Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias

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1 Monografía Curso de Capacitación Docente en Neurociencias Alumna: Mónica Espinosa Mail: Facebook: LA INFLUENCIA DE LAS EMOCIONES EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE Introducción.- A pesar de todos los aportes de la psicología evolutiva en el sentido de que para lograr un óptimo proceso de aprendizaje es indispensable, considerar diversos factores como el entorno externo, las habilidades personales, los recursos educativos, y la misma disposición y actitud del alumno hacia el aprendizaje incluyendo para ello el proceso de maduración del niño; aún los centros educativos descuidan los desarrollos individuales, el crecimiento, los procesos físicos, sociales y siguen centrando su postura instruccional en los contenidos programáticos, determinándolos como objetivos a cumplirse aún antes de conocer a sus educandos. Frente a esta problemática; a los niños se les pide en el colegio lo que se espera de ellos, no se considera lo que ellos pueden dar, o peor aún, lo que quieren dar dependiendo de sus expectativas, intereses personales y motivaciones particulares. Por eso es necesario descubrir el momento propicio para la enseñanza, orientando la oportunidad y la marcha del esfuerzo educacional, de tal manera que lo que deben aprender los chicos y su propio desarrollo se den cuando las condiciones sean las más

2 favorables, considerando las dimensiones intelectivas, socio.afectiva, psicobiológica de quien aprende y queremos desarrollar. Si los educadores profundizan en los aportes que hace la psicología y toma en cuenta estos factores (emocional, intelectivo, social) se podrá construir un contexto adecuado y un estado emocional apropiados para alcanzar un óptimo aprendizaje y el desarrollo de personas autónomas y trascendentes. EL PAPEL DE LAS EMOCIONES EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE Si bien en el proceso de aprendizaje influyen diversos factores vamos a hacer énfasis en la influencia del estado emocional, pues este va a determinar en un alto porcentaje el logro de los objetivos académicos, la actitud hacia el estudio, la motivación y el grado de satisfacción personal del estudiante en su desarrollo. Según las neurociencia el aprendizaje se da gracias a las neurofusiones, éstas son conexiones físicas entre las neuronas que van dejando una huella; una experiencia, un aprendizaje que puede ser de carácter agradable o de dolor. Por ejemplo cuando los niños inician su vida escolar y lo llevan al prekinder, de repente el significado emocional de este acontecimiento para el niño sea de abandono, angustia, miedo, sensación de pérdida, esto se registrará en su memoria y podría llegar a la conclusión de que ir al preescolar es sinónimo de dolor; por lo tanto su cerebro instintivamente dará una respuesta de alejamiento, lucha por la supervivencia. Es así que el niño manifestará su dolor o lucha, con rabietas, llantos y una aversión ante todo lo relacionado con el aprendizaje. Por el contrario un niño cuyos padres fueron preparando su ingreso al preescolar, visitaron previamente el sitio con el niño, le hablaron del tiempo que estaría allí, que estaría con otra personas buenas, con niños con los cuales podrá jugar, le dará a este acontecimiento un significado positivo, un valor emocional agradable, de placer y su conducta será de acercamiento.

3 Gráfico Este sería el proceso para que se den las neurofusiones, cada vez que se experimente dolor o placer, no importa en qué grado, nuestro sistema emocional buscará la causa que lo ha producido y lo registrará en la memoria.

4 Cuando los estímulos no se repiten tienden a desaparecer a veces por completo, al contrario, con repetición los estímulos se fortalecen; a este proceso se le llama NEUROPLASTICIDAD. A través del proceso de neuroplasticidad podemos lograr cambiar conductas y adaptarnos a los cambios. Gracias a la acción de la amígdala cerebral que guarda nuestra memoria emocional y provoca nuestras respuestas de huída ante el dolor o al núcleo accumbens estructura cerebral relacionada con las respuestas de placer, risa, recompensa, etc. Es por esto que el estado emocional influye en el proceso cognitivo; como docentes podemos contribuir a un estilo de educación teniendo presente por ejemplo el contexto del aula (ordenada, limpia) con elementos agradables y un docente que sea percibido como un ser humano que inspira confianza, seguridad, sentimientos de acogida, etc. Es muy importante que como docentes sepamos reconocer nuestras propias emociones y poder reconocer las de los demás, lo que nos permitirá establecer una relación de empatía que favorezca el entorno para el aprendizaje y el momento adecuado para introducir nuevos conocimientos. Entre las emociones que más afectan el proceso de aprendizaje está la ansiedad, pues provoca nerviosismo, aumento del ritmo cardíaco y respiratorio, aumento de la fuerza muscular, esto bloquea el funcionamiento de los lóbulos pre-frontales y como el trabajo del cerebro es en redes, también se alteraran la producción de neurotransmisores como por ejemplo la Dopamina, relacionada con el aprendizaje y la memoria porque su efecto es mantener al cerebro motivado a mantener la atención y fijar los conocimientos. Las emociones negativas como la ansiedad, el miedo, la ira, tienen más permanencia en nuestra memoria emocional, son fáciles de evocar y difíciles de borrar, al contrario las emociones positivas como felicidad, ternura, optimismo, alegría, activan las neuronas, promueven la interacción grupal, relajamiento de los músculos, producción de neurotransmisores como la noradrenalina que favorece la sociabilidad o como la

5 Serotonina que produce paciencia, serenidad, control de uno mismo, adaptabilidad y humor estable. Por otro lado también es muy necesario saber utilizar el lenguaje, el poder que tienen las palabras pueden determinar el estilo de personalidad de un niño, sus creencias la percepción que tenga de sí mismo y su actitud ante la vida. Tuve un alumno en el cual sus padres tenían muchas expectativas en cuanto a su rendimiento académico y el niño era más bien inquieto un poco flojo para el estudio y distraído, esto hacía que se olvidara de deberes, la mochila, etc. lo cual tenía sus consecuencias, pero no tenía malas notas, era un chico promedio, pero tampoco era el chico brillante que sus padres esperaban. Ellos descargaban su propia frustración y en el afán de querer que brille cada vez que lo hacían estudiar y no recordaba algo le daban un coscorrón. Por supuesto que el chico nunca mejoró, su nivel de ansiedad fue tal, que se bloqueó con la materia de matemáticas, sufría ecupresis y hasta problemas de relaciones con sus pares. Cuando los padres se dieron cuenta de esto, lo cambiaron de colegio, dejaron de castigarlo y el niño alcanzó independencia para hacer sus tareas, gusto por las matemáticas y mejoró sus relaciones. Ahora es un adolescente autónomo, cumplido, responsable y feliz. CONCLUSION: Si nosotros los adultos; ya sea como padres o como educadores consideramos al niño como una persona que vino a este mundo a realizarse como persona, con sus propios, talentos, únicos y diferentes, y no como una persona a través de la cual satisfagamos nuestros objetivos o realizaciones no alcanzadas, practicaremos una gran valor humano que es el respeto, respeto a su individualidad, a su misión personal y si facilitamos el entorno físico y emocional, estaremos formando personas trascendentes y felices, y desde esa perspectivas lograremos nuestra propia satisfacción personal y trascendencia.