque e hace a vida más difíci a Castro y aumenta igeramente as escasas posibiidades de que se destruya soo y o derroquen. 9 Otro asistente de a Casa Banca añadió: «Ta como están as cosas, parece estar convencido de que estamos vincuados a os ataques, o cua es cierto». 10 A pesar de escepticismo, se siguió apoyando a os contrarrevoucionarios hasta mediados de os años 60. Por qué? Porque uego de fracaso de Bahía de Cochinos y de a Operación Mangosta, dos proyectos de a CIA contra a Revoución, no existía ninguna otra poítica para eiminar a Fide Castro. Debido a as reservas de muchos funcionarios de gobierno de Johnson, a CIA optó por brindare fondos suficientes para operar desde e Caribe soo a tres de os numerosos grupos existentes. Los ideres de as unidades comando favorecidas no evaban e estigma de haber prestado servicios a a dictadura de Batista. Por e contrario, todos habían coaborado en a Revoución y en e gobierno provisiona. En e éxico de a seguridad norteamericana eran «iberaes». La CIA eigió a Eoy Gutiérrez Menoyo, a Manue Ray Rivero y, en especia, a Manue Artime Buesa como adaides de a contrarrevoución. 11 Sus reatos evidencian grandes gastos, cooperación con regímenes autocráticos de Centroamérica, a debiidad de a contrarrevoución en e extranjero y a fortaeza de régimen revoucionario cubano. Estas fuerzas anticastristas no asestaron gopes devastadores a a Revoución y a menudo coocaban a os formuadores de poítica de os Estados Unidos en una posición embarazosa. E guerriero experimentado E Segundo Frente Naciona de Escambray surgió en a ucha contra Batista. En 1957, Eoy Gutiérrez Menoyo era miembro de Directorio Revoucionario (DR), e brazo armado de movimiento de resistencia estudianti en a Universidad de La Habana. E DR tenía nexos con e Partido Auténtico de ex presidente Caros Prío Socarrás. Encabezado por José Antonio Echeverría, en 1957 constituía una amenaza más directa para a dictadura que e puñado de guerrieros de 59

12 Jonathan C. Brown Movimiento 26 de Juio (M-26-7) en a Sierra Maestra. E Directorio ideó a estrategia de gopear en a cima. E 13 de marzo de 1957, Caros Gutiérrez Menoyo dirigió e asato a Paacio presidencia con unos cincuenta hombres, pero e ataque fracasó. Hubo muchas bajas, incuidas a suya y a de Echeverría. A fina, Faure Chomón y Roando Cubeas, junto a otros sobrevivientes, se azaron en as montañas de Escambray. 12 Menoyo se separó de os demás y abrió un «segundo frente». Recutó a único norteamericano que egaría a acanzar os grados de comandante: Wiiam Morgan. Mientras as fuerzas de M-26-7 ograban e dominio miitar en a provincia de Oriente, os grupos de resistencia en Las Vias sobrevivían a duras penas. Ernesto Che Guevara egó a Escambray en octubre de 1958 con una coumna de Ejército Rebede de unos 140 guerrieros. Dos de os tres grupos guerrieros de DR se unieron a Guevara en a bataa de Santa Cara, que cayó en manos de os revoucionarios e hizo que Batista huyera de país e 31 de diciembre. 13 Gutiérrez Menoyo y sus aiados se sumaron entonces a as fuerzas armadas encabezadas por Fide Castro, que incuían miembros de 26 de Juio y eementos de ejército de Batista que no hubieran cometido atrocidades contra a ciudadanía. E comandante Gutiérrez Menoyo prestó servicios en a provincia de Las Vias. Aí frustró uno de os escasos ataques armados de partidarios de ex dictador evados a cabo después de a Revoución, en agosto de Ex oficiaes de Batista estabecieron contacto con é a fin de invoucraros en a conspiración. Paneaban coordinar a insurrección anticastrista con e aterrizaje de un avión cargado de batistianos procedentes de Repúbica Dominicana. Sin embargo, Morgan y Menoyo ayudaron a Ejército Rebede a capturaros y detuvieron a otros trescientos sodados de antiguo ejército. 14 Los servicios que prestaban a a Revoución continuaron hasta Cada vez que concedía una entrevista, Menoyo manifestaba su oposición a as amenazas que representaban os ex simpatizantes de Batista y su patrocinador, e dictador dominicano Rafae L. Trujio. No obstante, no denunció a os norteamericanos que daban refugio a os criminaes de guerra que favorecían a Batista. No criticó a os Estados Unidos por patrocinar a contrarrevoución aunque eso siempre estaba presente en os discursos pronunciados por Fide. E Segundo Frente Naciona de Escambray perdía infuencia en e seno de a Revoución. Menoyo anunció su icenciamiento y e de su brazo poítico, a Organización Auténtica. Afirmó que deseaba aunar a todos os eementos revoucionarios en «un soo movimiento con un programa común basado en os ideaes de Martí y en a esencia radica de a acción iberadora». 15 A fina, trasadó a agunos de sus seguidores de vueta a Escambray en púbica rebedía a a Revoución de Fide Castro. A fines de 1960, a embajada de os Estados Unidos estimó que unos seiscientos guerrieros anticastristas resistían en e Escambray y que apenas a mitad contaba con armas suficientes. Las primeras unidades de miicianos enviadas por e Gobierno Revoucionario a a provincia no pudieron contener a os rebedes. La rebeión o obigó a comprometerse seriamente en su eiminación. Durante a etapa inicia de ucha, a Revoución tuvo un mártir. En enero de 1961, os azados apresaron y ahorcaron a Conrado Benítez, joven maestro vountario. «Era pobre, era negro y era maestro. He ahí tres razones para que os agentes de imperiaismo o asesinaran», decaró Fide. 16 La invasión de Bahía de Cochinos, que se esperaba desde hacía tiempo en Cuba, aertó a as autoridades de peigro de que os infitrados reforzaran a os cuadros guerrieros de as montañas. A as fuerzas miicianas, que a pesar de sufrir grandes bajas habían impedido e estabecimiento de una cabeza de paya en Girón, se es asignó otra tarea: ser a tropa de choque de a campaña contra bandidos. Los especiaistas reconocen que a cantidad de azados había sido muy superior e incuido a muchos campesinos. Según fuentes de gobierno cubano, durante ese período egaron a operar hasta 180 bandas diferentes. Durante toda a campaña, a cifra de azados muertos o capturados egó a 3 500, y murieron quinientos miicianos. 17 La mayoría de as armas y provisiones anzadas en os paracaídas por aviones de a CIA, incuso antes de desembarco de Bahía de Cochinos fue interceptada. 18 En enero de 1962, Menoyo huyó de país por vía marítima y comenzó e interrogatorio de cuatro meses en Texas. Una vez egado a Miami, creó a organización Apha 66. E Movimiento Revoucionario de Puebo (MRP), Apha 66 y e Segundo Frente se especiaizaban en actividades de infitración y sabotaje. Menoyo propuso a a CIA e Pan Omega, que permitiría a esas organizaciones infitrar agentes armados en a provincia de Las Vias. É mismo encabezaría e primero de esos tres grupos. También e hizo saber que andaba buscando bases de entrenamiento en Yucatán, Panamá y Repúbica Dominicana, ahora que Trujio había sido eiminado. Anunció que recibiría apoyo financiero adiciona de Prío Socarras. 19 Menoyo aseguró que e Segundo Frente también tenía agentes vaiosos en Venezuea, donde e presidente Rómuo Betancourt, desafiado por guerrieros izquierdistas, aentaba as actividades anticastristas. Un integrante de Segundo Frente se reunió con e periodista de New York Times Herbert Mathews 60

13 Contrarrevoución en e Caribe: a CIA y os paramiitares cubanos en os 60 Los grupos paramiitares actuaban desde Puerto Rico, Costa Rica, Nicaragua y Venezuea. Había abundantes pruebas de a compicidad de os Estados Unidos con estos contrarrevoucionarios en os chapuceros anzamientos aéreos hechos por a CIA a os guerrieros anticastristas de as montañas de Escambray y en e entrenamiento de os emigrados cubanos derrotados en Bahía de Cochinos. con a esperanza de obtener pubicidad para sus actividades. 20 Quizás e Pan Omega no fuera tan coherente como decían. E Departamento de Estado informó que varios dirigentes de os grupos que coaboraban con Menoyo se sentían marginados, y que en Miami todavía quedaban personas receosas de Segundo Frente por haber traicionado a conspiración batistiana de No obstante, Gutiérrez Menoyo ogró e apoyo púbico de a comunidad de exiiados a organizar un boicot eficaz de os productos británicos en protesta por a venta de ómnibus a gobierno cubano. 22 Integrantes de a comunidad de inteigencia de os Estados Unidos manifestaron su aprobación a a «decidida» personaidad de Menoyo. En e Departamento de Estado era conocido como «e españo que se hizo ciudadano cubano en 1959 y [que] se reserva as opiniones y es hermético hasta un punto casi desconocido entre os cubanos». 22 Más adeante, os hechos irían minando entamente esta imagen de decisión y hermetismo. En mayo de 1964, cuando desapareció de a vista púbica, comenzaron a circuar, rápidamente, en a comunidad cubana de Miami, rumores de que Menoyo estaba en a provincia de Pinar de Río, con unos setenta combatientes que habían reunido armas y anchas rápidas en Venezuea y Repúbica Dominicana. 24 Agunos también especuaban que sus hombres estaban paneando un ataque aéreo a un buque mercante británico. Los agentes tuvieron noticias de as moviizaciones de efectivos cubanos y de movimiento de tanques y armamento pesado en Pinar de Río. Las fuerzas de gobierno informaron a muerte de unos azados contrarrevoucionarios en a Sierra de os Órganos. Los documentos de a CIA no acaran si Menoyo reamente había egado a Pinar de Río, huido a La Habana, o escapado en una embarcación, como insinuaban sus hombres. Durante os próximos seis meses, e Segundo Frente comenzó un período de introspección y reconstrucción. La estrategia seguida pasó de desembarco de muchos guerrieros a a creciente infitración de unidades pequeñas. Los expedicionarios debían partir de a base encavada en Repúbica Dominicana. E propio Menoyo encabezaría e primer grupo. Se ocutarían en as montañas durante un mes a fin de estabecer reaciones con a pobación campesina. Más adeante otras unidades pequeñas reforzarían a a vanguardia. Para e desembarco, Menoyo escogió as estribaciones de a Sierra Crista, cerca de Baracoa. Junto a tres hombres desembarcó poco después de 25 de diciembre de Los primeros informes procedentes de Miami exageraban os éxitos acanzados por os invasores, y se afirmaba que eran unos noventa hombres. E jefe de servicios de Segundo Frente en Miami se aprestaba a viajar a Nueva York para reunirse con Tad Szuc, a fin de dar pubicidad a os resutados acanzados por Menoyo. 24 La verdad era muy diferente. Las miicias obreras de a cercana ciudad de Guantánamo respondieron a amado de aerta y persiguieron a pequeño grupo de cuatro contrarrevoucionarios hasta que se rindieron. En La Habana, a agencia noticiosa Prensa Latina anunció a captura de Menoyo y sus tres cómpices. Fide Castro se personó en Baracoa. 25 Oficiaes de a base nava norteamericana de Guantánamo informaron de grandes concentraciones de efectivos en a zona. 26 Mientras tanto, a Casa Banca se apresuraba a formuar una decaración que negaba su compicidad con e grupo de Menoyo. Gordon Chase aconsejó que os Estados Unidos no intercedieran en su favor. Eo equivadría a admitir que este era un vaioso agente de a CIA en Cuba. 27 Esa es a razón por a que e gobierno de os Estados Unidos no hizo nada cuando a entrevista a os cuatro prisioneros por a teevisión. E reportaje se pubicó en a prensa norteamericana. Aí se citaba una decaración de Menoyo: «Estuve trabajando un tiempo con a CIA». 28 En Miami soo os grupos partidarios de Batista se regocijaron con a captura de os guerrieros de Segundo Frente. E resto comenzó a desmoraizarse. 29 Más tarde, un tribuna miitar condenó en Cuba a Gutiérrez Menoyo. Poco después, Fide Castro interrumpió un discurso en a Universidad de La Habana para preguntar si debía ser ejecutado o si se debía pagar un rescate por é. Los estudiantes votaron por acamación a favor de pago de rescate. 30 En una singuar muestra de unidad, as organizaciones «iberaes» 61

14 Jonathan C. Brown de a comunidad cubana en Miami firmaron soicitudes de cemencia. E ceista Pabo Casas y e ex presidente mexicano Lázaro Cárdenas, huésped frecuente de Gobierno Revoucionario cubano, también hicieron peticiones simiares. 31 A a arga a Menoyo ogró a conmutación de a pena, pero no e pago de rescate, y pasó veintidós años en cárcees cubanas. Soo promesas y panes Manue (Manoo) Ray Rivera fue e desertor de más ato nive en recibir apoyo financiero de a CIA. Había participado en a ucha contra a dictadura y organizado a red de a Resistencia Cívica en a capita. Sobrevivió a a bruta represión desatada a raíz de a huega genera de abri de 1958 en toda a ciudad. Como dirigente de a candestinidad urbana, instó a os consumidores a comprar soo artícuos de primera necesidad, privando así a a dictadura de ingresos fiscaes por concepto de artícuos suntuarios. «No acudas a ugares de entretenimiento. Cuba está de uto», exhortó. 32 Por esas razones, en enero de 1959, Ray recibió e nombramiento de Ministro de Obras Púbicas de primer gobierno revoucionario. Aunque había sido miembro de Movimiento 26 de Juio, no egó a integrar e grupo de asesores más cercanos a Fide; ocupó un cargo prestigioso aunque no de importancia fundamenta. Por otra parte, a su hermano menor se e asignó una tarea deicada. René Ray Rivero egó a ser uno de os principaes directores de Ministerio para a Recuperación de Bienes Maversados. En ese puesto se encargó de confiscar efectivos y propiedades adquiridos por funcionarios de régimen batistiano mediante e cohecho. Era una abor de suma importancia y, a todas uces, René no a hizo bien. Las fuerzas de a Seguridad o detuvieron por compicidad en e robo de quinientos mi dóares depositados en a cuenta bancaria de un ex senador de Batista. 33 Manoo Ray siguió en e Ministerio hasta e otoño de 1959, incuso cuando e presidente Urrutia y muchos otros dejaban de prestar servicios en e gobierno y partían a exiio. E hecho que definió aque otoño fue e caso de Hubert Matos. Fide Castro había ordenado a jefe de Ejército Rebede, comandante Camio Cienfuegos, detener a Matos, jefe miitar de Camagüey, y a su Estado mayor. 34 Manoo se sumó a otros tres ministros de gabinete que se oponían a os panes de enjuiciar a Matos por traición. Perdieron e debate y también a confianza de Fide. En noviembre de 1959, Manue Ray Rivero renunció a su cargo y se retiró a a vida privada. 35 La embajada de os Estados Unidos había mantenido reaciones cordiaes con os funcionarios cubanos reempazados en noviembre y diciembre de Mientras aumentaba a postura antiyanqui en a poítica de Fide, Raú y e Che, os dipomáticos norteamericanos confiaban en poder reafirmar e poder de os «moderados» en e seno de gobierno cubano. Esa estrecha reación se mantuvo cuando Ray y otros antiguos asociados en a Revoución enrumbaban hacia as fias de a oposición. La embajada recogió información acerca de os grupos de resistencia interna, y sus anáisis de os sucesos revoucionarios soían refejar as ideas de esos disidentes de case media que informaban a os dipomáticos. Numerosos médicos, juristas e ingenieros abandonaban e país, mientras agunos iniciaron operaciones candestinas contra e régimen. En octubre, Manoo Ray había creado una organización anticastrista amada Movimiento Revoucionario de Puebo (MRP). La embajada de os Estados Unidos o consideraba uno de os íderes que podrían unir a os diferentes grupos guerrieros. Los dipomáticos entendieron que e programa de MRP entrañaba e restabecimiento de a Constitución de 1940, e respeto a as ibertades civies, e Estado de derecho y e inicio de reformas económicas y sociaes sin comunismo. Equipararon a ideoogía de Ray a «fideismo sin Fide». 36 Ray abandonó Cuba e 7 de noviembre de 1960 y egó a os Estados Unidos justo a tiempo para que a CIA o asignara a Consejo Revoucionario Cubano, que en esos momentos preparaba a invasión de Bahía de Cochinos. La mayoría de os íderes emigrados desconfiaban de é por sus ideas izquierdistas y por os servicios prestados a Gobierno Revoucionario. Cuando a operación de Bahía de Cochinos fracasó, abandonó e Consejo y creó a Junta Revoucionaria Cubana (JURE), organización dedicada a promover infitraciones y sabotajes en Cuba. Como expicara a a CIA, pensaba dirigir a Junta «con a mayor independencia posibe de cuaquier nexo oficia con os Estados Unidos». Si bien os agentes de a CIA consideraban que «era difíci de manejar», en junio de 1963 e ofrecieron apoyo financiero. Inició operaciones en Puerto Rico, donde trabajaba para e gobierno y construía viviendas para ganarse a vida. 37 La JURE comenzó as operaciones tras a excarceación de os miembros de a Brigada 2506, a fines de En e sur de a Forida se estaban formando grupos paramiitares, y muchos trataron de obtener donaciones de os emigrados cubanos y de gobierno norteamericano. En busca de pubicidad, Ray y sus asociados participaron en un piquete en a ciudad de Washington cuando a OEA anaizaba a apicación de sanciones contra Cuba. Se sumaron a a acusación hecha por Venezuea de que Fide Castro se había inmiscuido «en os asuntos internos de país» a apoyar 62

15 a os guerrieros izquierdistas. Los integrantes de a JURE también se unieron a as fias de manifestantes que protestaban frente a consuado de Brasi en Miami durante a presidencia de João Gouart, de tendencia izquierdista, quien mantuvo estrechas reaciones dipomáticas con e régimen cubano. Ray se encargó de divugar que veaba porque todas as operaciones púbicas fueran egaes para que os funcionarios norteamericanos supieran que era digno de recibir apoyo financiero. En esa situación, os agentes secretos deben haberse quedado muy desconcertados por as estrafaarias informaciones que egaban a a sede de a CIA en Langey: os íderes de a JURE creían que en e grupo había un espía de a CIA. Cabes procedentes de Miami informaban que un ta Juncadea se había hecho sospechoso a revear que un oficia de a JURE tenía en su casa un trasmisor de radio candestino. Por esa razón os íderes de grupo tratarían de aisar a sospechoso en e seno de a organización. 38 Resuta difíci entender as intenciones perseguidas por quienes idearon estas informaciones, verdaderas o fasas. Sin duda, a CIA sabía si Juncadea era agente suyo o no. Acaso a Junta abogaba por un aumento de apoyo financiero que recibía, o estaba haciendo una advertencia a a CIA? Más adeante comenzó a rumorarse que Manoo Ray y sus coaboradores de a JURE estarían uchando en Cuba e 20 de mayo de 1964, aniversario de a instauración de a Repúbica, en Ray anunció a fecha para reforzar e prestigio de a Junta en a comunidad de Miami y para aentar a resistencia en Cuba. Las fuerzas armadas rebedes estaban en estado de aerta, pero todavía no se habían moviizado. Mientras tanto, a JURE entrenaba a sus recutas en as eevaciones de Puerto Rico. Uno de eos, capturado después en Cuba, expicó: «Hicimos e entrenamiento de guerrias en a sede de a Junta Revoucionaria Cubana [...] armando y desarmando armas de fabricación norteamericana, exposivos y equipos inaámbricos. También aprendimos a orientarnos y a eer mapas». 39 E pan eaborado por Ray requería que una ancha desembarcara en un sitio cercano a La Habana. Por aí se infitrarían trece hombres disfrazados y provistos de documentación fasa y se dirigirían a una casa de seguridad convenida de antemano. La embarcación Venus debía sair a toda máquina de Puerto Rico e 19 de mayo. 40 La Junta aseguraba contar con e apoyo de Raú Chibás, hermano de fundador de Partido Ortodoxo, Eduardo Chibás, suicidado de un baazo en Los informantes también afirmaban a existencia de fricciones en a JURE cuando agunos nuevos miembros descubrieron que no participarían en a infitración. Ray es aseguró que debían continuar entrenándose para una ucha arga y equiibrada. En e Contrarrevoución en e Caribe: a CIA y os paramiitares cubanos en os 60 útimo momento, os panes cambiaron: os infitrados partirían de una base situada en Costa Rica. 41 E día señaado, Ray no estaba en Cuba ni en Costa Rica, sino a bordo de una embarcación en os cayos de a Forida. E nuevo pan exigía que una embarcación se dirigiera a os mangares situados frente a a costa norte de a provincia de Matanzas, donde é se reuniría con sus coaboradores. Había obtenido equipos de comunicaciones de gobierno norteamericano e hizo saber que en e futuro necesitaría artícuos de ese tipo en Cuba para demostrares a sus partidarios que contaba con e apoyo de os Estados Unidos. Tenía intenciones de infitrarse e iniciar una campaña de sabotaje y propaganda en La Habana. En esos momentos, e vocero de a Junta sostenía conversaciones con e coordinador para Asuntos Cubanos de Departamento de Estado e insinuaba que «resutaría irónico» que os esfuerzos de Ray en contra de Fide Castro fracasaran porque e gobierno norteamericano e hubiera negado e apoyo soicitado. E dipomático John Crimmins e preguntó qué había hecho Ray con todo e dinero recogido en «diversas campañas para a recaudación de fondos». E vocero afirmó que se había utiizado en os preparativos. 42 Mientras tanto, a campaña pubicitaria de a JURE había comenzado a bombo y patio. The New York Times pubicó artícuos redactados por Tad Szuc, a partir de una serie de entrevistas a Ray, ex ministro de Obras Púbicas, pero ahora un combatiente por a ibertad. Los artícuos e dieron a impresión a a comunidad de exiiados que este contaba con e respado de a CIA, habida cuenta de que os cubanos de Miami consideraban que ese diario era «e órgano de a poítica oficia de os Estados Unidos». Grupos paramiitares rivaes se moestaron con a priviegiada cobertura dada a Ray, que para eos se asemejaba a a entrevista hecha a Fide Castro por e infuyente periodista Herbert Mathews. 43 Por esa razón, os integrantes de a JURE aguardaban a radiodifusión de Manoo Ray desde Cuba. E sábado 23 de mayo era a fecha fijada. Sin embargo, no hubo ningún contacto radia. «Los representantes de a Junta Revoucionaria Cubana consideran que si no hay noticias todo marcha bien, y a única expicación es que Ray aún no ha tenido oportunidad de comunicarse», concuyeron os informantes de a CIA. 44 A os pocos días, e vocero de Ray informó que aún no habían egado a Cuba porque a vigiancia por parte de as autoridades de os Estados Unidos dificutaba muchísimo apoyar os esfuerzos de Ray. 45 En Cuba, e gobierno decaró que os miicianos y e ejército seguían trabajando en a zafra azucarera, pero estaban istos a responder a cuaquier desembarco. E 29 de mayo, Fide Castro anunció que aún no se había enterado de ninguno

16 Jonathan C. Brown Por fin, e 3 de junio se tuvieron noticias; se había encontrado una embarcación a a deriva en aguas de as Bahamas. E buque británico Decoy partió en esa dirección y aí a tripuación haó armas, municiones y exposivos a bordo, por o que detuvo a os tripuantes y a siete pasajeros. Se trataba de Ray. Iba acompañado de dos norteamericanos: e periodista independiente John Thomas Duncan y Andrew St. George, de a revista Life, quien se había hecho maa reputación en 1958 por fotografiar a Fide y a os guerrieros de 26 de Juio en a Sierra Maestra. En a Casa Banca, Gordon Chase refexionaba: «Tendremos mucha animosidad [por a detención de Ray] de os poíticos de ínea dura que nos acusarán de estar ayudando a Castro». E Departamento de Estado opinaba que Ray se había convertido en «un hazmerreír» por haber sido apresado en as Bahamas diez días después de que debiera haber estado en Cuba. 47 De todos modos, a CIA e dio dinero adiciona, además de estipendio mensua que recibía para que se recuperara de «humiante y escandaoso» fracaso. 48 De vueta a Miami, Ray siguió inmerso en un torbeino de nuevas conspiraciones, encaminadas a despistar a os agentes cubanos o de a CIA. Su siguiente paso consistió en e despegue desde una pista de aterrizaje cercana a Cayo Hueso, acompañado de cinco coaboradores. A día siguiente, 11 de juio, os guardacostas interceptaron dos embarcaciones de a JURE y advirtieron a os pasajeros que si continuaban rumbo a Cuba «podrían ser recibidos con hostiidad». Ray hizo que as embarcaciones dieran vueta hacia Cayo Hueso. Vovió a zarpar e 13 de juio, pero as grandes oas anegaron a ancha. Más adeante comunicó a oficiaes de Departamento de Estado que tenía panes de infitrarse e iniciar una insurrección urbana. «Ray consideraba que [e] eemento fundamenta para iniciar [a] campaña sería su presencia física en Cuba a fin de eevar a mora de a resistencia». Los funcionarios e recordaron que e gobierno de os Estados Unidos se oponía a que se emprendieran ataques armados desde territorio naciona. Ray se comprometió a «hacer todo o posibe por evar a cabo os panes sin entrar en conficto con a poítica [de os Estados Unidos]». Los agentes sugirieron que sería prudente operar desde un punto que no fuera a Forida. 49 Manue Ray siguió e consejo. Seis meses después, a CIA decidió informar de Ray y a JURE a gobierno de Johnson. Ray estaba en Puerto Rico, a bordo de a Venus, que haría as veces de embarcación nodriza para transportar anchas rápidas que se anzarían a agua cerca de aguas cubanas. Se aprestaba a partir de a base costera que a Junta tenía en Repúbica Dominicana evando armas de pequeño caibre y ametraadoras caibre 50, pero as reparaciones de sistema de radar de a Venus estaban ocasionando demoras. La JURE también contaba con trece hombres cuyos nombres figuraban en e cabe de a CIA, incuido Hubert Matos Arauce, hijo de ex comandante de Ejército Rebede que cumpía prisión en as cárcees cubanas. Desde su base dominicana, a embarcación debía dirigirse a as costas de a provincia orienta. A Ray ya no e interesaba infitrarse. Tenía panes para emprender ataques armados contra objetivos encavados a o argo de itora. 50 Sin embargo, as demoras en Puerto Rico desencantaron a os hombres. «Están ansiosos de entrar en acción, pero Ray soo es hace promesas y es haba de panes», informó a CIA. Se afirmó que e patrón de a Venus, José Rabe Núñez, organizaba un amotinamiento. Hasta febrero de 1965, cuando os miembros abandonaron a organización, continuaron as intrigas en e seno de grupo. 51 De ese modo, Manue Ray desapareció de os informes de Langey enviados a Consejo de Seguridad Naciona durante a presidencia de Johnson. La Venus continuó en a base nava dominicana hasta abri de 1965, cuando estaó a rebeión miitar constitucionaista. Los rebedes trataron de incautar a embarcación y as armas, pero se vieron frustrados por as fuerzas de gobierno. Más adeante, Rabe Núñez regresó a Miami y uego se infitró en Cuba «para recoger [a sus] famiiares». Aí fue capturado. 52 Ya para entonces e tercer y supremo adaid de as operaciones encubiertas también iba acercándose a fina de as suyas. E niño mimado de a CIA Ningún grupo contrarrevoucionario recibió tanto apoyo de gobierno de os Estados Unidos como e Movimiento de Recuperación Revoucionaria (MRR) de Manue Artime Buesa. A diferencia de Menoyo y de Ray, Artime se sumó a a ucha contra Batista en os días finaes de 1958, pero, como eos, pasó varios meses a servicio de a Revoución. A fina de a contienda era teniente de Ejército Rebede. En e mes de mayo, en su caidad de Primer ministro, Fide Castro promugó a primera Ley de reforma agraria y creó e Instituto Naciona de Reforma Agraria (INRA). E capitán Antonio Núñez Jiménez, a quien a embajada de os Estados Unidos consideraba sospechoso de «tendencias comunistas», fue su primer director y e teniente Artime o administró en e distrito de Manzanio, en a provincia de Oriente. Estaba a cargo de os amados Comandos Ruraes. 53 Según dijo, pronto comenzó a moestare a retórica cada vez más anticatóica y antinorteamericana de os dirigentes revoucionarios. E caso de Hubert Matos también o conmovió. Legó a afirmar que e propio 64

17 Fide aceeró su deserción. Las cosas egaron a ímite en e mes de noviembre, cuando e Primer ministro y e nuevo presidente de Banco Naciona, Che Guevara, dirigieron a paabra a os funcionarios de INRA. Como indicara Artime en su carta de renuncia, ambos afirmaron que a Revoución continuaría e giro hacia e sociaismo. Cuando a carta se hizo púbica, sus superiores en e INRA o acusaron de desfaco. Entonces abandonó su puesto y se acogió a a protección de una organización candestina dirigida por a Igesia catóica. En una casa de seguridad en La Habana se reunió con otros conspiradores y creó e MRR. Luego propuso trasadarse a extranjero para soicitar apoyo a os Estados Unidos mientras sus coaboradores permanecían en Cuba. A fina, se encaminó hacia agentes de a CIA que o sacaron candestinamente de país a bordo de un carguero hondureño. Otros miembros de a CIA aguardaban su egada en Miami, donde a pubicación en Cuba de a carta de renuncia a a Revoución e había dado gran reieve. 54 Una vez que e presidente Eisenhower aprobó a operación que se convertiría en a invasión de Bahía de Cochinos, os oficiaes de a CIA decidieron que sus contactos o hacían candidato a dirigente. Lo ayudaron a redactar y pubicar un ibro en e que denunciaba e comunismo cubano y o enviaron a impartir una serie de conferencias por América Latina. Cuando regresó a Miami, o ayudaron a recutar a os íderes miitares de a Brigada Enroó a dos ex oficiaes de ejército de Batista, José San Román y Erneido Oiva. Entonces, Entonces o enviaron a a zona de Cana de Panamá para que se adiestrara en guerra irreguar y comunicaciones miitares. Luego siguió un curso de instrucción miitar en Guatemaa. Los entrenadores de ejército norteamericano o nombraron Poítico o jefe de administración civi de a Brigada, y también pasó a ser miembro de Consejo Revoucionario Cubano, que Manoo Ray sería uno de os útimos en integrar. Desde as bases encavadas en Nicaragua, os invasores cubanos efectuaron un desembarco anfibio en Paya Girón. La Brigada 2506 sufrió una apastante derrota. Cuando os miicianos y efectivos de Ejército Rebede capturaron a a mayoría de os sobrevivientes, Artime intentó huir a Escambray, pero anduvo deambuando por as ciénagas hasta que as fuerzas revoucionarias o capturaron. Pasó más de año y medio encarceado y fue iberado junto a otros brigadistas soo dos meses después de a Crisis de os misies, en De regreso en Miami, quiso continuar uchando contra os comunistas, y a CIA o consideró una opción que, ógicamente, se debía apoyar. Se trataba de un famoso disidente, con entrenamiento miitar avanzado y de un «héroe» de Bahía de Cochinos, a que incuso e ex presidente Caros Prío Socarrás admiraba. Prío Contrarrevoución en e Caribe: a CIA y os paramiitares cubanos en os 60 recurrió a su propio prestigio y contactos para ayudar a MRR. Negoció con oficiaes de ejército dominicano para obtener apoyo ogístico y con Luis Somoza, ex presidente de Nicaragua, para viabiizar e viaje de os recutas que se unirían en a base nicaragüense. A igua que casi toda a comunidad cubana en os Estados Unidos, Prío también sospechaba que a CIA apoyaba a MRR. En una ocasión, afirmó que Artime era muy ambicioso y que contaba con «e respado de os jesuitas». 59 No obstante, e apoyo de a CIA determinó que e equipo de Artime constituyera a fuerza paramiitar mejor equipada y más eficaz entre as contrarrevoucionarias de Caribe. A diferencia de a mayoría de os íderes de esas organizaciones, Artime no perdía tiempo importunando a prójimo para recaudar fondos. No buscaba pubicidad y e aseguraba a todo e mundo que no recibía dinero de a CIA. Sin embargo, su persona recibió entrenamiento directo de os oficiaes de esta, sobre todo en comunicaciones avanzadas. «Vamos a derrocar a Castro; esta vez sí vamos a ograro», e aseguró Artime a os recutas. 56 Con soo dar su nombre, obtenía audiencias de íderes de Costa Rica, Repúbica Dominicana, Panamá y Nicaragua; no tenía que vioar as eyes de neutraidad de os Estados Unidos porque e MRR disponía de os medios para preparar ataques armados contra Cuba desde as diferentes bases que tenía fuera de territorio norteamericano. Reunió unos trescientos hombres y doscientas toneadas de armas que e costaron a a CIA arededor de seis miones de dóares. 57 Desde uego, ese respado o aienó de grupos más pequeños que no recibían nada de a Agencia. E apoyo de a CIA y a fama de Artime resutaron muy ventajosos a a hora de recutar a os mejores hombres disponibes. A partir de momento en que se os aceptaba para recibir entrenamiento, os recutas de Miami recibían entre 150 y 250 dóares mensuaes. En a útima semana de diciembre de 1963, más de 150 cubanos estaban entrenándose en Costa Rica, donde Artime se hizo de una base nava en tierras pertenecientes a Teodoro Quirós Castro, vicepresidente de a asambea egisativa de ese país. Para 1964, crecían as expectativas, respecto a sus panes en as comunidades de exiiados cubanos diseminadas por todo e Caribe. Los miembros de MRR corrían a voz de que un centenar de hombres se entrenaban en Nicaragua, Costa Rica, Honduras y Repúbica Dominicana, aunque en reaidad a cifra pudiera haber sido superior. Aseguraban recibir «apoyo materia competo» de gobierno de os Estados Unidos, aunque también insinuaban que estaban cronometrando as actividades para haceras coincidir con as eecciones de 1964, y así presionar para conseguir más para a causa

18 Jonathan C. Brown Si as económicas operaciones encubiertas brindaban réditos potenciamente jugosos, por qué razón a Casa Banca interrumpió e programa de a CIA para ayudar a a contrarrevoución cubana en e Caribe? Porque se había vueto contraproducente! No obstante, tras ser denunciados en Venezuea, e MRR comenzó a apacar os bríos y trasadó hombres y equipos béicos a Nicaragua, donde se sentían más seguros. Con e respado de os Somoza, Artime no tuvo que encarar incómodas críticas de a izquierda. Haó en Anastasio Somoza un compañero de armas en a ucha contra e comunismo, así como un vocero de a causa conservadora. «Quien esté respadando a Artime de ado de os americanos no debe mandare gente con a que no pueda trabajar, sino dejaro dirigir a función sin pensar en cambiaro por otro, si es que reamente aguien ha tenido esa idea», confesó Somoza a un informante de a CIA. A é no e importaba que si os integrantes de MRR caían en manos de Fide Castro durante una incursión, revearan que Nicaragua estaba ayudando a a organización. Sin embargo, incuso aí resutaba imposibe ocutar a presencia de os contrarrevoucionarios. En Managua, reporteros y comentaristas radiaes se refirieron púbicamente a sus actividades en Puerto Cabezas. Informaron que pronto iniciarían una invasión «con ayuda de as fuerzas armadas de os Estados Unidos». E persona de a embajada norteamericana en Managua se apresuró a negar esos rumores, aunque no sabían con certeza qué estaba ocurriendo en e itora caribeño de país. 59 La ayuda incondiciona que os emigrados cubanos recibieron de Somoza superaba con creces a recibida de sistema poítico más abierto de Costa Rica. En Nicaragua, e régimen faciitaba as operaciones permitiéndoes concentrarse en e entrenamiento miitar. E cónsu de Somoza en Miami, un teniente de a Guardia Naciona, faciitaba os viajes y comunicaciones de Movimiento. E gobierno tampoco apicaba os requisitos aduaneros de rigor a os cargueros que abastecían a MRR. 60 Una pista de aterrizaje recién construida faciitaba e apoyo aéreo. Las pruebas indican que a dictadura somocista incuso os apoyó en cuestiones discipinarias y de seguridad. En una ocasión, tres cubanos esposados fueron entregados a a Guardia Naciona en Puerto Cabezas y trasadados a Managua. Los informantes creían que esos hombres podían haber sido espías cubanos. 60 Los informes de inteigencia egados a Washington indicaban que e MRR estaba reuniendo un impresionante aparato paramiitar. Su estación nava, en Punta Mono, se haaba dentro de una zona de seguridad miitar situada en a costa caribeña de Nicaragua. Las medidas de seguridad de gobierno redujeron e uso de as tierras, y e vaor de as propiedades sufrió una drástica caída. Entonces os Somoza empezaron a comprar tierras baratas y ampiaron e aisamiento de os recutas cubanos. Las tripuaciones de anchas rápidas de MRR iban y venían entre Buefieds y Punta Mono. Se detectó a presencia de medios de desembarco que se entrenaban en e itora. A menudo e persona cubano pasaba e tiempo ibre en os bares de Puerto Cabezas y Buefieds. Por esa razón, cuando todos regresaron a os campamentos, a mediados de mayo de 1964, os informantes estimaron que era inminente agún tipo de asato. 62 Estaban en o cierto. E 13 de mayo, e MRR atacó a refinería de azúcar de Puerto Pión y aseguró haber obtenido una gran victoria. Corrieron rumores de que os atacantes habían destruido e centra, e depósito de combustibe y una torre de radio. Aunque a refinería contaba con todas as cuadrias de trabajo, un miembro de equipo que reaizó e ataque nava afirmó que soo dos mujeres sufrieron heridas eves. «A una distancia de 25 a 30 mias de a costa, as amas de objetivo incendiado aún se veían con caridad», informó un asatante de MRR. 63 Sin embargo, a CIA tenía dudas y afirmaba que durante e ataque soo se habían quemado dos amacenes y setenta mi sacos de azúcar. E propio Secretario de Estado, Dean Rusk, confirmó a veracidad de ataque e indicó que a incursión no había partido de territorio de os Estados Unidos. 64 Los asesores en materia de seguridad naciona de a Casa Banca siguieron vigiando as actividades de MRR. «Se espera que Artime ataque de nuevo esta semana. No podemos hacer otra cosa que agarrarnos todos de a brocha», especuaba un asistente, en junio de A a arga, en e mes de agosto, e MRR evó a cabo otra incursión armada. En esta ocasión atacó, durante 55 minutos, a estación de radar de Cabo Cruz, situada en a costa sur de a provincia de Oriente. En a conferencia de prensa organizada en Panamá, Artime aseguró que a unidad comando «había destruido» a estación de radar con a que 150 cubanos y tres asesores 66

19 rusos rastreaban as anchas que transportaban a os que huían de Cuba. 66 Luego se produjo e hecho que puso en entredicho a campaña anticastrista de os exiiados, en particuar e apoyo recibido de gobierno de os Estados Unidos. La embarcación nodriza de MRR había trasadado anchas rápidas hacia aguas de Caribe, a este de a provincia de Oriente. En a madrugada de 15 de septiembre de 1964, una de eas se topó con un carguero de toneadas que avanzaba rumbo a Cuba. La ancha describió un círcuo arededor de carguero, que evaba todas as uces encendidas, y uego se aejó a toda veocidad. Poco después regresaron tres anchas más y abrieron fuego con anzacohetes y ametraadoras caibre 50 sobre e puente de a embarcación. «Las anchas atacantes parecían embarcaciones de recreo», decaró uego a tripuación. Cuando se retiraron, e barco era «un casco en amas», inmóvi sobre as aguas. Un carguero hoandés respondió a os amados de socorro, rescató a nueve de os veinte miembros de a tripuación y os trasadó a as Bahamas. Un heicóptero de a marina de os Estados Unidos en Guantánamo recogió a ocho que estaban heridos y os cadáveres de otros tres, muertos en combate. Estos eran e capitán y dos oficiaes de cubierta. 67 Horas después, fuentes de exiio afirmaban que fuerzas comando anticastristas vincuadas a Manue Artime habían atacado un carguero cubano que transportaba azúcar. No obstante, e vocero negó haber atacado ninguna embarcación a noche anterior. Tenía buenas razones para negaro. A todas uces, os asatantes creyeron haber atacado e Sierra Maestra, e mayor carguero de a marina mercante cubana, cuando en reaidad este navegaba rumbo a China con un cargamento de azúcar. 68 Habían atacado e Sierra Aranzazu, un buque españo. E gobierno de genera Francisco Franco, así como os de Francia y Gran Bretaña no habían roto reaciones dipomáticas ni comerciaes con Cuba, como a inmensa mayoría de os miembros de a OEA. Presionados por os Estados Unidos, os españoes convinieron en interrumpir a navegación hacia Cuba a partir de abri de Sin embargo, e incidente de Sierra Aranzazu había indignado tanto a gobierno españo, que estaba considerando cancear e acuerdo. La Canciería dio a conocer un comunicado de prensa acusatorio: «Taes hechos jamás hubieran ocurrido de no ser por os actos de piratería y bandidismo de gobierno de os Estados Unidos contra Cuba desde bases situadas en e territorio norteamericano y os países de Caribe y a América Centra». Añadió que «e gobierno de os Estados Unidos sabe perfectamente quién evó a cabo este ataque, ya que os autores fueron Contrarrevoución en e Caribe: a CIA y os paramiitares cubanos en os 60 eementos mercenarios equipados, pagados y dirigidos por a Agencia Centra de Inteigencia». 69 Las protestas en España se apacaron un tiempo cuando funcionarios de os Estados Unidos se comprometieron a investigar. Los agentes de a CIA sabían perfectamente que e MRR había evado a cabo a acción. No obstante, por razones de seguridad convencieron a a Casa Banca de que e gobierno de os Estados Unidos debía negar que conociera de antemano de ataque y rechazar a idea de que agún grupo financiado por este hubiera atacado e carguero españo. 70 En a Casa Banca, John Crimmins preparaba a «guía» para decires a os españoes «a mínima [información] indispensabe para impedir que crean que estamos tratando de engañaros». 71 Los asistentes de a Casa Banca también dieron instrucciones a secretario de prensa de presidente Johnson. Este debía afirmar que a investigación efectuada había determinado que e ataque no había partido de territorio norteamericano, ni vioado as eyes de os Estados Unidos. Se añadió que, en caso de que e preguntaran, é debía decarar: «La denuncia de que Artime trabajó directamente bajo as órdenes de a CIA es fasa». 72 Estrictamente habando, esa información era exacta. E gobierno de os Estados Unidos soo e brindaba apoyo financiero a MRR, a diferencia de tipo de dirección operaciona utiizada con a Brigada A partir de incidente de Sierra Aranzazu, a posición de Artime en a CIA comenzó a deteriorarse. E gobierno de Costa Rica ordenó a MRR que abandonara e país, en aparente respuesta a presunto descubrimiento que confirmaba a participación de grupos comando cubanos en actividades de contrabando, posibemente una acusación para que e gobierno costarricense pudiera guardar as apariencias. 73 Sin embargo, Anastasio Somoza rehusó trasmitire a Artime a advertencia de a CIA. Aseguró que habaría con su amigo, pero que de ninguna manera o amenazaría con a suspensión de ayuda de os Estados Unidos. En reaidad, Somoza decaró estar confiado en que Fide Castro identificara a base con a que contaba Artime en Nicaragua y tratara de bombardeara. «Somoza considera que esta sería a oportunidad de atrapar a Castro en una actividad agresiva que pudiera justificar a apicación de medidas adicionaes en su contra». 74 Unas semanas después, oficiaes de a seguridad de os Estados Unidos e pidieron a Artime cancear futuros ataques durante as eecciones de otoño de 1964, mientras a CIA reexaminaba as reaciones con e MRR, «e más fuerte de todos os grupos de exiiados cubanos activos». Artime se defendió e indicó a todos os posibes aiados que estaba cutivando dentro de régimen de Castro. Nombró a Efigenio Ameijeiras, viceministro y comandante de Movimiento 26 de Juio; 67

20 Jonathan C. Brown Juan Ameida, sobreviviente de Moncada y e Granma; Faustino Pérez, veterano de Granma y ato dirigente de M-26-7; Roando Cubeas y Juan Nuiry, de antiguo DR. Hizo creer a a CIA que andaba paneando un «gope de Estado contra Castro». Por esa razón, esta recomendó no cortar todavía os nexos con Artime. 75 En reaidad, os agentes de a CIA evaban varios años trabajando con Roando Cubeas. Este sobrevivió a asato a Paacio presidencia, era veterano de Escambray y había presidido a Federación Estudianti Universitaria (FEU) durante a etapa de confrontación con os anticomunistas en e movimiento estudianti, en «[É] nunca [nos] ha dado información poco confiabe», anotó Gordon Chase. Enviaron a Artime a París para habar con Cubeas de un pan que entrañaba unir a comandantes de Ejército Rebede e infitrados de MRR a fin de evar a cabo un gope de Estado paaciego. Más adeante, una junta miitar encabezada por Artime sería reconocida por e gobierno de os Estados Unidos. Cubeas recibió dinero y una pistoa con sienciador para asesinar a Fide Castro. 76 Mientras tanto, os agentes norteamericanos e recordaron a Artime a prohibición de emprender nuevos ataques armados. Artime y e MRR ograron reaizar un nuevo ataque contra un objetivo cubano, quizás como una seña para os conspiradores dentro de gobierno revoucionario. En febrero de 1965, anchas rápidas atacaron un depósito de combustibe situado en Casida, en a costa sur de a provincia de Las Vias. No hubo grandes daños. Las embarcaciones jamás se acercaron a objetivo; prefirieron tirotear de ejos a as unidades de ejército cubano. Los funcionarios de os Estados Unidos no creyeron de todo a afirmación de Artime de que a peea había durado casi dos horas. Los reatos de a parte cubana corroboraron esas dudas. En a revista Bohemia se informó que miembros de a Defensa Popuar «repeieron con toda rapidez y energía a agresión» y que «os agresores se vieron obigados a abandonar precipitadamente dicha zona». 77 Casi en e mismo momento de ataque, e MRR trató de sacar a dos agentes que había infitrado en Cuba. En ugar de eo, fueron capturados y «habaron hasta por os codos». Por esa razón, e gobierno norteamericano preparó as negativas acostumbradas. «E [Departamento de] Estado está harto de grupo de Artime y parece incinarse a cese inmediato de os víncuos». 78 También advirtió que as intrigas de Artime con os comandantes de Fide Castro iban «casi seguro a fracasar» e «incuso pueden ser una trampa». 79 Con una visión retrospectiva, pudiera egarse a a concusión de que a táctica seguida por é para entabar conversaciones con Cubeas no tenía muchas probabiidades de éxito. En reaidad, e Departamento de Seguridad de Estado sabía de as reuniones ceebradas en París y de muchas cosas más, por as que Cubeas pasó veinticinco años en a cárce. 80 A todas uces, a estrategia de a CIA de fomentar a disidencia interna es proporcionó muchas menos victorias que e apoyo brindado a os contrarrevoucionarios en e Caribe. Concusiones Varias concusiones acerca de a contrarrevoución ameritan comentario. La primera se refiere a sus orígenes. No procedía de miembros de antiguo régimen de Fugencio Batista. Casi todas as amenazas a a consoidación de a revoución de Fide Castro surgieron entre sus antiguos coaboradores, os presuntos «iberaes», que o habían ayudado en a ucha contra a dictadura. De esos eementos emergieron os íderes de as rebeiones internas que infestaron a Sierra de Escambray entre 1960 y Incuso miembros de su propia organización rebede, e Movimiento 26 de Juio, se separaron de Fide y contribuyeron a a contrarrevoución. En segundo ugar, en este estudio se ega a a concusión de que, desde e principio, os dipomáticos norteamericanos se reacionaron con a disidencia interna. E persona de a embajada se mantuvo en contacto con os moderados de gobierno y continuaron as comunicaciones cuando estos pasaron a a oposición. Muchos disidentes importantes saieron de Cuba con ayuda de os norteamericanos hasta e cierre de a embajada en enero de Los dipomáticos de Departamento de Estado siguieron propugnando a causa e inquietudes de estos «iberaes» y, amentabemente para e patrocinio de a invasión de Bahía de Cochinos por parte de a CIA, aceptaron su errónea interpretación sobre a fuerza numérica de os partidarios de a contrarrevoución. Por útimo, hay que egar a a concusión de que e compromiso de os Estados Unidos con a causa anticastrista continuó cuando estas personas emigraron a Miami y a otros ugares de Caribe. Se era muy toerante con a mayoría de os grupos comando y se brindó una importante ayuda financiera, a menos a tres de estos grupos. Persiste a duda: por qué os formuadores de poítica norteamericanos apoyaron a a contrarrevoución en e Caribe y corrieron e riesgo de sacar a a uz e entrometimiento de os Estados Unidos en os asuntos atinoamericanos, confirmando, a os ojos de resto de mundo, os conceptos más extendidos sobre e imperiaismo norteamericano? Quizás parte de a respuesta consiste en que os asesores de poítica exterior consideraron que e objetivo fina (deshacerse de Fide Castro mediante a subversión) compensaba con creces 68