PALABRAS DE BEATRIZ MERINO, DIRECTORA DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DE CENTRUM CATÓLICA LIDERAZGO ÉTICO Y RESPONSABLE EN NUESTRA SOCIEDAD

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1 1 PALABRAS DE BEATRIZ MERINO, DIRECTORA DEL CENTRO DE RESPONSABILIDAD SOCIAL DE CENTRUM CATÓLICA LIDERAZGO ÉTICO Y RESPONSABLE EN NUESTRA SOCIEDAD SEGUNDO FORO DE LIDERAZGO CREANDO EL FUTURO CON LIDERAZGO RESPONSABLE Auditorio CENTRUM Católica, 7 de diciembre de 2011 Señor Almirante Fernando D Alessio Ipinza, Director General de CENTRUM Católica. Señor Doctor Piero Morosini, Director del Centro de Estrategia, Liderazgo e Innovación de CENTRUM Católica.

2 2 Señor Doctor José Antonio Espinoza, Director de CENTRUM Consultoría. Damas y caballeros presentes. Introducción Quiero empezar dando las gracias al Almirante D Alessio y a los directivos de CENTRUM por haberme conferido el honor de dirigir el Centro de Responsabilidad Social. Nada me motiva más que volver a la academia, que es así lo considero CENTRUM en su sentido más prístino; el que le dieron, en su tiempo, pensadores fundamentales para la civilización occidental como Platón y Aristóteles: una facultad mayor donde la

3 3 investigación, el conocimiento y la enseñanza se combinan maravillosamente, gracias al talento, sapiencia y sentido de propósito de su plantel de distinguidos catedráticos. Espero, en tal sentido, estar a la altura del liderazgo institucional y personal que Fernando D Alessio y su equipo le han sabido imprimir a CENTRUM. Y sobre el liderazgo en particular, el liderazgo ético y responsable que nuestra sociedad necesita quisiera brindarles las reflexiones que siguen a continuación. Definiendo al liderazgo ético y responsable La literatura más avanzada sobre liderazgo nos dice que éste es una condición temporal de las personas,

4 4 donde ciertas destrezas y competencias se muestran, en un momento determinado, ante sus coetáneos, sus conciudadanos o sus subordinados. Cuando ellas aparecen, el liderazgo está presente. Cuando no se manifiestan, el liderazgo está ausente. Así, las personas adquieren un estado de liderazgo cuando adoptan una cierta mentalidad, proponen convincentemente una visión a largo plazo y ponen en práctica ciertas competencias clave, tales como la integridad, el coraje y la confianza, entre otras. Si entendemos que el liderazgo es un estado temporal, debemos redefinir nuestra forma de pensar el liderazgo. Por este concepto llegamos a descubrir que,

5 5 la mayoría de las veces, la mayoría de las personas, incluyendo CEOs, presidentes y primeros ministros, no son líderes. También, descubrimos que cualquier individuo, mujer u hombre, joven o de provecta edad, puede ser un líder. A su vez, el liderazgo ético y responsable, también es una condición temporal. Se produce cuando concurren, en una persona o personas, además de lo indicado, un sólido código ético, una escala de valores, así como el ejercicio de la responsabilidad. Este liderazgo, del mismo modo, se puede demostrar por cualquier persona y revelarse mediante ella en una amplia variedad de circunstancias.

6 6 En la historia del mundo han existido líderes sin ética ni responsabilidad. Para citar ejemplos del corto siglo XX como lo denominó el historiador Eric Hobsbawn, pensemos en Hitler, Stalin y Mao Tse Tung, que causaron la muerte, directa o indirectamente, de cientos de millones de personas. Han habido otros, como el Mahatma Ghandi o Nelson Mandela; líderes que, en su momento, encarnaron el liderazgo ético y responsable, logrando la paz, la libertad o la reconciliación de sus propios pueblos, y mejorando el estado del mundo, de una u otra manera. Estos líderes tomaron decisiones económicas, políticas y sociales a nivel local o nacional por motivos

7 7 imperativamente morales. Asumieron, con resolución, la advertencia que el filósofo vienés Friedrich Hayek enseñara en su obra culmen, La fatal arrogancia, "que la existencia humana sólo es posible (cuando) el individuo es libre de decidir por sí mismo y es llamado a hacer un sacrificio voluntario de la ventaja personal en favor de la observancia de una ley moral." Y el respeto a la ley moral la defensa de la vida, la libertad, la igualdad y el derecho a la propia felicidad de las personas está indisolublemente ligado a la responsabilidad, pues si no la asumimos, o alguien nos la quita, perdemos o nos es robada nuestra naturaleza moral.

8 8 Como esto último es lo que nos ha ocurrido en nuestra historia más reciente, el liderazgo ético y responsable es el que debemos buscar en el Perú de nuestros días. De esta suerte, la responsabilidad circunscrita al liderazgo ético no sólo supone la contrapartida de la libertad pues, como escribiera George Bernard Shaw, libertad es responsabilidad ni es únicamente el accountability o rendición de cuentas. Se refiere, sobre todo, a la capacidad o inclinación para actuar de manera apropiada. La oportunidad es la clave para esta connotación, ya que la acción responsable de los líderes éticos con lo que es justo, correcto o beneficioso tiene un único momento, antes

9 9 o después del cual se vuelve una impostura, un hecho vacío de contenido. Y si, como los estoicos, los escolásticos o los moralistas modernos coincidieron, cada uno en su época, que comportarse de manera responsable significa hacer el bien, cualquier examen serio de un líder ético y responsable supone reconocerlo como causante de un gran hecho bienhechor para su país. Entonces, el liderazgo, para ser ético, debe ser responsable. Y sólo es responsable, si está circunscrito a la ética. Esto, atendiendo a los ejemplos de la historia peruana contemporánea, lo hace imposible de lograr? Pienso que no.

10 10 Características del liderazgo ético y responsable Para reconocerlo, o encontrarlo, hay que definir sus características. Primero, el liderazgo ético y responsable debe tener un sentido. Al respecto, el psiquiatra austríaco Viktor Frankl sostiene que el hombre es un ser libre, cuya motivación primaria no es el instinto de placer, ni el afán de poder, sino la voluntad de encontrar un sentido a la vida. Esta búsqueda de sentido se expresa, para Frankl, en la asunción de un compromiso noble o un ideal sano y sensato. Cuando este compromiso, que caracteriza al liderazgo ético y responsable, se lleva a cabo, es

11 11 capaz de enaltecer y enriquecer la existencia de la nación. En cambio, cuando el líder carece de un sentido, y se deja llevar por las pulsiones más elementales, el instinto sin control o el puro afán de poder, destruye y empobrece a la sociedad, como ocurre cuando se separa al liderazgo de la ética y la responsabilidad. Por eso Frankl solía decir a sus oyentes estadounidenses que la Estatua de la Libertad necesitaba un complemento: la Estatua de la Responsabilidad.

12 12 En segundo lugar, el liderazgo ético y responsable debe ser empático. El principio de empatía, fue introducido por el filósofo inglés David Hume y desarrollado con gran brillantez por su amigo Adam Smith, el padre de la Economía, en su libro La teoría de los sentimientos morales. Veamos. Empezamos a tener empatía por los demás cuando representamos sus sentimientos o estados mentales en nuestras mentes. Esto puede realizarse mediante la reflexión consciente o de modo automático. El elemento clave ocurre cuando, tras haber representado los sentimientos o estados mentales de otra persona que no seamos nosotros, tenemos una

13 13 reacción en consecuencia: sentimos, en cierto grado, que reproducimos y experimentamos, nosotros mismos, una versión más leve de esos sentimientos. Hume y Smith pensaban que esta tendencia de los seres humanos de comprender las experiencias, tanto buenas como malas, de los sujetos cercanos a ellos, constituye un elemento crucial de la moralidad compartida y asegura la habilidad de vivir socialmente, sin recurrir constantemente al propio interés. También pensaban que, a medida que se desarrollara el conocimiento humano, se expandirían los descubrimientos y enriquecerían sus hipótesis sobre el funcionamiento y la importancia de la empatía.

14 14 De allí que la responsabilidad a la que aludimos, no es para con un superior, sino para con la propia conciencia, el atender al deber sin necesidad de compulsión, el decidir personalmente lo que uno ha de sacrificar por otros y cargar con las consecuencias de esa decisión. Ésos son los elementos esenciales de cualquier conducta que merezca ser llamada moral. Entonces, el liderazgo ético y responsable que nuestra sociedad reclama es aquél que busca cuyo sentido y propósito es el bien, y se manifiesta a través de la empatía, esto es, con el reconocimiento del otro, sus sentimientos y vicisitudes.

15 15 Esto significa que el liderazgo debe ejercerse responsablemente si es beneficioso, e incluir el desarrollo de una brújula moral y ética más fina que las del común de los ciudadanos, así como una mayor conciencia de sí mismo. Para el sector privado de hoy, este liderazgo implica que se acerquen y trabajen, por ejemplo, protegiendo y promoviendo la democracia y los derechos humanos, fortaleciendo la economía de mercado, cuidando el medio ambiente y luchando contra la pobreza; en suma, que formen parte de la solución de los problemas sociales de nuestro país, con una visión de largo plazo.

16 16 De lo contrario, las empresas que lideran corren el riesgo de ser consideradas como uno de los orígenes de los actuales problemas nacionales, y encontrarse capturadas por una visión estrecha, fijada únicamente en los objetivos a corto plazo, como ha ocurrido en el pasado. Si bien hay que considerar, en su debida importancia, los objetivos a corto plazo, tomarlos en cuenta de modo exclusivo, afecta inevitablemente a miles o incluso a millones de personas. Sin esta conciencia externa, los gerentes pueden convertirse en rehenes de una visión limitada o cortoplacista, haciendo limitadas o de corto plazo a sus organizaciones.

17 17 Ahora bien, al ser empático y estar dotado de sentido, el liderazgo ético y responsable se caracteriza, tanto en la sector privado como público, con la participación, la interactividad, la creatividad y la cercanía con respecto a todos los grupos socialmente necesitados. Para las empresas, esto se expresa del modo siguiente: 1. Interactividad. El liderazgo responsable es un fenómeno ético que ocurre en la interacción entre el líder y los que participan en el liderazgo. Las compañías no están aisladas de la sociedad a la que sirven, hacer crecer, y mejoran en su bienestar y calidad de vida con los productos y servicios que les ofrecen. Aquellas que trabajan y

18 18 obtienen sus beneficios de manera responsable van a durar, como también lo hará la sociedad en la que se apoyan para conseguirlos. Por el contrario, las organizaciones que no se comportan de manera responsable, fallarán en su debido momento. Toda sociedad, grupo u organización necesita el ejercicio del liderazgo, pero sólo aquellos líderes responsables, con una visión a largo plazo, lo ejercen con prudencia y tienen éxito. En última instancia, los ejecutivos deben tratar de hacer las dos cosas. 2. Participación. El liderazgo responsable une el liderazgo con la integridad en el negocio. Escucha y toma en cuenta a los demás participantes de la

19 19 toma de decisiones, como los trabajadores, los clientes, los proveedores, el entorno, la comunidad y las futuras generaciones. Así, nuevos factores entran en el cálculo de la toma de decisiones, y ello conduce a mejores decisiones, a largo plazo, más responsables y sostenibles. 3. Creatividad. El líder responsable reconoce que la creatividad es esencial para unir la eficacia con la responsabilidad corporativa, dado que es un ciudadano activo y que promueve la ciudadanía activa. La creatividad ayuda a la generación de valor de la empresa ante la sociedad donde ésta prospera, y la hace partícipe de un cambio social deseable, a nivel local y global.

20 20 4. Cercanía. El liderazgo responsable construye y cultiva relaciones sostenibles con los demás, al interior de su organización o fuera de ella, y en particular con los sectores más desfavorecidos. Atender las preferencias de sus consumidores y usuarios supone conocer de modo cercano las preferencias del conjunto de la sociedad. Esto permite a la empresa y al país alcanzar objetivos mutuamente compartidos, basados en una visión que considera su accionar como una fuerza de bienestar para muchos, y no solamente para unos cuantos. Con estas características, este tipo de liderazgo identifica los riesgos sistémicos de las actividades

21 21 empresariales, evita poner en peligro la reputación de la empresa, y es corresponsable en la solución de los problemas sociales. Los líderes éticos y responsables que necesitamos Para ir concluyendo, los líderes éticos y responsables que necesitamos son los agentes primordiales del cambio. La modernidad, el progreso y el desarrollo tienen al cambio como su principal atributo. En ese contexto, por ejemplo, un líder ético y responsable en el Perú, observa que su papel más importante debe ser el de manejar y resolver los impactos medioambientales y sociales sobre el

22 22 negocio, empresa o iniciativa que dirige, así como los impactos que éste tiene sobre la sociedad y el entorno. Necesitamos líderes que puedan transformar el carácter de sus organizaciones; que reconozcan las diferentes culturas del Perú pues si no conocen a sus consumidores, cómo atenderán sus preferencias? ; y que apoyen futuros líderes para tener una más amplia apreciación de su responsabilidad de negocio. Necesitamos líderes que eliminen barreras al progreso, promoviendo el acceso a una educación y una salud de calidad, proveídos en lo fundamental por el sector privado pues un ciudadano sano e instruido

23 23 es un consumidor sofisticado, sensato y razonable que apoye a las comunidades más vulnerables, las convoque, las haga participar, y comparta con ellas la gerencia de la actividad a su cargo. Que no olvide que las ideas empresariales y de éxito surgen de los lugares más insospechados. Conclusión. En definitiva, el cambio social deseable para el Perú requiere líderes éticos y responsables. Cuando ejercemos un liderazgo responsable, basado en valores éticos, podemos construir el carácter y la reputación necesaria para el crecimiento personal, institucional y social.

24 24 Entonces, como líderes que son, y esperamos que sean, ustedes deben trabajar juntos para crear una nueva era de responsabilidad y restaurar la confianza en el sistema económico libre y sus instituciones. Así, creemos que los gerentes, ejecutivos y dirigentes de todas las empresas peruanas deben integrar la responsabilidad social empresarial en sus visiones, objetivos y prácticas. Social porque está pasando en nuestra sociedad, que es aquella donde operan sus empresas. Responsable porque construir una sociedad mejor requiere que los dirigentes de las empresas privadas

25 25 se comprometan verdaderamente con el entorno donde actúan. Juntos podemos y debemos evolucionar de valor a valores, de accionistas a ciudadanos, y de balances a desarrollo equilibrado. Juntos podemos y debemos enfrentarnos a los peligros delante de nosotros y aportar soluciones alcanzables. Los invito a hacerlo. Muchas gracias (Fin)