CURSO DE PSICOLOGÍA. 1ª Parte. Luis de Benito. Psicólogo

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1 CURSO DE PSICOLOGÍA 1ª Parte. Luis de Benito. Psicólogo

2 ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DEL CURSO El Curso tiene como finalidad aprender psicología. Adquirir ideas que ayuden a la comprensión del funcionamiento de la mente, de los motivos y distintas formas de expresión de los conflictos. No es una psicoterapia de grupo donde hablar de los temas personales de los alumnos. La primera clase de diciembre, la primera de marzo y la primera de junio, serán por la tarde, de a horas, y se dedicarán a la proyección e interpretación psicológica de películas. Si algún alumno tuviera que faltar a alguna clase, llamará a la Casa de la Cultura , o a Luis de Benito , avisando de su ausencia, antes de la hora de comienzo de la clase. Dos faltas de asistencia en un mes hacen difícil el seguimiento del hilo de las clases, retrasan la marcha general del Curso y tendrán que ser justificadas por causas excepcionales. 2

3 ÍNDICE PRÓLOGO...pag. 3 INTRODUCCIÓN...pag Psicologías industrial, pedagógica y clínica. 2. La Psicología clínica. Los tratamientos de los problemas mentales: a. - El conductismo y la psicología cognitivo-conductual. b. - La psicología sistémica. c. - La psiquiatría y el empleo de las medicinas. d. - El psicoanálisis y la psicoterapia. 3. Algunos conceptos psicoanalíticos y psicopatológicos. MELANIE KLEIN...pag Los conceptos de objeto, fantasía consciente e inconsciente. 2. La posición esquizo-paranoide. 3. Envidia, celos y voracidad. 4. La posición depresiva. 5. Las defensas maníacas. 6. Amor, odio y reparación. SIGMUND FREUD...pag Las cinco conferencias de la Clark University. 2. Los mecanismos de defensa. 3. Psicoanálisis silvestre. 4. Los dos principios del funcionamiento mental. 5. Recuerdo, repetición y elaboración. NOCIONES DE PSICOPATOLOGÍA... pag LAS NEUROSIS.- Obsesiva, fóbica, histérica, ansiosa, depresiva. 2. LAS PSICOPATÍAS.- Esquizoide, histérica, narcisista y límite. 3. LAS PSICOSIS.- Esquizofrenia, paranoia, depresiva y maniaco-depresiva. 4. PSICOSOMÁTICA.- Trastornos gastrointestinales, obesidad, trastornos cardiovasculares y trastornos respiratorios. 5. LA ANOREXIA. 6. LA EPILEPSIA. 3

4 BIBLIOGRAFÍA Angela de la Hoz, Luis de Benito y otros. La histeria y otras neurosis. Ed. Quorum, Carmelo Monedero Gil. Psicopatología humana. Ed. Siglo XXI Gonzalo Morandé y otros. Protocolo de trastornos del comportamiento alimentario. Instituto Nacional de la Salud. Servicio de Documentación y Publicaciones, Hanna Segal. Introducción a la obra de Melanie Klein. O.C. Tomo I. Ed. Paidós H.I. Kaplan. B. J. Sandock Compendio de Psiquiatría. Salvat Hugo Bleichmar. La depresión: Un estudio psicoanalítico. Ed. Nueva Visión J. Bergeret. Manual de psicología patológica. Ed. Toray-masson J. Laplanche y J. B. Pontalis. Diccionario de Psicoanálisis. Ed. Labor J. O. Whittaker. Psicología. Ed. Interamericana Luigi Onnis. XI Jornadas de Terapia Familiar. El problema Psicosomático: Del reduccionismo a la complejidad. Toledo, Melanie Klein. Envidia y gratitud. O.C. Tomo VI. Ed. Paidós Ricardo Tapia y Luis de Benito. Erotismo y sexualidad. Ed. Quorum Sigmund Freud. Obras Completas. Biblioteca Nueva

5 PRÓLOGO Este texto no pretende ser más que un guión de base, que dé pie a conversaciones sobre algunos aspectos de la psicología, del psicoanálisis y de los modos de comportarse del ser humano, a la adquisición de conocimientos y a la reflexión sobre sus contenidos. Va dirigido a profanos, y pierde mucho de su valor si no va acompañado del curso al que sirve de base, o en cualquier caso, de la explicación que un profesional puede dar de los conceptos en él contenidos. Dos han sido los motivos de su elaboración: El primero la dificultad que representa para el profano el no encontrar un texto en el que las cosas se expliquen sin necesidad de tener que recurrir a un amplio mundo de conceptos, desconocidos unos e innecesarios otros, para el que sólo quiere tener información y no un título profesional. El segundo es el mismo que me impulsó a organizar un curso para profanos, y es el pensar que frecuentemente el psicoterapeuta se comporta como un chamán, que quiere lejos de sus secretos a sus pacientes, a veces por temor a perder el poder que tiene sobre ellos. El aislamiento al que se somete quien acepta que su único contacto profesional con el mundo social es el escaso número de pacientes que acuden a su consulta, no puede llevar más que a una continua vuelta al narcisismo del brujo. La difusión de las teorías psicológicas fuera del ámbito psicoterapéutico, además de no causar ningún perjuicio al profesional o al profano, da al primero riqueza personal, teórica y clínica, y al segundo le abre un mundo nuevo que le proporciona una visión más amplia, dándole ideas útiles en el enfoque de su vida, ya sea en la familia, en la escuela o en su trabajo. El hecho de limitar a dos el número de psicoanalistas estudiados (Melanie Klein y S. Freud) se debe a una elección mía, obligado a un espacio reducido y sujeto a unas preferencias personales siempre inevitables. Seguramente en un futuro próximo se podrá ampliar el curso que ha motivado el texto, y podremos incluir a D.W. Winnicott y a Jacques Lacan, quizá a Erikson, o a algunos otros cuyo interés está fuera de duda. Se han omitido deliberadamente los aspectos más directamente relacionados con la psicopatología más grave y también los escritos técnicos, centrando más la atención en aspectos evolutivos y estructurales. El capítulo dedicado a la psicopatología no pasa de ser una descripción de cada uno de los cuadros, sin la cual no podría el alumno disponer 5

6 del mínimo lenguaje necesario para abordar los temas psicoanalíticos expuestos. Las clasificaciones no son ortodoxas, sino más bien una mezcla de la DSM-4 y la CIE-10, de donde he extraído los conceptos más en uso en el lenguaje clínico diario. El verdadero motor de la elaboración de este trabajo han sido los alumnos, que primero me quitaron el temor al fracaso total que tuve las primeras semanas del curso, sin duda debido a prejuicios profesionales míos. Después me hicieron ver que el curso les era útil, no sólo como adquisición cultural, sino como proveedor de ideas nuevas a incluir en sus vidas. A ellos mi agradecimiento, porque con sus sucesivas demandas me han orientado sobre los temas a tratar, el orden en que debía seleccionarlos, y en definitiva, sobre la estructura y contenido de este texto, del cual se podrán beneficiar sucesivos grupos de alumnos. Por último, agradecer a la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Las Rozas su colaboración. El Centro Cultural de Las Rozas es el mejor marco que podría pensarse para un curso dirigido a los vecinos. Es un lugar sin connotaciones sanitarias, que proporciona la oportunidad de incluir la psicología, y en particular el picoanálisis, en la cultura de los alumnos, a los cuales no se ponen en este curso exigencias de nivel académico, habiéndose demostrado que no es necesaria una formación universitaria para aprender esta materia, y que en ocasiones, es la excesiva intelectualización la que limita las posibilidades de introyección personal de sus contenidos. Las Rozas, septiembre de Luis de Benito. 6

7 INTRODUCCIÓN 1. -Psicologías pedagógica, empresarial y clínica.- La psicología pedagógica tiene como objeto de estudio los problemas relacionados con el aprendizaje, el retraso escolar, la orientación profesional, etc. Se ocupa de problemas de rendimiento intelectual, y de su relación con problemas emocionales, mediante el empleo de test de inteligencia, de aptitudes, de personalidad, y mantenimiento de una relación prolongada con los alumnos, que facilita la comprensión global de sus dificultades académicas, a la vez que asesora a los profesores sobre aspectos psicológicos de los alumnos. También se ocupa de las especiales condiciones de los superdotados, y de los problemas de relación que estos estudiantes suelen tener, a causa de la sobrevaloración del saber sobre otros intereses de su vida. La psicología empresarial se ocupa de la selección de personal en las empresas, de estrategias de publicidad y estudios de mercado, y de establecimiento de programas de organización e incentivación del trabajo. La psicología clínica se ocupa de los problemas de salud mental, de su diagnóstico y tratamiento. Hay varias teorías en psicología clínica, cada una de las cuales lleva consigo una diferente manera de comprensión y estudio de la mente y el comportamiento humano. De todas ellas, nos vamos a referir sólo a las más conocidas; a aquellas cuya aplicación en el trabajo clínico, se ha extendido a lo largo de un tiempo suficiente como para que podamos tener una idea de sus posibilidades y limitaciones. Estas teorías son LA PSICOLOGÍA COGNITIVO-CONDUCTUAL, LA PSICOLOGÍA SISTÉMICA Y EL PSICOANÁLISIS. De las dos primeras teorías daremos sólo una visión rápida que nos permita tener una idea de sus fundamentos y características principales. Después daremos unas ideas sobre la intervención de la PSIQUIATRÍA en los problemas mentales. Luego nos centraremos con más detenimiento en el psicoanálisis, y para terminar, una vez 7

8 adquiridos los conceptos psicoanalíticos necesarios, daremos una visión de la psicopatología, que nos permitirá tener ideas concretas sobre formas de ser particulares de cada individuo, sus motivos y características personales. 2. La psicología clínica. Los tratamientos de los problemas mentales.- a. - El conductismo y la psicología cognitivo-conductual.- El conductismo es la primera de estas teorías. Tiene su origen en los experimentos de Ivan Pavlov ( ), fisiólogo ruso que descubrió que la secreción salivar que se presentaba en un perro ante la comida, se podía presentar también ante otro estímulo asociado a ella (luz). Pavlov llamó a la comida ESTÍMULO INCONDICIONADO, y a la luz ESTÍMULO CONDICIONADO. A la respuesta de secreción salivar ante la comida la llamó RESPUESTA INCONDICIONADA, y a la respuesta de secreción salivar ante la luz, RESPUESTA CONDICIONADA. A la asociación entre el estimulo condicionado y el incondicionado le llamó REFUERZO, y comprobó que si se dejan de presentar juntos ambos estímulos, y sólo se presenta el condicionado (la luz), se produce una EXTIN- CIÓN de la respuesta condicionada, o sea, desaparición de la respuesta de la secreción salivar ante la luz. También comprobó Pavlov que después de extinguida una respuesta condicionada, se produce en el sujeto una RECUPERACIÓN ESPONTÁNEA de esa respuesta, y que esta recuperación también se extingue si no es ayudada por el refuerzo, es decir, por la presentación del estímulo incondicionado (la comida), junto al condicionado (la luz). En otro experimento, en lugar de una luz, se utilizaba como estímulo condicionado un timbre de 500 ciclos, y una vez establecida la respuesta condicionada, se cambiaba la frecuencia del timbre a 250 ciclos, comprobando que la intensidad de la respuesta descendía. Pero también se podía enseñar al animal a distinguir entre los dos timbres, reforzando sólo uno de ellos con la presencia del estímulo incondicionado. Se llamó entonces GENERALIZACIÓN a la posibilidad de obtener la misma respuesta de dos estímulos distintos, y DISCRIMINACIÓN a la posibilidad de enseñar a distinguir entre estímulos. 8

9 Vemos en las personas la influencia de estas formas de aprendizaje: Un niño quiere que su madre le compre un juguete, y ella rehusa. El niño llora hasta que la madre cede y finalmente se lo compra. Podemos predecir que la próxima vez que la madre rehuse a cumplir las demandas del niño, este llorará. La madre ha reforzado esta conducta y el niño ha aprendido a tener esta respuesta cada vez que la madre no cumple sus deseos. A estos experimentos de Pavlov, se les llamó CONDICIONAMIENTO CLÁSI- CO, y fueron seguidos de otros más sofisticados que dieron lugar a la posibilidad de modificar la conducta mediante distintas estrategias basadas en la relación existente entre estímulos y respuestas. El siguiente gran representante del conductismo es Skinner: En sus experimentos se daba la posibilidad al sujeto, de modificar las condiciones de aprendizaje, por lo que se ha dado en llamarles CONDICIONAMIENTO OPERANTE O INSTRUMENTAL. La Caja de Skinner fue el aparato construido por él para su experimento. Se trataba de una caja con una palanca en una de sus paredes, conectada con un mecanismo de entrega de alimento. Conectado a esta palanca, está también un zumbador que suena cuando es apretada. Al meter dentro una rata hambrienta, empieza a explorar el entorno, moviéndose y olfateando alrededor, y cuando por casualidad toca la palanca, cae el alimento y suena el zumbador. Las primeras veces no ve el alimento, pero tarde o temprano es descubierto y consumido. Luego es asociada la palanca con la obtención de comida. Voluntariamente, la rata aprieta una y otra vez la palanca, en la certeza de que con ello obtendrá comida. El animal ha quedado condicionado para bajar la palanca con el objeto de coger alimento. Varias conclusiones se obtienen de este experimento: 1/ La motivación juega un papel importante en el aprendizaje. Si el animal no está hambriento, no presta atención a la palanca 2/ Una actitud activa por su parte es la que le hace conseguir el alimento. 3/ El refuerzo juega un papel central en el aprendizaje. Si el animal aprieta la palanca y no obtiene comida, su respuesta condicionada (apretar la palanca) se extingue. Al igual que en el condicionamiento clásico, la extinción es gradual, y al cabo de un tiempo se presenta también la recuperación espontánea. En la teoría del aprendizaje se distingue entre REFUERZO PRIMARIO Y SECUNDARIO. En nuestro caso, el refuerzo primario sería la comida, y el secundario el zumbador. El zumbador ha adquirido su papel de refuerzo por ser asociado con la comida. Se ha comprobado que las respuestas condicionadas con un refuerzo secundario tardan más en extinguirse y se adquieren más rápidamente. Un ejemplo de refuerzo 9

10 secundario sería la promesa de dulces a un niño, que puede ser tan eficaz para impulsar las tareas de estudio como los dulces mismos, pero la promesa debe ir acompañada de la llegada de los dulces, es decir, necesita ser reforzada con el refuerzo primario. En otro experimento, Skinner nos muestra la facilidad con la que se pueden condicionar las CONDUCTAS SUPERSTICIOSAS. Encerró a un pichón hambriento en una pequeña jaula. A intervalos periódicos, independientemente de lo que el animal hiciera, se le presentaba comida. Seis de los ocho animales con los que se practicó esta prueba desarrollaron conductas supersticiosas. Una de las aves aprendió a dar dos o tres vueltas en sentido contrario a las agujas del reloj dentro de la jaula, entre un refuerzo y otro. Otra aprendió a avanzar la cabeza rápidamente, otro a dar golpes con el pico, etc. Las personas adquieren supersticiones de forma parecida. Una ventisca en martes 13, es prueba de que se trata de un día malo. La buena suerte se presenta poco después de encontrar un trébol de cuatro hojas, lo que da por resultado aprender que los tréboles de cuatro hojas traen buena suerte. Si esperamos a que la mala suerte se presente después de ver un gato negro, tendemos a estar vigilantes respecto de esa mala suerte. Las pruebas sugieren que nos comportamos de acuerdo con lo que esperamos. Otra posibilidad de aprendizaje es el CASTIGO, del cual podemos distinguir dos clases: 1/ Aprendizaje por evitación: Un estimulo desagradable es empleado para producir el aprendizaje y, 2/ Extinción por medio del castigo: Un estímulo es empleado para extinguir respuestas aprendidas. 1/ Se coloca a un animal en una caja de Skinner con una parrilla eléctrica como suelo y se hace pasar la corriente cada 10 seg., a menos que sea interrumpida por el descenso de la palanca. Pero antes de ser conectada la corriente, se enciende una luz durante un tiempo breve. El animal aprende a evitar el choque eléctrico. Baja la palanca cuando la luz le avisa que se va a presentar. En esta situación se presenta sólo el castigo cuando el animal falla en hacer la respuesta adecuada. 2/ Skinner colocó dos ratas en la caja para que aprendieran a bajar la palanca con la finalidad de conseguir alimento. Los dos fueron luego sometidos a un proceso de extinción, pero a uno de ellos se le daba un golpe cada vez que respondía en el periodo de extinción. Se observó que el animal golpeado respondía un menor número de veces, pero también se observo que cuando el castigo era retirado, el número de respuestas volvía a aumentar hasta alcanzar el nivel del animal no castigado. En estos y otros experimentos 10

11 ulteriores, se demostró que los efectos del castigo son determinados parcialmente por la fuerza de este, y que puede ser eficaz cuando es empleado para inhibir temporalmente ciertas repuestas, si el animal puede satisfacer sus impulsos por medio de otras respuestas alternativas. Por ejemplo: el niño puede aprender a pedir galletas a su madre, si esta conducta es reforzada por el hecho de que al tomarlas sin pedir permiso se le castiga. El modo más eficaz de eliminar respuestas es la extinción, es decir, la retirada del refuerzo. Asegurándonos de que las respuestas indeseables nunca den como resultado la obtención del refuerzo, podemos estar seguros de que estas respuestas se extinguirán. Esta corriente de la psicología, el conductismo, es la máxima representante de los que sostienen que la psicología debe formar parte de las ciencias experimentales, y ocuparse sólo de datos observables y cuantificables. Una forma de psicoterapia que ha derivado de la psicología conductual, es la llamada terapia cognitivo-conductual, en la cual se tiene en cuenta, además de la conducta, la experiencia que el sujeto tiene de sus percepciones, ya que ante el mismo hecho, distintos sujetos tienen distintas experiencias y guardan distinta memoria, a pesar de tratarse de una misma realidad. El creador de esta terapia fue Aaron Beck, que desarrolló una teoría sobre la depresión y la terapia correspondiente. Según Beck, la depresión esta sustentada por lo que él llamó la Tríada Cognitiva, que consiste en un conocimiento negativo relativo a uno mismo, hacia el mundo y hacia el propio futuro. El depresivo se considera defectuoso, insuficiente, indigno o indeseable; tiende a experimentar el mundo como un lugar negativo y exigente, y a esperar el fracaso y el castigo. Como tercer elemento de esta tríada, el depresivo tiene una expectativa de continuas dificultades, sufrimientos, privaciones y frustraciones. Estos esquemas son pautas cognitivas estables por medio de las cuales uno interpreta la experiencia, vista por el depresivo como si fuera percibida a través de unas gafas oscuras, y percibida sin matices, de manera que tiende a considerar a las personas como íntegramente buenas o radicalmente malas. La teoría cognitivo conductual considera que las disfunciones cognitivas son el núcleo de la depresión, y de los cambios afectivos y físicos que en ella se producen. Por 11

12 ejemplo, la apatía y la baja energía son el resultado de la expectativa de fracaso del individuo. El objetivo de la terapia cognitiva es aliviar la depresión y prevenir las recaídas, ayudando al paciente a: 1/ identificar y contrastar las cogniciones negativas, 2/ a desarrollar esquemas de comportamiento alternativos y más flexibles, y 3/ a ensayar nuevas respuestas cognitivas y conductuales. b. - La psicología sistémica.- La psicología sistémica entiende los problemas de un paciente como parte de los problemas de su familia, y llama al paciente paciente designado. Es un interesante abordaje, ya que algunas familias cargan sus problemas grupales en uno de sus miembros como un chivo expiatorio. Es frecuente, por ejemplo, que los problemas psicológicos del niño se resuelvan tratando los de sus padres. Algunos de los padres que llevan sus hijos a psicoterapia, no son conscientes de sus propios conflictos y de la influencia que estos tienen sobre sus hijos. Los profesores del colegio saben que un niño con problemas psicológicos es invariablemente miembro de una familia con problemas. Los tratamientos de la psicología sistémica incluyen, por tanto, la participación de toda la familia, y tratan de aclarar qué falla en este sistema que es la unidad familiar. Siendo el paciente designado una parte del sistema, sus problemas mentales se resolverán abordando los familiares, los problemas laborales se resolverán abordando los problemas de la empresa, y los escolares, prestando atención a los problemas existentes en la escuela. c. - La psiquiatría.- La psiquiatría considera que los problemas mentales son enfermedades que se deben curar con tratamientos médicos, bien sean estos farmacológicos, quirúrgicos o electroconvulsivos. A los medicamentos que alteran el estado psíquico se les llama psicotropos, y al igual que no hemos hablado de todas las teorías psicológicas existentes, tampoco vamos a hablar de todos los fármacos que afectan al comportamiento, sino sólo de aquellos cuya utilización está más extendida. Los principales son: 1/ los ansiolíticos, que producen un amansamiento de la conducta de aquellos que manifiestan síntomas de ansiedad, 2/ los antidepresivos, cuyo fin es modificar el estado de ánimo, y 3/ los 12

13 neurolépticos, que inciden sobre la producción de ideas delirantes, o sea, sobre aquellas ideas fantaseadas que el loco toma como reales. Pocos son los psiquiatras que se mantienen en esta visión biologicista del funcionamiento mental, que reduce los problemas psicológicos a modificaciones químicas. La inmensa mayoría de los médicos han incluido en su trabajo alguna teoría psicológica, y no se conforman con considerar biológicos los problemas mentales. Además, los medicamentos tienen varios inconvenientes: Algunos crean tolerancia que disminuye su efecto, y pide dosis más grandes para conseguir el mismo resultado. Esto sucede particularmente con los destinados a disminuir la ansiedad (los ansiolíticos) y sobre todo con los hipnóticos. Los antidepresivos se muestran útiles en la lucha contra los estados de ánimo abatidos y a veces también contra la ansiedad; no crean tolerancia, y en ocasiones se convierten en un arma muy eficaz, sobre todo en los estados depresivos temporales o reactivos. Pero su efecto termina cuando se abandona la ingestión, razón por la cual existen numerosos casos en los que se ingieren durante largos períodos de tiempo, sin control médico adecuado, y sólo sirven para no afrontar los conflictos que crean la depresión, cronificar los estados depresivos, y el mal uso del medicamento. En cuanto a los neurolépticos, tampoco crean tolerancia, y han demostrado ser, excepto en casos aislados de éxito psicoterapéutico, el arma más eficaz conocida contra la psicosis. El otro gran problema de los medicamentos son los efectos secundarios y las contraindicaciones. Hay, por ejemplo, algunos antidepresivos contraindicados para los pacientes con problemas oculares o cardíacos. Tanto los ansiolíticos como los antidepresivos o los neurolépticos, no deben ser ingeridos por personas con problemas hepáticos. Algunos neurolépticos producen temblores parkinsonianos, y deben ser administrados junto a correctores de estos temblores, que a su vez producen problemas hepáticos. En general, podemos aceptar como criterio el evitar en la medida de lo posible la ingestión de fármacos, y recurrir a la psicoterapia siempre que se den determinadas condiciones de nivel intelectual, edad, conciencia de problema y deseo de resolverlo. Por desgracia no siempre es posible, unas veces, o efectivo otras, el empleo de los tratamientos mentales que no incluyan fármacos. Pero hemos de decir también, que se está extendiendo en nuestra civilización, la idea errónea del fármaco como solución, aún en aquellos casos en que no es más que una ayuda. Esta confusión, o abuso, hace que se hayan 13

14 creado problemas graves de dependencia física o psicológica de las medicinas, que a veces supone un problema mayor que el que se trataba de resolver con su ingestión. Por otra parte, la psicoterapia tiene el inconveniente de su precio elevado y larga duración. En un Centro de Salud Mental público, a lo largo de una mañana, un psicólogo que se dedique a la psicoterapia, atiende a seis, o como mucho siete personas. En el mismo tiempo, su compañero médico ha entrevistado entre quince y veinte pacientes. Si tenemos en cuenta, además, que el psiquiatra ve a una buena parte de sus pacientes, una vez cada tres o incluso seis meses, y el psicólogo dedica a una sola persona media hora semanal durante seis o siete meses (en algunos casos más), las cuentas están claras: Psiquiatra y psicólogo tienen el mismo sueldo. Por cada paciente que ve el psicólogo a lo largo de un año, el psiquiatra ha visto, más o menos, entre diez y quince. d. - El Psicoanálisis y la psicoterapia.- El psicoanálisis es el último tipo de abordaje al que me quería referir. Es, junto al conductismo, la psicología sistémica y la psiquiatría, el enfoque de uso más común en los tratamientos de los problemas mentales. Consiste en esclarecer los motivos por los cuales un problema de salud mental ha aparecido, en la hipótesis de que una vez analizados estos, desaparece el problema en cuestión. El tratamiento desarrollado por la teoría del psicoanálisis para la resolución de problemas mentales se llama PSICOTERAPIA. A lo largo del curso tendremos múltiples oportunidades de examinar con detenimiento las características, misión y fundamentos de la psicoterapia, de manera que al final de este año, tendremos una idea precisa y amplia sobre este tipo de tratamiento. Vamos a dedicar buena parte de este curso al estudio del psicoanálisis y a su forma particular de entender los distintos trastornos mentales. Para ser más exacto, al estudio de dos de los psicoanalistas más relevantes de la historia, Melanie Klein (MK) y Sigmund Freud (SF), que nos van a dar una visión del funcionamiento mental, de la evolución de la psique durante el crecimiento, y fundamentalmente, de un abordaje de los problemas psicológicos encaminado a conseguir una visión más amplia del mundo interno y las relaciones. Por último, dedicaremos otra parte a estudiar las características de los distintos problemas mentales y sus formas de presentarse y resolverse. 14

15 A diferencia de las corrientes conductuales, el psicoanálisis no se cuenta entre las ciencias experimentales, sino que ha permanecido en el ámbito de las ciencias humanas y ha sustentado la validez de sus teorías en su comprobación clínica, en lugar de apoyarse en bases experimentales. En los últimos años, la estadística ha contribuido de forma especial a la sistematización de las teorías psicoanalíticas, añadiéndose sus métodos de comprobación de hipótesis a los ya mencionados de la mera comprobación clínica. Se diferencia de la psiquiatría en que no existe en su vocabulario la palabra enfermedad. Patología no significa tan sólo enfermedad. Este vocablo de origen griego (pathos) tiene también el significado de sufrimiento, acepción ésta mucho más cercana a la visión que el psicoanálisis mantiene de los problemas mentales. La psicología sistémica se distingue básicamente del psicoanálisis en no concebir al paciente como una individualidad, sino como parte de un sistema que funciona mal, en tanto que el psicoanálisis se centra en la peculiar manera que cada individuo tiene de percibir y vivenciar el mundo. Vamos a comenzar por el estudio de Melanie Klein, ya que ella ha estudiado las manifestaciones psíquicas en los primeros momentos de la vida, y luego seguiremos con Freud, que centró sus estudios en edades más avanzadas. Pero antes de pasar a MK, daremos unos conceptos freudianos y psicopatológicos imprescindibles para comprender cualquier abordaje psicoanalítico: 3. Algunos conceptos psicoanalíticos y psicopatológicos.- A las formas básicas que tenemos de obtener placer, que se suceden a lo largo del crecimiento, Freud las llamó ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOSEXUAL. A la primera de ellas la llamamos ORAL, y tiene que ver con la alimentación y el contacto físico, el calor, etc. A la segunda forma que el niño encuentra de obtener placer, la llamamos ANAL, y está relacionada con la capacidad de control de las heces, la posibilidad de expulsión o retención, su valor simbólico y el binomio actividad-pasividad. La etapa oral viene a durar hasta los dos años, y la anal entre los dos y los cuatro, dando paso a la etapa FÁLICA. Es en este momento cuando toma importancia la investigación sobre la zona genital, a la vez que se presentan los problemas edípicos, o sea, de resolución de problemas triangulares, celos, rivalidades y distintos papeles que se adoptan 15

16 en los distintos triángulos que se forman en las relaciones (padre-madre-hijo, padrehermana-hermana, madre-hija-padre, etc.), alrededor del los cuales se centra el interés del niño en esta época. Luego, a partir de los cinco o seis años, el niño entra en una etapa sin novedades sexuales, FASE DE LATENCIA, más tranquila desde el punto de vista pulsional, que supone la declinación del COMPLEJO DE EDIPO. El niño se centra en esta etapa en la adquisición de conocimientos, de símbolos, abre su mundo a las amistades, compara a sus padres con los de otros, etc. No hay novedades físicas en su crecimiento que le atraigan o inquieten, no hay nuevas formas de obtener placer en las que centrar su interés (su LÍBIDO), y esto le proporciona la oportunidad de centrarse en su propia civilización y en el desarrollo de su vida social e intelectual. Una vez aparecida la pubertad y la actividad sexual adulta, el individuo entra en la etapa GENITAL, en la que pondrá en juego su bagage de posibilidades de gratificación y frustración, en las dos direcciones, de él hacia los otros y de los demás hacia él, adquiridas durante el crecimiento. Ya hay en este momento un esquema psíquico construido, para ser desarrollado en la vida adulta. Hay una conciencia moral a la que vamos a llamar SUPERYÓ, un mundo instintivo que satisfacer al que llamaremos ELLO, y un ideal, una meta que alcanzar con respecto a cualidades y formas de ser, al que llamaremos IDEAL DEL YO. Fruto de las tensiones y movimientos existentes entre los anteriores, existe lo que llamaremos YO. A las tensiones que se crean entre estás distintas instancias les llamaremos CONFLICTO, en particular entre el ello y el superyó. Hay sentimientos o deseos rechazados, víctimas de la REPRESIÓN, que han sido apartados de lo CONSCIENTE, es decir, de lo que tenemos presente, bien en el momento, bien almacenado en la memoria (PRECONSCIENTE). Es decir: A las ideas presentes en un determinado momento, las llamamos conscientes. A aquellas que vienen a la memoria sin dificultad, por asociación, cuando son necesarias, las llamamos preconscientes. Pero existen otro tipo de ideas que no acuden a la mente porque son víctimas de la represión, para evitar la culpa y la angustia consiguiente que producen, de manera que permanecen en nosotros de forma INCONSCIENTE, fuera de la atención y de la memoria, censuradas y prohibidas. 16

17 Precisamente de la represión de los impulsos y del posterior fracaso de esta represión, surgen las NEUROSIS. Cuando la angustia es muy grande no basta la represión para apagarla y surge el abandono de la realidad, el vivir en una fantasía que se toma por real; a este estado lo llamamos PSICOSIS. Cuando no hay culpa ni angustia, no se ha perdido el sentido de la realidad, y se tiende a la acción y a la manipulación, en lugar de a la reflexión, nos encontramos ante una PSICOPATÍA. Neurosis, psicosis y psicopatía, son las tres formas básicas en las que se presenta el abanico de problemas mentales, al que debemos añadir las enfermedades PSICOSOMÁTICAS, fruto de la interacción de problemas físicos y psíquicos. Una vez entendidos estos primeros elementos de nuestra personalidad, estamos preparados para empezar el estudio de MK, de su visión de los mecanismos y vivencias de la primera infancia. Luego nos adentraremos en el mundo de SF y su estudio de las neurosis, y por último examinaremos las características de cada una de estas neurosis, y del resto de las patologías, es decir, distintas formas de sufrir propias de la psique humana. 17

18 MELANIE KLEIN 1. - Objeto y Fantasía. Dos conceptos básicos para entrar en el mundo del bebé tal como lo entiende MK.: El primero es la noción de OBJETO: Llamamos objeto al destinatario final de la satisfacción de un instinto. Ej.: Si el bebé tiene frío o hambre, la madre se convierte en destinatario de la satisfacción de esta necesidad de calor o de saciar el hambre, la madre se convierte en el objeto que debe proporcionar sensaciones placenteras o eliminar sensaciones displacenteras como el hambre, el frío, el dolor o cualquier sensación desagradable. El objeto orientado a la satisfacción de una necesidad instintiva en particular se llama OBJETO PARCIAL. Se llamará OBJETO TOTAL al formado por una concepción más global, que considera a la madre como una unidad capaz de satisfacer y de frustrar, de forma integrada. El segundo concepto central en la obra de MK es el de FANTASÍA: Llamamos fantasía consciente a las ensoñaciones diurnas en las que imaginamos el mundo tal y como lo deseamos, independientemente de sus características y cualidades reales. Fantasía inconsciente es aquella que subyace a algo que ocurre manifiestamente sin que el sujeto tenga conciencia de ella. Ej: El niño que chupa el dedo fantasea tener a la madre, quiere satisfacer su deseo de madre prescindiendo de la realidad externa La Posición Esquizo-paranoide. En el primer año de su vida, para el niño sólo existe un conjunto de necesidades físicas (alimento, limpieza, calor, etc.) y una madre que aún no existe como una persona, sino como objetos responsables de la satisfacción de sus deseos y necesidades de cada momento. Solo hay dos posibilidades que se suceden la una a la otra: o todo está bien, el mundo es algo bueno y yo también, soy aceptado o todo está mal, el mundo es 18

19 frustrante y me rechaza, soy algo malo y rechazado por el mundo. A la radical separación entre estos dos estados, la llamamos DISOCIACIÓN. A esta primera forma de estar en el mundo, caracterizada por esta disociación entre lo gratificante y lo frustrante, es a lo que llamamos posición esquizo-paranoide. Esquizo viene del griego y significa división, paranoide significa persecutorio y hace referencia a la sensación de peligro que el bebé tiene cuando sus necesidades no son atendidas en el justo momento en el que las siente. Esta manera disociada de estar el bebé en el mundo tiene consecuencias importantes en la conformación del psiquismo y en el establecimiento de los primeros mecanismos de defensa que utiliza para sentirse seguro ante las carencias siempre más o menos presentes. Vamos a enumerar y definir estos primeros mecanismos en la idea de que su comprensión nos dará una visión bastante precisa y global de cómo es el mundo del bebé en estos primeros momentos: INTROYECCIÓN.- Cuando el bebé recibe alimentos o cuidados, no sólo está resolviendo necesidades físicas, también está adquiriendo el bienestar interno que le hace sentir en contacto con un mundo que le ama. Esta interiorizando objetos buenos que le hacen sentir buenas sensaciones de seguridad y estabilidad, y buen contacto con el mundo. Cuando se han introyectado suficientes objetos buenos, su sensación de carencia es menor, ya que en su seguridad, aprende a esperar tranquilo, a no sentirse malo cuando tiene que posponer la satisfacción, a no sentir la ausencia de su madre como una agresión contra él. Ej.: lo que ocurre en el aprendizaje, una vez que los conocimientos han pasado a formar parte de la personalidad. Algunos aspectos de las formas de ser de la madre y el padre, o de los hermanos, pasan a formar parte de la personalidad del sujeto, y las toma como suyas. IDENTIFICACIÓN.- El niño mantiene su proximidad con el mundo a través de la adquisición de modelos con los que construir su forma de ser. Ej.: es el resultado de la introyección, que una vez efectuada, proporciona la sensación de unión o cercanía con el objeto. La sensación que vosotros podéis tener cuando estáis de acuerdo con algo que yo digo en la clase, cuando os veis reflejados en algo de lo que yo digo, hace que se establezca una empatía conmigo. 19

20 PROYECCIÓN.- Cuando el bebé introyecta objetos malos, mal trato, ausencias prolongadas, o insatisfacciones duraderas, tiene sensación de peligro, de amenaza de su seguridad, y a la vez se llena de agresividad que no soporta bien, de manera que proyecta en su madre los objetos malos, convirtiéndola en un perseguidor del que espera agresiones. Ej.: En ocasiones comprobamos que cuando el bebé tiene que esperar el alimento más de lo habitual, luego, cuando por fin llega lo rechaza. El niño que piensa que hay un lobo bajo su cama. IDENTIFICACIÓN PROYECTIVA.- Identificación con cualidades no reales del objeto externo, con el fin de controlarlo, dañarlo o poseerlo. Ej.: Sucede entre padres e hijos, en las parejas, entre analizando y analista. En todos estos casos se atribuyen al objeto externo cualidades que no posee. Ej.: El enamoramiento, o la percepción de los padres como todopoderosos. Los expuestos son los mecanismos fundamentales que dan forma a la mente del neonato, y mantienen el protagonismo en su comportamiento durante el primer año de vida, aproximadamente. MK llama a este momento posición porque el empleo de los mecanismos presentes en esta etapa no finaliza con ella, sino que permanece con mayor o menor vigencia durante el resto de la vida. Durante este primer año, la sexualidad del niño es ORAL, es decir, su forma de obtener placer es a través de la boca, de la alimentación, de la succión, etc., si bien también es placentero el contacto físico y el calor que proporciona. La dependencia es absoluta, y la salida del útero, donde todas las necesidades estaban resueltas, ha obligado al bebé a respirar. Necesitará limpieza, calor o compañía, succionar para alimentarse, tendrá que aprender a sentirse apartado físicamente de su madre, a sentir cambios de temperatura, ruidos. El cambio de situación es de tal magnitud, que ya no habrá otro tan grande en toda su vida. Durante los siguientes meses aprenderá a moverse, a gatear, a pedir lo que necesita, a jugar, a andar, a hablar, a controlar los esfínteres, a morder, a arañar, a abrazar, a acariciar. Nunca más aprenderá tantas cosas y tan importantes como en estos primeros momentos. La forma peculiar de cada caso, de establecer estas primeras relaciones, influirá de forma decisiva en la futura manera del bebé de afrontar su vida. 20

21 El nacimiento tiene como consecuencia otro hecho trascendente para las relaciones entre la madre y el bebé: es la primera gran separación de las muchas que vendrán más adelante. La siguiente será el destete, después empezará a gatear y a andar, luego irá al colegio, luego dormirá en casa de algún amigo, irá al campamento de verano, etc. De manera que desde el inicio, la relación de la madre y el niño es una cadena de sucesivas separaciones no siempre fáciles para ambos. Las fantasías de la posición esquizo-paranoide son de OMNIPOTENCIA. La realidad es sustituida por la fantasía, de manera que el niño puede fantasear un mundo a su medida en el que puede, por ejemplo, controlar a su madre, puede imaginar ser su dueño, o que tal o cual cosa de las que hace es motivo de admiración para ella, o que la mata, o que la resucita. La realidad tal como la entendemos los adultos, no cuenta, no existe. Irá formando parte de su mundo de forma gradual, a medida que se vaya formando su personalidad Envidia, celos y voracidad. Frecuentemente se confunden envidia y celos en el lenguaje común, y también envidia con voracidad, razón por la cual vamos a diferenciarlos: Envidia y voracidad están muy presentes desde edades muy tempranas, y representan un papel importante a lo largo de toda la vida, junto con los celos, que aparecerán un poco más tarde, alrededor del segundo año. La envidia es entre dos, consiste en desear para uno mismo alguna posesión o cualidad del objeto externo. El objetivo es ser uno mismo tan bueno como el objeto, pero cuando esto se hace imposible la envidia aumenta y se hace destructiva, tratando de arruinar lo bueno que procede del objeto y perdiendo así la posibilidad de adquirir buenas identificaciones del mismo. De esta manera, la envidia tiene el poder de convertir en malo la fuente de lo bueno. Si es muy intensa interfiere el funcionamiento normal de los mecanismos esquizoides. Se crea un circulo vicioso en el que la envidia impide una buena introyección y esto, a su vez, incrementa la envidia. Ej.: El adolescente que roba dinero a su padre, o le da un golpe al coche prestado el fin de semana. 21

22 Los celos se juegan entre tres. Se basan en el amor, y su objetivo es poseer al objeto amado excluyendo al rival. Suponen una relación triangular, que no existe en la posición esquizo-paranoide. Tendremos que esperar al estudio de la posición depresiva, para examinar los distintos elementos que hacen posibles las relaciones triangulares y, por tanto, la aparición de los celos. En cuanto a la voracidad, su objetivo es poseer todo lo bueno que pueda extraerse del objeto, sin importar las consecuencias. Pero a diferencia de la envidia, la destrucción no es el fin, sino una consecuencia. Ej.: La bulimia En estos primeros meses de vida, está el punto de FIJACIÓN de la psicosis. Es decir, la conducta del esquizofrénico es similar a la que mantiene el bebé durante la posición esquizo-paranoide. El esquizofrénico no acepta la realidad, que vive como frustrante, y construye un mundo de fantasías con los mismos elementos y mecanismos que utilizaba en la infancia. Hace lo que llamamos una REGRESIÓN. REGRESIÓN.- Retorno del sujeto a etapas superadas de su desarrollo. Ej.: El chiste: Mamá no quiero ir al cole, me duele la tripa. La madre: Tienes que ir, hay que ir todos los días, hay que cumplir con las obligaciones, y además tienes cuarenta años y eres el director. Las conductas dependientes para retener a la otra persona. está con otra, pierdo el trabajo o me pongo enferma para que no se pueda ir. FIJACIÓN.- La fijación hace que la libido reproduzca un determinado modo de satisfacción y permanezca organizada conforme a la estructura característica de una de las fases evolutivas. Ej.: Se acostumbra a ponerse enferma, y se vuelve hipocondríaca La posición esquizo-paranoide y la posición depresiva (de la que pasaremos a hablar inmediatamente), ambas definidas y estudiadas por MK, son la base sobre la que luego se construirán las neurosis, psicosis o psicopatías mencionadas en el capítulo anterior. 22

23 4. - La posición depresiva. Tenemos ya una visión de los primeros mecanismos y características de la mente al principio de la vida. El bebé se mueve en un mundo escindido formado por objetos parciales, un mundo de necesidades más o menos satisfechas, y de primitivas defensas contra los peligros que siente, los cuales están fundamentalmente relacionados con la desprotección, con la falta de cuidados y de afecto. En este sentido conviene ahora recordar la investigación de R. Spitz, que observó cómo bebés internados en una institución, privados del afecto materno, desarrollaban conductas autoagresivas, desorganizadas, pasaban al marasmo, a la mirada ausente, a rechazar la alimentación y luego a la muerte. Sin embargo, si el desarrollo se efectúa en condiciones favorables durante la posición esquizo-paranoide, el bebé siente cada vez más que su objeto ideal y sus propios impulsos, son más fuertes que el objeto malo y sus propios impulsos agresivos. Al disminuir la proyección de los impulsos malos disminuye también el poder atribuido al objeto malo, el yo se estructura de forma más placentera, la proyección lo empobrece menos, y los objetos internos buenos prevalecen sobre los frustrantes o agresivos. Si en esta primera etapa, los objetos buenos han prevalecido sobre los malos, el yo se integra, deja de ser un conjunto de objetos parciales para convertirse en un objeto total, gratificante y frustrante, y acaece un segundo paso trascendental para el desarrollo psicológico. El bebé reconoce a su madre, la empieza a considerar como una misma fuente de lo bueno y lo malo, y reconoce también al padre, con el cual rivaliza cuando descubre que la atención de su madre está repartida entre ambos, por ejemplo cuando es cambiado de habitación, de la de los padres a la propia, o cuando los padres empiezan a salir por la noche y le dejan en casa, etc. Es decir, aparecen las relaciones triangulares de las que hablábamos, y con ellas los celos, que ya no son asunto de dos, como la envidia, sino que forman parte de un entramado más complejo y elaborado psicológicamente hablando, que nos introduce en el llamado COMPLEJO DE EDIPO, que consiste básicamente en la atracción que siente un hijo por el progenitor del sexo opuesto. Tendremos ocasión de hablar con detenimiento de este entramado de relaciones edípicas cuando estudiemos a SF, no sin adelantar que a partir de la entrada en la posición depresiva, se convierte, para el resto de la vida, en uno de los protagonistas principales de 23

24 nuestro mundo afectivo y sexual, no solo en las relaciones familiares, sino en las sociales, laborales, de pareja, amistad, etc. Al percibir a la madre como un objeto total, independiente de él y de sus necesidades del momento, el bebé puede recordarla, en lugar de caer en desesperación cuando no está. Puede recordar gratificaciones anteriores en momentos de frustración, y, al contrario, puede recordar que le ha frustrado anteriormente, en momentos de gratificación. Esta integración, tan distinta de la radical posición esquizo-paranoide, donde todo se movía entre los extremos disociados de satisfacción o rechazo totales, hace que el niño se vea una persona que ama u odia a otra persona, su madre. El temor en esta nueva situación viene de la propia ambivalencia, y de dañar o haber dañado a la madre de la que tanto depende, con sus impulsos destructivos. Aparece entonces la CULPA y la REPRESIÓN consiguiente de los impulsos, que pasan a ser inconscientes. Existe una represión primaria y una secundaria. En el caso de la represión primaria, lo reprimido nunca ha estado antes en la conciencia. Ej.: Costumbres familiares que conducen el comportamiento de los hijos, los cuales no adquieren aquellas costumbres que no ven en casa, formándose las consiguientes represiones en su personalidad. En el caso de la represión secundaria, lo reprimido ha formado parte anteriormente de lo consciente. Ej.: Asustarse de la propia agresividad en alguna ocasión, y adoptar actitudes sumisas. Hemos de tener en cuenta que durante el tiempo transcurrido, el bebé se ha desarrollado fisiológicamente hablando. Ya es capaz de gatear, y por tanto de iniciativas propias independientes. Le han crecido las uñas y los dientes, con los cuales puede agredir o defenderse de agresiones. Estos hechos, unidos al descubrimiento de que puede ser perdonado por sus fechorías, amplían su repertorio de ensayos en su incipiente relación con el mundo. Pero el hecho más trascendente, psicológicamente hablando, durante la posición depresiva, es el control de los esfínteres. El bebé hace el descubrimiento de que sus heces son algo que da de sí al mundo, y las convierte en moneda de cambio del comercio afectivo. Las puede retener o expulsar cuando lo desea, puede observar cómo afecta a su madre su comportamiento escatológico. Puede, si está enfadado, privarla de sus heces hasta desesperarla, o expulsarlas en el momento más inoportuno, o dárselas en premio si se siente agradecido, o también como premio, abstenerse de expulsarlas en momentos inoportunos. Puede experimentar que tiene poder sobre su madre, que puede dominarla y que también puede dejarse dominar cuando conviene a sus propósitos. 24

25 Estamos hablando de la etapa ANAL, que uniéndose a los aspectos ORALES de la posición esquizo-paranoide, representa un segundo paso en la formación de la personalidad del niño, al que ya sólo llamaremos bebé con nostalgia, precisamente por haber aprendido a controlar sus esfínteres Las defensas maníacas. En esta nueva situación, aparecen nuevos mecanismos. Ya hemos hablado de la represión de la agresividad y de la culpa, que no existían en la posición esquizoparanoide, y que son producto del temor del niño a dañar a su madre, ahora que tiene más conciencia de cuánto depende de ella. El niño tiene que pasar por distintas experiencias de repetida depresión, cuando siente que ha dañado a su madre, y estos episodios depresivos se le hacen intolerables, dado que son vividos como muy destructivos y temidos por la posibilidad de perderla. A esta intolerable ansiedad, se oponen las nuevas defensas propias de la posición depresiva: LAS DEFENSAS MANIACAS Y LA REPARACIÓN. Entre las defensas maníacas la más común es la NEGACIÓN, que consiste en defenderse de deseos, pensamientos o sentimientos conscientes, ignorando su existencia. Ej.: Las salidas nocturnas del separado después de la ruptura, la ausencia de dolor por la separación, o por la muerte de algún ser querido. Las defensas maníacas son el recurso más frecuentemente empleado contra la depresión y se dirigen contra los sentimientos de dependencia, que se evitará, negará o invertirá, con el presupuesto de que evitando la dependencia se evita también la depresión. Como la experiencia depresiva se vincula con el reconocimiento de un mundo interno, que contiene un objeto interno introyectado muy valorado, al que los impulsos del sujeto pueden dañar, se utilizarán las defensas maníacas contra toda experiencia de poseer un mundo interno o de contener en él objetos valorados de los que se dependa afectivamente. Se trata, en resumen, de evitar la dependencia, la ambivalencia y la culpa, con el fin último de no deprimirse. La relación maníaca con los objetos se caracteriza por una mezcla de control, triunfo y desprecio. Control para seguir teniéndolo sin depender afectivamente, triunfo para mantener a raya mediante la euforia, los sentimientos depresivos que se trata de 25